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El papel clave de las grandes empresas en el pago de ISR

El 39% del ISR en México lo pagan las grandes empresas. Esto es vital para entender por qué su estabilidad económica y operativa es, en muchos sentidos, la estabilidad del país mismo.

En el debate público mexicano, con frecuencia se escucha una narrativa crítica hacia las grandes empresas. Se las tilda de evasoras o de privilegiadas del sistema. Si bien es legítimo exigir transparencia y cumplimiento fiscal de todos los actores económicos, también debe reconocerse que estas compañías en conjunto aportan enormemente a las finanzas públicas del país. Esto es especialmente cierto en materia del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Los datos son contundentes: en 2024, las empresas en México aportaron la mitad de todos los ingresos por ISR.  Estamos hablando de 1.3 billones de pesos. Lo más revelador es que dentro de este universo empresarial, las consideradas grandes contribuyentes —aquellas con ingresos anuales superiores a 500 millones de pesos— aportaron el 78% del ISR pagado por personas morales. En términos absolutos, esto representa 1 billón de pesos, equivalente al 39% del total recaudado por ISR en el país.

¿Cuántas grandes empresas hay en México? 

Según datos de la Secretaría de Hacienda, en 2024 se registraron 623 mil empresas con pago de ISR. De éstas,  poco menos del 2% (o 12,447) son grandes empresas. Es decir, menos del 2% de las empresas en México sostienen, por sí solas, el 39% de la recaudación del ISR. Esto no solo es significativo, sino vital para entender cómo se financia el Estado mexicano y por qué la estabilidad económica y operativa de estas empresas es, en muchos sentidos, la estabilidad del país mismo.

México necesita una economía con más empresas productivas y formales no sólo para impulsar el empleo de calidad y la innovación, sino para ampliar el número de contribuyentes capaces de integrarse plenamente al sistema fiscal. Esto permitiría depender menos de unos pocos actores y distribuir de forma más equilibrada la responsabilidad fiscal, al tiempo que se generan mejores condiciones de desarrollo para todos.

¿Cómo nos comparamos internacionalmente? 

La recaudación del ISR a personas morales en México se encuentra alineada con los estándares internacionales. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el pago de ISR empresarial en 2022 representó el 3.9% del PIB, a la par del promedio regional de América Latina, y del promedio de los países de la OCDE. Este dato echa por tierra la percepción de que en México las empresas no contribuyen en proporción a su tamaño o riqueza.

Desde luego, esto no significa que todas las grandes empresas cumplan cabalmente ni que no haya casos de evasión o prácticas fiscales agresivas. Sin embargo, en términos generales, su peso dentro del sistema tributario es incuestionable. Por tanto, no se trata de eximirlas de obligaciones, sino de evitar una visión simplista que las convierte automáticamente en villanas.

Satanizar a quienes más contribuyen al erario es no sólo injusto, sino contraproducente. Si queremos avanzar hacia un sistema fiscal más equitativo y sostenible, necesitamos promover una cultura tributaria basada en datos, en justicia fiscal y en reconocimiento de responsabilidades compartidas entre empresas, ciudadanos y gobierno.

Cuidar la relación entre el fisco y las grandes empresas es también cuidar una fuente fundamental de recursos para salud, educación, infraestructura y programas sociales. Reconocer su peso es, en última instancia, una muestra de madurez fiscal y política.

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