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Autor: México Evalúa

#PaqueteEconómico2020: ¿una oportunidad perdida?

Las sobrestimaciones de ingresos venían desde septiembre… Mariana Campos, coordinadora del programa de Gasto Público de México Evalúa, señaló en su momento con Susana Sáenz (desde la presentación del Paquete Económico) el problema de fondo del presupuesto: el Gobierno quiere lograr el doble invirtiendo la mitad.

Malas noticias en la composición del gasto público

Las malas noticias en materia de gasto se dieron en prácticamente todo 2019, pero no de manera homogénea en todos los sectores. Alejandro García, investigador del programa de Gasto público de México Evalúa, señala en entrevista con Héctor Jiménez Landín cuáles son sus principales preocupaciones, con los Números de Erario en la mano.

Los Números de Erario: septiembre 2019

Disciplina financiera, hasta las últimas consecuencias…

Al tercer trimestre de 2019, la disciplina que observan las finanzas públicas se mantiene férrea. Es decir, el subejercicio en varios rubros del gasto público fue parcialmente compensado por el sobrejercicio en el sector de los hidrocarburos, ocasionado particularmente por las transferencias a Pemex que no fueron presupuestadas. Tal disciplina es destacable si consideramos el escenario en el que se da, caracterizado por el debilitamiento de los ingresos públicos observado a lo largo del año y el aumento del costo financiero en relación con el año anterior, así como los gastos no presupuestados.

La debilidad se observa en los ingresos más relevantes del Gobierno; en la recaudación de IVA e ISR y en los ingresos petroleros. La recaudación del impuesto a las gasolinas está compensando sólo parcialmente esta debilidad. El nulo crecimiento económico y los ingresos de Pemex contribuyen en gran medida al resultado. Al mismo tiempo, se están transfiriendo más recursos a Pemex (97 mmdp: miles de millones de pesos) para solventar su posición, lo que presiona los recursos disponibles para el gasto público. Estos recursos son adicionales a lo ya transferido (55 mmdp) y disminuido de su carga fiscal.

Hacienda bajó aún más la expectativa de ingresos públicos para 2019. Espera tener un faltante de 184.8 mmdp, equivalente a 0.8% del PIB. Lo anterior implica que en 2019 tendrá que utilizar más recursos (149 mmdp en total) del Fondo de ahorro (FEIP) de lo que originalmente informó en agosto pasado.

Se sigue observando un menor gasto en salud e inversión, sectores esenciales para el bienestar de la población y el crecimiento económico. La inversión física del Sector Público, si no contamos la realizada en Pemex, cayó 22%. Los recortes a la inversión impactan en funciones de desarrollo y protección social, ciencia, tecnología e innovación.

Nuestra inquietud principal

Ante un entorno de bajo crecimiento económico y con menores ingresos por recaudación, se reduce la inversión física pública y se destinan más a Pemex, a costa de sectores prioritarios. Hacen falta instrumentos específicos para que la inversión pública se despolitice y se tengan diagnósticos claros para que se traduzcan en mayor valor para los mexicanos. El Presupuesto de 2020 que está por aprobarse debe mandar señales contundentes para cambiar esta situación, que bien puede agravarse.

Análisis dato a dato

¡Actualización!
Con la nueva información publicada por la Secretaría de Hacienda, Erario hizo un análisis más profundo en torno a la inversión pública: en qué se está gastando y quién hace un menor o mayor esfuerzo de austeridad.

LA INVERSIÓN FÍSICA VA CON UN FUERTE RETRASO

El gasto en inversión física pública va 17% (-83.8 mil millones de pesos) por debajo del presupuesto aprobado a septiembre de 2019. Los principales ejecutores que se están rezagando respecto al calendario del gasto aprobado son:

  • IMSS: 89% (-8 mmdp)
  • Turismo: 89% (-3 mmdp)
  • Medio Ambiente y Recursos Naturales: 70% (-6 mmdp)
  • Defensa Nacional: 30% (-6 mmdp)
  • Comunicaciones y Transportes: 28% (-11 mmdp)
  • Pemex: 22% (-45 mil millones de pesos)
  • CFE: 15% (-4 mmdp)

Cinco programas presupuestarios acumularon el 80% (-60 mmdp) de este subejercicio en inversión física presupuestaria. Entre éstos están proyectos de Pemex: provisiones para infraestructura aeroportuaria: programa de adquisiciones del IMSS; infraestructura de agua potable, alcantarillado y saneamiento, y proyectos de infraestructura social de asistencia y seguridad social. Con excepción de los proyectos de infraestructura de Pemex, estos programas también presentaron un menor gasto respecto al año anterior, como se aprecia en la siguiente tabla:

Fuente: Elaboración propia con información de la Base de datos trimestral de Transparencia Presupuestaria de la SHCP, gasto en inversión según el Manual de presupuestación de la SHCP. Cifras en millones de pesos de 2019, INPC promedio mensual anual.

Nos preocupa que este gasto disminuido con respecto a lo planeado y también al año anterior tenga implicaciones en el crecimiento económico y en las provisiones de servicios públicos de salud y agua, servicios básicos para la población.

Austeridad del Sector Público: ¿en qué?

Al tercer trimestre observamos un menor gasto respecto al calendario en la gran mayoría de rubros de gasto. Sin embargo, el más afectado respecto al calendario fue el cajón de servicios personales: 11% (-66 mil millones de pesos), seguido por el gasto en obra pública: 22% (-59 mil millones de pesos. En contraste, las transferencias a Pemex (inversiones financieras) superaron en 702% (111 mil millones de pesos) su presupuesto aprobado (Ver Gráfica 17).

Fuente: Elaboración propia con información de la Base de datos trimestral de Transparencia Presupuestaria de la SHCP. Cifras en millones de pesos de 2019, INPC promedio mensual anual.

A pesar de que observamos austeridad en la mayoría de rubros de gasto, encontramos que el esfuerzo fue dispar entre distintos ejecutores en su gasto de operación. Al tercer trimestre del año fueron cuatro los ejecutores que han gastado por arriba de su presupuesto aprobado a dicho mes. Fueron la CFE (40 mmdp), Bienestar (3 mmdp), Relaciones Exteriores (1 mmdp) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (1 mmdp) (Gasto de los capítulos 1000,2000,3000,5000. Aproximación del gasto operativo total de dichos Ramos presupuestarios)

Por el contrario, el IMSS (-21 mmdp), ISSSTE (-11 mmdp), el Poder Judicial (-8 mmdp) y Pemex (-4 mmdp) fueron los que más subejercicio acumularon al tercer trimestre del año.

Las cifras que se han presentado al tercer trimestre son reflejo de un Presupuesto que tuvo la intención de poner un freno al gasto operativo, de nómina y a las prestaciones a servidores públicos. En los datos reportados vemos que algunas secretarías han hecho un esfuerzo notable; sin embargo, gran parte de los montos derivados de dicho esfuerzo se están transfiriendo a la operación de CFE y Pemex. (Ver Gráfica 18)

INGRESOS

  • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayó 2.7%, sin considerar la utilización de una parte del FEIP (48 mmdp) y la transferencia a Pemex por 97 mmdp. Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (-0.6% y -2.6%, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1).
  • Los ingresos tributarios sí aumentaron (2.4%), a causa del crecimiento que tuvo la recaudación del impuesto a las gasolinas (64%). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de los ingresos petroleros (-18%), sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal.
  • Los ingresos por IVA han acumulado una caída de 6% (-47 mmdp). También continúan rezagados los de ISR y los petroleros, con disminuciones de 2.5% (-33 mmdp) y 33%[2] (-256 mmdp), respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS en gasolinas van 13% por arriba del calendario (24.9 mmdp).
  • Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4% por debajo de lo aprobado (-157 mmdp[3]), sin considerar lo compensado con los recursos del FEIP[4] y las transferencias a Pemex. Si lo consideramos, la caída es de 0.3%.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 117% (109 mmdp) con respecto a lo aprobado para el mes de septiembre.
  • La SHCP ha modificado de manera semanal y diferenciada el impuesto federal a las gasolinas y diésel (IEPS federal). Este impuesto ha sido superior al observado en 2018 y con ello su recaudación (que sube un 64% real). El estímulo fiscal se ha aplicado de manera distinta entre gasolinas y diésel, así como para la zona fronteriza norte y a los sectores agrícolas y pesqueros. Esto ha generado un efecto en la recaudación federal y en los incentivos generados para consumidores y productores, que no pueden beneficiarse de la caída en precios de energéticos, ajustarse a incrementos o sustituir estos combustibles por otras fuentes de energía. (Ver Gráfica 14 y 15).

 GASTOS

  • Como consecuencia de todo lo anterior, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó 2%. Sin embargo, las transferencias financieras a Pemex se reportaron como un mayor gasto, cuando éstas fueron transferencias. En todo caso, incrementaron el gasto programable reportado. (Ver Gráfica 2).
  • El gasto programable del SP exhibe una caída de 2.1% con respecto al año anterior (-84 mmdp), y el no programable una de 1.7% (-20 mmdp). Por su parte, en el GF el gasto programable cayó 2% (-45 mmdp) y el gasto no programable, 1% (-10 mmdp).
  • Si guiamos nuestro análisis por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos[5] (una caída de 17% o -14 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 0.8% (-7 mmdp); en las obligaciones de pago el recorte fue menor: 1.5% (-34 mmdp).
  • La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 64% en el gasto de la Secretaría de Comunicación y Transportes (-76 mmdp), 50% en Ramo 23 (-74 mmdp), 80% en el gasto de las ADEFAS[6] (-52 mmdp), 9% en la Secretaría de Educación (-22 mmdp), 5% en Pemex (-19 mmdp) y 25% en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (-16 mmdp).
  • La inversión física pública del SP, sin Pemex, cayó 22% (-73 mmdp), mientras que la inversión física se redujo 14% (-70 mmdp). (ver Gráfica 3)
  • El valor de la construcción pública continúa en niveles bajos, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras. En lo que va del año no se ha observado una recuperación del valor de la construcción pública. Esta situación se presentó de manera similar en el primer año de la administración anterior; sin embargo, en esta ocasión se encuentra en niveles mínimos, no vistos desde la crisis de 2009. (Ver Gráfica 11 y Gráfica 12).
  • Los ejecutores que más gastaron con respecto al año anterior son Energía (2,322% o 122 mmdp), las Aportaciones a Seguridad social (7% ó 37 mmdp), IMSS (7% o 34 mmdp), Bienestar (42% o 34 mmdp), los intereses de la deuda (9% o 25 mmdp), Participaciones federales (2% o 14 mmdp) y Aportaciones (2% ó 12 mmdp).
  • Con respecto a lo aprobado para 2019, el gasto del SP se encuentra 3.6% o 154.6 mmdp por debajo, de enero a septiembre. El subtotal del subejercicio sumó 319 mmdp, el cual fue compensado con un mayor gasto al aprobado por 153 mmdp, principalmente por las transferencias a Pemex (106 mmdp), gasto de la CFE y subsidios de la Secretaría del Bienestar.
  • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-septiembre) fueron: Pemex (13% o -57 mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -30 mmdp), IMSS (4% o -21 mmdp), Educación Pública (9% o -24 mmdp), Ramo 23 (22% o -20 mmdp), Participaciones (3% o -24mmdp). (Ver Gráfica 5)
  • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo calendarizado en lo que va del año (enero-septiembre) son: Energía (625% o 109mmdp), CFE (9.6% o 32.8mmdp), Bienestar (6% o 6.8mmdp), Economía (46% o 2.7mmdp), Función Pública (20% o 186mdp) y la CNH (105% o 153mdp). (Ver Gráfica 4)
  • El gasto en salud enlaza ocho meses seguidos de subejercicios. A septiembre, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 47 mmdp (-5%), en comparación con lo aprobado para el mes de septiembre.

BALANCE

    • El SP tuvo un balance negativo. Su déficit fue de 160 mmdp. El superávit del IMSS (88 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (50 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del Gobierno federal (GF) fue de 280 mmdp, un deterioro respecto al mes anterior. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-34 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 6)
    • Sin embargo, el balance primario[7] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por subejercicio en el gasto en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 6% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 9)
    • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) aumentó 1.3% en comparación con septiembre del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP sea de 11 billones 245 mmdp, cifra superior en 552 mmdp a lo reportado en septiembre. (Ver Gráfica 10)

De los principales programas presupuestarios, observamos lo siguiente;

    • Un mayor gasto de 27 mmdp en el Programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores.
    • Un mayor gasto de 3 mmdp en Apoyos a centros y organizaciones de educación[8].
    • Un mayor gasto de 1 mmdp en el Programa Pensión para Personas con discapacidad permanente.
    • Un mayor gasto de 1 mmdp en Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez.
    • Un mayor gasto de 1 mmdp en subsidios para organismos descentralizados estatales[9].
    • Un subejercicio de 14 mmdp en Jóvenes Construyendo el Futuro-Secretaría de Trabajo y Previsión Social
    • Un subejercicio de 7 mmdp en Prospera-Programa de Inclusión social en Bienestar.
    • Un subejercicio de 665mdp en “Investigar y perseguir los delitos del orden federal” de la PGR.
      • Un subejercicio de 2 mmdp en Seguro Popular–en Salud.
    • Un subejercicio de 15 mmdp en Prospera–Programa de Inclusión social en Educación.
    • Un subejercicio de 2 mmdp en Servicios de Educación Superior y Posgrado en Educación.
    • Un subejercicio de 2 mmdp en Construcción y Modernización de carreteras en Comunicaciones y Transportes
    • Un subejercicio de 4 mmdp en Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores en Bienestar.
    • Un subejercicio de 1 mmdp en Producción para el Bienestar en SADER.
      • Un subejercicio de 2.9 mmdp en Crédito Ganadero a la Palabra en SADER.
    • Un subejercicio de 1.2 mmdp en Programa de Acciones Complementarias para Mejorar las Sanidades en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Y sobre el gasto federalizado, observamos:

    • El gasto federalizado cae 3.9% respecto al año previo (-28 mmpd). Eso fue ocasionado por la disminución en los convenios de descentralización y reasignación (-18.8mmdp) y en las transferencias del Ramo 23 (-69 mmdp).
      • El gasto federalizado disminuyó 2.1% (-30 mmdp) con respecto a los planes de gasto del PEF 2019. Esto fue resultado de una menor recaudación de ISR (-1.7%), IVA (-0.4%) e ingresos petroleros (-15.3%). Provocó una disminución de 3.3% (-88,654 mpd) en la recaudación federal participable.
    • Las aportaciones y participaciones federales van 3.1% por debajo (-39 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado. También caen las transferencias al Seguro popular (-2.8% ó -1.6 mmdp). Pero los convenios con entidades federativas aumentan 9.4% (8.3 mmdp).

[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.
[2] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.141 mmdp.
[3] Miles de millones de pesos.
[4] Se consideró que a la fecha se han compensado ingresos por 73.8mmdp que son los ingresos excedentes por ingresos por Aprovechamientos al mes de agosto, ya que no se reportó a la cantidad específica de retiro del FEIP.
[5] Los Ramos autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, por ejemplo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el INE, entre otros. Los Ramos administrativos, son en su mayoría secretarías de Estado. Y los Ramos generales son aquellos cuyo papel no está definido en una sola regulación, sino en distintas leyes. No dependen de un organismo concreto y son erogaciones que la SHCP asigna para cumplir obligaciones de pago en nombre del GF.
[6] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores
[7] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.
[8] Programa de transferencia y apoyos a instituciones de educación media superior y superior. Programa bastante cuestionado por su mal diseño. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/37843/Informe_Final.pdf.
[9] Programa de transferencia y apoyos a universidades estatales.

¿Por qué se alebrestan los gobiernos locales?

Mariana Campos (@mariana_c_v) y Xhail Balam (@XhailBL)

Los gobiernos de las entidades federativas y municipios están desdibujados en el Paquete Económico 2020. Para el próximo año se propone una disminución en las transferencias de la Federación a estos gobiernos subnacionales.

La previsión de recortes al gasto federalizado y a los fondos que reciben los estados y municipios ya ocasionaron en los últimos días protestas por parte de alcaldes de diversas entidades. A esto se suma la reducción de las transferencias vía Ramo 23, que ha desnudado por completo al Sistema de Coordinación Fiscal, y lo ha mostrado en toda su disfuncionalidad y obsolescencia, disfrazadas a punta de transferencia durante casi una década.

El problema es estructural y complejo. Aquí te explicamos 10 puntos clave para ayudarte a entender lo que posiblemente esté motivando el descontento:

1. BOLSA DISMINUIDA

Se espera que en 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) [1] , el universo o bolsa total a partir de la cual los gobiernos reciben sus transferencias, caiga 0.52% o 17,896 mdp[2] en relación con el año anterior. La Ley de Coordinación Fiscal (LCF) mandata que el gasto federalizado[3], en el que se incluyen las participaciones y aportaciones, se financie con la RFP. La última caída de la RFP se registró en 2015; fue de 1% (-37,661 mdp).

2. EL RIESGO DE LOS INGRESOS SOBRESTIMADOS

También se propone que el gasto federalizado[4] sea menor en 0.51% al aprobado (-10,008 mdp) en relación con 2019. Este gasto ha disminuido en tres de los últimos cuatro presupuestos. Además, la cantidad efectivamente asignada a los gobiernos locales en 2020 podría ser menor a lo aprobado; hay una aparente sobrestimación de los ingresos públicos del próximo año, especialmente en los petroleros[5]. Esto hace probable que observemos menores ingresos a los presupuestados. No sería una sorpresa, sino todo lo contrario: replicaría a lo que hemos observado a lo largo de 2019.

3. A LAS ENTIDADES SE LES ESTÁ ‘DEVOLVIENDO’ MENOS

El gasto federalizado ha dejado de tener peso en la RFP en los últimos años, después de varios años en los que se le dio mayor prioridad. Para 2020 se propone que el gasto federalizado represente 58.2% de la RFP, la misma proporción que en el presupuesto aprobado en 2019. Pero es importante destacar que esta proporción ha venido disminuyendo de manera importante en los últimos años. En 2015 alcanzó el mayor peso, 69%.

A pesar de que se propone que la proporción del gasto federalizado con respecto a la recaudación federal participable en 2020 sea similar a la aprobada para 2019, no olvidemos que el gasto federalizado es menor al año anterior.

4. UNA PROVISIÓN DE SERVICIOS COMPROMETIDA

Se propone que el total de participaciones y aportaciones disminuya 0.6% (-10,179 mdp) en relación al PEF 2019. El último año en el que se registró otra caída en la suma de estas importantes transferencias fue en 2009, durante la crisis macroeconómica mundial. Éstas se redujeron en 104,849 mdp (-8%) y todos los estados del país resultaron afectados.

En lo que se refiere sólo a las participaciones, en 2020 se plantea una reducción de 0.9% (-8,660 mdp); no se había registrado una disminución desde 2012 (fue de 0.31% o -2,031 mdp), que terminó afectando a 14 entidades federativas. Dicha reducción se asocia, de nuevo, con el magro crecimiento de 0.3% en la RFP.

Las aportaciones también disminuirán 0.2% (-1,519 mdp) en 2020. La última vez que se redujeron fue en 2017 (un 1.0% o -7,534 mdp).

En suma, se estima que en 2020 27 estados recibirán menos recursos a través de participaciones y aportaciones federales. Llama la atención que, a pesar de que el monto de disminución de las transferencias en 2020 es menor que el del año previo (1% o -10,179 mdp) el número de entidades que recibirán menos recursos será similar a 2009, en un contexto en donde la economía se desaceleraba por la crisis mundial.

Siguiendo con las participaciones, la disminución de los recursos de libre disposición se reflejará en 26 estados. Las excepciones son Quintana Roo, Puebla, Nuevo León, Oaxaca, Aguascalientes y Guanajuato. CDMX recibirá 1,406 mdp menos con respecto a lo aprobado en el PEF 2019.

Las aportaciones se reducirán en 27 entidades federativas, lo cual afectará la provisión de servicios en sectores esenciales para la población: salud, educación, seguridad, entre otros. En suma, sólo Quintana Roo, Nuevo León y Aguascalientes recibirán más recursos vía participaciones y aportaciones.

Recordemos: con las participaciones y aportaciones se financia la provisión de servicios públicos a nivel local. Menos recursos para los gobiernos locales podrían implicar que los servicios y bienes públicos que reciben los ciudadanos no sean adecuados, eficientes y de calidad. Las aportaciones se distinguen por ser transferencias etiquetadas con un objetivo y uso específico, como salud, educación, seguridad pública, entre otros. Y las participaciones son transferencias no etiquetadas, es decir, recursos de uso libre. En varios gobiernos locales se encuentran comprometidas para el pago de la deuda.

5. LA INDEPENDENCIA FISCAL, SÓLO UNA ASPIRACIÓN

Las aportaciones y participaciones son la fuente principal de recursos para la mayoría de estados, municipios y alcaldías de Ciudad de México. En 2018, a nivel estatal, las transferencias federales en promedio representaron 89% de los ingresos totales estatales, mientras que los ingresos propios[6] representaron sólo el 11%. Por encima de este promedio se encontraron sólo nueve estados: Aguascalientes, Coahuila, Chihuahua, CDMX, Guanajuato, México, Nuevo León, Querétaro y Quintana Roo. La mayoría de los estados con mayor independencia fiscal están gobernados por la oposición; sólo CDMX está gobernada por Morena.

Por el lado de los gobiernos municipales, las aportaciones y participaciones federales y estatales constituyeron el 91% de los ingresos municipales[7], mientras que los municipios sólo recaudaron el 9% del total de sus ingresos. Los municipios con ingresos propios por debajo del promedio se localizan principalmente en los estados del sur: Oaxaca, Veracruz, Yucatán, Michoacán y Guerrero. Algunos municipios de Quintana Roo y Colima registraron esfuerzos recaudatorios para incrementar los ingresos propios en un punto porcentual.

6. FORTAMUN, FORTASEG, FAIS Y OTROS FONDOS, DE CAPA CAÍDA

Se proponen disminuciones en los fondos municipales que se reparten a través de las participaciones, aportaciones federales y en un fondo de seguridad.

Estos son los fondos de las aportaciones distribuidos a municipios:

  • Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUN)[8], que tiene un recorte de 0.5% (-459 mdp) en el PPEF 2020, con respecto a lo aprobado en 2019. Los recursos del FORTAMUN los utiliza el municipio para el pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua, mantenimiento de infraestructura, seguridad pública del municipio y descargas de aguas residuales, entre otros. Sólo Quintana Roo y Baja California Sur aumentarán en 2020 los recursos por parte del FORTAMUN, 0.6% y 0.7% respectivamente. Los estados más afectados por los recortes son: Veracruz (0.8% o -46 mdp), México (0.5% o -38 mdp) y la CDMX (0.3% o -37 mdp).

  • El Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) tiene dos componentes: el FAIS estatal y el FAIS municipal. El total del FAIS tendrá un recorte en 2020 de 453 mpd (-0.5%). En lo que se refiere al componente municipal, se reducirá 398 mdp (-0.5%). El objetivo del fondo es entregar recursos a localidades con rezago social alto o muy alto, localizadas dentro de las Zonas de Atención Prioritaria que determina la Secretaría de Bienestar. Los recursos de destinan a agua potable, electrificación rural y de colonias pobres, infraestructura en salud y otros rubros definidos en los lineamientos del fondo. En 2020, los recortes no alcanzarán a todas las entidades, sólo a 23. Los mayores recortes se observan en Chiapas (-131 mdp), Puebla (-65 mdp), Guerrero (-48 mdp) y Oaxaca (-39 mdp). En tres de los estados con recortes mayores a 30 mdp la población en situación de pobreza extrema[9] representa un alto porcentaje de la población estatal.

  • El Fondo de Fomento Municipal se integra dentro de las participaciones. Se integra con el 1% de la RFP y corresponde a recursos de libre disposición. Se prevé en 2020 un recorte de 179 mdp (-0.5%), lo que ocasionará que 23 estados tengan disminuciones en el presupuesto. Los más afectados son la CDMX (-147 mdp), Jalisco (-144 mdp), Morelos (-63 mdp) y Zacatecas (-61 mdp). En contraste, Nuevo León (274 mdp), Estado de México (152 mdp) y Guerrero (89 mdp) tendrán un aumento mayor a 50 mdp.

  • El Subsidio para el Fortalecimiento del Desempeño en materia de Seguridad Pública (FORTASEG)[10] no se otorga como parte del SCF, pero se distribuye a través convenios por la Secretaría de Seguridad y Protección a municipios y a algunos estados que ejercen la función de seguridad pública. El objetivo del fondo es fortalecer los temas de seguridad, apoyando la profesionalización, certificación y equipamiento de elementos policiales; el equipo tecnológico y la infraestructura de las instituciones de seguridad pública. Su presupuesto varía con el tiempo, pero a partir de 2016 se reduce de manera constante. En 2020 el presupuesto se reducirá 27.8% (-1,009 mdp): será el más bajo en los últimos ocho años. En el PPEF 2020 se clasifica como un programa de “otros subsidios” o ‘U’[11], y no cuenta con la distribución geográfica. Por tanto, no es posible identificar los estados y municipios con mayores recortes.

7. #SONLOSINCENTIVOS (O LA FALTA DE ELLOS)

Los estados y municipios no tienen opciones en el corto plazo para recibir más recursos de la Federación, pues el sistema de coordinación fiscal NO asigna recursos a partir de criterios relacionados con desempeño o el esfuerzo y el logro de resultados. La evidencia señala que los recursos de las participaciones se asignan inercialmente; sobre todo con base en el número población estatal y otros criterios igual de inerciales relacionados con la ubicación geográfica; si se ubica en el litoral, en la frontera norte, o cuenta con petróleo. El 72% de las participaciones se reparte a través del Fondo General de Participaciones (FGP) y equivalen al 2.6% del PIB en 2018.

A pesar de las reformas realizadas a las fórmulas de distribución del Fondo General de Participaciones (FGP) en 2007, con el fin de incentivar el crecimiento económico y la recaudación local, ésta no fue útil por deficiencias en las nuevas fórmulas propuestas.

8. EL VACÍO DEJADO POR EL RAMO 23

Están casi extintas las transferencias de los fondos del Ramo 23, las cuales fueron útiles para sobrellevar las deficiencias del sistema de coordinación fiscal. Las transferencias mediante fondos del Ramo 23 llegaron a representar el 9% del gasto federalizado en 2014 y 2015, a pesar de su precaria gobernanza, excesiva discrecionalidad y considerable daño que provocaron al erario. Lamentablemente, en lugar de darles a dichas tranferencias un buen propósito, un diseño y regulación apropiada, fueron prácticamente eliminadas. Para 2020 se prevé que el 48% del gasto federalizado se distribuya a través de las participaciones; 41% con aportaciones; 1% mediante el Ramo 23; otro 6% a través de convenios y 4% a través del programa que sustituirá al Seguro Popular. En 2018 se distribuyó 44%, 38%, 6%, 8% y 4%, respectivamente.

9. LA DIMENSIÓN DESCONOCIDA

Una incertidumbre más en el PPEF 2020 se relaciona con los 477 mdp de los programas federales cuyo destino geográfico de ejecución se desconoce. Es decir, es complicado saber si estos recursos llegarán a la población objetivo, si contribuirán a su bienestar y en qué entidades federativas se gastarán.

De los 447 mdp, 205 mdp corresponden a programas de subsidios (S[12]) y 272 mpd a programas de “otros subsidios” (U[13]), clasificados en Ciudad de México o sin distribución geográfica. El gasto se clasifica de esta manera para no identificar claramente en dónde se gastarán los recursos públicos.  

Si bien, Ciudad de México concentra parte importante de la actividad económica y de la población del país, los recursos asignados a esta entidad no corresponden con el gasto histórico ejercido. Gran parte de los recursos asignados terminarán gastándose en otro lado y, una vez gastados, se reportará su distribución. 

Esta deficiencia de información, además de propiciar falta de transparencia, dificulta la  corresponsabilidad del Gobierno federal con el Congreso y los gobiernos locales. También evidencia la falta de planeación compartida entre la administración pública federal y local para cumplir con los planes de gasto y con los objetivos de los recursos públicos designados en el PPEF 2020.

10. COORDINACIÓN SIN REGLAS

Las Reglas de Operación (ROP) en programas federales, además de favorecer la rendición de cuentas y el trato justo, equitativo y no discriminatorio a los beneficiarios, permite que exista una coordinación entre el gobierno federal y los gobiernos locales para cumplir los objetivos de política pública. Inquieta que, además de reducirse el presupuesto en transferencias federales a estados y municipios, el presupuesto en programas de otros subsidios sin ROP se incremente en el PPEF 2020. 

Este hecho no cumple con lo establecido en el Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación, el cual establece los criterios que deben de cumplir las ROP de los programas federales:

 “Se procurará que la ejecución de las acciones correspondientes a los programas federales que por su naturaleza así lo permitan, sea desarrollada por los órdenes de gobierno más cercanos a la población, debiendo reducir al mínimo indispensable los gastos administrativos y de operación del programa respectivo; los gobiernos municipales deberán llevar un registro de beneficiarios y realizar el seguimiento para verificar la efectividad y coadyuvar en la evaluación de las acciones”[14]

“Se deberán tomar en cuenta las características de las diferentes regiones socioeconómicas del país”

Esto implica un obstáculo en el fortalecimiento del federalismo fiscal y en el desarrollo de las capacidades institucionales de las administraciones locales, las cuales se encuentran en contacto directo con la población. De igual manera, la disminución de recursos y la falta de claridad en el gasto de éstos, a través de los programas sin ROP, afectarán a la ciudadanía en general.

* * *

Ante esta perspectiva problemática, vemos esfuerzos desesperados –especialmente por parte de los municipios– para solicitar recursos a la Federación. ¿Ejemplos? Ahí está la propuesta de los alcaldes para compensar la eliminación de los fondos de transferencias y subsidios del Ramo 23 con un Fondo Municipal de Infraestructura; los impuestos a puestos informales de tacos y elotes y hasta la propuesta de un impuesto a autos-chocolate en la Ley de Ingresos de la Federación 2020, la cual se eliminó cuando la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) se turnó al Senado[15].

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, es necesario repensar el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. Debe incluir, efectivamente, al menos cuatro elementos: promoción al crecimiento económico, equidad, vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos al esfuerzo para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas, que tanta falta nos hacen para hacer frente a los principales desafíos de México.

Mientras se logra ese nuevo arreglo, sería idóneo que sí se concedieran desde el Gobierno federal nuevos fondos a los gobiernos locales, PERO superando los vicios anteriores. Además de todas la medidas de transparencia debidas, dichos fondos no podrían otorgarse sin lo siguiente: 1) Reglas de Operación, 2) Incentivos al esfuerzo recaudatorio local, 3) Pago por la construcción de capacidades y obtención de resultados, 4) Consideración del nivel de desarrollo y capacidad inicial y 5) Premiar la coinversión.  

No es una situación de buenos y malos. Hay varios pecados originales en el sistema de coordinación fiscal que contribuyen a nuestro bajo desarrollo y a la falta de capacidades y bajo desempeño en varios gobiernos locales, lo cual debe ser un asunto prioritario para la Federación. Para superar este desafío, de la Federación se espera liderazgo, hoy ausente.

Es necesario el esfuerzo y compromiso en los tres niveles de gobierno; sin ellos NO será posible la tan anunciada y esperada Cuarta Transformación, y lamentablemente los perdedores seremos los ciudadanos.


[1] La recaudación federal participable son los ingresos que percibe la Federación a través de impuestos federales, derechos de minería y parte de los ingresos petroleros. Excluye los conceptos definidos en las fracciones I a X del Art. 2 de la Ley de Coordinación Fiscal, tales como: ingresos petroleros por asignaciones y contratos, ISR de funcionarios públicos de gobiernos subnacionales, el ISAN y otros derechos e impuestos relacionados con la exploración y extracción de hidrocarburos y venta de gasolinas.

[2] Millones de pesos.

[3] El gasto federalizado corresponde a las transferencias de recursos federales a los gobiernos de las entidades federativas y municipios a través de: aportaciones federales, participaciones, subsidios, convenios de descentralización y transferencias a la protección social en salud del Seguro Popular. 

[4] A diferencia del gasto federalizado publicado por la SHCP, en este artículo no se considera como parte del gasto federalizado al Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) ya que los recursos sólo se transfieren para compensar la disminución en las Participaciones.

[5] Para un análisis más detallado revisar https://www.mexicoevalua.org/numerosdeerario/erario-5/

[6] Se consideran como ingresos propios a la suma de aprovechamientos, contribuciones de mejora, derechos, impuestos y productos.

[7] De acuerdo con los datos de la EFIPEM 2018. La información está disponible para 1,710 municipios de 2,457 hasta octubre de 2019.

[8] Se reparte en proporción directa al número de habitantes de cada Estado y posteriormente el 75% de estos recursos se distribuye a los municipios utilizando el mismo criterio y el otro 25% con base a la población flotante.

[9] En Chiapas, Guerrero y Oaxaca el 29.7%. 26.8% y 23.3%, respectivamente, de la población de cada estado se encontraba en situación de pobreza extrema. Con base en la medición de la pobreza de Coneval.

[10] Antes de 2016 se llamaba Subsidio para la Seguridad en los Municipios (SUBSEMUN).

[11] Por su modalidad presupuestaria U: Otros subsidios.

[12] Corresponde a la modalidad presupuestaria: S: sujetos a reglas de operación.

[13] Modalidad presupuestaria U: Otros subsidios.

[14] Artículo X del Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación del ejercicio fiscal 2019.

[15] https://www.elfinanciero.com.mx/economia/senado-eliminara-legalizacion-de-autos-chocolate-en-la-ley-de-ingresos-de-la-federacion-2020

Números de Erario: enero de 2020

Ya empieza a ‘rendir’ la liquidación de ahorros del Seguro Popular

La SHCP reportó que se obtuvieron 540 mmdp de ingresos totales durante enero 2020, los cuales, contablemente hablando, fueron 7.5% (37 mmdp) mayores a los aprobados en la Ley de Ingresos y 17% (80 mmdp) mayores a los observados en enero de 2019.

Sin embargo, recomendamos cautela: es importante interpretar la contabilidad detrás de estos resultados. Si descontamos el efecto que tienen los ingresos no recurrentes –que la SHCP utiliza para compensar la disminución de sus ingresos recurrentes–, en realidad los ingresos totales del Sector Público sólo alcanzaron los 492 mmdp en enero, es decir, 1.9%[1] (-9 mmdp[2]) por debajo de lo aprobado en la LIF[3] 2020 y, sí, 10% por arriba de los observados el año anterior.

Lo anterior se obtiene de eliminar el efecto que ocasionan las transferencias de Sener a Pemex por 7 mmdp –que se registran como ingresos petroleros del Sector Público– y los ingresos excedentes por Aprovechamientos por 40 mmdp, que pueden provenir de la liquidación de ahorros del Fideicomiso del Seguro Popular –ahora Fideicomiso de Salud para el Bienestar (FSB)–, una medida prevista en la reforma a la Ley General de Salud para la creación del INSABI.[4]

Por otro lado, los ingresos que recobraron vigor son las recaudaciones por IVA e IEPS distinto de gasolinas, posiblemente como resultado de las nuevas medidas fiscales aprobadas en la discusión del Presupuesto, en el segundo semestre de 2019. Ojalá se mantenga este vigor durante el año, puesto que el brote de Covid-19 (coronavirus), recién declarado pandemia, representa un riesgo real para la actividad económica.

El IEPS de gasolinas se mantuvo estable; cumplió con la meta establecida en el calendario para enero, pero fue menor al observado en enero de 2019, a pesar de que aumentó el impuesto por litro de gasolina Magna y diésel durante este mes.

Los ingresos petroleros no cumplieron con su meta establecida para enero de 2020, pero sí superaron a los observados en enero de 2019. Les afectó la baja producción petrolera: fue 11% menor en relación con la establecida en los supuestos económicos aprobados para el Presupuesto y Ley de Ingresos de 2020.

Por su parte, en el gasto se observa un subejercicio neto, que afectó en mayor medida al gasto que se había presupuestado para saldar los adeudos de ejercicios fiscales anteriores (con una disminución de 65% o -14 mmdp) y financiar al Instituto Mexicano del Seguro Social (disminución de 9% o -5 mmdp) durante enero 2020. A pesar del subejercicio neto, hay instituciones que gastaron por encima del monto aprobado para enero. Los sobrejercicios se observan en la Secretaría de Energía (4,922% o 8.7 mmdp) y Pemex (15% o 8.6 mmdp).

En relación con el año anterior, la Secretaría de Educación Pública presentó un recorte de 23% (-4 mmdp) y la Secretaría de Salud otro de 58% (-3 mmdp). Los aumentos en relación con el año anterior se observan en la Secretaría del Bienestar (39% o 6.5 mmdp) y en la Secretaría de Energía (146% o 5.2 mmdp).

Una buena noticia es que la inversión física aumentó en relación con enero del año anterior, aunque sigue representando un proporción históricamente baja del gasto corriente.

Análisis del ingreso

¿El gobierno cumplió con su meta de ingreso?

  • Técnicamente, sí. La SHCP reportó que se obtuvieron 540 mmdp de ingresos totales durante enero 2020;: los ingresos fueron 7.5% (37 mmdp) mayores a los aprobados en la Ley de Ingresos.
  • Sin embargo, al desagregarlos por tipo descubrimos que dos ingresos principales, los petroleros (-27 mmdp) y la recaudación de ISR (-3 mmdp), no alcanzaron su meta. Sumaron un monto faltante de más de 30 mmdp.
  • El gobierno compensó esa caída con una mayor recaudación de IVA por 10 mmdp, IEPS distinto de gasolinas y diésel por 15 mmdp, y Aprovechamientos por 39 mmdp.
  • Los ingresos excedentes por Aprovechamientos pueden provenir de liquidar ahorros del Fideicomiso del Seguro Popular, ahora Fideicomiso de Salud para el Bienestar (FSB), una medida que fue prevista en la reforma a la Ley General de Salud para la creación del INSABI[5] (antes del Seguro Popular). De ser así[6], en enero se siguieron usando recursos del ahorro, los cuales permiten compensar los menores ingresos presupuestarios observados en el mes. (Ver gráficas 1.1 y 1.4).
  • Sin considerar la compensación de ingresos descritos anteriormente y las transferencias a Pemex por 7 mmdp –registradas como ingresos petroleros–, en realidad los ingresos totales del Sector Público alcanzaron los 492 mmdp, por lo que se colocaron 1.9%[7] (-9 mmdp[8]) por debajo de lo aprobado en la LIF[9] 2020.
  • Los ingresos petroleros son los que acumularon el mayor rezago: 32% (-27 mmdp) en relación con su meta para el periodo enero de 2020 (Ver Gráfica 1.2). Los ingresos tributarios superaron en 6% a lo estimado en el calendario (22 mmdp). El IEPS distinto de gasolinas fue el principal componente que impulsó lo anterior, superando en 90% (15 mmdp) a lo estimado. (Ver gráficas 1.1 y 1.2).

¿Cómo se desempeñaron los ingresos del gobierno en relación con el pasado inmediato?

  • Los ingresos totales del Sector Público se incrementaron 17% (80 mmdp) en enero 2020, en relación con enero 2019. Pero los ingresos totales no compensados se incrementaron sólo 10% (45 mmdp) en relación con enero de 2019; esto se obtiene de restar los ingresos registrados provenientes del Fideicomiso de Salud para el Bienestar (40 mmdp) y las transferencias a Pemex (7 mmdp). (Ver Gráfica 2)
    • Los ingresos petroleros se incrementaron en 20% (9.5 mmdp) respecto a lo registrado en enero del año anterior. Sin embargo, los ingresos peroleros no compensados, si no se consideran las transferencias del Gobierno federal a Pemex, sólo crecieron 4% (2 mmdp) en relación con el año anterior. En enero de 2019 se observaron transferencias por 2 mmdp a Pemex; en este primer mes de 2020 se estima que 7 mmdp[10] de ingresos petroleros de Pemex corresponden a transferencias del Gobierno federal a la empresa, que se reportaron como ingresos petroleros del Sector Público.
    • Los ingresos tributarios presentaron un incremento de 11% (35 mmdp).
      • Los ingresos tributarios por IVA e IEPS distinto de gasolinas y diésel tuvieron un incremento de 21% y 103% (19 mmdp y 16 mmdp, respectivamente).
      • La recaudación por ISR prácticamente se estancó: tuvo un crecimiento de 0.8% (1 mmdp).
      • Por su lado la recaudación de IEPS en gasolinas y diésel disminuyó 4% (-1 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior; esto, a pesar de que se incrementó el monto impuesto por litro.
      • Los ingresos no tributarios y no petroleros tuvieron un incremento de 166% (35 mmdp).

Consideraciones adicionales

  • Los montos de los impuestos a las gasolinas y diésel por litro se incrementaron durante enero y febrero de 2020. (Ver Gráfica 3).
  • En enero, la producción nacional promedio de petróleo se incrementó con respecto al año anterior (6%). No obstante, la producción promedio nacional de crudo fue 11% menor a la establecida en el Presupuesto (fue de 1,724 mbd[11], es decir, 227 mbd por abajo de la meta especificada en CGPE[12]2020, que era de 1,951 mbd) (Ver Gráfica 5).
  • La brecha existente entre la meta de producción y lo observado obliga al Gobierno a superar la meta de producción establecida en el Presupuesto, para evitar que este faltante dificulte financiar los programas y proyectos del PEF 2019.
  • En enero y febrero el precio de la mezcla mexicana de exportación se ubicó, en promedio, un dólar con 80 centavos por encima del precio estimado para el Presupuesto 2020. (Ver Gráfica 5.1)
  • Sin embargo, en estos primeros días de marzo se tuvieron noticias de una caída importante del precio internacional del crudo, situación que tendrá repercusiones en los ingresos del Sector Público, especialmente de Pemex. Además, aumenta la posibilidad de que la calificación soberana y de Pemex sean degradadas. (Ver Gráfica 5.1).

Análisis del gasto

¿El gobierno alcanzó su meta de gasto?

  • No. El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio en enero de 6% (-34 mmdp), en relación con lo aprobado para este mes. El subejercicio fue impulsado principalmente por una disminución en el pago de adeudos de ejercicios fiscales anteriores (-14 mmdp). (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público tuvo un subejercicio acumulado en enero de 6.8% (-25 mmdp), si no consideramos la inversión financiera en Pemex (7 mmdp). El ISSSTE fue el ejecutor de gasto que generó el mayor subejercicio en el gasto programable, equivalente a -6 mmdp.
  • De igual forma, el gasto no programable del Sector Público tuvo un subejercicio de 9.5% (-15 mmdp), con respecto al calendario del gasto. Esto último se debió, en gran parte, a un menor gasto observado en relación con el calendarizado. (Ver gráficas 6 y 7)
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos son los que tuvieron un mayor subejercicio respecto a su gasto aprobado: 40% (-5 mmdp), seguidos por los Ramos Generales: 8% (-30 mmdp).
    • En cambio, las secretarías han ejercido más recursos respecto a su calendario aprobado: 4% (3 mmdp). Cabe recalcar que esto fue causado, principalmente, por un mayor gasto registrado por la Secretaría de Energía (8 mmdp), dada una posible transferencia a Pemex,[13] y un mayor gasto en la Secretaría del Bienestar (4 mmdp).

Así se repartió el subejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Adeudos de ejercicios fiscales anteriores o Ramo 30: 65% (-14 mmdp)
    • Instituto Mexicano del Seguro Social o Ramo 50: 9% (-5 mmdp)
    • Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 10% (-4 mmdp)
    • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios o Ramo 33: 5% (-4 mmdp)
    • Deuda pública o Ramo 24: 15% (-3 mmdp)
    • Salud o Ramo 12: 58% (-3 mmdp)
    • Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 12% (-2 mmdp)
    • Defensa Nacional o Ramo 7: 21% (-2 mmdp)
    • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos o Ramo 25: 41% (-2 mmdp)
    • Poder Judicial o Ramo 3: 36% (-2 mmdp)
    • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o Ramo 28: 2% (-1.7 mmdp)

 (Ver Gráfica 8)

Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Energía o Ramo 18: 4,922% (8.7 mmdp)
    • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 15% (8.6 mmdp)
    • Bienestar o Ramo 20: 25% (4.7 mmdp)

 (Ver Gráfica 9)

¿Cómo se desempeñaron los gastos del gobierno en relación con el pasado?

  • El gasto neto del Sector Público mostró una reducción en su gasto de 3.9% (20 mmdp), en relación con el mismo periodo del año anterior. Sin considerar la inversión financiera en Pemex de este y el año pasado, el gasto se redujo en 4.8% (-25 mmdp). (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público también mostró una caída en enero de 5.8% (-21 mmdp), si no se considera la inversión financiera en Pemex. De igual forma, el gasto no programable del Sector Público cayó 1.5% (-2.2 mmdp), respecto al año anterior.
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos experimentaron un incremento en su gasto: 7.2% (512 mdp), seguidos por los ejecutores de gasto administrativos, que gastaron 19% (11 mmdp) más que el año anterior. En cambio, los ejecutores de gasto ‘Generales’ gastaron menos en 0.1% (-285 mdp). (Ver Gráfica 11).

 Así se repartió el recorte del gasto público, en relación con el año anterior:

  • Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 46% (-31 mmdp)
    • Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca o Ramo 34: 27% (-7.8 mmdp)
    • Educación Pública o Ramo 11: 23% (-4 mmdp)
    • Salud o Ramo 12: 58% (-3 mmdp)
    • Deuda Pública o Ramo 24: 12% (-2.8 mmdp)

Así se repartió el aumento en el gasto público, en relación con año anterior:

  • Bienestar o Ramo 20: 39% (6.5 mmdp)
    • Energía o Ramo 18: 146% (5.2 mmdp)
    • Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 4% (4.8 mmdp)
    • Defensa Nacional o Ramo 7: 96% (4.7 mmdp)
    • Instituto Mexicano de Seguridad Social o Ramo 50: 10% (4.4 mmdp)
    • Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 23% (3.6 mmdp)
  • El gasto en inversión física pública total tuvo una disminución de 15.2% (-9 mmdp). El gasto en inversión física pública, distinta de Pemex, creció 11% real (2.7 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior. La inversión física pública, distinta de Pemex, representa el 9% del gasto corriente del SP[14]. (Ver Gráfica 14).
    • En contraste, la inversión física pública en Pemex disminuyó 15% (-10 mmdp) respecto al año previo.
    • De igual forma, el valor de la construcción pública[15]continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[16]) al mes de diciembre 2019 fue el más bajo desde 2007, menor incluso al observado en la crisis de 2009. (Ver Gráfica 15)
  • Los recursos erogados por los ejecutores de gasto del sector salud se incrementaron en 3% (3 mmdp) en enero 2020, respecto al gasto observado en enero 2019. No se observó el gasto de las transferencias del Fideicomiso de Salud para el Bienestar (antes del Seguro Popular). (Ver Gráfica 12).

Análisis del balance, endeudamiento y costo financiero

  • Los balances público y primario[17] del SP presentaron una mejor posición en comparación con la calendarizada para enero. El Balance Público mejoró el doble, ya que de tener calendarizado un déficit y se volvió un superávit: éste fue de 40 mmdp, cuando la meta establecida para dicho periodo era de -35 mmdp. De igual forma, el Balance Primario del SP mejoró en 276% respecto a su meta calendarizada, ya que fue de 100 mmdp cuando se tenía calendarizado 26 mmdp. (Ver Gráfica 17).
  • Los ingresos por Aprovechamientos (FSB[18]) la reducción al gasto público y un superávit en el ISSSTE son los responsables de dicha mejoría en el Balance Público. (Ver Gráfica 16)
  • El Balance Público sin compensar fue de -6.5 mmdp.
  • El costo financiero disminuyó un 8% real, respecto a lo pagado en 2019; sin embargo, fue mayor al aprobado en 698 mdp. (Ver Gráfica 17)

Endeudamiento y saldo de la deuda

  • El endeudamiento público o los RFSP[19] en enero fue de 9.1 mmdp; esto indica que no hubo endeudamiento en este mes para el SP. (Ver Gráfica 18).
  • El SHRFSP[20] a enero sumó 10 billones 832 mmdp de pesos. (Ver Gráfica 19)
    • La SHCP[21] estimó cerrar 2020 con un SHRFSP en 11 billones 961 mmdp, lo que significa que estima un endeudamiento de 1 billón 129 mmdp en lo que resta del año.

[1] Sin considerar los ingresos reportados por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 7.3 mmdp e ingresos del FSB por 40 mmdp.

[2] Miles de millones de pesos.

[3] Ley de Ingresos de la Federación

[4] Fideicomiso de Salud para el Bienestar, antes de Seguro Popular, artículo décimo transitorio de la LGS reforma de noviembre de 2019, se supone que los 40 mmdp provienen del FPSS mencionado. En el informe de Finanzas públicas no se dio a conocer la información por lo que se supone que dicha cantidad hace referencia a recursos de ese Fideicomiso.

[5] Fideicomiso de Salud para el Bienestar, antes de Seguro Popular, artículo décimo transitorio de la LGS reforma de noviembre de 2019, se supone que los 40 mmdp provienen del FPSS mencionado. En el informe de Finanzas públicas no se dio a conocer la información por lo que se supone que dicha cantidad hace referencia a recursos de ese Fideicomiso.

[6] En el informe de la SHCP, no se hay información para identificar la fuente específica de origen de los Aprovechamientos obtenidos en durante enero.

[7] Sin considerar los ingresos reportados por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 7.3 mmdp e ingresos del FSB por 40 mmdp.

[8] Miles de millones de pesos.

[9] Ley de Ingresos de la Federación

[10] Ingresos reportados por Otros por Petróleos Mexicanos por una cantidad de 7.3 mmdp en enero de 2020, en la situación financiera de la empresa paraestatal. Dicho mecanismo de transferencia de recursos se observó en años anteriores, en los cuales se reporta como ingreso “otros” las transferencias del Gobierno federal, por medio de la Secretaría de Energía a Pemex y CFE. En 2019 se realizaron transferencias a Pemex por medio del concepto inversión financiera por un monto de 122 mmdp, recursos que fueron registrados en este concepto de ingreso. Comprobar la cantidad exacta de transferencia de Sener a Pemex se podrá hasta la publicación del informe trimestral y las bases de datos. Hasta el momento no se cuenta con mayor información respecto al monto preciso de estas transferencias.

[11] Miles de barriles diarios

[12] Criterios Generales de Política Económica

[13] Ingresos reportados por Otros por Petróleos Mexicanos por una cantidad de 7.3 mmdp en enero de 2020, en la situación financiera de la empresa paraestatal. Dicho mecanismo de transferencia de recursos se observó en años anteriores, en los cuales se reporta como ingreso “otros” las transferencias del Gobierno federal, por medio de la Secretaría de Energía a Pemex y CFE. En 2019 se realizaron transferencias a Pemex por medio del concepto inversión financiera por un monto de 122 mmdp, recursos que fueron registrados en este concepto de ingreso. Comprobar la cantidad exacta de transferencia de Sener a Pemex se podrá hasta la publicación del informe trimestral y las bases de datos. Hasta el momento no se cuenta con mayor información respecto al monto preciso de estas transferencias.

[14] Sector Público Presupuestario.

[15] Encuesta Nacional de Empresas Constructoras.

[16] Últimos doce meses

[17] Ingresos menos gastos antes del pago de los intereses de la deuda pública (costo financiero).

[18] Fideicomiso de Salud para el Bienestar, antes de Seguro Popular, artículo décimo transitorio de la LGS reforma de noviembre de 2019, se supone que los 40 mmdp provienen del FPSS mencionado.

[19] Requerimientos financieros del Sector Público. La medida de los RFSP es la siguiente: en caso de ser positiva quiere decir que existe un ahorro en dicho periodo, esto quiere decir que no hubo necesidad de endeudamiento. En caso contrario, si la medida de los RFSP es negativa se refiere a que hubo endeudamiento en dicho periodo.

[20] Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público.

[21] Secretaría de Hacienda y Crédito Público

Proyectos de inversión VIP

¿Por qué en mi estado no?

En el contexto de tensiones y forcejeo político en torno al presupuesto, se miran con lupa las tajadas del pastel de las transferencias a los gobiernos locales. Pero hay otro elemento que tiene igual o más repercusión en las finanzas de los estados: los proyectos de inversión del gobierno federal.

Veamos. En el PPEF 2020 se propone gastar 2.4% del PIB en inversión física total. De esa tajada, el 0.9% del PIB se gasta prácticamente a través de fondos del Ramo 33 (Aportaciones), vía entidades federativas y municipios. Pero el resto, más de la mitad de esa inversión (1.5% del PIB: 401 mmdp), se asignaría a 34 programas 100% propios de la Federación (ver lista en el anexo), clasificados como ‘K-Proyectos de inversión’. Ese monto luce sustancial: 6.6% del PPEF 2020, pero es 21% (110 mmdp) menor a lo ejercido en promedio en 2013-2018 por el Sector Público en este rubro, como se puede ver en la siguiente gráfica.

Cómo se compone esa inversión cuenta otra historia: 85% (340 mmdp) del monto a invertir en estos proyectos está clasificado en el sector de “Combustibles y Energía”, y se propone que 291 mmdp sean ejercidos por Pemex; el restante, por CFE. Esta concentración temática de la inversión, contribuye a que su distribución geográfica también se ‘cargue’ en pocos estados. Es pertinente aclarar que el sesgo geográfico siempre ha existido, pero se radicalizó en la definición del Presupuesto 2020.

Ganadores y perdedores de la inversión federal en 2020

La mayor parte del gasto propuesto en proyectos de inversión para el próximo año (76%) se concentra en sólo tres de 32 entidades federativas: Campeche (41.7% o 167 mmdp), Tabasco (21.4% o 85 mmdp) y la CDMX (13.2% o 53 mmdp).

Se propone distribuir únicamente 15% de la inversión entre 27 estados de la República. En los últimos siete presupuestos, esos mismos 27 estados obtenían entre 22% y 23% de la inversión. La pérdida de este beneficio en la mayoría de los estados resulta de aumentar la inversión en Pemex, especialmente en la refinería, el cierre del NAIM y en general de una mirada distinta del ‘desarrollo’. Y el efecto que tiene en los estados es aún peor cuando se considera que se redujeron transferencias relacionadas con distintos fondos de obra pública del Ramo 23, que si bien se operaban en condiciones de discrecionalidad y malas prácticas, funcionaban para compensar la falta de dispersión geográfica de la inversión federal en Proyectos K.

Sin duda, llama la atención los giros quizá no-del-todo-azarosos en la geografía de la inversión. En tiempos de Peña Nieto ganó participación el Edomex; al subir AMLO pierde participación Edomex y gana participación CDMX (¿cada quien le da a sus hijos?). Por otro lado, se observa que Campeche y Tabasco siempre han tenido una buena participación por su relación con Pemex, empresa que siempre se ha llevado una tajada relevante en la inversión, pero que ahora ve incrementada todavía más su participación.

En el gasto propuesto en proyectos de inversión ‘K’ ajenos a Pemex apreciamos el mismo fenómeno de concentración, pero con mayor detalle.

La distribución de los proyectos de inversión ‘K’ (sin Pemex) ha incrementado su concentración de manera considerable para 2020; CMDX 44% (48 mmdp) o casi la mitad de a inversión, nueve entidades federativas obtendrán 35% (38mmdp) y las veintidós restantes se repartirán 21% (23 mmdp).

Las nueve entidades que concentran el presupuesto en proyectos de inversión distinta de Pemex después de la CDMX son Estado de México (9% o 9.8 mmdp), Chiapas (5% o 5 mmdp), Coahuila y Oaxaca (4% o 4 mmdp cada una), Puebla y Veracruz (3% o 3.6 mmdp y 2.6 mmdp respectivamente), Sonora y Nuevo León (2% o 2.2 mmdp cada una).

Con todo, hay que subrayar que este gasto en proyectos de inversión sin Pemex mermó aún más que la inversión total. Para 2020 se redujo 63 mil millones de pesos (37%), respecto al promedio observado en la última administración (2013-2018). Sin duda, éste es el menor presupuesto propuesto en los últimos siete años, como se aprecia en la caída de la siguiente gráfica.

Al comparar el promedio de inversión federal en proyectos K por estado en la administración actual vs. la anterior, destacan tres aspectos:

  • Hay recorte para 27 entidades federativas
  • En 13 estados la pérdida de esa inversión supera 50%
  • En contraste, cinco estados exhiben un incremento significativo respecto al promedio observado en la administración anterior: CDMX (aumento en 80% o 17 mmdp), Coahuila (186% o 5 mmdp), Oaxaca (37% o 1.2 mmdp), Puebla (28% o 950 mmpd) y Morelos (4% o 53 mdp).

Una descompensación casi súbita

Las malas prácticas de algunos fondos del Ramo 23 debían terminarse, pero la solución no es cortar de tajo los recursos para los gobiernos locales, lo que ha creado tensiones políticas crecientes. Además, es necesario considerar que la dependencia fiscal de los gobiernos locales es alta por definición (90% de sus ingresos son de origen federal). A pesar de que es perfectamente factible que mejoren su esfuerzo recaudatorio, la realidad es que el Gobierno federal recauda los tributos que tienen mayor potencial.

En adición, para 2020 también se propone que el total del gasto federalizado[1] sea de 1.97 billones de pesos, lo que representa una caída de 0.51% (-10,008 millones) respecto al aprobado en 2019. Es importante notar que este gasto ha venido disminuyendo en tres de los últimos cuatro presupuestos.

Hay otros aspectos que posiblemente contribuyen a las tensiones entre la Federación y los gobiernos y grupos de interés locales.

  • La inversión en agua en el PPEF 2020 disminuye 79% respecto a lo ejercido en 2012, lo que afecta la actividad agrícola.
  • Se cerraron programas para el campo sujetos a Reglas de Operación (ROP) y se abrieron programas que no estarán sujetos a ROP, lo que ocasiona incertidumbre sobre su funcionamiento y posible beneficio para el campo.
  • El presupuesto del Ramo de Agricultura y Desarrollo Rural presenta un recorte de 31% real (-21 mmdp) respecto a lo ejercido en 2018 y 27% real (-17 mmdp) respecto a lo aprobado en 2019.
  • A partir de 2019, el presupuesto aprobado en la Sader cambió su composición para tener en su mayoría el presupuesto en programas de subsidios que no están sujetos a reglas de operación. En el PPEF2020 los programas de “Otros subsidios” representan el 50% del presupuesto del Ramo, mientras que en 2018 esto representaba 4.7%.
  • Existe, prácticamente, nula transparencia en el plan de distribución de los programas de subsidios de SADER en 2020 el 92% del presupuesto de subsidios está clasificado como no distribuible geográficamente, lo que incrementa la incertidumbre sobre dónde será gastado y la discrecionalidad asociada.
  • Al tercer trimestre 2019, los sectores de salud-IMSS, comunicaciones y transportes y agua exhibieron un subejercicio importante en el rubro de inversión física, parece que Gobierno federal no puede solo.

La falta de ROP y la opacidad en la distribución geográfica de los programas de subsidios bien pueden equipararse a la discrecionalidad y malas prácticas de varios fondos del Ramo 23, que precisamente fueron cerrados por esos motivos.

Naturalmente, varios gobiernos locales claramente han exigido más presupuesto para obra pública municipal, al parecer las organizaciones campesinas también han exigido recursos para el mismo fin. Aportar recursos federales a la inversión local es una buen propuesta, siempre y cuando se realice en el seno de una relación de corresponsabilidad entre el gobierno federal y los gobiernos locales, que a la fecha no se ha logrado, que suponga el uso obligatorio de ROP en los programas de transferencias y subsidios y la transparencia en la inversión en infraestructura y obra pública; la asignación de recursos a estados y municipios con buenas prácticas de gobernanza y la formación de capacidades institucionales en los gobiernos locales.

Anexo con gráficos

Los principales proyectos de inversión (K) de esta administración por monto, son:

Fuente: Elaboración propia con información de Cuenta Pública 2013-2018, PEF 2019 y PPEF 2020, de Transparencia Presupuestaria SHCP. Datos en miles de millones de pesos constantes de 2020, por medio del INPC promedio anual observado reportado por Inegi y estimado en CGPE2020.

Fuente: Elaboración propia con información de Cuenta Pública 2013-2018, PEF 2019 y PPEF 2020, de Transparencia Presupuestaria SHCP. Datos en miles de millones de pesos constantes de 2020, por medio del INPC promedio anual observado reportado por Inegi y estimado en CGPE2020.


[1] A diferencia del gasto federalizado publicado por la SHCP, en este artículo no se considera como parte del gasto federalizado al Fondo de Estabilización de Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) ya que los recursos sólo se transfieren para compensar la disminución en las Participaciones.

El año en el que el país desahorró: anual 2019

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reportó en el informe de cierre de 2019 un flamante balance primario positivo; de hecho, 12% mayor al comprometido. Esto luce muy bien en la superficie, pues es un indicativo de disciplina fiscal, pero ¿qué ocurre en el fondo? ¿Es sostenible esa disciplina?

El año que acaba de cerrar se caracterizó por una fuerte debilidad en los principales ingresos públicos, en especial de los ingresos petroleros y la recaudación de IVA e ISR. Sólo con la caída de esos tres tipos de ingresos el gobierno NO recibió cerca de 300 mmdp, monto con el que planeaba financiar los programas del presupuesto. Para compensar el faltante, utilizó dinero del ahorro (Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, FEIP) acumulado en años anteriores, que ingresó al presupuesto como aprovechamientos. El ahorro, por naturaleza, es limitado –pues no es un ingreso recurrente–, y ya se gastó cerca de la mitad en un solo año. ¿Cómo luciría entonces la relumbrante disciplina presupuestaria sin esos recursos de compensación? Aquí Erario responde, y aporta todos los indicadores importantes.

Análisis del ingreso

¿El gobierno cumplió con su meta de ingreso?

  • Técnicamente hablando, sí lo hizo. La SHCP reportó que se obtuvieron 5 billones 384 mmdp de ingresos totales durante 2019, los ingresos fueron 1.6% (85 mmdp) mayores a los aprobados en la Ley de Ingresos.
  • Pero al desagregarlos por tipo, destaca que los tres prinicpales ingresos: petroleros y la recaudación de ISR e IVA  no alcanzaron su meta. Sumaron un monto faltante de casi 300 mmdp.
  • El gobierno compensó con 222 mmdp el monto de ingresos faltantes que exhibió en sus principales ingresos: petroleros, IVA e ISR. Lo hizo de dos maneras: 1) Usando 125 mmdp de pesos del ahorro del fondo FEIP, y 2) Transfiriendo a Pemex 97[1] mmdp, los cuales se registraron como ingreso petrolero, pero en realidad no provienen de la venta de petróleo. (Ver gráficas 1.1 y 1.4).
  • Sin considerar la compensación de ingresos descrita anteriormente, en realidad los ingresos totales del Sector Público se colocaron 2.6%[2] (-136 mmdp[3]) por debajo  de lo aprobado en la LIF[4]2019. Al desagregar por tipo de ingreso observamos resultados mixtos. Los ingresos petroleros y tributarios se rezagaron en relación con su meta. Los ingresos por el cobro de impuestos a gasolinas y diésel, así como los ingresos por aprovechamientos (provenientes de uso de los ahorros del FEIP[5]) fueron por encima de su meta. (Ver Gráfica 1.1).
  • Los ingresos petroleros son los que acumularon el mayor rezago: 18% (-187 mmdp) en relación con su meta para el periodo enero-diciembre de 2019 (Ver Gráfica 1.2), a pesar de que en diciembre los ingresos petroleros recuperaron terreno, pues exhibieron un repunte en relación con los obtenidos en el mes anterior (46 mmdp adicionales). (Ver Gráfica 1.2).
  • Los ingresos tributarios exhibieron un menor rezago que los petroleros; se ubicaron 3.3% (-109 mmdp) por debajo. Además, su rezago acumulado de enero a diciembre disminuyó en relación con lo observado de enero a noviembre (-12 mmdp vs. -17 mmdp). (Ver gráficas 1.1 y 1.2).
    • Los ingresos por ISR[6] e IVA[7] de enero a diciembre cargaron un rezago importante respecto a lo aprobado para ese periodo (-66 y -62 mmdp respectivamente). Cabe destacar que desde junio de 2019 observamos que el ingreso por IVA fue menor al aprobado. En el caso del ISR, desde julio. –ver gráfica 1.2
    • El ingreso por IEPS[8] de gasolinas y diésel se mantuvo por encima de su meta en el acumulado del año (39 mmdp). En diciembre se obtuvieron ingresos por 26 mmdp, 4 mmdp por arriba de su meta.
    • Los ingresos por aprovechamientos[9] (ya sin considerar 125 mmdp del FEIP) tuvieron un incremento de 28% (85 mmdp), respecto a lo aprobado para el periodo de enero a diciembre.

¿Cómo se desempeñaron los ingresos del gobierno en relación con el pasado inmediato?

  • Los ingresos totales del sector público cayeron 2.6% (-136 mmdp) de enero a diciembre del año pasado, en relación con mismo periodo de 2018, sin considerar los ingresos registrados provenientes del FEIP y de transferencias realizadas a Pemex. (Ver Gráfica 2).
    • Los ingresos petroleros son los que más han caído en relación con año anterior. Se observó una caída de 15% (-253 mmdp[10]) de enero a diciembre de 2019, en relación con mismo periodo del año anterior.  
    • Los ingresos tributarios presentaron un leve incremento de 0.9% (29 mmdp).
      • Las principales fuentes de ingresos tributarios IVA e ISR tuvieron disminuciones de 2.2% y 2.3% (-38 mmdp y -22 mmdp, respectivamente).
      • La recaudación por IEPS en gasolinas y diésel compensaron estas caídas, ya que este tributo mostró un incremento de 53% (103 mmdp), en relación con el mismo periodo del año anterior.
      • Los ingresos no tributarios y no petroleros tuvieron una disminución de 11% (-30 mmdp), si no se considera el ingreso por el FEIP de 125 mmdp.

Consideraciones adicionales

  • Los impuestos a las gasolinas y diésel observados en promedio durante diciembre de 2019 se incrementaron en relación con los observados en noviembre de ese año. (Ver Ggráfica 3).
  • La producción promedio nacional de crudo (1,676 mbd[11]: miles de barriles diarios) fue 171 mbd inferior a la meta especificada en CGPE[12]2019, que era de 1,847 mbd. (Ver Gráfica 5).
  • La producción nacional promedio de petróleo, de enero a diciembre, también cayó con respecto al año anterior (7.9%); se asemejó a los niveles observados en diciembre de 1979 (1,676 mbd, promedio de 12 meses).
  • La producción nacional promedio de 2019 presentó una disminución de 38% (-1,012 mbd) con respecto al promedio observado en el sexenio 2007-2012 y 49% (-1,595 mbd) respecto al sexenio de 2001-2006.
  • No obstante, el Gobierno espera que su producción se eleve en 2020 a 1,951 mbd. Planifica un incremento de 16% (272 mbd) con respecto a lo observado en 2019, que se ve muy difícil de lograr, ya que acumulamos 15 años de caídas en la producción de petróleo, con un promedio de disminución anual de 4.5% de 2005 a 2019.
  • De enero a diciembre el precio del petróleo se ubicó, en promedio, un dólar por encima del precio estimado para el Presupuesto 2019. En diciembre el precio de la mezcla mexicana colaboró al incremento de ingresos petroleros para dicho mes. (Ver Gráfica 5.1).

Análisis del gasto

¿El gobierno alcanzó su meta de gasto?

  • No. El gasto neto del sector público mantuvo un subejercicio acumulado, de enero a diciembre, de 2.5% (-103 mmdp) en relación con lo aprobado para ese periodo. Sin embargo, si se considera la transferencia a Pemex por 97.1mmdp, el subejercicio del gasto público se redujo a 0.9% (-52 mmdp). El subejercicio fue impulsado principalmente por un menor pago de la deuda pública. (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público tuvo un subejercicio acumulado al mes de diciembre de 0.4% (-18 mmdp), si no consideramos la inversión financiera en Pemex. De igual forma, el gasto no programable del Sector Público mantuvo un subejercicio de 7.7% (-130 mmdp), con respecto al calendario del gasto. Esto último se debió, en gran parte, a un menor gasto observado –en relación con el calendarizado– de 75 mmdp, por parte en el Ramo 24 (“Deuda Pública”) y el Ramo 30 (“Adeudos de ejercicios fiscales anteriores”).
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos son los que tuvieron un mayor subejercicio respecto a su gasto aprobado: 5% (-5 mmdp), seguidos por los Ramos Generales: 4% (-114 mmdp).
    • En cambio, las secretarías han ejercido más recursos respecto al año previo: 13% (150 mmdp). Cabe recalcar que esto fue causado, principalmente, por un mayor gasto registrado por la Secretaría de Energía (+100mmdp), dada la transferencia a Pemex realizada en septiembre del año pasado.

Así se repartió el subejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 16% (-93 mmdp)
    • Deuda pública o Ramo 24: 13% (-68 mmdp)
    • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o Ramo 28: 4% (-40 mmdp)
    • Trabajo y Previsión social o Ramo 14: 42% (-18 mmdp)
    • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos o Ramo 25: 31% (-17 mmdp)
    • Adeudos de ejercicios fiscales anteriores o Ramo 30: 33% (-7 mmdp)
    • Turismo o Ramo 21: 70% (-6 mmdp),
    • Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 6% (-3 mmdp)
    • Bienestar o Ramo 20: 2% (-3 mmdp)

(Ver Gráfica 7)

Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Energía o Ramo 18: 371% (101 mmdp)
    • Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 7.2% (33 mmdp)
    • Hacienda y Crédito Público o Ramo 6: 112% (25 mmdp)
    • Educación Pública o Ramo 11: 7% (23 mmdp)
    • ISSSTE o Ramo 51¡: 3.8% (12 mmdp)
    • Gobernación[13] o Ramo 4: 22% (13 mmdp)

(Ver Gráfica 8)

¿Cómo se desempeñaron los gastos del gobierno en relación con el pasado?

  • El gasto neto del Sector Público mostró una caída de enero a diciembre de 2019 de 1.8% (-106 mmdp), en relación con el mismo periodo del año anterior, sin considerar la inversión financiera en Pemex. Si se considera la transferencia a Pemex por 97.1 mmdp, la disminución del gasto público se redujo a 0.2% (-9 mmdp). (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público también mostró una caída acumulada a diciembre de 2% (-86.2 mmdp), si no se considera la inversión financiera en Pemex. De igual forma, el gasto no programable del Sector Público cayó 1.3% (-19.9 mmdp), respecto al año anterior.
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos son los que experimentaron una mayor caída en su gasto: 13% (-16 mmdp), seguidos por los ejecutores de gasto ‘Generales’: 2.7% (-85 mmdp). En cambio, los ejecutores de gasto administrativos gastaron 6.9% (83 mmdp) más que el año anterior. (Ver Gráfica 9).

 Así se repartió el recorte del gasto público, en relación con el año anterior:

  • Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 58% (-157 mmdp)
    • Comunicaciones y Transportes o Ramo 9: 53% (-76 mmdp)
    • Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores o Ramo 30: 77% (-48 mmdp)
    • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 3.9% (-20 mmdp)
    • Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 16% (-12 mmdp)
    • Instituto Nacional Electoral o Ramo 22: 37% (-9 mmdp)
    • Turismo o Ramo 21: 73% (-7 mmdp)
    • Medio Ambiente y Recursos Naturales o Ramo 16: 14% (-6 mmdp)

Así se repartió el aumento en el gasto público en 2019, en relación con el año anterior:

  • Energía o Ramo 18: 2,099% (122 mmdp)
    • Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 8% (58 mmdp)
    • Bienestar o Ramo 20: 43% (44 mmdp)
    • Instituto Mexicano de Seguridad Social o Ramo 50: 6% (39 mmdp)
    • ISSSTE o Ramo 51: 11% (33 mmdp)

  • El gasto en inversión física pública, distinta de Pemex, cayó 17% real (-77 mmdp), respecto al mismo periodo del año anterior. La inversión física pública, distinta de Pemex, representa el 11% del gasto corriente del SP[14]; ésta es la menor proporción observada desde 1990 para un periodo enero-diciembre. (Ver Gráfica 10).
    • En contraste, la inversión física pública en Pemex creció 1% (1.3 mmdp) respecto al año previo, su nivel de inversión es similar al observado en 2017 en el periodo de enero a diciembre. (Ver Gráfica 11).
    • De igual forma, el valor de la construcción pública[15]continuó con una trayectoria decreciente. El valor de la construcción pública (UDM[16]) al mes de diciembre 2019 fue el más bajo desde 2007. (Ver gráfica 12)

¿Cómo se desempeñaron los gastos del gobierno mes a mes?

  • Durante diciembre, se registró un mayor gasto mensual neto respecto a lo calendarizado (104 mmdp). El mayor gasto en el mes de diciembre se debió a un incremento en el gasto programable –por arriba de su calendario de gasto establecido para dicho mes–, de 140 mmdp. Por el contrario, el gasto no programable tuvo un rezago de 36 mmdp en el mes de diciembre, respecto a su presupuesto aprobado para dicho mes. (Ver Gráfica 19).
  • En el mes de diciembre, el gasto total en inversión física pública (57 mmdp) fue el mayor registrado en 2019. Este gasto, sin considerar la inversión en Pemex, registró un gasto pagado de 49.8 mmdp, lo que representa un incremento de 71% (20 mmdp), respecto al gasto promedio observado de enero a noviembre. No obstante es necesario revisar si este gasto en efecto se ejerció en infraestructura porque suele contabilizarse como ejercido aunque en realidad se haya sólo depositado en fideicomisos. (Ver Gráfica 11).
  • Los recursos erogados por los ejecutores de gasto del sector salud se incrementaron en 31% (30 mmdp) el mes de diciembre, respecto al promedio de gasto observado de enero a noviembre. Se observó un repunte en el gasto de las transferencias del programa del Seguro Popular, respecto al gasto reportado en noviembre. (Ver Gráfica 10).

Análisis del balance, endeudamiento y costo financiero

  • Los balances público y primario[17] del SP presentaron una mejor posición en comparación con la calendarizada para enero-diciembre. El Balance Público mejoró en 20% respecto a su meta en el periodo de enero a diciembre, ya que éste fue de -398 mmdp, cuando la meta establecida para dicho periodo era de -503 mmdp. De igual forma, el Balance primario del SP mejoró en 12% respecto a su meta calendarizada, ya que fue de 275 mmdp cuando se tenía calendarizado 245 mmdp. (Ver Gráfica 17).
  • El Balance Público presentó dicha mejoría a causa de los ingresos por Aprovechamientos (FEIP y otros); por la posición financiera de Pemex[18] (con un superávit de 91 mmdp), la reducción al gasto público, y el superávit en el IMSS (+56 mmdp) y en las entidades de control presupuestario indirecto (3.7 mmdp). (Ver Gráfica 18)
  • El Balance público sin compensar fue de -620 mmdp. Lo anterior, si no se consideran los ingresos presupuestarios reportados como ingresos petroleros (97 mmdp[19]) –que se debieron a las transferencias a Pemex por parte del Gobierno federal– ni los recursos provenientes del FEIP (125[20] mmdp).
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  • El costo financiero se incrementó en 4.6% real, respecto a lo pagado en 2018. Es el costo financiero más alto desde 1991 (666 mmdp o 2.7% del PIB). Ante un bajo crecimiento económico y la caída de ingresos presupuestarios, este gasto presiona las finanzas públicas. (Ver Gráfica 19)

Endeudamiento y saldo de la deuda

  • El endeudamiento público o los RFSP[21] en el mes de diciembre fue de -279 mmdp de pesos; la suma de éstos en lo que va del año fue de -564.7 mmdp. La caída de ingresos presupuestarios y el mayor gasto para realizar transferencias a Pemex fueron los factores que afectaron dicha medida de endeudamiento.
  • El SHRFSP[22] al mes de noviembre sumó 10 billones 872 mmdp de pesos. El Saldo Histórico de los RFSP se incrementó 118 mmdp de pesos en un mes (de noviembre a diciembre). Lo anterior se debió principalmente a un incremento en el gasto público y a la disminución de activos del FEIP.
    • La SHCP[23] estimó que el SHRFSP cerraría 2019 en 11 billones 245 mmdp de pesos, lo que significa que no se utilizó de forma completa el techo de endeudamiento. Esta decisión puede responder a la eminente revisión de la calificación crediticia del país.

[1] Se reportaron transferencias por 122 mmdp en total a Pemex en 2019 según el anexo XVII del cuarto informe de la SHCP por medio del programa de conducción de la política energética en hidrocarburos.

[2] Sin considerar los ingresos reportados por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 97.1 mmdp e ingresos del FEIP por 125 mmdp.

[3] Miles de millones de pesos.

[4] Ley de Ingresos de la Federación

[5] Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios. Provenientes del FEIP y de otros ingresos no tributarios no petroleros.

[6] Impuesto sobre la Renta

[7] Impuesto al Valor Agregado

[8] Impuesto Especial a la Producción y Servicios

[9] Los ingresos por Aprovechamientos del Gobierno federal presentan a diciembre de 2019 314% (210 mmdp) de incremento respecto a lo aprobado para dicho mes. De estos se reportaron salidas del FEIP por 158mmdp y 125 para compensar ingresos según los reportes de la SHCP.

[10] Sin considerar la transferencia de 97.1mmdp de pesos realizada por el Gobierno federal a Pemex.

[11] Miles de barriles diarios

[12] Criterios Generales de Política Económica

[13] Incluye al Ramo Seguridad Pública y Protección Ciudadana para su comparación con el año previo y con lo aprobado en el PEF.

[14] Sector Público Presupuestario.

[15] Encuesta Nacional de Empresas Constructoras.

[16] Últimos doce meses

[17] Ingresos menos gastos antes del pago de los intereses de la deuda pública (costo financiero).

[18] Parte por la transferencia (inversión financiera) de 97.1mmdp por parte del Gobierno federal.

[19] Aunque las transferencias a Pemex por parte de la Sener pueden ser hasta 122 mmdp en 2019.

[20] Los retiros del FEIP en 2019 fueron 158 mmdp aunque la SHCP reportó que 125 se debieron a la compensación de ingresos de 2019.

[21] Requerimientos financieros del Sector Público. La medida de los RFSP es la siguiente: en caso de ser positiva quiere decir que existe un ahorro en dicho periodo, esto quiere decir que no hubo necesidad de endeudamiento. En caso contrario, si la medida de los RFSP es negativa se refiere a que hubo endeudamiento en dicho periodo.

[22] Saldo histórico de requerimientos financieros del sector público.

[23] Secretaría de Hacienda y Crédito Público