Skip to main content

Autor: México Evalúa

El año que nos puso al borde del desequilibrio: anual 2020



He aquí nuestro análisis de las cifras publicadas al cierre de 2020. Lo números cuentan una historia de descalabro de los ingresos petroleros; de estancamiento en los tributarios, y de un Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios que parcialmente compensó la caída, pero que está muy cerca de agotarse. El Gobierno, eso sí, gastó más que en 2019, aunque se quedó corto en relación con lo que planeaba ejercer… En todo caso, el detalle más interesante está en el monto que se destinó a fideicomisos, casi ‘sobre la campana’.

Es también el año en que aumentó la deuda y el balance público terminó por descomponerse. Y un dato que no suele llamar tanto la atención: la disminución significativa en los recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado. El gobierno gastó más que el año pasado pero se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año, a diciembre el subejercicio acumulado fue de -1.8% (-108 mmdp).

Esto es, ante todo, las razones por las cuales resulta muy difícil mirar al 2021 con optimismo, desde las finanzas púbicas.


Análisis de ingresos

Durante 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 5 billones 339.9 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 4.1% real (-228.0 mmdp), respecto al mismo periodo de 2019. Esto se debió, principalmente, a cuatro factores:

  1. El impacto severo de la pandemia en la actividad económica y, por ende, en la recaudación.
  2. La caída de los ingresos petroleros, debida a una menor producción y precio.
  3. El impacto de la suspensión de actividades, producida por las medidas de contingencia sanitaria, sobre las ventas de electricidad de la CFE.
  4. El efecto de la reducción del empleo formal sobre las cuotas que recibe el IMSS.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 38.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4%, respecto a 2019.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 338.9 mmdp, lo que representó un crecimiento de tan sólo 0.8% (27.5 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en 2019. A su interior, los impuestos se comportaron de manera muy distinta:

  • El ISR se incrementó 0.9% anual; es decir, estuvo estancado.
  • El IVA aumentó 2.3%.
  • Los IEPS disminuyeron 3.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 2.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.4%.

A pesar de que los ingresos tributarios no tuvieron mal desempeño (si tomamos en cuenta el contexto económico tan adverso), estuvieron lejos de poder compensar la pérdida de los ingresos petroleros. Por ese motivo, el Gobierno tuvo que compensar con ingresos no recurrentes, especialmente del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Así, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 551.3 mmdp, lo que significó un incremento de 43.5% respecto al dato reportado en 2019, resultado del incremento de 63.5% de los aprovechamientos, ya que los derechos disminuyeron 15.4% y los productos 21.1%. Al interior de los aprovechamientos, destaca la recuperación de activos financieros como política de gobierno, con el fin de evitar el endeudamiento adicional y los desequilibrios macroeconómicos: se recuperaron 204 mmdp del FEIP (incluyendo 47.4 mmdp que se recibieron por coberturas petroleras); 55.3 mmdp de otros fideicomisos (incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por 21.6 mmdp); 42.8 mmdp de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda y 32.3 mmdp de entidades paraestatales.

Por otra parte, la “despetrolización” de las finanzas públicas es una dura realidad para un Gobierno que no ha logrado recaudar lo suficiente en impuestos (lo suficiente como para que la caída de los ingresos petroleros no lo desequilibren del todo, se entiende).

¿A qué nos referimos con despetrolización? A que los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.3% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a abarcar 62.5% en 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR es el impuesto con mayor peso (33.0%), seguido del IVA (18.5%).

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000, respecto al porcentaje que representan de los ingresos totales: 11.3%.

Los ingresos en relación con su meta para el año

Los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron la meta inicial, establecida en la Ley de Ingresos 2020: exhibieron un rezago de 3.3% (-183.3 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 4.8% por debajo de su meta estimada en el calendario (-166.9 mmdp); lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. El IVA tuvo un rezago de 2.0% (-20.0 mmdp), en relación con la LIF2020. El ISR exhibió un rezago de 5.0% (-92.4 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están por debajo de lo aprobado 10.7% (-55.1 mmdp).

En 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago en relación con lo que se esperaba para este periodo: 38.6% (-381.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 233.2% su meta de 2020.

Por su parte, la caída natural de los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue mayor a la observada. El total de ingresos recurrentes sin compensar asciende a 3 billones 740.7 mmdp, 16.7% menos (-752.4 mmd) respecto al dato aprobado para 2020. Esta caída fue atenuada por el aumento en los ingresos no recurrentes, compensada con los recursos del FEIP por un monto de 204 mmdp, y que la Tesofe traspasó al rubro de “aprovechamientos”. Sin embargo, aun con los montos excedentes en los ingresos no recurrentes (385.8 mmdp), tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (-548.4 mmdp), por lo que el neto fue negativo en 162.6 mmdp. El neto sin compensar asciende a -570.6 mmdp.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 64.0 mmdp y salidas por 214.4 mmdp, destinadas 1) a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal sin destino específico (204.0 mmdp) y 2) a las inversiones financieras, como parte de las medidas realizadas para la administración de riesgos en el ejercicio fiscal de 2021, el pago de honorarios al fiduciario y el pago del dictamen de los estados financieros (10.4 mmdp). Así, el saldo del FEIP a diciembre de 2020 fue de 9.5 mmdp. Respecto al saldo de diciembre de 2019 se redujo 154.4 mmdp.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), a diciembre de 2020, tuvo ingresos por 5.5 mmdp y egresos por 35.4 mmdp; su saldo se ubicó en 30.7 mmdp. En 2020, el FEIEF tuvo una reducción respecto al saldo de 2019 de 31.9 mmdp, recursos transferidos a las entidades de manera mensual para cumplir con las partidas presupuestarias.

El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de diciembre de 2020 de 23.2 mmdp, 1.8 mmdp superior al reportado al cierre de 2019 (21.5 mmdp).


Fideicomisos al cuarto trimestre de 2020

Al 31 de diciembre de 2020 se reportan 329 actos jurídicos[2]: 300 fideicomisos[3], 23 mandatos y seis análogos[4], los cuales suman un total de 597 mmdp, y muestran una disminución de 22.1% real (-169.1 mmdp) respecto del monto observado en 2019. Respecto al trimestre previo (septiembre), se observa un incremento de 15.9 mmdp (2.7%).

Al cuarto trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 11 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción; éstos últimos equivalen a 966.6 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.

Recordemos el contexto: en el artículo quinto transitorio del Decreto de Fideicomisos[5] se estableció la obligación, por parte de los ejecutores de gasto, de coordinarse con las instituciones fiduciarias y llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir los actos jurídicos que se reformaron o derogaron, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscriban los convenios de extinción o terminación.


Análisis de gasto

A pesar de la debilidad observada en los ingresos, el gasto neto total se incrementó 0.2% en relación con 2019. Es decir, el Gobierno gastó más que el año pasado, aunque se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año: a diciembre el subejercicio acumulado fue de 1.8% (-108 mmdp). 

El análisis del gasto mensual, sin embargo, revela algo muy interesante: durante diciembre se aceleró el gasto programable y no programable del Sector Público. Sólo en ese mes el gasto neto fue 45.9% superior a lo aprobado (276 mmdp), mientras que el gasto programable excedió en 87% (302.9 mmdp) lo programado (en esta parte del gasto se clasifican los recursos destinados a fideicomisos, mandatos y otros análogos). El gasto no programable, en contraste, ejerció 8.6% menos recursos que los aprobados en el mes.

Al hacer un análisis por capítulo de gasto, vemos que “Servicios Generales” y “Transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas” son los que más gastaron en relación con lo presupuestado en términos relativos (ver los gráficos en el Anexo de Gasto). Pero dentro del capítulo de “Transferencias, asignaciones…”, el concepto de “Transferencias a fideicomisos, mandatos y otros análogos” fue el que más recursos sobrejerció, al gastar tres veces más de lo presupuestado (328% o 121 mmdp).

Fueron ocho Ramos a los que, a través de este capítulo, se les transfirieron al menos 50% más de recursos, respecto a lo aprobado; entre ellos se encuentran la Secretaría de la Defensa Nacional, Salud, Energía y SHCP. Entretanto, otros ocho Ramos no tenían previsto transferir recursos a través de este capítulo, pero lo hicieron, y suman un total de 1.3 mmdp (entre ellos, Presidencia, el Poder Judicial, la CNH y la CRE). 

Si no se toman en cuenta los 121 mmdp excedentes en la transferencia a fideicomisos, mandatos y otros análogos, el gasto neto total del Sector Público habría experimentado un recorte de 3.7% (228.7 mmdp) en relación con lo aprobado, y su variación anual con respecto a 2019 sería de -1.8% (-110.4 mmdp).

Por lo demás, el gasto neto del Sector Público en 2020 fue de 6 mil millones de pesos. De ellos, 4 mil 455.2 millones de pesos corresponden al gasto programable, el cual cerró el año con un sobrejercicio de 1.1% (48 mmdp), y con respecto a 2019 aumentó 1.8%. En la composición del gasto, el programable representó 74%. El 26% restante se ejerció a través del gasto no programable (1,545 mmdp); en el cierre de año este gasto exhibió un subejercicio de 9.1% (-156 mmdp). 

El gasto programable fue mayor a lo previsto porque en algunos Ramos de la Administración Pública Centralizada —como Economía, Turismo y la SHCP— se concentraron el desembolso extra de recursos para atender la crisis sanitaria, los apoyos a través de subsidios y transferencias y los recursos para proyectos de inversión física, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. 

Por otro lado, el recorte en el gasto no programable es el resultado de una reducción en las participaciones transferidas a estados y municipios, y a un menor costo financiero y pago de ADEFAS. El costo financiero representó 11% del gasto total en 2020, porcentaje muy similar al observado en los últimos tres años, pero que contrasta con el 7.5% que representó en 2013 y 2014. El incremento en la proporción que el costo financiero representa en el total del gasto reduce el espacio fiscal del gobierno; es decir, se trata de un gasto ineludible que reduce la capacidad financiera del gobierno en el corto plazo para proveer bienes y servicios a la población.

Si bien la proporción del costo financiero en el gasto aumentó desde 2014 hasta 2020, la proporción de la inversión física se redujo siete puntos porcentuales en el mismo periodo. 2020 cierra con un monto de inversión física de 653.3 mmdp, 12% mayor que el de 2019 si consideramos el efecto rebote (recordemos que en 2019 la inversión física se redujo 12%), pero menor al observado en 2018, de 661.9 mmdp. Sin considerar la inversión en Pemex y el monto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familias de la Secretaría de Economía (mejor conocido como Créditos a la Palabra), la inversión física con respecto al año pasado aumentó sólo 6%, y también se ubicó por debajo del gasto realizado en 2018, de 461.2 mmdp. Entretanto, la inversión en Pemex se redujo 3% con respecto a 2019. 

La inversión física fue 0.2% (-1.35 mmdp) menor a la aprobada para 2020, y si no incluimos el monto del programa Créditos a la Palabra en el total de la inversión, el subejercicio hubiera ascendido a 5.4% (-35.5 mmdp). Recordemos que este programa se creó como respuesta a la crisis ocasionada por la covid-19, y su fin es apoyar a las familias y empresas afectadas por la paideia a través de subsidios, pero no el impulso a la creación de capital, principal objetivo de la inversión física. 

Con relación al 2019, fueron los Ramos Autónomos y el IMSS e ISSSTE quienes tuvieron un mayor crecimiento anual. Entre los autónomos, el TFJA ejerció 99% (2.2 mmdp) más que en el año previo, al destinar más recursos en gastos de operación; el Inegi ejerció 41% más (4.4 mmdp) porque durante 2020 se levantó el censo de población y vivienda. Sin embargo, llama la atención que la CNDH ejerció 26% (-0.4 mmdp) menos recursos que en 2019; su gasto se compara al observado durante 2010. El ISSSTE, por su parte, ejerció 3.3% (11.5 mmdp) más recursos, que se destinaron al pago de pensiones y jubilaciones, así como en inversión física y materiales y suministros. Con respecto al IMSS, el gasto 6% mayor al previsto (46.8 mmdp) se reflejó en el pago de pensiones, servicios personales y materiales y suministros; no obstante, esta institución tuvo un menor gasto en inversión física en salud.

A pesar de que el gasto agregado de los Ramos Administrativos no fue considerablemente mayor que el observado en 2019, dentro de ellos la Secretaría de Economía, de Turismo y la SHCP destacan por gastar 50% más que en 2019. La Secretaría de Economía ejerció 277% (30.2 mmdp) más recursos, los cuales en gran parte se ejercieron en el ya mencionado programa de Créditos a la palabra. La Secretaría de Turismo ejerció 406% (11.0 mmdp) más recursos que en 2019, debido a la construcción del Tren Maya. La SHCP gastó 53% (26.3 mmdp) más, al destinar recursos a la aplicación y el diseño de la política económica. 

Con respecto al monto previsto en 2020, encontramos que los Ramos Administrativos gastaron 15.6% más de lo previsto. De ellos, la Secretaría de Economía (557%), la SHCP (221%), la CNH (210%) y la Secretaría de Turismo (172%) fueron los ejecutores que más sobrejercieron en relación con lo planeado.

Veamos con mayor detalle algunos de los Programas Presupuestarios Principales. Se reportaron 188 de ellos en el Anexo V del Anexo de Finanzas Públicas del Informe al Cuarto Trimestre de 2020 de la SHCP. Once ejercieron un gasto mayor a lo previsto en 2020 (e incluso a lo ejercido en 2019); entre ellos se encuentran programas relacionados al Insabi, la Guardia Nacional y el Tren Maya:

  • Seguro de Vida para Jefas de Familia (Bienestar)
  • Programa de Inclusión Financiera (SHCP)
  • Guardia Nacional (Seguridad y Protección Ciudadana)
  • Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación (Educación Pública)
  • Proyectos de Infraestructura Social del Sector Educativo (Educación Pública)
  • Programas del Tren Maya (Secretaría de Turismo)
  • Internet para Todos (SCT)
  • Promoción del comercio exterior y atracción de inversión extranjera directa (Economía)
  • Sistema Satélital (SCT)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral (Salud)

En contraste, nueve programas exhibieron recortes o no ejercieron recursos durante 2020. En su mayoría, están relacionados con programas de salud, a obligaciones jurídicas y a la construcción del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

  • Provisiones para el desarrollo regional del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • PROSOFT (Economía)
  • Programa para la Productividad y Competitividad Industrial (Economía)
  • Programa para el fortalecimiento económico de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Entidades no Sectorizadas)
  • Programa de aseguramiento agropecuario (SHCP)
  • Obligaciones jurídicas ineludibles (SEDATU)
  • Calidad en la Atención Médica (Salud)
  • Planeación, diseño ejecución y evaluación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • Garantías Líquidas (SHCP)


Gasto federalizado

Durante 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 3 billones 95.6 mmdp, lo que representó una disminución de 6.3% (-210 mmdp), respecto a 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.0%) y petroleros (-51.0%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 829.0 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.7% (-152.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. La caída anual en el gasto federalizado en 2020 se debió a la disminución en cuatro de sus componentes: 1) Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-61.6%); 2) Convenios de Descentralización[7] (-7.9%); 3) Participaciones-Ramo 28[8] (-7.2, debido a una menor RFP) y 4) Subsidios[9] (-3.1%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto a 2019.

En 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 843.8 mmdp, lo que significó una caída de 7.2% (-65.0 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en 2019 (908.9 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios se compensó parcialmente con 60.1 mmdp provenientes del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF): de enero a septiembre se transfirieron 46.8 mmdp del FEIEF; en octubre 7.8 mmdp y en noviembre 5.5 millones de pesos[10].

A excepción del Fondo ISR[11], el cual presentó un crecimiento anual de 0.3%, el resto de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (-6.0%), el Fondo de Fomento Municipal (-6.0%) y el Fondo de Fiscalización (-7.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 entidades federativas, de las cuales 17 disminuyeron por debajo del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Campeche (-14.3%), Nayarit (-14.0), Hidalgo (-10.6%), Tabasco (-10.6%), y Michoacán (-10.4%). Sólo tres recibieron mayores recursos, respecto al año anterior: Baja California (3.5%), Chiapas (3.4%) y Colima (2.8%).

Por su parte, las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 809.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (2.6 mmdp), que se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%) y el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (3.4%). Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos vía transferencias del Ramo 33 en 2020 fueron: Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Guerrero. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de estas Aportaciones fueron Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato.


El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 31.7 mmdp; el programado era un superávit de 180.7 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por arriba de lo calendarizado para 2020: fue de -674.2 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -547.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -407.0 mmdp.

El costo financiero fue de 686.1 mmdp, inferior al programado, de 727.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -897.1 mmdp, a diciembre de 2020, o -3.9% del PIB, resultado mayor a lo aprobado (-2.6% del PIB), debido principalmente al uso de activos financieros del Gobierno Federal con la finalidad de evitar el endeudamiento.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, a diciembre de 2020 sumó 12 billones 86 mmdp de pesos; se incrementó en 7.5% o 847 mmdp respecto a 2019. El SHRFSP representó el 52.2% del PIB, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000 debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.


ANEXO 1: indicadores de ingreso, fideicomisos, gasto federalizado, balance público y variables de contexto


ANEXO 2: Gasto


[1] Miles de millones de pesos.

[2] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[3] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[4] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[5] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Comunicado 086 SHCP, del 30 de octubre de 2020: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. Recuperable en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[11] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: gasto en salud de enero a noviembre de 2020

A un mes de tener la fotografía completa del comportamiento de finanzas públicas durante 2020, algo nos queda claro en lo concerniente al gasto en salud: el Gobierno cree que todavía es septiembre. O eso parece, pues el avance en la meta de gasto anual es apenas de 76%.

Fuera de bromas, el dato es dramático, sobre todo si tomamos en cuenta que estamos a mitad de la ‘segunda ola’ de contagios por covid-19, y los servicios de salud se encuentran al límite. Por lo demás, en el reporte de noviembre confirmamos otro dato preocupante: en el acumulado, la inversión física en salud va 29% por debajo del gasto aprobado.

Por último, este mes pusimos especial atención al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), con el fin de descubrir cuántos recursos se han transferido a las entidades para hacer frente a sus particulares crisis sanitarias.  


  

¿Cómo avanzó el gasto funcional[1] en salud de enero a noviembre?

En el periodo los recursos ejercidos a través de la función salud abarcaron el 76% del presupuesto aprobado en el año. Los recursos erogados sumaron 516.3 mil millones de pesos (mmdp). Comparado con los recursos gastados en el mismo periodo del año anterior, el gasto en salud se incrementó 2.0% (10.4 mmdp).

Tan sólo en noviembre se gastaron 52.5 mmdp, 13% (6 mmdp) más que el gasto realizado en 2019. En el mes se vuelve incrementar el gasto funcional en salud mensual, en comparación con el año previo; esto es, después de ejercer un mayor gasto en julio y agosto con relación a 2019, en septiembre y octubre el gasto mensual fue menor al ejercido un año atrás.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud[3] de enero a noviembre?

Como una forma de subsanar la falta de información oportuna y detallada por institución del gasto funcional en salud, en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[4].

El gasto del IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y el FASSA acumula hasta noviembre 551.6 mmdp, lo que representa el 77% del presupuesto aprobado anualmente. No obstante, esos recursos son 5.7% menores a lo que se tenía previsto gastar en el periodo; es decir, 33 mmdp no se ejercieron a través de las distintas instituciones de salud.

Hasta noviembre, es el ISSSTE la institución que más ha gastado en relación con su meta anual: 80%. Le sigue el IMSS, con 79%. En contraste, la Secretaría de Salud ejerció hasta noviembre sólo el 64% de los recursos aprobados: es la institución con menor avance en las metas anuales. Por otra parte, a través del FASSA se ha transferido a los estados el 91% del presupuesto anual.

Las principales instituciones de salud gastaron, hasta noviembre, de la siguiente manera:

  • A pesar de ser la institución con el mayor ejercicio de sus recursos, los 83 mmdp gastados por el ISSSTE estuvieron 13.5% (-13 mmdp) por debajo de la meta establecida en el periodo.
  • El IMSS ejerció en el periodo 266 mmdp; en relación con lo que tenía planeado gastar en el periodo se reportó un subejercicio de 3.5% (-9.6 mmdp).
  • El gasto de la Secretaría de Salud también fue menor a lo planeado: ejerció 109 mmdp de los 121 mmdp aprobados. Esto implica que 10% (-12 mmdp) de los recursos de esta institución no se ejercieron.
  • En contraste, las entidades federativas recibieron a través del FASSA 94 mmdp; este monto es 1% (1.2 mmdp) mayor que lo establecido en el calendario.


El FASSA a detalle

Los recursos transferidos a los estados para atender servicios de salud a través del FASSA (Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud) suman 94 mmdp en noviembre. Todas las entidades federativas recibieron más recursos en comparación con lo calendarizado a principios de año; en promedio, 1.5% más. Veracruz es el estado que más recursos adicionales recibió: 2.4% (147 mdp), mientras que la CDMX recibió únicamente 0.4% (15.9 mdp) más de lo planeado.

En comparación con 2019, se transfirieron 2.0% más recursos en el mismo periodo. De los 32 estados, 30 recibieron en promedio 2.2% más recursos, excepto Colima (disminución de 0.1% o -1.7 mdp) y Tamaulipas (de 0.4% o -12.3 mdp).


¿Cómo avanzó el gasto del sector salud específicamente en noviembre?

En noviembre se acumularon cuatro meses de recortes mensuales consecutivos en el gasto ejercido por las instituciones de salud y el FASSA. En julio de 2020 el gasto ejercido fue 2.6% mayor que el aprobado y, desde entonces, mes con mes las instituciones de salud en conjunto reportaron un menor gasto de lo previsto. Tan sólo en noviembre el subejercicio fue de 11.1% o -6.6 mmdp.

En conjunto, las principales instituciones de salud y el FASSA ejercieron en noviembre 53 mmdp; para el mes se tenía previsto que gastaran 60 mmdp. Así, el subejercicio reportado es de 11%, lo cual implica no ejercer 6.6 mmdp del presupuesto asignado en salud. Con relación a noviembre de 2019, el gasto fue 7% mayor (3.7 mmdp).

El recorte en el mes no se observó parejo en todas las instituciones. De hecho, el IMSS y el ISSSTE gastaron más de lo aprobado, y las transferencias del FASSA se encuentran en línea con el calendario. En noviembre, las instituciones de salud ejercieron el gasto de la siguiente manera:

  • El IMSS gastó 29.6 mmdp. Se tenía previsto que ejerciera 27.7 mmdp, por lo que el sobrejercicio fue de sólo 6.7% (1.9 mmdp). Desde julio la institución presentaba recortes en su gasto.
  • Este mes, la Secretaría de Salud tuvo el mayor subejercicio en lo que va del año. De los 13.9 mmdp aprobados, ejerció sólo 5.4 mmdp. El gasto no ejercido se traduce en un recorte de 61.2% del presupuesto aprobado, el equivalente a 8.5 mmdp.
  • El ISSSTE reportó un ligero sobrejercicio. De los 7.0 mmdp aprobados, gastó 0.1 mmdp más, es decir, los recursos erogados ascendieron a 7.1 mmdp.
  • Las entidades federativas recibieron a través del FASSA casi la totalidad del gasto calendarizado.


¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física de enero a noviembre?

La inversión física en salud (que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones) aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta noviembre se han gastado 13.4 mmdp. Así, hay un avance de apenas 67.5% con respecto a la meta aprobada, y el subejercicio acumulado en el periodo asciende a 29% (-4.3 mmdp) con relación a lo que se planeaba ejercer.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE acumula un sobrejercicio de 58.4%, superando por mucho el presupuesto anual aprobado. Hasta noviembre acumula un gasto de 2.6 mmdp, 0.8 mmdp más de lo aprobado en el año (1.8 mmdp).
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado fue de 4.9 mmdp. Reportó un avance de 93.6% con respecto al presupuesto anual. Acumula un subejercicio de 3.3% (-0.2 mmdp).
  • El IMSS es la institución que acumula el mayor subejercicio en este rubro. El gasto en inversión física pagado a noviembre fue de 5.8 mmdp, y reportó un avance de sólo 45.5% con respecto a la meta anual. El subejercicio acumulado equivale a no ejercer 52% del presupuesto aprobado en el periodo, es decir, a no gastar 6.3 mmdp.


¿Cuál fue el gasto en inversión física en noviembre?

Entre mayo y septiembre, el gasto en inversión física mensual se realizó por debajo de lo previsto para cada mes. En octubre vimos que esta tendencia se revertía. Sin embargo, en noviembre se vuelve a reportar un subejercicio en el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud.

En noviembre, las instituciones de salud en su conjunto gastaron 0.5 mmdp de los 1.6 mmdp aprobados en inversión física. El gasto observado en el mes está en línea con el ejercido en años previos; no obstante, con anterioridad a la pandemia se aprobó un presupuesto aproximadamente cuatro veces mayor al ejercido en 2019; este incremento se aprobó para la Secretaría de Salud.

Por lo anterior llama tanto la atención que este mes la Secretaría de Salud reportara el mayor recorte en su gasto: 87% (-0.7 mmdp). Le siguió el IMSS, al subejercer 52% (-0.2 mmdp) del presupuesto aprobado. Por su parte, el ISSSTE gastó 42% (-0.08 mmdp) menos de lo calendarizado en el mes.


¿Qué observamos en el presupuesto de servicios personales?

En el reporte mensual, la SHCP indica que el gasto en servicios personales asciende a 230.6 mdp, con un aumento de 5.7% con respecto a 2019, debido a la contratación de recursos humanos para hacer frente a la pandemia. Analizamos a detalle el gasto en este rubro y, en efecto, este incremento se sostiene: incluso con relación al presupuesto aprobado el gasto en este rubro es 2.9% mayor.

Sin embargo, cuando analizamos el gasto en servicios personales por institución con relación al presupuesto aprobado, encontramos que el IMSS es la única institución que acumula un mayor gasto al esperado: 4.1% (7.3 mdp). En cambio, el ISSSTE y la Secretaría de Salud acumulan recortes en el rubro; es ésta última la que acumula el mayor recorte: 7.5% (-0.6 mdp).


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[4] Pero en este gasto sí se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.

Números de Erario: noviembre de 2020

Esto, más que austeridad, es una crisis de ingresos


Mensaje principal

En el mundo 2021 está llamado a ser el año del restablecimiento de la actividad económica, tras el desastre que nos ha dejado la pandemia. Sin embargo, en México las palancas para ejecutar la reactivación están muy debilitadas. En las cifras más recientes publicadas por Hacienda, las de noviembre de 2020, identificamos rezagos en ingresos tributarios y petroleros, y también (nada sorprendente) en el gasto neto.

Y es que ése es el principal problema del Gobierno: la disminución de sus ingresos. ¿Cómo va a aumentar el gasto en inversión física, por ejemplo (un muy buen motor para la economía), si sufre de liquidez?

Con todo, creemos que el Gobierno federal está identificando los escollos en los lugares incorrectos. Argumenta que los ramos autónomos son una carga demasiado pesada para el erario y, por tanto, debe procurarse su eliminación, en aras de la austeridad. Pero, como verán líneas abajo, en el acumulado enero-noviembre estos ramos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. Y el amenazado INAI, por cierto, no ejerció ni el 1.5% de este total. No, la solución no va por allí. Ustedes mismos lo podrán comprobar… 

Resumen ejecutivo

Se debilitaron aún más los ingresos públicos. De enero a noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-287.3 mil millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue mayor con respecto a los datos reportados en el tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

Así, a noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 734.3 mmdp, reportando una disminución anual real de 5.4%. Sólo se ha observado una caída mayor, para periodos similares, en 2009, cuando alcanzó el 11.3%, debido a una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR, principalmente, resultado de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros fueron los que más cayeron, disminuyeron 42.5%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 2.3% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (38.9%), ya que los tributarios prácticamente permanecieron iguales (0.1%).

La SHCP reportó que se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales sólo en el mes de noviembre. Comparados con los reportados en octubre aumentaron 8.1% (32.9 mmdp). La razón: los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (2.3%) y no tributarios no petroleros (239.8%); en cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 7.9% y los de IMSS, ISSSTE y CFE 17.2%.

El Balance Primario pasó de un superávit de 312.4 mmdp en el periodo de enero a noviembre de 2019 a uno de 153.5 mmdp en 2020; es decir, se redujo 50.8%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 130.8% a -399.3 mmdp. El costo financiero de la deuda fue de 557.1 mmdp, 7.9% superior al reportado en igual periodo de 2019.

El gasto neto del Sector Público, por su parte, ascendió a 5 billones 150 mmdp en el periodo de enero a noviembre. Eso representa el 84% del presupuesto aprobado anual. A pesar de que el gobierno utilizó ahorros (FEIP y FEIEF) y registró un crecimiento real en los ingresos tributarios, el gasto neto acumula un recorte de 6.5%, y equivale a no ejercer 356.7 mmdp del presupuesto aprobado hasta noviembre.  

El recorte en el gasto no afectó a todos los ramos por igual. En los Ramos Autónomos, Generales, Pemex, CFE, el IMSS y el ISSSTE el recorte acumulado se generalizó en todos los ejecutores. En los Ramos Administrativos sólo 17 de los 26 ejecutores acumularon subejercicios.

La inversión física en el periodo fue de 545.3 mmdp; creció 4.0% con respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 354.2 mmdp, y en comparación con la del año previo creció 7.3% (24.1 mmdp). El gasto en inversión física acumulada por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE es lo que sostiene el alza; sin embargo, vale la pena destacar que tanto la Secretaría de Turismo como la de Economía ejercieron gran parte de estos recursos entre mayo y julio, y que en los últimos meses su dinamismo disminuyó. Además, recordemos que en Economía es un programa de subsidios el que apuntala el gasto en inversión —el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares—, es decir, un destino que no apuntala la creación de capital.

El gasto programable, que concentra el gasto de los programas sociales y la inversión en infraestructura, reporta un subejercicio de 6.4% (259.5 mmdp). En el reporte mensual de la SHCP se indica que los subsidios y transferencias (que se ubican dentro del gasto programable) tuvieron incrementos anuales reales de 18.9% y 25.4% respectivamente, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia. No obstante, hay que señalar que los programas de subsidios se diseñaron con anterioridad al contexto actual, y podrían no tener un impacto directo y significativo en la recuperación económica. Ya en el reporte del cuarto trimestre podremos observar el comportamiento del gasto en estos rubros, en relación con los planes anuales.

Finalmente, no cesa la preocupante caída de recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado.


Análisis del ingreso

Enero – noviembre 2020 y noviembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que de enero a noviembre de 2020 el Sector Público ingresó 4 billones 734.3 mmdp, lo que significa una disminución de 5.4% en términos reales (-276.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, y un monto menor en 287.3 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 675.7 mmdp, 2.2% (-86.7 mmdp) menores que los observados de enero a noviembre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero a noviembre de 2020 se han utilizado 156.7 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a noviembre de 2020 los ingresos petroleros —Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 496.5 mmdp, monto inferior en 44.5% (-397.5 mmdp) respecto a lo aprobado en la LIF. Tal disminución se debió a la caída en la demanda de hidrocarburos y sus derivados, como consecuencia de las medidas globales de confinamiento. Este monto fue menor en 42.5% (-366.9 mmdp), en términos reales, respecto a lo observado en igual periodo de 2019. Este monto, cabe decir, es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. También representa la mayor caída en términos porcentuales, superior a la de 38.6% en enero-noviembre de 2009 (cuando se registró la mayor caída del precio del petróleo no vista en 30 años), y a la de enero-noviembre de 2015, de 36.6%.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros (Gobierno Federal + Pemex) presentaron una caída de 9.1%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un crecimiento de los mismos de 12.6%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 198.0 mmdp; presentaron una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex, por su parte, ascendieron a 298.5 mmdp y disminuyeron 33.8%.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 24.2 mmdp, 5.4% (-172.6 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.1% mayor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-noviembre de 2019; es decir, permanecieron prácticamente igual. Por componentes, el IVA se incrementó 0.2% anual, mientras que el ISR creció 0.8%; este último resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IEPS disminuyó 3.6%, debido a la menor actividad económica causada por el confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 2.8%, y los distintos de gasolina y diésel, 5.0%. Los impuestos a la importación cayeron 14.3% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 0.9%, debido al crecimiento de 57.8% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.7% y la de ISR 1.6%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 27.5% anual, debido al crecimiento de los IEPS en 232.1%, de impuestos a la importación en 27.5%, ISR en 23.4% e IVA en 2.9%.

Por otro lado, en los primeros 11 meses de 2020 los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 201.0% (302.8 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 453.5 mmdp, lo que significa un incremento de 38.9% respecto al dato reportado en enero-noviembre de 2019. De este monto, 375.9 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 60.6% anual, resultado de la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 156.7 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp; de otros fideicomisos por 33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mmdp. En el mismo periodo 2019, los ingresos NTNP aumentaron 18.6% y en 2018 se redujeron 53.1%.

Los ingresos de CFE ascendieron a 358.8 mmdp, 10.6% menores respecto a 2019, e inferiores en 5.2% (-19.6 mmdp), respecto al dato aprobado a inicio de 2020. La razón: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 401.3 mmdp, 0.1% (-0.4 mmdp) por debajo del dato programado en LIF para los primeros 11 meses de 2020, y 1.7% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-noviembre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.5% en los ingresos petroleros y un incremento de 17.8% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.6% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, la SHCP reportó que en noviembre se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 8.1% (32.9 mmdp) al reportado en octubre (406.0 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

Cabe destacar que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en noviembre respecto a octubre (2.3 dólares por barril, 6.2%), para ubicarse en 38.7 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el undécimo mes de 2020 registraron 47.7 mmdp, 7.9% (-4.1 mmdp) por debajo del dato observado en octubre. Comparados contra los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 25.2% (-16.1 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 38.2% en términos reales.

Los ingresos tributarios ascendieron en el mes a 262.6 mmdp, lo que representa un incremento de 2.3% (6.0 mmdp) respecto al dato reportado en octubre. Respecto a noviembre de 2019 aumentaron 7.6%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (14.7%), ISR (5.7%) y IEPS (1.4%). Lo anterior se debe a diversas mejoras legales que aumentaron la eficiencia recaudatoria, sin incrementar ni crear nuevos impuestos.

¿Cuál fue la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar 49.7% de los ingresos totales del Sector Público (periodo enero-noviembre de 2000), a 63.9% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, son los rubros de mayor peso.

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000,: 10.5% de los ingresos totales.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzaron los ingresos públicos?

Para el periodo enero-noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público mostraron un avance de 85.7% con respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). En relación con la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE2021, llevan un avance de 88.0%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, presentan 90.1% de avance. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 50.3% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 62.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios exhibieron un avance de 86.3% respecto a la LIF2020, y de 93.6% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 274.0% respecto al monto estimado al inicio de 2020, y de 90.5% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados a noviembre de 2020 descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 5.7% (-287.3 mmdp). En noviembre se quedaron por debajo de la meta mensual en 1.2% (-5.4 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.4% por debajo de lo programado (-172.6 mmdp), en relación con su meta estimada en el calendario, por lo que, lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 4.3% (-39.4 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.9% (-82.0 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados estuvieron 11.0% por debajo de lo aprobado (-51.8 mmdp).

A noviembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% en relación con lo que se esperaba para este periodo (-397.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 201.0% su meta a noviembre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (302.8 mmdp vs. -570.1 mmdp).

En términos mensuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 1.2% (-5.4 mmdp), con respecto al dato aprobado. Observamos rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y el estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.3% (-38.0 mmdp), que aumenta si no se consideran las mencionadas transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 4.9% (-13.4 mmdp), con respecto a su meta estimada en el calendario en el mismo periodo. Al desagregarse por tipo, observamos para noviembre ingresos excedentes de IVA por 3.9% (3.1 mmdp). El ISR tuvo, en cambio, un rezago de 7.3% (-10.3 mmdp).

Los ingresos NTNP se excedieron en 513.6% (52.9 mmdp).

En términos anuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una caída de 10.5% (-55.1 mmdp), respecto al dato de noviembre de 2019. Sin embargo, el componente tributario aumentó 7.4% (18.1 mmdp), mientras que el petrolero se redujo en 38.3% (-29.7 mmdp) y el NTNP en 30.7% (-27.9 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – noviembre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 11 meses del año?

A noviembre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 5 billones 150 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 799 millones de pesos, lo que representa el 74% del gasto neto total; el porcentaje restante corresponde al gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 351 mmdp.

El costo financiero, un gasto no programable, representó 11% (557.1 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-noviembre de 2020. Como hemos señalado en los últimos meses, su participación en el total se ha mantenido en línea con lo observado en la trayectoria reciente. Desde 2014, esta obligación del Gobierno ha ido en aumento. El aumento del costo financiero reduce el espacio fiscal, por lo que el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

A la par del incremento del costo financiero, la inversión física (un gasto programable esencial para detonar la actividad económica en el contexto actual) ha disminuido su participación en el gasto neto total desde 2014. Entre enero y noviembre, este gasto fue de 545.3 mmdp, lo que representa el 11% del gasto neto total; con relación a 2019 creció 4.0%. La inversión distinta de Pemex fue de 354.2 mmdp; creció 7.3% (24.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y equivale a 65% del gasto en inversión física del Sector Público en el periodo. La inversión en Pemex disminuyó 1.5% (2.9 mmdp), respecto al año previo.

El incremento en la inversión física distinta de Pemex se sostiene por la inversión realizada por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE. Hasta noviembre, estas secretarías han gastado más de lo aprobado para el año y más de lo observado en el año previo, lo que explica que este tipo de inversión creciera hasta 7.3%.

El gasto acumulado del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (que tuvo un mayor flujo de recursos en mayo y junio) impulsó la inversión física de la Secretaría de Economía. Hasta noviembre esta dependencia acumula 34.4 mmdp, monto que es 12 veces mayor que el realizado en 2019. Recordemos que este programa tiene como objetivo apoyar, a través de préstamos, a familias y empresas afectadas por la pandemia. Dado que no impulsa la creación de capital, no debería registrarse como inversión física.

La inversión física de la Secretaría de Turismo asciende a 4.8 mmdp, monto 10 veces mayor que el observado en 2019. El incremento de 928% con relación al año previo se debe a los recursos destinados en la construcción del Tren Maya, que incluye estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto como tal.

El ISSSTE ha ejercido en el periodo nueve veces más recursos en inversión física que en 2019. Sus 2.6 mmdp gastados sostienen el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como documentamos en los Números de Erario que analizan el gasto en salud, este súbito incremento es el resultado de destinar más recursos a la compra insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros, los cuales se registran como inversión. Hasta noviembre ejerció 58% (1 mmdp) más que lo planeado en el año y 831% (9.3 mmdp) más que lo ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

El 55% (2,842 mmdp) del gasto total se ejerció a través de los Ramos Generales; con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno federal cumple sus obligaciones financieras o mandatos legales. Son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye Hacienda directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado (para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos). De ahí su relevancia.

El gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (1,079 mmdp) del gasto neto total.

Los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. En estos ramos se aplican las medidas de austeridad, a pesar de que su participación tiene poco peso en el gasto total. Aplicar estas medidas sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto significativo en el tamaño o composición del gasto.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a noviembre de 2020?

En el periodo, el avance del gasto neto total ejercido con respecto a la meta anual aprobada es de 84%, y de 87% en relación con la meta estimada por la SHCP en la actualización de las finanzas públicas en el reporte de noviembre. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 83% de la meta anual aprobada en el PEF.

El avance del gasto programable del SP con respecto a la meta anual es de 86%, y de 87% en relación con la última actualización realizada por la SHCP.

En el gasto no programable el avance es menor al observado en las otras clasificaciones de gasto; respecto a la meta aprobada avanzó 79%, y respecto a la meta estimada el avance fue de 87%.

La inversión física pública del SP registró un avance de 83% respecto a la meta aprobada, mientras que el avance del costo financiero fue de 77% respecto a la meta aprobada, y de 80% si se compara con la meta actualizada.

Por ejecutor, los Ramos Administrativos y el IMSS e ISSSTE registraron un avance mayor al 90%. Por su parte, los Ramos Autónomos, Generales y Pemex y CFE reportaron un avance entre 80% y 84%.

El subejercicio acumulado en el periodo por el gasto neto del Sector Público es de 6.5%. Equivale a no ejercer 356.7 mmdp, ya aprobados para el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Hay un gasto mayor al aprobado, es decir, un sobrejercicio, en los siguientes ramos:

  • Economía: 558% (31.5 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Turismo: 52% (2.5 mmdp)
  • Gobernación: 47% (2.2 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 14% (1.4 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 6% (0.5 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 91% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 33% (0.07 mmdp)

Los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado, es decir, que subejercieron, son:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-96.7 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: 13% (-76.7 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: 11% (-48.3 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-28.7 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 34% (-18.3 mmdp)
  • ISSSTE: 4% (-14.3 mmdp)
  • Aportaciones a la Seguridad Social: 1% (-12.1 mmdp)
  • Salud: 9% (-11.9 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 1% (-10.8 mmdp)
  • Deuda Pública: 2% (-10.7 mmdp)

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.2% (-125.1 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 6.0% (-182.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 12.3% (-15.5 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.6% (6.2 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.1% (-22.8 mmdp)

En todos los ejecutores de gasto de los Ramos Autónomos y Generales el subejercicio es generalizado. Entre los Ramos Autónomos, la CNDH es la entidad con el mayor recorte: 33.6%. De los Ramos Generales, el Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35%.

Hasta noviembre, 17 de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos reportaron un subejercicio. Es la Oficina de Presidencia quien exhibe el mayor recorte: 43.6%. En contraste, la Secretaría de Economía reporta un gasto 558.5% mayor a lo previsto.

Las Empresas Productivas del Estado también exhiben un recorte en el gasto: el subejercicio de Pemex fue de 13% y el de la CFE de 11%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en noviembre 2020?

En noviembre, el gasto neto total fue de 507 mmdp. Se tenía calendarizado que en el mes se ejercieran 494 mmdp; es decir, se observó un sobrejercicio de 2.7% (13.3 mmdp). Desde abril los recortes en el gasto fueron frecuentes. Éste es el primer sobrejercicio observado en siete meses.

Sin embargo, el gasto programable en noviembre fue de 392.1 mmdp: el monto no ejercido fue 1.7% (-6.7 mmdp) menor que el gasto aprobado (398.8 mmdp). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, también exhibe un recorte en relación con el gasto aprobado: 13.1% (-4.9 mmdp). Se tenía previsto un gasto en inversión física de 37.8 mmdp, pero se ejercieron sólo 32.8 mmdp. Con noviembre se hilan ya seis meses consecutivos de recortes en este rubro.

El gasto no programable, en cambio, creció en comparación con lo presupuestado en el mes: el excedente reportado fue 21% mayor (19.9 mmdp). El incremento es el resultado de un mayor costo financiero del Sector Público: alcanzó los 48.4 mmdp, 133% por arriba (-27.6 mmdp) de lo planeado.

Sólo en noviembre, los Ramos Autónomos ejercieron 52% (6.3 mmdp) más de lo aprobado en el mes (12 mmdp). Por ejecutor, el Poder Judicial gastó 70% más recursos que los presupuestados; el Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor que su meta mensual, 52% cada ramo. Sin embargo, el INAI no ejerció 32.1% de su presupuesto aprobado; le siguió la CDNH (que en el mes anterior reportó un sobrejercicio), con 22.6% y la COFECE con 16%.

Las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron un recorte en el gasto mensual de 6% (-4.8 mmdp). El recorte de Pemex, con respecto al monto aprobado, fue de 10% (-3.4 mmdp), y el de la CFE de 3% (-1.3 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se ubicó 5% (-5.4 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, 11 ramos exhibieron un sobrejercicio; quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (586%), la CRE (273%) y Gobernación (100%). Y en 15 ramos se observó un subejercicio; la SHCP tuvo el mayor recorte, 89%, le siguió la Secretaría de Turismo con 75% y la Secretaría de Salud, al no ejercer 61% del gasto aprobado.

Los Ramos Generales gastaron 7% por arriba en el mes (15 mmdp). El Ramo de la Deuda Pública presentó el mayor excedente en el gasto: 241% (28.6 mmdp); esto es, hay un incremento en el costo financiero para este mes. Mientras que el Ramo 23 exhibió un recorte de 46% (-1.5 mmdp) en relación con su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un sobrejercicio de 2% (2.9 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a noviembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP)[1] sumó 2 billones 850.0 mmdp, lo que representó una disminución de 7.0% (-213.3 mmdp), respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de una caída de ingresos en los componentes tributarios (-1.7%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 14.3% anual), no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En 2015, la RFP se redujo 1.4% para un periodo similar; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (6.2%).

La reducción en la RFP, durante los primeros 11 meses de 2020, es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-1.7%):

  • Automóviles nuevos (-19.4%)
  • Comercio exterior (-14.7%)
  • Derechos a la minería (-6.4%)
  • Producción y servicios (-4.7%)
  • Tenencia (-2.8%)
  • IVA (-1.7%)
  • ISR (-0.8%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante noviembre de 2020, la RFP fue de 241.7 mmdp, menor en 3.9% a la reportada en igual mes de 2019. Esto se explica por los recursos disminuidos del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.8%). Sin embargo, su componente tributario se incrementó 2.0%, debido principalmente al crecimiento en la recaudación de IVA (8.4%) e ISR (1.7%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado (es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios) sumó 1 billón 634.8 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.5% (-133.1 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 767.9 mmdp y una caída de 4.6%. Con ello suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-noviembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[2] para el cumplimiento de programas federales (-60.3%),
  • Subsidios[3] (-9.7%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28[4] (-7.4%) debido a una menor RFP.
  • Convenios de descentralización (-2.0%).

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto al mismo periodo de 2019.

El nivel observado del gasto en el periodo enero-noviembre de 2020 es similar a los niveles en 2012; es decir, identificamos un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado, debido a la caída en el crecimiento económico que ha impactado en gran medida a la RFP.

Sólo en noviembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 138.9 mmdp, lo que representa una disminución de 9.7% con respecto a noviembre de 2019, debido a la disminución de todos sus componentes: convenios de reasignación (-80.0%), convenios de descentralización (-32.4%), subsidios (-12.3%), Ramo 28 (-11.0%), Ramo 33 (-1.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a noviembre de 2020, las Participaciones a entidades federativas se ubicaron en 777.9 mmdp, lo que significó una caída de 7.4% (-62.6 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (840.5 mmdp), resultado de una menor recaudación. Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta noviembre sumaron 60.1 mmdp. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia[5].

Desde la caída de 17.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en noviembre de 2020 las participaciones disminuyeron 11.0%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.4 mmdp.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.4%), Nayarit (-12.9%) e Hidalgo (-11.3%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Chiapas (3.8%), Baja California (3.2%) y Colima (3.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 11 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 705.9 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (1.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.7%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.8 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional —Infraestructura social y fortalecimiento de entidades— siguen sufriendo disminuciones en sus transferencias.

Durante el periodo, las tres entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones Federales fueron Tabasco, Chiapas y Ciudad de México. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Nuestra recomendación)

El Gobierno federal debe incentivar el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente a nivel municipal, lo que impondría una carga fiscal al erario federal.

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. El objetivo: compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. En este rediseño se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del Balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el Balance Público durante enero-noviembre de 2020?

El Balance Primario[6] se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 153.5 mmdp; el programado era un superávit de 71.2 mmdp.

La posición del Balance Público[7] mejoró en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por debajo de lo calendarizado. Para el periodo enero-noviembre de 2020 fue de -399.3 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -481.3 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -167.2 mmdp.

Por otra parte, la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[8], fue de -678.2 mmdp a noviembre de 2020, o -2.9% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en noviembre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -300.0 mmdp (-1.2% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, la cual incluye el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en los RFSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respecto a noviembre de 2019, de IPAB (-90.9%), PIDIREGAS (-12.1%) y Banca de desarrollo y fondos de fomento (-2.8%).

Para el cierre del año Hacienda estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.8 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 716 mmdp de pesos al mes de noviembre. Es decir, se incrementó 5.3% o 585 mmdp respecto a noviembre de 2019. Sin embargo, disminuyó por segundo mes consecutivo. Poco más del 28% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Según lo publicado por Hacienda, el SHRFSP representó el 50.7% del PIB a noviembre de 2020, un incremento de 6.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

Las autoridades esperan cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables, que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

Hacienda estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Por su parte, distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) prevén escenarios de una mayor contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista: entre -8.9% y -9.0% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos, en relación con lo esperado por las autoridades para cierre de año.

Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020 el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, resultado del crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En noviembre de 2020 la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,633 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.2% (-71 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a noviembre (1,666 mbd) fue 14.6% (-285 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a noviembre se encuentra -78 mbd por debajo (-4.5%).

Precio del petróleo

De enero a noviembre de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.9 dólares por barril[9]. Ésta se ubicó 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en noviembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A noviembre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.0% (20.8 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.2% real (23.9 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 1.6% (-3.1 mmdp) respecto al año previo.

El valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[10]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] La recaudación federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo.

[2] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[3] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Comunicado 086 SHCP: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[6] Balance Primario: muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

[7] Balance Público: se obtiene a partir de restar el gasto neto total del sector público presupuestario a los ingresos presupuestarios. Este balance incluye al gobierno federal y el sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).

[8] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[9] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[10] Últimos 12 meses.

Números de Erario: octubre de 2020

La realidad vs. las ‘fantasías oficiales’


Mensaje principal

Estamos prácticamente cerrando el año, y constatamos con más claridad que nunca que el Ejecutivo vive en una realidad paralela: aquélla en la que el país sigue viviendo de los ingresos petroleros. Sin embargo, en el México real-real sucede algo muy distinto: el financiamiento de las políticas públicas depende, más bien, de la actividad económica (sí: de los ingresos tributarios).   

Resumen ejecutivo

En el acumulado de enero a octubre no hay sorpresas ni podía haberlas: las cifras publicadas continúan demostrando menores ingresos petroleros y tributarios, así como un mayor déficit público. Esta debilidad explica gran parte del subejercicio acumulado en el gasto neto.

Un dato llamó nuestra atención. Los ingresos tributarios representan ya el 64.3% de los ingresos totales del Sector Público, el porcentaje más amplio en 20 años. En efecto, el país ha cambiado muchísimo: en el mismo periodo (enero-octubre) de 2000 abarcaban sólo el 49.7%. ¿Y los ingresos petroleros? El extremo opuesto: presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales. A pesar de esta realidad, en el discurso político y en el presupuesto Pemex sigue siendo la prioridad del presidente…

Por lo demás, de enero a octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 6.2% (-281.9 mil millones de pesos: mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue incluso mayor con respecto a los datos reportados al tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

En los primeros 10 meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 295.3 mmdp, lo que significa una disminución anual real de 4.9%. Así, se suman tres periodos similares con reducciones en los ingresos (2018, con disminución de 3.0%, y 2019, de 0.3%). Hay un antecedente notable: la caída de 11.4% en el periodo enero a octubre de 2009, resultado principalmente de una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR. En efecto: hablamos de los embates de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 42.9%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.1% respecto al mismo periodo de 2019. Estos últimos se impulsaron por el crecimiento de los ingresos no tributarios (65.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.6%.

Sólo en octubre, la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, que comparados con los reportados en septiembre aumentaron 6.6% (25.2 mmdp), debido a los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (5.7%), petroleros (6.5%) y en empresas y organismos bajo control presupuestario directo (16.7%), a causa de lo que parece ser un amague de recuperación económica.

Por otra parte, entre enero y octubre el gasto neto del Sector Público ascendió a 4 billones 644 mmdp; este monto representa 76% del presupuesto aprobado anual. El subejercicio acumulado en el gasto neto suma 369 mmdp para el periodo, y equivale a 7.4% del presupuesto aprobado hasta octubre.  

El subejercicio del gasto no afecta a todos los ramos por igual. Los Ramos Autónomos ya acumulan el mayor subejercicio: 17.8% (-20.3 mmdp), mientras que el recorte acumulado de los Ramos Generales fue apenas 0.1% (-0.8 mmdp).

La inversión física en el periodo fue de 512.3 mmdp. Creció 4.6% respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 333.1 mmdp, lo que representa un crecimiento de 7.4% (22.9 mmdp) con respecto al año previo, sostenida por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE. ¡Pero no todo lo que brilla es oro! En Economía el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares sigue siendo el rubro que favorece una mayor inversión física, y con respecto a Turismo la inversión destinada a la construcción del Tren Maya es la encargada de impulsar el gasto.

Un último dato dramático: el ramo de Participaciones a Entidades Federativas y Municipios acumuló en lo que va del año un subejercicio de 11%. Eso equivale a 88.1 mmdp que se dejaron de transferir a gobiernos locales. No extraña entonces el surgimiento de conflictos y desacuerdos entre los estados y la Federación.


Análisis del ingreso

enero – octubre 2020 y octubre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

Durante los primeros 10 meses de 2020, la SHCP reportó que el Sector Público ingresó 4 billones 295.3 mmdp: una disminución de 4.9% en términos reales (-221.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 281.9 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno federal se ubicaron en 3 billones 333.1 mmdp, 1.7% (-56 mmdp) por debajo de los observados de enero a octubre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero-octubre de 2020 se han utilizado ya 119.1 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a octubre de 2020, los ingresos petroleros —del Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 448.8 mmdp, monto inferior en 44.5% (-359.5 mmdp) a los aprobados en la LIF. La explicación: una menor producción petrolera unida a menores precios observados del petróleo y del gas natural. Este monto fue menor en 42.9% (-336.7 mmdp), en términos reales, a lo observado en igual periodo de 2019.

Lo que vemos son los efectos de la caída en la demanda de hidrocarburos como consecuencia del confinamiento global. Este monto es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. Además, representa la mayor caída en términos porcentuales: superior incluso a la de enero-octubre de 2009, de 40.9%, cuando se registró una caída del precio del petróleo no vista en 30 años.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 761.6 mmdp; 5.4% (-159.2 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.6% menor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-octubre de 2019. Se trata de la primera caída para igual periodo después de ocho años (en enero-octubre de 2012 disminuyeron 1.7% anual).

Por sus principales componentes, el ISR prácticamente permaneció sin cambio. Sólo se incrementó 0.4% anual, resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 1.1% y 4.1%, respectivamente, debido a la desaceleración de la actividad económica producida todavía por las medidas de confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 3.0%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 5.9%. Los impuestos a la importación cayeron 15.2% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 1.6%, debido al crecimiento de 61.6% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.2% y la de ISR 1.2%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 8.1% anual, como consecuencia del crecimiento en todos sus rubros: IEPS en 241.0%; impuestos a la importación en 27.6%; ISR en 23.8%; IVA en 3.7%, y otros en 0.2%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP), en los primeros 10 meses de 2020, se ubicaron 178.1% (250.0 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 390.3 mmdp, lo que significó un incremento de 65.7% respecto al dato reportado en enero-octubre de 2019. De este monto, 317.6 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 114.8% anual, resultado de la recuperación de activos financieros. Del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 21.6 mmdp; de otros fideicomisos, 33.6 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 56.1% y 3.0%, respectivamente.

Por su parte, los ingresos de CFE ascendieron a 329.1 mmdp, 8.5% menores respecto a 2019 e inferiores en 4.1% (-14.0 mmdp) respecto al dato aprobado a inicios de 2020. La causa: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 365.5 mmdp, 0.8 mmdp (0.2%) por arriba del dato programado en LIF para los primeros 10 meses del año y 1.8% superior, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-octubre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.1% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.4% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en octubre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 6.6% (25.2mmdp) al reportado en septiembre. El monto de los ingresos en octubre es muy similar al observado en abril (406.3 mmdp) y junio (406.9 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

El incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en octubre respecto a septiembre (-1.1 dólares por barril, -3.0%) para ubicarse en 36.5 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el décimo mes de 2020 ascendieron a 51.8 mmdp, 6.5% (3.2 mmdp) por arriba del dato observado en septiembre. Comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 18.8% (-12.0 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 4.5% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 256.6 mmdp, lo que representó un incremento de 5.7% (13.9 mmdp) respecto al dato reportado en septiembre. Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.8%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (7.6%) e ISR (3.6%). Lo anterior está en concordancia con la recuperación económica y la recaudación.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.7% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-octubre de 2000, a abarcar el 64.3% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales.

Por su parte, la proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tuvieron un avance de 77.8% respecto a su meta anual en la LIF. Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE 2021, llevaron un avance de 79.8%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, representaron un 81.7% de avance. Veámoslo por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 45.5% respecto a lo aprobado en la LIF y de 56.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE 2021.
  • Los ingresos tributarios presentaron un avance de 78.8% respecto a la LIF2020 y de 85.4% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 235.9% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 77.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE 2021.

Los ingresos totales del Sector Público acumulados a octubre de 2020 no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF 2020: exhibieron un rezago de 6.2% (-281.9 mmdp). En octubre quedaron por debajo de la meta mensual en 10.2% (-46.1 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron por debajo de lo programado en 5.4% (-159.2 mmdp), por lo que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 5.0% (-42.5 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-71.7 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.0% por debajo de lo aprobado (-47.2 mmdp).

A octubre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-359.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 178.1% su meta a octubre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (250.8 mmdp vs. -532.6 mmdp).

En términos mensuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 10.2% (-46.1 mmdp), respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguieron mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 49.7% (-51.3 mmdp) que, de nuevo, aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 2.6% (-6.7 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario.

Al desagregarse los ingresos por tipo, en octubre se observaron ingresos excedentes de IVA en 4.2% (3.4 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 4.7% (-6.2 mmdp). Los ingresos NTNP tuvieron excedentes de 57.6% (6.8 mmdp).

En términos anuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 0.3% (1.3 mmdp) con respecto al dato de octubre de 2019: el componente petrolero se redujo 3.8% (-2.1 mmdp) y el tributario aumentó 3.4% (8.5 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – octubre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 10 meses del año?

Hasta octubre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 4 billones 644 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 644 millones de pesos, y representó el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante proviene del gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 236 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó 11% (508.7 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-octubre de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Esta obligación del Gobierno ha ido en aumento en los últimos años; en 2014 representó 6% del gasto neto y desde entonces se incrementa año con año, lo cual reduce el espacio fiscal, ocasionando que el Gobierno tenga menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

Un gasto programable esencial para detonar la actividad económica es la inversión física. En el periodo fue de 512.3 mmdp y representó sólo el 11% del gasto neto total. Con todo, creció 4.6% en relación con 2019. La proporción que representa en el gasto ha disminuido desde 2014, cuando equivalía 19.5%. La inversión distinta de Pemex alcanzó los 333.1 mmdp: con respecto al mismo periodo de 2019 creció 7.4% real (22.9 mmdp) y abarcó el 65% del gasto en inversión física del Sector Público de este periodo. Por su parte, la inversión en Pemex disminuyó 0.4% (0.7 mmdp) respecto al año previo.

En este año la inversión física distinta de Pemex se incrementó considerablemente: son las inversiones realizadas por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE las que sostienen este aumento. Hasta octubre, este tipo de inversión creció 7.4%.

En inversión física la Secretaría de Economía gastó 34.4 mmdp; el monto es 11 veces mayor que el realizado en 2019 —a pesar del incremento observado sólo representa 6.6% del gasto total en inversión física—. Como hemos reportado en números anteriores, el mayor gasto corresponde alpresupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física. Este programa tiene como objetivo apoyar a través de préstamos a familias y empresas afectadas por la pandemia.

La inversión física de la Secretaría de Turismo, hasta octubre, ascendió a 4.7 mmdp, monto 11 veces mayor al observado en 2019. El incremento de 1,007% en relación al año previo se debe a que esta Secretaría está a cargo de ejercer los recursos para la construcción del Tren Maya, incluyendo los estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto de inversión.

El ISSSTE es otro de los ejecutores de gasto que sostiene el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como hemos documentado en los Números de Erario: gasto en salud, esta institución ha superado por mucho su presupuesto anual aprobado en la compra de inversión física —que incluye insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros—. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y es 11 veces mayor al ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

A través de los Ramos Generales se ejerce el 56% (2,602 mmdp) del gasto total (con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno Federal cumple con sus obligaciones financieras o mandatos legales). Se consideran ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos.

Entretanto, el gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (976 mmdp) del gasto neto total.

Por su parte, los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (93 mmdp) del presupuesto. Como se ve, su participación tiene poco peso en el gasto total, por lo que aplicar medidas de austeridad a estos ramos sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto cuantioso en el tamaño o composición.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a octubre de 2020?

En el periodo, el gasto neto total ejercido muestra un avance de 76% con respecto a la meta anual aprobada y de 78% en relación con la meta estimada por la SHCP en los CGPE 2021. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 75% de la meta anual aprobada en el PEF.

Entretanto, el gasto programable del SP registró un avance de 77% respecto a la meta anual de gasto aprobada, y de 78% en relación con meta estimada en los CGPE 2021.

Un menor avance se observó en el gasto no programable: respecto a la meta aprobada avanzó 73%, y respecto a la meta estimada, 78%.

Por su parte, la inversión física pública del SP avanzó 78% con respecto a la meta aprobada.

El avance del costo financiero fue de 70% con respecto a la meta aprobada, y de 73% si se compara con la meta actualizada en los CGPE 2021.

El avance por ejecutor de gasto no es homogéneo: los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance respecto a las metas de gasto aprobadas: del 85%. Los Ramos Autónomos son los más rezagados: tuvieron un avance de 68%.

Entre enero y octubre, el gasto neto del Sector Público acumula un subejercicio de 7.4%, que equivale a no ejercer 369 mmdp ya aprobados en el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Los siguientes ramos presentaron un gasto mayor a lo aprobado; es decir, tuvieron un sobrejercicio:

  • Economía: sobrejercicio de 671% (32 mmdp)
  • Turismo: 77% (3 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Bienestar: 1% (2.1 mmdp)
  • Gobernación: 39% (1.6 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 11% (1.0 mmdp)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 74% (1.0 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 11% (0.8 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 58% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 17% (0.03 mmdp)

…Y estos son los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado; es decir, que subejercieron:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-88.1 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -13% (-73.1 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -11% (-47.0 mmdp)
  • Deuda Pública: -10% (-39.4 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -21% (-26.6 mmdp)
  • Educación Pública: -6% (-18.0 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -35% (-15.5 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -4% (-14.4 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -1% (-11.5 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -1% (-11.2 mmdp)

Por otra parte, de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos, nueve de ellos sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. En lo que va del año, sólo la Secretaría de Economía tuvo un sobrejercicio importante, porque el gasto de inversión física fue mucho mayor a lo calendarizado.

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.8% (-120.3 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-197.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 17.8% (-20.3 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.1% (0.8 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.8% (-26 mmdp)

Todos los ejecutores de gasto de los Ramos Generales gastaron menos de lo previsto. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35% (-15.5 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado también reportaron un menor gasto de lo planeado: el subejercicio de Pemex fue de 13% (-73 mmdp) y el de la CFE de 12% (47 mmdp).

A lo largo del año, el gasto de la CNDH, un Ramo Autónomo, fue menor de lo aprobado. Sin embargo, desde septiembre su gasto acumulado reportado fue mayor a lo aprobado y hasta octubre reportó un sobrejercicio de 75% (1.0 mmdp). El Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entretanto, acumula ya un subejercicio de 33%, el equivalente a 0.7 mmdp.

¿Cómo avanzó el gasto del gobierno sólo en octubre 2020?

Para el mes se tenía calendarizado un gasto neto de 468 mmdp, pero se ejercieron sólo 410 mmdp; es decir, no se gastaron 57 mmdp, el equivalente a 12% del gasto neto ya aprobado en el mes. Desde agosto observamos que los recortes en el gasto mensual se incrementaron en magnitud: han sido de aproximadamente 60 mmdp cada mes.

En este mes el subejercicio del gasto programable fue de 47 mmdp. Sólo se ejercieron 323 mmdp de los 370 mmdp previstos (el monto no ejercido es del 12% del gasto aprobado). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, fue 22% (12 mmdp) menor a lo aprobado.

El gasto no programable también fue menor a lo presupuestado en el mes: el subejercicio reportado fue de 10 mmdp (10%). Un menor gasto programable es resultado, en parte, de un menor costo financiero del Sector Público, en comparación con lo previsto en el calendario. En octubre este costo fue de 21.5 mmdp; en relación con el gasto planeado este monto es 16% menor (-4 mmdp).

 En octubre, los Ramos Autónomos ejercieron menos que lo aprobado en el mes (13% o 1.4 mmdp). Sin embargo, si analizamos cada ejecutor, llama la atención que la CNDH gastó siete veces más recursos que los presupuestados en el mes, con un sobrejercicio de 636.7% (0.8 mmdp). El Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor a su meta mensual: 11% cada ramo. En contraste, el Poder Judicial no ejerció 31.0% (1.9 mmdp); le siguió la FGR con un subejercicio de 19.9% (-0.3 mmdp) y el INAI, con uno de 17% (-0.01 mmdp).

Este mes, las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron el mayor recorte en el gasto: 33% (28 mmdp). El recorte de Pemex con respecto al monto aprobado fue de 35% (14.4 mmdp), y el de la CFE de 30% (13 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se encontró 9% (9 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, siete ramos exhibieron un sobrejercicio. Quienes más gastaron en relación a su meta mensual fueron: la CNH (330%), Bienestar (140%) y la CRE (114%). Y en 17 ramos se observó un subejercicio; fue la a Oficina de Presidencia quien tuvo el mayor subejercicio (57%). Le siguió la Secretaría de Cultura con menor gasto en 40%, y la Secretaría de Educación Pública, al no ejercer 34% del gasto aprobado.

En los Ramos Generales el subejercicio en el mes fue de 3% (-6.8 mmdp). El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 51% (-2.9 mmdp). Entretanto, las Aportaciones Federales gastaron 5% por arriba (4.7 mmdp) de su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 3% (-3.1 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a octubre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 608.3 mmdp, lo que supone una disminución de 7.2% (-201.1 mmdp) en relación con igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-2.0%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 15.4% anual) no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto se verificó en 2016 (6.3%).

La reducción en la RFP durante los primeros 10 meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-2.0%):

  • Automóviles nuevos (-20.5%)
  • Comercio exterior (-15.1%)
  • Tenencia (-12.3%)
  • Derechos a la minería (-7.1%)
  • ISR (-5.7%)
  • Producción y servicios (-4.4%)
  • IVA (-2.7%)
  • ISR (-1.0%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)
 

Durante octubre de 2020, la RFP fue de 228.8 mmdp, menor en 8.6% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-3.9%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-42.6%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 495.9 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.3% (-117.0 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 612.8 mmdp. Con ello, se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-octubre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes: 

  • Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-62.4%), 
  • Subsidios (-9.5%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28 (-7.0%) debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.5% real, respecto a octubre de 2019.

 

El nivel observado del gasto en el periodo enero-octubre de 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado debido a la caída en el crecimiento económico, que ha impactado en gran medida a la RFP.

En octubre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 144.0 mmdp, registrando un incremento de 8.6% respecto a octubre de 2019, debido principalmente al aumento de 29.7% en las participaciones federales y de 32.6% en los convenios de descentralización. Por su parte, las aportaciones federales se redujeron 1.0% y los subsidios 32.8%.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación.

Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.0%), Hidalgo (-11.3%) y Puebla (-11.0%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (2.8%), Chiapas (3.3%) y Colima (4.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 10 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 644.5 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.5% (2.9 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.3%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.5%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.7 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron: Tabasco, Tlaxcala y Chiapas. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Recomendación)

Se considera estratégico que el Gobierno Federal incentive el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente el municipal, imponiendo una carga fiscal al erario federal.

Con el fin de reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal, para compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. Se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante enero-octubre de 2020?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 175.9 mmdp (el programado era un superávit de 100.6 mmdp).

El Balance Público, por su parte, presentó un deterioro en su posición, en comparación con la observada en meses anteriores, pero se colocó por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-octubre de 2020: fue de -327.4 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -430.9 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -154.1 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[1], fue de -556.1 mmdp a octubre de 2020, o -2.4% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en octubre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -203.0 mmdp (-0.8% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, las cuales incluyen el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en las RFPSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respeto octubre de 2019, de IPAB (-82.5%), PIDIREGAS (-28.6%) y banca de desarrollo y fondos de fomento (-5.0%).

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.3 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 956 mmdp de pesos al mes de octubre. Es decir, se incrementó 9.3% o 1 billón 16 mmdp respecto a octubre de 2019.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 51.8% del PIB a octubre de 2020, un incremento de 8.2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE 2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Entre las distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista, la cual se ubica en un rango entre -9.0% y -9.3% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades para cierre de año. Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020, el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, debido al crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En octubre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,627 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 2.1% (-34 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a octubre (1,669 mbd) fue 14.4% (-282 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE 2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a octubre se encuentra -75 mbd por debajo (4.3%).

Precio del petróleo

En los primeros 10 meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió los 34.5 dólares por barril[2]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.2% por debajo (-0.1 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE 2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios, impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en octubre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A octubre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.6% (22.7 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.6% real (23.4 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 0.4% (-0.7 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[3]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[2] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[3] Últimos Doce Meses

Números de Erario: gasto en salud de enero a octubre de 2020

Con el gasto funcional en salud se siguen haciendo malabares extremos (y a mitad de la pandemia). En todo caso, los recursos ejercidos en salud en lo que va del año distan mucho de su meta anual. A dos meses de que termine 2020, se ha gastado sólo 68% del presupuesto aprobado. Visto de otra forma: el gasto observado es apenas 0.9% mayor al realizado en 2019, a pesar de la obvia mayor demanda en servicios de salud, verificada en la mayor parte del año. 

Al analizar el gasto de las principales instituciones de salud, observamos que todas reportaron un gasto menor al planeado en el periodo enero a octubre. En conjunto, tenían previsto gastar 525 mil millones de pesos (mmdp), y ejercieron sólo 498 mmdp; es decir, no gastaron 27 millones de pesos (mdp). El ISSSTE es la institución que menos gastó de su presupuesto, con un subejercicio de 15%. 

En un rubro tan esencial como la inversión física, que incluye la compra de insumos médicos y el mantenimiento a hospitales y centros de salud, estas instituciones en conjunto reportaron un gasto de 12.8 mmdp: 25% por debajo (-4.3 mmdp) de lo que se planeaba ejercer en el periodo. Se han encadenado ya cuatro meses consecutivos de recortes acumulados.

No ejercer el gasto presupuestado aprobado en salud, y más en tiempos de pandemia, no implica un ahorro si pacientes y profesionales del sector salud manifiestan la falta de medicamentos e insumos médicos. En el contexto actual, los recursos públicos son escasos pero es necesario hacer de la salud una prioridad.


¿Cómo avanza el gasto funcional[1] en salud de enero a octubre (y en octubre)?

Hasta octubre se ejerció el 68% del presupuesto anual[2] aprobado para el gasto funcional en salud. Equivale a 464 mil millones de pesos.

Por otra parte, el gasto en salud sólo en octubre fue 10% (5.3 mmdp) menor que el observado en el mismo mes de 2019; en septiembre también fue 2.5% menor que el ejercido el año previo. Es decir, después de ejercer un mayor gasto en julio y agosto en comparación con 2019, desde septiembre el gasto mensual volvió a disminuir en la misma comparación.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud de enero a octubre?

En esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones[3], sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[4].

Hasta octubre, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) gastaron en conjunto 498 mmdp, un monto que representa el 70% del presupuesto aprobado anualmente. No obstante, este monto es 5.1% menor a lo que se tenía previsto gastar en el periodo, el equivalente a 27 mmdp.

La Secretaría de Salud es la institución que ha gastado menos con respecto al presupuesto anual; a octubre ejerció sólo 63%. En contraste, el FASSA ha transferido a los estados 80% del presupuesto anual. El ISSSTE ha gastado 73%.

El gasto de las principales instituciones de salud a octubre se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE gastó 76 mmdp de los 89 mmdp aprobados a octubre; es decir, no ejerció el 14.9% de los recursos previstos, el equivalente a 13 mmdp.
  • Para el IMSS se tenía planeado gastar a octubre 247 mmdp, pero la institución reportó un gasto de sólo 236 mmdp. Es decir, hubo un subejercicio de 11 mmdp, el equivalente a 4.6% del presupuesto.
  • En la Secretaría de Salud el gasto ejercido también fue menor a lo planeado para el periodo: se ejercieron 103 mmdp de los 107 mmdp aprobados. Esto significa que 3.2% (3 mmdp) de los recursos de esta institución no se ejercieron.
  • En contraste, las entidades federativas recibieron a través del FASSA 83 mmdp; este monto es 1.6% (1.2 mmdp) mayor que lo calendarizado.


¿Cómo avanzó el gasto del sector salud específicamente en octubre?

De los 10 meses que han transcurrido en el año, en ocho el gasto ejercido por las instituciones de salud y el FASSA fue menor a lo planeado. Sólo en marzo y julio reportaron un mayor gasto (32.8% y 2.5%, respectivamente). Pero en octubre se observó el segundo mayor subejercicio (11.6%).

Las principales instituciones de salud y el FASSA ejercieron en octubre 50 mmdp; se tenía calendarizado que en este mes ejercieran 57 mmdp. No obstante, reportaron un subejercicio de 11%, lo cual se equipara a no ejercer 7 mmdp en salud. Con respecto a octubre de 2019, el gasto fue 17% menor (-10 mmdp).

Un gasto menor al previsto se realizó en todas las instituciones; sin embargo, el porcentaje del gasto no ejercido fue diferente. En octubre, las instituciones de salud gastaron de la siguiente manera:

  • El IMSS gastó 25 mmdp; se tenía previsto que ejerciera 25.6 mmdp. El subejercicio fue minúsculo: de sólo 2.4% (0.6 mmdp).
  • En el caso de la Secretaría de Salud, el gasto calendarizado era de 13.5 mmdp, pero se ejercieron 11.2 mmdp. El gasto no ejercido representa 16.7% del presupuesto o 2.3 mmdp.
  • De los 8.6 mmdp que el ISSSTE tenía aprobados, gastó sólo 4.9 mmdp. En octubre, ésta fue la institución que menos presupuesto gastó, el subejercicio fue de 43.3% (-3.8 mmdp), casi la mitad del gasto aprobado.
  • Las entidades federativas recibieron a través del FASSA casi la totalidad del gasto calendarizado. El subejercicio en este programa fue sólo de 0.1% (-0.01 mmdp).


¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física de enero a octubre?

La inversión física en salud —que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones— aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta octubre se han gastado 12.8 mmdp. A pesar de que hay un avance de 65% con respecto a la meta aprobada, el gasto en inversión física es 25% (-4.3 mmdp) menor a lo que se planeaba ejercer en el periodo, hilando cuatro meses consecutivos de recortes acumulados.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE superó por mucho el presupuesto anual aprobado. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y para todo el año tenía previsto ejercer sólo 1.8 mmdp. La explicación es tan simple como inusitada: el presupuesto anual en inversión física del instituto no tenía contemplado recursos para la compra de equipo
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado fue de 4.8 mmdp: representa un avance de 91.4% con respecto al presupuesto anual. En este rubro gastó 13.8% (0.4 mmdp) más de lo planeado, el equivalente a ejercer 0.5 mmdp más.
  • El IMSS es la única institución que reporta un recorte acumulado en este rubro. El gasto en inversión física pagado a octubre fue 5.5 mmdp: representa un avance de sólo 43.4% con respecto a la meta anual. El subejercicio acumula ya 6 mmdp en relación con el presupuesto previsto hasta octubre. Eso equivale a no ejercer la mitad del presupuesto aprobado (52%).


¿Cuál fue el gasto en inversión física en octubre?

Entre mayo y septiembre, el gasto en inversión física mensual se realizó por debajo de lo previsto para cada mes. En octubre, vimos que esta tendencia se revirtió: el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud gastaron más de lo planeado en el mes: 25% o 347 millones de pesos más.

En el caso del IMSS, después de hilar cuatro meses con un gasto mensual considerablemente menor que lo planeado, en octubre reportó un gasto de 0.6 mmdp, dos veces (111%) mayor que lo aprobado.

Por su parte, la Secretaría de Salud gastó 1.0 mmdp en octubre; este gasto se colocó 20% (0.3 mmdp) por arriba de lo calendarizado en el mes.

A pesar de que el ISSSTE reporta un gasto acumulado en inversión física por encima de lo previsto, en octubre gastó 51 millones de pesos de los 221 millones de pesos aprobados. Es decir, esta institución en el mes gastó 77% (175 millones de pesos) menos de lo aprobado.


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[4] Pero en este gasto sí se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.

Números de Erario: gasto en salud al tercer trimestre de 2020

A pesar de la más exigente demanda de servicios de salud, continúan los recortes en el gasto funcional del sector. De enero a septiembre, el gasto acumulado es de 422 mmdp, 4.8% inferior (-21.2 mmdp) a lo que se tenía planeado ejercer en el periodo. El subejercicio se observa en las principales instituciones del sistema de salud pública: el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud.

El presupuesto destinado a la compra de medicamentos exhibió un subejercicio importante: 11.3%, el equivalente a 6.1 mmdp. Este recorte con respecto a la meta trimestral se observó en el ISSSTE y en la Secretaría de Salud, mientras que este gasto en el IMSS excedió en 6.4% (2.2 mmdp) la meta trimestral.

Con respecto a la inversión física (donde se reporta el gasto realizado en equipo médico, mantenimiento de infraestructura y otros conceptos), también se observa un subejercicio de 29% (-4.7 mmdp). Este subejercicio tiene su origen, principalmente, en los recortes observados en el IMSS. En contraste, el ISSSTE excede en 37.1% el presupuesto anual asignado a este rubro. Tanto el IMSS como el ISSSTE destinan aproximadamente 86% del gasto en inversión física a equipo médico y de laboratorio. En contraste, 76% de la inversión física de la Secretaría de Salud se destina a transferencias a fideicomisos.


¿Cómo avanza el gasto funcional[1] en salud de enero a septiembre?

Se han ejercido 422 mmdp en el gasto funcional en salud en los primeros nueve meses del 2020. Esto representan un avance de 62% con respecto al presupuesto anual[2]. Con respecto al presupuesto aprobado al tercer trimestre, el gasto pagado es 4.8% menor, el equivalente a 21.2 mmdp.

Si se compara el gasto hasta septiembre de este año con el realizado el año previo, se gastó 3.0% (12.2 mmdp) más.

A pesar de la mayor demanda de servicios médicos ocasionada por la pandemia de covid-19, el gasto en salud no ha aumentado significativamente en relación con presupuesto aprobado en el año, ni con el observado anteriormente.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud[3] de enero a septiembre?

El gasto funcional en salud al tercer trimestre es de 422.0 mmdp. Hay un subejercicio de 4.8% (-21.2 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado, a pesar de que el gasto es 3.0% (12.2 mmdp) mayor que el del año anterior. 

En apenas un trimestre se cierra el año, y la Secretaría de Salud sólo ha ejercido 54.2% del presupuesto anual. En contraste, la Secretaría de Marina, el FASSA y las Aportaciones a la Seguridad Social reportan un avance de más de 70% en relación con su presupuesto anual.

Hasta septiembre, el gasto funcional en salud se distribuyó de la siguiente manera:

  • La Secretaría de Marina reportó un gasto de 2.1 mmdp; éste fue mayor a la meta trimestral de 11% (0.2 mmdp).
  • Las entidades federativas también recibieron recursos por arriba de lo aprobado. Las transferencias a través del FASSA acumularon un gasto de 73.4 mmdp, lo que significa 1.8% por arriba de lo previsto (1.3 mmdp).
  • En el trimestre, el ISSSTE es la institución que reportó un mayor subejercicio en el gasto funcional en salud. Gastó sólo 39.1 mmdp, es decir, 10.9 mmdp por debajo de la meta establecida. Su subejercicio acumulado es de 21.8%.
  • El IMSS también gastó menos de lo previsto: 199.5 mmdp de los 209.4 mmdp aprobados para el periodo. El subejercicio fue de 9.9 mmdp, el equivalente a 4.7% del presupuesto.
  • La Secretaría de Salud erogó 89.1 mmdp, los cuales fueron 1.4% menores a los aprobados (-1.2 mmdp).
  • De igual manera, la Secretaría de Defensa Nacional y las Aportaciones a la Seguridad social ejercieron un gasto menor al aprobado: 2.2% (-0.1 mmdp) y 3.4% (-0.5 mmdp), respectivamente.

Analizamos también el presupuesto de los programas presupuestarios, por institución. Los hallazgos más relevantes son los siguientes:

  • El programa de Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud y el de Regulación y Vigilancia de Establecimientos y Servicios de Atención Médica, de la Secretaría de Salud, son los que menos han ejercido presupuesto en lo que va del año, -100% y -98.8%, respectivamente.
  • El programa de Mantenimiento de Infraestructura del IMSS acumula un subejercicio de 72.4% (-0.5 mmdp). Su presupuesto total anual tiene un recorte de 88% (-0.6 mmdp) con respecto a lo aprobado en 2020.
  • El programa de Proyectos de Infraestructura Social del ISSSTE también presenta rezago importante en el trimestre; no ha ejercido 73.5% de su presupuesto (-0.9 mmdp).
  • Llama la atención que el programa de Suministro de Claves de Medicamentos del ISSSTE acumula un subejercicio de 57.5% (5.0 mmdp). Ciertamente este programa no abarca el presupuesto total de medicamentos, pero sí nos indica que hay un subejercicio en este rubro, tal y como se verá más adelante.
  • Por último, llama la atención que el programa de Salud materna, sexual y reproductiva de la Secretaría de Salud tiene un subejercicio de 31.0% (-0.6 mmdp) en el trimestre.

 


¿Cómo avanzó el gasto en medicamentos del sector salud en septiembre?

El presupuesto anual en medicamentos que se registra dentro del gasto funcional es de 86.0 mmdp. En el informe trimestral, se espera que este presupuesto cierre con un incremento de 6% (5.4 mmpd), es decir, que ascienda a 91.4 mmdp en 2020. Sin embargo, hasta el tercer trimestre las diversas instituciones de salud reportan un gasto de 47.6 mmdp en este rubro, lo cual representa un avance de sólo 55.3% con respecto al gasto anual aprobado.

De hecho, si comparamos el gasto ejercido con la meta trimestral, observamos que hay un subejercicio acumulado de 11.3%, el equivalente a 6.1 mmdp. Por institución, los ejercicios se reparten de la siguiente manera:

  • El ISSSTE ejerció tan sólo la mitad del gasto aprobado en medicinas. Se le aprobó un presupuesto de 15.3 mmdp, pero ejerció 7.0 mmdp. Eso es un subejercicio de 53.9% (8.2 mmdp).
  • La Secretaría de Defensa Nacional también exhibe un subejercicio: acumula al trimestre un gasto 23.7% menor a lo aprobado, al gastar sólo 0.33 mmdp de los 0.43 mmdp aprobados.
  • La Secretaría de Salud también exhibe un subejercicio, pero en menor medida. Su gasto acumulado al tercer trimestre es de 3.7 mmdp y es sólo 1.3% (-0.05 mmdp) menor a lo aprobado en el periodo.
  • En contraste, la Secretaría de Marina gastó en medicamentos mucho más de lo aprobado al trimestre. Acumuló un sobrejercicio de 71.2% (0.1 mmdp)…
  • … Y le sigue el IMSS, al acumular un gasto en medicamentos de 36.0 mmdp, el cual es 6.4% (2.2 mmdp) mayor a lo aprobado al tercer trimestre.


¿Cómo avanzó la inversión física de las instituciones públicas de salud?

La inversión física en salud (que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones) aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta septiembre se han gastado 11.5 mmdp. A pesar de que hay un avance de 56.9% con respecto a la meta aprobada, este gasto es 29% (-4.7 mmdp) menor a lo que se planeaba ejercer al tercer trimestre, hilando tres meses consecutivos de recortes.

A pesar de que la Secretaría de Salud y el ISSSTE gastaron más de lo previsto en inversión física, el gasto realizado por el IMSS fue 57% menor a lo aprobado. Y dada la relevancia de este monto en el total, el gasto en inversión física reporta un subejercicio. Para poner en contexto, del total de la inversión aprobada al trimestre, 63% se planeaba realizar a través del IMSS.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE en septiembre superó en 37.1% el presupuesto aprobado anual en este rubro. El gasto acumulado es de 2.4 mmdp, y para todo el año tenía previsto ejercer sólo 1.8 mmdp. El 86% de su inversión física se realizó en equipo médico y de laboratorio, y 12% en edificación no habitacional. 
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado es de 3.7 mmdp, lo representa un avance de 71.8% con respecto al presupuesto anual. Al periodo acumula un sobrejercicio de 12% (0.4 mmdp) por arriba de lo aprobado al tercer trimestre. Sin embargo, hay que notar que las transferencias a fideicomisos que realiza la institución representan 73% del gasto en inversión, mientras que el gasto en servicios profesionales, científicos y técnicos integrales equivalen a 25%. El gasto en equipo médico y de laboratorio sólo representa 0.4% del gasto realizado.
  • De las transferencias que se realizan a las entidades a través del FASSA, el gasto destinado a inversión reporta un avance 86.8% con respecto a la meta anual. A septiembre acumula un gasto de 0.43 mmdp, el cual se encuentra en línea con lo aprobado en el periodo.
  • El IMSS es la única institución que reporta un recorte en este rubro. El gasto en inversión física pagado a septiembre es de 4.8 mmdp, lo que representa un avance de sólo 38.1% con respecto a la meta anual y un subejercicio de 57% (-6.3 mmdp) en relación al presupuesto aprobado hasta septiembre. El  86% del gasto reportado como inversión física se destinó a equipo médico y de laboratorio. Cabe mencionar que a esta partida no se le asignaron recursos en el presupuesto aprobado; todo se asignó a la partida de edificación no habitacional, cuyo gasto al tercer trimestre representa sólo 12% de la inversión física.


Fideicomiso del Fondo de Salud para el Bienestar

Este fideicomiso, que atiende enfermedades que provocan gastos catastróficos en los usuarios, reporta a septiembre de 2020 una disponibilidad de 98.5 mmdp. En lo que va del año se han retirado 26.2 mmdp y han ingresado 13.8 mmdp.

A partir de la lectura del informe trimestral, no conocemos con precisión el uso de los recursos retirados. En el informe se reporta que los egresos se realizan para cumplir el mandato del propio fideicomiso.


Tabla de programas presupuestarios


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

Números de Erario: tercer trimestre de 2020

Hacia el final extenuante del año


Mensaje principal

Las cifras publicadas al tercer trimestre son la antesala del cierre de 2020. A tres meses de que termine el año, la fotografía parece completa: continúa la caída de ingresos petroleros y tributarios, lo que afecta a la Recaudación Federal Participable y a las transferencias de gasto federalizado. En el horizonte, un mayor déficit público.

Resumen ejecutivo

A tres meses de que termine 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-235.8 miles de millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la LIF. Con todo, la diferencia de los ingresos obtenidos vs. los aprobados en el tercer trimestre fue menor a la observada en el segundo trimestre del año (-5.7% vs. -6.1%). En el primer trimestre del año esta diferencia fue positiva (1.8%).

En los primeros nueve meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 3 billones 889.3 mmdp, lo que representa una disminución anual real de 5.4%, la mayor para periodos similares observados después de la caída de 8.3% en enero-septiembre de 2009.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 45.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4% con respecto al mismo periodo de 2019. Éstos últimos fueron impulsados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (76.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.9%.

Sólo para septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales; si los comparamos con los reportados en agosto disminuyeron 25.4% (-129.4 mmdp). Este monto representa el segundo más bajo del año, después del reportado en mayo de 2020 (326.9 mmdp).

El Balance Primario pasó de un superávit de 287.1 mmdp en el periodo de enero a septiembre de 2019 a uno de 156.7 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.4%. El Balance Público mostró un deterioro considerable con respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 86.3% y alcanzar los -308.5 mmdp.

Por su parte, el gasto neto del Sector Público para el periodo es de 4 billones 234 mmdp. Acumula un subejercicio de 311.7 mmdp, equivalente a no ejercer 6.9% del gasto aprobado en el periodo, el cual se observó en 36 de los 48 ramos.

La Secretaría de Economía y Turismo acumularon un gasto mayor a lo previsto al tercer trimestre. Son estas dos secretarías las que apuntalan el alza observada en la inversión física distinta de Pemex, que tan sólo en lo que va del año es 10% mayor a lo observado en el año previo.

El Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física, lidera el gasto de la Secretaría de Economía. El excedente en el gasto de la Secretaría de Turismo también tiene su origen en la inversión física: hasta septiembre gastó 4.1 mmdp: 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento es el resultado de destinar 3.3 mmdp a la construcción del Tren Maya.

Si bien la inversión física creció en relación con el año previo, con respecto a la meta trimestral presenta un subejercicio de 12.2% (-65.5 mmdp). Cabe destacar que 24% de la inversión física se realizó en Campeche; 14% en la CDMX, y 11% en Tabasco.

Por último, continúa la disminución en los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del Gasto Federalizado; por ello, a pesar de tener una autonomía fiscal limitada, los gobiernos subnacionales deben considerar reforzar sus haciendas públicas a través de una mayor recaudación ingresos propios.


Análisis del ingreso

enero – septiembre 2020 y septiembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 889.3 mmdp durante los primeros nueve meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 5.4% real (-2,20.3 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 235.8 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 40.5 mmdp, 1.5% (-46.8 mmdp) por debajo del dato aprobado a inicio de año y 1.2% (-38.0 mmdp) menos que los observadosde enero a septiembre de 2019. Dicha disminución se compensará, en parte, con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

Al tercer trimestre de 2020, los ingresos petroleros (Gobierno Federal y propios de Pemex) se ubicaron en 397.0 mmdp, monto inferior en 43.7% (-308.2 mmdp) con respecto a lo aprobado en la LIF, debido a una menor producción petrolera así como a menores precios observados del petróleo y del gas natural. En comparación con lo observado en el tercer trimestre del año anterior, este monto también es menor: 45.7%, en términos reales. Las medidas de confinamiento e incertidumbre sobre la reincorporación gradual de las actividades económicas, que se han reflejado de manera negativa en el sector petrolero, también han tenido que ver con esta caída. Cabe destacar que es el monto más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros presentaron una caída de 4.6%; sin embargo, en igual periodo de 2018, se observa un crecimiento de los mismos de 15.3%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno Federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 163.7 mmdp, lo que representa una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex ascendieron a 233.3 mmdp: una disminución de 40.3%, debido a menores ventas en el mercado interno.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 505.1 mmdp, 5.7% (-152.4 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicios de 2020. Este monto fue 0.9% menor, en términos reales, con respecto a lo reportado en el tercer trimestre de 2019; no es de extrañar, dado el panorama económico por el que atraviesa el país por efectos de la pandemia, lo que ha repercutido en una menor recaudación tributaria. A su interior, el ISR prácticamente permaneció sin cambio, pues únicamente se incrementó 0.1% anual, resultado de un mayor esfuerzo por parte de las autoridades para incrementar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 2.0% y 3.7%, respectivamente. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 1.5% y los distintos de gasolina y diésel 7.5%. Estos últimos incluyen el impuesto a tabacos labrados, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, juegos con apuestas y sorteos, redes públicas de comunicaciones, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, alimentos no básicos con alta densidad calórica, plaguicidas, carbono, y aguas, refrescos y sus concentrados. (Esta caída fue pequeña, en apariencia, pero pongámosla en perspectiva: de enero a septiembre de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 2.4% debido al crecimiento de 63.9% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 2.6% y la de ISR 0.6%).

Para el mismo periodo, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 189.2% (243.2 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF, con un monto observado de 371.7 mmdp; y con respecto al dato reportado en los primeros nueve meses de 2019, el incremento es de 76.7%. De este monto, 304.7 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 130.0% anual, resultado de la recuperación de activos financieros: del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; de otros Fideicomisos, 55.3 mmdp —incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México por 21.6 mmdp—; de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda, 28.0 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 59.0% y 4.0%, respectivamente.

Los ingresos de CFE ascendieron a 286.4 mmdp, 10.0% menores respecto a 2019 e inferiores en 19.8 mmdp respecto al dato aprobado a inicio de 2020.

Los ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) ascendieron a 329.1 mmdp, 1.5 mmdp por arriba del dato programado para los primeros nueve meses de 2020, y 2.1% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019. Respecto al IMSS, se reportaron menores ingresos en relación con el monto aprobado (-8.9 mmdp), debido al menor dinamismo de la actividad económica —que reportó una caída de 9.6% en los primeros nueve meses de 2020— y a una disminución en la creación de empleos formales —738 mil trabajadores asegurados menos a septiembre de 2020, respecto a diciembre de 2019[1]—. Los ingresos del ISSSTE fueron 10.5 mmdp superiores a los aprobados, por la venta de inmuebles y la recuperación de cuotas y aportaciones de años anteriores.

Al tercer trimestre de 2020, se obtuvieron ingresos por pago de contribuciones, en especie o servicios, por 0.9 mmdp[2].

Ahora comparemos el promedio del periodo enero-septiembre, en los dos años que van de la administración de AMLO, con lo observado en periodos similares en el sexenio de EPN. Se observa una caída de 36.1% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.2% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan solo 2.9% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales, monto menor en 25.4% (129.4 mmdp) al reportado en agosto. El monto de los ingresos en septiembre fue el segundo menor observado, después de los 326.9 mmdp de mayo. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicha disminución.

Cabe destacar que la caída mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por las disminuciones de los ingresos tributarios, de los ingresos de IMSS, ISSSTE y CFE, y de los ingresos NTNP.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en septiembre respecto a agosto (-2.7 dólares por barril, 6.8%), para ubicarse en 37.6 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el noveno mes de 2020 ascendieron a 48.6 mmdp, 5.4% (2.5 mmdp) por arriba del dato observado en agosto. Respecto a marzo se ubicaron 27.4% (10.5 mmdp) por arriba, pero comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 23.8% (-15.2 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 71.4% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 242.6 mmdp, lo que representa una caída de 6.1% con respecto al dato reportado en agosto. Están muy lejos de alcanzar los niveles de enero (364.6 mmdp) y marzo (376.4 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, disminuyeron 4.0%, debido a reducciones en la recaudación del IVA e ISR.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.9% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-septiembre de 2000, a alcanzar el 64.4% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, en esa misma comparación los ingresos petroleros presentaron este año la proporción más baja como parte de los ingresos totales: 10.2%.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-septiembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 70.4% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingresos establecida en los Criterios Generales de Política Económica 2021 (CGPE), llevan un avance de 72.3%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 40.2% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 49.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 71.5% respecto a la LIF2020, y de 77.5% respecto al cierre.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentan un avance de 224.6% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 74.2% respecto al cierre.

Por otra parte, los ingresos totales del Sector Público acumulados en el tercer trimestre del año no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020: exhibieron un rezago de 5.7% (-235.8 mmdp). En septiembre, quedaron 14.8% por debajo de la meta mensual (-66.1 mmdp). Podemos comprobar que la diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.7% por debajo de lo programado (-152.4 mmdp) en el calendario; lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 6.0% (-45.9 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-65.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.4% por debajo de lo aprobado (-44.0 mmdp).

A septiembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 43.7% en comparación con lo que se esperaba para este periodo (-308.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 189.2% su meta a septiembre. Sin embargo, como montos excedentes no alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (243.2 mmdp vs. -460.6 mmdp).

En términos mensuales, en septiembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 14.8% (66.1 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 40.6% (-33.2 mmdp), que aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno Federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 11.3% (-31.0 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mes. Al desagregarse los ingresos por tipo, en septiembre no se observaron ingresos excedentes de IVA; el rezago en ellos es de 11.9% (-9.8 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 14.2% (-19.7 mmdp), y los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 6.3 mmdp.


Fideicomisos al tercer trimestre de 2020

Al 30 de septiembre de 2020 se reportan 330 actos jurídicos[3]: 301 fideicomisos[4], 23 mandatos y seis análogos[5], los cuales suman un total de 577.9 mmdp, y muestran una disminución de 34.7% real (-307 mmdp), respecto del monto observado en el mismo periodo de 2019. Respecto a junio de 2020, presentan una caída de 20.7% (-153.5 mmdp). Respecto a diciembre de 2019, son menores en 24.2% (-184.1 mmdp).

La mayor parte de los fideicomisos se encuentra en el grupo temático de ‘subsidios y apoyos’ (117), y ‘en apoyos financieros’ y ‘otros’ (110).

En el primer grupo destacan el Fondo para la Participación de Riesgos y el Fideicomiso de Contragarantía para el Financiamiento Empresarial, ambos de la de la SHCP, además del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos y del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Sustentabilidad Energética; éstos dos últimos figuran en la lista de los 109 fideicomisos a desaparecer.

En el segundo grupo destacan el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (que pasará a la Tesofe), el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar de la Defensa Nacional, el Fondo de la Financiera Rural y el Fideicomiso de Capital Emprendedor, éstos dos últimos de la SHCP, los cuales también están en la lista de los que desaparecerán en el siguiente año.

Por monto, 44.6% de las disponibilidades totales que se encuentran contenidas en los 25 actos jurídicos que corresponden a los grupos temáticos de apoyos financieros y de estabilización presupuestaria, mientras que el 16.6% están registradas en infraestructura pública, 14.0% en pensiones, y el 12.9% restante se agrupa prestaciones laborales y subsidios apoyos.

De los dos grupos temáticos que más dinero reciben (suman el 61.2% de los recursos disponibles), destacan los de infraestructura pública, entre los que se cuentan dos a cargo de la SHCP —el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del artículo 16 de la Ley Aduanera y el Fideicomiso 1936 Fondo Nacional de Infraestructura—; uno a cargo de la Secretaría de Economía —Fondo para el Desarrollo De Zonas de Producción Minera— y uno a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales —Fideicomiso Irrevocable de Administración y Fuente de Pago, No. 1928-Para apoyar el proyecto de saneamiento del Valle de México—.

Al tercer trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 10 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción, de éstos últimos:

  • Nueve son de la Hacienda y Crédito Público,
  • Seis de Turismo
  • Seis de la Secretaría de Cultura,
  • Tres de Comunicaciones y Transportes,
  • Tres de Educación Pública,
  • Dos de medio ambiente y recursos naturales,
  • Uno de Economía,
  • Uno de Salud, y
  • Uno del Conacyt.

Al cierre de 2020 se espera la extinción de 109, equivalentes a 68.5 mmdp; sin embargo, todavía no tenemos claridad sobre el adecuado destino de los recursos obtenidos por su extinción. Lo único cierto es que pasarán a la Tesofe y que serán destinados a los fines que determine la SHCP a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Por último, es preciso destacar que los fideicomisos de estabilización presupuestaria, entre los que destacan el Fideicomiso Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas (FOREF) y el Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (FAISEG), se redujeron de manera considerable respecto a junio, al pasar de 262.0 mmdp a 110.0 mmdp. En el siguiente apartado describiremos con detalle los saldos del FEIP y el FEIEF.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante el periodo enero-septiembre de 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 16.2 mmdp, derivadas de la aportación del Fondo Mexicano del Petróleo por 9.1 mmdp, así como de ingresos por productos financieros, por 7.1 mmdp. Las salidas, sin embargo, alcanzaron los 119.1 mmdp, destinados a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal observados al primer semestre del año y al pago de honorarios al fiduciario. Además, se observó una variación cambiaria de 3.5 mmdp.

El saldo del FEIP al tercer trimestre de 2020 se ubicó en 59.0 mmdp. Queda claro que el Gobierno Federal agotará lo recaudado en FEIP este mismo año, ante la crisis económica provocada por la covid-19.

Por su parte, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), al tercer trimestre de 2020, tuvo ingresos por 5.2 mmdp, integrados de la siguiente forma:

  • 2.6 mmdp por la aportación ordinaria del Fondo Mexicano del Petróleo.
  • 0.03 mmdp por los reintegros a entidades federativas, conforme a las compensaciones provisionales que les fueron transferidas en 2019 con cargo al FEIEF.
  • 2.5 mmdp por rendimientos financieros.

Los egresos en el FEIEF fueron de 35.1 mmdp, por concepto de compensaciones provisionales a entidades federativas y municipios, y pago de honorarios fiduciarios.

El saldo del FEIEF se ubicó en 30.5 mdp.

El FEIEF tendrá una reducción importante para el cierre de 2020; debido a la crisis se han transferido recursos a las entidades de manera mensual, para cumplir con las partidas presupuestarias.


Análisis del gasto

Enero – septiembre 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros nueve meses del año?

El gasto neto total del Sector Público acumulado a septiembre fue de 4 billones 234 mmdp. De ellos, 3 billones 085 mmdp son del gasto programable del SP y representaron el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable (1 billón 149 mmdp).

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (487.3 mmdp) del total del gasto observado de enero a septiembre de este año, una participación que se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Sin embargo, hay que abrir el foco: esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde septiembre de 2014, cuando representó sólo 6.3%; es decir, en los últimos ocho años aumentó 83% real. Tal aumento reduce el espacio fiscal: el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 469 mmdp, lo que representó 11% del gasto neto total (una participación que se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 19.4% del total). La inversión distinta de Pemex creció 24.2% real (58.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.5% (7.4 mmdp), también respecto al año previo.

La Secretaría de Turismo y el ISSSTE se suman a la Secretaría de Economía como los ‘apuntaladores’ del alza en la inversión física distinta de Pemex.

La Secretaría de Economía ejerció el 7.2% (33.6 mmdp) de la inversión física en 2020, lo que contrasta con el 0.7% que representó en el año previo; se trata de un incremento de 1,036% (30.9 mmdp). Es decir, ha gastado 11 veces más. Esto es lo que resulta de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física.

La Secretaría de Turismo ha gastado 12 veces más el presupuesto ejercido en 2019 en inversión física: pasó de representar 0.1% de la inversión ejercida en 2019 a 0.9% en 2020. Hasta septiembre gastó 4.1 mmdp, 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento, como ya sospechábamos el mes pasdo, es el resultado de destinar 3.3 mmdp en la construcción del Tren Maya. Hasta septiembre se han ejercido 43.6 mdp, destinados a un estudio de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias, y 3.3 mmdp para el proyecto de inversión.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública respecto a 2019 fueron el ISSSTE, con un aumento de 1,234% (2.3 mmdp), y el IMSS, con uno de 335% (3.7 mmdp)

Con respecto a la inversión física aprobada al tercer trimestre, el informe trimestral permite observar un subejercicio de 12.2% (65.5 mmdp). Los Ramos en los que se observa un subejercicio en la inversión física son: Seguridad y Protección Ciudadana (100.0% o -0.1 mmdp), la Fiscalía General de la República (100.0% o -0.3 mmdp), Cultura (99.7% o -1.2 mmdp) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (98.4% o -0.2 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 55% (2,341 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron 21% (880 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (84 mmdp) del presupuesto; su participación en el gasto es poco significativa. Son a estos ramos a los que precisamente se les han aplicado las medidas de austeridad, así que dada su baja participación en el gasto, éstas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a septiembre de 2020?

69.3% es el avance del gasto neto total con respecto a su meta anual aprobada y 70% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 69% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 70% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 70.3%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 67.6% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada tiene un avance de 74.0%.

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 72%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 67% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a sus metas anuales: el 77%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual, tuvieron un avance de 61%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a septiembre de 6.9% (-311.7 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente:

El sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado, se distribuyó de la siguiente manera (cifra entre paréntesis en mmdp):

  • Economía: 814% (32.06)
  • Turismo: 90% (3)
  • Energía: 5% (2.56)
  • Gobernación: 34% (1.27)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 13% (1.22)
  • Relaciones Exteriores: 13% (0.86)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 20% (0.26)
  • Hacienda y Crédito Público: 0% (0.13)
  • Trabajo y Previsión Social: 0% (0.09)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 43% (0.07)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera (cifra en paréntesis en mmdp):

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-82.11)
  • Petróleos Mexicanos: 11% (-58.84)
  • Deuda Pública: 11% (-38.54)
  • Comisión Federal de Electricidad: 9% (-33.84)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-24.27)
  • Aportaciones a Seguridad Social: 2% (-14.59)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 32% (-12.65)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: 2% (-12.42)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 2% (-12.05)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: 3% (-10.51)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 814% (32.0 mmdp)
  • Turismo: 90% (3.0 mmdp)

En estos ramos, el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.8% (-92.7 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.5% (-190.7 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 18.4% (-18.9 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 1.0% (8.6 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.7% (-22.9 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos que lo planeado. El Ramo 25 —Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos— tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a agosto 33.0% (-12.6 mmdp).

En lo que toca al gasto de las Empresas Productivas del Estado, Pemex ejerció 11.6% (-58.8 mmdp) menos de lo previsto en la meta al periodo enero a agosto. La CFE también tuvo un subejercicio: 9.7% (-33.8 mmdp).

Después de acumular varios subejercicios, la CNDH presenta un sobrejercicio de 20.2% (0.2 mmdp) entre enero y septiembre. Mientras que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) acumula ya un subejercicio de 34.8%, el equivalente a 0.7 mmdp menos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en septiembre de 2020?

El subejercicio del gasto en septiembre fue muy similar al observado en el mes previo: el gasto total, de 427.8 mmdp, fue 12.5% menor (-61.4 mmdp) en relación con la meta mensual.

En septiembre el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado en el gasto programable. El gasto programable del SP en el mes de septiembre (319.6 mmdp) se rezagó 11% (-39.3 mmdp).

El costo financiero del Sector Público en septiembre fue de 44.7 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 21.1% (-12 mmdp). El menor costo financiero se explica por un menor pago de participaciones a los estados y municipios (-9.6%), así como un menor pago de ADEFAS y otros.

En el mes de septiembre los Ramos Autónomos gastaron menos que lo aprobado en dicho mes (8% o -0.8 mmdp). No obstante, la CNDH ejerció cinco veces más el presupuesto aprobado en el mes, con un sobrejercicio de 562.3% (0.7 mmdp). El gasto del Poder Judicial también fue mayor: 11.9% (0.01 mmdp). En contraste, el TFJA no ejerció 31.4% -(0.07 mmdp); le siguió la FGR con 25.5% (-0.3 mmdp) y el IFT con 20.8% (-0.03 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: de 11.2% (-11.2 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8% en el mes.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 8% (-0.8 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (282.7%), la CRE (123.3%) y la SHCP (118.5%). En contraste, la Secretaría de Bienestar tuvo un subejercicio de 91.7%; le siguieron las Entidades no Sectorizadas, con un recorte de 57.7% y la Secretaría de Turismo, que no ejerció 42.4% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.6% (-2.6 mmdp). Mientras que las Aportaciones Federales fueron las que ejercieron un menor porcentaje: 0.6% (-0.35 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 1% (-0.7 mmdp).

¿Cómo avanzaron los programas presupuestarios?

Presentamos los cinco principales programas presupuestarios que ejercieron un presupuesto por encima y por debajo de su meta trimestral.

Programas con sobrejercicios

  • Comercialización de energía eléctrica y productos asociados: 405% (147.3 mmdp)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 847% (54.6 mmdp)
  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares: 31.5 mmdp.
  • Prestación de servicios corporativos: 22% (21.0 mmdp)
  • Servicio de transporte de gas natural: 31% (11.5 mmdp)

Programas con subejercicios:

  • Proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos: 29% (64.2 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica: 74% (-55.9 mmdp)
  • Fondo General de Participaciones: 11% (-55.3 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de la Red Nacional de Transmisión: 656% (-50.8 mmdp)
  • Valores gubernamentales: 14% (24.4 mmdp)


Recaudación Federal Participable

De enero a septiembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billlones 384 mmdp, lo que representó una disminución de 9.9% (-261.5 mmdp) respecto a igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (4.5%) y petroleros (55.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de 16.1% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019, presentó crecimientos, el más alto en 2016 (5.6%).

La reducción en la RFP al tercer trimestre de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en:

  • Ingresos tributarios (-4.5%):
    • Automóviles nuevos (-22.0%)
    • Comercio exterior (-15.9%)
    • Derechos a la minería (-11.7%)
    • Tenencia (-7.7%)
    • ISR (-5.7%)
    • Producción y servicios (-4.2%)
    • IVA (-3.3%)
  • Ingresos petroleros (-55.7%)
    • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-55.7%)
    • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante septiembre de 2020, la RFP fue de 232.6 mmdp, menor en 6.2% a la reportada en septiembre de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (3.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (37.9%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 351.3 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.7% (-128.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 480.0 mmdp y una caída de 3.8%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 8.2%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-septiembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-64.8%).
  • Subsidios[7] (-7.2%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
  • Participaciones-Ramo 28[8] (-9.6%), debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.6% real, respecto a septiembre de 2019.

El gasto federalizado presentó niveles parecidos, en periodos similares, en 2014 y 2015, y en 2016 y 2017. El nivel observado en 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años.

En septiembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 135.5 mmdp, registrando una caída anual de 12.3%, debido a reducciones en todos sus rubros: Subsidios (-39.4%), Convenios de Descentralización (-33.5%), Ramo 28 (-8.2%) y Ramo 33 (-2.6%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a septiembre de 2020 las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 646.5 mmdp, lo que significó una caída de 9.6% (-68.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (715.4 mmdp), resultado de una menor recaudación. A pesar de que se han entregado a los estados 32.7 mmdp del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), ello no alcanza a compensar la disminución de las participaciones. Desde la caída de 20.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, la SHCP prevé para el cierre de 2020 una disminución de 114.7 mmdp en el pago de participaciones a los estados y municipios.

Por componentes del Ramo 28, tres de los rubros con mayores recursos presentaron caídas anuales importantes en el periodo enero-septiembre de 2020: el Fondo General (-9.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-9.7%) y el Fondo de Fiscalización (-6.7%). Por su parte, el Fondo ISR[9] presentó un crecimiento de 4.3%.

La disminución de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 30 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-17.2%), Hidalgo (-13.7%) y Puebla (-13.2%). Campeche merece mención especial, ya que sus transferencias se han visto afectadas por menores recursos petroleros; sin embargo, HR Ratings espera que, aunque caigan sus Participaciones en este año, el impacto se verá reducido debido al comportamiento esperado en la recaudación, en línea con el programa de reemplacamiento llevado a cabo en 2020[10]. Sólo dos entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (0.6%) y Colima (2.9%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros nueve meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 580.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.6% (3.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.3%), el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.1%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.7%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.6 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron Tabasco, Aguascalientes y Tlaxcala. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Hidalgo y Quintana Roo.

Las entidades federativas enfrentan un escenario poco optimista, ya que sus recursos se han visto mermados a lo largo de 2020, resultado del deterioro económico por la pandemia. A pesar de que se han aprobado propuestas para ayudarlas, éstas sólo son soluciones de corto plazo que pueden llegar a comprometer una parte de sus recursos futuros, como es el caso de las recientes reformas aprobadas a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, en las que podrán diferir pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo hasta de 12 meses para apoyar su liquidez. Además, las transferencias federales etiquetadas de 2019 podrán devengarse y pagarse en diciembre de 2020, y las de 2020 podrán devengarse y pagarse en octubre de 2021[11].

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, y compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público al tercer trimestre del año?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 156.7 mmdp. El programado era un superávit de 87.9 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-septiembre de 2020: fue de -308.5 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -418.0 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -165.6 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -542.1 mmdp a septiembre de 2020, o -2.7% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en septiembre. Al interior de sus componentes, las necesidades de financiamiento del IPAB disminuyeron 76.3% respecto a septiembre de 2019; las de Banca de Desarrollo y Fondos de Fomento se redujeron 20.5% y las de PIDIREGAS 16.5%.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.0 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al mes de septiembre sumó 12 billones 164 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.1% o 1 billón 113 mmdp respecto a septiembre de 2019. El 55.3% de la variación respecto al cierre de 2019 se debió a la depreciación del peso frente al dólar.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 53.0% del PIB a septiembre de 2020, un incremento de 8.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual volvió a confirmar en este informe trimestral. Entre las distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales oscilan en un rango entre -9.0% a -9.8% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Al tercer trimestre de 2020, el Inegi estima una caída del PIB de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019; para el periodo de enero a septiembre de 2020, la caída fue de 9.6% anual.

Producción de petróleo

En septiembre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,644 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.0% (-69 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a septiembre (1,674 mbd) fue 14.2% (-277 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra -70 mbd por debajo (4.0%).

Precio del petróleo

En los primeros nueve meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.3 dólares por barril[13]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en septiembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Al tercer trimestre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 7.7% (33.4 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 9.6% real (26.2 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 63.6% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 4.4% (7.2 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[14]) al mes de agosto de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


Recapitulación

¿Qué se espera el cierre de 2020?

Como ya lo había previsto México Evalúa los ingresos del Sector Público serán menores a los programados, debido a las condiciones económicas impuestas por la pandemia. La SHCP anticipa que los ingresos presupuestarios en 2020 sean inferiores en 268.2 mmdp respecto a los previstos en la LIF2020, resultado de menores ingresos petroleros por 312.5 mmdp, menor precio y plataforma de producción petróleo, y menor demanda de combustibles ante la disminución de actividades por la pandemia. Y también debido a menores ingresos tributarios no petroleros (-273.7 mmdp) asociados a la disminuida actividad económica. En cambio, los ingresos no tributarios serán superiores a los previstos en 335.4 mmdp, por los recursos del FEIP y la recuperación de otros activos para mitigar los efectos de la crisis económica.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, se prevé una disminución en el pago de participaciones a los estados y municipios de 114.7 mmdp, el cual será compensado en parte con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Entidades Federativas, y un mayor gasto programable en 19.9 mmdp. Se estima que el gasto neto presupuestario pagado sea menor en 128.6 mmdp.


[1] Aunque en realidad la pérdida de empleos equivale a más de 12 millones, principalmente en el sector informal, de los cuales sólo se han recuperado 7.5 millones.

[2] Conforme a lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020.

[3] De éstos 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[4] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales, el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[5] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[10] HR Ratings ratificó la calificación de HR AA – con Perspectiva Estable al Estado de Campeche: https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_Campeche_20200924.pdf

[11] Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y del Decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental, aprobado por la Cámara de Diputados el 19 de octubre de 2020.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[13] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[14] Últimos Doce Meses

¿Qué entidades ejecutarán el gasto (y cómo)?

La fotografía completa de todo Paquete Económico se obtiene al analizar el presupuesto aprobado y el ejercido por ramo presupuestario, es decir, por las entidades responsables de ejecutar el gasto público federal.

Vamos paso a paso. De acuerdo con la clasificación administrativa, los ejecutores del gasto se dividen en cinco grupos o ramos: administrativos, generales, autónomos, empresas productivas (Pemex y CFE) y entidades de control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE).

Dentro de los ramos administrativos se cuentan las secretarías de Estado. En los ramos autónomos se agrupan aquellos ejecutores de gasto que cuentan con autonomía presupuestaria; por ejemplo, el Inegi, el INE, la CNDH, los poderes Legislativo y Judicial, entre varios otros.  

Por su parte, los ramos generales no representan a una institución u órgano en específico, sino que agrupan obligaciones de pago gubernamentales establecidas en las leyes. Estas erogaciones son asignadas por la Secretaría de Hacienda a algunos ejecutores de gasto, tales como gobiernos locales o entidades de control directo (IMSS e ISSSTE) para que cumplan con las obligaciones del pago en nombre del gobierno Federal.

Análisis del Presupuesto 2021 por ramos presupuestarios

Se planea un gasto neto total de 6 billones 257.1 mil millones de pesos (mmdp) en el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF) de 2021. Este monto representa una reducción de 0.3% (19.67 mmdp) en relación con el presupuesto aprobado para este año.  

En el PPEF 2021 la Secretaría de Hacienda propone un incremento de 4.3% (52 mmdp) en los ramos administrativos. La Secretaría de Turismo tendrá el mayor aumento (641.8% o 186.3 mmdp), resultado del presupuesto destinado a la construcción del Tren Maya. Le sigue la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, al incrementarse 47% (5.3 mmdp), y en tercer lugar está la Secretaría de Defensa Nacional, con 15.8% (15.3 mmdp), al incluir el presupuesto para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Los ramos autónomos tendrán un incremento de 3.6% (4.49 mmdp) respecto a lo aprobado en 2020. Gran parte de este aumento se debe al INE, cuyo presupuesto estará 60.7% (10.4 mmdp) por arriba —recordemos que el siguiente año se llevarán a cabo elecciones para renovar la Cámara de Diputados y diversos cargos en todo el país—. En contraste, el Inegi sufrirá un recorte de 54.8% (9.3 mmdp); se entiende: este año su presupuesto fue mayor a causa  del censo económico realizado en el primer semestre. El gasto del Poder Judicial se incrementará 6.5% (0.9 mmdp), y la CNDH tendrá un recorte de 13.3% (0.2 mmdp).

Los ramos generales, que representan el 55% del gasto, tendrán un recorte de 1.5% (50.8 mmdp) en el PPEF 2021. En las Aportaciones y Participaciones Federales la reducción es más evidente: en conjunto tendrán un presupuesto menor en 4.0% (70.1 mmdp). El siguiente es el Ramo 23 o de Provisiones Salariales y Económicas, con una disminución de 6.2% (8.4 mmdp).

Invertir más, sí, pero sobre todo invertir mejor

El próximo año se planea invertir 707.7 mmdp en inversión física. Implica un incremento de 8% real —52.6 mmdp más— en relación con lo aprobado para este año. El monto incluye a Pemex y representará el 2.8% del PIB. Por su parte, el gasto en inversión sin Pemex se incrementará 14% (48.8 mmdp) también con respecto al PEF 2020, pero representará el 1.2% del PIB, una proporción que se coloca aún en los mínimos históricos.

Del total de inversión física, 14% se irá a los proyectos prioritarios del presidente. Tan sólo la inversión en el Tren Maya (36.2 mmdp) representa 98% de la inversión física total de la Secretaría de Turismo. De igual manera, el presupuesto para el Aeropuerto General Felipe Ángeles (21.3 mmdp) equivale a 73% de la inversión de la Secretaría de la Defensa Nacional.

También en el análisis de la distribución de la inversión por ramo presupuestario se identifica ese ‘sesgo’: aquéllos que tienen a su cargo proyectos prioritarios serán los más beneficiados. El presupuesto de la Secretaría de Turismo aumentará 33.6 mmdp (991%) con respecto a lo aprobado en 2020. Le sigue la Secretaría de la Defensa Nacional, con un incremento de 19.7 mmdp (213%) y el Ramo 23[1], con 4.7 mmdp (116%.)

Entre los ramos con disminuciones en el presupuesto, el más afectado será el de Aportaciones Federales, con un recorte de 4% (-8.9 mmdp). En el IMSS se espera un recorte en la inversión física de 34% (-4.4 mmdp). En la CFE el recorte a este gasto será de 3% (-1.4 mmdp).

En menor medida, también se reducirá la inversión física de la Secretaría de Salud: el presupuesto en 2021, de 5.3 mmdp, será 119 mdp menor que lo aprobado este año (un recorte del 2%). De las principales instituciones de salud, sólo el ISSSTE incrementará su inversión física en 7% (123 mdp), al contemplar un presupuesto de 2.0 mmdp. Una de las razones que explicarían este aumento es el objetivo de fortalecer la infraestructura y el equipamiento de los hospitales de esta institución para reducir la dependencia de servicios subrogados del sector privado.

La composición del gasto arroja que la inversión en sectores prioritarios —no confundir con los proyectos prioritarios del Ejecutivo— continúa estancada. Preocupa que aun con las deficiencias estructurales del sistema público de salud que salieron a la luz con la pandemia por covid-19, el 43% de la inversión física se realice en hidrocarburos, a través de Pemex. Tan sólo el 2% de la inversión física se pretende destinar en salud. La inversión física en otros rubros como la educación y seguridad nacional también tiene una baja participación en el gasto total.

Si comparamos el gasto en inversión física en salud para 2021 con la presupuestada este año, observamos que su participación en el gasto total disminuye de 3.2% a 2.3%, ya que se prevé un recorte de 22% (-4.6 mmdp) en esta función. Y lo mismo sucede en el caso de la inversión en educación, al pasar de 2.5% del total a 2.2% en 2021; el presupuesto planeado para esta función disminuirá 5% (-879 mdp) el siguiente año.

Por otra parte, la concentración de la inversión física beneficiará más a cinco entidades federativas: 67% de la inversión física se concentrará en Campeche, Tabasco, CDMX, Estado de México y Veracruz. En todos ellos se construirán al menos uno de los proyectos prioritarios de inversión del presidente.

El 33% restante se propone distribuir entre 27 entidades federativas. En 20 de ellas el monto de inversión se estima que sea menor al aprobado este año. Entre ellas destaca Coahuila, donde la Federación planea invertir 46.8% menos recursos que lo aprobado en 2020. Si el PPEF 2021 se aprueba sin cambios, la inversión en el estado se reduciría por tercer año consecutivo, siendo 2021 el año con un mayor recorte.

Otros estados en los que Federación destinará menos recursos de inversión serán: Puebla (-3.2 mmdp o -14.2%), Tamaulipas (-3.1 mmdp o -22.4%), Campeche (-1.8 mmdp o -1.0%), Jalisco (-1.5 mmdp o -14.5%) y Querétaro (-1.4 mmdp o -32.1%).

Una herramienta poderosa, desaprovechada

Preocupa que, a pesar del incremento en la inversión, ésta no tenga el efecto deseado debido a la composición del gasto. La inversión física que se planea para 2021 tiene el objetivo de reestablecer la economía en el corto plazo. Sin embargo, en el análisis a detalle observamos que se prioriza el sector de hidrocarburos y los proyectos prioritarios del presidente, cuya rentabilidad económica aún está en duda. Se deja a un lado la inversión en sectores históricamente rezagados, y que en el contexto actual son esenciales, como la salud y la educación. Aunado a esto, el sesgo geográfico de la inversión limita su impacto sólo a las regiones que recibirán mayor inversión.

La inversión física como porcentaje del PIB se encuentra en niveles históricamente bajos y prioriza sectores no tan esenciales. El propio Fondo Monetario Internacional, en su Declaración de la Consulta del Artículo IV, señala que los recursos destinados a Pemex desplazan recursos de sectores prioritarios; además, pone sobre la mesa la relevancia de incrementar la productividad a través de la inversión pública para mejorar la inclusión y cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible en Salud.

En otros estudios realizados en el contexto de la pandemia, el Fondo indica que la inversión pública es esencial para la recuperación económica, pues permite la creación de empleos en el corto plazo y sienta las bases de una economía más resiliente, si se invierte en actividades muy productivas. Enfatiza la importancia de invertir en proyectos rentables, de calidad y con impacto económico y social. De lo contrario, los proyectos sólo implican un alto costo para la sociedad.


[1] Ramo de Provisiones Salariales y Económicas, en el resumen de la clasificación económica del Ramo se considera como inversión física el presupuesto del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo de Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN).

Números de Erario: agosto de 2020

Un deterioro notable del Balance Público


Mensaje principal

Las cifras publicadas a agosto de 2020 hacen evidente el deterioro de la economía mexicana y las finanzas públicas: estancamiento en la recaudación tributaria, menores ingresos petroleros, mayor gasto programable, déficit público en aumento y mayor nivel de deuda como porcentaje del PIB, resultado de un mayor tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Resumen ejecutivo

Los ingresos totales del Sector Público van 4.6% cortos (-169.6 mmdp) en relación con los previstos en la LIF a agosto de este año. Esta pérdida se redujo con respecto a los datos reportados en julio.

Durante agosto de 2020, la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Si los comparamos con los reportados en mayo y junio, aumentaron 56.1% y 25.4%, respectivamente; pero con respecto a los publicados en enero y marzo, se redujeron 5.6% y 3.3%, respectivamente. Con relación al mes inmediato anterior, se observó un incremento de 29.1%.

Lo anterior permite observar que hacia el cierre de 2020 se va cerrando la brecha con respecto a los ingresos aprobados. Esta diferencia en los ingresos obtenidos entre enero y agosto fue menor a la observada en el primer semestre del año (-4.6% vs. -6.1%).

Durante los primeros ocho meses de 2020, los ingresos totales del Gobierno Federal se ubicaron en 2 billones 757.5 mmdp: están situados 0.1% por debajo (-3.5 mmdp) del monto aprobado al inicio de año, reportando una disminución anual real de 0.5%. En el mismo periodo de 2018 y 2019 se observaron variaciones de -1.5% y -7.9%, respectivamente. Esto quiere decir que se acumulan tres caídas consecutivas en periodos similares comparables, algo que no se observaba desde el mismo periodo de 2009, en el que se redujeron 12.4%.

Los ingresos petroleros presentaron una disminución de 52.6%; en cambio, los ingresos no petroleros del Gobierno federal se incrementaron 6.0% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (83.5%). Los tributarios disminuyeron 0.5%.

Por su parte, hasta agosto el gasto neto del Sector Público es de 3 billones 806 mmdp. Acumula un subejercicio de 250.4 mmdp, el equivalente a no ejercer 6.2% del gasto aprobado en el periodo. De los 48 ramos en los que se distribuye el gasto, 36 de ellos gastaron menos de lo previsto.

Entre los ramos que sobrejercieron destaca la Secretaría de Economía, que gastó 993.6% más de lo planeado. Como hemos visto en los últimos meses, el aumento inusual en el gasto de esta Secretaría tiene su origen en el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, el cual se registra como inversión física, y hasta agosto ha ocasionado que la inversión física distinta de Pemex aumente 11.6% (27.9 mmdp) con respecto al año anterior —la inversión física total aumentó 9% (34.5 mmdp)—. Reiteramos: es un error considerar como inversión préstamos que no financiarán la creación de activos fijos o bienes duraderos.

Por último, el Balance Primario pasó de un superávit de 283.9 mmdp en el periodo de enero a agosto de 2019, a uno de 155.3 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.3%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 125.5% y alcanzar -275.0 mmdp.


Análisis del ingreso

Ingresos observados versus metas de ingresos 2020
agosto 2020 y enero – agosto 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 508.4 mmdp durante los primeros ocho meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 2.3% real (-82.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y en un monto menor en 169.6 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Para una mejor apreciación de la sostenibilidad de los ingresos públicos, además de cuantificar el monto total, es importante identificar el monto de los ingresos recurrentes. Sin el monto de los ingresos extraordinarios por 348.2 mmdp —de la compensación resultante de la liquidación de fideicomisos[1] por 145.1 mmdp y de transferencias a Pemex por 203.1 mmdp—, los ingresos no compensados o recurrentes en realidad sumaron 3 billones 160.2 mmdp, un monto menor.

En términos mensuales, en agosto de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Al cierre de julio los ingresos ascendieron a 395.2 mmdp. De hecho, el monto de los ingresos en agosto fue mayor en comparación con lo observado en los meses de abril, mayo, junio y julio de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento…

A pesar del incremento marginal en el precio de la mezcla mexicana de exportación, los ingresos petroleros continuaron disminuyendo en agosto de 2020, pues sumaron 46.2 mmdp, es decir, 11.9% (-6.2 mmdp) por debajo del dato observado en julio y 27.7% (-17.7 mmdp) por debajo de la cifra reportada en junio, mes en que se registró el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp). Sin embargo, comparados con los niveles de abril y mayo pasados, equivalen a 2.0 y 1.6 veces su valor, respectivamente. Si no consideramos las transferencias directas a Pemex, estos ingresos en realidad ascendieron a 44.2 mmdp.

Los ingresos tributarios ascendieron en agosto a 258.3 mmdp; en julio a 255.4 mmdp y en junio a 249.4 mmdp, lo que suma tres meses de crecimiento moderado continuo (3.6% acumulado), lo que contrasta con las caídas mensuales de 27.4% y 18.9% de abril y mayo, respectivamente. No obstante, eso no implica que hayan recuperado los niveles alcanzados en enero (364.6 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.3%.

Cabe destacar, que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el aumento de los ingresos no tributarios no petroleros, debido al incremento registrado en el rubro de aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 119.1 mmdp.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Un hallazgo que vale la pena destacar: desde 2015 se observa una menor dependencia de los ingresos petroleros en las finanzas públicas. Éstos han pasado de representar más del 30.0% del total de los ingresos presupuestarios a rozar el 9.9% en el periodo enero-agosto de 2020. A partir de 2015, han ido ganando terreno los ingresos tributarios (ISR, IVA e IEPS).

Sin embargo, aunque la participación de los ingresos tributarios se incrementó en el mismo periodo, desde abril han ido disminuyendo la proporción ganada en los primeros meses del año, fenómeno sin duda relacionado con la pandemia. Pasaron de promediar una recaudación media mensual de 335 mmdp en el primer trimestre del año, a recaudar 283 mmdp de ingresos tributarios promedio en los primeros ocho meses de 2020.

En los dos años que van de la administración de AMLO, para el promedio del periodo enero-agosto se observa una caída de 42.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.7% en la recaudación tributaria. Eso refleja un incremento de tan sólo 1.5% respecto al promedio de ingresos presupuestarios totales, para periodos similares, en el sexenio de EPN. Sin embargo, sí hay un incremento considerable respecto a los periodos iguales de administraciones panistas, a pesar de la bonanza petrolera que tuvo lugar en el sexenio de FCH.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-agosto de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 63.5% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE2021), llevan un avance de 65.2%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 35.3% respecto a lo aprobado en la LIF y de 43.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 64.5% respecto a la Ley de Ingresos 2020 (LIF2020) y de 70.0% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros se incrementaron 83.5% respecto a enero-agosto de 2019, presentando un avance de 211.4% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 69.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados en los primeros ocho meses de 2020, descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 4.6% (-169.6 mmdp). Sin embargo, dado que en agosto se sobrepasó la meta mensual en 15.1% (66.9 mmdp), la diferencia en el rezago acumulado disminuyó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.1% por debajo (-121.5 mmdp) de su meta estimada en el calendario.

El IVA tuvo un rezago de 5.3% (-36.1 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 3.6% (-45.9 mmdp) en el mismo ámbito.

A agosto de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.1% (-275.0 mmdp) en relación con lo que se esperaba para este periodo, que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-334.2 mmdp o 53.6% por debajo).

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 211.6% su meta a agosto. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (237.6 mmdp vs. -396.4 mmdp).

Respecto al mismo periodo de 2019, los ingresos presupuestarios del Sector Público disminuyeron en 2.3% (-82.9 mmdp). Por componentes, los ingresos petroleros fueron menores en 38.0 % (-213.3 mmdp) y los tributarios en 0.5%  (-12.2 mmdp). En cambio, los no tributarios no petroleros fueron mayores en 83.5% (159.2 mmdp).

Como resultado de esta pérdida, no existieron ingresos tributarios excedentes para compensar el desplome de los petroleros. Por eso el Poder Ejecutivo, antes de solicitar mayor endeudamiento, ha preferido extinguir los recursos de fideicomisos.

Dentro de los impuestos, el IVA y el ISR se incrementaron en términos reales 1.4% y 1.1%, respectivamente, en comparación con el periodo de enero a agosto de 2019.

Por su parte, en el periodo los ingresos de organismos y entidades bajo control presupuestario directo disminuyeron 2.9% (-16.6 mmdp).

En términos mensuales, en agosto de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una ganancia de 66.9 mmdp (15.1%), respecto al dato aprobado. Sin embargo, se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.1% (-36.4 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-38.4 mmdp o una caída de 46.5%).

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 6.0% de su meta estimada en el calendario (-16.5 mmdp), en el mismo periodo.

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, llama la atención que de abril a julio no se observaron ingresos excedentes de IVA. Sin embargo, en agosto se observó una ganancia marginal de 0.6% (0.5 mmdp).
  • El ISR tuvo un rezago de 6.5% (-8.8 mmdp).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) tuvieron excedentes considerables: 122.5 mmdp. Esto debido, principalmente, a mayores aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), lo que alcanzó para compensar la caída de los petroleros y los tributarios (-52.9 mmdp). De ahí la ganancia de los ingresos presupuestarios totales.

Respecto al dato observado en agosto de 2019, los ingresos totales del Sector Público fueron mayores en 14.6%; los tributarios en 1.6% y los NTNP en 165.5%. Sin embargo, los ingresos petroleros fueron menores en 28.1%.


Análisis del gasto

Enero – agosto 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros ocho meses del año?

Hasta agosto, el gasto neto total del Sector Público fue de 3 billones 806 mmdp. De ellos, 2 billones 765 mmdp, el 73%, son del gasto programable; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable: 1 billón 094 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (422.5 mmdp) del total del gasto observado de enero a agosto de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado hasta el mes pasado. Esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde agosto de 2014, cuando representó sólo el 6.7%. En efecto, en los últimos ocho años aumentó 82% real. El aumento de esta obligación reduce el espacio fiscal; es decir, el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 420 mmdp, lo que representó sólo 11% del gasto neto total. Su participación en el gasto se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 18.7%. La inversión distinta de Pemex creció 11.6% real (27.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y abarcó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.6% (6.6 mmdp), respecto al año previo.

Como hemos mencionado en meses anteriores, la Secretaría de Economía apuntala el alza en la inversión física distinta de Pemex. Observamos que en los primeros ocho meses de 2020 el gasto en inversión física se incrementó 9% (34.5 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior, pero la inversión física distinta de Pemex creció 11.6%.

La Secretaría de Economía por sí misma ejerció el 7.9% (33.6 mmdp) de la inversión física, lo que representa un incremento de 1,059% (30.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, es decir, ha gastado 12 veces más. Como ya hemos documentado, este incremento es el resultado de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física. Hay que reiterar que el objetivo de este programa no es la creación de activos fijos o bienes duraderos, sino otorgar créditos a microempresarios para que puedan mantener sus negocios durante la contingencia.

También nos llamó la atención que en lo que va del año la Secretaría de Turismo ha gastado en inversión física 13 veces más el presupuesto ejercido en 2019. Hasta agosto gastó 4.1 mmdp, un aumento de 1,224% (3.7 mmdp) con respecto al año anterior. El repentino incremento podría tener origen en la inversión destinada a la construcción del Tren Maya.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública con respecto al año previo fueron: ISSSTE, 1,438% (2.3 mmdp); IMSS, 368% (3.2 mmdp) y ADEFAS, 125% (3.3 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 56% (2,113 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; hacerlo puede implicar refinanciamientos o la aprobación de reformas. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron el 21% (805 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (75 mmdp) del presupuesto. Su participación en el gasto es poco significativa; con todo, a estos ramos se les han aplicado mayormente las medidas de austeridad. Así, dada su baja participación en el gasto, las medidas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a junio de 2020?

El gasto neto total tiene un avance de 62.3% respecto a su meta anual aprobada y 63% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, tiene un avance menor: de 61% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del Sector Público tiene un avance de 62.7% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 61.8%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 56.4% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada tiene un avance de 61.6%.

La inversión física pública del SP tiene un avance, en relación con su meta aprobada, de 64%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 61% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a las metas anuales de gasto aprobadas: 70.1%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual; su avance es de 54%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a agosto, en relación con el gasto aprobado, de 6.2% (-250.4 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente…

El sobrejercicio del gasto público se distribuyó de la siguiente manera:

  • Economía: 993% (32.3 mmdp)
  • Bienestar: 16% (19.15 mmdp)
  • Turismo: 115% (3.23 mmdp)
  • Energía: 5% (2.58 mmdp)
  • Salud: 2% (1.91 mmdp)
  • Gobernación: 31% (1.03 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 8% (0.48 mmdp)
  • Trabajo y Previsión Social: 1% (0.08 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 1% (0.08 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 28% (0.04 mmdp)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-72.52 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -10% (-44.01 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -9% (-30.59 mmdp)
  • Deuda Pública: -9% (-29.75 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -20% (-21.52 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -2% (-12.47 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -2% (-11.7 mmdp)
  • Aportaciones a Seguridad Social: -1% (-10.32 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -30% (-10 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -3% (-9.79 mmdp)

Dentro de los Ramos administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 1,169% (31.4 mmdp)
  • Turismo: 114% (2.7 mmdp)

Como ya hemos descrito, en estos ramos el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.7% (-81.4 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-161.8 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 19.5% (-18.1 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobreejercicio de 3.9% (30.0 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.9% (-81.5 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos de lo planeado. El Ramo 25 (Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos) tuvo el mayor subejercicio con respecto a su meta a agosto: 30.4% (-10.1 mmdp).

Veamos ahora el ejercicio de gasto de las Empresas Productivas del Estado. Pemex ejerció 11.3% menos de lo previsto en su meta en el periodo enero-agosto (-50.8 mmdp). La CFE también tuvo un subejercicio de 9.9% (-30.6 mmdp).

La CNDH continúa acumulando subejercicios. De enero a agosto ejerció 37.8% menos de lo aprobado, le sigue el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), con 35.2%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en agosto 2020?

El subejercicio del gasto en agosto fue mayor al observado en el mes previo: su tamaño se triplicó en relación con los observado en julio. El gasto total en agosto fue de 367.9 mmdp, 15% por debajo de su meta mensual (-64.8 mmdp).

En agosto el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado, tanto en el gasto programable como en el no programable. El gasto programable del SP en el mes de agosto (285.7 mmdp) se rezagó 13.8% (-45.7 mmdp). En este mes la inversión física exhibió el mayor subejercicio en lo que va del año; de los 62.6 mmdp que se tenía planeado gastar sólo se ejercieron 43.3 mmdp, el resultado es un subejercicio de 30.8% (19.3 mmdp). En agosto, la inversión física hila tres meses consecutivos de subejercicios.   

El costo financiero del Sector Público en julio de 2020 fue de 30.3 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 7.8% (-1.7 mmdp).

En el mes de agosto, sólo los Ramos Autónomos tuvieron un mayor gasto con respecto a lo aprobado en dicho mes (6% o 0.57 mmdp). El Inegi ejerció 32.9% (0.04 mmdp) más de lo previsto; le siguió el Poder Judicial con 22.9% (1.25 mmdp). No obstante, entre todos estos ramos fue el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el que presentó el mayor subejercicio: 42.7% (-0.06 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: 25.1% (-21.3 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8%.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 16% (-11.1 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (263.6%), la Secretaría de Economía (160.6%) y la Secretaría de Turismo (126.7%). En contraste, las Entidades no Sectorizadas reportaron un subejercicio de 57.0%; le siguió Presidencia con un recorte de 56.8% y la Secretaría de Bienestar, al no ejercer 48.9% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.3% (-2.3 mmdp). Por concepto de Aportaciones Federales no se ejerció el 3.7% (-3.7 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 2% (-1.88 mmdp).


Análisis de la Recaudación Federal Participable

De enero a agosto de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 151 mmdp, lo que representó una disminución de -10.3% (-245.7 mmdp) con respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-4.6%) y petroleros (-52.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de -20.0% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.9%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (8.6%).

La reducción en la RFP en los primeros ocho meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en estos renglones:

Ingresos tributarios (-4.6%):

  • Automóviles nuevos (-21.6%)
  • Tenencia (-22.5%)
  • Comercio exterior (-16.6%)
  • Derechos a la minería (-10.7%)
  • ISR (-6.5%)
  • Producción y servicios (-3.6%)
  • IVA (-2.6%)

Ingresos petroleros (-57.2%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-57.2%).

Durante agosto de 2020, la RFP fue de 235.1 mmdp, menor en 16.2% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-10.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-65.4%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado sumó 1 billón 215.7 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.3% (-109.7 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 325.4 mmdp y una caída de 4.3%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 11.3%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-agosto de 2020 fue resultado de una disminución en tres de sus componentes: Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-74.5%), Subsidios (-3.9%) caída que se debió a una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, y Participaciones-Ramo 28 (-9.8%), debido a una menor RFP.

Entre periodos similares de 2016 y 2018 hay un estancamiento en el comportamiento de los recursos del gasto federalizado. Para el mismo periodo de 2020 presentan niveles similares a los de 2012 y 2013; es decir, se observa un retroceso de siete años.

Los recursos del gasto federalizado ascendieron a 132.7 mmdp en agosto de 2020, registrando una caída anual de 12.3%, debida a menores recursos en las Participaciones (Ramo 208), en los Subsidios y en Los Convenios de Descentralización y Reasignación. El único de sus componentes que presentó un incremento —real anual— fue el Ramo 33-Aportaciones Federales (3.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a agosto de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 582.5 mmdp, 63.2 mdp por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (645.7 mmdp), lo que se reflejó en una disminución anual de 9.8%, resultado principalmente del deterioro de la economía que se reflejó en una menor RFP. Desde la caída de 21.6% en 2009, no se observaban variaciones tan negativas en periodos similares.

Las cinco entidades federativas más afectadas por la disminución en los recursos que se reciben a través de las Participaciones Federales fueron: Campeche -18.1%, Guanajuato e Hidalgo -14.4% cada uno, y Morelos y Puebla, -13.9% cada uno. El único estado que recibió mayores recursos vía Participaciones fue Colima (5.1%).

El panorama para las entidades federativas y municipios es sombrío, ya que sus recursos no etiquetados para la cobertura de sus necesidades de gasto corriente, pago de deuda y obra pública, entre otros, se han ido disminuyendo a lo largo de 2020.

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros ocho meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 518.4 mmdp, lo que significó un aumento de tan sólo 1.0% (5.3 mmdp) respecto a enero-agosto de 2019. Por componentes, cuatro de sus ocho fondos presentaron crecimientos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.4%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (1.5%), mientras que el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM observó un incremento marginal de 0.2%.

 Las cinco entidades federativas con los mayores crecimientos en el periodo referido fueron: Ciudad de México (3.7%), Aguascalientes (3.1%), Tabasco (3.0%), Chiapas (2.7%) y Tlaxcala (2.5%). Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur (-2.8%) e Hidalgo (-1.0%).

El desarrollo regional del país en salud, combate a la pobreza, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades federativas y municipios, así como seguridad pública, seguirá rezagado por los menores recursos recibidos a través de estas transferencias etiquetadas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante los primeros ocho meses del año?

El Balance Primario se encontró por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 155.3 mmdp. El programado era un superávit de 74.1 mmdp.

La posición del Balance Público presentó un deterioro en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-agosto de 2020: fue de -275.0 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -375.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -122.0 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -487.9 mmdp a agosto de 2020, o -3.2% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en agosto.

Es importante resaltar que el Gobierno no ha recurrido a endeudamiento adicional al autorizado por el Congreso, y que más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 responde a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.5 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al mes de agosto sumó 12 billones 037 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 8.3% o 920 mmdp respecto a agosto de 2019. Esto sucedió, en parte, por la depreciación en 9.1% del tipo de cambio al cierre de agosto 2020, cuando éste se determinó en 21.89 pesos por dólar al cierre de mes —en agosto de 2019 fue 20.07 pesos por dólar[2]—. En efecto, más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

El SHRFSP representó el 52.1% del PIB a agosto de 2020, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la caída de 18.7% que presentó el PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables. Nos ayuda a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020. Sin embargo, distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— prevén escenarios de una contracción económica de 9.8% a 11.2% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Detrás de una mayor caída en la actividad económica está una mayor pérdida de puestos de empleo y empresas sin solvencia o quebradas, que causan un menor pago de impuestos por consumo e ingreso.

Producción de petróleo

La producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,634 miles de barriles diarios (mbd) en agosto de 2020, lo que significó una reducción de 3.3% con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a agosto (1,677 mbd) fue 14.0% (-274 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra 3.8% por debajo (-67 mbd).

Precio del petróleo

En los primeros ocho meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 33.9 dólares por barril[3]. Ésta se ubicó, también en promedio, 2.0% por debajo (0.7 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. El escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en agosto, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la construcción pública

Continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[4]) al mes de julio 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Se consideraron los aprovechamientos provenientes de recuperaciones de capital reportadas en Estadísticas Oportunas de la SHCP.

[2] Cifras obtenidas a partir del tipo de cambio para solventar obligaciones publicado por Banxico en: https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF102&locale=es

[3] Fuente, promedio de las cifras reportadas en https://www.banxico.org.mx/apps/gc/precios-spot-del-petroleo-gra.html

[4] Últimos Doce Meses