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Autor: México Evalúa

El año en el que el país desahorró: anual 2019

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reportó en el informe de cierre de 2019 un flamante balance primario positivo; de hecho, 12% mayor al comprometido. Esto luce muy bien en la superficie, pues es un indicativo de disciplina fiscal, pero ¿qué ocurre en el fondo? ¿Es sostenible esa disciplina?

El año que acaba de cerrar se caracterizó por una fuerte debilidad en los principales ingresos públicos, en especial de los ingresos petroleros y la recaudación de IVA e ISR. Sólo con la caída de esos tres tipos de ingresos el gobierno NO recibió cerca de 300 mmdp, monto con el que planeaba financiar los programas del presupuesto. Para compensar el faltante, utilizó dinero del ahorro (Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, FEIP) acumulado en años anteriores, que ingresó al presupuesto como aprovechamientos. El ahorro, por naturaleza, es limitado –pues no es un ingreso recurrente–, y ya se gastó cerca de la mitad en un solo año. ¿Cómo luciría entonces la relumbrante disciplina presupuestaria sin esos recursos de compensación? Aquí Erario responde, y aporta todos los indicadores importantes.

Análisis del ingreso

¿El gobierno cumplió con su meta de ingreso?

  • Técnicamente hablando, sí lo hizo. La SHCP reportó que se obtuvieron 5 billones 384 mmdp de ingresos totales durante 2019, los ingresos fueron 1.6% (85 mmdp) mayores a los aprobados en la Ley de Ingresos.
  • Pero al desagregarlos por tipo, destaca que los tres prinicpales ingresos: petroleros y la recaudación de ISR e IVA  no alcanzaron su meta. Sumaron un monto faltante de casi 300 mmdp.
  • El gobierno compensó con 222 mmdp el monto de ingresos faltantes que exhibió en sus principales ingresos: petroleros, IVA e ISR. Lo hizo de dos maneras: 1) Usando 125 mmdp de pesos del ahorro del fondo FEIP, y 2) Transfiriendo a Pemex 97[1] mmdp, los cuales se registraron como ingreso petrolero, pero en realidad no provienen de la venta de petróleo. (Ver gráficas 1.1 y 1.4).
  • Sin considerar la compensación de ingresos descrita anteriormente, en realidad los ingresos totales del Sector Público se colocaron 2.6%[2] (-136 mmdp[3]) por debajo  de lo aprobado en la LIF[4]2019. Al desagregar por tipo de ingreso observamos resultados mixtos. Los ingresos petroleros y tributarios se rezagaron en relación con su meta. Los ingresos por el cobro de impuestos a gasolinas y diésel, así como los ingresos por aprovechamientos (provenientes de uso de los ahorros del FEIP[5]) fueron por encima de su meta. (Ver Gráfica 1.1).
  • Los ingresos petroleros son los que acumularon el mayor rezago: 18% (-187 mmdp) en relación con su meta para el periodo enero-diciembre de 2019 (Ver Gráfica 1.2), a pesar de que en diciembre los ingresos petroleros recuperaron terreno, pues exhibieron un repunte en relación con los obtenidos en el mes anterior (46 mmdp adicionales). (Ver Gráfica 1.2).
  • Los ingresos tributarios exhibieron un menor rezago que los petroleros; se ubicaron 3.3% (-109 mmdp) por debajo. Además, su rezago acumulado de enero a diciembre disminuyó en relación con lo observado de enero a noviembre (-12 mmdp vs. -17 mmdp). (Ver gráficas 1.1 y 1.2).
    • Los ingresos por ISR[6] e IVA[7] de enero a diciembre cargaron un rezago importante respecto a lo aprobado para ese periodo (-66 y -62 mmdp respectivamente). Cabe destacar que desde junio de 2019 observamos que el ingreso por IVA fue menor al aprobado. En el caso del ISR, desde julio. –ver gráfica 1.2
    • El ingreso por IEPS[8] de gasolinas y diésel se mantuvo por encima de su meta en el acumulado del año (39 mmdp). En diciembre se obtuvieron ingresos por 26 mmdp, 4 mmdp por arriba de su meta.
    • Los ingresos por aprovechamientos[9] (ya sin considerar 125 mmdp del FEIP) tuvieron un incremento de 28% (85 mmdp), respecto a lo aprobado para el periodo de enero a diciembre.

¿Cómo se desempeñaron los ingresos del gobierno en relación con el pasado inmediato?

  • Los ingresos totales del sector público cayeron 2.6% (-136 mmdp) de enero a diciembre del año pasado, en relación con mismo periodo de 2018, sin considerar los ingresos registrados provenientes del FEIP y de transferencias realizadas a Pemex. (Ver Gráfica 2).
    • Los ingresos petroleros son los que más han caído en relación con año anterior. Se observó una caída de 15% (-253 mmdp[10]) de enero a diciembre de 2019, en relación con mismo periodo del año anterior.  
    • Los ingresos tributarios presentaron un leve incremento de 0.9% (29 mmdp).
      • Las principales fuentes de ingresos tributarios IVA e ISR tuvieron disminuciones de 2.2% y 2.3% (-38 mmdp y -22 mmdp, respectivamente).
      • La recaudación por IEPS en gasolinas y diésel compensaron estas caídas, ya que este tributo mostró un incremento de 53% (103 mmdp), en relación con el mismo periodo del año anterior.
      • Los ingresos no tributarios y no petroleros tuvieron una disminución de 11% (-30 mmdp), si no se considera el ingreso por el FEIP de 125 mmdp.

Consideraciones adicionales

  • Los impuestos a las gasolinas y diésel observados en promedio durante diciembre de 2019 se incrementaron en relación con los observados en noviembre de ese año. (Ver Ggráfica 3).
  • La producción promedio nacional de crudo (1,676 mbd[11]: miles de barriles diarios) fue 171 mbd inferior a la meta especificada en CGPE[12]2019, que era de 1,847 mbd. (Ver Gráfica 5).
  • La producción nacional promedio de petróleo, de enero a diciembre, también cayó con respecto al año anterior (7.9%); se asemejó a los niveles observados en diciembre de 1979 (1,676 mbd, promedio de 12 meses).
  • La producción nacional promedio de 2019 presentó una disminución de 38% (-1,012 mbd) con respecto al promedio observado en el sexenio 2007-2012 y 49% (-1,595 mbd) respecto al sexenio de 2001-2006.
  • No obstante, el Gobierno espera que su producción se eleve en 2020 a 1,951 mbd. Planifica un incremento de 16% (272 mbd) con respecto a lo observado en 2019, que se ve muy difícil de lograr, ya que acumulamos 15 años de caídas en la producción de petróleo, con un promedio de disminución anual de 4.5% de 2005 a 2019.
  • De enero a diciembre el precio del petróleo se ubicó, en promedio, un dólar por encima del precio estimado para el Presupuesto 2019. En diciembre el precio de la mezcla mexicana colaboró al incremento de ingresos petroleros para dicho mes. (Ver Gráfica 5.1).

Análisis del gasto

¿El gobierno alcanzó su meta de gasto?

  • No. El gasto neto del sector público mantuvo un subejercicio acumulado, de enero a diciembre, de 2.5% (-103 mmdp) en relación con lo aprobado para ese periodo. Sin embargo, si se considera la transferencia a Pemex por 97.1mmdp, el subejercicio del gasto público se redujo a 0.9% (-52 mmdp). El subejercicio fue impulsado principalmente por un menor pago de la deuda pública. (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público tuvo un subejercicio acumulado al mes de diciembre de 0.4% (-18 mmdp), si no consideramos la inversión financiera en Pemex. De igual forma, el gasto no programable del Sector Público mantuvo un subejercicio de 7.7% (-130 mmdp), con respecto al calendario del gasto. Esto último se debió, en gran parte, a un menor gasto observado –en relación con el calendarizado– de 75 mmdp, por parte en el Ramo 24 (“Deuda Pública”) y el Ramo 30 (“Adeudos de ejercicios fiscales anteriores”).
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos son los que tuvieron un mayor subejercicio respecto a su gasto aprobado: 5% (-5 mmdp), seguidos por los Ramos Generales: 4% (-114 mmdp).
    • En cambio, las secretarías han ejercido más recursos respecto al año previo: 13% (150 mmdp). Cabe recalcar que esto fue causado, principalmente, por un mayor gasto registrado por la Secretaría de Energía (+100mmdp), dada la transferencia a Pemex realizada en septiembre del año pasado.

Así se repartió el subejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 16% (-93 mmdp)
    • Deuda pública o Ramo 24: 13% (-68 mmdp)
    • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o Ramo 28: 4% (-40 mmdp)
    • Trabajo y Previsión social o Ramo 14: 42% (-18 mmdp)
    • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos o Ramo 25: 31% (-17 mmdp)
    • Adeudos de ejercicios fiscales anteriores o Ramo 30: 33% (-7 mmdp)
    • Turismo o Ramo 21: 70% (-6 mmdp),
    • Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 6% (-3 mmdp)
    • Bienestar o Ramo 20: 2% (-3 mmdp)

(Ver Gráfica 7)

Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Energía o Ramo 18: 371% (101 mmdp)
    • Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 7.2% (33 mmdp)
    • Hacienda y Crédito Público o Ramo 6: 112% (25 mmdp)
    • Educación Pública o Ramo 11: 7% (23 mmdp)
    • ISSSTE o Ramo 51¡: 3.8% (12 mmdp)
    • Gobernación[13] o Ramo 4: 22% (13 mmdp)

(Ver Gráfica 8)

¿Cómo se desempeñaron los gastos del gobierno en relación con el pasado?

  • El gasto neto del Sector Público mostró una caída de enero a diciembre de 2019 de 1.8% (-106 mmdp), en relación con el mismo periodo del año anterior, sin considerar la inversión financiera en Pemex. Si se considera la transferencia a Pemex por 97.1 mmdp, la disminución del gasto público se redujo a 0.2% (-9 mmdp). (Ver Gráfica 6).
  • El gasto programable del Sector Público también mostró una caída acumulada a diciembre de 2% (-86.2 mmdp), si no se considera la inversión financiera en Pemex. De igual forma, el gasto no programable del Sector Público cayó 1.3% (-19.9 mmdp), respecto al año anterior.
    • Al desagregar por tipo de ejecutor de gasto, los organismos autónomos son los que experimentaron una mayor caída en su gasto: 13% (-16 mmdp), seguidos por los ejecutores de gasto ‘Generales’: 2.7% (-85 mmdp). En cambio, los ejecutores de gasto administrativos gastaron 6.9% (83 mmdp) más que el año anterior. (Ver Gráfica 9).

 Así se repartió el recorte del gasto público, en relación con el año anterior:

  • Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 58% (-157 mmdp)
    • Comunicaciones y Transportes o Ramo 9: 53% (-76 mmdp)
    • Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores o Ramo 30: 77% (-48 mmdp)
    • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 3.9% (-20 mmdp)
    • Agricultura y Desarrollo Rural o Ramo 8: 16% (-12 mmdp)
    • Instituto Nacional Electoral o Ramo 22: 37% (-9 mmdp)
    • Turismo o Ramo 21: 73% (-7 mmdp)
    • Medio Ambiente y Recursos Naturales o Ramo 16: 14% (-6 mmdp)

Así se repartió el aumento en el gasto público en 2019, en relación con el año anterior:

  • Energía o Ramo 18: 2,099% (122 mmdp)
    • Aportaciones a Seguridad Social o Ramo 19: 8% (58 mmdp)
    • Bienestar o Ramo 20: 43% (44 mmdp)
    • Instituto Mexicano de Seguridad Social o Ramo 50: 6% (39 mmdp)
    • ISSSTE o Ramo 51: 11% (33 mmdp)

  • El gasto en inversión física pública, distinta de Pemex, cayó 17% real (-77 mmdp), respecto al mismo periodo del año anterior. La inversión física pública, distinta de Pemex, representa el 11% del gasto corriente del SP[14]; ésta es la menor proporción observada desde 1990 para un periodo enero-diciembre. (Ver Gráfica 10).
    • En contraste, la inversión física pública en Pemex creció 1% (1.3 mmdp) respecto al año previo, su nivel de inversión es similar al observado en 2017 en el periodo de enero a diciembre. (Ver Gráfica 11).
    • De igual forma, el valor de la construcción pública[15]continuó con una trayectoria decreciente. El valor de la construcción pública (UDM[16]) al mes de diciembre 2019 fue el más bajo desde 2007. (Ver gráfica 12)

¿Cómo se desempeñaron los gastos del gobierno mes a mes?

  • Durante diciembre, se registró un mayor gasto mensual neto respecto a lo calendarizado (104 mmdp). El mayor gasto en el mes de diciembre se debió a un incremento en el gasto programable –por arriba de su calendario de gasto establecido para dicho mes–, de 140 mmdp. Por el contrario, el gasto no programable tuvo un rezago de 36 mmdp en el mes de diciembre, respecto a su presupuesto aprobado para dicho mes. (Ver Gráfica 19).
  • En el mes de diciembre, el gasto total en inversión física pública (57 mmdp) fue el mayor registrado en 2019. Este gasto, sin considerar la inversión en Pemex, registró un gasto pagado de 49.8 mmdp, lo que representa un incremento de 71% (20 mmdp), respecto al gasto promedio observado de enero a noviembre. No obstante es necesario revisar si este gasto en efecto se ejerció en infraestructura porque suele contabilizarse como ejercido aunque en realidad se haya sólo depositado en fideicomisos. (Ver Gráfica 11).
  • Los recursos erogados por los ejecutores de gasto del sector salud se incrementaron en 31% (30 mmdp) el mes de diciembre, respecto al promedio de gasto observado de enero a noviembre. Se observó un repunte en el gasto de las transferencias del programa del Seguro Popular, respecto al gasto reportado en noviembre. (Ver Gráfica 10).

Análisis del balance, endeudamiento y costo financiero

  • Los balances público y primario[17] del SP presentaron una mejor posición en comparación con la calendarizada para enero-diciembre. El Balance Público mejoró en 20% respecto a su meta en el periodo de enero a diciembre, ya que éste fue de -398 mmdp, cuando la meta establecida para dicho periodo era de -503 mmdp. De igual forma, el Balance primario del SP mejoró en 12% respecto a su meta calendarizada, ya que fue de 275 mmdp cuando se tenía calendarizado 245 mmdp. (Ver Gráfica 17).
  • El Balance Público presentó dicha mejoría a causa de los ingresos por Aprovechamientos (FEIP y otros); por la posición financiera de Pemex[18] (con un superávit de 91 mmdp), la reducción al gasto público, y el superávit en el IMSS (+56 mmdp) y en las entidades de control presupuestario indirecto (3.7 mmdp). (Ver Gráfica 18)
  • El Balance público sin compensar fue de -620 mmdp. Lo anterior, si no se consideran los ingresos presupuestarios reportados como ingresos petroleros (97 mmdp[19]) –que se debieron a las transferencias a Pemex por parte del Gobierno federal– ni los recursos provenientes del FEIP (125[20] mmdp).
  • El costo financiero se incrementó en 4.6% real, respecto a lo pagado en 2018. Es el costo financiero más alto desde 1991 (666 mmdp o 2.7% del PIB). Ante un bajo crecimiento económico y la caída de ingresos presupuestarios, este gasto presiona las finanzas públicas. (Ver Gráfica 19)

Endeudamiento y saldo de la deuda

  • El endeudamiento público o los RFSP[21] en el mes de diciembre fue de -279 mmdp de pesos; la suma de éstos en lo que va del año fue de -564.7 mmdp. La caída de ingresos presupuestarios y el mayor gasto para realizar transferencias a Pemex fueron los factores que afectaron dicha medida de endeudamiento.
  • El SHRFSP[22] al mes de noviembre sumó 10 billones 872 mmdp de pesos. El Saldo Histórico de los RFSP se incrementó 118 mmdp de pesos en un mes (de noviembre a diciembre). Lo anterior se debió principalmente a un incremento en el gasto público y a la disminución de activos del FEIP.
    • La SHCP[23] estimó que el SHRFSP cerraría 2019 en 11 billones 245 mmdp de pesos, lo que significa que no se utilizó de forma completa el techo de endeudamiento. Esta decisión puede responder a la eminente revisión de la calificación crediticia del país.

[1] Se reportaron transferencias por 122 mmdp en total a Pemex en 2019 según el anexo XVII del cuarto informe de la SHCP por medio del programa de conducción de la política energética en hidrocarburos.

[2] Sin considerar los ingresos reportados por la inversión financiera a Petróleos Mexicanos por 97.1 mmdp e ingresos del FEIP por 125 mmdp.

[3] Miles de millones de pesos.

[4] Ley de Ingresos de la Federación

[5] Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios. Provenientes del FEIP y de otros ingresos no tributarios no petroleros.

[6] Impuesto sobre la Renta

[7] Impuesto al Valor Agregado

[8] Impuesto Especial a la Producción y Servicios

[9] Los ingresos por Aprovechamientos del Gobierno federal presentan a diciembre de 2019 314% (210 mmdp) de incremento respecto a lo aprobado para dicho mes. De estos se reportaron salidas del FEIP por 158mmdp y 125 para compensar ingresos según los reportes de la SHCP.

[10] Sin considerar la transferencia de 97.1mmdp de pesos realizada por el Gobierno federal a Pemex.

[11] Miles de barriles diarios

[12] Criterios Generales de Política Económica

[13] Incluye al Ramo Seguridad Pública y Protección Ciudadana para su comparación con el año previo y con lo aprobado en el PEF.

[14] Sector Público Presupuestario.

[15] Encuesta Nacional de Empresas Constructoras.

[16] Últimos doce meses

[17] Ingresos menos gastos antes del pago de los intereses de la deuda pública (costo financiero).

[18] Parte por la transferencia (inversión financiera) de 97.1mmdp por parte del Gobierno federal.

[19] Aunque las transferencias a Pemex por parte de la Sener pueden ser hasta 122 mmdp en 2019.

[20] Los retiros del FEIP en 2019 fueron 158 mmdp aunque la SHCP reportó que 125 se debieron a la compensación de ingresos de 2019.

[21] Requerimientos financieros del Sector Público. La medida de los RFSP es la siguiente: en caso de ser positiva quiere decir que existe un ahorro en dicho periodo, esto quiere decir que no hubo necesidad de endeudamiento. En caso contrario, si la medida de los RFSP es negativa se refiere a que hubo endeudamiento en dicho periodo.

[22] Saldo histórico de requerimientos financieros del sector público.

[23] Secretaría de Hacienda y Crédito Público

Números de Erario: octubre 2019

La caída en ingresos se agudizó

Han transcurrido 10 de 12 meses de la ejecución del primer presupuesto del gobierno de AMLO. Ya tenemos información suficiente como para caracterizar su primer ejercicio fiscal. Destaca una disciplina fiscal fuerte, que se ha reflejado en un balance primario positivo, el cual fue añorado durante mucho tiempo y aún no se ha debilitado frente a una crisis de ingresos públicos. En los primeros 10 meses de 2019 los ingresos públicos son menores en 178 mmdp a los previstos para estas alturas del año, y 156 mmdp menores a los obtenidos el año anterior durante el mismo periodo. Además, la caída en los ingresos públicos arreció hacia finales del presente año: 35% de esta caída se acumuló sólo en octubre.

 Nuestra inquietud principal

Ante la debilidad de los ingresos se sigue recortando el gasto en infraestructura; cambios institucionales han provocado que continúe el subejercicio del gasto en salud. Creemos que debe observarse un ejercicio presupuestario menos reactivo a los retos fiscales y a la implementación de nuevos programas públicos.

Análisis dato a dato

INGRESOS

Enero a octubre de 2019 vs. enero a octubre de 2018

  • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayeron 3.6% (-156 mmdp)[2]. (Ver Gráfica 1.2)
  • Los ingresos petroleros tuvieron una disminución de 20%[3] (-165 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior.
  • Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (en 1.2% o -17 mmdp y en 3.3% o -26 mmdp, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1.2).
  • Los ingresos tributarios sí aumentaron (1.6% o 42 mmdp). La recaudación del impuesto a las gasolinas creció 61% (93 mmdp). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de 20% (-164 mmdp[4]) en los ingresos petroleros.

Octubre de 2019 vs. octubre de 2018

  • Los ingresos presupuestarios fueron 11.6% (-54 mmdp) menores respecto a lo observado en octubre de 2018. (Ver gráfica 2)
  • Los ingresos petroleros del Sector Público exhibieron una caída de 40% (-35 mmdp), la caída que más aportó a la disminución de los ingresos presupuestarios.
  • Por su parte, los ingresos tributarios tuvieron un retroceso de 5.5% (-15 mmdp) comparados con octubre de 2018. En este mes, con excepción del IEPS a gasolinas y diésel, disminuyeron los ingresos tributarios comparados con el mismo mes del año previo.
  • La recaudación por IVA disminuyó en 8.6% (-7.6 mmdp); por ISR, en 7.9% (-10.8 mmdp), y por IEPS distinto de gasolina y diésel cayó 9.7% (-1.3 mmdp). Lo anterior contrasta con el incremento de 45% (8.5 mmdp) en la recaudación por IEPS gasolinas y diésel, respecto al mismo mes del año anterior.

Enero a octubre de 2019 aprobado vs. enero a octubre de 2019 observado

  • Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4% por debajo de lo aprobado (-178 mmdp)[5]. (Ver Gráfica 1.3)
  • Los ingresos petroleros son los más rezagados. Se ubican 22%[6] (-192 mmdp) por debajo de los aprobados en LIF 2019. Por su parte, los ingresos petroleros del Gobierno federal fueron 16% (-71 mmdp) menores a lo estimado para el periodo enero a octubre 2019. Por su parte, lo ingresos petroleros de Pemex fueron 29%[7] (-120 mmdp) menores a su calendario aprobado.
  • Los ingresos tributarios van 2.9% (-80 mmdp) por debajo del calendario aprobado. (Ver Gráficas 4 y 5); los ingresos por IVA e ISR van 3.2% (-46 mmdp) y 6% (-51 mmdp) por debajo de su meta, respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS de gasolinas van 14% arriba de los aprobados (31 mmdp). La recaudación de este impuesto ha ayudado a compensar el rezago de los ingresos tributarios, a pesar de no ser suficiente para compensarlos en su totalidad. (Ver gráfica 4)
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 101% (114 mmdp) con respecto a los aprobados para el mes de octubre. Parte de este incremento se debe a la obtención de ingresos provenientes del Fondo de Estabilización (FEIP). Una parte importante de estos ingresos no tributarios no petroleros son los Aprovechamientos. Éstos últimos tuvieron una recaudación mayor en 126% (84.9 mmdp) respecto a lo estimado para este periodo. Por su parte, los ingresos por Derechos fueron 63% (29.3 mmdp) superiores a su calendario aprobado.

Octubre de 2019 aprobado vs. octubre de 2019 observado

  • En el mes de octubre, los ingresos presupuestarios tuvieron un retraso de 5% (-20.9 mmdp) respecto a lo estimado para dicho mes. Los ingresos petroleros fueron los que aportaron en mayor medida a esta caída, ya que tuvieron un rezago de 39% (-32 mmdp) respecto a lo estimado a recibir en el mes de octubre. (Ver gráfica 2)
  • Los ingresos tributarios retrocedieron 5% (-12 mmdp) comparados con lo aprobado para octubre. El ISR y el IVA cayeron 10% (-13 mmdp) y 5% (-3 mmdp), respectivamente. El IEPS tuvo un aumento de 15% (5 mmdp) respecto a lo estimado a recibir en ese mes.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno federal incrementaron 203% (16 mmdp), comparado con lo estimado a recaudar en el mes de octubre 2019.

GASTOS

Enero a octubre de 2019 vs. enero a octubre de 2018

  • Como consecuencia de la menor recaudación, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó en 2.2%[8] (98 mmdp). (Ver Gráfica 5).
  • El gasto programable del SP exhibe una caída de 2.3% (-78 mmdp) con respecto al año anterior, y el no programable una de 1.9% (-24 mmdp). Por su parte, el gasto del GF se comportó de manera similar: el gasto programable cayó 2.3% (-57 mmdp) y el gasto no programable, 1.2% (-13 mmdp).
  • Al analizar por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos (una caída de 17% o -16 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 2.3% (-23 mmdp); en las obligaciones de pago (Ramos generales) el recorte fue menor: 1.3% (-34 mmdp).
  • La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 61% en Comunicaciones y Transportes (-78 mmdp), 49% en Ramo 23 (-65 mmdp), 82% en el gasto de las ADEFAS[9] (-52 mmdp), 5% en Pemex (-22 mmdp), 7% Educación (-17 mmdp) y 33% Semarnat (-11 mmdp).
  • La inversión física total del SP se redujo en 13% (-74 mmdp), mientras que la inversión física, sin tomar en cuenta la inversión de Pemex, cayó aún más: 20% (-78 mmdp). Ver Gráfica 6).
  • El valor de la construcción pública continúa con su trayectoria a la baja, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras[10]. En septiembre[11] presenta una caída de 19% real respecto a año pasado. Su promedio de 12 meses es el punto más bajo desde que se tiene registro (2006). De continuar esta tendencia, se limitan las posibilidades de crecimiento económico y desarrollo del país. (Ver Gráficas 14 y 16).
  • Los ejecutores del gasto que más gastaron con respecto al año anterior son: Energía (2253% ó 122 mmdp), las Aportaciones a Seguridad social (7% o 47 mmdp), IMSS (8% o 43 mmdp), ISSSTE (8% o 43 mmdp), los intereses de la deuda[12] (10% o 27 mmdp) y Bienestar (26% o 24 mmdp).

Octubre 2018 vs. octubre 2019

  • El gasto neto del sector público en el mes de octubre fue 5% menor (-24 mmdp) al realizado en el mismo mes del año anterior. En este mismo mes, el gasto programable retrocedió 4% (-16 mmdp) y el no programable 10% (-7.7 mmdp).
  • Por concepto de gasto, aquéllos que tuvieron un mayor retroceso respecto a lo pagado en octubre 2018 fueron: los servicios personales, con una disminución de 10% (-11 mmdp); Participaciones federales, con una caída de 15% (-9.3 mmdp) y la inversión física pública, con una disminución de 6% (-3.6 mmdp).

Enero a octubre de 2019 aprobado vs. enero a octubre de 2019 observado

  • El gasto del SP estuvo 3.4% o 160 mmdp por debajo de lo aprobado de enero a octubre. El ritmo del subejercicio en el gasto acumulado en octubre se mantiene. Por tipo de ejecutor de gasto, observamos subejercicios en los Ramos autónomos y en los generales, a diferencia de los administrativos, que acumulan un mayor gasto respecto al aprobado. Los poderes y organismos autónomos tienen un subejercicio de 17% o -15 mmdp. Las secretarías de Estado tuvieron un sobrejercicio de 4% (39 mmdp); y en las obligaciones de pago (Ramos generales), el subejercicio es el más grande: 5% (-129 mmdp). (Ver gráfica 5.2)
  • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-octubre) fueron: Pemex (13% o -64 mmdp), Participaciones federales (5% o -37 mmdp), IMSS (3% o -21 mmdp), Educación (9% o -22mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -32 mmdp). (Ver Gráfica 8)
  • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo aprobado en lo que va del año (enero-octubre) son: Energía (462%), Economía (33%), Función Pública (21%), CFE (9.7%) y Bienestar (7.4%). (Ver Gráfica 7)
  • El gasto en salud enlaza diez meses seguidos de subejercicios. A octubre, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 35 mmdp (-6%), en comparación con lo aprobado de enero a octubre.

Octubre de 2019 aprobado vs. octubre de 2019 observado

  • Respecto al calendario aprobado de octubre, el Sector Público presenta un menor gasto a lo calendarizado de 2% (-6.2 mmdp). Esto se debió a que el gasto programable tuvo un mayor gasto a lo estimado en 13 mmdp (4%), mientras que el no programable fue 23% (-19 mmdp) menor a lo estimado. (Ver gráfica 5.1)
  • El rezago del gasto no programable fue principalmente impulsado por un menor gasto de Participaciones federales, en 21% (-13 mmdp), respecto a lo calendarizado para el mes. (Ver gráfica 5)
  • Por tipo de Ramo se observó que los Ramos autónomos presentaron un subejercicio de 13% (-1.2mmdp) y los Ramos Generales de 11% (-26mmdp) respecto al calendario para octubre 2019. En contraste, los Ramos Administrativos tuvieron un gasto superior de 9.5% (7.3 mmdp) a lo aprobado para octubre de 2019.

BALANCE, ENDEUDAMIENTO Y SALDO DE LA DEUDA DEL SECTOR PÚBLICO 

  • El SP tuvo un balance negativo; su déficit fue de 154 mmdp. El superávit del IMSS (110 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (58 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del GF fue de 302 mmdp, situación similar a la observada el año previo. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-32 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 9)
  • El balance público presentó una mejor posición respecto a lo programado para el periodo, que consideraba un déficit por 334.2 mmdp. (Ver gráfica 10)
  • El balance primario[13] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por una fuerte disciplina fiscal en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 6% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 12)
  • Por lo mencionado, el balance primario del SP a octubre fue de 296.5 mmdp, el cual se encuentra en una mejor posición a la programada: 191 mmdp.
  • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) el mes de octubre fue de 10 billones 559.9 mil millones de pesos. El SHRFSP disminuyó 1.2% en comparación con octubre del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP se incremente en 685 mmdp respecto a lo reportado en octubre, para que sea de 11 billones 245 mmdp. Esta cifra estimada para el cierre es menor a la aprobada (Ver Gráfica 13).

[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.

[2] Sin considerar la utilización de una parte del FEIP (89 mmdp) y la transferencia a Pemex por 97 mmdp. Se realizó una transferencia a Pemex por parte del Gobierno federal por 97 mmdp en el tercer trimestre del 2019, dicha cantidad fue registrada como ingresos petroleros de Pemex en dicho mes.

[3] Sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal, reportado como ingreso petrolero.

[4] Sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal.

[5] Sin considerar lo compensado por los recursos del FEIP[5] y transferencia a Pemex. Si lo consideramos, la caída es de 0.7%.

[6] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.1 mil millones de pesos.

[7] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.1 mil millones de pesos.

[8] Se considera el gasto estimado calendarizado del INE, la discrepancia con el reporte de la SHCP se debe a considerar este rubro como gasto aprobado en el calendario.

[9] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores

[10] Encuesta realizada por Inegi.

[11] Último dato disponible.

[12] Ramo 24 “Deuda Pública”

[13] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

Los Números de Erario: agosto 2019

Ingresos continuaron deprimidos en agosto  

Los ingresos públicos siguen mal. En el acumulado de enero a agosto de 2019, fueron 4.6% menores a lo programado (el equivalente a 163 mmdp), y 4.1% menores al año anterior (146 mmdp), sin considerar los recursos que fueron compensados por el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP). En agosto, de hecho, ya se empezaron a utilizar los recursos ahorrados en el FEIP.

Esta caída de ingresos explica una parte del subejercicio en el gasto, que al mes de agosto alcanzó 235 mil millones de pesos (mmdp) o 6% del presupuesto aprobado para el periodo.

Nos preocupa que se siga observando un menor gasto en salud e inversión, sectores esenciales para el bienestar de la población y el crecimiento económico. Especialmente, nos preocupa aquél que tiene incidencia directa en los servicios públicos que se prestan a la población en general, y en especial a los grupos más vulnerables, y en la productividad de la economía. Los recortes a la inversión se reflejan en funciones de desarrollo y protección social, ciencia, tecnología e innovación.

A pesar de que los ingresos públicos son menores y el costo financiero aumentó en relación con el año anterior, la disciplina financiera se ha mantenido firme. El balance primario, de hecho, es positivo.

 Nuestra inquietud principal

Menos ingresos públicos disponibles se han traducido en menor inversión, lo que a su vez impacta en el crecimiento económico y, por ende, en la recaudación. Todavía no observamos una reacción suficientemente proactiva por parte del gobierno como para salir de este ciclo vicioso. Vemos posible que se repita este escenario en 2020.

 Análisis dato a dato

  • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayeron 2.1%, a pesar de la utilización de una parte del FEIP. Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (-0.4% y -2.9%, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1).
  • Los ingresos tributarios sí aumentaron (2.5%), a causa del crecimiento que tuvo la recaudación del impuesto a las gasolinas (65%). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de los ingresos petroleros (-19.7%) y el de los ingresos no tributarios no petroleros (-8.3%). (Ver Gráfica 2).
  • Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4.6% por debajo de lo aprobado (-163 mmdp[2]), sin considerar lo compensado por los recursos del FEIP[3]. Si lo consideramos, la caída es de 1.9%.
  • Los ingresos por IVA han acumulado una caída de 5.5% (-37 mmdp). También continúan rezagados los de ISR y los petroleros, con disminuciones de 2.4% (-28.8 mmdp) y 21% (-145 mmdp), respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS en gasolinas van 14% por arriba del calendario (24 mmdp). (Ver Gráfica 3)
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 184% (73 mmdp) con respecto a lo aprobado para el mes de agosto.
  • La SHCP ha modificado de manera semanal y diferenciada el impuesto federal a las gasolinas y diésel (IEPS federal). Este impuesto ha sido superior al observado en 2018 y también su recaudación (78% real). El estímulo fiscal se ha aplicado de manera distinta entre gasolinas y diésel, así como para la zona fronteriza norte y a los sectores agrícolas y pesqueros. Esto, claro, ha generado un efecto en la recaudación federal, pero también, y de forma negativa, sobre consumidores y productores, que no pueden beneficiarse de la caída en precios de energéticos, ajustarse ante los incrementos o sustituir estos combustibles por otras fuentes de energía. (Ver Gráfica 4 y 5)
  • Como consecuencia de todo lo anterior, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó en 4%. (Ver Gráfica 6)
  • El gasto programable del SP exhibe una caída de 4.6% con respecto al año anterior (-124 mmdp), y el no programable una de 2.9% (-32 mmdp). Por su parte, en el GF el gasto programable cayó 5.2% (-103 mmdp) y el gasto no programable, 2.1% (-20 mmdp). (Ver Gráfica 7)
  • Si guiamos nuestro análisis por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos[4] (una caída de 19% o -14 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 8.8% (-68 mmdp); en las obligaciones de pago el recorte fue menor: 2% (-41 mmdp).
  • La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 87% en el gasto de las ADEFAS[5] (-56 mmdp), 49% en Ramo 23 (-65 mmdp), 6% en Pemex (-22 mmdp), 33% en la Secretaría de Gobernación[6] (-19 mmdp) y 28% en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (-17 mmdp).
  • La inversión física total del SP se redujo en 15% (-67 mmdp), mientras que la inversión física, sin tomar en cuenta la inversión de Pemex, cayó aún más: 23% (-70 mmdp). (ver Gráfica 7)
  • El valor de la construcción pública continúa en niveles bajos, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras. En junio presenta una caída de 7.7% real respecto a enero; mayor a la caída observada (6.7%) en el mismo periodo del primer año de la presidencia de EPN. De continuar esta tendencia, se limitan las posibilidades de desarrollo y bienestar del país. (Ver Gráfica 15)
  • Los ejecutores del gasto que más gastaron con respecto al año anterior son las Aportaciones a Seguridad social (7% o 34 mmdp), Energía (489% o 25 mmdp), IMSS (4% o 20mmdp), los intereses de la deuda (7% o 19 mmdp), ISSSTE (7% o 15 mmdp), Bienestar (20% o 15 mmdp) y Participaciones (2.5% ó 15 mmdp).
  • Con respecto a lo aprobado para 2019, el gasto del SP se encuentra 6% o 235 mmdp por debajo de enero a agosto. El subejercicio del gasto creció 36 mmdp respecto a lo observado el mes anterior.
  • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-agosto) fueron: Pemex (13% o -52 mmdp), IMSS (6% o -31 mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -29 mmdp), Ramo 23 (22% o -19 mmdp), Participaciones (2.8% o -18mmdp), Educación Pública (8% o -16 mmdp). (Ver Gráfica 9)
  • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo calendarizado en lo que va del año (enero-agosto) son: CFE (10%), Energía (142%), Economía (67%), Bienestar (5%), Función Pública (14%) y la CNH (78.7%). (Ver Gráfica 8)
  • El gasto en salud enlaza ocho meses seguidos de subejercicios. A agosto, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 50 mmdp (-6%), en comparación con lo aprobado para el mes de agosto.
  • El SP tuvo un balance negativo. Su déficit fue de 118 mmdp. El superávit del IMSS (93 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (50 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del GF fue de 151 mmdp, una mejoría respecto al mes anterior. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-120 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 11)
  • El balance primario[7] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por una fuerte disciplina fiscal en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 5% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 13)
  • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) creció 2% en comparación con agosto del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP sea de 11 billones 245 mmdp, cifra superior en 37 mmdp a lo reportado en septiembre. (Ver Gráfica 14)
[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.
[2] Miles de millones de pesos.
[3] Se consideró que a la fecha se han compensado ingresos por 73.8mmdp que son los ingresos excedentes por ingresos por Aprovechamientos al mes de agosto, ya que no se reportó a la cantidad específica de retiro del FEIP.
[4] Los Ramos autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, por ejemplo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el INE, entre otros. Los Ramos administrativos, son en su mayoría secretarías de Estado. Y los Ramos generales son aquellos cuyo papel no está definido en una sola regulación, sino en distintas leyes. No dependen de un organismo concreto y son erogaciones que la SHCP asigna para cumplir obligaciones de pago en nombre del GF.
[5] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores
[6] Para efectos de comparación se sumó el gasto de Gobernación y de la Secretaría Pública y Protección Ciudadana.
[7] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

Presupuesto por ramo

Aquí se presentan gráficos con el presupuesto aprobado y ejercido por ramo presupuestario, es decir, por entidad responsable del gasto público federal.

Los ramos administrativos son, en su mayoría, las secretarías de Estado; los autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, como el Inegi, el INE, la CNDH, el Poder Legislativo y el Judicial, entre otros.

Los ramos generales son aquéllos que no representan a una institución u órgano concreto, sino a una obligación de pago del gobierno establecida en leyes. Son erogaciones que la Secretaría de Hacienda asigna a diversos ejecutores de gasto como, por ejemplo, los gobiernos locales, o a entidades de control directo, como el IMSS y el ISSSTE, para cubrir obligaciones de pago en nombre del Gobierno federal.

Análisis general del Presupuesto 2020 por ramos presupuestarios

El gasto neto total propuesto en el proyecto de Presupuesto de egresos (PPEF) para 2020 fue de 6 billones 59 mil millones de pesos. Este monto es 1% real (45 mmdp[1]) mayor al presupuesto aprobado para 2019.

La Secretaría de Hacienda propuso para 2020 en el PPEF un recorte para los ramos administrativos de 3% (38 mmdp), respecto a lo aprobado para 2019. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural sufrió el mayor recorte (21 mmdp), seguida por Trabajo y Previsión Social (15.8 mmdp) y, en tercer lugar, Comunicaciones y Transportes (14 mmdp). El ramo de Gobernación presentó una disminución de 56 mmdp; sin embargo, se debió a que en 2020 se presupuestó en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) gran parte del presupuesto y funciones que realizaba –recuerden de dónde veníamos: de la megasecretaría de Osorio Chong–. En total, el proyecto de presupuesto de Gobernación y de la SSPC incrementó 4% (2.3 mmdp) para este 2020.

De manera similar, el ramo de la Procuraduría General de la República se modificó para dejar de ser ramo administrativo y convertirse en autónomo (“Fiscalía General de la República”), el cual tuvo un incremento de presupuesto de 2 mmdp (15%), respecto a lo aprobado en 2019.

El presupuesto de la Secretaría de Energía incluye las transferencias que el Gobierno federal realiza a Pemex. Este Ramo administrativo subió 73% (20 mmdp) respecto a lo aprobado en 2019.  En el proyecto de presupuesto no se considera el total de las transferencias anunciadas por 66 mmdp en el Plan de Pemex; se presupuestaron 46 mmdp –el 70% de lo anunciado–.

Los ramos autónomos presentaron un incremento en su presupuesto de 24% (27 mmdp), respecto a lo aprobado en 2019. Sin embargo, gran parte de esto se debe a que la FGR pasó a ser ramo autónomo, con un presupuesto de 18 mmdp y a que el Inegi presentó un incremento respecto al presupuesto del año previo de 4 mmdp (33%) por una razón sencilla: 2020 es año de censo económico. También se observa un aumento en el presupuesto del Poder Judicial de 3 mmdp (5%) respecto a 2019 y del Instituto Nacional Electoral por 1.9 mmdp (12%).

Los ramos generales, que representan el 56% del total del presupuesto federal, registran un incremento en el PPEF de 45 mmdp (1%) respecto a lo aprobado en 2019. El ramo general cuyo presupuesto se incrementó de forma más notoria fue el “Ramo 19 – Aportaciones a seguridad social”, con un aumento de 7% real (53.9 mmdp). Le siguió el Ramo 23, con 14 mmdp (13% real): la totalidad del incremento se relaciona con el programa “Subsidio a tarifas eléctricas”, que tiene un presupuesto de 70 mmdp.

Por último, es importante recalcar que el «Ramo 28 – Participaciones federales a Estados y Municipios» presenta una disminución de 3 mmdp respecto a lo aprobado en 2019, situación no vista desde 2009.

[1] Miles de millones de pesos. Las cifras de comparación en este texto son en pesos constantes de 2020. Lo que quiere decir que consideran el efecto de la inflación.

 

 

 

 

 

De acuerdo con la clasificación administrativa, los ejecutores del gasto se dividen en cinco grupos o ramos: administrativos, generales, autónomos, empresas productivas (Pemex y CFE) y entidades de control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE).

 

Recomendaciones del FMI para no echar en saco roto

La visita oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) 2019 a nuestro país concluyó recientemente. Después de reunirse con diversos actores, que van desde el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, hasta la secretaria de Energía, Rocío Nahle, pasando por el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, publicó una serie de hallazgos y recomendaciones preliminares para nuestro país[1].  En México Evalúa estamos de acuerdo con varios de sus señalamientos. De hecho, hemos insistido en ellos desde hace tiempo. Éstas son las cinco recomendaciones que más llamaron nuestra atención:

1. La necesidad de contar con un Consejo Fiscal

Por quinto año consecutivo, el Fondo recomienda que México cuente con un Consejo Fiscal apartidista, que tenga como mandato la evaluación independiente de la política fiscal. Esperamos que en esta ocasión el llamado sea escuchado. En todo caso, el Consejo requiere de las atribuciones adecuadas para que realmente funcione. Debe contar con su propia ley y con autonomía técnica, de gestión y presupuestaria de verdad, sin simulaciones. Instituciones que no funcionan, de poco nos van a servir[2].  Diversos legisladores han presentado y otros están por presentar una iniciativa para crear un Consejo Fiscal en México. Incluso se presentó una reforma constitucional para darle ese rango al Consejo Fiscal. Todas las iniciativas deben de ser analizadas cuidadosamente y con responsabilidad, con el objetivo de incluir las mejores prácticas institucionales.

2. Hay que diversificar la inversión en infraestructura

El FMI señala la necesidad de aumentar la inversión pública en sectores diferentes al energético. Pero subraya que esto debe hacerse desde una posición fiscal sostenible y basándose en un plan de infraestructura que establezca las prioridades y las opciones de financiamiento.  Ante la presentación del Paquete Económico 2020, en México Evalúa hemos externado nuestra preocupación con la baja inversión en infraestructura[3] que se propone. Para 2020 se plantea que el gasto total del sector público en infraestructura, incluyendo a Pemex, sea de 2.4% del PIB. Si no incluimos a Pemex, este gasto será de 1.3% del PIB. Ambos porcentajes son muy bajos. Al analizar los datos, se puede ver que el gasto en infraestructura para la industria de los hidrocarburos tendrá un aumento del 25%, mientras que el dirigido al resto de los sectores sufrirá un recorte de 11%. Preocupa que para 2020 se proyectan caídas en inversión en infraestructura en sectores prioritarios como agua (-35%), transporte (-35%), seguridad nacional (-16%) y salud (-5%), todas en comparación con 2019.

El Fondo también insta a reiniciar las subastas de energía y los acuerdos de riesgo compartido entre Pemex y las empresas privadas. Hace un llamado a reconsiderar el plan de negocios de la petrolera, que se caracteriza por limitar la cooperación con firmas privadas en los contratos de servicios en exploración y producción de petróleo (upstream business), y por prever inversiones cuantiosas en negocios donde tiene pérdidas (downstream business[4]). El plan, además, tiene una debilidad elemental: no presenta medidas concretas para reducir los costos operativos.

3. Revisión a fondo del sistema tributario

Ante la debilidad de los ingresos públicos, México Evalúa ha venido señalado que la situación fiscal en nuestro país es complicada, con obligaciones de pago crecientes como el gasto en pensiones, que nos deja con menores recursos disponibles para realizar políticas públicas. Y, por otro lado, con los ingresos petroleros que han venido cayendo y los ingresos tributarios (IVA e ISR) afectados por la falta de crecimiento económico.  El Fondo, por su parte, hace un llamado al gobierno para que haga una revisión exhaustiva de nuestro sistema tributario, con miras a presentar planes para racionalizar los gastos fiscales y ampliar la base impositiva. Entre las medidas considera un incremento en la recaudación del IVA, la cual está muy debilitada. No podemos seguir aplazando la revisión a nuestro sistema tributario. Es realmente una urgencia. También señala  que debe tomarse en cuenta la necesidad de aumentar la recaudación de impuestos a nivel local. En específico se refiere a la tenencia y el predial. Estos hallazgos están en línea con análisis de México Evalúa y otros especialistas, que muestran cómo el actual sistema de coordinación fiscal debe revisarse y encaminarse para incluir incentivos que promuevan la generación de ingresos propios a nivel local, así como el logro de resultados. Los estados y municipios están por debajo de su potencial de recaudación de impuesto locales. Por ejemplo, en nuestro país la recaudación del predial es  de 0.2% del PIB mientras que el promedio de los países de América Latina es 0.4%, y para los países de la OCDE es de 1.1%[6] (OCDE 2016).

4. Crisis en los servicios de cuidado infantil

El equipo del Fondo manifestó su preocupación con la cancelación de los subsidios para los servicios de cuidado infantil y el hecho de que éstos se sustituyeron con transferencias directas. Efectivamente, los recortes al programa Apoyos para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, que antes se llamaba Programa de Estancias Infantiles, han sido significativos.  En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 el total del programa tuvo un recorte en su presupuesto de 54% con respecto al aprobado en 2018. Ahora en el PPEF 2020 se propone otro recorte de 7% al presupuesto total del programa con respecto a 2019[7]. Nos preocupa que se recorten los recursos para un programa que tenía buenas evaluaciones y que apoya a madres que trabajan, buscan empleo o estudian, así como a los padres solos o tutores con niños bajo su cuidado en iguales circunstancias. Además, se ha observado una disminución del 40% en los niños atendidos de este programa en 2019, respecto a 2018. Las evaluaciones del programa documentaban buenos resultados en el acceso de las madres al mercado laboral. Más que poner trabas, hay que eliminar los obstáculos que impiden a las mujeres tener acceso a un empleo, especialmente en México, donde la brecha de género en el mercado laboral es de las más grandes de América Latina[8]. El propio secretario Arturo Herrera señaló recientemente la importancia que tiene para México atender la brecha de participación laboral de las mujeres.

5. Subir estándares en los programas de protección social

El FMI menciona que es necesario mejorar la focalización de los diversos programas de protección social y reducir los errores de inclusión y exclusión, duplicaciones de programas y de beneficiarios.  En México Evalúa hemos subrayado que en el Paquete Económico 2020 se propone gastar 402 mil millones de pesos en programas de subsidios que no están obligados a contar con reglas de operación, lo cual es preocupante, pues sin ROP no es posible garantizar el trato justo y equitativo y no discriminatorio a los beneficiarios; la perspectiva de género y regional, el registro de sus beneficiarios y operación; su auditoría y rendición de cuentas, así como la mejora continua para fortalecer su efectividad y orientación a resultados, entre otros factores. Además, un programa sin reglas de operación es más susceptible de ser usado de forma discrecional o política, por encima del bienestar social.

Las recomendaciones del FMI contienen insumos importantes para mejorar el manejo de nuestras finanzas públicas y con ello, la eficiencia y eficacia del gasto público. Algunas de ellas parecen más viables que otras y han ido caminando, como la creación de un Consejo Fiscal apartidista. Otras se vislumbran más complicadas, como la que apunta a diversificar la inversión pública, un asunto realmente prioritario. Esperamos que estas recomendaciones sean escuchadas, y que no se aplique el “después de ahogado el niño, tapan el pozo”. Ojalá reaccionemos a tiempo, y no demasiado tarde en términos de crecimiento económico, bienestar y provisión de servicios para los ciudadanos.

Publicado en Arena Pública

[1] Posteriormente el FMI preparará un informe sobre México. Conocido como Artículo IV.
[2] http://www.consejofiscal.org/
[3] Lo que se conoce como Inversión Física Pública
[4] El sector downstream se refiere comúnmente a las tareas de refinamiento del petróleo crudo y al procesamiento y purificación del gas natural, ​así como también la comercialización y distribución de productos derivados del petróleo crudo y gas natural.
[5] Debe establecerse un órgano autónomo, técnico y especializado que concentre la información sobre la infraestructura existente y su mantenimiento; realice y publique diagnósticos sobre las diferentes necesidades de infraestructura en cada nivel de gobierno, a corto, mediano y largo plazo; y elabore una cartera de proyectos de inversión, con un orden de prioridad, para responder a estas necesidades. La información generada por este órgano debería ser el único sustento válido para justificar la realización de un proyecto de inversión y el diseño de sus procedimientos de contratación.
[6] Informe de la Cuenta Pública 2017. ASF.
[7] El componente operado por la Secretaría de Salud desaparece por completo en este PPEF 2020. Y la operación queda a cargo de la Secretaría de Bienestar.
[8] David Kaplan y Claudia Piras (2019) indican que la diferencia entre la tasa de participación de los hombres y la tasa de participación de las mujeres es la segunda más grande de la región, solo menor que Guatemala. Mientras que la tasa de participación de las mujeres es la cuarta más baja de la región, se encuentra por encima de Guatemala, el Salvador y Honduras.

Recomendaciones para un Presupuesto realista 2020

10 recomendaciones

Las 10 recomendaciones de México Evalúa para este Paquete económico 2020:

  1. Es fundamental fortalecer la confianza en la economía para promover la inversión, el crecimiento, la recaudación y, por ende, el financiamiento de instrumentos que impulsen el desarrollo de México y cierren la brechas sociales.
  1. Enriquecer el Paquete con información sobre la posición del gobierno ante posibles cambios en sus principales supuestos, como en el caso de 1) Menor crecimiento económico: para entender las acciones que emprendería (si compensaría ingresos o bien recortaría gasto) y 2) Menor producción petrolera: para entender como sería la adaptación de las metas de exportación y refinación de crudo.
  1. Se necesita fortalecer la transparencia sobre el avance en los contratos de producción de crudo de utilidad compartida, para comprender mejor el estado de avance y su contribución a la producción nacional.
  1. La composición del gasto no es adecuada para apuntalar el crecimiento económico, falta inversión y falta asegurar un buen diseño de los programas de subsidios sin ROP que garanticen su orientación a resultados y rendición de cuentas.
  1. Debe evitarse el círculo vicioso de poca inversión en infraestructura — poco crecimiento económico — poca recaudación —poca inversión, etc.
  1. La limitante de recursos para la inversión requiere acciones inmediatas en el corto plazo, pero también para el mediano y largo plazo: 1) Atraer la inversión privada en la inversión pública de Pemex y distinta de Pemex; 2) Desarrollar procesos más efectivos, eficientes y sostenibles de generación y conservación de infraestructura.
  1. Aprovechar el instrumento de coordinación fiscal para apuntalar la inversión física en todo el país. Los estados están desdibujados en el Paquete, pero reciben recursos que pueden utilizarse mejor para apuntalar su impacto en el desarrollo.
  1. Dado el poco espacio fiscal federal para transferir recursos mediante convenios con los gobiernos locales, éstos deben iniciar acciones para hacer un mayor esfuerzo recaudatorio, ejerciendo a cabalidad sus facultades recaudatorias.
  1. Abrir la puerta a una discusión fiscal que busque mejorar el arreglo fiscal actual, considerando tanto el costado de los ingresos como el de gasto, y la participación de todos los niveles de gobierno.
  1. Crear un CONSEJO FISCAL en el Poder Legislativo, técnico y apartidista, para evaluar la política fiscal, promover su mejora contínua y su sostenibilidad.

Inversión pública en un sótano histórico

Inversión física

Una mala noticia del Paquete Económico 2020 es el gasto propuesto para inversión física del sector público[1]. Este gasto –incluyendo a Pemex– será de 2.4% del PIB para 2020. Si no se considera la inversión en la petrolera, este gasto como proporción del PIB será de 1.3% para 2020, un porcentaje históricamente bajo.

Preocupa que el gasto en inversión diferente de Pemex esté tan deprimido. La inversión en infraestructura –en agua, carreteras y caminos, transporte, electricidad, salud, entre otros– es un componente vital para lograr bienestar y desarrollo para los ciudadanos. Además, la inversión en infraestructura contribuye a propiciar y sostener el crecimiento económico en un país.

Lo que dicen los datos

  • Del total de inversión física pública, 49% es para Pemex. Es decir, de cada 100 pesos que el gobierno invierte, 50 son para Pemex, 3 pesos para salud, 2 para a educación y sólo 43 centavos para agua. Los altos recursos canalizados a Pemex implican menores recursos para sectores prioritarios. La muestra: el Paquete Económico 2020 propone una caída en la inversión en agua[2] de 35% en 2020 respecto a 2019; una disminución en inversión en transporte igualmente de 35% respecto a 2019; en seguridad nacional de 16% y en salud de 5%, entre otros.
  • El gasto en inversión física pública para 2020 presenta una caída de 5.4% real respecto a 2019. Entretanto, el gasto en inversión física para Pemex tiene un incremento de 25% real en 2020 respecto a 2019.
  • El Global Infrastructure Outlook estima que México debería invertir en infraestructura casi el doble de lo que actualmente hace[3], considerando sus necesidades en este sector. Mientras el faltante de inversión promedio en la región americana es de 27%, en México el faltante será de 47% en 2020.
  • En el caso de las entidades federativas en México, el gasto en inversión también ha sido bajo: 0.3% del PIB en promedio en 2016[4]. Mientras en otros países, como Colombia, el gasto en inversión en los estados, en el mismo periodo, fue de 8.9% del PIB, Bolivia 7.9%, Argentina 2.1%, Perú 1.9%, Ecuador 1.4%, entre otros.
  • Las entidades en México han privilegiado el gasto corriente en detrimento del gasto en inversión pública. Desde 1990, el gasto en nómina (servicios personales) creció 377% como promedio nacional, mientras la inversión lo hizo en 54%.

Gasto en subsidios y otros rubros

La composición del gasto también arroja datos negativos. En el Paquete Económico 2020 continúa el estancamiento de rubros prioritarios de gasto como salud, educación e inversión física.

Además, preocupa que se propone que 64% del gasto en programas de subsidios sea para aquellos “sin reglas de operación”, lo cual representa una mala práctica que incrementa los riesgos de corrupción y de mal desempeño. (ver más)

Lo que dicen los datos

  • El gasto en Salud propuesto para 2020 es de 2.4% del PIB. La tragedia: en 2012 era 2.8%. El gasto en Educación también ha venido cayendo; mientras en 2012 era 3.5% del PIB, para 2020 será 2.8%. El gasto en inversión física, sin incluir a Pemex, presenta una historia similar, al pasar de 2.3% del PIB en 2012 a 1.3% en 2020.
  • Las obligaciones de pago como pensiones y costo financiero de la deuda han reducido el espacio fiscal disponible para invertir en otros rubros. El gasto en pensiones en 2012 era 2.7% del PIB y para 2020 representará 3.6% del PIB. El costo financiero era 2% del PIB en 2012 y para 2020 será 2.9%.

[1] Total para el sector público, incluye el gasto total del gobierno federal, las empresas productivas del estado (Pemex y CFE) y los entes de control directo (IMSS e ISSSTE).
[2] Incluye abastecimiento, ordenación y alcantarillado.
[3] Datos de Global Infraestructure Outlook. Se refiere a inversión en infraestructura económica que incluye 7 sectores: carreteras, electricidad, telecomunicaciones, agua, infraestructura ferroviaria, puertos y aeropuertos. No considera infraestructura social: educación, vivienda, educación, entre otros.
[4] Datos de CEPAL 2016 para gasto en capital en las entidades federativas.

Panorama fiscal

Escenarios altamente sensibles:

Panorama fiscal

El problema: en el Paquete Económico 2020 se cree que la economía será más grande de lo que los analistas externos al gobierno opinan y la producción petrolera será más alta de lo que el consenso opina. Por tanto, hay un riesgo real de que el próximo año observemos menores ingresos presupuestarios.

Nos llamó la atención que de abril a septiembre las previsiones sobre los ingresos tributarios de la SHCP para 2020 pasaron de una tendencia a la baja (PCGPE) a un escenario que supone su crecimiento en 2020 (CGPE). Esta diferencia no se explica por el crecimiento económico, ya que las previsiones de abril se centraban en un crecimiento de 1.9% y las del Paquete se fundan en uno de 2% –las tasas de crecimiento son muy similares–. Incluso, los ingresos de 2019 no han evolucionado favorablemente: en julio la recaudación de IVA e ISR cayeron -8% y -10% respectivamente, en relación con julio de 2018. Fue el primer mes de 2019 en que la recaudación cayó en relación al año anterior. Por añadidura, se mantiene por debajo de su meta.

La diferencia entre ambas perspectivas se funda en el incremento recaudatorio que el gobierno espera de la implementación de las nuevas medidas para evitar la evasión fiscal. Disminuir la evasión fiscal es desde luego una labor legítima y deseable del gobierno, pero el fundamento del ingreso recaudatorio está en la actividad económica. Dicho con otras palabras: para que se expidan facturas primero debe tener lugar la transacción económica. Además, las propias medidas pueden promover la propia economía informal, especialmente en un contexto de desaceleración económica. No es claro el efecto neto que tendrán dichas medidas.

Erario emprendió un ejercicio para estimar qué tan sensible es su ingreso por recaudación de IVA e ISR ante tasas de crecimiento menores al 2% esperado por el gobierno. Identificó que si el crecimiento económico es 1%, en lugar de 2%, Erario perdería 27,668 millones de pesos. Además, si la producción de crudo esperada por el gobierno no se materializa y se mantiene en el nivel inercial (1,562 mbd) se observarían aproximadamente 177 mil millones de pesos menos en los ingresos del Sector Público. Esto implicaría usar una proporción considerable de los recursos disponibles en los fondos de ahorro: el FEIP (Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios) y el FEIEF (Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas), que ascienden a 244 mmdp.

El espacio fiscal, es decir, el ingreso disponible después de pagar los gastos fijos en el corto plazo (un año), se está reduciendo rápidamente. Éste no es un problema nuevo. No obstante, la caída en los ingresos tributarios observada este año plantea nuevos desafíos. Estimamos que el espacio fiscal en 2020 para financiar políticas públicas e infraestructura sin deuda es 1.3% del PIB y con endeudamiento (2.1%) ascenderá a 3.4%. Hace diez años el espacio fiscal sin deuda fue de 3.2% del PIB y con endeudamiento (2.2%) ascendió a 5.4%. El margen actual es muy estrecho, por lo que en el corto plazo es clave mantener la recaudación y comenzar una discusión fiscal para definir un nuevo arreglo que le de sostenibilidad a las finanzas públicas.

Panorama económico

El no-muy-realista punto de partida:

Panorama económico

El Paquete Económico 2020 se elaboró bajo una expectativa optimista de crecimiento económico de 2% real. Este crecimiento, aunque es bajo, contrasta con lo que esperan diversos especialistas externos al gobierno y los datos económicos observados durante este año, que nos indican que la economía mexicana atraviesa un desaceleración económica. La Encuesta Citibanamex de Expectativas más reciente[1] revisó a la baja las expectativas de crecimiento del PIB para nuestro país para 2020: de 1.4% a 1.3%. En la misma dirección, HR Ratings espera que el crecimiento del PIB sea de 1.4% y Moody´s espera un 1.5%.


Nos preocupa que la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos 2020 suponga un crecimiento económico poco realista, pues se podrían estar sobreestimando los ingresos para el año próximo, especialmente de la recaudación del IVA y del ISR –que representan el ingreso más importante de la Federación y, por ende, el de los gobiernos locales–.

Dicho de forma más descarnada: si en 2020 el crecimiento resulta menor al programado, el gobierno tendrá menos recursos para invertir en programas y políticas públicas para impulsar el bienestar y desarrollo de la población. ¿Y qué provoca un escenario de ingresos faltantes? Se aumenta el endeudamiento, se recorta el gasto o se utilizan los ahorros –pero éstos últimos son limitados–.

El precio del barril impone su ‘ley’

En el Paquete Económico 2020 se ‘reconoce’ la estimación realista del precio de la mezcla mexicana de petróleo, en línea con la caída que ya anticipan los precios de futuros del petróleo. En los Precriterios presentados por Hacienda en abril pasado, estimaban el valor de este indicador, para 2020, en 55 dólares por barril. Pero en el presupuesto efectivamente enviado al Congreso el precio se ajustó a la baja: 49 dólares por barril.

En efecto: la baja de los precios del petróleo en los últimos meses impuso uno de los mayores desafíos al Paquete Económico y representa un riesgo para las finanzas públicas de 2020.

Detectamos un gran acierto del PEF 2020: el aumento en la plataforma de exportación, en relación a lo previsto inicialmente por Hacienda. En abril pasado el Gobierno había establecido en los Precriterios que en 2020 Pemex exportaría únicamente 1,085 mbd (miles de barriles); eso implicaría a una disminución en los ingresos petroleros y, por ende, del gasto público. No obstante, al perecer el asunto se reconsideró y ya en el Paquete enviado la plataforma de exportación aumentó, y esto permite esperar mayores ingresos. Para 2020 se plantea una plataforma de exportación de 1,134 mbd,  2% mayor que la de 2019, que alcanzó 1,115 mbd[2].

Eso sí, la producción esperada de Pemex en 2020 es una historia muy diferente. Creemos que no es probable que se materialice. Año tras año, desde 2004, la producción ha venido cayendo por el agotamiento de los principales yacimientos –Cantarell y Akal[3]–. Ahora, al parecer de manera milagrosa, se plantea revertir la tendencia observada. La expectativa de pasar de 1,707 mdb en 2019 a 1,951 en 2020 es tan asombrosa que resulta poco creíble y, más importente, difícil de cumplir. En el Paquete incluso se aumenta la plataforma de producción de crudo para 2019 respecto a lo que se había establecido originalmente en el Plan de Negocios de Pemex apenas publicado (de 1,707 mdb diarios, a 1,847 en 2019). Y para seguir abonando a nuestro escepticismo: en las dos administraciones anteriores se destinó entre 2009 y 2016 una inversión en Pemex de casi el doble de lo que se invierte actualmente, y no se logró un aumento tan importante de su producción. Lo que sí es verdad es que dicha inversión implicó una fuerte presión para las finanzas públicas, y contribuyó al deterioro observado en el balance primario en esos años. ¿Repetiremos la historia?

Ahora, es importante aclarar que los ingresos petroleros del sector público están directamente relacionados con la plataforma de exportación, que representa la mayor fracción de la producción total. El incremento en la plataforma de exportación mencionado anteriormente sí es viable incluso con el nivel de producción actual.

Entonces ¿por qué sobrestimar la producción de petróleo es un problema?

El resto de la producción que no se exporta se destina a las refinerías. Es un insumo para los procesos de refinación. Una mayor plataforma de exportación, a mitad de una circunstancia en la que no se materializa el aumento prodigioso de la producción, claramente va a implicar menos barriles para las refinerías. Es decir, se tendría que sacrificar la meta establecida en el Plan Pemex, que promete refinar 788 mbd. Esto plantea un desafío a los planes que la administración tiene para fortalecer la industria estatal de refinación. Haría aún más cuestionable el proyecto de la construcción y operación de la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

¿Qué va a hacer el gobierno cuándo la producción sea efectivamente menor a la esperada, ante la disyuntiva de enviar los barriles a la exportación o las refinerías? Por supuesto, debe cumplir con lo prometido en el Paquete Económico 2020, ya que eso le permitiría alcanzar sus metas fiscales y abona en mantener su calificación soberana.

[1] Publicada 5 de septiembre de 2019
[2] Criterios Generales de Política Económica 2020, pag. 184
[3] Plan de Negocios de Pemex 2019-2023, pag. 35

Presentación Erario especial 2020

El 12 de septiembre México Evalúa presentó su análisis del Proyecto del Presupuesto de Egresos 2020.

Aquí podrás revisar los datos y gráficos presentados.