Skip to main content

Números de Erario: gasto en salud a noviembre de 2021

Resumen

Hasta noviembre se ejerció 83% del gasto funcional en salud aprobado, pero a estas alturas se debería haber gastado el equivalente al 91% del presupuesto anual. El gasto acumulado alcanzó los 559.5 mmdp, monto 2.8% (15.5 mmdp) mayor al observado el año pasado.

Del análisis de las instituciones de salud con respecto al gasto aprobado en el periodo se desprende lo siguiente:

  1. El gasto del Insabi fue de 72.2 mmdp. Se quedó 18% corto (-15.7 mmdp) con respecto al gasto aprobado en el periodo enero-noviembre, y fue 4.3% menor al gasto en el mismo periodo de 2020. Estos recortes afectaron al gasto del principal programa presupuestario del Insabi, Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social, el cual opera en los 32 estados del país. En noviembre dicho programa tuvo su nivel más bajo desde 2017[1], y con respecto a 2020 cayó 12.9%. Como consecuencia, las transferencias a 31 estados se redujeron en más del 10%. Los estados más afectados fueron Colima (-71%), Baja California Sur (69%), Durango (-63%), Q. Roo (-61%) y Guerrero (-56%). 
  2. A pesar de que la ocupación hospitalaria por covid-19 se redujo en 2021, y de que consecuentemente cada vez más hospitales recuperaron su oferta de servicios médicos, no se ha visto un incremento en los servicios otorgados a los beneficiarios del Insabi, ya que éstos continúan en los niveles observados en 2020. Es más: exhiben una dramática caída si se comparan con los registrados al cierre del sexenio anterior, en 2018. Y es que al cierre de 2021 el Insabi otorgó 3.5 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018; los egresos se redujeron 3.1 veces y las urgencias atendidas fueron 3.8 veces menores que las de 2018.
  3. No obstante, a la par de esta caída en los egresos y en la atención de urgencias en afiliados al Insabi, hay un incremento en los egresos de pacientes con afiliaciones a otros programas no relacionados con la seguridad social. Por ejemplo, el número de egresos de afiliados al programa IMSS-Bienestar es seis veces mayor con respecto a 2018; de igual manera, los egresos de afiliados al programa Gratuidad creció siete veces, y los de pacientes sin afiliación triplicó a los de 2018. Por su parte, el número de urgencias atendidas en pacientes con otras afiliaciones también aumentó, principalmente las urgencias en pacientes del programa Gratuidad, las cuales se duplicaron con respecto a 2018, y las otorgadas a pacientes sin afiliación crecieron en 20%.
  4. El gasto de inversión física para la salud está rezagado: hasta noviembre se ejerció sólo el 49% del monto aprobado en el año; de continuar así podría presentar un subejercicio del 50% en el cierre de 2021. Sólo en 2007, 2008 y 2019 se registró un monto similar. El rezago en la inversión lo provocan principalmente el IMSS y el ISSSTE, con recortes de 68% y 81%, respectivamente.

Gasto funcional en salud

A un mes del cierre de 2021, el gasto funcional en salud acumuló 559.5 mmdp. Con respecto al gasto ejercido de enero a noviembre en 2020, hay un aumento de 2.8% (15.5 mmdp), y con relación a otros años el gasto ejercido se encuentra en línea. Hasta noviembre, el gasto acumulado tuvo un avance de 83% con respecto al presupuesto aprobado, cuando debió ejercerse el 91% del presupuesto.

Sólo en el mes de noviembre el gasto fue de 58.0 mmdp, 5% más que el observado en el mismo mes del año anterior.


 


Presupuesto por institución

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud[2], en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso del IMSS y el ISSSTE.

El ISSSTE y la Secretaría de Salud son las instituciones que exhiben recortes con relación al presupuesto aprobado. El ISSSTE gastó 86.2 mmdp, monto 16% menor que el aprobado (-16.4 mmdp), y que incluso refleja una caída anual de 7% (6.5 mmdp). Entretanto, la Secretaría de Salud, con un gasto de 117.2 mmdp, tuvo un recorte de 15% (-19.9 mmdp); no obstante, su gasto fue 2.2% (2.5 mmdp) mayor que el del mismo periodo del año pasado.

Por su parte, el IMSS acumuló un gasto de 301.4 mmdp, el cual fue 5% mayor que el aprobado (13.9 mmdp) y creció 7.5% (21.0 mmdp) con respecto al del año pasado. Por último, las transferencias del FASSA, por 97.2 mmdp, se colocaron 1% (1.2 mmdp) por arriba de lo aprobado, pero se redujeron un 1.8% (-1.8 mmdp) anual.



Gasto en salud mensual

Sólo en noviembre el gasto aprobado para el IMSS, el ISSSTE, el FASSA y la Secretaría de salud fue de 56.8 mmdp. Sin embargo, se ejercieron 59.3 mmdp; es decir, hubo un sobrejercicio de 4.4% (2.5 mmpd).

En el mes, el gasto del ISSSTE tuvo el mayor recorte: 11%. Y con respecto al mismo mes del año pasado se redujo 9%; además, cabe mencionar que éste es el gasto observado en noviembre más bajo desde 2018. La Secretaría de Salud también tuvo un recorte, de -1.8% (-0.2 mmdp), pero con respecto al mismo mes de 2020 aumentó 68%.

En contraste, en el mes el IMSS exhibe el mayor sobregasto acumulado: de 12.9% (3.6 mmdp). En lo que toca al FASSA, las transferencias a los estados fueron de 9.7 mmdp; se encontraron en línea con lo aprobado, pero fueron 3% menores que las realizadas el año pasado



FASSA a detalle

Hasta octubre se transfirieron 97.2 mmdp a las entidades federativas a través del FASSA, lo que equivale a 89% del presupuesto aprobado en el año. Este monto es 1.9% menor al transferido el año pasado, y 1% mayor que el monto calendarizado en el PEF 2021.

A nivel nacional, el gasto per cápita del FASSA fue de 764.5 pesos. El análisis por estado revela que Colima (1,878.8), Campeche (1,692.2) y Zacatecas (1,429.4) son los estados que más recursos reciben por habitante, y en el otro extremo se encuentran Guanajuato (530.7), la CDMX (485.2) y Nuevo León (464.3).

Con respecto al año pasado, el gasto per cápita creció en 13 estados. El mayor incremento se observó en Nayarit (4.2%), Baja California Sur (4.1%) y Sonora (3.3%). El resto de los estados tuvieron caídas en los recursos recibidos por habitante; las mayores a 5% se registraron en Yucatán (-6.4%), CDMX (-6.5%), Aguascalientes (-7.3%), Quintana Roo (-7.5%), Nuevo León (-10.8%) y Querétaro (-12.9%).



Inversión física en salud

El gasto en inversión física en salud está rezagado: se ha ejercido sólo el 49% del gasto aprobado en el año. Hasta noviembre acumuló 7.9 mmdp, monto que se quedó 44% corto (6.2 mmdp) con respecto a su meta y tuvo una caída anual de 49% (-7.6 mmdp). Del gasto en inversión ejercido en lo que va del año, resalta lo siguiente: 1. el gasto aprobado para el periodo fue considerablemente mayor al que se observó en el mismo periodo entre 2013 y 2020, y 2. el gasto ejercido fue tan bajo como el gasto observado en el mismo periodo de 2007, 2008 y 2019.

La reducción en el gasto en inversión física la encabezan el IMSS (-68%) y el ISSSTE (-81%). No obstante, vale la pena mencionar que, a pesar del recorte observado, el gasto ejercido por el IMSS es similar al de años anteriores. Sin embargo, en el caso del ISSSTE un gasto similar sólo se observó en 2019. Por otro lado, la Secretaría de Salud reportó un sobregasto de 4% en la inversión física, un gasto acorde con la tendencia observada desde 2018.



Inversión física mensual

En el mes de noviembre se tenía previsto un gasto en inversión física de 1.2 mdp; de éstos, se ejercieron 0.2 mdp, 80% menos gasto que el programado en el mes. El presupuesto original considera recursos para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud. Ésta última ejerció sólo el 1% del presupuesto aprobado; en contraste, el IMSS y el ISSSTE vieron recortes de 8% y 62%, respectivamente.

Con estos recortes, la inversión física de noviembre es menor que el promedio observado entre 2007 y 2020, y representa un mínimo histórico en el mismo periodo.



Insabi

Los datos disponibles a falta de un mes del cierre de 2021 indican que el gasto de 72.2 mmdp del Insabi se quedó 18% (-15.7 mmdp) corto con respecto al presupuesto aprobado, y 4.3% (-3.2 mmdp) si se compara con el presupuesto ejercido el año previo. El monto ejercido por el instituto hasta noviembre equivale al 81% del presupuesto anual aprobado, y es el menor gasto ejercido en el periodo 2017-2021.

Los rubros que más recortes enfrentaron fueron el de Otros gastos de operación (-73%), Subsidios, transferencias y aportaciones (-37%) y Servicios personales (-22%). Por el contrario, el gasto en Ayudas y otros gastos fue 78% mayor que el presupuesto original, y en el caso de la Inversión física el sobregasto fue de 11%.

A diferencia de otros años, en 2021 el Insabi se caracterizó por diversificar los conceptos de gasto. Debido a esto, el gasto en Subsidios, transferencias y aportaciones creció 56% anual y el de Ayudas y otros gastos lo hizo en 32%. Previo a 2021, aproximadamente la totalidad del gasto se ejercía a través de subsidios, transferencias y aportaciones.

El 87% (62.8 mmdp) del gasto del Insabi corresponde a gasto destinado a salud pública a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social. Este programa se distribuye en las 32 entidades federativas del país. En noviembre dicho programa tuvo su nivel más bajo desde 2017, y con respecto al año pasado cayó 12.9%. Como consecuencia, las transferencias a 31 estados se redujeron en más de 10%. Los estados más afectados fueron Colima (-71%), Baja California Sur (69%), Durango (-63%), Quintana Roo (-61%) y Guerrero (-56%). 

La transición del Seguro Popular al Insabi y los cambios administrativos que esto conlleva, así como una reducción en el presupuesto y los efectos de la pandemia, han tenido como resultado una caída en los servicios otorgados a los derechohabientes del Instituto, principalmente en las áreas de urgencias, egresos y consultas. A pesar de que la reconversión hospitalaria llegó a su fin y el número de hospitalizaciones por covid-19 se ha reducido, no se ha visto un incremento en los servicios otorgados a los beneficiarios del Insabi, ya que éstos continúan en los niveles observados en 2020. 

De acuerdo con los datos disponibles hasta diciembre, el Insabi otorgó 3.5 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018, y con respecto a 2020 éstas se redujeron 0.4%. Por programa las consultas de enfermedades transmisibles tuvieron una caída anual de 12%; también hay caídas en las consultas de otras enfermedades (-0.5%), a pacientes sanos (-1.1%) y de salud bucal (-0.2%). Por el contrario, las consultas de salud mental aumentaron 37.2% con respecto a 2020, y las de planificación familiar lo hicieron en 10.1%.

Los egresos de los derechohabientes del instituto fueron 3.1 veces menores que los observados en 2018. Sin embargo, con relación a 2020 se recuperaron, con un incremento de 8.5% anual. Cabe mencionar que a la par de la caída en los egresos en afiliados al Insabi, observada desde 2018, hay un incremento en los egresos de pacientes con afiliaciones a programas no relacionados con la seguridad social. Por ejemplo, el número de egresos de afiliados al programa IMSS-Bienestar es seis veces mayor con respecto a 2018; de igual manera, los egresos de afiliados al programa Gratuidad creció siete veces, y los de pacientes sin afiliación fueron tres veces mayores que los registrados en 2018.

Las urgencias atendidas fueron 3.8 veces menos que en 2018, pero en 2021 crecieron 7.3% con respecto a 2020. Al igual que con los egresos, el número de urgencias atendidas en pacientes con otras afiliaciones aumentó, principalmente las urgencias en pacientes del programa Gratuidad, las cuales se duplicaron con respecto a 2018, mientras que las otorgadas a pacientes sin afiliación crecieron en 20%.



[1] Antes, el programa Seguro Popular estaba a cargo de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud.

[2] Y es que en los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

Gasto en salud