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Autor: México Evalúa

Tablero de finanzas públicas

Aquí se presentan indicadores de las finanzas públicas en México.

Para un mayor análisis consulta los Números de Erario que tiene un actualización mensual. Da click en los botones de la gráfica para tener más visualizaciones.

Los Números de Erario: febrero 2019

El Gobierno federal (GF) se sacrificó por Pemex. Aunque en febrero al GF le sobraron ingresos, no le alcanzó para compensar el faltante en Pemex, por lo que el Sector Público (SP) en su conjunto continúa con necesidad de endeudarse.

Los ingresos del SP para febrero 2019 están por debajo de lo observado en el mismo mes del año anterior (-4% real) y de los aprobados (-3.5%). Los del GF sí van en línea con lo aprobado (+1.2%). Continúa la caída en la recaudación por IVA (-8%) y en los ingresos de Pemex (-65%). Por otra parte, el GF ha gastado menos que el año anterior pero también menos de lo aprobado para 2019. Exhibió un subejercicio de 5% (40 mmdp), lo que afecta la provisión oportuna y adecuada de servicios y apoyos al público.

Principales mensajes

  • Pemex lastró al Gobierno federal. El GF tuvo un balance positivo (8 mmdp) pero Pemex tuvo uno negativo (-79 mmdp), que sigue creciendo. En conjunto el déficit del SP fue de 27 mmdp. (Ver Gráfica 1)
  • El Balance primario[1] del Sector público fue insuficiente para cubrir el pago de intereses, a diferencia del GF, el cual sí tuvo un superávit primario suficiente para el pago de intereses de la deuda, situación que no se verificaba en un febrero desde 2013. (Ver Gráfica 4)
  • Continúa la caída tanto en la recaudación por IVA como en los ingresos petroleros en relación a febrero 2018. Sin embargo, la recaudación de IEPS compensó estas disminuciones. Los ingresos presupuestarios tuvieron una caída de 4% real respecto al año anterior. Aunque los del GF subieron 2% real, los de Pemex se desplomaron (-65%). Los ingresos por IVA disminuyeron 8% y los de IEPS de gasolinas se incrementaron en 78%. (Ver Gráfica 7)
  • Los ingresos totales del GF van en línea con los aprobados para febrero 2019 (+1.2%). Los ingresos por IEPS van por arriba, pero los ingresos por IVA e ISR están rezagados.
  • Se ha gastado menos que el año anterior pero también menos de lo planeado y aprobado para este año, lo que pone el riesgo a la provisión de servicios públicos y apoyos. El gasto del SP y del GF disminuyó 7.7% y 9.7%, respectivamente. La inversión física del SP cayó 6%, mientras que la del GF se desplomó 33%. Lo que no deja de aumentar (11%) son los intereses de la deuda de todo el SP; sin duda, la mala perspectiva de la deuda soberana tuvo su impacto en este rubro.
  • En relación a lo aprobado para 2019, el gasto también va rezagado y exhibe subejercicios. El SP en conjunto arrastra un subejercicio de 7.8% o 76 mmdp. Por su parte, el gasto exclusivo del GF exhibe un subejercicio de 5% o 40 mmdp en relación al PEF, lo que afecta la provisión oportuna y adecuada de servicios y apoyos al público.
  • Los ejecutores que llevan un gasto por arriba de lo calendarizado son CFE, Bienestar, Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos. Es posible que su gasto sea mayor a lo aprobado por el Congreso al final del año de continuar con esta tendencia. (Ver Gráfica 5)
  • El menor gasto observado respecto al mismo mes del año previo se debe, principalmente, al menor gasto en: Adefas (-84%), Educación (-31%), Bienestar (-36%), Salud (-36%) y Comunicaciones y Transportes (-73%). (Ver Gráfica 6)
  • Las cifras de enero 2019 del Balance y gasto del Gobierno federal se modificaron en el informe de febrero, sin que se conozcan los motivos de los cambios. Las nuevas cifras reportan que el GF tuvo en enero un déficit de 1.5 mmdp y no un superávit de 1.0 mmdp, como se publicó en el informe de enero. Asimismo, el gasto que se revisó de enero fue el del Poder Judicial: pasó de 341 mdp a casi 3 mmdp. De manera inversa se ajustó a la baja el gasto del ISSSTE. En total, los cambios establecen que durante enero se gastaron 2,600 mdp adicionales por el GF a lo registrado en el informe de ese mes.
[1] Ingresos menos gastos antes del pago del costo financiero.

Los Números de Erario: enero 2019

Nuestro resumen: el balance público fue negativo (-42 mil millones de pesos). Pemex y CFE fueron los que generaron dicho déficit, ya que el Gobierno federal tuvo un balance positivo (1 mil millones de pesos).

Por primera vez en un enero, después de 2015, los ingresos menos gastos (Balance primario) del Gobierno federal son suficientes para el pago de intereses de la deuda.

Análisis de las finanzas a enero 2019

Los primeros números completamente atribuibles a la administración de López Obrador

¿Qué nos dicen los principales indicadores de finanzas públicas al primer mes de 2019?

Puntos clave

    1. El balance público fue negativo (-42 mil millones de pesos), Pemex y CFE fueron los que generaron dicho déficit, ya que el Gobierno federal tuvo un balance positivo (1 mil millones de pesos).
    2. Por vez primera en un enero, después de 2015, los ingresos menos gastos (Balance Primario) del Gobierno federal son suficientes para el pago de intereses de la deuda.
    3. Los ingresos presupuestarios tuvieron una caída de 7.5% real respecto al año anterior. Los ingresos negativos de Pemex (-2 mil millones de pesos) fueron los que contribuyeron a dicha caída.
    4. Al mismo tiempo los ingresos por IVA disminuyeron 12%, los ingresos por el ISR incrementaron 1.2% y el IEPS de gasolinas incrementó 126% . Los ingresos petroleros del Gobierno federal aumentaron 20% a pesar de lo sucedido con PEMEX.
    5. La inversión física del Sector público se incrementó 14% respecto al año anterior, la totalidad de este incremento fue para las Empresas productivas del Estado (PEMEX y CFE). Mientras que la inversión física del Gobierno federal se redujo en 11% real.
    6. El gasto del Gobierno federal disminuyó 2% respecto al año anterior, principalmente por recortes en Adefas, Educación, Salud y en el Poder judicial.
    7. El costo de la deuda (pago de intereses) del Gobierno federal se incrementó en 35% real respecto al año previo lo que seguirá presionando y desplazando otros gastos prioritarios.
  1. La deuda pública federal en su más amplia versión (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público) ascendió a 10.4 billones de pesos a enero de 2019. De lo que aquí se reportado, no incluye la baja de la perspectiva de la calificación crediticia de Pemex. Esto puede agravar el incremento en el gasto en intereses de la deuda al hacer más costoso el endeudamiento del sector público.

El balance público fue negativo y el costo del pago de intereses de la deuda va en ascenso

Se observó un balance del Gobierno federal positivo y fortalecido respecto al año anterior. Aunque si se considera la situación de Pemex y CFE dicho balance (del sector público en conjunto) presenta un retroceso. Las empresas productivas del estado presentaron un balance negativo de -103 mil millones de pesos. Dicho balance repercutió en el endeudamiento neto de Pemex de 61 mil millones de pesos.

El balance primario del Gobierno federal presentó al primer mes un incremento, respecto al mismo mes del año anterior, de 239% real.  Sin embargo, el costo financiero se incrementó en 35% real, siendo el costo para el pago de intereses más alto de un enero desde 1990.

Por vez primera en un enero, después de 2015, los ingresos menos gastos del Gobierno federal son suficientes para el pago de intereses de la deuda. Preocupa la continua presión que genera que el incremento constante de los intereses de la deuda en las finanzas públicas.

Gasto público

El gasto total del Gobierno federal observó una disminución de 2.1% real respecto a enero de 2018. Esta disminución estuvo impulsada por el recorte en las Adefas (adeudos de ejercicios fiscales anteriores) y en inversión física. Por el contrario, el costo financiero y los “subsidios/transferencias se incrementaron en 35% real y 4.7% real, respectivamente.

    • Si analizamos el gasto por responsable, descubrimos que los que más se incrementaron respecto del año anterior fueron los relacionados con el pago de obligaciones del Gobierno federal y subsidios: Aportaciones a Seguridad Social, “Ahorradores y deudores de la Banca”[1], Bienestar, Aportaciones (Ramo 33), Intereses de la Deuda.
    • El costo financiero de la deuda de todo el Sector Público presentó un incremento de 14% ó 8 mil millones de pesos, respecto a enero de 2018. Este incremento en un mes corresponde al total del gasto aprobado para el “Programa Nacional de Reconstrucción[2]
  • Mientras que los Ramos que presentaron los mayores recortes (en monto) respecto al año anterior: Adefas, Educación Pública, Poder Judicial y Salud. Preocupa el recorte para la provisión de servicios públicos en salud, justicia y educación (SEP y Conacyt).

A pesar que la inversión física del Sector público se incrementó en 14% real respecto al año anterior, la totalidad de este incremento fue para las Empresas productivas del Estado (PEMEX y CFE). Esto se concluye porque la inversión física del Gobierno federal se redujo en 11% real. Preocupa que en sectores donde puede haber inversión privada, la inversión pública se distraiga de sectores prioritarios que den atención a la población. De igual manera, el gasto de adeudos de ejercicio fiscales anteriores.

Ingreso público

Los ingresos del Gobierno federal en enero de 2019 aumentaron 4.1% real (15 mil millones de pesos), respecto a lo observado en enero de 2018. El aumento fue impulsado por ingresos petroleros (transferencias de Pemex a Gobierno federal) e ingresos tributarios, especialmente el ISR y el IEPS a gasolinas y diésel. Al mismo tiempo los ingresos por IVA disminuyeron 12.3% real (12 mil millones de pesos).

    • Los ingresos tributarios incrementaron 2.3% real (7 mil millones de pesos), dónde el ISR 1.2% real (2 mil millones de pesos). El IEPS de gasolinas incrementó 126% real (16 mil millones de pesos).
  • El Gobierno federal tuvo mayores ingresos a los estimados por la propia SHCP para enero, por un total de 11 mil millones de pesos.

Recursos federalizados

Los recursos transferidos a los estados y municipios por el Gobierno federal –Ramos 28, 25 y 33- incrementaron respecto a enero del año anterior 1.4% real. Esto tuvo tres componentes que no fueron en el mismo sentido. Por un lado, las Aportaciones federales (Gasto etiquetado) incrementó 4.2%, por otro las Participaciones (Gasto no etiquetado) disminuyeron en 1.2% real. Los recursos para el Seguro Popular disminuyeron en 46% real.

Deuda pública

La totalidad de recursos necesarios (RFSP[3]) por el Sector Público, en enero, fue de 18.4 mil millones de pesos. Para un mes de enero se situó en un nivel similar a lo observado en 2017 y 2014. Aunque no superó los montos requeridos en 2009, 2015 ó 2016, es necesario continuar con seguimiento puntual de este indicador para conocer el endeudamiento neto del sector público.

La deuda pública federal en su más amplia versión (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, SHRFSP) ascendió a 10 billones 460 mil millones de pesos a enero de 2019. De la información que aquí se consideró y reportó a enero, no incluye la noticia de la baja de la perspectiva de la calificación crediticia de Pemex[4]. Esto pudiera agravar la situación del incremento en el gasto en intereses de la deuda al hacer más costoso el endeudamiento del sector público.

Es importante hacer notar que sin modificar las reglas de trasferencias de recursos y la recaudación tendremos un escenario particular en 2019:

  • un mayor gasto por parte del Gobierno federal en las Empresas productivas del Estado,
  • un mayor nivel de endeudamiento,
  • mayores demandas sociales por servicios públicos de salud de calidad,
  • Menor inversión pública del Gobierno federal
  • mayor gasto de pensiones y
  • cada vez mayores transferencias a Estados y municipios sin estar vinculados a resultados de política pública

Revisa las gráficas interactivas de Erario a enero 2019: Aquí

[1] Corresponde al Ramo 34: Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca. Aquí se incluye el gasto del Instituto de Protección al Ahorro (IPAB), el pago del Fobaproa y otros pagos de obligaciones de deuda pública.
[2] Programa con el componente de Educación, Bienestar, Cultura y Desarrollo agrario y territorial. Clave U281
[3] Requerimientos Financieros del Sector Públicos.
[4] liga a noticia

Los Números de Erario: diciembre 2018

Las cifras de finanzas públicas al cierre de 2018 ya están disponibles. ¿Qué nos dicen los principales indicadores al cierre de un año electoral?

Puntos clave 

  • La consolidación fiscal perdió vigor durante 2018, año electoral. El Balance Primario fue de nuevo negativo, después de que en 2017 fuera positivo. México Evalúa sigue advirtiendo que los mecanismos de gobernanza del gasto público son débiles e insuficientes, deben fortalecerse para contener el ímpetu de mayor gasto como el que suele presentarse en años electorales.
  • Durante el sexenio (2013-2018), el Gobierno federal aumentó el gasto público en 20% real, el ingreso en 24% real y la deuda en 46% real. *Respecto a 2012.
  • La Deuda pública (SHRFSP[1]) incrementó en 7.6 puntos del PIB[2] durante el sexenio, al cierre de 2018 representaba el 44.8% del PIB.
  • Lamentablemente, más recursos no se tradujeron en un mayor gasto de inversión física pública, la cual sufrió un desplome de 1.7 puntos del PIB durante el sexenio, en 2018 pasó a representar 2.6% del PIB.
  • El gasto público en salud y educación se redujeron en este sexenio como porcentaje del PIB. El gasto en salud se redujo 0.4 puntos y el gasto en educación en 0.5 puntos del PIB.
  • El gasto en los programas discrecionales del Ramo 23 con riesgo de uso político, así como el pago de obligaciones ineludibles como el pago de las pensiones y de los intereses de la deuda acapararon buena parte del gasto público.

El balance primario fue negativo y el déficit se amplió

Los ingresos del Gobierno federal fueron menores a sus gastos en 2018, por lo que, su balance total[3] fue negativo; presentó un déficit 2.1% del PIB[4].El Sector Público- que considera el Gobierno federal, Pemex, CFE, al IMSS, al ISSSTE y otros entes- presentó un balance de -495 mil millones de pesos (-2% del PIB)

Se observó un balance del Gobierno federal más debilitado respecto al año anterior. Aunque si no se considera la recepción del Remanente de Operación del Banxico en 2017, la situación tuvo una mejoría del 14% real.

A pesar que el balance primario- ingresos menos gastos antes del pago de intereses de la deuda- presenta una mejoría respecto a 2012, en relación al cierre de 2017 presenta un retroceso. Aumentó la cantidad de recursos faltantes para pagar los intereses de la deuda incurriendo en endeudamiento.

 

 

 

 

Gasto público

El gasto total del Gobierno federal observó un incremento de 20% real respecto a 2012. Este aumento estuvo impulsado por subsidios y transferencias de gasto corriente, el costo financiero y las participaciones federales, lamentablemente se sacrificó la inversión pública.

    • Por responsable del gasto, los que más incrementaron su gasto respecto a 2012 fueron los relacionados con el pago de obligaciones del Gobierno federal: Participaciones a Entidades y municipios, Aportaciones a Seguridad Social, Aportaciones (Ramo 33) e Intereses de la Deuda. Sobresalen el Ramo 23 y Comunicaciones y Transportes.
    • El costo financiero de la deuda de todo el Sector Público presentó un incremento de 66% real respecto al cierre de 2012. Este gasto obligatorio desplazó el gasto en salud, educación e inversión física.
  • Mientras que los Ramos que presentaron los mayores recortes 2012 fueron: Salud, Educación Pública, Energía, Medio Ambiente y Recursos Naturales y Hacienda y Crédito Público. Preocupa el recorte para la provisión de servicios públicos en salud, materia ambiental y en educación.

 

 

 

Desde 2014, se observa un franco retroceso en la composición del gasto público, pues la proporción inversión física/gasto corriente se mantiene más baja, en relación al pasado, lo que reduce el posible impacto del gasto público en la economía.  El gasto corriente se incrementó en 45% real respecto a 2012, mientras que la inversión física creció 17% real.[5]

    • El gasto corriente en el concepto de subsidios y transferencias incrementó 25% real (280 mil millones de pesos) en él destacan –los programas de subsidios del Ramo23 entre otros-. Las Participaciones federales que se transfieren a Estados y Municipios se incrementaron en 35% real (216 mil millones de pesos). Por último, el costo financiero del Gobierno federal se incrementó en 52% real (183 mil millones de pesos).
  • El gasto en inversión física del Gobierno federal tuvo una disminución de 8% real (33 mil millones de pesos) respecto a 2012. Todos los otros rubros de gasto dentro del gasto programable se incrementaron respecto al mismo periodo señalado.
 

 

Ingreso público

Los ingresos del Gobierno federal de 2018 aumentaron 24% real (760 mil millones de pesos), respecto a lo observado en 2012. El efecto preponderante fue impulsado por la reforma fiscal, por ingresos tributarios, especialmente el ISR y el IEPS a gasolinas y diesel. Al mismo tiempo los ingresos petroleros del Gobierno federal disminuyeron 54% real (629 mil millones de pesos).

  • Los ingresos tributarios incrementaron 84% real (1 billón 395 mil millones de pesos) y especialmente el ISR 63% real (644 mil millones de pesos). El IEPS de gasolinas pasó de ser un subsidio a un impuesto incrementando 284% real (445 mil millones de pesos). El IVA incrementó 25% real (186 mil millones de pesos).
  • Se puede ver que la subestimación de ingresos fue una práctica recurrente en la administración anterior, de 2013 a 2018 el Gobierno federal tuvo mayores ingresos a los aprobados en las leyes de ingresos por un total de 2 billones 119 mil millones de pesos.
  • En relación a la Ley de Ingresos 2018 (LIF), el Gobierno federal obtuvo más ingresos de los aprobados para 2018. (Tributarios 4% arriba, “no tributarios no petroleros” 57% más y petroleros 19% adicionales). Esto le permitió asignar ingresos excedentes por 286 mil millones de pesos, un 8% mayor a lo estimado y aprobado en la LIF.

La política de ingresos del sexenio (2013-2018) respondió adecuadamente a la caída de ingresos petroleros, estableciendo impuestos a la gasolina, sin embargo, los mayores ingresos no fueron suficientes para equiparar el nivel del gasto. También se optó aumentar los ingresos provenientes del endeudamiento.

Deuda pública

La deuda pública federal en su más amplia versión (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, SHRFSP) incrementó 41% real (3 billones 077 mil millones de pesos) comparado con lo observado al cierre de 2012. Para el cierre de 2018 ascendió a 10 billones 550 mil millones de pesos.

Gráficas adicionales

 

[1] Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público – Expresión más amplia de la deuda pública federal.
[2] Producto Interno Bruto (PIB)
[3] El balance total del Gobierno Federal mide la cantidad de recursos sobrantes o faltantes después de realizar su gasto total por año. A los ingresos del gobierno federal se le resta el gasto total que ejerció en el año. Este balance excluye al sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).
[4] Producto Interno Bruto al tercer trimestre de 2018 cifras anualizadas a precios corrientes.
[5] El gasto corriente de 2018 se incrementó en 1 billón 660 mil millones de pesos respecto al observado en 2012. En el mismo periodo, el gasto en inversión física se incrementó 119 mil millones de pesos, cifra inferior a lo registrado en 2014.

Los Números de Erario edición especial: Paquete Económico 2019

LO BUENO 🙂

  1. El crecimiento económico para 2019 parece realista. Se estima un crecimiento económico 2%, en un rango de 1.5-2.5%. Lo propuesto está en línea con lo estimado por otros analistas del sector público y privado.

  1. El Poder Ejecutivo propuso un presupuesto con un nivel de ingreso más realista, en relación a lo observado en años anteriores. Se estima que los ingresos totales del Sector público tengan una disminución de -0.1% respecto al estimado del cierre de 2018.

Derivado de lo anterior, no se esperan ingresos excedentes tan altos -como en años anteriores- para financiar sobre ejercicios discrecionales como los observados históricamente en los rubros de “Publicidad Gubernamental”, “Presidencia” y programas discrecionales del Ramo 23 como “Fortafin”. No obstante, continúa siendo posible modificar el presupuesto durante el año y financiar posibles sobre ejercicios con otras bolsas discrecionales, como recortes a otros rubros de gasto o recursos del endeudamiento público.

  1. Se propone un balance primario positivo que aumente de 0.7% del PIB en 2018 a 1% del PIB en 2019. De esta manera, se continúa con el esfuerzo emprendido en la administración anterior, para darle fin a una etapa que duró nueve años cuándo el gobierno bajó la guardia en materia de disciplina financiera y presentó déficits primarios. Es decir, no tenía dinero en las arcas para pagar los intereses del saldo de su deuda y por eso pedía prestado para pagarlos.

Es importante aclarar, que actualmente se propone que el superávit primario se financie con recortes al gasto público y no con ingresos extraordinarios provenientes de liquidar las reservas internacionales del Banxico, como sucedió en la administración anterior.

A pesar de la mejora en el Balance primario, este sigue siendo insuficiente para pagar los intereses de la deuda. Por ese motivo, será necesario endeudarse para pagar la totalidad de los intereses de la deuda. Para pagar los intereses sin pedir prestado, el superávit primario debería ser 3% del PIB pero se propuso que sea 1% del PIB.

  1. Se mantiene estable el nivel de endeudamiento en relación al PIB (45.3%). Además, hay una perspectiva más realista sobre la evolución de este indicador en los siguientes años. En la administración anterior se prometió una disminución ambiciosa y poco creíble del indicador, que no se cumplió.

  1. Hay una mejora en la “Regla de Oro”, se propone un mayor nivel de inversión en relación al monto de endeudamiento solicitado, especialmente en el Sector público, es decir cuándo se incluye a las empresas productivas del Estado.

Se planea invertir 91 centavos por cada peso de endeudamiento para el sector público, cuando en 2018 se invirtió 80 centavos por cada peso de endeudamiento aprobado. Esto sugiere una mejor composición del Paquete Económico.

  1. Se propone desaparecer los programas de subsidios del Ramo 23 que entregaban recursos a los gobiernos locales de manera discrecional, sin contar con Reglas de Operación, sin orientación a resultados, y con motivaciones de control político[1], especialmente Fortafin y Programas Regionales.

  1. Se propone formalizar 108 plazas de la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción. Estas plazas ya existían en 2018 pero eran eventuales y ahora están inventariadas en la propuesta de plazas del gobierno. Esto puede fortalecer la continuidad de SNA, así como, la responsabilidad y la transparencia sobre el manejo de los recursos humanos de esa institución.

LO MALO 🙁

  1. La presión del costo financiero ha desplazado los gastos en educación y salud como proporción del PIB. El crecimiento del monto de la deuda en la administración anterior, aunado a un incremento en las tasas de interés, ha hecho que el costo de tener deuda aumente de manera significativa. Esta obligación financiera ha ido desplazando el gasto en otros sectores prioritarios.

Ante este contexto, en el Paquete Económico 2019 se proyecta un escenario nada alentador, un crecimiento económico plano durante todo el sexenio, sin aumento de los ingresos públicos en proporción al PIB. No se tiene prevista una propuesta definida para cambiar el marco económico y fiscal en el mediano plazo, de tal forma que desde 2019 ya se tuviera un plan concreto con base en el cual poder emitir mejores proyecciones de la situación fiscal. Es necesario ampliar el espacio fiscal para aumentar los gastos en salud, educación así como la inversión, entre otros.

Lo anterior confirma lo que México Evalúa junto con todas las organizaciones que integran el Colectivo Peso han señalado desde hace más de tres años; que el gobierno carece de una función: la planeación de las finanzas públicas en el mediano y largo plazo. Sin esta función será difícil financiar servicios públicos suficientes y de calidad para superar la pobreza y alentar e crecimiento económico. Es muy difícil que un equipo de transición pueda construir una propuesta bien definida en tan poco tiempo, esto limita las posibilidades de mejorar el escenario fiscal en el mediano plazo. Insistimos en que es indispensable crear un verdadero Consejo Fiscal en el Congreso; apartidista, con autonomía presupuestaria y de gestión y voz pública, que evalué la política fiscal que haga prospectiva de finanzas públicas y sea capaz de emitir recomendaciones de política pública. En el Paquete económico 2019 no se propone la creación de un Consejo Fiscal.

  1. El aumento en la inversión como proporción de PIB es mínimo. No es una buena noticia, dado que México tiene una brecha en materia de infraestructura y para atenderla tiene que destinar más recursos a este fin.

El gasto en inversión tiene mayor efecto multiplicador que el consumo. Además, la propuesta de inversión es una decepción; privilegia al sector energético, mientras la inversión en infraestructura de salud, educación y servicios básicos se mantiene estancada. Esto sugiere que se propone un esquema en el cual el estado intensifica sus recursos hacia el sector energético, en lugar de destinarlos a la formación de capital humano que es el prerrequisito para aumentar el ingreso de las personas y promover la movilidad social. Es un retorno a un esquema anterior que se intentaba superar, porque en el pasado no dejó buenos resultados. Se tiene una deuda social que para saldarse requiere de la presencia de la inversión pública, en donde la iniciativa privada no tiene incentivos a invertir por sí sola, como sí los tiene para invertir en el sector energético.

 

Un punto negativo en los nuevos programas de inversión, catalogados como prioritarios por esta administración, es que su gasto se está aprobando en partidas provisionales[2] que no explican en qué rubros específicos se planean gastar dichos recursos. Esto no ayuda a la rendición de cuentas. Un ejemplo de esto es el programa “Provisiones para la modernización y rehabilitación de la infraestructura aeroportuaria y de conectividad”, que tiene un monto asignado de 18 mil millones de pesos en dos Secretarías. La Secretaría de la Defensa Nacional cuenta con un presupuesto 15 mil millones pesos para dicho proyecto, mientras que los otros 3 mil millones se proponen para la SCT.

Existe evidencia de la Auditoría Superior de la Federación sobre la ineficiencia y la opacidad en la ejecución de los proyectos de infraestructura por la Sedena. Por ejemplo iniciar proyectos con una planeación incompleta (o sin planeación), llevando a ajustes excesivos en tiempo y presupuesto. Un caso emblemático es el caso de la barda perimetral del NAIM. [3]

  1. Se esperan menos ingresos excedentes debido a que hay una propuesta de ingresos más realista en relación a los ingresos observados en los años anteriores, pero en caso de que se reciban, no se propone un avance sobre la política del uso de ingresos excedentes. Por un lado, la regulación de estos ingresos se mantiene sin cambio en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. La regulación actual no garantiza que se destinen en mayor medida al pago de la deuda, al ahorro y a la inversión, además se mantienen vicios de transparencia y rendición de cuentas.

Por otro lado, en la ILIF 2019 se propone que la Secretaría de Hacienda pueda decidir durante el año la asignación de los ingresos por recuperaciones de capital, un tipo de ingreso por aprovechamientos, pero sin obligarla a que rinda cuentas al Congreso sobre esa asignación. Esto permite la discrecionalidad.

Tampoco se avanzó en la transparencia de los ingresos por aprovechamientos. En la ILIF 2019, 90% de los mismos continúa sin desglosarse, sigue siendo un misterio el origen de estos ingresos.

 

  1. El Poder Ejecutivo solicitó un techo de endeudamiento más moderado, pero mayor al déficit propuesto. Es decir, el déficit es menor al techo de endeudamiento, por lo que habrá un monto sobrante de casi 100 mil millones de pesos*, que no sabemos si va a asignarse y en su caso a qué. Hay espacio para discrecionalidad y para que durante el ejercicio algunos recursos del endeudamiento puedan ser asignados de manera discrecional para financiar sobre ejercicios que no fueron presupuestados.
*Estos 100 mil millones de pesos son la diferencia que existe entre el techo de endeudamiento y los Requerimientos Financieros del Sector Público, pues este margen es el que no se explica.

  1. Las medidas de transparencia y rendición de cuentas de los nuevos programas sociales que manejará la Secretaría del Trabajo y la Secretaría del Bienestar están ausentes en el Decreto de presupuesto 2019. El aumento de gasto que se propone para financiar estos nuevos subsidios a la población es de tamaño considerable, por lo que debería haber un esfuerzo proporcional a ese aumento que obligue a la Administración Pública a integrar, monitorear y vigilar un padrón ÚNICO y PÚBLICO de beneficiarios de los programas sociales. Esta demanda de la sociedad hacia las autoridades lleva más de una década sin ser efectivamente atendida. El Decreto de presupuesto 2019 debería incluir las siguientes medidas: la integración del padrón, una rutina de monitoreo periódica que se documente y se entreguen los resultados al Congreso, así como evaluaciones de impacto anuales para identificar la efectividad e incidencia que tienen en la población. Sería ideal que se integrara un comité interinstitucional para su adecuada transparencia y seguimiento.

  1. Se propone asignar más recursos de uso libre a los estados mediante Participaciones, con esto se mantiene un esquema inercial que no ha funcionado para generar resultados de política pública y propiciar las mejores prácticas en rendición de cuentas. Hace falta un cambio en las reglas de las asignaciones de recursos a los gobiernos locales para verdaderamente motivar el fortalecimiento financiero y el desarrollo institucional en las entidades federativas y en los municipios. Es urgente motivar una mejor disciplina financiera, una mayor recaudación a nivel local, una mejor composición del gasto público al aumentar la inversión y controlar la nómina y gastos superfluos como el de comunicación social. Actualmente, las asignaciones de la Federación no reconocen la realidad local y por el otro lado, las entidades no rinden cuentas de manera adecuada. Hay una fuerte disfuncionalidad en el pacto fiscal que debe atenderse para apuntalar el desarrollo del país y una verdadera transformación.

  1. A pesar del recorte respecto al monto ejercido en años anteriores, la asignación de recursos al rubro de comunicación social continua siendo alta, 1 mil 121 millones de pesos más que el presupuesto para el programa de Estancias infantiles para apoyar a las madres trabajadores (2 mil 265 millones de pesos). No se explica dentro del paquete económico la asignación al rubro de comunicación social ante un escenario de austeridad.

Lo que está por verse :/ 

  1. Se propone un alza en los servicios personales, 31.9 mil millones de pesos más respecto a lo estimado para el cierre de 2018 (7.1% real). El PPEF 2019 propone una reorganización del gasto administrativo, en la cual, se cancelan plazas eventuales y se crean plazas permanentes. Está por verse la efectividad de esta nueva estructura de plazas y que no afecte en la provisión de servicios para la población.

  1. Se propone un adelgazamiento del gasto administrativo del gobierno federal. Viáticos y servicios de traslado: -30% real respecto a lo estimado para 2018. (3.7 mil millones de pesos) y subcontratación de terceros: -68% real (9.6 mil millones de pesos). Por un lado, se desconoce la metodología que se siguió para hacer los recortes a estos rubros. Por el otro lado, será necesario estar atentos durante al año para revisar que estos recortes no tengan repercusiones en la provisión de servicios públicos y en el cumplimiento de derechos para la población.

[1] https://www.mexicoevalua.org/2018/02/27/arquitectura-del-ramo-23/
[2] “Provisiones para Erogaciones Especiales”
[3] https://www.youtube.com/watch?v=yeL3Dz05vS8

Sí a fortalecer al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas

El contexto político que enfrenta nuestro país es de cambio y puede generar incertidumbre, especialmente, cuando se trastocan las expectativas económicas de los individuos o empresas. Si bien es necesario llevar a cabo reformas, también es fundamental tener cautela y analizar previamente las propuestas y sus impactos, macroeconómicos y fiscales, en el corto, mediano y largo plazos.

Fortalecer al Centro de Estudios de las Finanzas Públicas- CEFP -informará la toma de decisión.

En el marco del cambio de gobierno, se están proponiendo continuamente reformas, algunas de las cuales han generado gran preocupación en la opinión pública por los efectos adversos que pueden ocasionar en las condiciones económicas.

En particular, citamos las propuestas de modificar el mandato del Banco Central y la de prohibir el cobro de varias comisiones bancarias.  Cuando esta última derivó en una fuerte caída de la Bolsa Mexicana de Valores y el desplome de las acciones de los bancos, el propio equipo de transición de la Secretaría de Hacienda, manifestó que el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP)- que ya existe en la Cámara de Diputados- debe ser fortalecido en su gobernanza y funciones, y previamente consultado para que produzca un reporte sobre el impacto macroeconómico de las propuestas legislativas. Quizás si el CEFP hubiera sido consultado a tiempo, se hubieran evitado estos efectos negativos.

En México Evalúa coincidimos con la posición de las futuras autoridades hacendarias y apoyamos plenamente el fortalecimiento del CEFP.

En ese sentido, hacemos un llamado al Congreso, la Junta de Coordinación Política, la Mesa Directiva, y las Comisiones de Presupuesto y Hacienda en la Cámara de Diputados, para fortalecer al CEFP. Este Centro, con el diseño institucional adecuado, puede contribuir a generar análisis y evidencia serios que respalden y fomenten una toma de decisión más informada y un ambiente de mayor certidumbre.

El Congreso debe profesionalizar su labor y estar a la altura de los retos actuales, transformando al CEFP en un órgano apartidista, con mayor capacidad técnica, que goce de autonomía técnica y de gestión -como ya ocurre con la Auditoría Superior de la Federación (ASF)- y con libertad de hacer su plan de trabajo. También debe promoverse que el Centro sea una voz autorizada en los debates sobre temas macroeconómicos, financieros y fiscales. Asimismo, debe garantizarse que los nombramientos, tanto de su director como el resto de su personal, estén libres de la intervención de los partidos políticos, sean idóneos y con un término de duración de su mandato preestablecido. Estas atribuciones deben estar plasmadas en una ley propia del CEFP, y no en un reglamento.

Dentro de sus principales funciones deben estar: 1) analizar variables y contexto macroeconómico, 2) realizar estudios de impacto presupuestario y macroeconómico en el corto, mediano y largo plazos, 3) monitorear y evaluar las finanzas públicas, 4) revisar algunas iniciativas previo a su presentación, especialmente aquellas más sensibles de presentar impactos macroeconómicos, financieros y fiscales 5) evaluar el cumplimiento de las reglas fiscales, y 6) evaluar y analizar la sostenibilidad y salud de las finanzas públicas en el mediano y largo plazos, entre otras.

Todo el trabajo realizado por el CEFP debe estar disponible al público.

Es necesario que exista un artículo transitorio en la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, o en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, que asegure la expedición de la Ley del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.

Se avecina un sexenio de muchos cambios. En un contexto democrático es indispensable promover un diálogo honesto, abierto e informado para prevenir efectos no deseados y evitables en las expectativas de los ciudadanos, las empresas y los mercados. Dar este paso brindaría una señal de que las nuevas autoridades serán responsables en la hechura e implementación de las reformas que se lleven a cabo próximamente, lo que a su vez puede contribuir a reducir la incertidumbre que dichos cambios pueden generar.

Análisis de las finanzas a septiembre 2018

El (des)Balance público al tercer trimestre

Debido a que los gastos incrementaron más que los ingresos al tercer trimestre de 2018, el Balance Público –Ingresos menos los gastos del Sector Público- fue negativo: hicieron falta 311 mil millones de pesos. Este déficit fue mayor a los registrados al tercer trimestre  de 2014 y 2015, cuando hicieron falta 476 y 500 mil millones de pesos, respectivamente cada año. Estos faltantes se traducen en Requerimientos Financieros (deuda). Sin considerar a las Empresas productivas (PEMEX y CFE) y organismos de control directo (IMSS e ISSSTE), el Balance total del Gobierno federal también fue negativo, de -281 mil millones de pesos.

En el caso del Sector Público (que considera a Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE) el Balance Primario –Ingresos menos gastos antes del pago de intereses de la deuda- fue de 108 mil millones de pesos, mientras que el costo financiero sumó 421 mil millones de pesos. Lo anterior fue reflejo de que los ingresos del Gobierno y del Sector Público fueron insuficientes para el pago de intereses de la deuda, derivando en mayor  endeudamiento.

La deuda pública federal, en su más amplia expresión –SHRFSP-, acumuló un monto de 10 billones 158 mil millones de pesos al tercer trimestre ó 44.2% del PIB. La propia Secretaría de Hacienda estima que para el cierre del año ésta se incremente 500 mil millones de pesos, terminando en 10 billones 659 mil millones de pesos.

El gasto total del Gobierno federal respecto al mismo trimestre del año anterior creció 4.5% real anual, mientras que sus ingresos totales disminuyeron 9.2% real. Si no se considera el ingreso extraordinario del Remanente de operación del Banxico durante 2017, los ingresos incrementaron en 4.1% real anual.

Los ingresos petroleros del Gobierno federal crecieron 17% real anual (59 mil millones de pesos). De igual forma, la recaudación del IVA creció 5% real anual (33 mil millones de pesos), mientras que los provenientes del IEPS a gasolinas y diésel disminuyeron 27% real (-46 mil millones de pesos), y los impuestos provenientes del ISR continúan prácticamente sin crecimiento 0.8% real anual (9.6 mil millones de pesos).

En relación al presupuesto aprobado, el gasto total del Gobierno federal al tercer trimestre[1] fue 5% mayor a lo calendarizado y aprobado por el Congreso, de igual manera los ingresos totales[2] fueron 9.2% mayores a lo estimado para el tercer trimestre por la SHCP. Por esta condición, el Balance Público mejoró[3] respecto a lo aprobado; sin embargo, fue insuficiente para evitar un crecimiento en los requerimientos financieros.

A pesar de que el gasto del Gobierno federal fue mayor a lo aprobado en el total, para algunos rubros prioritarios éste disminuyó respecto a lo calendarizado. Así ocurrió en las funciones de gobierno identificadas como “Salud”, “Educación”, “Justicia”, “Combustibles y Energía” y “Pago de intereses de la deuda”.

En lo que corresponde a adecuaciones en los programas, como se describe en la tabla siguiente, presentaron un mayor gasto a lo aprobado los referentes a construcción de aeropuertos, Adefas y un programa discrecional del Ramo 23 “Fortafin[4]”.

Al mismo tiempo, los que tuvieron un mayor recorte respecto a su presupuesto al tercer trimestre de 2018 fueron “Programa Nacional de Becas”, “Seguro Popular”, “Proyectos de construcción de carreteras”, “otras actividades” del poder Legislativo y pago de intereses de la deuda pública.

El Ramo 23 tuvo un gasto 15% mayor al aprobado al tercer trimestre de 2018 (18 mil millones de pesos) pero respecto al mismo trimestre del año anterior su gasto total disminuyó en 31% real (64.6 mil millones de pesos). A pesar de lo anterior, el gasto de los programas discrecionales[5] del Ramo 23 superó su presupuesto en 924% al tercer trimestre de 2018. Adicionalmente, estos programas gastaron 30% real anual más que al trimestre del 2017. Una posible explicación podría encontrarse en la naturaleza electoral de  2018, lo que coincidiría con lo analizado previamente por México Evalúa.Algunos de los estados que más recibieron al tercer trimestre son del partido en el poder (PRI), otros como Michoacán[6] mostraron apoyo directo o indirecto al candidato federal del PRI. Un caso distinto es el de Chihuahua, quien recibió en 2018 recursos por convenios firmados bajo el programa Fortafin, a pesar que la SHCP emitió comunicado en enero de 2018 afirmando que esto no era posible.[8] Se tenían pendientes de envío a Chihuahua 734 millones de pesos de los convenios de 2017. Por lo anterior se observa que Chihuahua fue el estado que menos recibió al tercer trimestre con 219 millones de pesos.

Por su parte, Nuevo León observó un fuerte contraste: a septiembre de 2017 este estado recibió 199 millones de pesos por medio de estos programas discrecionales del Ramo 23, mientras que en 2018 recibió 989 millones de pesos. Otro caso de estudio es Puebla, dado el contexto de cuestionamientos al gobierno estatal[10] por acuerdos que involucraban a un exgobernador y al candidato del PRI al gobierno estatal. En estas condiciones Puebla fue el segundo estado que más recursos recibió por estos programas sólo después del Estado de México: 83% más que el al año previo.

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[1] 3 billones 190 mil millones de pesos.
[2] 2 billones 908 mil millones de pesos.
[3] En lugar de ser -377.9 mil millones de pesos sumó al tercer trimestre de 2018 -281.7 mil millones de pesos.
[4] Fondo para el Fortalecimiento Financiero U135
[5] Fortafin y Programas regionales, programas sin reglas de operación del Ramo 23.
[6] http://www.jornada.com.mx/ultimas/2018/04/21/gobernador-perredista-de-michoacan-expresa-apoyo-a-meade-4403.html
[7] https://guerrero.quadratin.com.mx/confia-astudillo-en-que-sucedan-muchas-cosas-para-meade/ y https://bajopalabra.com.mx/renuncian-funcionarios-de-astudillo-van-a-la-campana-de-meade
[8] https://www.gob.mx/shcp/prensa/informe-semanal-del-vocero-143292
[9] https://www.proceso.com.mx/515718/moreno-valle-ya-pacto-con-meade-para-entregarle-sus-votos-asegura-barbosa
[10] http://www.milenio.com/opinion/miguel-barbosa/la-causa-lo-causado/los-acuerdos-de-moreno-valle-y-meade

Los Números de Erario: tercer trimestre 2018

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Análisis de las finanzas a agosto 2018

Las cifras de finanzas públicas del Gobierno federal a agosto de 2018 ya están disponibles.

Puntos clave

  • El ritmo de crecimiento del gasto corriente del Gobierno federal (4.5% real) respecto al año anterior supera por mucho el de sus ingresos tributarios[1] (0.9% real).  El aumento del gasto fue impulsado en gran medida por el incremento del gasto no programable, que presentó un aumento de 10% real respecto al mes de agosto 2017. Preocupa que el gasto corriente creció mucho más que los ingresos recurrentes del Gobierno federal.
  • Los ingresos totales del Gobierno federal tuvieron un incremento importante proveniente de los ingresos no recurrentes. Esto se reflejó en el crecimiento de ingresos petroleros e ingresos no tributarios no petroleros “Aprovechamientos”. Esto último puede explicarse por la necesidad de ingresos y la ausencia de un Remanente de Operación del Banxico (ROBM).
  • La deuda pública en su más amplia expresión (SHRFSP) se incrementó respecto al mes anterior en 157 mil millones de pesos. La deuda sumó al mes de mayo 10 billones 166 mil millones de pesos. La propia SHCP espera que para 2018 cierre en 10 billones 661 mil millones de pesos, por lo que se espera que incremente 494.6 mil millones de pesos en lo que resta del año.

El balance primario es positivo, pero el déficit sigue

Los ingresos del Gobierno federal fueron menores a sus gastos a agosto de 2018, por lo que, su balance total[2] fue negativo; presentó un déficit de 1% del PIB[3].

Lo anterior muestra que, continúa existiendo un faltante de recursos para que el Gobierno federal pueda cubrir los intereses de la deuda sin tener que recurrir a financiamiento. Las presiones para que el endeudamiento del Gobierno federal siga en incremento son una realidad.

Balance total del Gobierno federal (agosto)

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Fuente: Elaborado por México Evalúa con información de Inegi y Estadísticas Oportunas de la SHCP.

Preocupa la composición del gasto público. Mientras que cada vez es menor la proporción de gasto que se destina a inversión física, continúa en aumento el gasto corriente del Gobierno federal. Para agosto de 2018, el porcentaje de inversión física respecto al gasto corriente fue 16%. En esta administración, desde 2014, se observó un franco retroceso en la proporción Inversión física / Gasto corriente. Situación que no sucedió con el gasto corriente, el cual únicamente disminuyó en 2017, para recuperar su trayectoria ascendente en 2018.

El gasto corriente a agosto de 2018 se incrementó en 143 mil millones de pesos respecto al mismo mes del año anterior. En el mismo periodo, el gasto en inversión física se incrementó 21 mil millones de pesos.

Por otro lado, el balance primario es positivo, lo cual es una buena noticia. Sin embargo, su tamaño continúa siendo insuficiente. Esto significa que los ingresos del gobierno no son suficientes para cubrir los intereses de la deuda. Es decir, el Gobierno federal debe pedir prestado para pagar el monto de intereses de su deuda. El balance primario, positivo y suficiente para  pagar dichos intereses, es el primer paso para aspirar a tener finanzas balanceadas. De lo contrario, seguirán las presiones para que el endeudamiento del Gobierno federal siga en aumento.

La deuda aumentó y así seguirá

La deuda pública federal en su más amplia versión (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, SHRFSP) ascendió a 10 billones 166 mil millones de pesos, al mes de agosto 2018. Esto significó un incremento de 157 mil millones de pesos comparado con lo observado el mes pasado de este mismo año.

Sigue aumentando el costo financiero de la deuda, presentó un incremento de  10% real respecto al mismo mes del año anterior. Esto quiere decir que, de continuar con la misma tendencia, en 7 años este monto se duplicaría.

  • El gasto total del Gobierno federal observó un incremento de 3% real respecto a agosto 2017. Este aumento estuvo impulsado por el gasto no programable. El incremento de 10% real (89 mil millones de pesos) del gasto no programable -pagos de obligaciones en los que destaca el pago de intereses de la deuda- fue impulsado principalmente por el costo financiero, que registró un incremento de 10% comparado con el mismo mes del 2017.
  • El gasto programable[5], el que se destina a financiar los programas y servicios públicos, tuvo una disminución de 0.5% real (9.8 mil millones de pesos) respecto al mismo periodo del año anterior. Si no se considerara el gasto en inversión financiera realizado en 2017 por la recepción y uso de una parte del ROBM, el gasto programable hubiera presentado un aumento. Esto debido a que todos los otros rubros de gasto dentro del gasto programable se incrementaron respecto al año previo.

Los Ramos presupuestarios que más incrementaron su gasto respecto al mismo mes del año anterior fueron los relacionados con el pago de obligaciones del Gobierno federal: Adefas, Participaciones a Entidades y municipios, Aportaciones a Seguridad Social y sobresale Sagarpa.

Consulta el gasto por cada Ramo presupuestario aquí: https://www.mexicoevalua.org/numerosdeerario/portfolio/gasto-acumulado-por-dependencia/

Mientras que los Ramos que presentaron los mayores recortes al mes de agosto 2018 respecto a agosto 2017 fueron: Salud, Educación Pública, Comunicaciones y Transporte y Hacienda y Crédito Público. Preocupa el recorte para la provisión de servicios públicos en salud, transporte y educación.

¿Cuántos recursos ingresaron?

  • Los ingresos del Gobierno federal a agosto de 2018 disminuyeron en 8% real (-225 mil millones de pesos), respecto a lo observado en agosto de 2017. El efecto preponderante fue impulsado por ingresos no tributarios no petroleros y el IEPS. Los ingresos del Gobierno federal a agosto 2018 no fueron suficientes para cubrir el nivel de gasto observado en el mismo periodo.
  • Sin considerar la recepción del Remanente de Operación del Banco de México (ROBM)[6] en 2017, los ingresos totales del Gobierno federal aumentaron respecto al mes de agosto del año anterior (4.5% real). Respecto a los ingresos estimados en la Ley de Ingresos 2018 (LIF 2018), estos si incrementaron en mayor proporción al octavo mes de este año (11%).
  • El incremento en los ingresos con respecto a agosto del año anterior estuvo impulsado por el aumento en los ingresos petroleros (16%) y especialmente el IVA (7%). En cambio el IEPS presentó una caída de 17% real respecto al mismo mes del 2017, debido al desplome del IEPS a gasolinas y diésel de -29% real en el mismo periodo. Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno federal presentaron un incremento de 35% con respecto a agosto de 2017, sin considerar la recepción del Remanente de Operación de Banxico en 2017.
  • En relación a la Ley de Ingresos 2018 (LIF), el Gobierno federal obtuvo más ingresos de los aprobados para julio 2018. (Tributarios 5% arriba, “no tributarios no petroleros” 116% más y petroleros 20% adicionales). Esto le permitió asignar ingresos excedentes por 264 mil millones de pesos, un 11% mayor a lo estimado y aprobado en la LIF. Se puede ver que la subestimación de ingresos continúa como práctica recurrente.

Más información de indicadores de ingresos en : https://www.mexicoevalua.org/numerosdeerario/indicadores-de-ingreso/

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[1] Sin considerar el ROBM recibido por el Gobierno federal, acumulado al mes de abril de 2017.
[2] El balance total del Gobierno Federal mide la cantidad de recursos sobrantes o faltantes  después de realizar su gasto total por año. A los ingresos del gobierno federal se le resta el gasto total que ejerció en el año. Este balance excluye al sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).
[3] Producto Interno Bruto al segundo semestre de 2018 cifras anualizadas a precios corrientes.
[4] El tipo de cambio (USD / MXN) es la equivalencia de pesos por un dólar.
[5] Tanto el gasto programable como el no programable del gobierno federal excluyen a las empresas productivas del estado (Pemex y CFE) y entes de control directo (IMSS e ISSSTE). El gasto programable es aquel que usa el gobierno para proveer bienes y servicios a la población, así como el gasto en programas sociales y todo aquello necesario para la operación de las instituciones gubernamentales.
El gasto no programable del gobierno federal es aquel que usa para financiar el pago de sus obligaciones. No corresponden de manera directa a la provisión de bienes y servicios públicos a la población.
[6] Los ingresos adicionales por el ROBM dependen del valor del peso mexicano respecto al dólar. Son básicamente ganancias cambiarias que se obtienen por las reservas que tiene el Banco de México en dólares.