Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público de México Evalúa, analiza con Alejandro Domínguez las cifras de ingreso y endeudamiento del primer trimestre del año, y demuestra que la debilidad de ingresos es una condición previa a la irrupción de la pandemia por Covid-19. De paso, describe por qué es un inmenso despropósito la iniciativa de reforma por parte del Ejecutivo de la Ley de Presupuesto.
La liquidación de fideicomisos,
(parcialmente) al rescate
La debilidad de los ingresos públicos federales es una realidad previa a los efectos de la pandemia de Covid-19, provocada en este primer trimestre del año por el desplome de los ingresos petroleros. En contrapartida, la recaudación tributaria mejoró de manera contundente durante este periodo, aunque esos ingresos excedentes no alcanzaron por sí mismos a compensar la caída en los petroleros: sólo sumados a la liquidación de fideicomisos pudieron subsanar toda la pérdida.
Veámoslo a
detalle. Los ingresos petroleros del Sector Público reportaron una caída de 41%
(-94 mmdp) respecto a los ingresos aprobados —que sería de 52% o -120 mmdp, si
no consideramos los 24.6 mmdp que el Gobierno Federal transfirió a Pemex y que
registró como ingresos—. Entretanto, los excedentes por IVA, ISR e Ingresos No
Tributarios No Petroleros (liquidación de fideicomisos) sumaron 110 mmdp.
Hacienda reportó
que se obtuvieron 1,463 mmdp de ingresos totales durante el primer trimestre de
2020. Sin embargo, si sustraemos la compensación de ingresos proveniente de la
liquidación de fideicomisos y las transferencias a Pemex, en realidad los ingresos recurrentes del Sector Público
alcanzaron los 1,398 mmdp, 2.7%[1] (-39
mmdp[2]) por
debajo de lo aprobado en la LIF[3] 2020.
De ahí la caracterización de su debilidad.
Aunque el gasto neto del Sector Público siguió
mostrando subejercicio en relación con el gasto aprobado, tuvo un incremento de 6.5% (89.9 mmdp) con respecto al primer trimestre
del año anterior. Sin considerar las transferencias a Pemex, el
subejercicio del gasto es mayor y el crecimiento del gasto es menor en relación
con año anterior.
Para el primer
trimestre de 2020, el subejercicio lo encabezó Pemex, con un gasto 11% menor
que el aprobado (-21 mmdp). El sobrejercicio lo encabezó la Secretaría del
Bienestar, con un gasto 58% mayor que el aprobado (27 mmdp), debido a
incrementos al presupuesto del Programa de Pensiones para Adultos Mayores.
El saldo de la
deuda ampliada aumentó, hasta alcanzar el 48.7% del PIB al primer trimestre del
año, lo que se traduce en un incremento de 5.3 puntos porcentuales respecto al
mismo periodo del año previo. Esta
proporción es la más alta para un primer trimestre desde el año 2000.
Hacienda espera cerrar 2020 con un Saldo Histórico de Requerimientos
Financieros del Sector Público (SHRFSP) en 52.1% del PIB (12 billones 693
mmdp). Es decir, prevé un endeudamiento adicional.
¿El
gobierno cumplió con su meta de ingreso durante el 1er trimestre del
año?
Ingresos compensados
o totales
Sí. La SHCP reportó que se obtuvieron 1,463 mmdp de ingresos totales durante el primer trimestre de 2020, 1.8% mayores (25 mmdp) a los aprobados en la Ley de Ingresos.
Los ingresos tributarios superaron en 5% su meta estimada en el calendario (48 mmdp). Al desagregarse por tipo, destacan los aumentos de 15% en la recaudación de IVA (39.8 mmdp) y de 0.7% en ISR (3.5 mmdp). Esta recaudación, superior a la estimada, también puede deberse a mayores ventas en tiendas —la Antad[4] reportó para febrero un crecimiento de ventas de 10.6%[5] para todas sus tiendas, superior al de años anteriores—, en adición a las medidas para evitar la evasión que entraron en vigor este año, señaladas por el propio Gobierno en su informe trimestral. Sin embargo, el IEPS de gasolinas tuvo un rezago de 4.2% (-3.5 mmdp), respecto a lo estimado. (Ver gráficas 1.1 y 1.2).
Asimismo, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 130% su meta del primer trimestre (67 mmdp).
La SHCP aclaró que 35 mmdp provienen de los fideicomisos de la construcción del NAIM[6] (21 mmdp), de un fideicomiso de infraestructura portuaria[7] (6 mmdp) y del Seguro Popular, ahora Fideicomiso de Salud para el Bienestar (FSB) (8 mmdp). Cabe recordar que una reforma a la Ley General de Salud estipula el retiro de 40 mmdp —provenientes de este fideicomiso—[8] para la creación del INSABI (Ver gráficas 1.1 y 1.4).
De los 337 fideicomisos a marzo de 2020, 307 se encontraban en operación y 30 en proceso de extinción o terminación. Sus disponibilidades sumaron 749.5 mmdp al 31 de marzo de 2020. (Ver Gráfica 5)
Tres fideicomisos reportaron disponibilidades sustanciales, que suman el 45.2% (339 mmdp):
El Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) reportó 174.9 mmdp de recursos disponibles, lo que representa el 23% del total de disponibilidades en fideicomisos públicos sin estructura. Al cierre del primer trimestre de 2020 no se reportaron egresos del FEIP; sin embargo, la SHCP publicó que dicho fondo se estima que cierre el año con un saldo de 30 mmdp, por lo que se tendrán egresos de dicho fideicomiso superiores a los 140 mmdp.
El Fondo de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas (FEIEF), por 63 mmdp.
El Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (FSB), con una disponibilidad reportada de 101 mmdp. Como ya se mencionó, se reportaron egresos por 8 mmdp sin información del destino y uso de recursos[9]. No se conoce si ya se retiraron los 40 mmdp estipulados en la reforma a la Ley General de Salud publicada en 2019.
Los ingresos excedentes por IVA, ISR e Ingresos No Tributarios No Petroleros sumaron 110 mmdp. En esta ocasión el monto de estos ingresos sí alcanzó a compensar los menores ingresos petroleros.
Los ingresos petroleros del Sector Público, en contraste con los tributarios, reportaron una caída de 41% (-94 mmdp) respecto a los ingresos aprobados.
Ingresos no compensados o recurrentes
Si no tomamos en cuenta la compensación de ingresos por liquidación de fideicomisos y transferencias a Pemex, en realidad los ingresos recurrentes del Sector Público sumaron 1,398 mmdp, 2.7%[10] por debajo de lo aprobado en la LIF[11] (-39 mmdp). Esto confirma que la debilidad de los ingresos ya se había verificado antes la pandemia de Covid-19.
El Gobierno Federal transfirió 24.6 mmdp a Pemex, que se registraron como ingresos petroleros, por lo que su caída primordial fue de 52% respecto a los aprobados (-120 mmdp). (Ver Gráfica 1.2)
¿Cómo se desempeñaron los ingresos del gobierno en relación con el pasado inmediato?
Su desempeño en los primeros tres meses de 2020, en relación con el mismo periodo del año anterior (flujos acumulados)
Compensados o totales
Los ingresos totales del Sector Público crecieron 9.2% (123 mmdp) en los primeros tres meses de 2020, en relación con mismo periodo del año anterior. (Ver Gráfica 2.)
Los ingresos petroleros son los que más han caído en relación con el año anterior. Se observó una caída de 27% (-50 mmdp) de enero a marzo de 2020, en relación con mismo periodo del año anterior.
Los ingresos tributarios presentaron un incremento de 13% (117 mmdp).
Los ingresos tributarios por IVA tuvieron un incremento de 18% (46 mmdp).
Los ingresos por ISR tuvieron un incremento respecto al año anterior de 18% (62 mmdp).
La recaudación por IEPS distinto de gasolinas y diésel colaboró en el incremento de los tributarios, pues subió 8% (6 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior.
Los ingresos no tributarios y no petroleros tuvieron un incremento de 75.6% (51 mmdp).
No compensados o recurrentes
Si no consideramos los ingresos provenientes de fideicomisos y de transferencias realizadas a Pemex, al primer trimestre de 2020 en los ingresos totales se tuvo en un crecimiento de 6% (76 mmdp).
Sin considerar las transferencias a Pemex registradas como ingresos petroleros, estos ingresos cayeron 34% (58 mmdp) respecto al primer trimestre del año anterior.
Su desempeño durante marzo en relación con el mismo mes del año anterior
Compensados o totales
En marzo de 2020 los ingresos totales del sector público se incrementaron 15.4% en relación con marzo de 2019 (69.8 mmdp).
Los ingresos tributarios presentaron un incremento de 30% (86 mmdp).
Los ingresos por ISR, IVA e IEPS de gasolinas y diésel tuvieron un incremento de 40%, 24% y 7% (65 mmdp, 19 mmdp y 1.7 mmdp, respectivamente). Los de ISR e IVA son incrementos sustanciales, no observados en años pasados ni en meses anteriores.
Por su lado, la recaudación de IEPS distinto de gasolinas y diésel disminuyó en 31% (-3.2 mmdp), en relación con el mismo mes del año anterior; esto, a pesar de que se incrementó el monto del impuesto.
Los ingresos no tributarios y no petroleros tuvieron un incremento de 78% (19 mmdp).
Los ingresos petroleros disminuyeron en 50% (38 mmdp) respecto a lo registrado en marzo del año anterior.
Las disponibilidades de fideicomisos públicos sin estructura disminuyeron 17% (155 mmdp) respecto a lo reportado en marzo del año anterior.
De forma particular, el FEIP presentó una disminución de 41% (125 mmdp) en su disponibilidad respecto a marzo de 2019. En marzo de 2020 no se reportaron egresos del FEIP —en contraste con el primer trimestre de 2019, cuando se registró un retiro de 6 mmdp—.
No compensados o recurrentes
Los ingresos totales no compensados crecieron
17% (73 mmdp) en relación con marzo de 2019. Esto se explica porque en el mismo
mes del año pasado se realizaron más transferencias a Pemex: en marzo de 2019
se observaron transferencias por 14 mmdp, mientras que en marzo de este año se
estiman en 10 mmdp[12],
registradas como ingresos de Pemex. (Ver
Gráfica 2)
Consideraciones adicionales
La SHCP estimó en sus Precriterios Generales de Política Económica 2021 (PCGPE) un crecimiento económico de -2.9% para 2020. Sin embargo, la encuesta del Banco de México a especialistas del sector privado establece la media en -7.27%. Esta situación puede redundar en una caída de ingresos, por una menor recaudación. (Ver Gráfica A).
La producción nacional promedio de petróleo en marzo se incrementó 3% con respecto al mismo mes del año anterior. No obstante, la producción promedio nacional de crudo fue 6% menor a la establecida en el presupuesto (alcanzó 1,730 mbd, es decir, 120 mbd inferior a la meta actualizada para 2020 en PCGPE 2021, que es de 1,850 mbd) (Ver GráficaB).
En el primer trimestre de 2020, el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación fue de 41.2 dólares por barril. Ésta se ubicó, en promedio, 17 dólares por arriba del precio estimado en PCGPE 2021, que fue de 24 dólares por barril. (Ver Gráfica C)
La Secretaría de Energía estableció que disminuirá la producción de crudo a 1,681 mbd. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato. (Ver Gráfica B)
Los impuestos a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en febrero y marzo, promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años. (Ver Gráfica 3).
Análisis del gasto
¿El gobierno alcanzó su
meta de gasto?
No. El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio en marzo de 2% (-30 mmdp) en relación con lo aprobado para ese mes. El subejercicio fue provocado principalmente por un menor gasto en Pemex y en el IMSS. (Ver Gráfica 6).
Los programas del IMSS que presentaron subejercicios fueron Operaciones Ajenas (-2.7 mmdp) y Actividades de Apoyo Administrativo (de 24% o -2.4 mmdp).
Por parte de Pemex, el programa denominado Compra de Acciones o Inversiones Diversas para Pemex tuvo un subejercicio de 73% (-20 mmdp).
El gasto programable del Sector Público tuvo un subejercicio acumulado en el mes de marzo de 2% (-21 mmdp). Si no consideramos la inversión financiera en Pemex (24.6 mmdp), el subejercicio de este tipo de gasto fue de 4.2% (-45.9 mmdp).
El gasto en inversión física va 1.3% (-2 mmdp) por debajo del programa de gasto.
De igual forma, el gasto no programable del Sector Público tuvo un subejercicio de 2.2% (-9 mmdp), con respecto al calendario del gasto. (Ver gráficas 6 y 7)
Al desagregar el gasto total por tipo de ejecutor, se revela que los organismos autónomos son los que tuvieron un mayor subejercicio respecto a su gasto aprobado: 29% (-11 mmdp), seguidos por los Ramos Generales: 3% (-29 mmdp).
En cambio, las secretarías han ejercido más recursos respecto a su calendario aprobado: 16.8% (44 mmdp). Esto fue causado, principalmente, por un mayor gasto registrado en la Secretaría de Bienestar (26.8 mmdp), dado el incremento de 78% en el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, respecto a su presupuesto aprobado al primer trimestre del año.
Así se repartió el subejercicio del gasto público en
relación con el gasto aprobado…
Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 11% (-21 mmdp)
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado o Ramo 51: 11% (-12.5 mmdp)
Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 17%
(-8.4 mmdp)
Deuda pública o Ramo 24: 9.6% (-7.3 mmdp)
Aportaciones Federales para Entidades Federativas y
Municipios o Ramo 33: 3% (-7 mmdp)
Poder Judicial o Ramo 3: 36% (-6 mmdp)
Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 1.2% (-3
mmdp)
Poder Legislativo o Ramo 1: 53% (-2.7 mmdp)
Instituto Mexicano del Seguro Social o Ramo 50: 1.5%
(-2.6 mmdp)
Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores o Ramo 30:
10% (-2.2 mmdp)
Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o
Ramo 28: 0.6% (-1.5 mmdp)
Defensa Nacional o Ramo 7: 4.4% (-1.5 mmdp)
(Ver Gráfica 8)
Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en
relación con el gasto aprobado…
Bienestar o Ramo 20: 58% (27 mmdp)
Salud o Ramo 12: 61% (14 mmdp)
Energía o Ramo 18: 80% (9 mmdp)
(Ver Gráfica 9)
Programas presupuestarios (análisis preliminar)
Se
identificaron cinco programas presupuestarios que tuvieron un gasto mayor al
aprobado en más de 5 mmdp. Éstos sumaron 128 mmdp de gasto adicional. Los
programas pertenecen a cuatro ejecutores de gasto, y son:
De CFE – Comercialización de Energía Eléctrica y Productos Asociados: 408% (54 mmdp).
De la Secretaría de Salud – Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 22,612% (27 mmdp).
De Bienestar – Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores: 78% (27 mmdp)
De CFE – Operaciones ajenas: 2,508% (13 mmdp).
De Secretaría de Energía – Coordinación de la Política Energética en Hidrocarburos: 60% (6 mmdp).
(Ver Gráfica 5.a)
En contraste,
los cinco programas presupuestarios con mayor subejercicio sumaron un monto de
-113 mmdp:
De Deuda Pública – Valores Gubernamentales 414% (-6.4 mmdp)
De CFE – Operación y Mantenimiento de la infraestructura del proceso de distribución de energía eléctrica: 94% (-8.4 mmdp)
De la Secretaría de Salud – Seguro Popular: 100% (-10 mmdp)
De Pemex – Compra de Acciones o Inversiones Diversas para Pemex: 73% (-20 mmdp)
Del CFE – Actividades de Apoyo Administrativo (-67 mmdp)
¿Cómo se desempeñaron
los gastos del gobierno en relación con el pasado?
El
gasto neto del Sector Público mostró un incremento de 6.5% (89.9 mmdp), en
relación con el mismo periodo del año anterior. Sin considerar la inversión
financiera en Pemex de éste y el año pasado, el gasto se incrementó en 5.9% (82
mmdp). (Ver Gráfica 6).
El
gasto programable del Sector Público también mostró un incremento en marzo de
8% (79 mmdp). De igual forma, el gasto no programable del Sector Público subió
2.6% (10 mmdp), respecto al año anterior.
Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, se revela
que las secretarías tuvieron un incremento de 31% (74 mmdp); los organismos
autónomos, de 44% (8 mmdp), seguidos por los ejecutores de gasto ‘Generales’:
0.9% (7 mmdp) por arriba del mismo periodo del año anterior. (Ver Gráfica 11).
Así se
repartió el recorte del gasto público, en relación con el año anterior…
Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 21% (-30
mmdp)
Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y
Deudores de la Banca o Ramo 34: 27% (-7.9 mmdp)
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los
Trabajadores del Estado o Ramo 51: 3% (-3 mmdp)
Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 17% (-2.7
mmdp)
Así se repartió el aumento en el gasto público, en
relación con año anterior…
Bienestar o Ramo 20: 99% (36 mmdp)
Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 14% (21 mmdp)
Educación Pública o Ramo 11: 23% (14 mmdp)
Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 5% (13 mmdp)
Instituto Mexicano de Seguridad Social o Ramo 50: 8%
(12 mmdp)
Aportaciones Federales para Entidades Federativas y
Municipios o Ramo 33: 5% (10 mmdp)
Consideraciones adicionales
El gasto en inversión física pública total tuvo un incremento de 5.5% (8 mmdp). El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 6.3% real (4.9 mmdp), respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representa el 9.5% del gasto corriente del Sector Público. (Ver Gráfica 14).
En contraste, la inversión física pública en Pemex se incrementó 4.6% (3 mmdp) respecto al año previo.
De igual forma, el valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[13]) al mes de febrero 2020 fue el más bajo desde 2007; incluso menor al observado en la crisis de 2009. (Ver gráfica 15).
Los recursos erogados por los ejecutores de gasto del sector salud (gasto funcional en salud) se incrementaron en 1.2% (4 mmdp) el mes de marzo 2020, respecto al gasto observado de marzo de 2019.
Previo a la entrada en vigor del INSABI[14], las transferencias que se realizaban por medio de programa del Seguro Popular se transparentaban en el sistema denominado Estadísticas Oportunas de la SHCP. Se informaba a qué entidad federativa se hacía la transferencia, ya que dicho gasto es considerado dentro de la clasificación de Gasto Federalizado. A partir de 2020 las transferencias del Fideicomiso de Salud para el Bienestar (antes del Seguro Popular), no se reportan. Se menciona en el informe trimestral de la SHCP que el programa Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral se modificó para pasar a administrar las transferencias al FSB. Dicho programa tuvo un incremento en su presupuesto de 27 mmdp. El programa presupuestario denominado Seguro Popular no tuvo gasto registrado en el primer trimestre. (Ver Gráfica 12).
Programas presupuestarios (respecto al año previo)
Se
identificaron cinco programas presupuestarios que tuvieron un gasto mayor al
pagado en el mismo trimestre del año previo en más de 9 mmdp. Éstos sumaron 91
mmdp de gasto adicional al pagado en el mismo periodo del año previo, y son:
De Bienestar – Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores: 89% (29 mmdp).
De la Secretaría de Salud – Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 100% (27 mmdp).
De CFE – Operación y Mantenimiento de la Infraestructura del Proceso de Distribución de Energía Eléctrica: (14 mmdp).
Del Ramo 23 – Subsidios a las Tarifas Eléctricas: 95% (10 mmdp).
De Aportaciones a Seguridad Social – Pensiones y Jubilaciones en Curso de Pago: 10% (9 mmdp).
En contraste,
los cinco programas presupuestarios con mayor subejercicio sumaron un monto de
113 mmdp:
Del ISSSTE – Atención a la Salud: 42% (-3 mmdp)
De Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca Ramo 34 – Estados y Municipios Reestructuración en UDIs -100% (-6 mmdp)
De la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural – Producción para el Bienestar: 100% (-7 mmdp)
De la Secretaría de Salud- Seguro Popular: 100% (-22 mmdp)
Del CFE – Actividades de Apoyo Administrativo: (-65 mmdp)
¿Cómo se desempeñaron
los gastos del gobierno mes a mes?
Durante
marzo, se registró un mayor gasto neto mensual respecto a lo calendarizado de
7% (35.8 mmdp). Se debió a un incremento en el gasto programable —por arriba de
su calendario de gasto establecido para dicho mes— de 12% (7 mmdp). Por el
contrario, el gasto no programable tuvo un retroceso de 8% (10 mmdp) en marzo,
con respecto a su presupuesto aprobado para dicho mes. (Ver Gráfica 11.)
En
el mes de marzo el gasto total en inversión física pública se incrementó 34%
(15 mmdp) con respecto a lo registrado en marzo de 2019. Este gasto, sin
considerar la inversión en Pemex, registró un gasto pagado de 34.5 mmdp, lo que
representa un incremento de 1% (296 mdp) respecto al gasto pagado en 2019. Éste
es un mayor gasto respecto a lo pagado en enero y febrero de este año, lo que
muestra una aceleración. (Ver Gráfica
13.)
Los recursos erogados por los ejecutores de gasto del
sector salud se incrementaron en 54% (19 mmdp) el mes de marzo, con respecto al
promedio de gasto observado de enero a febrero de 2020. Se observó un repunte
en el gasto de la Secretaría de Salud; dicho incremento fue suficiente para
compensar el subejercicio con respecto al gasto aprobado. (Ver Gráfica 10).
Análisis del balance, endeudamiento y costo financiero
Los balances público y primariodel Sector Público presentaron una mejor posición en comparación con la calendarizada para marzo. El Balance Público mejoró el doble, ya que de tener calendarizado un déficit se volvió un superávit, que fue de 11 mmdp, cuando la meta establecida para dicho periodo era de -73 mmdp. El Balance Público al primer trimestre de 2020 representó el 0.11% del PIB, una mejoría respecto al mismo periodo del año anterior, que exhibió un déficit de -0.10 % del PIB.
De igual forma, el Balance Primario del Sector Público mejoró en 73% respecto a su meta calendarizada, ya que fue de 137 mmdp, cuando se tenía calendarizado 79 mmdp. (Ver Gráfica 17). El Balance Primario al primer trimestre de 2020 representó el 0.6% del PIB, una mejoría respecto al primer trimestre del año anterior, que fue de 0.4%: un incremento de 0.2 puntos porcentuales.
La mejoría en el Balance Público se debió a los ingresos por Aprovechamientos (Fideicomisos) y tributarios; también a la reducción al gasto público y a un superávit en el IMSS e ISSSTE. (Ver Gráfica 16)
El costo financiero se incrementó en 3.2% real, respecto a lo pagado en 2019. Sin embargo, fue menor al aprobado en 5.3 mmdp. (Ver Gráfica 17)
Los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP fueron de -49.7 mmdp (-0.2% del PIB) a marzo de 2020. Esto indica que el Sector Público sí se endeudó en dicho mes. Es un dato negativo comparado con el mismo periodo del año anterior, cuando los RFSP representaron 0% del PIB en 2019 (Ver Gráfica 18). Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.4% del PIB, lo que significa un incremento de 1.8 puntos del PIB.
El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) representó el 48.7% del PIB al primer trimestre del año; un incremento de 5.3 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un primer trimestre desde el año 2000. En 2016 se tuvo la misma proporción al cierre del año.
La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 52.1% del PIB (12 billones 693 mmdp), lo que significa que prevé un endeudamiento adicional y un crecimiento del SHRFSP en lo que resta del año.
El SHRFSP al mes de marzo sumó 11 billones 860 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 982 mmdp respecto a marzo de 2019. Esto sucedió en parte por la depreciación de 21% del tipo de cambio al cierre de marzo, cuando éste se determinó en 23.48 pesos por dólar al cierre de marzo de 2020. En marzo de 2019 fue de 19.37. (Ver Gráfica 19)
[1] Sin considerar los ingresos reportados por la
inversión financiera a Pemex por 7.3 mmdp e ingresos del Fideicomiso de Salud
para el Bienestar (FSB) por 40 mmdp.
[3] Ley de Ingresos de la Federación, se consideró para
dicho cálculo 24.6 mmdp de ingresos “Otros” reportados por SHCP de Pemex, y 40
mmdp de ingresos por aprovechamientos provenientes de FSB y otros fideicomisos
públicos.
[4] Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y
Departamentales
[6] Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
[7] FIDEICOMISO FONDO PARA EL FORTALECIMIENTO A LA
INFRAESTRUCTURA PORTUARIA
[8] Fideicomiso de Salud para el Bienestar, antes de
Seguro Popular, artículo décimo transitorio de la LGS reforma de noviembre de
2019. Se supone que los 40 mmdp provienen del FSB mencionado, aunque en el
informe de Finanzas públicas no se dio a conocer la información.
[9] El anexo XVI del informe no se menciona el uso y/o
destino de recursos en el apartado en cuestión.
[10] Sin considerar los ingresos reportados
por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 7.3 mmdp e ingresos del
FSB por 40 mmdp.
[11] Ley de Ingresos de la Federación, se
consideró para dicho cálculo 24.6 mmdp de ingresos “otros” reportados por SHCP
de Pemex, y 40 mmdp de ingresos por aprovechamientos provenientes de FSB y
otros fideicomisos públicos.
[12] Ingresos reportados como ‘Otros’ por Petróleos
Mexicanos por una cantidad de 7.3 mmdp en enero de 2020, en la situación
financiera de la empresa paraestatal. Dicho mecanismo de transferencia de
recursos se observó en años anteriores, en los cuales se reporta como ingresos
“otros” las transferencias del Gobierno Federal, por medio de la Secretaría de
Energía a Pemex y CFE. En 2019 se realizaron transferencias a Pemex por medio
del concepto inversión financiera por un monto de 122 mmdp, recursos que fueron
registrados en este concepto de ingreso. Se podrá comprobar la cantidad exacta
de transferencia de Sener a Pemex cuando se publique el informe trimestral y
las bases de datos. Hasta el momento no se cuenta con mayor información
respecto al monto preciso de estas transferencias.
Identificar geográficamente a los beneficiarios de todos programas y los subsidios del gobierno es una obligación de transparencia señalada en la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH[1]). Sin embargo, en los planes de gasto el 75% de éstos recursos el Gobierno federal es opaco. Es decir, no podemos conocer el destino de 477 mil millones de pesos y, por lo tanto, si llegarán o no a la población objetivo y, si efectivamente, contribuirán a mejorar su bienestar.
Para 2020 se planea transferir más recursos en subsidios respecto a lo aprobado en 2019. La bolsa asciende a 631 mil millones de pesos, ¿serán para el bienestar o para las clientelas de la nueva administración?
Los programas de subsidios (S y U) en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) no cumplen adecuadamente con la clasificación geográfica. Lo podemos saber porque en el 90% del presupuesto de los programas de subsidios sujetos a reglas de operación -S[3]– y el 68% de los programas “otros subsidios-U[4]”, se clasificaron en la en la Ciudad de México o no cuentan con la distribución geográfica; 205 mil mdp -S- y 272 milmdp –U-, respectivamente.
La Ciudad de México concentra el 7% de la población del país, sin embargo, en más de la mitad del total del presupuesto 2020 para programas de subsidios federales, se usa la clasificación geográfica de la capital. No es algo nuevo pero se agudiza la práctica.
En los últimos años, se ha incrementado el porcentaje del presupuesto propuesto y aprobado de los programas sujetos a reglas de operación (S) y de “otros subsidios” (U) en la Ciudad de México.
El presupuesto se aprueba en la capital, pero se gasta en otro lado. Gran parte del presupuesto se eroga en otras entidades federativas y una vez erogado se reporta su distribución geográfica. Para 2020, el presupuesto de estos tipos de programas representa 72% (S) y 47% (U) para la CDMX del total de sus presupuestos, mientras que en 2012 este era 37% y 26% respectivamente.
Para fondos y fideicomisos también se aplica. Algunos programas de subsidios depositan los recursos en fondos y fideicomisos y utilizan la clasificación geográfica de la CDMX en su presupuesto, a pesar que ahí no se realiza su gasto. El Seguro Popular es un ejemplo. Con la información disponible no es posible conocer el plan de gasto de estos fondos ni dónde se planea realizar el gasto.
“No distribuible geográficamente (NDG)”, es la etiqueta de 124 mil millones de pesos. En el PPEF2020 el 17% del presupuesto de programas S y el 21% del presupuesto de programas U tienen esta clasificación.
Los recursos no distribuibles geográficamente disminuyeron respecto a lo observado en 2012, cuando eran 36% para programas S y 35% para programas U.
Parece buena noticia, sin embargo, al mismo tiempo se incrementó lo distribuido en la CDMX, y este aumento no corresponde al gasto ejercido en esta localidad de manera histórica.
Si súmanos NDG más lo aprobado o en CDMX en 2012 y lo comparamos con lo presupuestado para 2020, tenemos un incremento de 26% real (100 mil millones de pesos).
[1] Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria
La SHCP y el Congreso deben actualizar su marco macroeconómico y escenario fiscal de manera constante, con el fin de asegurar que el Gobierno tenga la liquidez necesaria para financiar su operación y las acciones que emprende para atender la crisis sanitaria y económica. Esto es especialmente importante en un contexto de alta incertidumbre, en el que todas las economías experimentan una liquidez reducida y, desde luego, ante la reciente degradación de las calificaciones de Pemex y del soberano y el desplome de los precios del crudo.
Urgimos a nuestras autoridades fiscales a que actualicen, acuerden e informen continuamente sobre la evolución del marco macroeconómico, y contar así con un panorama realista de la situación de las finanzas públicas y, por ende, una estrategia fiscal pertinente para México.
Es con este sentido que recomendamos la creación de un Consejo Fiscal que opere de manera permanente, y con particular diligencia mientras la estabilidad económica se encuentre en riesgo. La crisis no sólo es sanitaria; por ende, el Consejo de Salubridad General no es la única instancia técnica que debe analizar, deliberar y emitir recomendaciones.
Tibia estimación de la deuda
El Gobierno debe hacer frente a la pérdida de ingresos públicos, derivada de la caída en la actividad económica y el desplome en la producción y precio del crudo (MME). Pero los determinantes de esta pérdida evolucionan continuamente, y el Gobierno no actualiza su posición ni plan fiscal con la misma frecuencia y acuciosidad. No queda claro si las autoridades están conscientes de esto, y si saben cómo responder.
El Gobierno anunció su última posición en los Precriterios Generales de Política Económica (PCGPE), que publicó hace 20 días. Poco después el planteamiento quedó rebasado, pues la caída en la economía mexicana se espera que sea mayor, la producción petrolera se recortó para cooperar con la OPEP y ya ni hablar de lo sucedido ayer 20 de abril, con precios del crudo en rango negativo.
En los PCGPE el gobierno avisó que hará uso de 289 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización (FEIP) y de coberturas petroleras, para compensar sus menores ingresos, dejando 30 mmdp en el FEIP. En los PCGPE también se anunció un aumento del saldo acumulado de la deuda pública, que pasará de 45% a 52.1% del PIB. Esta subida se debe en gran parte a un aumento de la deuda externa por la depreciación del peso y a una mayor necesidad de endeudamiento durante 2020, provocada por los menores ingresos tributarios, por una disminución en el monto del PIB esperado al cierre de 2020 y a menores ingresos petroleros.
De acuerdo con la SHCP, esta necesidad de endeudamiento (RFSP) en 2020 aumentará a 4.4% del PIB (1,077 mmdp). Lo anterior implica un crecimiento de 1.8 puntos del PIB (399 mmdp) respecto a lo aprobado, que era de 2.6% del PIB (678 mmdp).
Sin embargo, si la pérdida de ingresos observada resulta mayor a lo estimado en los PCGPE, ¿el Gobierno podría quedarse corto? El FEIP, las coberturas y la liquidación de fideicomisos podrían no alcanzar. La deuda tendría que ser mayor. Veamos por qué.
Al revisar los datos más actualizados sobre crecimiento económico y producción petrolera, en México Evalúa esperamos una pérdida de ingresos 197 mmdp mayor a la anunciada en los PCGPE. Esto podría incrementar la necesidad de RFSP establecida en los PCGPE para 2020 y, por ende, el saldo acumulado de la deuda pública ampliada podría ser mayor.
La SHCP estimó en los PCGPE que los ingresos tributarios serán menores a los estimados en la LIF 2020, debido a un decrecimiento económico de 2.9% del PIB para 2020, mientras que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) e instituciones financieras lo estiman de entre -3% a -8%. Considerando el estimado de crecimiento propuesto por la SHCP (-2.9% del PIB), la caída oficial en los ingresos tributarios se espera en 155 mmdp. Sin embargo, en los últimos días han aumentado las caídas esperadas del PIB de México que estiman para 2020 diversos analistas, por lo que los ingresos de la recaudación serán menores a los esperados en los PCGPE. El FMI estima que la economía mexicana decrecerá 6.6%. En realidad, hemos calculado que si decrece 6%, los ingresos tributarios tendrían una disminución de 276 mmdp respecto a lo aprobado para 2020, es decir, 121 mmdp más de lo previsto por SHCP en los Precriterios. Serán 78% menores a la caída estimada por Hacienda en ese documento.
La SHCP reconoció, además, que los ingresos petroleros presupuestarios serán menores a los aprobados en la LIF 2020. Estima un faltante de 414 mmdp al cierre del año. La pérdida se debe a la suma de los siguientes factores:
Caída en los precios de la MME, de 49 a 24 dólares el barril promedio,
Disminución en la meta de producción de 1,951 mbd a 1,850 mbd y
Depreciación del tipo de cambio: había estimado originalmente un promedio de 19.9, y ahora se actualizó a 22 pesos por dólar.
Sin considerar que el 20 de abril el desplome del crudo alcanzó un precio negativo –y por ende el precio de 24 dólares por barril se tambalea–, el 15 de abril se dio a conocer que la Secretaría de Energía (Sener) pactó con la OPEP+ realizar una disminución de la plataforma de producción de crudo para alcanzar una producción promedio de 1,681 mbd. Esto, lamentablemente, se traduce en una disminución aún mayor de ingresos presupuestarios con respecto a los estimados por Hacienda en los PCGPE. La producción de petróleo nacional promedio prometida por Sener implica perder 54 mmdp en ingresos petroleros.
No está de más anunciar que por cada dólar que el precio del crudo caiga en promedio durante el año, el erario pierde poco más de 13 mmdp. Supongamos que, que el precio promedio de la MME no se ubica en 24 dpb, sino en 14 dpb: se dejarían de ingresar más de 130 mmdp en adición a la pérdida por producción aquí calculada.
La Secretaría de Hacienda estimó que se tendría un faltante de 568 mmdp (1 punto del PIB) por menores ingresos tributarios y petroleros para el cierre de 2020. Sin embargo, en México Evalúa estimamos una pérdida mayor –197 mmdp más–, de 765 mmdp o 3.3% del PIB. Esto, como ya lo explicamos, se debe a una mayor caída en el crecimiento económico o PIB (-6.6% vs. -2.9%) y una menor producción de crudo comprometida por Sener (270 mbd menos para producir 1,681 mbd).
Estamos a mitad de una tormenta inédita. Las condiciones económicas se degradan día con día. El Gobierno tiene que afinar su velocidad de reacción y actualizar con mayor precisión su análisis de escenarios; y debe hacerlo con máxima transparencia, comunicando, en la medida de lo posible, que hay mano firme en el timón o, al menos, que hay un entendimiento completo de lo que está pasando.
La SHCP publicó el documento que servirá de base para el Presupuesto de 2021: los Precriterios Generales de Política Económica (PCGPE). En éste actualizó sus estimaciones para 2020, y como algunos ya anunciaron, no son halagüeñas, pero se mantienen sin acciones claras para atender la crisis que tenemos en puerta.
Antesala de una recesión
En 2019, Hacienda estimó que el PIB de México crecería 2% en 2020. En los PCGPE publicados el 1 de abril, actualizó a -2.9%, dada la situación global[1] provocada por el Covid-19 y la caída de los precios del petróleo. Citibanamex estima un crecimiento del PIB en 2020 de -5.1%… y no es el más fatalista.[2]La encuesta a diversas instituciones estima -3%, en promedio.
En materia de finanzas públicas, lo anterior significa que el Gobierno contará con menos recursos: 5%(-297 mmdp) por debajo, respecto a los “Aprobados” para este año, y que tendrá que hacer uso de fondos de ahorro para solventar el gasto público. Se anunció el uso de 280 mmdp de recursos del FEIP[3] y coberturas para compensar la caída esperada de ingresos tributarios (-155 mmdp) y petroleros (-414 mmdp).
Este año inició con la instauración –o al menos promesa– del INSABI y el retiro de recursos por 40 mmdp del Fideicomiso de Salud para el Bienestar, antes del Seguro Popular. Pero más recursos no se tradujeron en soluciones para los faltantes de insumos y medicamentos, ni para atender la emergencia sanitaria en puerta. Es probable que se retiren más recursos de este fondo y de otros más; es necesario que se transparente su uso y fines.
El 2 de abril, un día después de la presentación de los Precriterios, se publicó un decreto en el Diario Oficial por el cual se extinguen los fideicomisos públicos[4]. Esto con el fin de obtener recursos y hacer frente a las necesidades de gasto. Aún no se sabe el monto específico[5], afectaciones posibles y cómo se mitigarán o atenderán éstas.
Más endeudamiento
Ahora bien, el documento de Hacienda menciona que se pretende “minimizar” el uso de endeudamiento. Sin embargo, se estima que la medida más amplia del Balance Público (RFSP[6]) cierre en 4.4% del PIB, de un aprobado de 2.6%. Entonces, al final sí se tendrá un mayor endeudamiento, por 399 mmdp.
«Se planea privilegiar como fuente de financiamiento el uso de activos financieros del sector público con la finalidad de minimizar el uso de un mayor endeudamiento.» [7](SHCP)
Otra acción que establece Hacienda es un menor gasto público. Una reducción de 0.6% (-37 mmdp), que viene principalmente de una reducción de 8% (-76 mmdp) en las transferencias a entidades federativas y municipios por participaciones federales. Sin embargo, estima un incremento del gasto programable; esto significa incrementar en 1% (43 mmdp) su gasto en los programas presupuestarios del gobierno. Surge la duda: ¿en qué se va a gastar más?
¿Medidas para paliar la crisis?
Los Precriterios también mencionan que se evalúan nuevas medidas para apoyar a Pemex y mayor gasto para atender la emergencia sanitaria, pero no indica algún rubro en específico como destino de ese gasto.
“El Gobierno de México reitera la importancia de Pemex como activo estratégico de nuestro país y evalúa medidas de apoyo adicionales a las ya implementadas para este año.” [8](SHCP)
Este mayor gasto programable en 1% respecto a lo aprobado sugiere que no se pretende seguir una política contracíclica. Adicional a ese gasto, en el documento se menciona un programa de la banca de desarrollo para la reactivación de la economía de por lo menos 61 mmdp[9], por medio de créditos y microcréditos, reestructuración de deudas, ampliación de plazos y apoyo a liquidez de empresas. Dicho programa de reactivación equivale a 0.25% del PIB.
Brasil está reasignando el presupuesto y plantea medidas equivalentes al 3.5% del PIB, transfiriendo recursos por medio del padrón de beneficiarios (Bolsa Familia[11]), y medidas adicionales de apoyo financiero por 2.5% del PIB.
Chile tiene medidas fiscales por 4.7% del PIB, incrementando el gasto público en salud, mejorando beneficios al desempleo, con diferimiento de impuestos y acelerando el pago de contratos públicos.
Alemania sumó medidas de gasto y de reducción de impuestos por 4.5% del PIB, que incluyó ayudas a negocios, pymes y empleados autónomos. Además, implementó diferimiento de pagos de impuestos sin intereses.
Programas y proyectos
¿prioritarios?
Ante esto, seguir adelante con proyectos con rentabilidad económica incierta tiene un costo de oportunidad muy alto. Cada peso que se transfiere a Pemex o se destina a estos programas y proyectos inciertos es un peso que no se destina a impulsar la economía, el empleo y, por ende, al bienestar de los mexicanos. Aquí enlistamos algunos de estos proyectos…
Responsable y programa
Monto aprobado en 2020Millones de pesos
Monto deseable* 2021 (SHCP)
Turismo:
Transporte Masivo de Pasajeros
2,500
26,730
Bienestar:
Sembrando Vida
28,504
29,428
Sedena: Infraestructuraaeroportuaria
1,911
27,574
Trabajo y
Previsión Social:Jóvenes
Construyendo el Futuro
24,956
25,765
Agricultura
y Desarrollo Rural: Precios de
Garantía a Productos Alimentarios Básicos
10,000
10,323
Fuente: Precriterios Generales de Política Económica 2021 de la SCHP
También se tiene un proyecto en proceso: Refinería de Dos Bocas (8.1 mil millones de dólares)[12], que se proyectó con precios de gasolina y petróleo muy distintos a los observados en este año. Este proyecto tiene la justificación de ser palanca del desarrollo económico de México.
Más vale tarde que nunca
Por último, el documento de Hacienda menciona que se comenzó la revisión de
la regla fiscal, entre otras razones, para generar mayor certidumbre sobre la
viabilidad de las finanzas públicas en los siguientes años, que se
complementará con un fondo de estabilización del ciclo de la economía y el
fortalecimiento de la transparencia fiscal.
La pandemia y el choque de los precios del petróleo irrumpen en un momento de dificultad para las finanzas públicas mexicanas. En 2019, la economía tuvo un retroceso de 0.1%; Pemex tuvo una pérdida neta de 679[13] mil millones de pesos o 34.9 mil millones de dólares y el valor de la inversión física pública fue el más bajo desde que se mide (2006). Estos hechos deben ayudar a corregir decisiones de política pública para enfocar el gasto público en aquello que sea rentable en el corto, mediano y largo plazo para todos los mexicanos.
El Congreso debe participar de forma más contundente en la toma de decisiones presupuestarias, con propuestas y como contrapeso del Ejecutivo. Urge que las decisiones sean de la magnitud y sentido correctos, pero sin capacidades institucionales en la materia es casi imposible tomarlas. Un ejemplo es la ausencia de un Consejo Fiscal en el Congreso y la descoordinación del sistema nacional de salud –por la sustitución ‘atrabancada’ de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud por el INSABI–.
Obtener más recursos a partir del endeudamiento, de fondos de ahorro y de recorte al gasto público para atender la pandemia tiene un costo. Este costo es asumible si sabemos que se obtienen beneficios hoy y mañana en proyectos y programas rentables, bien ejecutados y que ayuden a las personas a salir de la crisis provocada por esta pandemia.
Hay que repensar si se deben gastar más recursos en Pemex, dado el costo que implica. Y lo mismo la premisa de ahorro y austeridad… ¿Para qué?
[1] Choque de
demanda y de oferta agregada, situación que se estima de mayores dimensiones a
lo observado en 2008-2009 con la crisis financiera.
Incluso sin reflejar todavía los efectos de la emergencia por Covid-19 y el desplome de los precios de petróleo, los ingresos del Sector Público a febrero exhibieron debilidad y la persistente necesidad de compensar con ingresos no recurrentes la falta de ingresos recurrentes para el Gobierno federal y Pemex. De todos modos, la recaudación de IVA en enero y febrero aumentó considerablemente en relación con el año anterior, pero poco si la comparamos con la meta aprobada.
El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio acumulado, de enero a febrero, de 6.6% (-66 mmdp) en relación con lo aprobado para ese periodo. Sin embargo, si no se considera la transferencia a Pemex por 14 mmdp que tuvo lugar en febrero, el subejercicio del gasto público se amplía a 8% (-81 mmdp).
ISSSTE, IMSS, Educación Pública,
Seguridad Ciudadana y Salud están dentro de los 10 primeros ejecutores de gasto
que presentaron subejercicios durante enero y febrero.
Los informes de los siguientes meses reflejarán los efectos negativos de Covid-19 y del desplome del precio de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME). Y registrarán una menor recaudación derivada de la caída en la actividad económica, provocada por las medidas de distanciamiento social y la suspensión de actividades económicas.
El SHRFSP[1] creció 138
mmdp de pesos en un mes (de enero a febrero). Se espera que en marzo el saldo
de la deuda, es decir, la deuda acumulada, aumente considerablemente. Lo
anterior se debe a que febrero no reflejó la depreciación del tipo de cambio
–observada en marzo–. Se estima que el 36% del total se encuentra en deuda
externa. Con el tipo de cambio actual, se prevé un aumento que ronde los 5
puntos del PIB.
También se espera que el endeudamiento del Gobierno aumente
considerablemente durante 2020. Habrá menores ingresos petroleros y
tributarios, fondos de ahorro limitados, mayores gastos provocados por la
emergencia sanitaria y económica. Una manera de contar con mayores ingresos
disponibles es cancelar o posponer proyectos y programas no prioritarios que
actualmente tengan recursos aprobados en el presupuesto. Así se liberaría
recursos para financiar mejor la respuesta a la emergencia nacional que nos
convoca, los proyectos y programas esenciales para la operación del Gobierno y
los servicios públicos, los apoyos sociales duraderos y la infraestructura
prioritaria.
Análisis del ingreso
¿El Gobierno cumplió con su meta de ingreso en lo que va del año?
Sí lo hizo. La SHCP reportó que se obtuvieron 935 mmdp de ingresos totales en lo que va del año (durante enero-febrero 2020). Fueron 0.8% (7.4 mmdp) mayores a los aprobados en la Ley de Ingresos.
Pero al desagregarlos por tipo, se descubre que los ingresos petroleros y la recaudación por ISR e IEPS de gasolinas no alcanzaron su meta. Sumaron un monto faltante de casi 19 mmdp.
El gobierno compensó el faltante con 54 mmdp, lo cual se explica de dos maneras: 1) Los ingresos excedentes por Aprovechamientos por 40 mmdp pudieron provenir de liquidar ahorros del fideicomiso del Seguro Popular –ahora Fideicomiso de Salud para el Bienestar (FSB)–, una medida que fue prevista en la reforma a la Ley General de Salud para la creación del INSABI[2] y 2) Se transfirieron a Pemex 14 mmdp, reportados como ingresos petroleros. (Ver gráficas 1.1 y 1.4.)
Si no consideramos esa compensación de ingresos, en realidad los ingresos totales del Sector Público se colocaron 5%[3] (-46 mmdp[4]) por debajo de lo aprobado en la LIF[5]2020.
Los ingresos petroleros del Sector Público son los que acumularon el mayor rezago: 45% (-69 mmdp) en relación con su meta para el periodo enero-febrero 2020 (Ver Gráfica 1.2), esto sin considerar las transferencias a Pemex por parte de Sener en 2019 y en 2020[6].
Los ingresos no petroleros no tributarios (provenientes en parte del uso de los ahorros del FSB[7]) superaron su meta. (Ver Gráfica 1.1.)
Los ingresos tributarios exhibieron, en la práctica, un estancamiento: se ubicaron apenas 0.8% (5.6 mmdp) por arriba de lo aprobado para el periodo enero-febrero. (Ver gráficas 1.1 y 1.2.)
Los ingresos por ISR[8] de enero a febrero presentaron un rezago de 3% (-9.7 mmdp), respecto a lo aprobado para ese periodo.
El ingreso por IEPS[9] de gasolinas y diésel fue por debajo de su meta en el acumulado del año (3 mmdp).
En cambio, los ingresos por IVA e IEPS distintos de gasolinas tuvieron una recaudación por arriba de lo esperado, de 6.6% y 20% (12 mmdp y 6.9 mmdp, respectivamente), como resultado de las reformas fiscales aprobadas a finales de 2019.
Los ingresos no petroleros no tributarios[10] tuvieron un incremento de 271% (54.8 mmdp), respecto a lo aprobado para el periodo de enero a febrero. Esto sugiere que los ingresos no recurrentes, posiblemente provenientes de la liquidación de activos –como los del fideicomiso de gastos catastróficos–, fueron lo que más se incrementaron.
¿El Gobierno cumplió con su meta de ingreso en febrero?
Los ingresos
petroleros de febrero fueron los más bajos en los últimos 10 años: 35.7 mmdp,
lo que significó un rezago de 48% (33 mmdp), respecto a lo aprobado para
ingresar en dicho mes. (Ver Gráfica 1.3.)
Los ingresos
tributarios en febrero no alcanzaron el monto aprobado para dicho mes;
estuvieron 6.1% (17 mmdp) por debajo de lo estimado en la LIF.
El ingreso por ISR se
mantuvo por debajo de su meta mensual 3.8% (39 mmdp).
Por su parte, la
recaudación del IVA en febrero fue 2.4% (1.9
mmdp) mayor a la estimada para dicho mes. Esto significa que disminuyó el
dinamismo de dicha recaudación, ya que en enero se había tenido una recaudación
superior en 12 mmdp a la estimada.
¿Cómo se desempeñaron los ingresos del Gobierno en los primeros dos meses de 2020, en relación con el mismo periodo del año anterior?
Los ingresos totales del Sector Público crecieron 5.9%
(51.6 mmdp) en los primeros dos meses de 2020, en relación con mismo
periodo del año anterior. Si no consideramos los ingresos provenientes del FSB y de transferencias
realizadas a Pemex, se tuvo en la práctica un estancamiento,
pues mostraron un incremento marginal de 0.001% (13
mdp[11]).
(Ver Gráfica 2.)
Los ingresos
petroleros son los que más han caído en relación con el año anterior. Se observó una caída de 14% (-15 mmdp[12])
de enero a febrero de 2020, en relación con mismo periodo del año
anterior.
Los ingresos tributarios
presentaron un incremento de 5.1% (30 mmdp).
Los ingresos
tributarios por IVA tuvieron un incremento de 15.4% (26 mmdp).
En contraste, los
ingresos por ISR fueron los únicos tributarios con disminuciones respecto al
año anterior: disminuyeron 0.8% (-2.5 mmdp).
La recaudación por IEPS distinto de gasolinas
y diésel fue la que más colaboró en el incremento de los tributarios, pues subió 20% (7 mmdp)
en relación con el mismo periodo del año anterior.
Los ingresos no tributarios y no petroleros
tuvieron un incremento de 73% (31.8 mmdp). Esto
considera el ingreso por transferencias del FSB.
¿Cómo se desempeñaron los ingresos
del Gobierno durante febrero en relación con el mismo mes del año anterior?
En febrero se observó una disminución de 6% (25 mmdp)
en ingresos presupuestarios, respecto a lo observado en el mismo mes del año
anterior.
Los ingresos petroleros en febrero de 2020 exhibieron
un retroceso de 41% (-24 mmdp), situación comparable a lo observado en febrero
de 2015 con respecto a febrero 2014, cuando se registró una disminución de 46%
(-57 mmdp).
Los ingresos tributarios mostraron un retroceso de 1.7%
(-4.5 mmdp); dentro de ellos resalta el IVA, que tuvo un avance de 9.2% (7
mmdp) respecto a febrero de 2019. Por el contrario, la recaudación por ISR
retrocedió 2.6% (3.6 mmdp) en febrero, respecto al año anterior.
Los ingresos no tributarios no petroleros disminuyeron
16% (3.6 mmdp), respecto a febrero de 2019.
Consideraciones adicionales
Los impuestos a las
gasolinas y diésel observados en promedio durante febrero 2020 se incrementaron.
Fue la recaudación más alta desde 2018. (Ver Gráfica 3.)
La producción promedio
nacional de crudo (1,723 mbd[13]:
miles de barriles diarios) fue 228 mbd inferior a la meta especificada en CGPE[14]2020,
que era de 1,951 mbd. (Ver Gráfica 5.)
La producción nacional
promedio de petróleo, de enero a febrero, se incrementó con respecto al año
anterior (3.8%).
De enero a febrero el
precio de la mezcla mexicana de exportación se ubicó, en promedio, 4.7 dólares
por encima del precio estimado en el
Presupuesto 2020. Sin embargo, en marzo el precio de la MME cayó a mínimos de
20 años; su promedio del mes fue de 24.5
dólares por barril. La depreciación del
tipo de cambio peso/dólar favorece el ingreso por venta de crudo. No obstante,
se estima que predomine el efecto negativo de la caída en el precio de la MME.
Repercutirá más en
los ingresos presupuestarios de marzo. (Ver Gráfica 5.1.)
Análisis del gasto
¿El Gobierno alcanzó su meta de gasto?
No. El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio acumulado, de enero a febrero, de 6.6% (-66 mmdp) en relación con lo aprobado para ese periodo. Si se excluye la transferencia a Pemex por 14 mmdp, el subejercicio del gasto público se amplía a 8% (-81 mmdp). El subejercicio fue impulsado principalmente por un menor gasto de CFE, Pemex, ISSSTE e IMSS y pago de obligaciones (intereses de la deuda). (Ver Gráfica 9.)
El gasto programable del Sector Público tuvo un subejercicio acumulado al mes de febrero de 9.4% (-68 mmdp). El gasto no programable del Sector Público fue 0.4% mayor (1.2 mmdp), con respecto al calendario del gasto. Esto último se debió, en gran parte, a un mayor gasto no programable observado –en relación con el calendarizado– de 5.8 mmdp, por parte de Pemex y CFE.
Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, se descubre que los organismos autónomos son los que tuvieron un mayor subejercicio respecto a su gasto aprobado: 34% (-8.7 mmdp), seguidos por los Ramos Generales: 3.7% (-22 mmdp).
Las secretarías han ejercido menos recursos con respecto al año previo: 0.9% (-1.5 mmdp). Cabe recalcar que las medidas de austeridad fueron opacadas por un mayor gasto registrado por la Secretaría de Energía (14 mmdp), dada la transferencia a Pemex.
Así se repartió el subejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado…
Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 17% (-13 mmdp)
Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 28% (-10 mmdp)
ISSSTE o Ramo 51: 12% (-10 mmdp)
Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 6% (-7 mmdp)
Deuda pública o Ramo 24: 14% (-6 mmdp)
IMSS o Ramo 50: 12% (-4.7 mmdp)
Poder Judicial o Ramo 3: 37% (-4 mmdp)
Adeudos de ejercicios fiscales anteriores o Ramo 30: 19% (-4 mmdp)
Seguridad Pública y Protección Ciudadana:37% (-3 mmdp)
Educación Pública o Ramo 11: 6% (-3 mmdp),
Salud o Ramo 12: 14% (-2 mmdp)
(Ver
Gráfica 8)
Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado…
Energía o Ramo 18: 371% (101 mmdp)
Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o Ramo 28: 3.1% (5.1 mmdp)
Bienestar o Ramo 20: 2.4% (0.6 mmdp)
(Ver
Gráfica 9)
¿Cómo se desempeñaron los gastos del
Gobierno en relación con el pasado?
El gasto neto del
Sector Público mostró un incremento durante enero y febrero de 2020 de 1.1% (8 mmdp), en relación con el mismo periodo
del año anterior. Sin considerar la inversión financiera en Pemex por 14 mmdp,
el gasto público se redujo a 0.1% (-6 mdp) con respecto al año previo. (Ver Gráfica 6.)
El gasto programable
del Sector Público también mostró un leve incremento acumulado a febrero de
0.7% (5 mmdp). El gasto no programable del Sector Público se incrementó 1.1% (3
mmdp), con respecto al año anterior.
Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, se
revela que los organismos autónomos experimentaron un
incremento en su gasto: 12% (1.7 mmdp) y las
secretarías, uno de 36% (43 mmdp). En cambio,
los ejecutores “generales” recortaron su gasto en 1.2% (-7 mmdp), con respecto
al año anterior. (Ver Gráfica 7.)
Así se repartió el recorte del gasto público, en relación con el año anterior…
Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 58% (-157 mmdp)
Comunicaciones y Transportes o Ramo 9: 53% (-76 mmdp)
Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores o Ramo 30: 77% (-48 mmdp)
Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 3.9% (-20 mmdp)
Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 16% (-12 mmdp)
Instituto Nacional Electoral o Ramo 22: 37% (-9 mmdp)
Turismo o Ramo 21: 73% (-7 mmdp)
Medio Ambiente y Recursos Naturales o Ramo 16: 14% (-6 mmdp)
Así se repartió el aumento en el gasto público en 2019, en relación con año anterior…
Educación Pública o Ramo 11: 41% (14 mmdp)
Energía o Ramo 18: 321% (11.9 mmdp)
Bienestar o Ramo 20: 39% (7.1 mmdp)
Instituto Mexicano de Seguridad Social o Ramo 50: 7% (7 mmdp)
Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 3.7% (6.6 mmdp)
Adeudos de Ejercicios Fiscales anteriores o Ramo 30: 52% (6.1 mmdp)[15]
Defensa Nacional o Ramo 7: 52% (5.5 mmdp)
El gasto en inversión física pública total cayó 7.4% real (-7 mmdp), respecto al mismo periodo del año anterior. La inversión física pública, distinta de Pemex, representa el 9% del gasto corriente del SP[16]; esta proporción fue un punto porcentual superior a lo observado en el mismo periodo del año anterior. (Ver Gráfica 10.)
La inversión física pública en Pemex disminuyó 21.5% (12 mmdp) con respecto al año previo.
De igual forma, el valor de la construcción pública[17]continuó con una trayectoria decreciente. El valor de la construcción pública (UDM[18]) al mes de enero[19] 2020 fue el más bajo desde que se tiene reporte. (Ver Gráfica 15.)
El gasto funcional en salud fue el menor gasto pagado (63.9 mmdp) para un periodo de enero-febrero desde hace 10 años. Este nivel de gasto pone en manifiesto el grado de prioridad que la Federación fijó ante las advertencias de una pandemia. De igual forma, al mes de febrero se tuvo un subejercicio acumulado de 17.4 mmdp en el IMSS, ISSSTE y la Secretaría de Salud.
¿Cómo se desempeñaron los gastos del
gobierno mes a mes?
Durante febrero, se registró un menor gasto neto mensual respecto a lo
calendarizado de 7% (33 mmdp). Se debió a una
disminución en el gasto programable –por debajo de su calendario de gasto
establecido para dicho mes– de 49 mmdp. Por el contrario, el gasto no
programable tuvo un incremento de 16 mmdp en febrero, con respecto a su
presupuesto aprobado para dicho mes. (Ver
Gráfica 11.)
En el mes de febrero
el gasto total en inversión física pública se incrementó 4.8% (1.9 mmdp) con
respecto a lo registrado en febrero 2019. Este gasto, sin considerar la
inversión en Pemex, registró un gasto pagado de 22.5 mmdp, lo que representa un
incremento de 9.3% (1.9 mmdp) respecto al gasto pagado en 2019. No obstante, es
un menor gasto respecto a lo pagado en enero de este año, lo que muestra una
desaceleración en este gasto. (Ver
Gráfica 13.)
Los recursos erogados
por los ejecutores de gasto del sector salud se incrementaron en 18% (6.2 mmdp)
el mes de febrero, con respecto al promedio de gasto observado de enero 2020.
Se observó un repunte en el gasto de la Secretaría de Salud; sin embargo, dicho incremento no fue suficiente para
compensar el subejercicio con respecto al
gasto aprobado. (Ver Gráfica 10).
Análisis del balance, endeudamiento y
costo financiero
Los balances público y
primario[20]del SP presentaron una mejor posición en comparación con la calendarizada
para enero-febrero. El Balance Público fue de 10 mmdp, cuando la meta
establecida para dicho periodo era de -76 mmdp. De igual forma, el Balance Primario del SP mejoró en 400% respecto a su meta
calendarizada, ya que fue de 96 mmdp, cuando se tenían calendarizado 19 mmdp. (Ver Gráfica 16.)
Dicha mejoría en el
Balance Público se debió a los ingresos por
Aprovechamientos (FSB), a la reducción al gasto público respecto a lo
programado y al
superávit en el IMSS, ISSSTE y CFE (27 mmdp) y en las entidades de control
presupuestario indirecto (13 mmdp). (Ver
Gráfica 17.)
El costo financiero se
disminuyó en 1.8% real, respecto a lo pagado en el
mismo periodo de 2019. A pesar de esta disminución, el costo financiero observado es el segundo más alto
–tras el del año pasado–, desde 1991. (Ver Gráfica 19.) Es importante recalcar que no se observa aún en estas cifras el efecto
de la variación del tipo de cambio. Se
espera que tenga un efecto importante en este gasto en marzo y lo que resta del
año.
Endeudamiento y saldo de la deuda
El endeudamiento público o los RFSP[21] a febrero de 2020 fue de 4 mmdp de pesos; la suma de éstos en lo que va del año fue de -37.6 mmdp. Las transferencias a Pemex implicaron un mayor gasto por parte del Gobierno federal, lo cual fue un factor que afectó dicha medida de endeudamiento.
El SHRFSP[22] al mes de febrero sumó 10 billones 970.6 mmdp de pesos. El Saldo Histórico de los RFSP se incrementó 138 mmdp de pesos en un mes (de enero a febrero). Lo anterior todavía no refleja la depreciación del tipo de cambio observada en marzo, lo que repercutirá en esta medida, ya que se estima que el 36% del total se encuentra en moneda extranjera.
Hacienda estimó que el SHRFSP será en 2020 de 11 billones 961 mmdp de pesos, bajo la premisa de un crecimiento económico de 2% del PIB, estipulado en CGPE 2020.
[1] Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del
Sector Público.
[2] Antes del Seguro Popular. Se hace referencia
al Fideicomiso de Salud para el Bienestar, artículo
décimo transitorio de la LGS, reforma de noviembre de 2019. Se supone que los 40 mmdp provienen del FPSS mencionado,
aunque el informe de Finanzas públicas no se dio a
conocer la información.
[3] Sin considerar los ingresos reportados
por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 97.1 mmdp e ingresos del
FEIP por 125 mmdp.
[12] Sin considerar la transferencia de 14
mmdp de pesos realizada por el Gobierno federal a Pemex en 2020 y de 2 mmdp en
2019 para el periodo acumulado de enero a febrero.
[15] Las cifras del gasto del Ramo de Adefas
se consideró el reportado en marzo de 2019, en marzo de 2020 se modificó el
gasto reportado el año previo en 4 mmdp al alza.
[19] A la fecha se tiene sólo el reporte al
mes de enero, el 17 de abril se publica la información de la ENEC al mes de
febrero.
[20] Ingresos menos gastos antes del pago de
los intereses de la deuda pública (costo financiero).
[21] Requerimientos Financieros del Sector
Público. La medida de los RFSP es la siguiente: en caso de ser positiva quiere
decir que existe un ahorro en dicho periodo, esto quiere decir que no hubo
necesidad de endeudamiento. En caso contrario, si la medida de los RFSP es
negativa se refiere a que hubo endeudamiento en dicho periodo.
[22] Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público.
Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto público en México Evalúa, mira más allá de la superficie en el reporte de finanzas de Hacienda que equivale al cierre de 2019, con Alejandro Domínguez en Milenio TV.
Las sobrestimaciones de ingresos venían desde septiembre… Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público de México Evalúa, señaló en su momento con Susana Sáenz (desde la presentación del Paquete Económico) el problema de fondo del presupuesto: el Gobierno quiere lograr el doble invirtiendo la mitad.
Las malas noticias en materia de gasto se dieron en prácticamente todo 2019, pero no de manera homogénea en todos los sectores. Alejandro García, investigador del programa de Gasto público de México Evalúa, señala en entrevista con Héctor Jiménez Landín cuáles son sus principales preocupaciones, con los Números de Erario en la mano.
Disciplina financiera, hasta las últimas consecuencias…
Al tercer trimestre de 2019, la disciplina que observan las finanzas públicas se mantiene férrea. Es decir, el subejercicio en varios rubros del gasto público fue parcialmente compensado por el sobrejercicio en el sector de los hidrocarburos, ocasionado particularmente por las transferencias a Pemex que no fueron presupuestadas. Tal disciplina es destacable si consideramos el escenario en el que se da, caracterizado por el debilitamiento de los ingresos públicos observado a lo largo del año y el aumento del costo financiero en relación con el año anterior, así como los gastos no presupuestados.
La debilidad se observa en los ingresos más relevantes del Gobierno; en la recaudación de IVA e ISR y en los ingresos petroleros. La recaudación del impuesto a las gasolinas está compensando sólo parcialmente esta debilidad. El nulo crecimiento económico y los ingresos de Pemex contribuyen en gran medida al resultado. Al mismo tiempo, se están transfiriendo más recursos a Pemex (97 mmdp: miles de millones de pesos) para solventar su posición, lo que presiona los recursos disponibles para el gasto público. Estos recursos son adicionales a lo ya transferido (55 mmdp) y disminuido de su carga fiscal.
Hacienda bajó aún más la expectativa de ingresos públicos para 2019. Espera tener un faltante de 184.8 mmdp, equivalente a 0.8% del PIB. Lo anterior implica que en 2019 tendrá que utilizar más recursos (149 mmdp en total) del Fondo de ahorro (FEIP) de lo que originalmente informó en agosto pasado.
Se sigue observando un menor gasto en salud e inversión, sectores esenciales para el bienestar de la población y el crecimiento económico. La inversión física del Sector Público, si no contamos la realizada en Pemex, cayó 22%. Los recortes a la inversión impactan en funciones de desarrollo y protección social, ciencia, tecnología e innovación.
Nuestra inquietud principal
Ante un entorno de bajo crecimiento económico y con menores ingresos por recaudación, se reduce la inversión física pública y se destinan más a Pemex, a costa de sectores prioritarios. Hacen falta instrumentos específicos para que la inversión pública se despolitice y se tengan diagnósticos claros para que se traduzcan en mayor valor para los mexicanos. El Presupuesto de 2020 que está por aprobarse debe mandar señales contundentes para cambiar esta situación, que bien puede agravarse.
Análisis dato a dato
¡Actualización! Con la nueva información publicada por la Secretaría de Hacienda, Erario hizo un análisis más profundo en torno a la inversión pública: en qué se está gastando y quién hace un menor o mayor esfuerzo de austeridad.
LA INVERSIÓN FÍSICA VA CON UN FUERTE RETRASO
El gasto en inversión física pública va 17% (-83.8 mil millones de pesos) por debajo del presupuesto aprobado a septiembre de 2019. Los principales ejecutores que se están rezagando respecto al calendario del gasto aprobado son:
IMSS: 89% (-8 mmdp)
Turismo: 89% (-3 mmdp)
Medio Ambiente y Recursos Naturales: 70% (-6 mmdp)
Defensa Nacional: 30% (-6 mmdp)
Comunicaciones y Transportes: 28% (-11 mmdp)
Pemex: 22% (-45 mil millones de pesos)
CFE: 15% (-4 mmdp)
Cinco programas presupuestarios acumularon el 80% (-60 mmdp) de este subejercicio en inversión física presupuestaria. Entre éstos están proyectos de Pemex: provisiones para infraestructura aeroportuaria: programa de adquisiciones del IMSS; infraestructura de agua potable, alcantarillado y saneamiento, y proyectos de infraestructura social de asistencia y seguridad social. Con excepción de los proyectos de infraestructura de Pemex, estos programas también presentaron un menor gasto respecto al año anterior, como se aprecia en la siguiente tabla:
Fuente: Elaboración propia con información de la Base de datos trimestral de Transparencia Presupuestaria de la SHCP, gasto en inversión según el Manual de presupuestación de la SHCP. Cifras en millones de pesos de 2019, INPC promedio mensual anual.
Nos preocupa que este gasto disminuido con respecto a lo planeado y también al año anterior tenga implicaciones en el crecimiento económico y en las provisiones de servicios públicos de salud y agua, servicios básicos para la población.
Austeridad del Sector Público: ¿en qué?
Al tercer trimestre observamos un menor gasto respecto al calendario en la gran mayoría de rubros de gasto. Sin embargo, el más afectado respecto al calendario fue el cajón de servicios personales: 11% (-66 mil millones de pesos), seguido por el gasto en obra pública: 22% (-59 mil millones de pesos. En contraste, las transferencias a Pemex (inversiones financieras) superaron en 702% (111 mil millones de pesos) su presupuesto aprobado (Ver Gráfica 17).
Fuente: Elaboración propia con información de la Base de datos trimestral de Transparencia Presupuestaria de la SHCP. Cifras en millones de pesos de 2019, INPC promedio mensual anual.
A pesar de que observamos austeridad en la mayoría de rubros de gasto, encontramos que el esfuerzo fue dispar entre distintos ejecutores en su gasto de operación. Al tercer trimestre del año fueron cuatro los ejecutores que han gastado por arriba de su presupuesto aprobado a dicho mes. Fueron la CFE (40 mmdp), Bienestar (3 mmdp), Relaciones Exteriores (1 mmdp) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (1 mmdp) (Gasto de los capítulos 1000,2000,3000,5000. Aproximación del gasto operativo total de dichos Ramos presupuestarios)
Por el contrario, el IMSS (-21 mmdp), ISSSTE (-11 mmdp), el Poder Judicial (-8 mmdp) y Pemex (-4 mmdp) fueron los que más subejercicio acumularon al tercer trimestre del año.
Las cifras que se han presentado al tercer trimestre son reflejo de un Presupuesto que tuvo la intención de poner un freno al gasto operativo, de nómina y a las prestaciones a servidores públicos. En los datos reportados vemos que algunas secretarías han hecho un esfuerzo notable; sin embargo, gran parte de los montos derivados de dicho esfuerzo se están transfiriendo a la operación de CFE y Pemex. (Ver Gráfica 18)
INGRESOS
Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayó 2.7%, sin considerar la utilización de una parte del FEIP (48 mmdp) y la transferencia a Pemex por 97 mmdp. Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (-0.6% y -2.6%, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1).
Los ingresos tributarios sí aumentaron (2.4%), a causa del crecimiento que tuvo la recaudación del impuesto a las gasolinas (64%). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de los ingresos petroleros (-18%), sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal.
Los ingresos por IVA han acumulado una caída de 6% (-47 mmdp). También continúan rezagados los de ISR y los petroleros, con disminuciones de 2.5% (-33 mmdp) y 33%[2] (-256 mmdp), respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS en gasolinas van 13% por arriba del calendario (24.9 mmdp).
Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4% por debajo de lo aprobado (-157 mmdp[3]), sin considerar lo compensado con los recursos del FEIP[4] y las transferencias a Pemex. Si lo consideramos, la caída es de 0.3%.
Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 117% (109 mmdp) con respecto a lo aprobado para el mes de septiembre.
La SHCP ha modificado de manera semanal y diferenciada el impuesto federal a las gasolinas y diésel (IEPS federal). Este impuesto ha sido superior al observado en 2018 y con ello su recaudación (que sube un 64% real). El estímulo fiscal se ha aplicado de manera distinta entre gasolinas y diésel, así como para la zona fronteriza norte y a los sectores agrícolas y pesqueros. Esto ha generado un efecto en la recaudación federal y en los incentivos generados para consumidores y productores, que no pueden beneficiarse de la caída en precios de energéticos, ajustarse a incrementos o sustituir estos combustibles por otras fuentes de energía. (Ver Gráfica 14 y 15).
GASTOS
Como consecuencia de todo lo anterior, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó 2%. Sin embargo, las transferencias financieras a Pemex se reportaron como un mayor gasto, cuando éstas fueron transferencias. En todo caso, incrementaron el gasto programable reportado. (Ver Gráfica 2).
El gasto programable del SP exhibe una caída de 2.1% con respecto al año anterior (-84 mmdp), y el no programable una de 1.7% (-20 mmdp). Por su parte, en el GF el gasto programable cayó 2% (-45 mmdp) y el gasto no programable, 1% (-10 mmdp).
Si guiamos nuestro análisis por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos[5] (una caída de 17% o -14 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 0.8% (-7 mmdp); en las obligaciones de pago el recorte fue menor: 1.5% (-34 mmdp).
La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 64% en el gasto de la Secretaría de Comunicación y Transportes (-76 mmdp), 50% en Ramo 23 (-74 mmdp), 80% en el gasto de las ADEFAS[6] (-52 mmdp), 9% en la Secretaría de Educación (-22 mmdp), 5% en Pemex (-19 mmdp) y 25% en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (-16 mmdp).
La inversión física pública del SP, sin Pemex, cayó 22% (-73 mmdp), mientras que la inversión física se redujo 14% (-70 mmdp). (ver Gráfica 3)
El valor de la construcción pública continúa en niveles bajos, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras. En lo que va del año no se ha observado una recuperación del valor de la construcción pública. Esta situación se presentó de manera similar en el primer año de la administración anterior; sin embargo, en esta ocasión se encuentra en niveles mínimos, no vistos desde la crisis de 2009. (Ver Gráfica 11 y Gráfica 12).
Los ejecutores que más gastaron con respecto al año anterior son Energía (2,322% o 122 mmdp), las Aportaciones a Seguridad social (7% ó 37 mmdp), IMSS (7% o 34 mmdp), Bienestar (42% o 34 mmdp), los intereses de la deuda (9% o 25 mmdp), Participaciones federales (2% o 14 mmdp) y Aportaciones (2% ó 12 mmdp).
Con respecto a lo aprobado para 2019, el gasto del SP se encuentra 3.6% o 154.6 mmdp por debajo, de enero a septiembre. El subtotal del subejercicio sumó 319 mmdp, el cual fue compensado con un mayor gasto al aprobado por 153 mmdp, principalmente por las transferencias a Pemex (106 mmdp), gasto de la CFE y subsidios de la Secretaría del Bienestar.
Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-septiembre) fueron: Pemex (13% o -57 mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -30 mmdp), IMSS (4% o -21 mmdp), Educación Pública (9% o -24 mmdp), Ramo 23 (22% o -20 mmdp), Participaciones (3% o -24mmdp). (Ver Gráfica 5)
Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo calendarizado en lo que va del año (enero-septiembre) son: Energía (625% o 109mmdp), CFE (9.6% o 32.8mmdp), Bienestar (6% o 6.8mmdp), Economía (46% o 2.7mmdp), Función Pública (20% o 186mdp) y la CNH (105% o 153mdp). (Ver Gráfica 4)
El gasto en salud enlaza ocho meses seguidos de subejercicios. A septiembre, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 47 mmdp (-5%), en comparación con lo aprobado para el mes de septiembre.
BALANCE
El SP tuvo un balance negativo. Su déficit fue de 160 mmdp. El superávit del IMSS (88 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (50 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del Gobierno federal (GF) fue de 280 mmdp, un deterioro respecto al mes anterior. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-34 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 6)
Sin embargo, el balance primario[7] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por subejercicio en el gasto en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 6% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 9)
El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) aumentó 1.3% en comparación con septiembre del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP sea de 11 billones 245 mmdp, cifra superior en 552 mmdp a lo reportado en septiembre. (Ver Gráfica 10)
De los principales programas presupuestarios, observamos lo siguiente;
Un mayor gasto de 27 mmdp en el Programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.
Un mayor gasto de 3 mmdp en Apoyos a centros y organizaciones de educación[8].
Un mayor gasto de 1 mmdp en el Programa Pensión para Personas con discapacidad permanente.
Un mayor gasto de 1 mmdp en Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez.
Un mayor gasto de 1 mmdp en subsidios para organismos descentralizados estatales[9].
Un subejercicio de 14 mmdp en Jóvenes Construyendo el Futuro-Secretaría de Trabajo y Previsión Social
Un subejercicio de 7 mmdp en Prospera-Programa de Inclusión social en Bienestar.
Un subejercicio de 665mdp en “Investigar y perseguir los delitos del orden federal” de la PGR.
Un subejercicio de 2 mmdp en Seguro Popular–en Salud.
Un subejercicio de 15 mmdp en Prospera–Programa de Inclusión social en Educación.
Un subejercicio de 2 mmdp en Servicios de Educación Superior y Posgrado en Educación.
Un subejercicio de 2 mmdp en Construcción y Modernización de carreteras en Comunicaciones y Transportes
Un subejercicio de 4 mmdp en Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores en Bienestar.
Un subejercicio de 1 mmdp en Producción para el Bienestar en SADER.
Un subejercicio de 2.9 mmdp en Crédito Ganadero a la Palabra en SADER.
Un subejercicio de 1.2 mmdp en Programa de Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Y sobre el gasto federalizado, observamos:
El gasto federalizado cae 3.9% respecto al año previo (-28 mmpd). Eso fue ocasionado por la disminución en los convenios de descentralización y reasignación (-18.8mmdp) y en las transferencias del Ramo 23 (-69 mmdp).
El gasto federalizado disminuyó 2.1% (-30 mmdp) con respecto a los planes de gasto del PEF 2019. Esto fue resultado de una menor recaudación de ISR (-1.7%), IVA (-0.4%) e ingresos petroleros (-15.3%). Provocó una disminución de 3.3% (-88,654 mpd) en la recaudación federal participable.
Las aportaciones y participaciones federales van 3.1% por debajo (-39 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado. También caen las transferencias al Seguro popular (-2.8% ó -1.6 mmdp). Pero los convenios con entidades federativas aumentan 9.4% (8.3 mmdp).
[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.
[2] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.141 mmdp.
[4] Se consideró que a la fecha se han compensado ingresos por 73.8mmdp que son los ingresos excedentes por ingresos por Aprovechamientos al mes de agosto, ya que no se reportó a la cantidad específica de retiro del FEIP.
[5] Los Ramos autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, por ejemplo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el INE, entre otros. Los Ramos administrativos, son en su mayoría secretarías de Estado. Y los Ramos generales son aquellos cuyo papel no está definido en una sola regulación, sino en distintas leyes. No dependen de un organismo concreto y son erogaciones que la SHCP asigna para cumplir obligaciones de pago en nombre del GF.
[7] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.