El rompecabezas financiero de Pemex: deuda, liquidez y presupuesto
Entre 2025 y 2026, Pemex enfrentará su mayor carga financiera desde 1993: 190 mil millones de pesos en intereses y 960 mil millones en vencimientos de deuda y pago de proveedores. Falta de liquidez, y espacio para invertir son los retos y el Gobierno federal entra de nuevo al rescate.
Pemex, la empresa más importante del Estado mexicano, enfrenta un crítico panorama financiero. En tan sólo dos años deberá cubrir 23.8 mil millones de dólares (MMDD) en vencimientos de deuda, equivalentes a 450 mil millones de pesos (mmdp)1. Si se agregan los adeudos con proveedores y otras obligaciones financieras de corto plazo, el monto total se eleva a 960 mmdp (50.8 MMDD)2, lo que representa 2.5% del PIB.3 Para darnos una idea, es prácticamente igual a todo el presupuesto propuesto en salud pública para 2026 (965 mmdp).
Ante este escenario, el reto para el Gobierno federal es el siguiente: ¿Cómo dotar de liquidez a la empresa para pagar sus deudas y a la par cubrir sus gastos operativos, administrativos y de inversión? (Todo esto, claro, con un presupuesto público que ya está comprometido.)
Las cifras presentadas en el Paquete Económico 2026, muestran un horizonte poco favorable para su inversión productiva a causa de la fuerte presión que enfrentará la petrolera por sus compromisos de deuda en 2026. Veamos a detalle el plan financiero y presupuestario para Pemex.
Empecemos con el presupuesto total. Se espera que Pemex reciba una asignación de hasta 708 mmdp para 2026. Éste se compone de 517 mmdp de presupuesto programable —aquel que destina a inversión, pago de nómina, administración, etcétera— y de 191 mmdp para pagar los intereses de su deuda. ¿Qué nos dice esto?.
En primer lugar, se trata del mayor presupuesto que se está proponiendo para el pago de intereses y servicio de su deuda desde 1993. En otras palabras, en los últimos 32 años, Pemex no había pagado tanto dinero en los intereses de su deuda como se espera lo haga en 2026. De cada 100 pesos de su presupuesto, 27 se irán a pagar intereses. Esto representa un incremento de 25% (38 mmdp) en términos reales, frente a lo que se aprobó en 2025.
En segundo lugar, el presupuesto programable (517 mmdp) se encontrará en el segundo nivel más bajo desde 2008. Mientras que se propone un gasto histórico para pagar intereses, se propone el segundo más bajo para cubrir sus actividades operativas; pago de nómina, inversión y gastos administrativos. Frente al monto aprobado para este año, representa un incremento real del 8% (37 mmdp). En otras palabras, para 2026 se incrementará más el presupuesto para pagar intereses que aquel para cubrir sus actividades operativas y administrativas.
Liberar recursos para el pago de intereses
Este presupuesto altamente cargado hacia el pago de intereses de la deuda, repercute en el gasto de inversión productiva. Para 2026, Pemex contará con un presupuesto por 247.2 mmdp para inversión física. Se trata del segundo nivel más bajo para inversión productiva también desde 2008. Si bien, presenta un crecimiento real de 14% (29.9 mmdp) frente a lo que se aprobó para este año, se encuentra muy lejos de lo que se invirtió durante 2021 y 2024.
La realidad es que las obligaciones financieras de Pemex ya absorben más presupuesto que la inversión en exploración y producción. En 2026, por cada peso que Pemex use para pagar su deuda, sólo podrá destinar otros 87 centavos al negocio productivo. Es decir, que los compromisos financieros de Pemex están sofocando su capacidad de invertir en la producción de hidrocarburos. Con esto se hilan dos años en que el gasto de inversión será menor a los compromisos financieros de la empresa.
La consecuencia de esto es que reduce el margen que tiene la empresa para expandir su capacidad operativa. Para ese año, se planean invertir 185.7 mmdp en producción de petróleo y petroquímicos (extracción de hidrocarburos y su refinación en gasolinas, diésel, etcétera.), 34% menos (93.7 mmdp) que en 2024.
Hasta este punto, ya podemos deducir cuál es la respuesta presupuestaria al dilema que enfrenta Pemex para el siguiente año. Un presupuesto histórico para el pago de intereses de su deuda, mientras que el gasto operativo y de inversión se mantiene en niveles de 2008: prácticamente en niveles de supervivencia, pero no de expansión productiva.
Inyecciones de liquidez o seguir pateando el bote
Como señalamos antes, el principal reto de Pemex es la ola de vencimientos de pasivos financieros que enfrenta la petrolera entre 2025 y 2026. De acuerdo con el Plan Estratégico 2025-2030, sólo en 2026 debe financiar el pago de 18.7 MMDD de pasivos financieros (353.4 mmdp). Se trata del mayor monto programado para los siguientes cinco años.
En términos menos técnicos es que la fecha de pago de la tarjeta de crédito de la empresa se acerca, y el monto a pagar asciende a 28 MMDD (529.5 mmdp), a los cuales además hay que agregar la deuda que tiene la empresa con sus proveedores por 22.8 MMDD (430.5 mmdp). En total, la empresa debe pagar 50.8 MMDD equivalentes a 960 mmdp entre este y el próximo año. Ni siquiera su presupuesto total para el siguiente año permite cubrir sus compromisos financieros de corto plazo.
En otras palabras, la empresa no cuenta con liquidez suficiente para hacer frente a estos compromisos. La opción es emitir más deuda para lograr refinanciar estos pasivos. Es como sacar una nueva tarjeta de crédito para pagar la que se está venciendo este mes.
Aquí es donde entran las recientes acciones por parte del Gobierno federal en materia de refinanciamientos, recompra de bonos y otras acciones, para dotar de liquidez a la empresa y poder cubrir los compromisos que están próximos a vencer.
¿Cómo funcionan estas acciones y por qué hacerlas? Pemex es una empresa altamente endeudada, por lo que salir a buscar préstamos o emitir bonos u otros instrumentos de deuda puede salir muy costoso, e incluso complicado. En cambio, el Gobierno federal cuenta con una reputación financiera mucho mejor, por lo que el costo por endeudarse es menor al de Pemex, y es más fácil conseguir quién le preste dinero.
En pocas palabras, el Gobierno federal está pidiendo deuda para cubrir el 79% de los compromisos de corto plazo de Pemex. Esto hace que la deuda de la petrolera disminuya, pero la del Gobierno aumente en la misma proporción. Sin embargo, en las cifras totales de deuda del país —medidas a través del Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP)— no se verá un cambio, ya que este indicador suma tanto la deuda de Pemex como la del Gobierno federal y otros organismos. En otras palabras, sólo se está moviendo la deuda de un lugar a otro, sin reducir el monto total.
En este sentido, durante 2025 el Gobierno federal realizó cuatro acciones para dotar de liquidez a la empresa, y cubrir con el 79% de los compromisos financieros a corto plazo:
- Emisión de notas pre-capitalizadas4, anunciada el 29 de julio, por un valor de 12 MMDD (227 mmdp).
- Recompra de bonos5, anunciada el 1 de septiembre, por 12 MMDD (227 mmdp).
- Emisión de bonos, entre el 15 y 16 de septiembre, por un valor de 13.8 MMDD (261 mmdp).
- Creación de un fondo de inversión para Pemex6, anunciado el 05 de agosto, con un valor de 250 mmdp.
En conjunto, estas acciones suman alrededor de 964 mmdp, prácticamente el mismo valor que la deuda financiera a corto plazo y la deuda con proveedores de Pemex (960 mmdp), a pagar entre éste y el siguiente año. Sin embargo, esto le brindaría a la empresa la liquidez necesaria para hacer frente únicamente al 79% de sus obligaciones totales de corto plazo. Esto debido a que aún faltarían 250 mmdp ó 13.2 MMDD para poder saldar la totalidad de sus pasivos de corto plazo, que ascienden a 1.2 billones de pesos (64.3 MMDD). Las obligaciones de pago pendientes serían:
- 84.4 mmdp en impuestos que debe al gobierno.
- 76.6 mmdp de otros gastos pasados.
- 83.6 mmdp en instrumentos financieros
- 10.0 mmdp de deuda por arrendamiento financiero.
Para saldar estos últimos adeudos, el gobierno ha propuesto realizar una transferencia mediante el presupuesto público por 263 mmdp a Pemex. Con ello se espera que a final de 2026 la empresa tenga un ahorro por la misma magnitud y pueda cubrir el resto de pasivos financieros a corto plazo. Así, para el cierre de ese año, Pemex podría estar reduciendo sus obligaciones de corto plazo de manera importante, ya que un 79% está siendo refinanciado prácticamente por el gobierno federal, y el restante 21% se estará pagando con dinero del presupuesto.
En resumen, Pemex cuenta con deudas a vencer en el corto plazo por un valor de 1.2 billones de pesos (64.3 MMDD). Para poder financiarlas, el Gobierno Federal realizó un paquete de cuatro acciones que le dotan de liquidez por 964 mmdp (51 MMDD) y así cubrir el 79% de sus pasivos a corto plazo. Para poder saldar el restante 21% se está proponiendo realizar una aportación con dinero del presupuesto por 263 mmdp (13.9 MMDD).
Hay que señalar que entre las deudas pendientes a corto plazo se encuentran 84.4 mmdp que debe Pemex al propio gobierno por pagos pendientes de impuestos y derechos. Dicho de otro modo, en realidad Pemex no requiere de una transferencia por 263 mmdp para cubrir el restante 21% de adeudos, sino de tan sólo de 179 mmdp para cubrir el restante de sus pasivos de corto plazo. Esto deja un margen de 98 mmdp que pudieran ser reasignados para gasto de inversión de la petrolera, u otros sectores prioritarios como la salud o la seguridad.
Por último, estas acciones no implican, en la mayoría de los casos, una liquidación definitiva de estos compromisos financieros, sino únicamente un refinanciamiento o cambio de acreedor. En el mejor de los casos, se logran condiciones más favorables, como una tasa de interés más baja o un vencimiento a mayor plazo, lo que brinda a la empresa un respiro temporal en sus finanzas, a cambio de que el Gobierno federal adquiera parte de sus compromisos.
Así, la respuesta al dilema financiero de Pemex es un paquete de acciones por parte del Gobierno federal que le dota de liquidez para enfrentar sus obligaciones de corto plazo. El 79% de estos pasivos se cubrirán mediante inyecciones de liquidez y el restante 21% mediante las transferencias presupuestarias. Hay que acotar que al segundo trimestre de 2025 Pemex cuenta con pasivos por 4.1 billones de pesos y activos financieros por 2.1 billones de pesos. Es decir, la empresa sigue en quiebra técnica y reporta un patrimonio deficitario por 2 billones de pesos, prácticamente del mismo valor que en 2018.
A pesar de este paquete financiero, el pago de intereses de la deuda de la petrolera se estima en montos históricos para 2026, a tal grado que destinará más recursos en pago de intereses y pensiones que en inversión productiva.
Por último, aunque el impacto sobre la deuda pública total podría ser nulo —pues los pasivos simplemente pasarían de estar a nombre de Pemex a estar a nombre del Gobierno federal—, sí habrá un efecto en el pago de intereses. Al asumir estos compromisos financieros de corto plazo, el Gobierno también se hace responsable de cubrir esos intereses, lo que resta recursos del presupuesto público y reduce el financiamiento disponible para otros sectores. Como ya señalamos en otro análisis, para 2026 se espera el mayor pago de intereses y servicio de la deuda pública en los últimos años.
Notas al pie
- Considerando un tipo de cambio de 18.9 pesos por dólar ↩︎
- Anexo del Reporte Financiero al segundo trimestre de Pemex: https://www.pemex.com/ri/finanzas/Reporte%20de%20Resultados%20no%20Dictaminados/Anexos%202T25.pdf ↩︎
- Se considera un PIB de 38,715,900 millones de pesos, estimado por Hacienda para el paquete económico 2026. ↩︎
- Comunicado Pre-Caps: https://www.gob.mx/shcp/prensa/nota-informativa-404268 ↩︎
- Comunicado Recompra de Bonos: https://www.gob.mx/shcp/prensa/la-secretaria-de-hacienda-anuncia-la-conclusion-de-las-operaciones-de-capitalizacion-y-financiamiento-de-petroleos-mexicanos ↩︎
- Comunicado Fondo de Inversión: https://www.gob.mx/banobras/articulos/fondo-de-inversion-para-pemex?idiom=es ↩︎