Esto, más que austeridad, es una crisis de ingresos
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En el mundo 2021
está llamado a ser el año del restablecimiento de la actividad económica, tras
el desastre que nos ha dejado la pandemia. Sin embargo, en México las palancas
para ejecutar la reactivación están muy debilitadas. En las cifras más recientes
publicadas por Hacienda, las de noviembre de 2020, identificamos rezagos en
ingresos tributarios y petroleros, y también (nada sorprendente) en el gasto
neto.
Y es que ése es
el principal problema del Gobierno: la disminución de sus ingresos. ¿Cómo va a
aumentar el gasto en inversión física, por ejemplo (un muy buen motor para la
economía), si sufre de liquidez?
Con todo, creemos
que el Gobierno federal está identificando los escollos en los lugares
incorrectos. Argumenta que los ramos autónomos son una carga demasiado pesada
para el erario y, por tanto, debe procurarse su eliminación, en aras de la
austeridad. Pero, como verán líneas abajo, en el acumulado enero-noviembre
estos ramos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. Y el amenazado
INAI, por cierto, no ejerció ni el 1.5% de este total. No, la solución no va
por allí. Ustedes mismos lo podrán comprobar…
Resumen ejecutivo
Se debilitaron
aún más los ingresos públicos. De enero a noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-287.3 mil millones de
pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la
Federación (LIF). Esta pérdida fue mayor con respecto a los datos reportados en
el tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).
Así, a noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 734.3 mmdp, reportando una disminución anual real de 5.4%. Sólo se ha observado una caída mayor, para periodos similares, en 2009, cuando alcanzó el 11.3%, debido a una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR, principalmente, resultado de la crisis financiera global de 2008.
Por componentes,
los ingresos petroleros fueron los que más cayeron, disminuyeron 42.5%,
mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 2.3% respecto al mismo
periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios
(38.9%), ya que los tributarios prácticamente permanecieron iguales (0.1%).
La SHCP reportó
que se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos
totales sólo en el mes de noviembre. Comparados con los reportados en octubre
aumentaron 8.1% (32.9 mmdp). La razón: los incrementos mensuales en los
ingresos tributarios (2.3%) y no tributarios no petroleros (239.8%); en cambio,
los ingresos petroleros disminuyeron 7.9% y los de IMSS, ISSSTE y CFE 17.2%.
El Balance
Primario pasó de un superávit de 312.4
mmdp en el periodo de enero a noviembre de 2019 a uno de 153.5 mmdp en 2020; es decir, se redujo 50.8%. El Balance Público
mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al
aumentar 130.8% a -399.3 mmdp. El costo financiero de la deuda fue de 557.1
mmdp, 7.9% superior al reportado en igual periodo de 2019.
El gasto
neto del Sector Público, por su parte, ascendió
a 5 billones 150 mmdp en el periodo de enero a noviembre. Eso representa el
84% del presupuesto aprobado anual. A pesar de que el gobierno utilizó ahorros
(FEIP y FEIEF) y registró un crecimiento real en los ingresos tributarios, el gasto neto acumula un recorte de 6.5%, y
equivale a no ejercer 356.7 mmdp del presupuesto aprobado hasta noviembre.
El recorte en el gasto no afectó a todos los
ramos por igual. En los Ramos Autónomos, Generales, Pemex, CFE, el IMSS y el
ISSSTE el recorte acumulado se generalizó en todos los ejecutores. En los Ramos
Administrativos sólo 17 de los 26 ejecutores acumularon subejercicios.
La inversión
física en el periodo fue de 545.3 mmdp; creció 4.0% con respecto a 2019. La
inversión distinta de Pemex ascendió a 354.2 mmdp, y en comparación con la del
año previo creció 7.3% (24.1 mmdp). El gasto en inversión física acumulada por
la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE es lo que sostiene el alza; sin
embargo, vale la pena destacar que tanto la Secretaría de Turismo como la de
Economía ejercieron gran parte de estos recursos entre mayo y julio, y que en
los últimos meses su dinamismo disminuyó. Además, recordemos que en Economía es
un programa de subsidios el que apuntala el gasto en inversión —el Programa de
Apoyo Financiero a Microempresas Familiares—, es decir, un destino que no
apuntala la creación de capital.
El gasto
programable, que concentra el gasto de los programas sociales y la
inversión en infraestructura, reporta un subejercicio de 6.4% (259.5 mmdp). En
el reporte mensual de la SHCP se indica que los subsidios y transferencias (que
se ubican dentro del gasto programable) tuvieron incrementos anuales reales de 18.9%
y 25.4% respectivamente, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia. No
obstante, hay que señalar que los
programas de subsidios se diseñaron con anterioridad al contexto actual, y
podrían no tener un impacto directo y significativo en la recuperación
económica. Ya en el reporte del cuarto trimestre podremos observar el
comportamiento del gasto en estos rubros, en relación con los planes anuales.
Finalmente, no cesa la preocupante caída de
recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del
Gasto Federalizado.
Análisis del ingreso
Enero – noviembre 2020 y noviembre 2020
¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector
Público?
La SHCP reportó
que de enero a noviembre de 2020 el Sector
Público ingresó 4 billones 734.3
mmdp, lo que significa una disminución de 5.4% en términos reales (-276.5
mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, y un monto menor en 287.3 mmdp en
relación con monto aprobado al inicio de año.
Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 675.7 mmdp, 2.2% (-86.7 mmdp)
menores que los observados de enero a noviembre de 2019. Dicha disminución
se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos
Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la
recuperación de activos financieros. De enero a noviembre de 2020 se han
utilizado 156.7 mmdp del FEIP.
¿Qué sucedió al interior de los ingresos
públicos?
De enero a
noviembre de 2020 los ingresos
petroleros —Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 496.5 mmdp,
monto inferior en 44.5% (-397.5 mmdp) respecto a lo aprobado en la LIF. Tal
disminución se debió a la caída en la demanda de hidrocarburos y sus derivados,
como consecuencia de las medidas globales de confinamiento. Este monto fue
menor en 42.5% (-366.9 mmdp), en
términos reales, respecto a lo observado en igual periodo de 2019. Este monto, cabe decir, es el más bajo
observado en periodos similares entre 2000 y 2020. También representa la
mayor caída en términos porcentuales, superior a la de 38.6% en enero-noviembre
de 2009 (cuando se registró la mayor caída del precio del petróleo no vista en
30 años), y a la de enero-noviembre de 2015, de 36.6%.
En periodo
similar de 2019, los ingresos petroleros (Gobierno Federal + Pemex) presentaron
una caída de 9.1%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un
crecimiento de los mismos de 12.6%, debido a los incrementos favorables tanto
en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.
Los ingresos
petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 198.0 mmdp; presentaron una
caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de
Pemex, por su parte, ascendieron a 298.5 mmdp y disminuyeron 33.8%.
Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 24.2 mmdp, 5.4% (-172.6
mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado
fue 0.1% mayor, en términos reales, respecto a lo reportado durante
enero-noviembre de 2019; es decir, permanecieron prácticamente igual. Por
componentes, el IVA se incrementó 0.2% anual, mientras que el ISR creció 0.8%;
este último resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los
contribuyentes. El IEPS disminuyó 3.6%, debido a la menor actividad económica
causada por el confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 2.8%,
y los distintos de gasolina y diésel, 5.0%. Los impuestos a la importación
cayeron 14.3% en términos anuales.
En igual periodo
de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 0.9%,
debido al crecimiento de 57.8% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de
que la recaudación del IVA se redujo 3.7% y la de ISR 1.6%. Para períodos
similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron
27.5% anual, debido al crecimiento de los IEPS en 232.1%, de impuestos a la
importación en 27.5%, ISR en 23.4% e IVA en 2.9%.
Por otro lado, en
los primeros 11 meses de 2020 los ingresos
no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 201.0% (302.8 mmdp) por
arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 453.5 mmdp,
lo que significa un incremento de 38.9% respecto al dato reportado en
enero-noviembre de 2019. De este monto, 375.9 mmdp corresponden a
aprovechamientos, los cuales aumentaron 60.6% anual, resultado de la
recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos
Presupuestarios (FEIP) por 156.7 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp; de otros fideicomisos por
33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mmdp. En el mismo periodo 2019,
los ingresos NTNP aumentaron 18.6% y en 2018 se redujeron 53.1%.
Los ingresos de CFE ascendieron a 358.8
mmdp, 10.6% menores respecto a 2019, e inferiores en 5.2% (-19.6 mmdp), respecto
al dato aprobado a inicio de 2020. La razón: menores ingresos por ventas.
Se registraron ingresos de los organismos de control
directo (IMSS e ISSSTE) por 401.3 mmdp, 0.1% (-0.4 mmdp) por debajo del
dato programado en LIF para los primeros 11 meses de 2020, y 1.7% superiores,
en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.
Para el promedio del periodo
enero-noviembre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en
los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.5%
en los ingresos petroleros y un incremento de 17.8% en la recaudación
tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.6% del promedio
de ingresos presupuestarios totales.
En términos
mensuales, la SHCP reportó que en
noviembre se obtuvieron 439.0mmdp de ingresos totales, monto mayor en
8.1% (32.9 mmdp) al reportado en octubre(406.0 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar
qué produjo dicho aumento.
Cabe destacar que
el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se
explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios,
petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.
A pesar de que el
precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en noviembre respecto a
octubre (2.3 dólares por barril, 6.2%), para ubicarse en 38.7 dólares por
barril, los ingresos petroleros
reportados en el undécimo mes de 2020 registraron 47.7 mmdp, 7.9% (-4.1 mmdp)
por debajo del dato observado en octubre. Comparados contra los de junio,
mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8
mmdp), están 25.2% (-16.1 mmdp) por debajo.
Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 38.2% en términos reales.
Los ingresos tributarios ascendieron en el mes a
262.6 mmdp,
lo que representa un incremento de 2.3% (6.0 mmdp) respecto al dato reportado
en octubre. Respecto a noviembre de 2019 aumentaron 7.6%, debido a aumentos en
la recaudación del IVA (14.7%), ISR (5.7%) y IEPS (1.4%). Lo anterior se debe a
diversas mejoras legales que aumentaron la eficiencia recaudatoria, sin
incrementar ni crear nuevos impuestos.
¿Cuál fue la contribución de los distintos
ingresos del Sector Público?
Los ingresos
tributarios han pasado de representar 49.7% de los ingresos totales del Sector
Público (periodo enero-noviembre de 2000), a 63.9% en el mismo lapso de 2020,
el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, son los
rubros de mayor peso.
En cambio, los
ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000,: 10.5% de los ingresos totales.
La proporción de
los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura
porcentual de los ingresos presupuestarios.
¿Cómo avanzaron los ingresos públicos?
Para el periodo enero-noviembre de 2020,
los ingresos totales del Sector Público mostraron un avance de 85.7% con respecto
a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). En relación con la meta de cierre
de ingreso establecida en los CGPE2021, llevan un avance de 88.0%. Como
porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe
trimestral del tercer semestre de 2020, presentan 90.1% de avance. Por
componentes:
Los ingresos
petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 50.3% respecto a
lo aprobado en la LIF, y de 62.0% respecto a lo estimado por SHCP para el
cierre del mismo año en los CGPE2021.
Los ingresos
tributarios exhibieron un avance de 86.3% respecto a la LIF2020, y de 93.6%
respecto al cierre estimado en CGPE2021.
Los ingresos
no tributarios no petroleros presentaron un avance de 274.0% respecto al
monto estimado al inicio de 2020, y de 90.5% respecto al cierre ajustado en los
CGPE2021.
Al revisar los ingresos acumulados a
noviembre de 2020 descubrimos que los
ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida
en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 5.7% (-287.3 mmdp). En noviembre se quedaron por debajo de la meta
mensual en 1.2% (-5.4 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.
En el acumulado, los ingresos tributarios
se quedaron 5.4% por debajo de lo programado (-172.6 mmdp), en relación con su
meta estimada en el calendario, por lo que, lejos de registrarse ingresos
excedentes de este tipo, se observa una pérdida.
El IVA tuvo un rezago de 4.3% (-39.4
mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.9%
(-82.0 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados estuvieron 11.0% por
debajo de lo aprobado (-51.8 mmdp).
A noviembre de 2020, los ingresos
petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% en relación con lo
que se esperaba para este periodo (-397.5 mmdp), que en realidad es mayor si no
consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como
ingresos petroleros.
En contraste, los
ingresos no tributarios no petroleros superaron en 201.0% su meta a noviembre.
Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la
pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (302.8 mmdp vs. -570.1
mmdp).
En términos
mensuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público
presentaron una disminución de 1.2% (-5.4 mmdp), con respecto al dato aprobado.
Observamos rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y
tributarios.
La mayor brecha entre el monto observado y el
estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de
44.3% (-38.0 mmdp), que aumenta si no se consideran las mencionadas transferencias del
Gobierno federal a Pemex.
De igual forma,
los ingresos tributarios se rezagaron 4.9% (-13.4 mmdp), con respecto a su meta
estimada en el calendario en el mismo periodo. Al desagregarse por tipo,
observamos para noviembre ingresos excedentes de IVA por 3.9% (3.1 mmdp). El
ISR tuvo, en cambio, un rezago de 7.3% (-10.3 mmdp).
Los ingresos NTNP se excedieron en 513.6%
(52.9 mmdp).
En términos
anuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público
presentaron una caída de 10.5% (-55.1 mmdp), respecto al dato de noviembre de
2019. Sin embargo, el componente tributario aumentó 7.4% (18.1 mmdp), mientras
que el petrolero se redujo en 38.3% (-29.7 mmdp) y el NTNP en 30.7% (-27.9
mmdp).
Análisis del gasto
Enero
– noviembre 2020
¿Cuánto se gastó en los últimos 11 meses del año?
A noviembre, el gasto neto acumulado del Sector
Público fue de 5 billones 150 mmdp.
El gasto programable del SP fue de 3 billones 799 millones de pesos, lo que
representa el 74% del gasto neto total; el porcentaje restante corresponde al
gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 351 mmdp.
El costo
financiero, un gasto no programable, representó 11% (557.1 mmdp) del total del
gasto observado en el periodo enero-noviembre de 2020. Como hemos señalado en los últimos
meses, su participación en el total se ha mantenido en línea con lo observado
en la trayectoria reciente. Desde 2014, esta obligación del Gobierno ha ido en
aumento. El aumento del costo financiero reduce
el espacio fiscal, por lo que el Gobierno tiene menos recursos disponibles para
proveer bienes y servicios a la población.
A la par del incremento del costo financiero, la inversión física (un gasto programable
esencial para detonar la actividad económica en el contexto actual) ha
disminuido su participación en el gasto neto total desde 2014. Entre enero y
noviembre, este gasto fue de 545.3 mmdp, lo que representa el 11% del gasto
neto total; con relación a 2019 creció 4.0%. La inversión distinta de Pemex fue
de 354.2 mmdp; creció 7.3% (24.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y
equivale a 65% del gasto en inversión física del Sector Público en el periodo.
La inversión en Pemex disminuyó 1.5% (2.9 mmdp), respecto al año previo.
El incremento en
la inversión física distinta de Pemex se sostiene por la inversión realizada
por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE. Hasta noviembre,
estas secretarías han gastado más de lo aprobado para el año y más de lo
observado en el año previo, lo que explica que este tipo de inversión creciera
hasta 7.3%.
El gasto
acumulado del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (que tuvo
un mayor flujo de recursos en mayo y junio) impulsó la inversión física de la
Secretaría de Economía. Hasta noviembre esta dependencia acumula 34.4 mmdp,
monto que es 12 veces mayor que el realizado en 2019. Recordemos que este programa tiene como
objetivo apoyar, a través de préstamos, a familias y empresas afectadas por la
pandemia. Dado que no impulsa la creación de capital, no debería registrarse
como inversión física.
La inversión física de la Secretaría de Turismo
asciende a 4.8 mmdp, monto 10 veces mayor que el observado en 2019. El
incremento de 928% con relación al año previo se debe a los recursos destinados
en la construcción del Tren Maya, que incluye estudios de preinversión para la
construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto como tal.
El ISSSTE ha ejercido en el periodo nueve veces
más recursos en inversión física que en 2019. Sus 2.6 mmdp gastados sostienen
el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como documentamos en los Números de Erario que analizan el gasto
en salud, este súbito incremento es el resultado de destinar más recursos a la
compra insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros
rubros, los cuales se registran como inversión. Hasta noviembre ejerció 58% (1 mmdp) más que lo planeado en el año y
831% (9.3 mmdp) más que lo ejercido en 2019.
¿Cómo se
distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?
El 55% (2,842 mmdp) del gasto total se ejerció a
través de los Ramos Generales; con
el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno federal cumple sus obligaciones
financieras o mandatos legales. Son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye
Hacienda directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado (para
hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos). De ahí su
relevancia.
El gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron
el 21% (1,079 mmdp) del gasto neto total.
Los Ramos
Autónomos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. En estos ramos
se aplican las medidas de austeridad, a pesar de que su participación tiene
poco peso en el gasto total. Aplicar estas medidas sólo merma su operación y el
cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto significativo en el
tamaño o composición del gasto.
¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de
enero a noviembre de 2020?
En el periodo, el avance del gasto neto total
ejercido con respecto a la meta anual aprobada es de 84%, y de 87% en relación
con la meta estimada por la SHCP en la actualización de las finanzas públicas
en el reporte de noviembre. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el
avance es menor: de 83% de la meta anual aprobada en el PEF.
El avance del gasto programable del SP con
respecto a la meta anual es de 86%, y de 87% en relación con la última
actualización realizada por la SHCP.
En el gasto no programable el avance es menor al
observado en las otras clasificaciones de gasto; respecto a la meta aprobada
avanzó 79%, y respecto a la meta estimada el avance fue de 87%.
La inversión física pública del SP registró un
avance de 83% respecto a la meta aprobada, mientras que el avance del costo
financiero fue de 77% respecto a la meta aprobada, y de 80% si se compara con
la meta actualizada.
Por ejecutor, los Ramos Administrativos y el IMSS
e ISSSTE registraron un avance mayor al 90%. Por su parte, los Ramos Autónomos,
Generales y Pemex y CFE reportaron un avance entre 80% y 84%.
El subejercicio acumulado en el periodo por el
gasto neto del Sector Público es de 6.5%. Equivale
a no ejercer 356.7 mmdp, ya aprobados para el periodo.
En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…
Hay un gasto mayor al
aprobado, es decir, un sobrejercicio,
en los siguientes ramos:
Economía: 558% (31.5 mmdp)
Energía: 5% (2.55 mmdp)
Turismo: 52% (2.5 mmdp)
Gobernación: 47% (2.2 mmdp)
Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 14%
(1.4 mmdp)
Relaciones Exteriores: 6% (0.5 mmdp)
Comisión Nacional de Hidrocarburos: 91% (0.1
mmdp)
Comisión Reguladora de Energía: 33% (0.07 mmdp)
Los ramos que gastaron por debajo del presupuesto
aprobado, es decir, que subejercieron,
son:
Participaciones a Entidades Federativas y
Municipios: 11% (-96.7 mmdp)
Petróleos Mexicanos: 13% (-76.7 mmdp)
Comisión Federal de Electricidad: 11% (-48.3
mmdp)
Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-28.7
mmdp)
Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de
Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 34% (-18.3 mmdp)
ISSSTE: 4% (-14.3 mmdp)
Aportaciones a la Seguridad Social: 1% (-12.1
mmdp)
Salud: 9% (-11.9 mmdp)
Aportaciones Federales para Entidades Federativas
y Municipios: 1% (-10.8 mmdp)
Deuda Pública: 2% (-10.7 mmdp)
Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue
el siguiente:
EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.2% (-125.1 mmdp)
Ramos Generales: subejercicio de 6.0% (-182.4 mmdp)
Ramos Autónomos: subejercicio de 12.3% (-15.5 mmdp)
Ramos Administrativos: subejercicio de 0.6% (6.2 mmdp)
ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.1% (-22.8 mmdp)
En todos los ejecutores de gasto de los Ramos
Autónomos y Generales el subejercicio es generalizado. Entre los Ramos
Autónomos, la CNDH es la entidad con el mayor recorte: 33.6%. De los Ramos
Generales, el Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de
Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos evidenció el mayor
subejercicio respecto a la meta del periodo: 35%.
Hasta noviembre, 17 de los 26 ejecutores de gasto
que conforman los Ramos Administrativos reportaron un subejercicio. Es la
Oficina de Presidencia quien exhibe el mayor recorte: 43.6%. En contraste, la
Secretaría de Economía reporta un gasto 558.5% mayor a lo previsto.
Las Empresas Productivas del Estado también
exhiben un recorte en el gasto: el subejercicio de Pemex fue de 13% y el de la
CFE de 11%.
¿Cómo avanzó el
gasto del Gobierno sólo en noviembre 2020?
En noviembre, el gasto neto total fue de 507
mmdp. Se tenía calendarizado que en el mes se ejercieran 494 mmdp; es decir, se
observó un sobrejercicio de 2.7% (13.3 mmdp). Desde abril los recortes en el gasto fueron frecuentes. Éste es el
primer sobrejercicio observado en siete meses.
Sin embargo, el gasto programable en noviembre
fue de 392.1 mmdp: el monto no ejercido fue 1.7% (-6.7 mmdp) menor que el gasto
aprobado (398.8 mmdp). La inversión física, que se incluye en el gasto
programable, también exhibe un recorte en relación con el gasto aprobado: 13.1%
(-4.9 mmdp). Se tenía previsto un gasto en inversión física de 37.8 mmdp, pero
se ejercieron sólo 32.8 mmdp. Con noviembre se hilan ya seis meses consecutivos
de recortes en este rubro.
El gasto no programable, en cambio, creció en
comparación con lo presupuestado en el mes: el excedente reportado fue 21%
mayor (19.9 mmdp). El incremento es el resultado de un mayor costo financiero
del Sector Público: alcanzó los 48.4 mmdp, 133% por arriba (-27.6 mmdp) de lo
planeado.
Sólo en noviembre, los Ramos Autónomos
ejercieron 52% (6.3 mmdp) más de lo aprobado en el mes (12 mmdp). Por ejecutor,
el Poder Judicial gastó 70% más recursos que los presupuestados; el Inegi y el
Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor que su meta mensual, 52% cada
ramo. Sin embargo, el INAI no ejerció 32.1% de su presupuesto aprobado; le
siguió la CDNH (que en el mes anterior reportó un sobrejercicio), con 22.6% y
la COFECE con 16%.
Las Empresas Productivas del Estado en conjunto
tuvieron un recorte en el gasto mensual de 6% (-4.8 mmdp). El recorte de Pemex,
con respecto al monto aprobado, fue de 10% (-3.4 mmdp), y el de la CFE de 3%
(-1.3 mmdp).
El gasto total de los Ramos Administrativos en el
mes se ubicó 5% (-5.4 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante,
11 ramos exhibieron un sobrejercicio; quienes más gastaron en relación con su
meta mensual fueron: la CNH (586%), la CRE (273%) y Gobernación (100%). Y en 15
ramos se observó un subejercicio; la SHCP tuvo el mayor recorte, 89%, le siguió
la Secretaría de Turismo con 75% y la Secretaría de Salud, al no ejercer 61%
del gasto aprobado.
Los Ramos Generales gastaron 7% por arriba en el
mes (15 mmdp). El Ramo de la Deuda Pública presentó el mayor excedente en el
gasto: 241% (28.6 mmdp); esto es, hay un incremento en el costo financiero para
este mes. Mientras que el Ramo 23 exhibió un recorte de 46% (-1.5 mmdp) en
relación con su meta mensual.
En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un
sobrejercicio de 2% (2.9 mmdp).
Recaudación Federal Participable
De enero a
noviembre de 2020, la Recaudación
Federal Participable (RFP)[1] sumó 2
billones 850.0 mmdp, lo que representó una disminución de 7.0% (-213.3
mmdp), respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de una caída de
ingresos en los componentes tributarios (-1.7%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que
se registró una caída de 14.3% anual), no se observaba una variación negativa
tan significativa en la RFP. En 2015, la RFP se redujo 1.4% para un periodo
similar; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto
fue el de 2016 (6.2%).
La reducción en la
RFP, durante los primeros 11 meses de 2020, es consecuencia de las variaciones
anuales negativas en…
Ingresos tributarios (-1.7%):
Automóviles nuevos (-19.4%)
Comercio exterior (-14.7%)
Derechos a la minería (-6.4%)
Producción y servicios (-4.7%)
Tenencia (-2.8%)
IVA (-1.7%)
ISR (-0.8%)
Ingresos petroleros (-50.9%)
Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo
(-50.9%)
Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)
Durante noviembre
de 2020, la RFP fue de 241.7 mmdp, menor en 3.9% a la reportada en igual mes de
2019. Esto se explica por los recursos disminuidos del Fondo Mexicano del
Petróleo (-50.8%). Sin embargo, su componente tributario se incrementó 2.0%,
debido principalmente al crecimiento en la recaudación de IVA (8.4%) e ISR
(1.7%).
Gasto Federalizado
El gasto
federalizado (es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a
los estados y municipios) sumó 1 billón 634.8 mmdp, lo que se tradujo en una
disminución de 7.5% (-133.1 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que
se registraron 1 billón 767.9 mmdp y una caída de 4.6%. Con ello suman dos
periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.
La caída anual en
el gasto federalizado en el periodo enero-noviembre de 2020 fue resultado de
una disminución en cuatro de sus componentes:
Convenios de Reasignación[2] para el
cumplimiento de programas federales (-60.3%),
Subsidios[3] (-9.7%)
por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las
Entidades Federativas (-23.3%), y
Participaciones-Ramo 28[4] (-7.4%)
debido a una menor RFP.
Convenios de descentralización (-2.0%).
Por su parte, las
Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto al mismo
periodo de 2019.
El nivel
observado del gasto en el periodo enero-noviembre de 2020 es similar a los
niveles en 2012; es decir, identificamos un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una
recuperación de las transferencias del gasto federalizado, debido a la caída en
el crecimiento económico que ha impactado en gran medida a la RFP.
Sólo en noviembre
de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 138.9 mmdp, lo que
representa una disminución de 9.7% con respecto a noviembre de 2019, debido a
la disminución de todos sus componentes: convenios de reasignación (-80.0%),
convenios de descentralización (-32.4%), subsidios (-12.3%), Ramo 28 (-11.0%),
Ramo 33 (-1.3%).
Participaciones – Ramo 28
De enero a
noviembre de 2020, las Participaciones a entidades federativas se ubicaron en
777.9 mmdp, lo que significó una caída de 7.4% (-62.6 mmdp) por debajo de los
recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (840.5 mmdp), resultado de una
menor recaudación. Esto
último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los
Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta noviembre sumaron 60.1
mmdp. Con
este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio
fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp,
la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos
económicos de la pandemia[5].
Desde la caída de 17.4% en igual periodo de 2009,
no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.
En términos
mensuales, en noviembre de 2020 las participaciones disminuyeron 11.0%,
respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.4 mmdp.
La disminución en términos anuales de los
recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se
reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron:
Campeche (-15.4%), Nayarit (-12.9%) e Hidalgo (-11.3%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto
al mismo periodo del año anterior: Chiapas (3.8%), Baja California (3.2%) y
Colima (3.0%).
Aportaciones – Ramo 33
Durante los
primeros 11 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y
municipios ascendieron a 705.9 mmdp, lo que significó un incremento anual de
tan sólo 0.3% (1.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de
sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA
(2.7%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%), y el de
Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%). Llama la
atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en
infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo
1.8 mmdp.
Los fondos cuyos
recursos están destinados al desarrollo regional —Infraestructura social y
fortalecimiento de entidades— siguen sufriendo disminuciones en sus
transferencias.
Durante el
periodo, las tres entidades federativas
con los mayores crecimientos en sus recursos recibidos a través de las
Aportaciones Federales fueron Tabasco, Chiapas y Ciudad de México. Por su
parte, las entidades con las mayores disminuciones fueron Baja California Sur,
Guanajuato e Hidalgo.
(Nuestra recomendación)
El Gobierno
federal debe incentivar el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios,
ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra,
especialmente a nivel municipal, lo que impondría una carga fiscal al erario
federal.
Para reducir la
dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe
replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. El objetivo: compensar
y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. En este rediseño se debe analizar la inclusión de elementos como el
crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de
servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades
institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.
Análisis del Balance del Sector Público
¿Cómo avanzó el Balance Público durante
enero-noviembre de 2020?
El Balance
Primario[6] se
ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 153.5 mmdp; el programado
era un superávit de 71.2 mmdp.
La posición del Balance Público[7]
mejoró en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por
debajo de lo calendarizado. Para el periodo enero-noviembre de 2020 fue de
-399.3 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -481.3 mmdp. En el
mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -167.2 mmdp.
Por otra parte,
la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[8],
fue de -678.2 mmdp a noviembre de 2020, o -2.9% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en noviembre. En el mismo mes de 2019 se reportaron
RFSP por -300.0 mmdp (-1.2% del PIB). La diferencia de este incremento anual se
dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, la cual
incluye el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por
colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición
neta de pasivos y activos financieros. Un
punto a destacar en los RFSP es la disminución en las necesidades de
financiamiento, respecto a noviembre de 2019, de IPAB (-90.9%), PIDIREGAS
(-12.1%) y Banca de desarrollo y fondos de fomento (-2.8%).
Para el cierre
del año Hacienda estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa
que hay espacio de 1.8 puntos del PIB para el resto del año.
El Saldo Histórico de
Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11
billones 716 mmdp de pesos al mes de noviembre. Es decir, se incrementó 5.3% o
585 mmdp respecto a noviembre de 2019. Sin embargo, disminuyó por segundo mes
consecutivo. Poco más del 28% de la
variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio
del peso respecto al dólar.
Según lo publicado por Hacienda, el
SHRFSP representó el 50.7% del PIB a noviembre de 2020, un incremento de 6.7
puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un
periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que
redujo su valor en términos absolutos.
Las autoridades esperan cerrar 2020 con
un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que
podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.
Variables de contexto
Aquí presentamos
un análisis de la evolución de ciertas variables, que ayudan a entender mejor
el comportamiento del presupuesto.
Crecimiento económico
Hacienda estimó en los CGPE2021 una caída
de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre
de 2020. Por su parte, distintas instituciones financieras (FMI y analistas
financieros) prevén escenarios de una mayor contracción económica, los cuales
han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista: entre -8.9% y
-9.0% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos,
en relación con lo esperado por las autoridades para cierre de año.
Conforme a cifras publicadas por el
Inegi, al tercer trimestre de 2020 el PIB presentó una caída de 8.6% respecto
al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades
secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real,
resultado del crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las
actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.
Producción de petróleo
En noviembre de
2020 la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,633 miles de
barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.2% (-71 mbd) con
respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a
noviembre (1,666 mbd) fue 14.6% (-285 mbd) menor a la aprobada en el
presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021
(1,744 mbd), el promedio de enero a noviembre se encuentra -78 mbd por debajo
(-4.5%).
Precio del petróleo
De enero a noviembre de 2020 el precio de
la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.9 dólares por barril[9].
Ésta se ubicó 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en
CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios
impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.
IEPS a
gasolinas y diésel
Los impuestos especiales a las gasolinas
y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en noviembre, y promediando
los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.
Valor de la inversión física pública
A noviembre de 2020 el gasto en inversión
física pública tuvo un incremento de 4.0% (20.8 mmdp) en relación con mismo
periodo del año anterior.
El gasto en inversión física pública
distinta de Pemex creció 7.2% real (23.9 mmdp) respecto al mismo periodo del
año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector
Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 1.6%
(-3.1 mmdp) respecto al año previo.
El valor de la construcción pública continuó con una
trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[10]) al mes
de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado
en la crisis de 2009.
[1] La recaudación
federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la Federación
por concepto de impuestos federales,
derechos de minería y una parte de los ingresos
petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo.
[2] Son acuerdos que las dependencias del
Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de
reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el
cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.
[3] Incluyen recursos que son entregados a
las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la
Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el
desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables
y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.
[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).
[5] Comunicado 086 SHCP: “Secretaría de
Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones
federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf
[6]Balance
Primario: muestra
la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la
deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.
[7]Balance
Público: se
obtiene a partir de restar el gasto neto total del sector público presupuestario a los ingresos presupuestarios. Este balance
incluye al gobierno federal y el sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e
ISSSTE).
[8] Los RFSP se miden como la diferencia
entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y
activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social
cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en
línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las
guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las
necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos
de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por
los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la
adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el
resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de
recursos y el signo positivo (+) superávit.
[9] Fuente: promedio de las cifras
reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/