Un símil de lo que podría pasar en 2022
Al mes de agosto de este año los ingresos totales tuvieron
un crecimiento anual de 5.5%. El erario se ha mantenido a flote principalmente
por un incremento de los ingresos petroleros y del Impuesto al Valor Agregado
(IVA). No obstante, otros componentes de los ingresos, como el Impuesto Sobre
la Renta (ISR), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) o los
ingresos de la CFE se mantienen estancados o presentan caídas, a pesar de la
recuperación económica. Además, este año se han resentido los ingresos no
tributarios no petroleros, ya que no han ingresado recursos de los fondos de
emergencia.
En el contexto de la discusión de los estimados de
finanzas públicas que la Secretaría de Hacienda presentó para el Presupuesto
2022, los datos al mes de agosto de este año nos recuerdan qué tan difícil es
lograr las metas de ingresos.
Petróleo, al rescate
De enero a agosto los ingresos totales del sector público
acumulan 3.89 billones de pesos, un aumento de 5.5%, es decir, 203 mil millones
de pesos (mmdp), frente al mismo periodo de 2020. No obstante, frente a 2019
(previo a la pandemia) tal crecimiento es sólo de 3% (116 mmdp).
La
recuperación de los ingresos se debe, principalmente, a los mejores ingresos
petroleros. Al mes de agosto dichos
ingresos acumulan 609 mmdp, un crecimiento anual de 66.4% (243 mmdp). Parte de
esta fortaleza es algo artificial, ya que las aportaciones (capitalizaciones)
que el Gobierno federal le transfiere a Pemex se contabilizan como ingresos
petroleros. Sin esas capitalizaciones, en realidad los ingresos petroleros
hubieran crecido sólo 35.3% en el periodo de enero a agosto.
El impulso de estos ingresos también viene del precio del
barril, aunque no de la producción. La plataforma petrolera se mantiene en
1,680 miles de barriles diarios (mbd), 101 mdb por debajo del programa. En efecto, el aumento en el precio del
crudo ha compensado la estancada producción de Pemex. Mientras que en el
Paquete Económico 2021 se estimó un precio de 41.6 dólares por barril (dpb), el
observado ha sido de 59.4 (dpb), 17 dólares por arriba.
Cabe recordar que para 2022 se estima una plataforma de
1,826 miles de barriles diarios (mbd), y la Mezcla Mexicana de Exportación
(MME) se estima en 55.1 dólares por barril (dpb). Al mes de agosto la
plataforma está lejos de esa meta, y con un precio mucho más alto esperado para
2022, difícilmente el próximo año se compensará la baja producción de la misma
forma en que se ha hecho este año.
El otro salvavidas de las finanzas públicas ha sido el
IVA, que acumula 777 mmdp al mes de agosto, un aumento de 14% (96 mmdp). Este
impuesto incluso supera los niveles prepandemia, pues frente a 2019 es 12% (83
mmdp) superior.
En
otras palabras, el IVA está teniendo su gran rebote este año. El punto es que para 2022 se espera otro gran
crecimiento, pero de 19% (198 mmdp), algo que no se ha visto nunca. Esto se ve complicado, como ya lo hemos explicado en otros
estudios.
Rezago del resto de ingresos
Fuera de los ingresos petroleros y el IVA, las demás
fuentes de ingreso están muy apagadas. El
ISR, el principal tributo del Gobierno, acumula 1.28 billones, una contracción
de 0.2% (2.6 mmdp) frente al mismo periodo de 2020 y frente a 2019 el
aumento es apenas de 0.9% (11.3 mmdp).
A pesar de la recuperación del PIB esperada de 6.2% (Banco
de México), el ISR simplemente no despegó en el octavo mes del año. En 2022 se
espera un crecimiento de 4.8% (94 mmdp) frente a los ingresos presupuestados
para 2021, algo que por la tendencia actual se ve igualmente difícil.
Asimismo, el IEPS
ha generado al mes de agosto 286 mmdp, una caída de 10.3% (32 mmdp), y se
coloca en su peor nivel desde 2018. Para el siguiente año se espera una
contracción de 4.6% (24 mmdp) frente a lo presupuestado para 2021; aunque se
espera una pérdida, no queda claro cómo se va a revertir la tendencia, cuando
no se espera que el rebote económico tenga la misma fuerza el próximo año. La
expectativa parece optimista por lo observado hasta la fecha.
Finalmente, los
ingresos no tributarios no petroleros acumulan 287 mmdp, una caída de 21.9% (80
mmdp) frente al mismo periodo de 2020. Hay que recordar que al mes de
agosto del año pasado dentro de los ingresos no tributarios se contabilizaron
transferencias del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios
(FEIP) por 119 mmdp, del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la
Ciudad de México por 21.6 mmdp y de otros fideicomisos por 33.6 mmdp.
Si bien este año continúa la estrategia de extinción de
fideicomisos, los ingresos obtenidos por los mismos –incluyendo los 25.4 mmdp
del Fonden– no han llegado a compensar el agotamiento del FEIP.
Ingresos frente al calendario
Ahora, frente al calendario, los 3.89 billones de ingresos
totales están 4.4% (164 mmdp) por arriba. Sin embargo, al desagregar por
impuesto la historia es diferente con respecto al crecimiento frente al año
pasado. Frente al calendario, los ingresos petroleros van 1.2% (7.6 mmdp) por
debajo y los tributarios sólo 1% (24 mmdp) por arriba de lo previsto.
El ISR va 3% (-39 mmdp) por
debajo del calendario, otra muestra de que Hacienda ha sido muy optimista al
estimar el desempeño de este tributo este año, un símil de lo que podría pasar
en 2022. En contraparte, el IVA está 17% (112 mmdp) por encima de lo
calendarizado, situación que ha provocado que la SHCP apueste casi todo el
crecimiento tributario a partir de este impuesto en 2022.
Avance frente a las expectativas: petróleo sobrestimado
Los ingresos al mes de agosto
van en línea frente a los estimados al cierre, proyectados en los Criterios
Generales de Política Económica (CGPE). No obstante, esto se ha debido a un
avance al mes de agosto superior al 80% de los ingresos no tributarios y de un
68% de avance de los ingresos tributarios. A pesar del mejor desempeño de los
petroleros frente a 2020, si mantienen el ritmo visto hasta ahora, quedarán muy
por debajo de lo estimado al cierre.
Al octavo mes los 3.89
billones de pesos de ingresos totales representan el 66% de los 5.8 billones de
pesos esperados al cierre de 2021. De mantenerse el rimo de crecimiento
promedio mensual, los ingresos totales quedarían -0.6% (36.6 mmdp) por debajo
de lo estimado.
Esto se debe principalmente a
que los 610 mmdp de ingresos petroleros representan sólo el 56% de los 1.07
billones estimados al cierre de 2021. Si esta tendencia continúa, los ingresos
petroleros quedarán 15% (161 mmdp) por debajo de lo estimado al cierre. En otras palabras, los ingresos petroleros
han sido mucho mayores frente a 2020, pero las expectativas de la Secretaría de
Hacienda para el cierre del año eran todavía mayores, situación que se
repite en el PPEF 2022.
El menor desempeño del
ingreso del petróleo frente al estimado al cierre ha sido compensado
principalmente por los ingresos tributarios y no tributarios. Al mes de agosto
los 287 mmdp de ingresos no tributarios representan el 81% de los 354 mmdp
estimados al cierre. Por su parte, los 2.4 billones de ingresos tributarios
representan un 68% de avance frente a los 3.5 billones estimados.
Si la tendencia continúa, los
no tributarios quedarán 21% (76 mmdp) por arriba de lo estimado y los
tributarios se colocarán 2.5% (90 mmdp) por encima de lo esperado al cierre. No
obstante, los ingresos no tributarios, al no ser recurrentes, en cualquier
momento podrían dejar de crecer frente a su ritmo previsto, lo que podría
implicar que los ingresos al cierre de año caigan a terrenos negativos frente a
lo estimado.
Gasto público: los favoritos de siempre
Al igual que los ingresos, el gasto público al mes de
agosto ha crecido de forma limitada (4.5%).
Sin embargo, al interior se observa que los consentidos de
siempre: Pemex, CFE o la Secretaría de Energía, registraron grandes aumentos en
su gasto, mientras que otros, como Seguridad y Protección Ciudadana o la
Fiscalía General de la República, presentan retrasos importantes frente a su
calendario.
Al
octavo mes del año, el gasto programable del Sector Público acumula 3.12
billones de pesos, un aumento de 7.3% (213 mmdp) frente al mismo periodo de
2020. Ese aumento en algunos
ejecutores es mucho más grande. Por ejemplo, la Secretaría de Energía acumula
164 mmdp, un aumento de 209% (111 mmdp). Pemex que ha gastado 375 mmdp, un
aumento de 209% (61 mmdp) más que en el mismo periodo de 2020.
En la contraparte se encuentra la Secretaría de Economía, con 3.3 mmdp, 91% (34 mmdp) menos que en 2020, luego de la reducción del programa de Créditos del Bienestar. Asimismo, las Aportaciones para las Entidades llevan 503 mmdp, una caída real de 3% (17 mmdp), cuando por Ley deberían de ser siempre superiores a las del año anterior.
Gasto frente al calendario
Frente al calendario el panorama es más preocupante. Si
bien el gasto total está en 4.18 billones, 0.3% (12.5 mmdp) por arriba del
programa, la situación por ejecutor es sumamente variable. En monto, la Sener,
con sus 164 mmdp gastados a agosto, se encuentra 253% (117 mmdp) por arriba de
su calendario anual, y la CFE, con 315 mmdp, está 19% (50 mmdp) por arriba de lo programado. Le
siguen el IMSS con 570 mmdp, 8.3% (16 mmdp) por arriba del programa, y la
Secretaría del Bienestar, con 135 mmdp, 8.3% (10 mmdp) por arriba del programa.
Sin embargo, las Aportaciones a la Seguridad Social, con
638 mmdp, están 3.6% (24 mmdp) por debajo de su calendario. El gasto del
ISSSTE, con 248 mmdp, se ubica 8.1% (21 mmdp) retrasado, y las Aportaciones
Federales, con sus 503 mmdp, van 2.4 (12 mmdp) por debajo del programa.
En porcentaje también sorprenden sobregastos o
subejercicios de algunos ejecutores. Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda ha
ejercido 20 mmdp, 51% (6.7 mmdp) más de lo que debía, al igual que la
Secretaría de Gobernación, que con 4.9 mmdp acumula 58% (1.8 mmdp) en exceso a
su programa.
Por el
contrario, la Seguridad Pública y Protección Ciudadana ha gastado 24.9 mmdp, un
retraso de 32% (12 mmdp); el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, con
1.2 mmdp, va 28% (521 mdp) retrasado, y la Fiscalía General de la República ha
gastado 7.5 mmdp, un subejercicio de 32% (3.6 mmdp).