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Etiqueta: Número de Erario

Números de Erario: enero de 2021

El débil arranque de un año electoral

Las cifras publicadas en el primer mes de 2021 continúan mostrando la debilidad en los ingresos petroleros y tributarios, lo que hace evidente que no se puede seguir postergando la discusión de un nuevo pacto fiscal. Además, no se ha detenido la caída de los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del gasto federalizado, y el gasto neto (programable y no programable) es menor en comparación con el aprobado y también con el observado un año antes.

Como ven, hay pocos motivos para el optimismo en los meses por venir.



Ingresos totales

En enero de 2021, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 492.5 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 12.0% real (-66.9 mmdp) respecto al mismo mes de 2020.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron, en términos anuales, 16.0%, y los no petroleros lo hicieron en 11.5%. Al ubicarse en 48.1 mmdp y 444.4 mmdp.

Los ingresos tributarios sumaron 355.6 mmdp, lo que implica una reducción de 5.8% (-21.9 mmdp), respecto a lo reportado en enero de 2020. A su interior disminuyeron el IVA (1.4%), el ISR (2.6%) y los IEPS (21.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 20.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 21.7%).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 27.0 mmdp, 54.2% por debajo del dato reportado en igual mes de 2020. Los derechos disminuyeron 27.4% y los aprovechamientos lo hicieron en 59.7%.

En lo que toca a la estructura porcentual, los ingresos tributarios han pasado de representar el 59.3% de los ingresos totales del Sector Público en enero de 2000, a abarcar el 72.2% en enero de 2021, el porcentaje más alto en estos 21 años. El ISR es el impuesto de mayor peso (36.6%), seguido del IVA (23.5%).

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000: 9.8% de los ingresos totales.



En relación con su meta inicial establecida en la Ley de Ingresos de la Federación para 2021 (LIF2021), los ingresos totales del Sector Público exhibieron un rezago de 2.9% (-14.9 mmdp).

Los ingresos tributarios se ubicaron 0.5% (1.9 mmdp) por arriba del dato programado en la meta estimada en el calendario[2]; sin embargo, aunque hubo ganancia, los ingresos excedentes fueron marginales. El ISR exhibió un rezago de 6.2% (-11.8 mmdp). El IVA fue superior a la meta estimada en la LIF2021 en 9.2% (9.7 mmdp), y los IEPS observados fueron 12.9% mayores al dato aprobado (5.8 mmdp). El desempeño de éstos últimos puede explicarse tanto por los avances en la recuperación económica, como por los efectos del reforzamiento del marco fiscal y de la eficiencia recaudatoria.

En enero de 2021, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago sustantivo con relación a lo que se esperaba para el periodo: 37.0% (-28.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 130.9% (15.3 mmd) su meta de 2021 por mayores derechos (2.5 mmdp) y mayores aprovechamientos (13.2 mmdp), ya que el rubro de otros fue menor en 0.4 mmdp respecto a su monto aprobado .

La caída en los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue de 6.1% (-26.3 mmdp) en relación con su meta, la cual, conforme avance, deberá ser compensada en los próximos meses con los recursos Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Por el momento, la SHCP reportó que en enero de 2021 se aportaron 7.5 mmdp al FEIP, a fin de construir nuevos ahorros para enfrentar contingencias.


Gasto neto total

En enero de 2021, el gasto neto total del Sector Público se ubicó en 496.9 mmdp, lo que representa una disminución de 4.9% real (-25.6 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. El gasto primario, es decir, aquél al que se le descuenta el costo financiero, se ubicó en 445.8 mmdp, 2.5% menor (-11.3 mmdp)  al observado en el primer mes del año pasado.

Por componentes, el gasto programable[3] fue de 373.4 mmdp: sin cambio (0.0%) con respecto al nivel observado en enero de 2020. En contraste, el gasto no programable[4] ascendió a 123.5 mmdp, lo que lo ubicó 17.2% (25.7 mmdp) por debajo del monto reportado en igual mes de 2020.



Gasto programable

Al interior del gasto programable y en su clasificación económica, destaca la disminución anual del gasto corriente[5]: 0.4% (-1.1 mmdp), el cual se ubicó en 294.1 mmdp, resultado de la reducción de recursos en los rubros de servicios personales (-1.6% o -1.8 mmdp) y otros gastos de operación (-2.0% o -2.6 mmdp). De éstos últimos, llama la atención la caída de 19.6% (-3.9 mmdp) en el rubro de materiales y suministros. En cambio, los subsidios y transferencias[6] aumentaron 6.5% (3.3 mmdp).

Por su parte, el gasto de capital[7] se ubicó en 79.3 mmdp, lo que implicó un aumento de 1.5% (1.2 mmdp), debido al incremento de 61.5% (14.9 mmdp) de otros gastos de capital[8].


 


La inversión física total se ubicó en 40.1 mmdp y se redujo, en términos anuales, 25.4% (-13.7 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída fue de 30.9% (-8.5 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 21.2 mmdp: disminuyó 19.8% (-5.2 mmdp) en términos anuales, el menor nivel observado en los últimos ocho años.



Las mayores caídas en la inversión física presupuestaria en enero de 2021 se observan en:

  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-93.6%)
  • Comunicaciones y transportes (-89.0%)
  • Sector energético (-22.3%): hidrocarburos (-19.8%) y eléctrico (-78.1%)
  • Salud (-18.5%)


Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente forma:

  • La de Gobierno fue de 1.0 mmdp, lo que supone una reducción en términos anuales de 80.2% (-4.1 mmdp). A su interior, destacan las caídas de los rubros de Otros servicios generales (-99.4%), Legislación (-98.3%), Seguridad Nacional (-90.0%) y Relaciones exteriores (-12.7%).
  • La de Desarrollo Económico fue de 21.8 mmdp: una disminución de 28.5% (-8.7 mmdp). Por componentes destaca la reducción en los rubros de Transporte (-89.0%) y Combustibles y energía (-22.3%).
  • La de Desarrollo Social se ubicó en 17.3 mmdp, una reducción anual de 4.8% (-0.9 mmdp). Destaca la disminución anual en Salud (-19.0%), Educación (-5.6%), Vivienda y servicios a la comunidad (-4.6%) y Protección ambiental (-0.9%).

 


En su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 310.3 mmdp, 1.3% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos presentaron un gasto de 6.9 mmdp, 13% menor al de enero de 2020. Destacan, por un menor gasto en términos de su variación porcentual, el Inegi (-57.2%), la Fiscalía General de la República (-41.3%), el IFT (-22.3%) y el Poder Judicial (-13.0%). En cambio, el INE incrementó su gasto en 51.5% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 303.4 mmdp, con un aumento real anual de 1.6% para fortalecer las acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 83.4 mmdp, con una reducción anual de 0.4%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Turismo (-67.2%), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-62.8%), Comunicaciones y Transportes (-60.7%), Defensa Nacional (-38.7%) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (-27.9%). Por su parte, destaca el mayor gasto programable por 1.3 mmdp (928.5%) de la SEDATU, seguido por el aumento  de 269.8% (4.4 mmdp) de la SHCP.
  • Los Ramos Generales, que aumentaron su gasto programable en 2.4% sumando 220.0 mmdp, principalmente por el incremento anual de 8.3% (10.1 mmdp) de las aportaciones a la seguridad social. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 37.4% anual; las Provisiones Salariales y Económicas se redujeron 14.2% y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 1.1%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 190.6 mmdp, 1.0% mayor al de enero del mismo año. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 52.8 mmdp, con un incremento anual de 6.3%; el del IMSS fue de 58.4 mmdp, con un crecimiento de 10.3% y el del ISSSTE de 50.7 mmdp, con un aumento de 0.1% anual. En cambio, el de CFE que fue de 28.7 mmdp; tuvo una caída real anual de 18.9%.


 


En términos de la clasificación funcional del gasto programable, la función Gobierno sumó 18.7 mmdp, con una caída anual de 27.7%. Destaca la disminución de gasto en Seguridad Nacional (-35.3%), Justicia (-30.9%) y Relaciones Exteriores (-24.7%). Sólo en la Coordinación de la Política de Gobierno el gasto se incrementó en 29.4%.

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 344.9 mmdp, y concentró el 92.4% del total de las erogaciones, brindando protección a la población vulnerable y dando impulso a la actividad económica. En particular, el gasto en la función Salud fue de 38.7 mmdp, lo que se reflejó en un aumento de 26.0% real con respecto a enero de 2020, que el Gobierno atribuye a la priorización del combate a la pandemia de covid-19. Por su parte, los fondos de estabilización —Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF— vieron disminuidos sus recursos en 19.7%.


 


Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas[9] y otros se ubicaron en 0.1 mmdp, presentando una disminución real anual de 99.2% (-7.7 mmdp);
  • el costo financiero[10] fue de 51.2 mmdp, con una reducción de 21.8% (-14.3 mmdp), y
  • las participaciones[11], con un nivel de 72.3 mmdp y una caída de 5.0% (-3.8 mmdp).

 


Estructura porcentual del gasto neto

El gasto neto en enero de 2021 tiene la misma estructura porcentual que se observó en igual mes de 2014: el gasto programable representó el 75.1% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 24.9% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



¿Cómo se comporta el gasto neto respecto a la meta en el PEF2021?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021), en enero de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 20.4% (-127.3 mmdp); la meta estimada era de 624.2 mmdp y el observado fue de 496.9 mmdp. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un subejercicio de 19.1% (-88.2 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 461.6 mmdp y el observado de 373.4 mmdp.
  • El gasto no programable se quedó 24.0% (-39.1 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a enero, que era de 162.6 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 59.8 mmdp, y el observado alcanzó los 51.2 mmdp, lo que lo colocó 14.5% por debajo (-8.6 mmdp).


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un subejercicio de 14.6% (-53.2 mmdp):

  • Ramos autónomos (-48.6% o -6.5 mmdp)
  • Ramos administrativos (-31.3% o -37.9 mmdp)
  • Ramos generales (-3.8% o -8.8 mmdp)

Los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 9.6% (-11.5 mmdp):

  • IMSS observó lo mismo que presupuestó.
  • ISSSTE (-18.5% o -11.5 mmdp)

En las Empresas Productivas del Estado, un subejercicio de 27.5% (-30.9 mmdp):

  • Pemex (-28.2% o -20.7%)
  • CFE (-26.3% o -10.2%)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 2.3% (1.6 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio de 99.8% (-32.0 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante enero de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) fue de 258.5 mmdp, lo que representó una disminución de 2.3% (-6.1 mmdp) respecto al mismo mes de 2020, resultado de menores ingresos en su componente petrolero (99.2% por debajo) a causa de una disminución en los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo Lo anterior, a pesar de que el componente tributario aumentó 9.3%, debido principalmente a los incrementos en el IVA (25.1%) y el ISR (2.1%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios, fue de 147.4 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 5.0% (-7.7 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. Esto lo ubica ligeramente por arriba de los niveles observados entre 2008 y 2010. La caída anual en el gasto federalizado fue resultado de la disminución en todos sus componentes: Convenios de Descentralización[12] (-49.2%), por menores recursos a la SEP; Subsidios[13] (-19.7%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas; Participaciones-Ramo 28[14] (-5.0%), debido a una menor RFP, y Aportaciones-Ramo 33 (-2.8%).



En enero de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 72.3 mmdp, lo que significó una caída de 5.0% (-3.8 mmdp). Esto las coloca por debajo de los recursos recibidos en igual mes de 2020 (76.1 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios debe compensarse en un futuro con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF); sin embargo, este mes la SHCP sólo reportó la aportación de 2.2 mmdp al FEIEF, como ahorro para contingencia.

A excepción de los recursos del Fondo de Fiscalización y los obtenidos por tenencia y comercio exterior —los cuales presentaron un crecimiento anual de 0.4%, 1.2% y 1.7%, respectivamente—, la mayoría de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan el Fondo General (-0.7%), el Fondo de Fomento Municipal (-0.7%), los IEPS de gasolinas (-21.6%), el Fondo de Extracción de Hidrocarburos (-56.1%) y el Derecho Adicional sobre Extracción de Petróleo (-69.5%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 22 entidades federativas; en 12 de ellas cayeron más que el promedio nacional (-5.0%). Las más afectadas fueron: Colima (-25.7%), San Luis Potosí (-15.4%), Ciudad de México (-11.9%) y Campeche (-10.8%). Diez estados recibieron mayores recursos con respecto al año anterior destacan: Durango (5.4%), Nayarit (3.0%), Michoacán (2.4%) y Aguascalientes (2.0%).

Las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 71.6 mmdp, lo que significó una reducción de 2.8% (-2.1 mmdp), la cual se explica por una caída de recursos en seis de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-5.7%); el de Aportaciones Múltiples-FAM (-5.2%); el de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, el de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios-FAFM y el de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-4.2%, en lo individual), y el de Aportaciones de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-3.0%). Únicamente el Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA creció 3.9%.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y Fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

21 entidades federativas vieron reducidos sus recursos vía transferencias del Ramo 33. Destacan cuatro caídas superiores al promedio nacional (-2.8%): Ciudad de México (-26.5%), Estado de México (-6.6%), Durango (-3.1%), Puebla (-2.9%). Sólo 11 entidades tuvieron incrementos en sus recursos recibidos a través de Aportaciones. Destacan: Sonora (5.4%), Baja California Sur (2.9%), Quintana Roo (2.6%) y Campeche (2.3%).

Lo anterior sigue evidenciando que las entidades federativas deben considerar mecanismos y propuestas adicionales para incrementar la recaudación de sus recursos propios, ya que con el actual sistema de coordinación fiscal no se cumplen las reglas para resarcir y compensar sus esfuerzos de manera adecuada.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 51.0 mmdp. Lo programado era un déficit de 57.0 mmdp.

El Balance Público fue menor a lo calendarizado: -8.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -116.8 mmdp. En el mismo periodo de 2020 se registró un superávit de 42.3 mmdp.

El costo financiero fue de 51.2 mmdp, inferior al programado, de 59.8 mmdp. Es decir, 8.6 mmdp menos, lo que permitió al Gobierno liberar recursos para fines socialmente productivos, resultado de una gestión más estratégica de la deuda.

Un ejemplo de lo anterior fue la colocación del primer bono a 50 años realizado el 4 de enero, en donde se alcanzó la tasa cupón más baja en la historia para un instrumento a largo plazo. Dicho bono fue por un monto de 3 mil millones de dólares, lo que ayudó a cubrir el 97% de las amortizaciones denominadas en moneda extranjera programadas para 2021.

Destaca también la operación de refinanciamiento en euros concluida el 15 de enero, en la cual se redujeron en 36.0% los vencimientos de deuda externa de mercado programados para 2023.

En enero de 2021, el balance público del Gobierno federal fue superavitario en 10 mmdp; el del IMSS, ISSSTE y CFE también, por 39.2 mmdp, 6.9 mmdp y 3.5 mmdp, respectivamente; así como el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (4.3 mmdp). En cambio, Pemex presentó un déficit por 64 mmdp, debido a un mayor gasto programable y a mayores intereses y gastos de su deuda.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[15], fue de 1.1 mmdp, menor en 96.4% al dato reportado en enero de 2020 de 31.1 mmdp.

En enero de 2021 el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, fue de 12 billones 195.2 mmdp de pesos; se incrementó en 8.8% o 984.8 mmdp respecto a enero de 2020. El 53.1% de la variación en el SHRFSP, respecto al cierre de 2020, obedeció a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.


 


ANEXO DE INDICADORES


[1] Miles de millones de pesos, base enero 2021.

[2] Si excluimos a los IEPS de combustibles, que han sido particularmente afectados por la pandemia, los ingresos tributarios fueron superiores a los programados en 5.9 mmdp.

[3] Erogación plenamente identificable con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios y en inversión pública, así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que aumentan en forma directa la oferta global de los mismos. Excluye el servicio de la deuda que corresponde a transacciones financieras, las participaciones a estados y municipios y los estímulos fiscales, cuyos efectos económicos se materializan vía las erogaciones de los beneficiarios.

[4] Erogaciones que por su naturaleza no es factible identificar con un programa específico, tales como los intereses y gastos de la deuda; participaciones y estímulos fiscales; y las ADEFAS.

[5] Erogación que realiza el sector público y que no tiene como contrapartida la creación de un activo, sino que constituye un acto de consumo; esto es, los gastos que se destinan a la contratación de los recursos humanos y a la compra de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo propio de las funciones administrativas.

[6] Asignaciones que el Gobierno Federal destina en forma directa o indirecta, mediante el otorgamiento de subsidios aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación a los sectores social y privado y a las entidades federativas como parte de la política económica de acuerdo a las estrategias y prioridades del desarrollo nacional. Asimismo, agrupa las asignaciones de recursos federales previstos en el Presupuesto de Egresos de las dependencias por concepto de transferencias, que reciben las entidades apoyadas y los órganos administrativos desconcentrados como ingresos destinados a cubrir parcial o totalmente los programas y actividades previstos en sus presupuestos.

[7] Es el total de las asignaciones destinadas a la creación de bienes de capital y conservación de los ya existentes, a la adquisición de bienes inmuebles y valores por parte del Gobierno Federal, así como los recursos transferidos a otros sectores para los mismos fines que contribuyen a acrecentar y preservar los activos físicos patrimoniales o financieros de la nación. Comprende también las erogaciones destinadas a cubrir la amortización de la deuda derivada de la contratación de crédito o financiamientos al Gobierno Federal por instituciones nacionales o extranjeras.

[8] Transferencias a otros componentes institucionales del sistema económico que se efectúan para financiar gastos en remuneraciones y bienes y servicios destinados a construir activos tangibles o intangibles por administración, los que se registran en la cuenta correspondiente.

[9] Conjunto de obligaciones contraídas, devengadas, contabilizadas y autorizadas dentro de las asignaciones presupuestarias que no fueron liquidadas a la terminación o cierre del ejercicio fiscal correspondiente. Compromisos que adquiere el Gobierno Federal en un ejercicio fiscal, que se encuentran devengados al 31 de diciembre del mismo ejercicio, para ser liquidados durante el año inmediato posterior en el periodo comprendido del 2 de enero al 31 de marzo; siempre y cuando se haya informado de su monto y características a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

[10] Está integrado por los gastos derivados de allegarse fondos de financiamiento por lo cual representa las erogaciones destinadas a cubrir en moneda nacional o extranjera, los intereses, comisiones y gastos que deriven de un título de crédito o contrato respectivo, donde se definen las condiciones específicas y los porcentajes pactados; se calculan sobre el monto del capital y deben ser cubiertos durante un cierto periodo de tiempo. Incluye las fluctuaciones cambiarias y el resultado de la posición monetaria.

[11] Asignaciones previstas en el Presupuesto de Egresos de la Federación destinadas a cubrir la parte de los ingresos federales participables que, de acuerdo con disposiciones legales, capten las oficinas recaudadoras y que deban entregarse a los gobiernos de los Estados y sus municipios, así como al Gobierno de la Ciudad de México, derivado de los Convenios de Coordinación Fiscal suscritos con el Gobierno Federal.

[12] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[13] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[14] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[15] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.