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Etiqueta: Secretaría de Salud

El daño se extendió a toda la Secretaría de Salud: abril 2022

No sólo el Instituto Nacional para el Bienestar (Insabi) está en proceso de desmantelamiento. Los otros 38 hospitales y organismos de la Secretaría de Salud (SSA) también han sido víctimas del abandono presupuestal y de la austeridad discrecional.

En los dos primeros meses del año detectamos subejercicios en el gasto de la SSA, vinculados principalmente a una caída en las erogaciones del Insabi. En su momento pensamos que esto podía deberse a una transición anticipada hacia el IMSS-Bienestar, hipótesis que fue descartada en nuestro análisis trimestral, donde demostramos que los subsidios para atender a las personas sin seguridad social habían caído más en el último tramo de ‘vida’ del Insabi de lo que aumentaron en el organismo que vino a reemplazarlo.

Encima de esto, detectamos en marzo transferencias del Insabi hacia fideicomisos por 8.6 mil millones de pesos (mmdp), para intentar disimular el menor gasto frente al calendario. Aun así, la SSA acumuló al tercer mes de 2022 un subejercicio de 12% (4.4 mmdp). 

Al mes de abril, la austeridad se ha cebado de nuevo en la Secretaría de Salud: se registra un retraso en el gasto programado de 31% (18.7 mmdp), el mayor tanto en magnitud como en porcentaje de los últimos cinco años para el mismo periodo. Tal recorte ha arrojado a la dependencia a su peor nivel de ejecución de recursos en una década.

La mitad del subejercicio de la SSA se explica por un retraso en la ejecución de recurso del Insabi del 26.4% (9.1 mmdp); sin embargo, la otra mitad se debe a retrasos presupuestales en 30 de sus otros 38 hospitales y organismos, algunos de los cuales registran sus peores niveles de la década.

Estamos ante una tragedia fiscal en salud. Para el Insabi al menos se ha anunciado un sustituto –decaído, eso sí–: el IMSS-Bienestar, pero para el resto de hospitales y organismos ni siquiera hay expectativa de mejora. La realidad se presenta cruda y sin anestesia. Te contamos.



Necrosis presupuestal

Después del frenesí del gasto en marzo, al cuarto mes de 2022 la austeridad ‘selectiva’ se ha profundizado. De 26 dependencias federales, ya son 19 con un menor gasto que el presupuestado, y los entes autónomos siguen en números rojos, como lo exponemos en los Números de Erario de abril. Dichos recortes se han realizado para gastar más en el Tren Maya, Pensiones de Adultos Mayores y Transferencias a Pemex.

Es a la par sorprendente y lamentable que una de las Secretarías que ha sido sacrificada para compensar el sobregasto de los programas consentidos del Ejecutivo haya sido la de Salud. Dentro de la dependencia, el principal afectado ha sido el Insabi, pues al mes de abril registra un gasto de 25.5 mmdp, 15.7% (4.7 mmdp) menos que en el mismo periodo de 2021, o 27% (9.3 mmdp) frente a 2018, cuando aún era el Seguro Popular.

Además, al primer trimestre la transferencia de recursos hacia fideicomisos (que inflan el gasto artificialmente) llegó a 8.6 mmdp, 54.4% (3 mmdp) más que en 2021. Es decir, el gasto operativo y de subsidios para la población sin seguridad social es incluso menor de lo que refleja la caída general del gasto del Insabi.

Lamentablemente, el desmantelamiento de la Secretaría de Salud es aún más profundo…



Desmantelamiento de la salud

Al mes de abril detectamos que no sólo el Insabi es víctima de los recortes presupuestales. De 25 hospitales, organismos y empresas de la SSA, 19 presentan retrasos en su gasto calendarizado. Son siete con retrasos superiores al 10%, seis con retrasos de más del 20% y cinco con retrasos superiores al 30%.  Asimismo, de 13 órganos desconcentrados –sin contar el Insabi–, 11 tienen retrasos. De éstos, son dos con retrasos superiores al 10%, dos con retraso superior al 20%, uno con retraso mayor al 30% y cuatro con recortes de más del 50%.

En suma, de 38 hospitales, empresas, organismos y órganos desconcentrados de la Secretaría de Salud, 30 han sido sacrificados para ajustar sobregastos de algunas pocas dependencias federales

Entre los hospitales, organismos y empresas con mayores recortes se encuentra Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex), el cual gastó al mes de abril 872 mdp, 64% (1.5 mmdp) menos de lo que tenía calendarizado al periodo. Esta empresa, de propiedad estatal en su mayor parte, tradicionalmente se encargaba de la producción, importación y comercialización de algunas vacunas. Sin embargo, a partir de la pandemia de covid-19 se volvió pieza clave en la compra de medicamentos y vacunas contra dicha enfermedad. 

Asimismo, la empresa ha recibido la encomienda de dirigir el Sistema Nacional de Distribución de Insumos para la Salud, es decir, la consolidación de compras y distribución de medicamentos, meta frustrada del actual Gobierno. Todo parece indicar que Birmex tampoco está en condiciones de asumir esta responsabilidad, pues ha sido descalificada de licitaciones del IMSS[1] por no contar con infraestructura básica, como suficientes choferes, áreas de almacenamiento, responsables de embarque, entre otros. Es posible que el retraso en la ejecución de recursos de Birmex se deba a que no ha logrado asumir el papel que se le asignó.

Otra institución que sobresale por la magnitud del retraso en su gasto es el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez, el cual debía de haber gastado al mes de abril 418 mdp, pero erogó sólo 217 mdp, 48% (200 mdp) menos. Dicho recorte ha provocado que este instituto, dedicado a la investigación, enseñanza, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cerebrales, tenga su segundo peor nivel de gasto en una década, después del visto en 2021. No se cuenta con resultados operativos de este instituto en la Cuenta Pública 2021, ni informes propios para evaluar cómo la caída de recursos ha afectado su desempeño.

También se destaca el Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, el cual debía gastar 1.1 mmdp al periodo pero erogó sólo 952 mdp, un retraso de 20% (198 mdp). Dicho recorte ha provocado que este hospital de alta especialidad presente su peor nivel de gasto en una década. Los recursos menguados se reflejan en su nivel de atención: en 2018 se otorgaron 766 mil consultas, 80 mil de urgencias, y se lograron 42.3 egresos hospitalarios, pero para 2021 sus indicadores se desplomaron a 399 mil consultas, 17.9 mil de urgencias con 24 mil egresos hospitalarios, según la Cuenta Pública[2].

Finalmente tenemos el caso del Instituto Nacional de Cancerología, el cual debía gastar al periodo 380 mdp, pero erogó sólo 277 mdp, 26% (103 mdp) menos. Este recorte provocó que esta institución -clave en la atención del cáncer y la investigación médica para su erradicación- presentara su peor gasto al mes de abril desde 2003, que se tiene registro. En su caso, el número de consultas de primera vez en 2018 fue de 232 mil, mientras que para 2021 cayó a 215 mil.

Aunque la caída en las consultas no es mayúscula, sí hay una degradación en los indicadores de desempeño del instituto. Por ejemplo, el porcentaje de pacientes referidos por instituciones públicas de salud a los que se les apertura expediente clínico institucional pasó de 61% en 2018 a 40.7% en 2021. Asimismo, el porcentaje de egresos hospitalarios por mejoría y curación pasó de 89.6% (6.5 mil) en 2018 a 87.4% (5.7 mil) en 2021[3].



En el caso de los órganos desconcentrados, se destaca el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia, el cual debía gastar 6.6 mmdp al periodo, pero erogó sólo 1.7 mmdp, 74% (4.9 mmdp) menos. Si bien este organismo tiene programas específicos para niños y adolescentes, su principal encargo es el Programa de Vacunación Universal (PVU). Pues bien, esta institución tuvo un gran aumento presupuestal para este año: en 2021 contó con sólo 2.2 mmdp, pero para 2022 cuenta con 30.3 mmdp. Este aumento se debe en un 99% a más recursos asignados al Programa de Vacunación.

A pesar de su gran subejercicio, los 1.7 mmdp gastados por el centro son nueve veces más que el promedio de 2012 a 2021 y el mejor de la década. Si bien hay un gran aumento, no se ha cumplido con la meta establecida en el Presupuesto de Egresos, y queda la duda sobre qué se está dejando de gastar.

Lo cierto es que de 11 vacunas que reporta la SSA sólo la BCG( tuberculosis) tiene su mayor nivel de aplicación para un primer trimestre desde 2017. Otras contra el virus del Papiloma Humano o la varicela están en mínimos históricos y el resto están estancadas.



Por otro lado, la institución que más preocupa, por su retraso y caída en el gasto real, es el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva. Al mes de abril debía gastar 1.1 mmdp, pero erogó 90% (1 mmdp) por debajo del programa. Lo anterior ha implicado que el centro cayera a su peor nivel de ejecución de recursos desde 2011.

Esta institución es la principal ejecutora del programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva, encargado de la detección oportuna de problemas de infertilidad y de cáncer asociado al aparato reproductivo y de mama, además de promover la salud materna y perinatal. Al primer trimestre ya habíamos detectado un retraso de este programa de 69% (667 mdp), y todo parece indicar que la situación se está deteriorando. Lo más grave es que son muy pocos los programas verdaderamente enfocados a solventar las disparidades entre hombres y mujeres, como lo hemos explicado, y encima de esto están siendo castigados.



Finalmente, el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades debía gastar al mes de abril 353 mdp, pero acabó con un subejercicio del 61% (216 mdp), por lo que acumula su peor nivel de gasto desde 2013. La principal función de este centro[4] es ejecutar el Programa de Acción Específico de Atención de Urgencias Epidemiológicas y Desastres, el cual se encarga de la coordinación y atención de las emergencias en salud que ocurren en el país, así como orientar la elaboración de planes de preparación y respuesta ante emergencias por enfermedades emergentes y reemergentes, o eventos que ocurran en cualquier parte del mundo y que tengan potencial de afectación a la población de México.

En otras palabras, las limitaciones presupuestales sobre este programa pueden debilitar la capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias, como sucedió con el covid-19.



Se agrava caída en consultas

Al cuarto mes del año la caída en consultas médicas del Insabi se ha agravado. Con cifras preliminares[5] consultadas en la primera semana de junio, se registró que en abril sólo se otorgaron 633 mil consultas; esto es menos de la mitad de lo que se otorgaron en los meses de enero a marzo de 2022. Todo parece que el anuncio de desaparición del Insabi va en serio.

En el acumulado de enero a marzo ya se registraba un retroceso 13%, o de 643 mil consultas, frente el mismo periodo de 2021, pero al acumulado a abril el total de consultas fue de 5.3 millones, un 20% (1.3 millones) menos que en 2021.



Por tipo de programa, las consultas que más han caído en magnitud en 2022 son aquéllas para atender enfermedades crónico degenerativas. Al mes de abril se registran sólo 1.2 millones, una contracción del 32%: 566 mil consultas menos que en 2021 o 72% (3 millones) menos que en 2018.



En porcentaje, las consultas de planificación familiar son las de mayor reducción: 37%, 148 mil consultas menos que en 2021, para llegar a sólo 247 mil al mes de abril de 2022. También se destacan negativamente las consultas dirigidas a pacientes sanos, las cuales acumularon 1.2 millones, 25% (398 mil) menos que en 2021.

Por sexo, las consultas de mujeres han sido las de mayor afectación: al cuarto mes suman 3.7 millones, 22% (1.05 millones) menos que en 2021 o 78% (13 millones) menos que en 2018. Por su parte, las consultas de hombres sumaron 1.5 millones, 16% (291 mil) menos que 2021 o 80% (6.3 millones) menos que en 2018.

Por rango de edad, el grupo de adultos mayores de 60 años sigue siendo el más afectado para ambos sexos, ya que registran una caída de 27% (233 mil) para mujeres y 27% (133 mil) para las consultas de hombres.


[1] Reforma, 22 de mayo de 2022. Rechaza IMSS a Birmex.

[2] Cuenta Pública del Hospital General de México. Recuperado de https://www.cuentapublica.hacienda.gob.mx/work/models/CP/2018/tomo/VII/Print.NBD.01.INTRO.pdfy de https://www.cuentapublica.hacienda.gob.mx/work/models/CP/2021/tomo/VII/MAT_Print.12NBD.01.INTRO.pdf

[3] Instituto Nacional de Cancerología. Avances y Resultados 2021. Recuperado de http://www.incan-mexico.org/incan/docs/transparencia/Informe%20de%20Avances%20y%20Resultados%202021%20NBV.pdf

[4] Programa de Emergencias en Salud (2020-2024) recuperado de: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/714139/2._PAE_Emergencias_en_Salud.pdf

[5] La secretaría de Salud tiene plazos muy amplios para publicar cifras definitivas sobre las consultas. De hecho, las cifras de 2021 todavía no se establecen como definitivas. Generalmente las cifras definitivas tienden a ser superiores a las preliminares, pero hemos detectado no es superior a un 10%

Números de Erario: gasto en salud en febrero de 2021

A febrero, el gasto de las instituciones de salud acumula, en conjunto, un subejercicio de 20.6% (-20.3 mmdp). El caso de la Secretaría de Salud es sumamente inquietante: se le aprobó un presupuesto de 22.9 mil millones de pesos (mmdp) para el primer bimestre del año, pero al cierre de éste se ejercieron sólo 9.9 mmdp. Es decir, un subejercicio de 57% (-13 mmdp), a pesar de que estamos todavía en medio de una crisis sanitaria y de que se trata de la institución que atiende a usuarios que no cuentan con seguridad social y, por ende, presumiblemente son los más vulnerables. Con este subejercicio, no extraña que esta secretaría sea la que menos avance tiene en el ejercicio del gasto, con respecto al presupuesto anual: 7%.

En contraste, el IMSS gastó 8% más de lo aprobado, y las transferencias federales a través del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) a los estados se ubicaron 7% por arriba de las calendarizadas. Hasta febrero, todos los estados recibieron un monto acumulado mayor al previsto en el calendario.

Es probable que parte de los recortes en el gasto en salud tengan su origen en la caída de la inversión física. Si consideramos el contexto de crisis sanitaria en el que estamos inmersos (la cual se define no sólo por el embate del coronavirus, sino también por la desatención de varios padecimientos –enfermedades crónicas o cáncer– y de circunstancias de salud como el embarazo[1]), el subejercicio en este rubro se observa monumental, desconcertante. En el primer bimestre la inversión física ya acumuló un subejercicio de 38%, que fue 16% menor a lo que se ejerció en el mismo periodo de 2020. Todas las instituciones de salud subejercieron recursos en este rubro: el ISSSTE continúa sin ejercer recursos en este rubro, a pesar de tenerlos aprobados; el IMSS gastó 7% menos de lo previsto y la Secretaría de Salud, 29% menos.

¿Cuál es el origen preciso de estos subejercicios? Lo conoceremos en el siguiente informe, el trimestral, cuando obtengamos información por objeto de gasto. ¡No se lo pierdan!

¿Cómo avanzó el gasto funcional en salud en el primer bimestre del 2021?

El gasto en salud comenzó con ritmo lento en los primeros meses del año. En el primer bimestre se gastaron apenas 72.6 mmdp en salud, de acuerdo con su clasificación funcional[2]. Para 2021 se aprobaron 670.3 mmdp para este fin, así que el monto ejercido hasta febrero representa un avance del 11% en este presupuesto. El detalle: si los recursos se gastaran de manera uniforme a lo largo del año, este gasto debería ocupar ya 17% del total programado.

Estos 72.6 mmdp pagados en el bimestre implican un incremento de 9.6%, si se comparan con lo gastado en el año previo. En lo que llevamos de 2021, el gasto en salud fue muy similar al promedio observado desde 2007, y apenas superó el gasto observado en los primeros dos años de esta administración.



¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud en el primer bimestre de 2021?

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud, en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones de salud[3], sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones, en el caso IMSS y el ISSSTE.

El presupuesto de la Secretaría de Salud, el FASSA, el IMSS y el ISSSTE (éstos dos últimos, reiteramos, sin incluir el pago de jubilaciones y pensiones) sumará en el año 703.7 mmdp, de los cuales hasta febrero enero se ejercieron 78.3 mmdp. Este monto equivale a 11% del presupuesto anual. El gasto de estas instituciones, aunque es 7.2% mayor (5.2 mmdp) al ejercido en 2020, es 20.6% menor (-20.3 mmdp) a lo que se tenía previsto ejercer en el bimestre.

En dos de las cuatro instituciones se refleja este subejercicio: la Secretaría de Salud y el ISSSTE. En cambio, el gasto del IMSS y el FASSA superó las expectativas planteadas en el presupuesto original y también el gasto del año pasado.

El caso de la Secretaría de Salud es sumamente preocupante, pues se le aprobó un presupuesto de 22.9 mmdp para el bimestre, pero al cierre se ejercieron sólo 9.9 mmdp; esto es, un subejercicio de 57% (-13 mmdp) en los primeros meses del año, a pesar de que esta secretaría atiende a los usuarios más vulnerables, los que no cuentan con seguridad social. Su avance en el ejercicio del gasto con respecto al presupuesto anual es de 7%.

Para el ISSSTE se tenía previsto un gasto de 20.2 mmdp, de los cuales sólo se ejercieron 8.8 mmdp. Es decir, la institución sufrió un recorte de 57% (-11.4 mmdp) en el uso de los recursos. Con respecto al presupuesto anual, registra un avance de 8%.

El IMSS reportó un gasto de 41.4 mmdp, 8% por arriba (3 mmdp) de su presupuesto original para el bimestre (38.2 mmdp), y 31% superior (5.6 mmdp) al presupuesto aprobado para enero.

Entretanto, los recursos del FASSA transferidos a los estados sumaron 18.5 mmdp, lo que es un 7% por encima (1.1 mmdp) del monto calendarizado, aunque un 3% por debajo del monto observado en 2020.



El FASSA a detalle

Se han transferido 18.5 mmdp a los estados a través del FASSA; con respecto al presupuesto anual eso representa un avance de 17%. Los recursos hasta ahora transferidos se encuentran 7% por encima de lo previsto en el calendario pero, nuevamente, están por 3.1% debajo de las transferencias realizadas en el mismo periodo de 2020.

Hasta febrero todas las entidades federativas han recibido mayores recursos que los previstos en el calendario. Con respecto a 2020, en sólo cuatro estados las transferencias fueron mayores a las observadas: Puebla (6% por arriba), Tabasco (7%), Quintana Roo (2%) y Sonora (3%). Los 28 estados restantes recibieron menos recursos que los obtenidos en 2020; sobresalen por tener los mayores recortes Michoacán (15% por debajo), Aguascalientes (12%), Estado de México (8%) y Tamaulipas (8%).



¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en febrero?

En febrero, el gasto aprobado para el IMSS, el ISSSTE, el FASSA y la Secretaría de salud fue de 42.3 mmdp, de los cuales se ejercieron 40.3 mmdp. Es decir, el subejercicio fue de 8% (-2.6 mdp) en el mes.

Sólo en este mes la Secretaría de Salud ejerció 88% más recursos de lo previsto, lo cual contrasta con el subejercicio de 86% observado en el mes de enero. Recordemos que en el gasto acumulado, esta Secretaría tiene un recorte de 57%.



¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física en el primer bimestre?

Inquieta el subejercicio observado en el gasto de infraestructura para la salud, pues la crisis sanitaria en la que estamos inmersos no sólo se define a partir de la pandemia en sí, sino también por una falta de capacidad instalada que ha provocado, en parte, que varios padecimientos hayan dejado ser atendidos. En el primer bimestre la inversión física ya acumuló un subejercicio de 38%, y fue 16% menor a la que se realizó en el mismo periodo de 2020. Todas las instituciones de salud subejercieron este rubro.

El gasto en inversión física en salud –que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones– aprobada para el año es de 16 mmdp. Supone presupuesto para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud. En el primer bimestre gastaron 0.3 mmdp; es decir, sólo se ha ejercido el 2% del presupuesto anual.

Para el primer bimestre se tenía planeado gastar el equivalente al 3% de la meta anual, pero el gasto observado avanzó sólo 2%; es decir, se encontró un punto porcentual por debajo del plan original.

Por institución, el gasto en inversión física se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE continúa sin ejercer recursos en el rubro de inversión física. Para el bimestre tenía planeado ejercer 92.5 millones de pesos (mdp).
  • La Secretaría de Salud tuvo un subejercicio de 29%. De los 228 mdp aprobados en el presupuesto original gastó 162 mdp.
  • El IMSS tenía aprobados 117 mdp de los cuales ejerció 108 mdp; con esto su subejercicio es de 7%.

Con relación a 2019, sólo el IMSS gastó más recursos en inversión física, y lo hizo en 18%. En cambio, este gasto en la Secretaría de Salud fue 23% menor.



¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física en febrero?

En el mes de febrero se tenía previsto un gasto en inversión física de 295.4 mdp, de estos se ejercieron 177.7 mdp. El presupuesto original considera recursos para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud; no obstante, en el mes sólo la Secretaría de Salud y el IMSS ejercieron algo de los recursos asignados. De cualquier forma, tuvieron un subejercicio de 29% y 3%, respectivamente.



[1] De acuerdo con la información de los Cubos Dinámicos de la Secretaría de Salud, en 2020 hay una reducción de 43% en las consultas de primera vez o subsecuentes para atender a mujeres con diferentes tipos de cáncer. También se redujeron en 39% el número de consultas a embarazadas que se encuentren en el primer trimestre de gestación y en 43% las consultas puérperas. Además, la atención a pacientes con diabetes, hipertensión y obesidad tiene una caída de 49% en las Unidades de Especialidades Médicas en Enfermedades Crónicas.

[2] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante realizamos el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes incluimos parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.