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Etiqueta: ENOE

La informalidad laboral no es sinónimo de pobreza 

Una idea popular es que las personas en condiciones de informalidad laboral obtienen ingresos muy bajos, por lo que no vale la pena considerarlos para el pago de impuestos. Esta noción es falsa.

¿Cuántos de nosotros no hemos escuchado la anécdota de que el taquero, el mecánico o la persona que pone uñas, se acaba de comprar una camioneta nueva? Esto no es un mito. 

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cuarto trimestre de 2024, cerca de un millón de personas son informales y ganan en promedio 31 mil 582 pesos al mes. Esto implica que forman parte del 10% de la población ocupada de mayores ingresos. 

La mayoría de estas personas son comerciantes (14%) o están ocupadas como trabajadores en el sector de la construcción (14%). Además, 13% son profesionistas que trabajan bajo condiciones de informalidad como pueden ser abogados, médicos, odontólogos, arquitectos, nutriólogos por mencionar algunos. 

Se estima que al cuarto trimestre de 2024 hay 7.4 millones de personas (12.4% de la población ocupada) que laboran en la informalidad y ganan más de 8,154 pesos al mes, que es el promedio de ingreso de las personas ocupadas (tanto formales como informales). De ellos, 6.4 millones tuvieron ingresos superiores a los 11 mil pesos mensuales. 

Otra forma de verlo es que la mayoría de las personas que trabajan en la informalidad no entran en la definición demográfica de pobreza. Al cuarto trimestre de 2024 había alrededor de 10.2 millones de personas informales que ganaban mensualmente menos de la línea de pobreza urbana (4,640 pesos mensuales), pero 18.2 millones de personas que ganaban por arriba de ese margen. Esa línea es un estimado de cuánto dinero necesita una persona para cubrir el costo mínimo de alimentos, vivienda, transporte, salud, educación entre otros, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)

¿Qué es el empleo informal?

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el empleo informal es todo trabajo que no está registrado, regulado o protegido por marcos legales. Esto generalmente provoca que los trabajadores informales no cuenten con prestaciones laborales y, al mismo tiempo, que no paguen impuestos sobre sus ingresos. 

No obstante, ni todas las personas que son informales omiten el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), ni todas las personas formales tienen acceso a derechos laborales. 

¿A qué se dedican estás personas ocupadas en la informalidad?

Al cuarto trimestre de 2024, la ocupación de la mitad de la personas informales con menores ingresos (primeros cinco deciles) se concentró principalmente en cinco sectores. Destaca que el 20.78% trabaja en servicios personales, seguido por un 19.53% que se desempeñó como comerciante informal. Estos dos sectores agrupan a más del 40% de las personas informales de menores ingresos.

Un sector particularmente relevante es el agropecuario, que ocupa al 17.6% de los trabajadores informales de bajos ingresos. Asimismo, un 10.8% de las personas informales en estos deciles de ingreso trabaja en la industria manufacturera, mientras que el 8.57% lo hace en la construcción.

Entre las personas informales que se ubican en la mitad más rica de la población (últimos cinco deciles de ingreso), se observa menor participación en sectores de baja remuneración (como el agropecuario, el comercio y los servicios personales), y mayor participación en la industria manufacturera y de la construcción

El 20.4% de esta población informal de mayores ingresos, reporta una ocupación de trabajadores industriales, artesanos y ayudantes en el sector de la construcción, lo que la consolida como el grupo más representativo dentro de este segmento. Por el contrario, la mitad de la población informal más pobre, sólo tiene un participación de 8.5% en este mismo sector. 

Destaca también que el 8% de los trabajadores informales en los deciles superiores son operadores de transporte, una actividad que, aunque informal, puede ofrecer ingresos elevados, especialmente en contextos urbanos donde la demanda de transporte privado es alta. Por su parte, los trabajadores informales de menores ingresos sólo participa en 3.1% de este sector. 

El sector servicios también tiene un peso importante con el 44.8% de los informales de mayores ingresos versus el 38.3% de los informales de menores ingresos. Es importante el tipo de servicios ofrecidos: el 8.5% de las personas informales de mayores recursos ofreció servicios profesionales vs 3.1% de los informales de menores ingresos. 

Asimismo, el comercio es una fuente relevante de empleo informal: 15.5% de los trabajadores informales de mayores ingresos se desempeñan en este sector. Sin embargo, a diferencia de lo observado en los primeros deciles (22.4%) su peso relativo es menor. 

¿Qué relación tiene la informalidad con el pago de impuestos? 

La informalidad laboral suele implicar la evasión o elusión de obligaciones fiscales. La evidencia muestra que entre menor es la informalidad, mayor suele ser el pago de impuestos. 

Por ejemplo, en países como Francia, Suecia, Finlandia o Noruega, donde menos del 4% de su población trabaja en condiciones de informalidad, se obtiene una recaudación de impuestos que supera el 40% del tamaño de sus respectivas economías. Por el contrario, en países como Perú, Ecuador, Colombia o México, donde la informalidad supera el 50% de la población que trabaja, la recaudación de impuestos es menor al 20% del Producto Interno Bruto (PIB). 

Esta relación se debe a que los trabajadores informales no están registrados oficialmente ante el Gobierno, por lo que generalmente no pagan Impuesto Sobre la Renta (ISR) ni contribuciones a la seguridad social como las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Asimismo, en el sector informal, muchas transacciones no se documentan con facturas oficiales, lo que disminuye el cobro del Impuesto al Valor Agregado (IVA). 

¿Todos los informales omiten su pago de ISR? 

A pesar de que la informalidad se relaciona estrechamente con un menor pago de ISR, no todas las personas omiten esta obligación: hay personas que aunque están ocupadas en condiciones laborales de informalidad, cumplen con sus obligaciones fiscales. 

Como mencionamos anteriormente, la medición de la informalidad contempla como variables principales el acceso a la seguridad social y el pago de impuestos. Estas condiciones son definidas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y se aplican según el tipo de ocupación de las personas:

  • Para trabajadores subordinados y remunerados, se es formal si se cuenta con seguridad social
  • Los trabajadores subordinados y no remunerados son considerados directamente como informales. 
  • Los trabajadores independientes no agropecuarios son formales sólo si registran sus actividades ante el SAT o si pagan impuestos
  • Los trabajadores independientes del sector agropecuario son designados automáticamente como informales. 

Por ejemplo, al cuatro trimestre de 2024 1.7 millones de personas subordinadas, ocupadas en la informalidad pagaron el Impuesto Sobre la Renta (ISR), a pesar de que no gozaban de seguridad social. Se trata de trabajadores subordinados que al no tener seguridad social son considerados como informales. No obstante, reportan tener contrato, por lo que se supone que pagan impuestos. Estos trabajadores podrían estar contratados bajo el régimen de asimilados a salarios, donde el patrón retiene el pago de ISR pero no otorga beneficios laborales. 

Sin embargo, es claro que la mayor parte de personas ocupadas en la informalidad opera fuera de los marcos legales, por lo cual aún queda un largo camino por recorrer para poder ofrecer tanto los derechos laborales a las personas ocupadas y hacer efectivo el pago de impuestos sobre los ingresos de estas personas. 

Conclusión

Aunque tradicionalmente se ha asociado la informalidad con la pobreza, la realidad actual muestra que una parte significativa de los trabajadores informales genera ingresos superiores a la línea de pobreza, y en muchos casos, comparables o superiores a los de trabajadores formales. Esta situación plantea la necesidad de replantear las políticas públicas: en lugar de tratar a la informalidad exclusivamente como un problema de vulnerabilidad social, es urgente construir mecanismos que fomenten su incorporación al sistema fiscal y de seguridad social. 

Establecer estrategias progresivas, justas y adaptadas a la realidad de estos trabajadores permitirá ampliar la base tributaria, fortalecer el financiamiento de servicios públicos y promover una competencia económica más equitativa. Formalizar ya no debe ser visto sólo como un acto de apoyo social, sino como una responsabilidad compartida para el desarrollo sostenible y justo de nuestras economías.