Análisis de las finanzas a septiembre 2018
El (des)Balance público al tercer trimestre
Debido a que los gastos incrementaron más que los ingresos al tercer trimestre de 2018, el Balance Público –Ingresos menos los gastos del Sector Público- fue negativo: hicieron falta 311 mil millones de pesos. Este déficit fue mayor a los registrados al tercer trimestre de 2014 y 2015, cuando hicieron falta 476 y 500 mil millones de pesos, respectivamente cada año. Estos faltantes se traducen en Requerimientos Financieros (deuda). Sin considerar a las Empresas productivas (PEMEX y CFE) y organismos de control directo (IMSS e ISSSTE), el Balance total del Gobierno federal también fue negativo, de -281 mil millones de pesos.
En el caso del Sector Público (que considera a Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE) el Balance Primario –Ingresos menos gastos antes del pago de intereses de la deuda- fue de 108 mil millones de pesos, mientras que el costo financiero sumó 421 mil millones de pesos. Lo anterior fue reflejo de que los ingresos del Gobierno y del Sector Público fueron insuficientes para el pago de intereses de la deuda, derivando en mayor endeudamiento.
La deuda pública federal, en su más amplia expresión –SHRFSP-, acumuló un monto de 10 billones 158 mil millones de pesos al tercer trimestre ó 44.2% del PIB. La propia Secretaría de Hacienda estima que para el cierre del año ésta se incremente 500 mil millones de pesos, terminando en 10 billones 659 mil millones de pesos.
El gasto total del Gobierno federal respecto al mismo trimestre del año anterior creció 4.5% real anual, mientras que sus ingresos totales disminuyeron 9.2% real. Si no se considera el ingreso extraordinario del Remanente de operación del Banxico durante 2017, los ingresos incrementaron en 4.1% real anual.
Los ingresos petroleros del Gobierno federal crecieron 17% real anual (59 mil millones de pesos). De igual forma, la recaudación del IVA creció 5% real anual (33 mil millones de pesos), mientras que los provenientes del IEPS a gasolinas y diésel disminuyeron 27% real (-46 mil millones de pesos), y los impuestos provenientes del ISR continúan prácticamente sin crecimiento 0.8% real anual (9.6 mil millones de pesos).
En relación al presupuesto aprobado, el gasto total del Gobierno federal al tercer trimestre[1] fue 5% mayor a lo calendarizado y aprobado por el Congreso, de igual manera los ingresos totales[2] fueron 9.2% mayores a lo estimado para el tercer trimestre por la SHCP. Por esta condición, el Balance Público mejoró[3] respecto a lo aprobado; sin embargo, fue insuficiente para evitar un crecimiento en los requerimientos financieros.
A pesar de que el gasto del Gobierno federal fue mayor a lo aprobado en el total, para algunos rubros prioritarios éste disminuyó respecto a lo calendarizado. Así ocurrió en las funciones de gobierno identificadas como “Salud”, “Educación”, “Justicia”, “Combustibles y Energía” y “Pago de intereses de la deuda”.
En lo que corresponde a adecuaciones en los programas, como se describe en la tabla siguiente, presentaron un mayor gasto a lo aprobado los referentes a construcción de aeropuertos, Adefas y un programa discrecional del Ramo 23 “Fortafin[4]”.
Al mismo tiempo, los que tuvieron un mayor recorte respecto a su presupuesto al tercer trimestre de 2018 fueron “Programa Nacional de Becas”, “Seguro Popular”, “Proyectos de construcción de carreteras”, “otras actividades” del poder Legislativo y pago de intereses de la deuda pública.
El Ramo 23 tuvo un gasto 15% mayor al aprobado al tercer trimestre de 2018 (18 mil millones de pesos) pero respecto al mismo trimestre del año anterior su gasto total disminuyó en 31% real (64.6 mil millones de pesos). A pesar de lo anterior, el gasto de los programas discrecionales[5] del Ramo 23 superó su presupuesto en 924% al tercer trimestre de 2018. Adicionalmente, estos programas gastaron 30% real anual más que al trimestre del 2017. Una posible explicación podría encontrarse en la naturaleza electoral de 2018, lo que coincidiría con lo analizado previamente por México Evalúa.Algunos de los estados que más recibieron al tercer trimestre son del partido en el poder (PRI), otros como Michoacán[6] mostraron apoyo directo o indirecto al candidato federal del PRI. Un caso distinto es el de Chihuahua, quien recibió en 2018 recursos por convenios firmados bajo el programa Fortafin, a pesar que la SHCP emitió comunicado en enero de 2018 afirmando que esto no era posible.[8] Se tenían pendientes de envío a Chihuahua 734 millones de pesos de los convenios de 2017. Por lo anterior se observa que Chihuahua fue el estado que menos recibió al tercer trimestre con 219 millones de pesos.
Por su parte, Nuevo León observó un fuerte contraste: a septiembre de 2017 este estado recibió 199 millones de pesos por medio de estos programas discrecionales del Ramo 23, mientras que en 2018 recibió 989 millones de pesos. Otro caso de estudio es Puebla, dado el contexto de cuestionamientos al gobierno estatal[10] por acuerdos que involucraban a un exgobernador y al candidato del PRI al gobierno estatal. En estas condiciones Puebla fue el segundo estado que más recursos recibió por estos programas sólo después del Estado de México: 83% más que el al año previo.