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Fideicomisos públicos y la huella del daño: junio 2021



El Gobierno federal, integrado por la administración de López Obrador y un Congreso dominado por Morena, pusieron en marcha una política fiscal durante los primeros dos años y medio de sexenio que ha debilitado a varias políticas públicas indispensables para el desarrollo de México, entre ellas a las propias finanzas públicas, lo que aumenta el riesgo de inestabilidad macroeconómica en el país. El riesgo país de México, medido a través del Índice de Bonos de Mercados Emergentes Global (EMBIG) de J.P. Morgan[1], se ubicó el 2 de julio de 2021 en 347 puntos base (pb), equivalente a 3.47 puntos porcentuales; en términos acumulados, ha disminuido 14 pb en lo que va de 2021. Al cierre de 2018, el EMBIG para México fue de 241 pb. Es decir, en la presente administración el riesgo país se ha incrementado 44% (106 pb).

A mitad de este preocupante panorama se verifica un fenómeno que es al mismo tiempo síntoma y causa, y que no se trata en la conversación pública con el cuidado y la precisión que debería. Y es que en lo que va de la presente administración, ya se utilizó prácticamente la mitad (48%) del patrimonio del Gobierno federal que se encontraba administrado en diversos fideicomisos. Debió perseguir una reforma fiscal que buscará aumentar la rentabilidad económica y social del gasto público y fortalecer los ingresos recurrentes que permiten financiarlo de manera sostenible; en su lugar, el Gobierno ha estado liquidando patrimonio (activos) para compensar la debilidad de los ingresos federales ante los aumentos en el gasto de programas sociales, transferencias a Pemex y proyectos de infraestructura que exceden su presupuesto (y que además son cuestionables por su falta de rentabilidad).

En el camino quedaron sin certeza de financiamiento varios fideicomisos y, con ellos, numerosos proyectos, programas públicos y objetivos de política pública, como la inversión en ciencia e innovación a través del Conacyt, la reparación del daño ocasionado a víctimas del Estado y la estabilización presupuestaria que se opera y financia a través del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) desde el principio del milenio. Ésta tiene como objetivo suavizar los recortes en el gasto durante un año fiscal, cuando los ingresos programados son menores a los observados. Pero veamos cómo luce esto en números, comenzando con el FEIP.

‘Consumo’ a conciencia del patrimonio

Al inicio del presente sexenio el FEIP contaba con casi 300 mil millones de pesos (mmdp), pero al 30 de junio de 2021 sólo tiene 15.5 mmdp. Claramente esta administración hizo un uso exhaustivo del FEIP, pues lo usó de manera intensiva durante más de un año fiscal. Ahora está prácticamente extinto, por lo que hoy la estabilización presupuestaria es una política pública en agonía. El Gobierno federal ya no cuenta con los recursos de este fondo para atender la persistente debilidad de los ingresos, y cada vez quedan menos recursos “que se puedan utilizar” de los fideicomisos para financiar el presupuesto. El país está más expuesto que antes a una crisis de las finanzas federales que pueda afectar el equilibrio macroeconómico.

Al 30 de junio de 2021, SHCP reportó que cuenta con 301 fideicomisos, mandatos y actos jurídicos análogos sin estructura orgánica, los cuales suman un saldo de 508.4 mmdp. Esto significa que se han consumido 471.1 mmdp del patrimonio de fideicomisos desde inicio de la administración (2.5 años): 183.0 mmdp durante 2019, 176.0 mmdp durante 2020 y 112.2 mmdp durante el primer semestre de 2021.



De los 301 actos jurídicos –279 fideicomisos, 17 mandatos y cinco análogos–, registrados al segundo trimestre de 2021, 159 son federales y no están sujetos al decreto de extinción, mientras que 106 sí lo están –70 federales sujetos y 36 fondos mixtos Conacyt para estados–. También hay 36 estatales y privados, no sujetos al mencionado decreto.



Por otra parte, al analizar su tenencia por ramo administrativo, se aprecia que la SHCP, la Sedena y la Secretaría de Salud concentraron los fideicomisos que disponían del 90.5% del saldo total que aún quedaba en estas figuras al cierre de junio pasado. Tan sólo 10 fideicomisos concentraban el 75% de la disponibilidad total a esa fecha.

Visto por número de fideicomisos en operación, la mayor concentración estaba todavía en Conacyt (97 en total), a pesar de que varios fueron incluidos en el  decreto de extinción. Le siguen la SHCP (74) y la SEP (19), que en conjunto concentraron el 63% del número total.




¿Qué ha sucedido con la extinción de fideicomisos públicos?

El decreto de extinción impactó con fuerza en la opinión pública, sobre todo porque con esta iniciativa se retiró el financiamiento a ciertas causas urgentes o en beneficio directo de la sociedad, sin certeza de cuándo se restablecería o de si lo haría algún día. Destaca la cobertura de siniestros naturales, entre otros ya mencionados.

El 8 de octubre de 2020, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y particular el dictamen para la extinción de 109 fideicomisos, con un saldo equivalente a 68.5 mmdp, aprobado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado el 19 de octubre de 2020.

Al momento del decreto de extinción, el saldo de los 109 fideicomisos era de 68.5 mmdp. Al 30 de junio de 2021, el saldo se redujo a 0.9 mmdp; es decir, a la fecha ya se transfirió a la Tesorería de la Federación casi la totalidad (67.6 mmdp) de los recursos autorizados en el Decreto[2]. Al 31 de diciembre de 2020 se registró una disponibilidad de 65.8 mmdp, lo que significa que en 2021 se han extinguido 64.9 mmdp, la mayor parte del total. Tomaremos este último dato para hacer el análisis, ya que no hay información sobre las extinciones que sucedieron en noviembre y diciembre de 2020. Es importante aclarar que aún hay un pequeño remanente pendiente por transferir de los recursos de los fideicomisos de Conacyt, SHCP, Cultura y Gobernación.



El proceso[3], en todo caso, ha sido más complejo que lo descrito por las autoridades, y posiblemente no libre de irregularidades. Aquí te explicamos las razones…

Primero, la mayor parte de los recursos (471.1 mmdp) que el Gobierno ha obtenido de esta ‘fuente’ provinieron de fideicomisos que no están extintos. De hecho, la mayor salida de recursos se observó en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios FEIP, que no está incluido en el decreto de extinción:  representó el 63% (296.3 mmdp) del monto consumido. Éste nos parece excesivo, pues de acuerdo con las reglas del fondo y los parámetros establecidos en la Ley de Responsabilidad Hacendaria, se debieron extraer menos recursos y dejar una mayor reserva[4].

A través del decreto de extinción se obtuvo tan sólo 14% (64.9 mmdp); del Fondo de Salud para el Bienestar, 7% (33.0 mmdp); del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 5% (21.6 mmdp); del Fonden 5% (25.4 mmdp), de los fondos Conacyt 3% (15.9 mmdp), y de otros fideicomisos cuyos recursos se traspasaron a otros programas o secretarías, 3% (14.0 mmdp). En ese último rubro se incluyó, por ejemplo, al Fondo de Apoyo Social para ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, que asumió la Secretaría de Gobernación; al Fondo Metropolitano y Fondo Regional, que pasó al Programa de Mejoramiento Urbano a cargo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, y al Fondo de Financiera Rural, que ahora forma parte del patrimonio de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA).



Segundo, el Gobierno obtuvo los recursos del decreto de extinción antes de concretar el proceso. De los 109 fideicomisos del decreto sólo se habían extinguido completamente tres, al 30 de junio de 2021. Pero ya se habían obtenido 67 mmdp de ellos. De los 106 actos jurídicos sujetos a la extinción derivada del decreto, se reporta una disponibilidad (remanente) de 905.6 millones de pesos. La extinción de los actos antes mencionados deberá concluir durante del ejercicio fiscal 2021, pero de los 301 actos jurídicos registrados al segundo trimestre de 2021, 233 se encuentran en operación y sólo 68 están en proceso de extinción o terminación. De éstos últimos, 30 están en la lista del decreto de extinción: uno corresponde a Comunicaciones y Transportes y 29 a Conacyt. Sin duda, deben acelerar el paso para cumplir con los términos del decreto de extinción.

Tercero, el Gobierno extinguió (dio de baja) otros fideicomisos que no estaban en el decreto de extinción. Al cuarto trimestre de 2020 se tenían 329 actos jurídicos registrados, y a junio de 2021 se reportan 301 actos jurídicos, lo que significa que de enero a junio de 2021 se dieron de baja 28 actos jurídicos, de los cuales sólo tres corresponden al universo de los 109 vinculados al decreto: 1) Mandato para la Administración de los Recursos del Programa de Cooperación Energética para Países de Centroamérica y el Caribe; 2) Fondo Institucional del Conacyt (FOINS), y 3) Fondo de la Financiera Rural. Los 25 restantes se extinguieron pero no estaban en el decreto.

Cuarto, el Gobierno extinguió fideicomisos antes del decreto. A marzo de 2020, los actos de extinción sumaban 30, con un monto de 1.9 mmdp.



Uno de los fideicomisos extinguidos más sensibles es sin duda el Fondo de Desastres Naturales (Fonden). De acuerdo con los artículos transitorios de la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) del 6 de noviembre, los remanentes de recursos del Fonden se deben concentrar en la Tesorería de la Federación a más tardar el 30 de junio de 2021. Se definió que se seguirían empleando para la atención de desastres naturales, y que serían manejados directamente por la SHCP para tal objetivo, así como para cubrir las obligaciones pendientes y que no se pagarán con cargo al patrimonio del fideicomiso.

El pasado 27 de julio de 2021 la SHCP publicó en el DOF el “Acuerdo por el que se abroga el diverso por el que se emiten las Reglas Generales del Fondo de Desastres Naturales, publicado el 3 de diciembre de 2010”, con lo que oficializó la desaparición del Fonden. El acuerdo para su extinción estuvo a cargo de la SHCP y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Además, se reformó el artículo 37 de la LFPRH, el cual explica que el presupuesto para desastres naturales quedará bajo la disposición de la SHCP[5].

Ya quedó prácticamente vacío el Fonden: tenía 55.1 millones de pesos al 30 de junio de 2021, después de que al cierre de 2020 registrara 28.7 mmdp. La Unidad de Política y Control Presupuestario de la SHCP será la que emita y modifique las disposiciones que establezcan los mecanismos presupuestarios que permitan ejercer recursos para programas y proyectos que atiendan daños ocasionados por fenómenos naturales. Los convenios suscritos por la SHCP y la SSPC con las entidades federativas en relación con el Fonden continuarán vigentes hasta que se suscriban los instrumentos jurídicos que los sustituyan.

Es lamentable que el uso de los recursos de los fideicomisos se haya  consentido sin haber evaluado el impacto que tendría esta extinción en el desarrollo nacional. Queda pendiente calcular el costo de oportunidad de “matar” el financiamiento para ciertas políticas o bien, en el mejor de los casos, de mermar la certeza de estas políticas en torno a su financiamiento.

Se sabe de sobra que la SHCP tiene amplias facultades para reasignar las asignaciones autorizadas por los diputados, las que se establecen cada año en el decreto del PEF. Lo hemos visto en la práctica. ¿La SHCP cuidará el presupuesto asignado a la protección ante desastres naturales o lo reasignará  a las prioridades del presidente para complacerlo? 


Anexo. Fideicomisos con mayor disponibilidad de recursos



[1] Es la diferencia (spread o swap) entre la tasa de interés que paga los bonos emitidos por los países emergentes y la de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos que se consideran «libres» de riesgo. Se expresa en puntos base (100 pb=1 punto porcentual). Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto, por lo tanto el spread de estos bonos respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos es mayor.

[2] “Decreto por el que se ordena la extinción o terminación de los fideicomisos públicos, mandatos públicos y análogos” fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 2 de abril de 2020.

[3] En el artículo Quinto Transitorio del “Decreto de Fideicomisos”#, publicado el 6 de noviembre de 2020 en el DOF, se estableció la obligación para los ejecutores de gasto, por conducto de sus unidades responsables, de coordinarse con las instituciones fiduciarias para llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir 109 actos jurídicos vinculados con las disposiciones que se reformaron o derogaron por virtud de dicho instrumento, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscribieran los convenios de extinción o terminación respectivamente.

[4] Mariana Campos (2021), “Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (279.7 mmdp)”, Nexos, 1 de julio de 2021, https://www.nexos.com.mx/?p=57798

[5] Como parte de la reforma del 6 de noviembre de 2020 y la emisión del Decreto para ese fin se establecieron artículos transitorios, primero al vigésimo, en la la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), destacan los siguientes puntos: 1) Las dependencias y entidades, serían las encargadas de coordinar las acciones para concentrar, en la TESOFE la totalidad de los recursos públicos federales que formen parte de los fideicomisos, mandatos y análogos públicos previstos en las disposiciones que se abrogan, reforman o derogan en el Decreto, 2) que los recursos de Fondos Conacyt se concentran a más tardar el 30 de junio de 2021 en la TESOFE, 3) La Ley General de Cultura Física y Deporte establecerá los criterios y bases para el otorgamiento pensión vitalicia a deportistas olímpicos y paraolímpicos, 4) La Segob asumirá Fondo de Apoyo Social para ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, 5) los recursos del Fondo Metropolitano y Fondo Regional pasan al Programa de Mejoramiento Urbano a cargo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, 6) La extinción total del Fideicomiso para promover el acceso al financiamiento de MIPYMES y Emprendedores, 7) El Fondo de Financiera Rural formará parte de del patrimonio de FIRA..

¿Recuperación de los ingresos petroleros? Mayo 2021



A lo largo de los primeros cinco meses de 2021, los ingresos del Sector Público se ubicaron en 2.5 billones de pesos[1], 6.7% (155.3 mmdp[2]) por arriba de los observados de enero a mayo de 2020. Esto es resultado del mayor dinamismo de la actividad económica y de una mejoría en el precio del petróleo.

En efecto, los ingresos petroleros mostraron una importante recuperación en los últimos meses, particularmente en relación con los obtenidos el año pasado. Por ese motivo, en esta entrega de los Números de Erario vamos a poner la lupa en estos ingresos para entender con mayor profundidad la magnitud y la naturaleza de su recuperación.



Un impulso ‘multifactorial’

Los ingresos petroleros registraron un monto de 363.3 mmdp en el periodo de enero a mayo de 2021. Al comparar estos ingresos en periodos similares de sexenios anteriores (Fox, Calderón y EPN), se revela que su mayor nivel promedio fue en el Gobierno de Calderón (663 mmdp), por el beneficio obtenido del precio del petróleo (77.2 dpb[3] promedio en el sexenio) y una producción promedio de 2,272 mdb[4].

Aunque en el panorama transexenal estos ingresos se ven claramente en ‘desventaja’, es necesario cerrar la ventana temporal. Y es que los ingresos petroleros –Pemex y Gobierno federal– crecieron 86.6% (168.8 mmdp), en comparación con igual periodo de 2020. Se identificó que se trata del crecimiento más alto observado en los ingresos petroleros del que se tenga registro para periodos similares desde 2000. Por debajo, destacan los crecimientos observados en 2000 (58.3%), 2003 (62.6%) y 2010 (30.6%).

Este crecimiento se debe, en gran medida, a que el año pasado los ingresos petroleros alcanzaron mínimos históricos. De cualquier forma, la recuperación del precio promedio de la mezcla mexicana de crudo, aunque no llegara a niveles excepcionales (se ubicó en niveles similares a los reportados en enero-mayo de 2018 [58.5 dpb] y 2019 [58.8 dpb]), sí fue un factor clave.

El precio promedio de petróleo aumentó 82.6% en relación con el reportado en periodo similar de 2020 (58.4 dpb vs. 32.0 dpb, enero-mayo 2021 vs. 2020). El precio promedio de la mezcla mexicana de exportación en 2012 y 2013 fueron superiores a los observados este año, de 109.2 dpb y 102.0 dpb, respectivamente, años en los que los ingresos petroleros fueron igualmente altos en los primeros cinco meses del año.

Queda claro que el dinamismo de los ingresos petroleros observado este año en definitiva no ha sido impulsado por la producción de petróleo. Su volumen promedio en enero-mayo de 2021 (1,678 mbd) fue el segundo más bajo observado para periodos similares desde 2000, después de los 1,666 mbd de 2019. La tendencia de la producción ha sido a la baja: desde el nivel promedio registrado en enero-mayo de 2000 (3,001 mdb), el volumen de producción se desplomó 44.1%,. En 2012 y 2013 los niveles observados fueron considerablemente más altos: 2,543 mbd y 2,532 mbd, respectivamente.



Ahora bien, de alguna manera el dinamismo de los ingresos petroleros también es impulsado hasta cierto punto de forma artificial. Es decir, la recuperación también se debió a factores exógenos al mercado de crudo. Nos referimos a las aportaciones patrimoniales por 63.1 mmdp (y cada vez mayores) que realizó durante el 1T2021 el Gobierno federal a Pemex, para la reducción de su carga fiscal. Éstas se registran como ingreso petrolero de Pemex, cuando en realidad ésa no es su naturaleza.

Sin las transferencias del Gobierno federal a Pemex, los ingresos petroleros hubieran crecido sólo 52.4% (105.7 mmdp), quedando en 300.6 mmdp.



Finalmente, el monto de las transferencias del Gobierno federal Pemex es el más alto registrado en periodos similares desde 2014. En periodo similar de 2020 estas transferencias fueron de 16.8 mmdp.



El peso real de los ingresos petroleros

Hay dos argumentos más que ponen en perspectiva el buen desempeño de los ingresos petroleros en los primeros cinco meses del año.

En términos de estructura porcentual, estos ingresos han ido perdiendo peso a lo largo de los años en el total de ingresos del Sector Público. Pasaron de representar el 24.7% en enero-mayo de 2000 a alcanzar el 14.8%, para periodo similar de 2021.

El segundo argumento: a pesar de su buen desempeño anual, los ingresos petroleros no lograron cumplir la expectativa de la recaudación programada para el periodo enero-mayo (incluso contando las transferencias del Gobierno federal a Pemex). Presentaron un rezago de 8.0% (-31.8 mmdp) con respecto a la meta de inicio de año, de 395.4 mmdp. Sin las transferencias el rezago se eleva a 24.0% (-94.9 mmdp).

Sin embargo, con respecto a la meta mensual establecida en la LIF2021 (82.3 mmdp), presentan un excedente de 11.8% (9.7 mmdp).

La perspectiva sexenal

Durante la administración de AMLO se han presentado los niveles promedio (para periodos enero-mayo) más bajos, tanto de ingresos petroleros como de producción de petróleo: 309 mmdp y 1,685 mbd. Respecto al precio promedio, es el segundo más bajo (49.7 dpb), después de los 30.3 dpb promedio en el sexenio de Fox.

Respecto a las tasas de crecimiento de los ingresos petroleros, las del periodo de Fox fueron las más altas: 114.2%, 16.5% promedio anual. En cambio, en el sexenio de EPN y en lo que va de la administración de AMLO las tasas del periodo han sido negativas: -37.4% vs. -1.7%.



Sólo en mayo de este año, los ingresos petroleros se ubicaron en 92.0 mmdp, monto 207.0% (62.0 mmdp) superior al observado en mayo de 2020, la tasa más alta registrada para meses similares desde 2000. Esto se debe principalmente a una mejora en el precio del petróleo, pues éste se incrementó 152.5% en términos anuales: 62.4 dpb (mayo 2021) vs. 24.7 dpb (mayo 2020). Además, la producción de petróleo aumentó 2.5% respecto a la observada un año antes, ubicándose en 1,683 mbd.

El nivel de los ingresos petroleros, en mayo de 2021, es similar al reportado en igual mes de 2015, pero se encuentra 48.2% por debajo de su nivel máximo reportado para mes similar desde 2000, de 177.7 mmdp de mayo de 2012.



Comparando sexenios anteriores, el ingreso petrolero promedio mensual del mes de mayo, en lo que va de la administración de AMLO, 69 mmdp, ha sido el más bajo desde el sexenio de Fox. Respecto al periodo de EPN se encuentra 31.4% (-31.8 mmdp) por debajo.

Las tasas de crecimiento por periodo más altas se observan en las administraciones de Fox (132.5%) y de Calderón (81.1%). En la de EPN fue negativa (-31.0%). En lo que va de la administración de AMLO el incremento ha sido de 6.6%.

En el sexenio de Calderón se alcanzó el promedio del precio del petróleo más alto del mes de mayo (81.9 dpb); el más bajo se registró en el sexenio de Fox (32.4 dpb).

Respecto a la producción, el nivel más alto se observó en el promedio de mayo del sexenio de Fox (3,275 mbd), y el más bajo se ha verificado en los años que van de la administración de AMLO (1,661 mbd); es decir, se ha caído casi 50%.



Respecto al mes inmediato anterior (abril), los ingresos petroleros aumentaron 37.2% (25.0 mmdp), ya que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en mayo 2.9 dpb (4.9%), para ubicarse en 62.4 dpb. Han sido los más altos observados en los cinco meses que van de 2021.

Conclusión

El buen desempeño en los ingresos petroleros en el acumulado de los primeros cinco meses de 2021 entusiasma mucho, especialmente por lo llamativo de las tasas anuales de crecimiento, que superan a las históricas. Desde la misma perspectiva histórica, el nivel de ingresos, los precios y volumen de producción observados de petróleo en la actualidad superan lo visto el año pasado, pero no los máximos niveles vistos en años anteriores.

De cualquier forma, este mayor dinamismo no ha logrado que los ingresos petroleros superen la meta planteada para el periodo de enero a mayo de 2021; tampoco ha revertido la baja participación de estos ingresos en la bolsa total de ingresos presupuestarios.

La recuperación obedece principalmente a dos factores: 1) las transferencias recibidas por Pemex, provenientes del Gobierno federal, y 2) la recuperación del precio del petróleo. El primer factor obedece a un incremento por ingresos no recurrentes, mientras que el segundo puede verse limitado por la volatilidad propia de los precios del petróleo. En este contexto, recomendamos cautela a la hora de juzgar esto como una recuperación real.


Análisis del gasto

El gasto neto total del sector público acumuló 2.5 billones de pesos al mes de mayo, lo que supone un incremento anual de 4% (99.8 mmdp) y un subejercicio de 0.1% (-3.0 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado.

El crecimiento medio anual del gasto neto total en lo que va del sexenio es de 3%, es decir, la tasa de variación acumulada del periodo de enero a mayo de 2019 a 2021. Dicha tasa contrasta con el crecimiento medio anual de 6% y 7% de los primeros tres años de los sexenios anteriores.



Gasto programable

En este periodo, el incremento anual observado en el gasto neto total fue resultado de un mayor gasto programable, pues el gasto no programable tuvo una caída en relación con el año anterior. Este tipo de gasto sumó 2.0 mmdp hasta mayo de 2021, lo que representó un aumento anual de 8% (151.4 mmdp) y de 1.8% (34.5 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado en el periodo.

El crecimiento promedio anual (tasa de variación acumulada) en lo que va de esta administración es de 5%, mientras que en en el sexenio de Calderón fue de 9% y de 7% en el sexenio de Peña Nieto. Si bien el ritmo de crecimiento del gasto programable a estas alturas de la administración de AMLO es menor en comparación con las anteriores, sí nos llaman la atención los componentes que impulsan el gasto programable.

Con el incremento en el gasto programable este año, la proporción que éste representa dentro del gasto total se modificó. Sin considerar la inversión física representó 63% del gasto total. Desde el 2016 su participación en el gasto total no excedía 60%. Por otro lado, la participación de la inversión física en el gasto total continúa en mínimos históricos, 13%. Esta proporción es muy similar al promedio que se observó entre 2002 y 2008.



El dinamismo del gasto programable fue impulsado por dos de los rubros que lo integran, ya que aproximadamente el 87% del sobregasto proviene de ellos. El rubro de “Otros gastos de capital” sumó 167.7 mmdp y aumentó 160% anual (103 mmdp); de igual manera lo hizo la proporción que representa este rubro del propio gasto programable, al pasar de 4% en 2020 a 9% en 2021. En este rubro se registran las transferencias de capitalización a Pemex por 63.0 mmdp, realizadas por la Secretaría de Energía (Sener) durante el primer trimestre de este año, última información disponible sobre este asunto. Pero dados los aumentos en la inversión financiera de esta Secretaría en el último mes, es probable que el Gobierno federal haya transferido más recursos a la paraestatal. Será hasta el reporte trimestral cuando podamos confirmar o no esta hipótesis. Pero hasta mayo, la inversión financiera de Sener sumó 109.1 mmdp, con un aumento anual de 189%. Además, representó 99% del presupuesto ejercido. Claramente la mala situación financiera de Pemex representa una carga pesada para el Erario.

Sin las transferencias a Pemex, el comportamiento del gasto programable no tendría el mismo dinamismo. Excluyendo las transferencias del total, el gasto programable sería de 1.91 billones de pesos y exhibiría un menor incremento anual: uno de 5% (88.3 mmdp) y no de 8%. Con respecto al gasto aprobado tendría un subejercicio de 1% (-28.6 mmdp). Como resultado, el gasto neto total sumaría 2,533 mmdp, con un crecimiento anual de 3% (73.6 mmdp) y un subejercicio de 2.6% (-66.0 mmdp).

El otro capítulo de gasto que aumentó considerablemente fue el de “Materiales y suministros”, que acumuló 158.9 mmdp y aumentó 50% (52.7 mmdp) anual. Estos resultados contrastan con la narrativa de la austeridad. En 2020 su participación en el gasto programable fue de 6%. En este año aumentó dos puntos porcentuales y representó 8%, participación muy similar al promedio de 8% observado entre 2000 y 2020. Cuando se analiza la serie histórica de este rubro desde 2000 hasta la fecha, no se observan incrementos anuales de 50%; no obstante, en 2012, 2017 y 2018 los incrementos anuales fueron de 32%, 35% y 37%, respectivamente. En el mismo periodo de otros sexenios, este rubro tuvo una tasa de variación acumulada negativa (-2% y -6%), pero en esta administración la tasa fue de 2%. Recordemos que este capítulo agrupa erogaciones destinadas a la adquisición de insumos y suministros para el desempeño de actividades administrativas y productivas. Algunos conceptos que integran el capítulo son: materiales de administración; emisión de documentos y artículos oficiales; alimentos y utensilios; materias primas y materiales de producción y comercialización; productos químicos, farmacéuticos y de laboratorio; materiales y suministros para seguridad, entre otros.

En los reportes mensuales la información de este rubro no se desagrega por Ramo. Sin embargo, se cuenta con información del rubro de “Otros gastos de operación”, el cual agrupa información de tres conceptos: materiales y suministros, servicios generales y otras erogaciones. Son ocho ramos los que tuvieron incrementos en este rubro, de los cuales destacan la Secretaría de Bienestar (+114%), el IMSS (+62%), Sedatu (+55%) y la CFE (+44%).



[1] Dólares por barril (dpb)

[2] Miles de barriles diarios (mbd)

[3] Base mayo de 2021.

[4] Miles de millones de pesos

Can los ingresos tributarios tradicionales: abril 2021



A pesar de que en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2021 los ingresos del sector público aumentaron 2.4% real respecto al mismo periodo de 2020, el resultado no obedece precisamente a la apertura gradual de la actividad económica. La explicación proviene mayormente de las transferencias que en el primer trimestre hizo el Gobierno federal a Pemex, y a los recursos provenientes de fideicomisos extintos que la Tesofe transfirió a aprovechamientos. Ambos rubros sumaron 103.7 mil millones de pesos (mmdp), que si no los tomamos en cuenta los ingresos en realidad hubieran caído 2.9%.

La historia, como se ve, no es tan feliz. Los ingresos tributarios se están debilitando: fueron 2.8% menores a los reportados en enero-abril de 2020. Tanto los IEPS como el ISR y el IVA mostraron una menor recaudación. Esta debilidad en los ingresos tributarios tradicionales se está compensando con impuestos a las importaciones, lo cuales aumentaron 7.7%.

Si analizamos los datos en términos mensuales, los ingresos del sector público reportados en abril disminuyeron 31.5% respecto a marzo, resultado de la caída de 32.2% en los ingresos tributarios, de la disminución de 13.2% en los petroleros y de la reducción de los ingresos no tributarios no petroleros por 68.4%.

Por el lado de las transferencias a las entidades federativas a través del gasto federalizado continúa la tendencia a la baja; en el periodo enero-abril disminuyeron 4.5%, y aunque en abril este gasto presentó un incremento de 5.9% con respecto a igual mes de 2020, no fue suficiente para compensar las reducciones que se han ido presentando de manera consecutiva desde el año pasado.

Por otra parte, hubo un aumento en el gasto público con respecto al año pasado, impulsado por las ya mencionadas transferencias a Pemex, el crecimiento del gasto en programas sociales y por algunos proyectos de infraestructura, como el Tren Maya. A pesar de esto, el gasto público se alejó un poco de los planes de gasto: presentó un subejercicio de 1.3% (-27.1 mmdp). Se ejercieron 2.13 billones de pesos de los 2.15 billones aprobados para el periodo. 

Preocupan los recortes constantes en rubros tan esenciales como el de salud. Aun cuando el gasto funcional en salud se incrementó un 7% anual, el gasto por institución revela dramáticas caídas en el gasto del IMSS y el ISSSTE. El rubro de infraestructura el más afectado (para más detalle consultar el Erario en salud de abril). 

Lamentablemente, la inversión física en general no tiene la prioridad que debería en el gasto del gobierno, aunque bien podría contribuir a la recuperación económica. Desde hace varios años se mantiene en niveles bajos, y ya mostró una caída en los primeros cuatro meses de este año, con relación al mismo periodo del año anterior. Además, los bajos niveles de inversión en ciertos sectores, como en la infraestructura educativa y para el agua, son alarmantes.



Ingresos totales del Sector Público enero-abril de 2021

Los ingresos totales se ubicaron en 2 billones de pesos[1] durante el periodo enero-abril de 2021, lo que se tradujo en un incremento de 2.4% real (46.5 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020, el nivel más alto observado en periodos similares desde los 2.2 billones de pesos de 2017. Lo anterior podría interpretarse como resultado de la apertura económica y de mayores ingresos petroleros por una mejoría en el precio del petróleo, pero habría que poner el foco, más bien, en las transferencias por 63.1 mmdp del primer trimestre del año que realizó el Gobierno federal a Pemex, y de la Tesofe a aprovechamientos por recursos provenientes de fideicomisos extintos, por 40.6 mmdp. Así, sin considerar estas transferencias, los ingresos totales del Sector Público hubieran sido de 1.8 billones de pesos, 2.9% (-57.1 mmdp) menores a los reportados en igual periodo del año anterior.

Por componentes, los ingresos petroleros alcanzaron los 271.6 mmdp, lo que supone un aumento de 64.8% (106.8 mmdp) también con respecto al año pasado, debido a la recuperación de los precios del petróleo y al beneficio fiscal otorgado a Pemex. Sin estas transferencias, los ingresos petroleros hubieran sido de 208.5 mmdp, 26.6% (43.8 mmdp) superiores al dato reportado en enero-abril de 2020.

Los ingresos no petroleros reportaron 1.7 billones de pesos. Disminuyeron 3.4% (-60.3 mmdp) en términos anuales. Los del Gobierno federal fueron menores en 2.3%; los de Organismos de control presupuestario directo se redujeron en 1.5% y los de CFE cayeron 17.5%.

Los ingresos tributarios sumaron 1.2 billones de pesos, ubicándose 2.8% (-37.8 mmdp) por debajo de su nivel reportado en enero-abril de 2020. Los IEPS cayeron 13.2% (los de gasolina y diésel se redujeron 18.0% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.6%); otros impuestos (ISAN, exportaciones y accesorios) disminuyeron 9.5%; el ISR fue menor en 1.8% y el IVA se redujo 0.2%. Los impuestos a la importación aumentaron 7.7%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) sumaron 168.6 mmdp, lo que significó un incremento de 2.4% respecto al dato reportado en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2020. A su interior, los aprovechamientos se incrementaron 6.0%, mientras que los derechos disminuyeron 0.7% en términos anuales y los productos en 48.4%. Sin considerar las transferencias por fideicomisos recibidas en el primer trimestre de 2021 (40.6 mmdp), los ingresos NTNP hubieran sido de 128.0 mmdp, 22.3% (-36.6 mmdp) menores a los reportados en el periodo enero-abril de 2020.

En términos de estructura porcentual, los ingresos tributarios han pasado de representar el 52.5% de los ingresos totales del Sector Público en 2000 a abarcar el 64.9% en 2021. El ISR es el impuesto de mayor peso (35.7%), seguido del IVA (19.4%). En cambio, los ingresos petroleros han ido perdiendo peso en el total de ingresos del Sector Público: en enero-abril de 2000 abarcaron el 23.9%, y para el mismo periodo de 2021 sólo representaron el 13.6%.

En relación con su meta inicial establecida en la LIF2020,los ingresos totales del Sector Público se colocaron 2.9% (55.6 mmdp) por arriba.

En el acumulado, los ingresos tributarios fueron 0.3% (4.2 mmdp) superiores a su meta estimada a inicio de año: la recaudación de IVA fue mayor en 13.9% (47.4 mmdp). En contraste, el ISR fue menor en 4.5% (-33.3 mmdp) y los IEPS observados se ubicaron 7.9% (-13.0 mmdp) por debajo del dato aprobado en la LIF.

Los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 13.3% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-41.5 mmdp). Si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex del primer trimestre del año, registradas como ingresos petroleros, el rezago es mayor:de 33.4% (-104.5 mmdp).

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 151.9% (101.7 mmdp) la meta aprobada en 2021: los derechos fueron 79.4% (20.6 mmdp) mayores y los aprovechamientos 222.0% (82.3 mmdp).

En resumen, durante los primeros cuatro meses de 2021 los ingresos del Sector Público se beneficiaron marginalmente de 1) la apertura económica; 2) la recuperación de los precios del petróleo; 3) las transferencias que realizó el Gobierno Federal a Pemex en el primer trimestre del año, y 4) las transferencias a ingresos no recurrentes, registradas en el rubro de aprovechamientos, provenientes de la extinción de fideicomisos. Sin estos recursos, los ingresos totales del Sector Público hubieran registrado 1 billón 896.4 mmdp, con un rezago de 2.5% (-48.0 mmdp) respecto a la meta establecida en la LIF 2021.


Ingresos totales del Sector Público en abril de 2021

Sólo en abril de 2021la SHCP reportó que se obtuvieron 436.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 1.1% (4.9 mmdp) al reportado el mismo mes de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento anual:

  • Los ingresos petroleros se ubicaron en 67.1 mmdp, monto 179.8% superior al de abril de 2020, debido principalmente a una mejora en los precios del petróleo.
  • Los ingresos tributarios fueron de 273.5 mmdp. Eso implica una disminución anual de 5.6%, resultado de la caída de 16.1% del ISR, y de las disminuciones de 6.6% de ‘otros impuestos’ (ISAN, exportaciones y accesorios) y de 1.7% de impuestos por la actividad de exploración y explotación de hidrocarburos. En cambio, la recaudación de impuestos a la importación aumentó 11.5%, la de IVA 1.2% y la de los IEPS 1.0% (aunque la de gasolinas y diésel disminuyó 3.6%, la distinta a gasolinas y diésel se incrementó 12.0%).
  • Los ingresos no tributarios no petroleros fueron de 28.1 mmdp; presentaron un caída anual de 31.3% respecto a igual mes de 2020, principalmente por la disminución de 37.4% de los aprovechamientos y de 40.6% en los productos, ya que los derechos se incrementaron 5.6%.


Respecto al mes inmediato anterior (marzo), los ingresos presupuestarios del Sector Público disminuyeron 31.5% (-200.4 mmdp), lo que se explica principalmente, por:

  • La caída mensual en los ingresos tributarios de 32.2%, respecto a marzo de 2021.
  • La disminución de los ingresos petroleros de 13.2% respecto a marzo, ya que el precio de la mezcla mexicana de exportación bajó respecto a marzo 1.2 dólares por barril (-1.9%), para ubicarse en 59.5 dólares por barril.
  • La reducción de los ingresos no tributarios no petroleros por 68.4%.

En términos mensuales, en abril de 2021 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 5.9% (-27.2 mmdp) respecto al dato aprobado.

Los ingresos tributarios fueron 8.1% (-24.0 mmdp) menores respecto a su meta estimada en el calendario para el mes…

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, en abril se observaron ingresos excedentes en el IVA de 19.7% (14.5 mmdp).
  • En cambio, el ISR tuvo una pérdida de 21.3% (-37.2 mmdp).

Hubo un rezago entre el monto observado y aprobado en los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 15.2% (-5.2 mmdp).

Los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 81.6 % (-12.0 mmdp).



Gasto neto total

El gasto neto total del sector público acumuló 2.1 billones de pesos al mes de abril, lo que supone un incremento anual de 4% (86.0 mmdp). Por su parte, el gasto primario, que excluye el costo financiero, sumó 1.9 billones de pesos, y fue 6% (118.6 mmdp) mayor al observado en el mismo periodo de 2020.

En lo que va del año se tiene registro de aportaciones patrimoniales del Gobierno federal a Pemex con el fin de amortizar su deuda. Con los datos disponibles y si se descuentan dichas aportaciones del gasto neto total, éste sería de 2,055 mmdp al mes de abril, y habría aumentado sólo 2.3% (45.9 mmdp) con relación al año previo.

Por componentes del gasto, el gasto programable sumó 1.6 billones de pesos: aumentó 9.7% (142.7 mmdp) con relación al año previo. El gasto no programable fue de 523.2 mmdp, lo que implica una caída anual de 15.6% (-32.5 mmdp), impulsada por un menor costo financiero debido a la gestión de la deuda. 75% del gasto neto total corresponde al gasto programable y 25% al gasto no programable.


Gasto programable

Al interior de la clasificación económica del gasto programable, el gasto corriente se incrementó 7% (78.8 mmdp) con respecto a 2020, al acumular 1.2 billones de pesos. Este incremento podría ser el resultado de aumentos en el rubro de materiales y suministros (52% por arriba, o 44.5 mmdp) y de subsidios y transferencias (11% o 33 mmdp).

El gasto de capital acumuló 330.2 mmdp; con respecto a 2020 aumentó 24% (63.9 mmdp). Son los ‘otros gastos’ de capital los que impulsaron dicho incremento en este componente, el tener un aumento anual de 139%. Por su parte, y de forma contrastante, el gasto en inversión física tuvo una caída anual de 3% (-7.0 mmdp).

Inversión física

La inversión física al mes de abril se ubicó en 208.4 mmdp, con una caída anual de 3% (-7.0 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída sería de 1% (-1.3 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 86.0 mmdp: disminuyó 6.2% (-5.7 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012. Los niveles de inversión observados hasta abril se encuentran en mínimos históricos. Desde 2015, la inversión del sector público se reduce año con año y ni con los proyectos de inversión prioritarios ha podido repuntar.

Hasta abril, las caídas de la inversión física presupuestaria se observan en casi todos los rubros, excepto en educación (29% por arriba) y en el rubro de otros (9.5%). A pesar del aumento en la inversión física en educación, desde abril de 2015 el gasto en este rubro acumula caída tras caída, hasta llegar a mínimos históricos: pasó de tener un monto de 9.8 mmdp en 2015 a 0.3 mmdp en este año.

De los rubros con caídas anuales destacan los siguientes:

  • Eléctrico (-47.4%)
  • Salud (-44.6%)
  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-40.6%)
  • Comunicaciones y transportes (-24.7%)

La inversión física en salud en 2021 alcanza un récord mínimo en los últimos cuatro años, y es el segundo mínimo desde 2011. Los recortes de inversión del IMSS (-82%) y el ISSSTE (-88%) profundizaron la caída. 

El gasto en infraestructura para el agua potable y alcantarillado también se encuentra en récords mínimos. Si bien desde abril de 2017 comenzó a decrecer la inversión en este rubro, el monto que se ejercía era muy superior a los 0.8 mmdp que actualmente se gastaron.

La inversión en comunicaciones y transportes también ha mostrado caídas en los últimos tres años; desde 2013 no se observaba una inversión tan baja en este sector.

La inversión en el sector eléctrico también exhibe recortes y se encuentra en un mínimo histórico: en este periodo tuvo una caída de 47.4% con respecto al año pasado. A abril de este año se gastaron 5.4 mmdp en infraestructura eléctrica, gasto muy por debajo de los 6.2 mmdp observados en 2017, cuando también se observó un gasto mínimo.

Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente manera:

  • La de Gobierno fue de 16.4 mmdp; en términos anuales aumentó 60.2% (6.2 mmdp). A su interior, las subfunciones con mayores aumentos son las de Coordinación de la Política de Gobierno (160%, que incluye funciones relacionadas con procesos electorales), Legislación (76%) y Seguridad Nacional (76%).
  • La de Desarrollo Social fue de 75.8 mmdp; exhibió una disminución de 2.9% (-2.3 mmdp). Por componentes se observaron caídas en el gasto de cuatro de las seis subfunciones: Protección ambiental (-51%), Salud (-44%), Vivienda y servicios a la comunidad (-6%) y Educación (-5%). En contraste, el gasto en Recreación, Cultura y Otras Manifestaciones Sociales fue 396 veces el ejercido el año pasado, y el gasto en Protección social aumentó 627%.
  • La de Desarrollo Económico se ubicó en 116.2 mmdp; con respecto a 2020 se redujo en 8.5% (-10.8 mmdp). Si no consideramos el gasto en el rubro de Combustibles y Energía, este tipo de inversión sería sólo de 23.1 mmdp, y habría caído 1% (-0.2 mmdp). De este tipo de inversión destaca la disminución anual en Asuntos Económicos, Comerciales y Laborales en General (-34%), Agropecuaria, Silvicultura, Pesca y Caza (-21%) y Combustibles y Energía (-10%). Las subfunciones que más aumentos anuales tuvieron fueron: Turismo (86%), Ciencia, Tecnología e Innovación (64%) y Transporte (54%).

Por clasificación administrativa

El gasto programable del Gobierno federal fue de 1.2 billones de pesos; aumentó 9% con relación al monto observado en 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos gastaron 37.6 mmdp; este gasto tuvo una caída anual de 9%. Por un aumento anual de 90% destaca el INE, a causa  del periodo electoral. En contraste, se reportaron caídas anuales en los siguientes ramos: Inegi (-78%), Tribunal Federal de Justicia Administrativa (-14%), FGR (-14%), INAI (-6%), Legislativo (-4%) e IFT (-2%).

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 1.1 billones de pesos, con un aumento real anual de 10%. Esto se puede entender en el marco del fortalecimiento de acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 517.5 mmdp, con un incremento anual de 20%. La Secretaría de Turismo y la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano continúan con aumentos reales considerables; la primera gastó 16 veces más que el año pasado y la segunda tuvo un incremento anual de 367%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-49%), Economía (-26%) y la Comisión Reguladora de Energía (-22%).
  • Los Ramos Generales aumentaron su gasto programable en 3%. Sumaron 673.2 mmdp, principalmente por el incremento anual de 21% en las Provisiones Salariales y Económicas. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 15% anual, y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 3%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 751.4 mmdp, 11% mayor que el del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 196.4 mmdp, con un incremento anual de 20%; el del IMSS fue de 256.4 mmdp, con un crecimiento de 11%, y el de CFE fue de 170.0 mmdp, con un incremento de 17%. El ISSSTE gastó 128.4 mmdp, monto 5% menor al observado en 2020.


Por clasificación funcional

La función Gobierno sumó 109.7 mmdp, y tuvo una caída anual de 5%. Destaca la disminución de gasto en ‘Otros servicios generales’ (-71%) y Asuntos de Orden Público y de Seguridad Interior (-29%). De las subfunciones que mayor aumento anual tuvieron se encuentra la de Coordinación de la Política de Gobierno (59%) y Seguridad Nacional (22%).

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 1.4 billones de pesos, y aumentó 11.3% anual. De acuerdo con el informe de la SHCP en estas funciones se concentran los apoyos para la atención de los efectos de la covid-19 y el gasto en programas de subsidios. En particular, el gasto en la función de ‘Otros Asuntos Sociales’ fue de 5.1 mmdp, y fue 79 veces mayor al gasto observado hasta abril de 2020. Por su parte, los fondos de estabilización (Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF) vieron disminuidos sus recursos en 20%.


Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas y otros se ubicaron en 2.2 mmdp, lo que significa una disminución real anual de 88% (-16.2 mmdp);
  • El costo financiero fue de 176.3 mmdp, con una reducción de 16% (-32.6 mmdp), y
  • Las participaciones alcanzaron un nivel de 344.7.6 mmdp y una caída de 2% (-7.9 mmdp).

¿Cómo se comportó el gasto neto con respecto a su meta?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, hasta abril de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 1.3% (-27.1 mmdp); no estuvo tan alejado de la meta estimada, que es de 2.15 billones de pesos. El gasto observado fue de 2.13 billones de pesos. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un sobregasto de 0.4% (6.5 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 1.602 billones de pesos, y el observado de 1.608 billones.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 6% (-33.7 mmdp) por debajo de la meta calendarizada hasta abril, que era de 557 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 199 mmdp, y el observado alcanzó los 176.3 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 12.8% (-22.8 mmdp).

Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un ligero sobregasto de 0.5% (6.6 mmdp):

  • Ramos autónomos (-30.5% o -16.5 mmdp)
  • Ramos generales (-5.9% o -70.4 mmdp)
  • Ramos administrativos (32.9% o 128.2 mmdp)

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 5.6% (-11.5 mmdp):

  • ISSSTE (-50% o -126.2 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobregasto de 68% (103.4 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado gastaron 7.2% (29.3 mmdp) más de lo aprobado:

  • Pemex (-2% o -5.4 mmdp)
  • CFE (24% o 34.7 mmdp)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 6% (19.1 mmdp).
  • Adefas y otros, un subejercicio de 93% (-30.1 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante los primeros cuatro meses de 2021 la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 1.2 billones de pesos, lo que representó una disminución de 4.9% (-64.6 mmdp) respecto a enero-abril de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-0.8%) y petroleros (-34.6%). En abril, la RFP fue de 394.7 mmdp, 0.7% mayor al dato reportado en igual mes de 2020.

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 681.3 mmdp, lo que se tradujo en una caída anual de 4.5% (-32.4 mmdp) respecto a igual periodo de 2020, resultado de la disminución en todos sus componentes: Subsidios[2] (-61.1%), Recursos para Protección Social en Salud (-13.5%); Convenios de Descentralización[3] (-12.1%); Aportaciones Federales o Ramo 33 (-3.7%), y Participaciones-Ramo 28[4] (-2.2%).

Sólo en abril, el gasto federalizado fue de 194.0 mmdp, presentando un incremento de 5.9%, respecto a abril de 2020.

Las participaciones a entidades federativas, de enero a abril de 2021, se ubicaron en 344.7 mmdp, lo que significó una caída de 2.2% (-7.9 mmdp) respecto a los recursos recibidos en igual periodo de 2020 (352.6 mmdp), resultado de una menor recaudación. Destacan las disminuciones anuales de los fondos con mayores recursos del Ramo 28: el Fondo General (-2.3%), el Fondo de Fomento Municipal (-2.4%) y el Fondo de Fiscalización (-2.8%). Sólo en abril de 2021 las participaciones fueron de 104.0 mmdp, 0.2% menores a las reportadas en abril de 2020.

En los primeros cuatro meses del año la disminución anual de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; en 17 disminuyeron más que en el promedio nacional. Las más afectadas fueron: San Luis Potosí (-9.0%), Zacatecas (-8.8%), Hidalgo (-8.0%), Guanajuato (-7.9%) y Oaxaca (-7.6%). Por otro lado, seis entidades recibieron mayores recursos respecto al mismo periodo del año anterior: Durango (21.8%), Veracruz (6.6%), Colima (5.6%), Tabasco (4.5%), Michoacán (2.5%) y Tlaxcala (2.2%).

Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 258.0 mmdp, y presentaron una disminución anual de 3.7% (-10.0 mmdp) en el periodo enero-abril de 2021, la cual se explica por la reducción de recursos en siete de sus ocho fondos: el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (-6.0%); el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS (-5.8%); el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal-FAFM y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-5.5%, cada uno); el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-3.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-1.2%), y el de Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (-0.9%). El único fondo que presentó un incremento en sus recursos fue el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (0.7%).

Como puede observarse, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

En abril de 2021, los recursos del Ramo 33 permanecieron sin cambio en términos anuales, reportando 55.3 mmdp.

Las 32 entidades federativas vieron disminuidos sus recursos en enero-abril de 2021; la más afectada fue la Ciudad de México, con una caída anual de 10.8%. Le siguió Querétaro, con una disminución de 5.9%.


El balance del Sector Público y sus requerimientos financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 52.9 mmdp; el programado para el periodo enero-abril era un déficit de 16.4 mmdp, pero es menor al superávit registrado el mismo periodo del año anterior (119.9 mmdp).

El déficit del Balance Público fue menor al calendarizado en los primeros cuatro meses de 2021: -109.7 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de 215.4 mmdp. En el mismo periodo de 2020, se registró un déficit de 77.3 mmdp.

El Balance Público sin inversión (es decir, excluyendo hasta el 2.2% del PIB de la inversión física del Gobierno federal y las Empresas Productivas del Estado, de acuerdo con el artículo 1 de la LIF 2021) fue superavitario en 98.3 mmdp.

El costo financiero fue de 176.3 mmdp, inferior al programado de 199.0 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[5], fue de -219.4 mmdp en el acumulado enero-abril de 2021, o 0.9% del PIB. El déficit acumulado previsto para cierre de año es de -3.3% del PIB. Sólo en abril de 2021, el saldo de los RFSP fue de -43.6 mmdp.

A abril de 2021 el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, sumó 12.3 billones de pesos; se redujo 2.4% o 298.9 mmdp respecto a igual periodo de 2020, debido a una disminución en el componente externo por la apreciación del tipo de cambio. El SHRFSP representó el 49.5% del PIB en el periodo de referencia. Para cierre de año, la SHCP estima que el SHRFSP se ubique en 51.4% del PIB, en lugar de 53.7% del PIB previsto en un inicio, debido al menor déficit como proporción del PIB, la apreciación del tipo de cambio y el mayor dinamismo de la economía.


[1] Base marzo de 2021.

[2] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[3] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

De la austeridad nos queda el recuerdo: 1T 2021



En marzo de 2021, los ingresos mostraron signos de recuperación: aumentaron 2.8% real (42.8 mil millones de pesos [mmdp]) con respecto al mismo mes de 2020. Y con respecto a febrero de este año los ingresos tributarios subieron un contundente 52.3%, aunque a causa de las pérdidas acumuladas en los primeros dos meses del año el primer trimestre siguió por debajo del año anterior (2.0%), en este sentido.

Los ingresos petroleros sumaron 204.6 mmdp, lo que significa un aumento de 45.6% (64.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Pero este ‘boost’ se debe más al beneficio fiscal otorgado a Pemex (con nuestros impuestos) que a la recuperación de los precios del petróleo. En su informe trimestral Pemex reportó, dentro de sus actividades de financiamiento, un incremento en las aportaciones del Gobierno federal por 63.1 mmdp. Hay que destacar que dicha aportación en 2021 tuvo un incremento real anual de 278%. Sin esas transferencias federales los ingresos petroleros hubieran sido de 141.5 mmdp, apenas 0.7% por arriba (1.0 mmdp) del dato reportado en el primer trimestre del año pasado. El propósito de esta transferencia fue amortizar la deuda de la paraestatal.

Asimismo, el Gobierno sigue liquidando recursos de los fideicomisos; obtuvo recursos del Fondo de Salud para el Bienestar (33 mmdp) y del Fondo de Desastres Naturales–Fonden (7.6 mmdp).

Observamos, por lo demás, el muy probable fin de la era de la austeridad. Se nota la influencia del año electoral en el vigor del gasto, el cual crece mientras los ingresos siguen con pérdida a pesar de su mejoría en marzo. En el primer trimestre de 2021 el gasto neto total del Sector Público acumuló 1.6 billones de pesos. Con respecto al mismo periodo de 2020 hubo un incremento de 8% o 122.2 mmdp. Si descontamos la aportación del Gobierno federal a Pemex del gasto neto total, éste ascendería a 1.5 billones de pesos, y habría aumentado sólo 5.0% (75.88 mmdp) con relación al año previo.

El incremento en el gasto fue impulsado por el gasto en programas con Reglas de Operación (ROP) y “Otros subsidios”, que incluye el gasto de los programas prioritarios del Ejecutivo. Fue 18% mayor (37.8 mdp) al observado en el mismo periodo de 2020. Este gasto atípico lo justificó el Gobierno al afirmar que “se habían adelantado las transferencias a programas sociales” a causa de la “veda electoral”. También destacó el gasto en el Banco del Bienestar, pues fue 2,703% mayor (4.4 mmdp) a lo previsto en el programa: gastó 5.2 mmdp y se tenían aprobados sólo 184.7 mdp al primer trimestre del año. El gasto que esta institución realizó a través del Programa de Inclusión Financiera de la SHCP en lo que va del año es 16 veces el presupuesto aprobado en todo el año.

Aun así, las transferencias a las entidades federativas a través del gasto federalizado, continúan cayendo: en el primer trimestre de 2021 disminuyeron 8.2%.

La deuda pública, como necesidad de financiamiento y saldo acumulado, aumentó. En parte lo hizo por efectos del tipo de cambio, pero también porque el ritmo de gasto ha excedido por mucho al de obtención de ingresos públicos.

Se reportaron 14 bajas y 39 fideicomisos en proceso de extinción –siete más que los reportados al cuarto trimestre de 2020–; éstos últimos equivalen a 965.8 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.


Ingresos totales del Sector Público al primer trimestre de 2021

Los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 1.5 billones de pesos[1] al primer trimestre de 2021, lo que equivale a un incremento de 2.8% real (42.8 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020. Esto es reflejo de la reactivación económica y de mayores ingresos petroleros y no tributarios no petroleros –en específico, de aprovechamientos–. Si no consideramos las transferencias por 63.1[2] mmdp del Gobierno federal a Pemex, los ingresos totales hubieran sido de 1.5 billones de pesos[3], 1.3% menores (-20.3 mmdp) a los reportados en igual trimestre del año pasado.

Al hacer el análisis por componentes, observamos que los ingresos petroleros sumaron 204.6 mmdp, lo que significa un aumento de 45.6% (64.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Esto se debe a la recuperación de los precios del petróleo y al beneficio fiscal otorgado a Pemex que ya describimos. Sin estas transferencias federales los ingresos petroleros hubieran sido de 141.5 mmdp, 0.7% por arriba (1.0 mmdp) del dato reportado en el primer trimestre del año pasado.



Los ingresos no petroleros ascendieron a 1.3 billones de pesos, una disminución de 1.5% (-21.3 mmdp) en términos anuales. Los del Gobierno federal fueron menores en 0.3%; los de los organismos de control presupuestario directo se redujeron en 2.4% y los de CFE cayeron 14.7%.

Los ingresos tributarios sumaron 1.02 billones de pesos, ubicándose 2.0% (-20.7 mmdp) por debajo de su nivel reportado en el primer trimestre de 2020. A su interior, los IEPS cayeron 16.9%: los de gasolina y diésel se redujeron 22.4%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 7.9%; otros impuestos –ISAN, exportaciones y accesorios– disminuyeron 10.5% y el IVA se redujo en 3.2%. En cambio, la recaudación por ISR aumentó 2.4%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) sumaron 140.5 mmdp, lo que equivale a un incremento de 13.6% respecto al dato reportado en el primer trimestre de 2020. A su interior, destaca el incremento de 24.6% en el rubro de aprovechamientos, debido a la recuperación de los siguientes activos financieros:

  • Fondo de Salud para el Bienestar, por 33.0 mmdp (liquidado en su totalidad), previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2021 para financiar gasto en salud.
  • Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, por 7.6 mmdp, correspondientes a recursos no comprometidos y en línea con el proceso de extinción de los fideicomisos.
  • Ingresos derivados por operaciones de financiamiento por 17 mmdp.

Por su parte, los derechos disminuyeron 1.4% en términos anuales, y los productos en 50.3%. Si no consideramos las transferencias por fideicomisos (40.6 mmdp), los ingresos NTNP suman 99.9 mmdp, 19.3% (-23.8 mmdp) por debajo de los reportados en el primer trimestre de 2020.



Los ingresos tributarios han pasado de representar el 51.4% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a 65.5% en 2020. El ISR es el impuesto de mayor peso (36.9%), seguido del IVA (19.2%).

En cambio, los ingresos petroleros han ido perdiendo peso en el total de ingresos del Sector Público: de abarcar el 23.7% en el primer trimestre de 2000, al primer trimestre de 2021 sólo representan 13.1%.



En relación con su meta inicial establecida en la LIF2020, los ingresos totales del Sector Público se colocaron 5.6% (82.8 mmdp) por arriba.

En el acumulado, los ingresos tributarios fueron 2.8% (28.3 mmdp) superiores a su meta estimada a inicio de año: la recaudación de IVA fue mayor en 12.4% (33.0 mmdp) y la del ISR en 0.7% (3.9 mmdp). En cambio, los IEPS se quedaron 9.0% (-11.3 mmdp) por debajo del dato aprobado en la LIF.

Los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 12.6% (-29.5 mmdp) en relación con lo que se esperaba para este periodo. Si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex (registradas como ingresos petroleros), el rezago es mayor: de 39.5% (-92.6 mmdp).

En contraste, los ingresos NTNP superaron en 173.1% (89.0 mmdp) la meta aprobada en 2021: los derechos fueron 89.9% mayores (19.1% mayores) y los aprovechamientos 261.7% (71.0 mmdp).

En conjunto, en el primer trimestre de 2021 los ingresos petroleros del Sector Público se beneficiaron por las transferencias que realizó el Gobierno Federal a Pemex (63.1 mmdp), y por las transferencias a ingresos no recurrentes, registradas en el rubro de aprovechamientos, provenientes del Fondo de Salud para el Bienestar y del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (40.6 mmdp). Sin estos recursos, los ingresos totales del Sector Público hubieran sumado 1.4 billones de pesos[4], con un rezago de 1.4% (-20.8 mmdp) respecto a la meta establecida en la LIF 2021.



Ingresos totales del Sector Público en marzo de 2021

En términos mensuales, en marzo de 2021 la SHCP reportó que se obtuvieron 636.4 mmdp de ingresos totales, monto 15.2% mayor (87.6 mmdp) que el reportado en el mismo mes de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento anual:

  • Los ingresos petroleros se ubicaron en 77.3 mmdp, monto 93.4% superior al de marzo de 2020. La causa principal: mayores ingresos de Pemex.
  • Los ingresos tributarios sumaron 403.6 mmdp, lo que representa un crecimiento anual de 2.4%, resultado del incremento de 9.2% del ISR y de 35.4% de los impuestos a la importación. Sin embargo, la recaudación de IVA se redujo 7.8%; la de los IEPS fue menor en 13.8% –27.3% por debajo la de gasolinas y diésel, aunque la distinta a gasolinas y diésel se incrementó 39.3%–.
  • Los ingresos NTNP fueron de 89.1 mmdp; presentaron un crecimiento anual de 94.0% respecto a igual mes de 2020, principalmente por el incremento en 227.0% en los aprovechamientos, ya que los derechos aumentaron 6.3% y los productos cayeron 30.5%.


Respecto al mes inmediato anterior (febrero), los ingresos presupuestarios del Sector Público aumentaron 46.2% (201.2 mmdp), lo que se explica con estos hechos:

  • El crecimiento mensual en los ingresos tributarios, de 52.3%, respecto a febrero de 2021.
  • El incremento de los ingresos NTNP por 265.4%, debido a los mayores aprovechamientos.

En cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 2.4% en términos mensuales, a pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó 2.2% (1.3 dólares por barril) en marzo respecto a febrero, para ubicarse en 59.2 dólares por barril.

En términos mensuales, en marzo de 2021 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 17.4% (94.5 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observaron aumentos en los ingresos tributarios y NTNP.

Los ingresos tributarios fueron 11.9% mayores (43.1 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mismo periodo. Al desagregarse los ingresos por tipo, se observa en marzo:

  • Ingresos excedentes de IVA por 22.5% (17.7 mmdp).
  • El ISR tuvo una ganancia de 10.8% (25.4 mmdp).

Por su parte, los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 55.6 mmdp (166.2%).

En cambio, hubo un rezago entre el monto observado y aprobado en los ingresos petroleros: el faltante fue de 6.3% (-5.2 mmdp).



Saldo en los fondos de estabilización

A lo largo del primer trimestre de 2021, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 7.6 mmdp y salidas por 1.6 mmdp. Su saldo fue de 15.8 mmdp,91.3% (-166.1 mmdp) menor al reportado en el primer trimestre de 2020.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) a marzo de 2021 tuvo ingresos por 2.5 mmdp y egresos por 4.2 mmdp. Su saldo se ubicó en 28.9 mmdp, lo que representa una disminución anual de 56.0% (-36.9 mmdp).

Por su parte, el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de marzo de 2021 de 23.0 mmdp, 14.4% (-3.9 mmdp) menor al reportado en igual periodo de 2020.



Fideicomisos al primer trimestre de 2021

Para el periodo la SHCP reportó 315 actos jurídicos[5]: 287 fideicomisos[6], 22 mandatos y seis análogos[7], los cuales suman un total de 541.6 mmdp y muestran una disminución de 30.5% real (-237.7 mmdp) respecto al monto observado en igual periodo de 2020. Respecto al trimestre previo (diciembre), se observa una reducción de 12.2% (-75.1 mmdp).

Entre los fideicomisos, mandatos y actos jurídicos análogos sin estructura con los montos más elevados de disponibilidades, destacan al 31 de marzo de 2021:

  • Apoyos financieros y otros. Su saldo representa el 30.5% del total, y a su interior destacan: el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar, con 64.6 mmdp; el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar, con 64.4 mmdp, y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), con 28.9 mmdp.
  • Estabilización presupuestaria, con el 23.6% del total. Destacan: el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera, con 78.8 mmdp.
  • Infraestructura pública, con el 11.9% del total; del cual destacan: el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera, con 28.2 mmdp, y el Fideicomiso 2065 – Plan de Pensiones de los Jubilados de Banobras, con 22.8 mmdp.
  • Pensiones, con 14.1% del total. Destacan: el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE), con 19.4 mmdp; el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE) con 18.7 mmdp y el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE) con 18.1 mmdp.


Se reportaron 14 bajas y 39 fideicomisos en proceso de extinción –siete más que los reportados al cuarto trimestre de 2020–; éstos últimos equivalen a 965.8 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.



Derivado del Decreto de Fideicomisos[8], se reportaron 107 actos jurídicos –106 fideicomisos y un análogo– sujetos al proceso de extinción, por un monto de 49.7 mmdp.



Transferencias a fideicomisos

Al primer trimestre, la aportación a fideicomisos públicos fue de 27.2 mmdp. Ésta ha disminuido a partir de 2018, cuando fue de 43.4 mmdp. Si bien este año las aportaciones a fideicomisos representan un monto mínimo con respecto al periodo de 2017-2021, lo que destaca es que dicho monto sea un 115% mayor a los planes de gasto.

Además, tres ramos concentran estas aportaciones:

  • El 42% de estas aportaciones las realizó la Secretaría de Defensa Nacional a sus fideicomisos, y representaron el 34% del presupuesto total de dicha secretaría, con un monto de 11.3 mmdp. Las aportaciones se realizaron a través de los programas de Infraestructura Gubernamental de Seguridad Nacional (11.3 mmdp) y de Fideicomisos de apoyo a deudos de militares  fallecidos o que hayan adquirido una incapacidad (4.5 mdp).
  • El 32% de las transferencias las realizó el Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas, sumaron un monto de 10.3 mmdp. La fuente de estos recursos son los siguientes programas presupuestarios: Fondo de Ahorro Capitalizable (655.8 mdp), el FEIP (7.5 mmdp) y el FEIEF (2,1 mmdp).
  • 19% del total de las aportaciones se realizaron por la Secretaría de Salud;acumularon 5.2 mmdp y representan el 18% del presupuesto ejercido por esta Secretaría. Dichas aportaciones provienen del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral.
  • El 1% restante fueron aportaciones que realizaron la Secretaría de Energía, el INE y Turismo.


El caso de Sedena

La Secretaría de la Defensa Nacional ejerció 33.2 mmdp y 34% de ese gasto fueron aportaciones a fideicomisos públicos. Este gasto se hizo a través de los programas presupuestarios de “Infraestructura gubernamental de seguridad nacional” y de “Fideicomisos de apoyo a deudos de militares fallecidos o que hayan adquirido una incapacidad”. La aportación a fideicomisos realizada en el primer trimestre de este año es al menos 52 veces la aportación realizada en 2018 (de 217.7 mdp), que de acuerdo con los datos disponibles, es la máxima aportación realizada entre 2017 y 2020.

Llama la atención que el presupuesto de esta Secretaría creció vertiginosamente en los últimos tres años, pasó de gastar 19.1 mmdp en el primer trimestre de 2019 a ejercer 33.2 mmdp en el trimestre más reciente. Éste es el resultado de otorgar cada vez más atribuciones a las Fuerzas Armadas, tales como la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, tramos del Tren Maya, sucursales del Banco de Bienestar y distribución de vacunas del covid-19, por mencionar sólo algunas.



Gasto programable al primer trimestre de 2021

El gasto programable fue 13.9% (155.1 mmdp) mayor al ejercido en 2020: cerró el trimestre en 1.2 billones de pesos. Con relación al programa de gasto, se ejercieron 2.6% más recursos (32.5 mmdp). Este incremento en el gasto programable se debe principalmente a tres razones:

  • El gasto en programas con Reglas de Operación (ROP) y “Otros subsidios”, que incluye el gasto de los programas prioritarios del Ejecutivo, fue 18% mayor (37.8 mdp) al observado en el mismo periodo de 2020. Este gasto atípico lo justificó el Gobierno al afirmar que se habían adelantado las transferencias a programas sociales a causa de la “veda electoral”.
  • El presupuesto del Banco del Bienestar fue 2,703% mayor (4.4 mmdp) a lo previsto en el programa: gastó 5.2 mmdp y se tenían aprobados sólo 184.7 mdp al primer trimestre del año. El gasto que esta institución realizó a través del Programa de Inclusión Financiera de la SHCP en lo que va del año es 16 veces el presupuesto aprobado en todo el año. 
  • El rubro de otros gastos de capital creció 185% con relación al año previo, debido a los 63.1 mmdp transferidos a Pemex para su capitalización.

Gasto programable por Ramos Presupuestarios

Por su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 967.7 mmdp, 11% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos tuvieron un gasto de 25.3 mmdp, 14% menor al acumulado en el primer trimestre de 2020. La mayor variación porcentual se observó en el Inegi (-81%) y el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (-14%). En cambio, el INE incrementó su gasto en 86% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 942.4 mmdp, con un aumento real anual de 12% derivado de un adelanto en el pago de programas sociales, la construcción del Banco del Bienestar, las transferencias a Pemex y al fideicomiso de la Sedena.

Como parte de esta clasificación de gasto, los Ramos Administrativos sumaron 428.7 mmdp, con un incremento anual de 32%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-46%), Entidades no Sectorizadas (-32%), Salud (-26%) y la Comisión Reguladora de Energía (-32).

Entre los ramos que tuvieron un mayor gasto programable se encuentran:

  • La Secretaría de Turismo, que gastó 3.7 veces el presupuesto aprobado en el periodo y 20.5 veces el presupuesto observado en 2020. Se le aprobaron 2.9 mmdp de pesos al primer trimestre, pero gastó 10.7 mmdp. El 97% del gasto se realizó en el Tren Maya, a través de dos programas: Estudios de Pre-inversión (30.6 mdp) y Proyectos de Transporte Masivo de Pasajeros (10.4 mmdp).
  • La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que tuvo un incremento de 418% anual.
  • La Secretaría de Economía, que gastó 180% más que en el 2020. El gasto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares fue el que impulsó este aumento; incluso representa 66% del presupuesto ejercido.

Los Ramos Generales, por su parte, disminuyeron su gasto programable en 1%, sumando 513.7 mmdp. La reducción se observó en las Provisiones Salariales y Económicas (-23%) y en las Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, que presentaron una caída de 32% anual. En contraste, sólo las Aportaciones a Seguridad Social tuvieron un incremento de 6% anual.

Por último, en las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 580.9 mmdp, 14% mayor al del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 151.5 mmdp, con un incremento anual de 22%; el del IMSS fue de 183.8 mmdp, con un crecimiento de 7% y el de CFE fue de 144.5 mmdp con un incremento anual de 31%. En cambio, el del ISSSTE sumó 101.0 mmdp, con una disminución de 4% anual.



Gasto en inversión física

La inversión física total se ubicó en 154.3 mmdp, lo cual significa que se redujo, en términos anuales, 3.5% (-5.5 mmdp). Si sólo tomamos en cuenta la inversión distinta a Pemex, entonces fue de 92.8 mmdp, y creció 7% (6 mmdp) con relación a 2020, acumulando dos años al alza (aunque todavía se encuentra en niveles mínimos de inversión, si se compara con la observada en 2018 o en el periodo de 2014 a 2016).

Por otro lado, si a la inversión física sin Pemex le restamos el gasto en el Tren Maya (10.5 mmdp) y en el Aeropuerto de Santa Lucía (0.7 mmdp), ésta exhibiría una caída de 6% con respecto a 2020, ya que sólo sumaría 81.6 mmdp en el trimestre.

Por su parte, la inversión física de Pemex fue de 61.5 mmdp: disminuyó 15.8% (-11.6 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012 y en los últimos cinco años.

Al primer trimestre de 2021, en los principales rubros de la inversión física destaca lo siguiente:

  • Eléctrico (-34.8%)
  • Comunicaciones y transporte (-34.8%)
  • Hidrocarburos (-15.8%)
  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-1%)
  • Salud (41.3%)
  • Educación (5.3%)


En esta edición incluimos una lista de los proyectos de inversión que más variaciones exhibieron con relación al presupuesto aprobado al primer trimestre.

Proyectos que gastaron más que el presupuesto aprobado:

  • Proyecto Baluarte-Presidio, Presa Santa Maria, Estado de Sinaloa, de la Secretaría de Medio Ambiente (1,084,602% por arriba, o 10,847 veces el presupuesto aprobado, que fue de 37,382 pesos)
  • Programa de Mantenimiento de la Infraestructura Hidráulica Federal, que conforma el Sistema Hidrológico de la Cuenca del Valle de México 2016-2020 de la Secretaría de Medio Ambiente Medio Ambiente (1,278%)
  • Mantenimiento 2019-2020 CCC Dos Bocas de la CFE (636%)
  • Mantenimiento 2019-2020 CCC Gral. Manuel Álvarez Moreno de la CFE (569%)
  • Proyecto Tren Maya de la Secretaría de Turismo (325%)

Proyectos de inversión que no ejercieron recursos a pesar de tenerlos aprobados:

  • Ampliación y remodelación del servicio de Urgencias del HGZMF No. 2 en Irapuato, Guanajuato del IMSS
  • Ampliación y Remodelación de la Clínica de Medicina Familiar Autlán de Navarro en el Estado de Jalisco del ISSSTE
  • Ampliación y Remodelación para implementar el Programa de Dignificación de Espacios en Unidades de Primer Nivel en el Estado de San Luis Potosí del ISSSTE
  • Ampliación y Remodelación de la Clínica Hospital San Cristóbal de las casas en el Estado de Chiapas del ISSSTE
  • Equipamiento Médico en Unidades del Segundo nivel de atención a la Salud del ISSSTE, 2021 del ISSSTE

Gasto en Subsidios, transferencias y aportaciones del Sector Público

Al primer trimestre se gastaron 270.6 mmdp en subsidios, transferencias y aportaciones del Sector Público, sin incluir el gasto que se realiza para el pago de servicios personales y a entidades bajo control presupuestario directo. Este monto representa 21% del gasto programable y es 20% mayor que el año anterior.

El gasto en este rubro es fluctuante: desde 2011 se caracteriza por incrementos súbitos mayores a 15% en ciertos años, para después declinar. Tal es el caso de 2012 (16% por arriba), 2015 (37%) y 2021 (20%).

Los 270.6 mmdp gastados en el primer trimestre imponen un nuevo máximo en el periodo de 2011 al presente; además, se acumulan ya dos años con incrementos consecutivos.



Programas Presupuestarios

Los programas presupuestarios que más variaciones tuvieron con respecto a su gasto aprobado son:

  • Fortalecimiento de las capacidades de auxilio a la población civil mediante el PLAN DN-III-E de la Sedena (318,278% por arriba)
  • Servicios Integrales a Pensionados del IMSS (7,045%)
  • Programa de Inclusión Financiera de la SHCP (2,703%), que es operado exclusivamente por el Banco del Bienestar.
  • Estudios de preinversión de la CFE (2,112%)
  • Sistemas Meteorológicos e Hidrológicos de la Secretaría de Medio Ambiente (1,566%)
  • Fortalecimiento de los Servicios Estatales de la SSA (-100%, es decir, que no ejerció recursos a pesar de tenerlos presupuestados)
  • Expansión de la educación inicial de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Programa para la Protección de Ecosistemas y Especies Prioritarios de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Previsión para la Armonización Contable del Ramo 23 (-100%)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la Secretaría de Cultura (-100%)


Los programas presupuestarios que más variaciones tuvieron con respecto a 2020 son:

  • Fortalecimiento de las capacidades de auxilio a la población civil mediante el PLAN DN-III-E de la Sedena (318,278% por arriba)
  • Investigación y desarrollo militar en coordinación con centros públicos de investigación superior de la Sedena (35,172%)
  • Programa de Inclusión Financiera de la SHCP (15,390%)
  • Programa de Mejoramiento Urbano de la Sedatu (13,436%)
  • Normalización y certificación en competencias laborales de la Secretaría de Educación (5,129%)
  • Atención de Planteles Federales de Educación Media Superior para Estudiantes con Discapacidad de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Calidad en la Atención Médica de la SSA (-100%)
  • Seguro de Vida para Jefas de Familia de Bienestar (-100%)
  • Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial de la Secretaría de Educación (-100%)


Programas con Reglas de Operación (ROP) y «Otros subsidios«

Al primer trimestre, el gasto en estos programas acumuló 242.7 mmdp; con respecto al gasto de 2020 hay un incremento anual de 18%, y con relación al presupuesto aprobado se gastó 4% más. Al primer trimestre se tiene un avance de 37% con respecto al presupuesto aprobado en el año. Esto contrasta con los avances que se registraban en años anteriores: en los últimos cuatro años el avance con respecto al presupuesto anual no fue mayor a 31%, porcentaje observado en 2018.

Los programas con ROP y Otros subsidios que más variaciones tuvieron con respecto al presupuesto aprobado fueron los siguientes:

  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (1,430% por arriba)
  • Programa de Apoyo al Empleo (PAE) (322 %)
  • La Escuela es Nuestra (320%)
  • Apoyos para el Desarrollo Forestal Sustentable (188 %)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la SEDATU (148 %)
  • Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud (-100 %)
  • Expansión de la Educación Inicial (-100 %)
  • Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (-100 %)
  • Provisión para la Armonización Contable (-100 %)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la Secretaría de Cultura (-100 %)

De este análisis llamó nuestra atención el aumento en los recursos que se gastaron sin distribución geográfica: tuvo un incremento de 233% con respecto a 2020. Si bien desde 2017 los recursos estos programas sin distribución geográfica crecieron, el crecimiento anual no sobrepasó el 11% (observado en 2020), y promedió 8% entre 2017 y 2018. También se observó un incremento mayor a 50% en Oaxaca (75%) y Yucatán (59%).



Gasto no programable

El gasto no programable fue de 389.4 mmdp. Con respecto al 2020 fue 7.8% menor (32.9 mmdp) y con relación a lo aprobado en el periodo se ejercieron 8.7% menos recursos (37.3 mmdp). Se observó un menor gasto programable porque las tasas de interés fueron menores, y eso implicó un menor costo financiero (que es el pago de intereses y servicios de la deuda). De igual manera, las Adefas –recursos previstos para cubrir adeudos de servicios devengados, es decir, aquéllos que se recibieron en 2020 pero que quedaron pendientes de pago– fueron menores a lo previsto, debido a que el año pasado se cubrió el mayor monto de recursos devengados.

En la estructura porcentual del gasto neto, el gasto programable representa el 77% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 23% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



¿Cómo se comportó el gasto (programable y no programable) con respecto a la meta prevista en el primer trimestre?

Con relación a la meta establecida para el primer trimestre de 2021, el gasto neto total del Sector Público presentó un ligero subejercicio de 0.3% (-4.8 mmdp); es decir, se encontró muy cerca de la meta estimada de 1.6 billones de pesos. Pero si descontamos los 63.1 mmdp que el Gobierno Federal transfirió a Pemex en el trimestre, el gasto neto total tendría un subejercicio 4.1%, el equivalente a 67.9 mmdp.

Por componentes, el ejercicio del gasto fue el siguiente:

  • El gasto programable presentó un sobrejercicio de 2.6% (32.5 mmdp), respecto a la meta trimestral. Al trimestre se aprobaron 1.24 billones de pesos, pero se ejercieron 1.27 billones.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 8.7% (-37.3 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a febrero, que era de 427 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 163.4 mmdp, y el observado alcanzó los 145.1 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 11.2% (-18.4 mmdp).
  • La inversión física fue de 154.3 mmdp. Se quedó 13% corta con respecto a la meta trimestral, que era de 177.0 mmdp.


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal ejerció 1.4% (13.6 mmdp) más recursos de lo aprobado. El gasto por ramos se ejerció de la siguiente manera:

  • Los Ramos Autónomos se quedaron 39.1% cortos con respecto al presupuesto calendarizado; se tenía previsto un gasto de 42 mmdp, pero ejercieron sólo 25.3 mmdp. Los 10 ramos autónomos tuvieron recortes, pero el Poder Legislativo (-57.8%), el IFT (-38.9%), el TFJA (-38.4) y la FGR (-37.8%) fueron los más afectados.
  • Los Ramos Administrativos gastaron 54.4% más de lo calendarizado; ejercieron 428.7 mmdp a pesar de que se tenía previsto un gasto de 278 mmdp. En 14 de los 26 Ramos Administrativos se registraron recortes presupuestarios. Los tres ramos con mayores recortes fueron: Entidades no Sectorizadas (-54.3%), Seguridad Pública (-35.9%) y CRE (-27.7%). En contraste, la Secretaría de Turismo, que tiene a su cargo la construcción del Tren Maya, ejerció 257.8% más de lo aprobado. Le siguió la Secretaría de Economía (156.9% por arriba), la Secretaría de Energía (115.5%: la transferencia de 63.2 mmdp a Pemex representó 98% del presupuesto ejercido de esta secretaría) y la SHCP, con 87% más, sobrejercicio que estuvo impulsado por el gasto del Banco del Bienestar.
  • Los ramos generales tuvieron un recorte de 7.8% (71.5 mmdp): de 911 mmdp aprobados gastaron 840 mmdp. El gasto fue menor en las  (-88.1%), la Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos (-15.8%) y la Deuda Pública (-14.6%). Sólo las Participaciones reportaron un gasto 4% mayor al calendarizado.

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 8.6% (26.8 mmdp):

  • ISSSTE (46.5% o -87.7 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobrejercicio de 49.6% (60.9 mmdp).

En las Empresas Productivas del Estado, reportaron en conjunto un sobreejercicio de 9.6% (31.4 mmdp):

  • Pemex (-3% o -6.9 mmdp)
  • CFE (34% o 38.3 mmdp)

El gasto no programable fue de 389.4 mmdp, y se ubicó 8.7% por debajo de la meta trimestral. Por sus componentes, se realizó de la siguiente manera:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 8% (13.1 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio del 90% (-28.9 mmdp).


Gasto federalizado

Durante el primer trimestre de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 854.3 mmdp, lo que representó una disminución de 5.5% (-49.3 mmdp) respecto al primer trimestre de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.6%) y petroleros (-43.7%). En marzo, la RFP fue de 246.2 mmdp, 7.0% menor al dato reportado en igual mes de 2020.

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 487.2 mmdp, lo que equivale a una caída anual de 8.2% (-43.4 mmdp) respecto al primer trimestre de 2020, la mayor en 21 años. Esto es resultado de una disminución en todos sus componentes: Subsidios[9] (-69.4%), Recursos para Protección Social en Salud (-46.7%); Convenios de Descentralización[10] (-20.2%); Aportaciones Federales o Ramo 33 (-4.6), y Participaciones-Ramo 28[11] (-3.3%).

Sólo en marzo, el gasto federalizado fue de 164.3 mmdp, presentando una disminución de 13.9% con respecto a marzo de 2020.



En el primer trimestre de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 240.5 mmdp, lo que significó una caída de 3.3% (-8.1 mmdp) en relación con los recursos recibidos en igual periodo de 2020 (248.7 mmdp), resultado de una menor recaudación. Destacan las disminuciones anuales de los fondos con mayores recursos del Ramo 28: el Fondo General (-3.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-3.8%) y el Fondo de Fiscalización (-1.9%). Sólo en marzo de 2021 las participaciones fueron de 67.8 mmdp, 5.1% menores a las reportadas en marzo de 2020.

La disminución anual de los recursos vía Participaciones Federales, en el primer trimestre del año, se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; 19 de ellas disminuyeron más que el promedio nacional. Las más afectadas fueron: Oaxaca (-12.0%), San Luis Potosí (-11.8%), Zacatecas (-8.9%), Hidalgo (-8.8%) y Guanajuato (-8.5%). Por otro lado, siete entidades recibieron mayores recursos con respecto al mismo periodo del año anterior: Durango (32.2%), Veracruz (10.1%), Colima (7.2%), Sinaloa (3.9%), Michoacán (2.8%), Coahuila (0.4%) y Morelos (0.1%).



Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 202.7 mmdp, y presentaron una disminución anual de 4.6% (-9.8 mmdp) en el primer trimestre de 2021, la cual se explica por la reducción de recursos en siete de sus ocho fondos: el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (-5.5%); el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-5.4%); el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal-FAFM y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-5.0%, cada uno); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-0.8%), y el de Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (-0.4%). El único fondo que presentó un incremento en sus recursos fue el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.5%).

Como puede observarse, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional –Infraestructura social y fortalecimiento de entidades– siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Sólo en marzo de 2021, los recursos del Ramo 33 disminuyeron, en términos anuales, 8.1%: reportaron 67.9 mmdp.

Las 32 entidades federativas vieron disminuidos sus recursos en el primer trimestre del año. La más afectada fue la Ciudad de México, con una caída anual de 16.4%; le siguió Querétaro, con una disminución de 9.2%.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 54.1 mmdp; el programado para el trimestre era un déficit de 23.6 mmdp, pero es menor al superávit registrado el mismo periodo del año anterior (141.4 mmdp).

El déficit del Balance Público fue menor al calendarizado al primer trimestre de 2021: -83.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -186.5 mmdp. En el mismo periodo de 2020, se registró un superávit de 28.0 mmdp.

El Balance Público sin inversión, es decir, excluyendo hasta el 2.2% del PIB de la inversión física del Gobierno federal y las Empresas Productivas del Estado de acuerdo con el artículo 1 de la LIF 2021, fue superavitario en 71.1 mmdp.

El costo financiero fue de 145.1 mmdp, inferior al programado de 163.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -180.8 mmdp al cierre del primer trimestre de 2021, o -0.7% del PIB. El déficit acumulado previsto para cierre de año es de -3.3% del PIB. Sólo en marzo de 2021 el saldo de los RFSP fue de -66.3 mmdp (-0.3% del PIB).

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al primer trimestre de 2021 sumó 12.4 billones de pesos; se incrementó en 0.8% o 93.2 mmdp respecto a igual periodo de 2020. La deuda pública aumentó (tanto la necesidad de financiamiento como el saldo acumulado). Aunque esto en parte se debió a la variación cambiaria (19.9 pesos por dólar promedio IT2020 vs. 20.3 pesos por dólar promedio IT2021), también se explica porque el ritmo de gasto excede por mucho el de obtención de ingresos públicos. El SHRFSP representó el 51.7% del PIB al primer trimestre de 2021.

Para cierre de año, la SHCP estima que el SHRFSP se ubique en 51.4% del PIB, en lugar del 53.7% previsto en un inicio, debido al menor déficit como proporción del PIB, la apreciación del tipo de cambio y el mayor dinamismo de la economía.


[1] 1,564,100 millones de pesos.

[2] Resultados al primer trimestre de 2021, página 37, Pemex: https://www.pemex.com/ri/finanzas/Reporte%20de%20Resultados%20no%20Dictaminados/Reporte%201T21.pdf

[3] 1,501,000 millones de pesos

[4] 1,460,400 millones de pesos

[5] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[6] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[7] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[8] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[11] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: febrero de 2021

El ‘misterioso’ caso de la caída no compensada de ingresos

¡Ouch! Los ingresos públicos cayeron 4.3% durante el primer bimestre del año, y la debilidad económica ya ha alcanzado de lleno a los tributarios. Éstos últimos disminuyeron 4.7% (-30.8 mil millones de pesos [mmdp]) en términos reales, respecto a lo reportado en el mismo bimestre de 2020. A su interior, el ISR se redujo 2.8% anual, el IVA disminuyó sólo 0.8% y los IEPS cayeron 18.0%. Nótese la resiliencia del IVA: a pesar de la crisis es el impuesto que menos se ha descompuesto. Es por eso que en crisis anteriores, como las de 1995 y 2009, el IVA ha encabezado las reformas fiscales.

Los ingresos no tributarios y no petroleros, es decir, los que no provienen de recaudar impuestos ni de la venta de petrolíferos, cayeron en relación con el año anterior 34.0% (-26.5 mmdp). Sin embargo, al ubicarse en 51.4 mmdp, están por arriba del promedio histórico de los últimos 10 años (43.6 mmdp). No hay rendición de cuentas suficiente por parte del Gobierno para conocer cuáles son las fuentes de estos recursos, pues está prácticamente agotado el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Los ingresos petroleros aumentaron en relación con el año anterior, pero siguen en un nivel históricamente bajo, y apenas representan el 13% de la bolsa total.

Subió la deuda 8.5% (970.4 mmdp), según la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, que fue de -100 mmdp, mayor al dato reportado en febrero de 2020, que fue de -17.5 mmdp. ¿Eso quiere decir que se gasta mejor? No necesariamente: se observó un subejercicio inquietante en el gasto de salud (20%) y una caída en el gasto de federalizado de casi 4% en relación con el año anterior.



Ingresos totales

A febrero de 2021, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 927.7 mmdp, lo que supone una disminución de 4.3% real (-41.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Por componentes, los ingresos petroleros aumentaron 26.8%; ascendieron a 127.3 mmdp, 26.9 mmdp más que los registrados en febrero de 2020. Entretanto, los no petroleros disminuyeron 7.9% en la misma comparación.

El crecimiento en los petroleros se explica por los mayores ingresos propios de Pemex, los cuales se incrementaron 114.1% (36.9 mmdp), para ubicarse en 69.2 mmdp. ¿A qué se debió? A que el Gobierno federal realizó una aportación patrimonial a Pemex por 32.6 mmdp, la cual se registró en el rubro de “otros” como ingresos propios (esto no tiene un impacto real en las finanzas del Sector Público, dado que tiene como fin la amortización de deuda de la empresa). En cambio, los ingresos petroleros del Gobierno disminuyeron 14.7% (-10 mmdp), para ubicarse en 58.1 mmdp.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 620.5 mmdp, lo que representó una caída de 4.7% (-30.8 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en el mismo bimestre de 2020. A su interior, el ISR se redujo 2.8% anual, el IVA disminuyó 0.8% y los IEPS cayeron 18.0% (los de gasolina y diésel se redujeron 19.8%, y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 15.8%).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 51.4 mmdp, lo que significó una disminución de 34.0% respecto al dato reportado en igual periodo de 2020, debido a la disminución de los derechos y aprovechamientos, por 16.7% y 36.9%, respectivamente.

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 55.8% de los ingresos totales del Sector Público en el primer bimestre de 2000, a 66.9% en el primer bimestre de 2021. El ISR es el impuesto de mayor peso (34.2%), seguido del IVA (21.9%).

En contraste, el porcentaje que representan los ingresos petroleros respecto a los ingresos totales es de 13.7%.



¿Cómo se comportaron los ingresos con respecto a su meta?

En relación con su meta inicial establecida en la LIF2021,los ingresos totales del Sector Público exhibieron un rezago de 1.2% (-11.7 mmdp). Si no consideramos la aportación patrimonial a Pemex, por 32.6 mmdp, la brecha entre los ingresos totales observados y aprobados sería de 9.1% (-71.7 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 2.3% por debajo (-14.8 mmdp) de su meta estimada en el calendario. Es decir, que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. Únicamente el IVA presentó una ganancia de 8.1% (15.3 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos, lo que refleja la recuperación del consumo de bienes y servicios, asociada a la reapertura ordenada de la economía. En cambio, el ISR exhibió un rezago de 6.3% (-21.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados se ubicaron 7.6% por debajo de lo aprobado (-6.7 mmdp).

A febrero de 2021, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 16.0% (-24.3 mmdp) con relación a lo que se esperaba para este periodo, que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 185.9% su meta del primer bimestre de 2021.

La caída en los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) asciende a 39.1 mmdp (-5.0%), la cual debería ser compensada con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP); sin embargo, los recursos de este fondo están prácticamente agotados. La SHCP reportó que al primer bimestre de 2021 se aportaron 7.5 mmdp al FEIP con el fin de construir nuevos ahorros para enfrentar contingencias; sin embargo, son insuficientes para compensar el rezago de los ingresos recurrentes con el que está arrancando las finanzas públicas en este año.


Gasto neto total

A febrero de 2021, el gasto neto total del Sector Público acumuló 1.3 billones de pesos. Con respecto al mismo periodo de 2020, hay un incremento de 6.0% (59.3 mmdp). El gasto primario (aquél que no incluye el costo financiero) se ubicó en 947.5 mmdp, o sea, 8% mayor (73.8 mmdp) al observado en el primer bimestre del año pasado.

En febrero, la SHCP realizó una aportación patrimonial de 32.0 mmdp a Pemex, con el fin de amortizar su deuda. Si descontamos esta aportación, el gasto neto total al primer bimestre sería de 999.9 mmdp, y habría aumentado sólo 2.8% (27.2 mmdp) con relación al año previo.

Al analizar los componentes del gasto, observamos que el gasto programable[1] fue de 771.7 mmdp, o 13.8% por arriba (93.5 mmdp) con respecto al nivel observado en 2020. En contraste, el gasto no programable[2] acumula 260.2 mmdp, lo que lo ubica 11.6% (34.2 mmdp) por debajo del monto reportado en igual periodo de 2020.

En la estructura porcentual del gasto neto, el programable representa el 75% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 25% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



Gasto programable

Al interior de la clasificación económica del gasto programable, el gasto corriente se incrementó 7% (59 mmdp) con respecto a 2020, al ubicarse en 586 mmdp. Dicha subida es el resultado del incremento de otras erogaciones (91% o 6 mmdp) del rubro de otros gastos de operación, así como de un aumento de 91% (33 mmdp) en los subsidios y transferencias.

El gasto de capital acumuló a febrero 186 mmdp, lo que implicó un aumento de 43% (56 mmdp). Es el rubro de otros gastos de capital la fuente de este incremento: en febrero el gasto ascendió a 106 mmdp. Es un aumento de 217% (72 mmdp) con respecto a 2020.



La inversión física total se ubicó en 79.9 mmdp, lo que supone una reducción, en términos anuales, de 17.1% (-16.5 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída fue de 17% (-8.6 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 37.8 mmdp: disminuyó 17.3% (-7.9 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012.



Las caídas en la inversión física presupuestaria en el primer bimestre de 2021 se observan en todos los rubros, pero destacan los siguientes:

  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-76.8%)
  • Educación (-54.4%)
  • Comunicaciones y transportes (-47.6%)
  • Hidrocarburos (-17.3%)


Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente forma:

  • La de Gobierno fue de 1.9 mmdp, lo que supone una reducción en términos anuales de 71.9% (-4.8 mmdp). A su interior, las subfunciones con mayores caídas son las de Otros servicios generales (-41%), Seguridad Nacional (-85%) y Relaciones exteriores (-14%).
  • La de Desarrollo Social fue de 34.8 mmdp; exhibió una disminución de 5.3% (-1.9 mmdp). Por componentes destaca la caída en el gasto en Recreación, Cultura y Otras Manifestaciones Sociales (-100%), Protección Ambiental (-69%) y Salud (-13%).
  • La de Desarrollo Económico se ubicó en 43.2 mmdp; con respecto a 2020 se redujo 17% (-8.2 mmdp). Si no consideramos el gasto en el rubro de Combustibles y Energía, este tipo de inversión sería sólo de 3.2 mmdp, y habría caído 18.5% (-9.8 mmdp). De este tipo de inversión destaca la disminución anual en Ciencia, Tecnología e Innovación (-100%), Agropecuaria, Silvicultura, Pesca y Caza (-78%) y Transporte (-32%); pero resaltan también los aumentos en los rubros de Asuntos Económicos, Comerciales y Laborales en General (781%) y Turismo (-100%).


En su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 618 mmdp, 1.3% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos presentaron un gasto de 15.4 mmdp, 12% menor al acumulado a febrero de 2020. Destacan, por un menor gasto en términos de su variación porcentual, el Inegi (-74%), la Fiscalía General de la República (-29%), el IFT (-22.3%) y el Poder Judicial (-5%). En cambio, en el INE se incrementó el gasto en 68% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 602.6 mmdp, con un aumento real anual de 14%, para fortalecer las acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 236.4 mmdp, con un incremento anual de 38%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Presidencia de la República (-47%), Entidades no Sectorizadas (-39%), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-32%) y Salud (-27%). Por otra parte, destaca la subida de 1,373% (1.3 mmdp) en el gasto programable de Sedatu, seguido por el aumento de 236% (4.4 mmdp) de la Sener y de 131% en Bienestar.
  • Los Ramos Generales, que aumentaron su gasto programable en 2%, sumando 366.3 mmdp, principalmente por el incremento anual de 7% de las Aportaciones a la Seguridad Social. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 22% anual; las Provisiones Salariales y Económicas se redujeron 10% y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 2%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 355 mmdp, 10% mayor que el del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 98.9 mmdp, con un incremento anual de 22%; el del IMSS fue de 117.5 mmdp, con un crecimiento de 11.3%, y el del ISSSTE de 76.4 mmdp, con una disminución de 0.6% anual. En cambio, el de CFE fue de 62.8 mmdp: un incremento de 6% anual.



En términos de la clasificación funcional del gasto programable, la función Gobierno sumó 41.75 mmdp, y tuvo una caída anual de 18%. Destaca la disminución de gasto en Otros servicios generales (-69%), Justicia (-23%), Seguridad Nacional (-19%) y Asuntos Financieros y Hacendarios (-17%). Sólo en la Coordinación de la Política de Gobierno el gasto se incrementó en 41%.

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 720.4 mmdp, y concentró el 93% del total de las erogaciones, brindando protección a la población vulnerable y dando impulso a la actividad económica, prioridad en los primeros dos meses del año, de acuerdo con el informe de la SHCP. En particular, el gasto en la función de Otros Asuntos Sociales fue de 5 mmdp, y fue 1,147 veces mayor al gasto observado a febrero de 2020. Por su parte, los fondos de estabilización –Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF– vieron disminuidos sus recursos en 20%.



Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas y otros se ubicaron en 3.2 mmdp, presentando una disminución real anual de 82% (-14.9 mmdp);
  • El costo financiero fue de 84.5 mmdp, con una reducción de 15% (-14.6 mmdp), y
  • Las participaciones, con un nivel de 172.6 mmdp y una caída de 3% (-4.8 mmdp).


¿Cómo se comportó el gasto neto respecto a la meta en el PEF2021?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021), a febrero de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 5% (-127.3 mmdp); no estuvo tan alejado de la meta estimada, que es de 1.08 billones de pesos. El gasto observado fue de 1.03 billones de pesos. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un subejercicio de 3.7% (-29.5 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 801 mmdp, y el observado de 771.7 mmdp.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 8.6% (-24.6 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a febrero, que era de 285 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 93.2 mmdp, y el observado alcanzó los 84.5 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 9.4% (-8.8 mmdp).


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un ligero subejercicio de 0.4% (-2.3 mmdp):

  • Ramos autónomos (-41% o -11 mmdp)
  • Ramos generales (-9% o -56.6 mmdp)
  • Excepto en los Ramos administrativos… (37% o 64.1 mmdp)

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 9% (-11.5 mmdp):

  • ISSSTE (-37% o -44.6 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobrejercicio de 28% (25.2 mmdp).

En las Empresas Productivas del Estado, un subejercicio de 8% (-19 mmdp):

  • Pemex (-10% o -15.8%)
  • CFE (-4% o -3.3%)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 8% (13.1 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio del 90% (-28.9 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante el primer bimestre de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 608.0 mmdp, lo que representó una disminución de 4.8% (-30.6 mmdp) respecto a igual periodo de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (0.1% por debajo) y petroleros (51.7%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 319.7 mmdp, lo que se tradujo en una disminución real de 3.7% (-12.4 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020. La caída anual en el gasto federalizado fue resultado de la disminución en cuatro de sus componentes: Convenios de Descentralización[3] (31.8%); Subsidios[4] (18.4%) –por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas–; Aportaciones-Ramo 33[5] y Participaciones-Ramo 28[6] (caída de 2.7%, cada una) –éstas últimas debido a una menor RFP–.



A febrero de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 172.6 mmdp, lo que significó una disminución de 2.7% (-4.8 mmdp) respecto a los recursos recibidos en el mismo periodo de 2020 (177.4 mmdp). Esto se debió a una menor recaudación. Los principales componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales; destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (2.2%), el Fondo de Fomento Municipal (2.2%) y el Fondo de Fiscalización (1.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; en 16 disminuyeron por arriba del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Baja California Sur y Oaxaca (12.8%, cada una), San Luis Potosí (11.3%), Guanajuato (10.2%) e Hidalgo (8.8%). Sólo siete recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Colima (15.5%), Sinaloa (14.6%), Durango (13.7%), Veracruz (10.5%), Michoacán (7.1%), Coahuila (3.0%) y Morelos (0.9%).

Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 134.8 mmdp, lo que significó una reducción anual de 2.7% (-3.8 mmdp), la cual se explica por las disminuciones en siete de sus ocho fondos:

  • Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (5.2% por debajo).
  • Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, Fortalecimiento de los Municipios-FAFM, y de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (4.7%, cada uno).
  • Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (3.1%).
  • Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (1.5%).
  • Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (0.1%).

Por su parte, los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA aumentó 2.4% en términos anuales. Por su parte, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

28 entidades federativas presentaron disminuciones en sus recursos recibidos vía transferencias del Ramo 33; destaca Ciudad de México, con una caída de 15.7%. Por su parte, sólo tres entidades presentaron incrementos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones: Sonora, Tabasco y Baja California Sur.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un déficit de 13.6 mmdp; el programado era un déficit de 53.9 mmdp.

El Balance Público se encontró por debajo de lo calendarizado para el primer bimestre de 2021: fue de -99.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -147.1 mmdp. En el mismo periodo de 2020 se registró un superávit de 11.1 mmdp.

El costo financiero fue de 84.5 mmdp, inferior al programado de 936.3 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -100 mmdp, mayor al dato reportado en febrero de 2020, que fue de -17.5 mmdp.

En febrero el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, fue de 12 billones 336.0 mmdp; se incrementó 8.5% o 970.4 mmdp respecto a febrero de 2020. El 53.1% de la variación en el SHRFSP respecto al cierre de 2020 obedeció a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.



ANEXO DE INDICADORES


[1] Erogación plenamente identificable con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios y en inversión pública, así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que aumentan en forma directa la oferta global de los mismos. Excluye el servicio de la deuda que corresponde a transacciones financieras, las participaciones a estados y municipios y los estímulos fiscales, cuyos efectos económicos se materializan vía las erogaciones de los beneficiarios.

[2] Erogaciones que por su naturaleza no es factible identificar con un programa específico, tales como los intereses y gastos de la deuda; participaciones y estímulos fiscales, y las ADEFAS.

[3] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[4] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[5] Las aportaciones federales del Ramo General 33 se establecen como recursos que la Federación transfiere a las haciendas públicas de los Estados, Distrito Federal, y en su caso, de los Municipios, condicionando su gasto a la consecución y cumplimiento de los objetivos que para cada tipo de aportación dispuesta en la Ley de Coordinación Fiscal (LCF).

[6] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

Números de Erario: enero de 2021

El débil arranque de un año electoral

Las cifras publicadas en el primer mes de 2021 continúan mostrando la debilidad en los ingresos petroleros y tributarios, lo que hace evidente que no se puede seguir postergando la discusión de un nuevo pacto fiscal. Además, no se ha detenido la caída de los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del gasto federalizado, y el gasto neto (programable y no programable) es menor en comparación con el aprobado y también con el observado un año antes.

Como ven, hay pocos motivos para el optimismo en los meses por venir.



Ingresos totales

En enero de 2021, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 492.5 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 12.0% real (-66.9 mmdp) respecto al mismo mes de 2020.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron, en términos anuales, 16.0%, y los no petroleros lo hicieron en 11.5%. Al ubicarse en 48.1 mmdp y 444.4 mmdp.

Los ingresos tributarios sumaron 355.6 mmdp, lo que implica una reducción de 5.8% (-21.9 mmdp), respecto a lo reportado en enero de 2020. A su interior disminuyeron el IVA (1.4%), el ISR (2.6%) y los IEPS (21.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 20.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 21.7%).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 27.0 mmdp, 54.2% por debajo del dato reportado en igual mes de 2020. Los derechos disminuyeron 27.4% y los aprovechamientos lo hicieron en 59.7%.

En lo que toca a la estructura porcentual, los ingresos tributarios han pasado de representar el 59.3% de los ingresos totales del Sector Público en enero de 2000, a abarcar el 72.2% en enero de 2021, el porcentaje más alto en estos 21 años. El ISR es el impuesto de mayor peso (36.6%), seguido del IVA (23.5%).

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000: 9.8% de los ingresos totales.



En relación con su meta inicial establecida en la Ley de Ingresos de la Federación para 2021 (LIF2021), los ingresos totales del Sector Público exhibieron un rezago de 2.9% (-14.9 mmdp).

Los ingresos tributarios se ubicaron 0.5% (1.9 mmdp) por arriba del dato programado en la meta estimada en el calendario[2]; sin embargo, aunque hubo ganancia, los ingresos excedentes fueron marginales. El ISR exhibió un rezago de 6.2% (-11.8 mmdp). El IVA fue superior a la meta estimada en la LIF2021 en 9.2% (9.7 mmdp), y los IEPS observados fueron 12.9% mayores al dato aprobado (5.8 mmdp). El desempeño de éstos últimos puede explicarse tanto por los avances en la recuperación económica, como por los efectos del reforzamiento del marco fiscal y de la eficiencia recaudatoria.

En enero de 2021, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago sustantivo con relación a lo que se esperaba para el periodo: 37.0% (-28.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 130.9% (15.3 mmd) su meta de 2021 por mayores derechos (2.5 mmdp) y mayores aprovechamientos (13.2 mmdp), ya que el rubro de otros fue menor en 0.4 mmdp respecto a su monto aprobado .

La caída en los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue de 6.1% (-26.3 mmdp) en relación con su meta, la cual, conforme avance, deberá ser compensada en los próximos meses con los recursos Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Por el momento, la SHCP reportó que en enero de 2021 se aportaron 7.5 mmdp al FEIP, a fin de construir nuevos ahorros para enfrentar contingencias.


Gasto neto total

En enero de 2021, el gasto neto total del Sector Público se ubicó en 496.9 mmdp, lo que representa una disminución de 4.9% real (-25.6 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. El gasto primario, es decir, aquél al que se le descuenta el costo financiero, se ubicó en 445.8 mmdp, 2.5% menor (-11.3 mmdp)  al observado en el primer mes del año pasado.

Por componentes, el gasto programable[3] fue de 373.4 mmdp: sin cambio (0.0%) con respecto al nivel observado en enero de 2020. En contraste, el gasto no programable[4] ascendió a 123.5 mmdp, lo que lo ubicó 17.2% (25.7 mmdp) por debajo del monto reportado en igual mes de 2020.



Gasto programable

Al interior del gasto programable y en su clasificación económica, destaca la disminución anual del gasto corriente[5]: 0.4% (-1.1 mmdp), el cual se ubicó en 294.1 mmdp, resultado de la reducción de recursos en los rubros de servicios personales (-1.6% o -1.8 mmdp) y otros gastos de operación (-2.0% o -2.6 mmdp). De éstos últimos, llama la atención la caída de 19.6% (-3.9 mmdp) en el rubro de materiales y suministros. En cambio, los subsidios y transferencias[6] aumentaron 6.5% (3.3 mmdp).

Por su parte, el gasto de capital[7] se ubicó en 79.3 mmdp, lo que implicó un aumento de 1.5% (1.2 mmdp), debido al incremento de 61.5% (14.9 mmdp) de otros gastos de capital[8].


 


La inversión física total se ubicó en 40.1 mmdp y se redujo, en términos anuales, 25.4% (-13.7 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída fue de 30.9% (-8.5 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 21.2 mmdp: disminuyó 19.8% (-5.2 mmdp) en términos anuales, el menor nivel observado en los últimos ocho años.



Las mayores caídas en la inversión física presupuestaria en enero de 2021 se observan en:

  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-93.6%)
  • Comunicaciones y transportes (-89.0%)
  • Sector energético (-22.3%): hidrocarburos (-19.8%) y eléctrico (-78.1%)
  • Salud (-18.5%)


Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente forma:

  • La de Gobierno fue de 1.0 mmdp, lo que supone una reducción en términos anuales de 80.2% (-4.1 mmdp). A su interior, destacan las caídas de los rubros de Otros servicios generales (-99.4%), Legislación (-98.3%), Seguridad Nacional (-90.0%) y Relaciones exteriores (-12.7%).
  • La de Desarrollo Económico fue de 21.8 mmdp: una disminución de 28.5% (-8.7 mmdp). Por componentes destaca la reducción en los rubros de Transporte (-89.0%) y Combustibles y energía (-22.3%).
  • La de Desarrollo Social se ubicó en 17.3 mmdp, una reducción anual de 4.8% (-0.9 mmdp). Destaca la disminución anual en Salud (-19.0%), Educación (-5.6%), Vivienda y servicios a la comunidad (-4.6%) y Protección ambiental (-0.9%).

 


En su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 310.3 mmdp, 1.3% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos presentaron un gasto de 6.9 mmdp, 13% menor al de enero de 2020. Destacan, por un menor gasto en términos de su variación porcentual, el Inegi (-57.2%), la Fiscalía General de la República (-41.3%), el IFT (-22.3%) y el Poder Judicial (-13.0%). En cambio, el INE incrementó su gasto en 51.5% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 303.4 mmdp, con un aumento real anual de 1.6% para fortalecer las acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 83.4 mmdp, con una reducción anual de 0.4%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Turismo (-67.2%), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-62.8%), Comunicaciones y Transportes (-60.7%), Defensa Nacional (-38.7%) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (-27.9%). Por su parte, destaca el mayor gasto programable por 1.3 mmdp (928.5%) de la SEDATU, seguido por el aumento  de 269.8% (4.4 mmdp) de la SHCP.
  • Los Ramos Generales, que aumentaron su gasto programable en 2.4% sumando 220.0 mmdp, principalmente por el incremento anual de 8.3% (10.1 mmdp) de las aportaciones a la seguridad social. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 37.4% anual; las Provisiones Salariales y Económicas se redujeron 14.2% y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 1.1%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 190.6 mmdp, 1.0% mayor al de enero del mismo año. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 52.8 mmdp, con un incremento anual de 6.3%; el del IMSS fue de 58.4 mmdp, con un crecimiento de 10.3% y el del ISSSTE de 50.7 mmdp, con un aumento de 0.1% anual. En cambio, el de CFE que fue de 28.7 mmdp; tuvo una caída real anual de 18.9%.


 


En términos de la clasificación funcional del gasto programable, la función Gobierno sumó 18.7 mmdp, con una caída anual de 27.7%. Destaca la disminución de gasto en Seguridad Nacional (-35.3%), Justicia (-30.9%) y Relaciones Exteriores (-24.7%). Sólo en la Coordinación de la Política de Gobierno el gasto se incrementó en 29.4%.

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 344.9 mmdp, y concentró el 92.4% del total de las erogaciones, brindando protección a la población vulnerable y dando impulso a la actividad económica. En particular, el gasto en la función Salud fue de 38.7 mmdp, lo que se reflejó en un aumento de 26.0% real con respecto a enero de 2020, que el Gobierno atribuye a la priorización del combate a la pandemia de covid-19. Por su parte, los fondos de estabilización —Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF— vieron disminuidos sus recursos en 19.7%.


 


Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas[9] y otros se ubicaron en 0.1 mmdp, presentando una disminución real anual de 99.2% (-7.7 mmdp);
  • el costo financiero[10] fue de 51.2 mmdp, con una reducción de 21.8% (-14.3 mmdp), y
  • las participaciones[11], con un nivel de 72.3 mmdp y una caída de 5.0% (-3.8 mmdp).

 


Estructura porcentual del gasto neto

El gasto neto en enero de 2021 tiene la misma estructura porcentual que se observó en igual mes de 2014: el gasto programable representó el 75.1% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 24.9% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



¿Cómo se comporta el gasto neto respecto a la meta en el PEF2021?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021), en enero de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 20.4% (-127.3 mmdp); la meta estimada era de 624.2 mmdp y el observado fue de 496.9 mmdp. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un subejercicio de 19.1% (-88.2 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 461.6 mmdp y el observado de 373.4 mmdp.
  • El gasto no programable se quedó 24.0% (-39.1 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a enero, que era de 162.6 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 59.8 mmdp, y el observado alcanzó los 51.2 mmdp, lo que lo colocó 14.5% por debajo (-8.6 mmdp).


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un subejercicio de 14.6% (-53.2 mmdp):

  • Ramos autónomos (-48.6% o -6.5 mmdp)
  • Ramos administrativos (-31.3% o -37.9 mmdp)
  • Ramos generales (-3.8% o -8.8 mmdp)

Los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 9.6% (-11.5 mmdp):

  • IMSS observó lo mismo que presupuestó.
  • ISSSTE (-18.5% o -11.5 mmdp)

En las Empresas Productivas del Estado, un subejercicio de 27.5% (-30.9 mmdp):

  • Pemex (-28.2% o -20.7%)
  • CFE (-26.3% o -10.2%)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 2.3% (1.6 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio de 99.8% (-32.0 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante enero de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) fue de 258.5 mmdp, lo que representó una disminución de 2.3% (-6.1 mmdp) respecto al mismo mes de 2020, resultado de menores ingresos en su componente petrolero (99.2% por debajo) a causa de una disminución en los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo Lo anterior, a pesar de que el componente tributario aumentó 9.3%, debido principalmente a los incrementos en el IVA (25.1%) y el ISR (2.1%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios, fue de 147.4 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 5.0% (-7.7 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. Esto lo ubica ligeramente por arriba de los niveles observados entre 2008 y 2010. La caída anual en el gasto federalizado fue resultado de la disminución en todos sus componentes: Convenios de Descentralización[12] (-49.2%), por menores recursos a la SEP; Subsidios[13] (-19.7%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas; Participaciones-Ramo 28[14] (-5.0%), debido a una menor RFP, y Aportaciones-Ramo 33 (-2.8%).



En enero de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 72.3 mmdp, lo que significó una caída de 5.0% (-3.8 mmdp). Esto las coloca por debajo de los recursos recibidos en igual mes de 2020 (76.1 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios debe compensarse en un futuro con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF); sin embargo, este mes la SHCP sólo reportó la aportación de 2.2 mmdp al FEIEF, como ahorro para contingencia.

A excepción de los recursos del Fondo de Fiscalización y los obtenidos por tenencia y comercio exterior —los cuales presentaron un crecimiento anual de 0.4%, 1.2% y 1.7%, respectivamente—, la mayoría de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan el Fondo General (-0.7%), el Fondo de Fomento Municipal (-0.7%), los IEPS de gasolinas (-21.6%), el Fondo de Extracción de Hidrocarburos (-56.1%) y el Derecho Adicional sobre Extracción de Petróleo (-69.5%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 22 entidades federativas; en 12 de ellas cayeron más que el promedio nacional (-5.0%). Las más afectadas fueron: Colima (-25.7%), San Luis Potosí (-15.4%), Ciudad de México (-11.9%) y Campeche (-10.8%). Diez estados recibieron mayores recursos con respecto al año anterior destacan: Durango (5.4%), Nayarit (3.0%), Michoacán (2.4%) y Aguascalientes (2.0%).

Las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 71.6 mmdp, lo que significó una reducción de 2.8% (-2.1 mmdp), la cual se explica por una caída de recursos en seis de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-5.7%); el de Aportaciones Múltiples-FAM (-5.2%); el de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, el de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios-FAFM y el de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-4.2%, en lo individual), y el de Aportaciones de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-3.0%). Únicamente el Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA creció 3.9%.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y Fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

21 entidades federativas vieron reducidos sus recursos vía transferencias del Ramo 33. Destacan cuatro caídas superiores al promedio nacional (-2.8%): Ciudad de México (-26.5%), Estado de México (-6.6%), Durango (-3.1%), Puebla (-2.9%). Sólo 11 entidades tuvieron incrementos en sus recursos recibidos a través de Aportaciones. Destacan: Sonora (5.4%), Baja California Sur (2.9%), Quintana Roo (2.6%) y Campeche (2.3%).

Lo anterior sigue evidenciando que las entidades federativas deben considerar mecanismos y propuestas adicionales para incrementar la recaudación de sus recursos propios, ya que con el actual sistema de coordinación fiscal no se cumplen las reglas para resarcir y compensar sus esfuerzos de manera adecuada.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 51.0 mmdp. Lo programado era un déficit de 57.0 mmdp.

El Balance Público fue menor a lo calendarizado: -8.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -116.8 mmdp. En el mismo periodo de 2020 se registró un superávit de 42.3 mmdp.

El costo financiero fue de 51.2 mmdp, inferior al programado, de 59.8 mmdp. Es decir, 8.6 mmdp menos, lo que permitió al Gobierno liberar recursos para fines socialmente productivos, resultado de una gestión más estratégica de la deuda.

Un ejemplo de lo anterior fue la colocación del primer bono a 50 años realizado el 4 de enero, en donde se alcanzó la tasa cupón más baja en la historia para un instrumento a largo plazo. Dicho bono fue por un monto de 3 mil millones de dólares, lo que ayudó a cubrir el 97% de las amortizaciones denominadas en moneda extranjera programadas para 2021.

Destaca también la operación de refinanciamiento en euros concluida el 15 de enero, en la cual se redujeron en 36.0% los vencimientos de deuda externa de mercado programados para 2023.

En enero de 2021, el balance público del Gobierno federal fue superavitario en 10 mmdp; el del IMSS, ISSSTE y CFE también, por 39.2 mmdp, 6.9 mmdp y 3.5 mmdp, respectivamente; así como el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (4.3 mmdp). En cambio, Pemex presentó un déficit por 64 mmdp, debido a un mayor gasto programable y a mayores intereses y gastos de su deuda.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[15], fue de 1.1 mmdp, menor en 96.4% al dato reportado en enero de 2020 de 31.1 mmdp.

En enero de 2021 el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, fue de 12 billones 195.2 mmdp de pesos; se incrementó en 8.8% o 984.8 mmdp respecto a enero de 2020. El 53.1% de la variación en el SHRFSP, respecto al cierre de 2020, obedeció a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.


 


ANEXO DE INDICADORES


[1] Miles de millones de pesos, base enero 2021.

[2] Si excluimos a los IEPS de combustibles, que han sido particularmente afectados por la pandemia, los ingresos tributarios fueron superiores a los programados en 5.9 mmdp.

[3] Erogación plenamente identificable con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios y en inversión pública, así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que aumentan en forma directa la oferta global de los mismos. Excluye el servicio de la deuda que corresponde a transacciones financieras, las participaciones a estados y municipios y los estímulos fiscales, cuyos efectos económicos se materializan vía las erogaciones de los beneficiarios.

[4] Erogaciones que por su naturaleza no es factible identificar con un programa específico, tales como los intereses y gastos de la deuda; participaciones y estímulos fiscales; y las ADEFAS.

[5] Erogación que realiza el sector público y que no tiene como contrapartida la creación de un activo, sino que constituye un acto de consumo; esto es, los gastos que se destinan a la contratación de los recursos humanos y a la compra de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo propio de las funciones administrativas.

[6] Asignaciones que el Gobierno Federal destina en forma directa o indirecta, mediante el otorgamiento de subsidios aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación a los sectores social y privado y a las entidades federativas como parte de la política económica de acuerdo a las estrategias y prioridades del desarrollo nacional. Asimismo, agrupa las asignaciones de recursos federales previstos en el Presupuesto de Egresos de las dependencias por concepto de transferencias, que reciben las entidades apoyadas y los órganos administrativos desconcentrados como ingresos destinados a cubrir parcial o totalmente los programas y actividades previstos en sus presupuestos.

[7] Es el total de las asignaciones destinadas a la creación de bienes de capital y conservación de los ya existentes, a la adquisición de bienes inmuebles y valores por parte del Gobierno Federal, así como los recursos transferidos a otros sectores para los mismos fines que contribuyen a acrecentar y preservar los activos físicos patrimoniales o financieros de la nación. Comprende también las erogaciones destinadas a cubrir la amortización de la deuda derivada de la contratación de crédito o financiamientos al Gobierno Federal por instituciones nacionales o extranjeras.

[8] Transferencias a otros componentes institucionales del sistema económico que se efectúan para financiar gastos en remuneraciones y bienes y servicios destinados a construir activos tangibles o intangibles por administración, los que se registran en la cuenta correspondiente.

[9] Conjunto de obligaciones contraídas, devengadas, contabilizadas y autorizadas dentro de las asignaciones presupuestarias que no fueron liquidadas a la terminación o cierre del ejercicio fiscal correspondiente. Compromisos que adquiere el Gobierno Federal en un ejercicio fiscal, que se encuentran devengados al 31 de diciembre del mismo ejercicio, para ser liquidados durante el año inmediato posterior en el periodo comprendido del 2 de enero al 31 de marzo; siempre y cuando se haya informado de su monto y características a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

[10] Está integrado por los gastos derivados de allegarse fondos de financiamiento por lo cual representa las erogaciones destinadas a cubrir en moneda nacional o extranjera, los intereses, comisiones y gastos que deriven de un título de crédito o contrato respectivo, donde se definen las condiciones específicas y los porcentajes pactados; se calculan sobre el monto del capital y deben ser cubiertos durante un cierto periodo de tiempo. Incluye las fluctuaciones cambiarias y el resultado de la posición monetaria.

[11] Asignaciones previstas en el Presupuesto de Egresos de la Federación destinadas a cubrir la parte de los ingresos federales participables que, de acuerdo con disposiciones legales, capten las oficinas recaudadoras y que deban entregarse a los gobiernos de los Estados y sus municipios, así como al Gobierno de la Ciudad de México, derivado de los Convenios de Coordinación Fiscal suscritos con el Gobierno Federal.

[12] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[13] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[14] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[15] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

El año que nos puso al borde del desequilibrio: anual 2020



He aquí nuestro análisis de las cifras publicadas al cierre de 2020. Lo números cuentan una historia de descalabro de los ingresos petroleros; de estancamiento en los tributarios, y de un Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios que parcialmente compensó la caída, pero que está muy cerca de agotarse. El Gobierno, eso sí, gastó más que en 2019, aunque se quedó corto en relación con lo que planeaba ejercer… En todo caso, el detalle más interesante está en el monto que se destinó a fideicomisos, casi ‘sobre la campana’.

Es también el año en que aumentó la deuda y el balance público terminó por descomponerse. Y un dato que no suele llamar tanto la atención: la disminución significativa en los recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado. El gobierno gastó más que el año pasado pero se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año, a diciembre el subejercicio acumulado fue de -1.8% (-108 mmdp).

Esto es, ante todo, las razones por las cuales resulta muy difícil mirar al 2021 con optimismo, desde las finanzas púbicas.


Análisis de ingresos

Durante 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 5 billones 339.9 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 4.1% real (-228.0 mmdp), respecto al mismo periodo de 2019. Esto se debió, principalmente, a cuatro factores:

  1. El impacto severo de la pandemia en la actividad económica y, por ende, en la recaudación.
  2. La caída de los ingresos petroleros, debida a una menor producción y precio.
  3. El impacto de la suspensión de actividades, producida por las medidas de contingencia sanitaria, sobre las ventas de electricidad de la CFE.
  4. El efecto de la reducción del empleo formal sobre las cuotas que recibe el IMSS.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 38.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4%, respecto a 2019.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 338.9 mmdp, lo que representó un crecimiento de tan sólo 0.8% (27.5 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en 2019. A su interior, los impuestos se comportaron de manera muy distinta:

  • El ISR se incrementó 0.9% anual; es decir, estuvo estancado.
  • El IVA aumentó 2.3%.
  • Los IEPS disminuyeron 3.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 2.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.4%.

A pesar de que los ingresos tributarios no tuvieron mal desempeño (si tomamos en cuenta el contexto económico tan adverso), estuvieron lejos de poder compensar la pérdida de los ingresos petroleros. Por ese motivo, el Gobierno tuvo que compensar con ingresos no recurrentes, especialmente del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Así, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 551.3 mmdp, lo que significó un incremento de 43.5% respecto al dato reportado en 2019, resultado del incremento de 63.5% de los aprovechamientos, ya que los derechos disminuyeron 15.4% y los productos 21.1%. Al interior de los aprovechamientos, destaca la recuperación de activos financieros como política de gobierno, con el fin de evitar el endeudamiento adicional y los desequilibrios macroeconómicos: se recuperaron 204 mmdp del FEIP (incluyendo 47.4 mmdp que se recibieron por coberturas petroleras); 55.3 mmdp de otros fideicomisos (incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por 21.6 mmdp); 42.8 mmdp de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda y 32.3 mmdp de entidades paraestatales.

Por otra parte, la “despetrolización” de las finanzas públicas es una dura realidad para un Gobierno que no ha logrado recaudar lo suficiente en impuestos (lo suficiente como para que la caída de los ingresos petroleros no lo desequilibren del todo, se entiende).

¿A qué nos referimos con despetrolización? A que los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.3% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a abarcar 62.5% en 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR es el impuesto con mayor peso (33.0%), seguido del IVA (18.5%).

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000, respecto al porcentaje que representan de los ingresos totales: 11.3%.

Los ingresos en relación con su meta para el año

Los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron la meta inicial, establecida en la Ley de Ingresos 2020: exhibieron un rezago de 3.3% (-183.3 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 4.8% por debajo de su meta estimada en el calendario (-166.9 mmdp); lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. El IVA tuvo un rezago de 2.0% (-20.0 mmdp), en relación con la LIF2020. El ISR exhibió un rezago de 5.0% (-92.4 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están por debajo de lo aprobado 10.7% (-55.1 mmdp).

En 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago en relación con lo que se esperaba para este periodo: 38.6% (-381.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 233.2% su meta de 2020.

Por su parte, la caída natural de los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue mayor a la observada. El total de ingresos recurrentes sin compensar asciende a 3 billones 740.7 mmdp, 16.7% menos (-752.4 mmd) respecto al dato aprobado para 2020. Esta caída fue atenuada por el aumento en los ingresos no recurrentes, compensada con los recursos del FEIP por un monto de 204 mmdp, y que la Tesofe traspasó al rubro de “aprovechamientos”. Sin embargo, aun con los montos excedentes en los ingresos no recurrentes (385.8 mmdp), tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (-548.4 mmdp), por lo que el neto fue negativo en 162.6 mmdp. El neto sin compensar asciende a -570.6 mmdp.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 64.0 mmdp y salidas por 214.4 mmdp, destinadas 1) a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal sin destino específico (204.0 mmdp) y 2) a las inversiones financieras, como parte de las medidas realizadas para la administración de riesgos en el ejercicio fiscal de 2021, el pago de honorarios al fiduciario y el pago del dictamen de los estados financieros (10.4 mmdp). Así, el saldo del FEIP a diciembre de 2020 fue de 9.5 mmdp. Respecto al saldo de diciembre de 2019 se redujo 154.4 mmdp.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), a diciembre de 2020, tuvo ingresos por 5.5 mmdp y egresos por 35.4 mmdp; su saldo se ubicó en 30.7 mmdp. En 2020, el FEIEF tuvo una reducción respecto al saldo de 2019 de 31.9 mmdp, recursos transferidos a las entidades de manera mensual para cumplir con las partidas presupuestarias.

El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de diciembre de 2020 de 23.2 mmdp, 1.8 mmdp superior al reportado al cierre de 2019 (21.5 mmdp).


Fideicomisos al cuarto trimestre de 2020

Al 31 de diciembre de 2020 se reportan 329 actos jurídicos[2]: 300 fideicomisos[3], 23 mandatos y seis análogos[4], los cuales suman un total de 597 mmdp, y muestran una disminución de 22.1% real (-169.1 mmdp) respecto del monto observado en 2019. Respecto al trimestre previo (septiembre), se observa un incremento de 15.9 mmdp (2.7%).

Al cuarto trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 11 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción; éstos últimos equivalen a 966.6 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.

Recordemos el contexto: en el artículo quinto transitorio del Decreto de Fideicomisos[5] se estableció la obligación, por parte de los ejecutores de gasto, de coordinarse con las instituciones fiduciarias y llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir los actos jurídicos que se reformaron o derogaron, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscriban los convenios de extinción o terminación.


Análisis de gasto

A pesar de la debilidad observada en los ingresos, el gasto neto total se incrementó 0.2% en relación con 2019. Es decir, el Gobierno gastó más que el año pasado, aunque se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año: a diciembre el subejercicio acumulado fue de 1.8% (-108 mmdp). 

El análisis del gasto mensual, sin embargo, revela algo muy interesante: durante diciembre se aceleró el gasto programable y no programable del Sector Público. Sólo en ese mes el gasto neto fue 45.9% superior a lo aprobado (276 mmdp), mientras que el gasto programable excedió en 87% (302.9 mmdp) lo programado (en esta parte del gasto se clasifican los recursos destinados a fideicomisos, mandatos y otros análogos). El gasto no programable, en contraste, ejerció 8.6% menos recursos que los aprobados en el mes.

Al hacer un análisis por capítulo de gasto, vemos que “Servicios Generales” y “Transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas” son los que más gastaron en relación con lo presupuestado en términos relativos (ver los gráficos en el Anexo de Gasto). Pero dentro del capítulo de “Transferencias, asignaciones…”, el concepto de “Transferencias a fideicomisos, mandatos y otros análogos” fue el que más recursos sobrejerció, al gastar tres veces más de lo presupuestado (328% o 121 mmdp).

Fueron ocho Ramos a los que, a través de este capítulo, se les transfirieron al menos 50% más de recursos, respecto a lo aprobado; entre ellos se encuentran la Secretaría de la Defensa Nacional, Salud, Energía y SHCP. Entretanto, otros ocho Ramos no tenían previsto transferir recursos a través de este capítulo, pero lo hicieron, y suman un total de 1.3 mmdp (entre ellos, Presidencia, el Poder Judicial, la CNH y la CRE). 

Si no se toman en cuenta los 121 mmdp excedentes en la transferencia a fideicomisos, mandatos y otros análogos, el gasto neto total del Sector Público habría experimentado un recorte de 3.7% (228.7 mmdp) en relación con lo aprobado, y su variación anual con respecto a 2019 sería de -1.8% (-110.4 mmdp).

Por lo demás, el gasto neto del Sector Público en 2020 fue de 6 mil millones de pesos. De ellos, 4 mil 455.2 millones de pesos corresponden al gasto programable, el cual cerró el año con un sobrejercicio de 1.1% (48 mmdp), y con respecto a 2019 aumentó 1.8%. En la composición del gasto, el programable representó 74%. El 26% restante se ejerció a través del gasto no programable (1,545 mmdp); en el cierre de año este gasto exhibió un subejercicio de 9.1% (-156 mmdp). 

El gasto programable fue mayor a lo previsto porque en algunos Ramos de la Administración Pública Centralizada —como Economía, Turismo y la SHCP— se concentraron el desembolso extra de recursos para atender la crisis sanitaria, los apoyos a través de subsidios y transferencias y los recursos para proyectos de inversión física, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. 

Por otro lado, el recorte en el gasto no programable es el resultado de una reducción en las participaciones transferidas a estados y municipios, y a un menor costo financiero y pago de ADEFAS. El costo financiero representó 11% del gasto total en 2020, porcentaje muy similar al observado en los últimos tres años, pero que contrasta con el 7.5% que representó en 2013 y 2014. El incremento en la proporción que el costo financiero representa en el total del gasto reduce el espacio fiscal del gobierno; es decir, se trata de un gasto ineludible que reduce la capacidad financiera del gobierno en el corto plazo para proveer bienes y servicios a la población.

Si bien la proporción del costo financiero en el gasto aumentó desde 2014 hasta 2020, la proporción de la inversión física se redujo siete puntos porcentuales en el mismo periodo. 2020 cierra con un monto de inversión física de 653.3 mmdp, 12% mayor que el de 2019 si consideramos el efecto rebote (recordemos que en 2019 la inversión física se redujo 12%), pero menor al observado en 2018, de 661.9 mmdp. Sin considerar la inversión en Pemex y el monto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familias de la Secretaría de Economía (mejor conocido como Créditos a la Palabra), la inversión física con respecto al año pasado aumentó sólo 6%, y también se ubicó por debajo del gasto realizado en 2018, de 461.2 mmdp. Entretanto, la inversión en Pemex se redujo 3% con respecto a 2019. 

La inversión física fue 0.2% (-1.35 mmdp) menor a la aprobada para 2020, y si no incluimos el monto del programa Créditos a la Palabra en el total de la inversión, el subejercicio hubiera ascendido a 5.4% (-35.5 mmdp). Recordemos que este programa se creó como respuesta a la crisis ocasionada por la covid-19, y su fin es apoyar a las familias y empresas afectadas por la paideia a través de subsidios, pero no el impulso a la creación de capital, principal objetivo de la inversión física. 

Con relación al 2019, fueron los Ramos Autónomos y el IMSS e ISSSTE quienes tuvieron un mayor crecimiento anual. Entre los autónomos, el TFJA ejerció 99% (2.2 mmdp) más que en el año previo, al destinar más recursos en gastos de operación; el Inegi ejerció 41% más (4.4 mmdp) porque durante 2020 se levantó el censo de población y vivienda. Sin embargo, llama la atención que la CNDH ejerció 26% (-0.4 mmdp) menos recursos que en 2019; su gasto se compara al observado durante 2010. El ISSSTE, por su parte, ejerció 3.3% (11.5 mmdp) más recursos, que se destinaron al pago de pensiones y jubilaciones, así como en inversión física y materiales y suministros. Con respecto al IMSS, el gasto 6% mayor al previsto (46.8 mmdp) se reflejó en el pago de pensiones, servicios personales y materiales y suministros; no obstante, esta institución tuvo un menor gasto en inversión física en salud.

A pesar de que el gasto agregado de los Ramos Administrativos no fue considerablemente mayor que el observado en 2019, dentro de ellos la Secretaría de Economía, de Turismo y la SHCP destacan por gastar 50% más que en 2019. La Secretaría de Economía ejerció 277% (30.2 mmdp) más recursos, los cuales en gran parte se ejercieron en el ya mencionado programa de Créditos a la palabra. La Secretaría de Turismo ejerció 406% (11.0 mmdp) más recursos que en 2019, debido a la construcción del Tren Maya. La SHCP gastó 53% (26.3 mmdp) más, al destinar recursos a la aplicación y el diseño de la política económica. 

Con respecto al monto previsto en 2020, encontramos que los Ramos Administrativos gastaron 15.6% más de lo previsto. De ellos, la Secretaría de Economía (557%), la SHCP (221%), la CNH (210%) y la Secretaría de Turismo (172%) fueron los ejecutores que más sobrejercieron en relación con lo planeado.

Veamos con mayor detalle algunos de los Programas Presupuestarios Principales. Se reportaron 188 de ellos en el Anexo V del Anexo de Finanzas Públicas del Informe al Cuarto Trimestre de 2020 de la SHCP. Once ejercieron un gasto mayor a lo previsto en 2020 (e incluso a lo ejercido en 2019); entre ellos se encuentran programas relacionados al Insabi, la Guardia Nacional y el Tren Maya:

  • Seguro de Vida para Jefas de Familia (Bienestar)
  • Programa de Inclusión Financiera (SHCP)
  • Guardia Nacional (Seguridad y Protección Ciudadana)
  • Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación (Educación Pública)
  • Proyectos de Infraestructura Social del Sector Educativo (Educación Pública)
  • Programas del Tren Maya (Secretaría de Turismo)
  • Internet para Todos (SCT)
  • Promoción del comercio exterior y atracción de inversión extranjera directa (Economía)
  • Sistema Satélital (SCT)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral (Salud)

En contraste, nueve programas exhibieron recortes o no ejercieron recursos durante 2020. En su mayoría, están relacionados con programas de salud, a obligaciones jurídicas y a la construcción del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

  • Provisiones para el desarrollo regional del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • PROSOFT (Economía)
  • Programa para la Productividad y Competitividad Industrial (Economía)
  • Programa para el fortalecimiento económico de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Entidades no Sectorizadas)
  • Programa de aseguramiento agropecuario (SHCP)
  • Obligaciones jurídicas ineludibles (SEDATU)
  • Calidad en la Atención Médica (Salud)
  • Planeación, diseño ejecución y evaluación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • Garantías Líquidas (SHCP)


Gasto federalizado

Durante 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 3 billones 95.6 mmdp, lo que representó una disminución de 6.3% (-210 mmdp), respecto a 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.0%) y petroleros (-51.0%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 829.0 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.7% (-152.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. La caída anual en el gasto federalizado en 2020 se debió a la disminución en cuatro de sus componentes: 1) Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-61.6%); 2) Convenios de Descentralización[7] (-7.9%); 3) Participaciones-Ramo 28[8] (-7.2, debido a una menor RFP) y 4) Subsidios[9] (-3.1%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto a 2019.

En 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 843.8 mmdp, lo que significó una caída de 7.2% (-65.0 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en 2019 (908.9 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios se compensó parcialmente con 60.1 mmdp provenientes del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF): de enero a septiembre se transfirieron 46.8 mmdp del FEIEF; en octubre 7.8 mmdp y en noviembre 5.5 millones de pesos[10].

A excepción del Fondo ISR[11], el cual presentó un crecimiento anual de 0.3%, el resto de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (-6.0%), el Fondo de Fomento Municipal (-6.0%) y el Fondo de Fiscalización (-7.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 entidades federativas, de las cuales 17 disminuyeron por debajo del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Campeche (-14.3%), Nayarit (-14.0), Hidalgo (-10.6%), Tabasco (-10.6%), y Michoacán (-10.4%). Sólo tres recibieron mayores recursos, respecto al año anterior: Baja California (3.5%), Chiapas (3.4%) y Colima (2.8%).

Por su parte, las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 809.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (2.6 mmdp), que se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%) y el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (3.4%). Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos vía transferencias del Ramo 33 en 2020 fueron: Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Guerrero. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de estas Aportaciones fueron Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato.


El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 31.7 mmdp; el programado era un superávit de 180.7 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por arriba de lo calendarizado para 2020: fue de -674.2 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -547.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -407.0 mmdp.

El costo financiero fue de 686.1 mmdp, inferior al programado, de 727.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -897.1 mmdp, a diciembre de 2020, o -3.9% del PIB, resultado mayor a lo aprobado (-2.6% del PIB), debido principalmente al uso de activos financieros del Gobierno Federal con la finalidad de evitar el endeudamiento.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, a diciembre de 2020 sumó 12 billones 86 mmdp de pesos; se incrementó en 7.5% o 847 mmdp respecto a 2019. El SHRFSP representó el 52.2% del PIB, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000 debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.


ANEXO 1: indicadores de ingreso, fideicomisos, gasto federalizado, balance público y variables de contexto


ANEXO 2: Gasto


[1] Miles de millones de pesos.

[2] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[3] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[4] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[5] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Comunicado 086 SHCP, del 30 de octubre de 2020: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. Recuperable en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[11] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: noviembre de 2020

Esto, más que austeridad, es una crisis de ingresos


Mensaje principal

En el mundo 2021 está llamado a ser el año del restablecimiento de la actividad económica, tras el desastre que nos ha dejado la pandemia. Sin embargo, en México las palancas para ejecutar la reactivación están muy debilitadas. En las cifras más recientes publicadas por Hacienda, las de noviembre de 2020, identificamos rezagos en ingresos tributarios y petroleros, y también (nada sorprendente) en el gasto neto.

Y es que ése es el principal problema del Gobierno: la disminución de sus ingresos. ¿Cómo va a aumentar el gasto en inversión física, por ejemplo (un muy buen motor para la economía), si sufre de liquidez?

Con todo, creemos que el Gobierno federal está identificando los escollos en los lugares incorrectos. Argumenta que los ramos autónomos son una carga demasiado pesada para el erario y, por tanto, debe procurarse su eliminación, en aras de la austeridad. Pero, como verán líneas abajo, en el acumulado enero-noviembre estos ramos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. Y el amenazado INAI, por cierto, no ejerció ni el 1.5% de este total. No, la solución no va por allí. Ustedes mismos lo podrán comprobar… 

Resumen ejecutivo

Se debilitaron aún más los ingresos públicos. De enero a noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-287.3 mil millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue mayor con respecto a los datos reportados en el tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

Así, a noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 734.3 mmdp, reportando una disminución anual real de 5.4%. Sólo se ha observado una caída mayor, para periodos similares, en 2009, cuando alcanzó el 11.3%, debido a una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR, principalmente, resultado de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros fueron los que más cayeron, disminuyeron 42.5%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 2.3% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (38.9%), ya que los tributarios prácticamente permanecieron iguales (0.1%).

La SHCP reportó que se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales sólo en el mes de noviembre. Comparados con los reportados en octubre aumentaron 8.1% (32.9 mmdp). La razón: los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (2.3%) y no tributarios no petroleros (239.8%); en cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 7.9% y los de IMSS, ISSSTE y CFE 17.2%.

El Balance Primario pasó de un superávit de 312.4 mmdp en el periodo de enero a noviembre de 2019 a uno de 153.5 mmdp en 2020; es decir, se redujo 50.8%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 130.8% a -399.3 mmdp. El costo financiero de la deuda fue de 557.1 mmdp, 7.9% superior al reportado en igual periodo de 2019.

El gasto neto del Sector Público, por su parte, ascendió a 5 billones 150 mmdp en el periodo de enero a noviembre. Eso representa el 84% del presupuesto aprobado anual. A pesar de que el gobierno utilizó ahorros (FEIP y FEIEF) y registró un crecimiento real en los ingresos tributarios, el gasto neto acumula un recorte de 6.5%, y equivale a no ejercer 356.7 mmdp del presupuesto aprobado hasta noviembre.  

El recorte en el gasto no afectó a todos los ramos por igual. En los Ramos Autónomos, Generales, Pemex, CFE, el IMSS y el ISSSTE el recorte acumulado se generalizó en todos los ejecutores. En los Ramos Administrativos sólo 17 de los 26 ejecutores acumularon subejercicios.

La inversión física en el periodo fue de 545.3 mmdp; creció 4.0% con respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 354.2 mmdp, y en comparación con la del año previo creció 7.3% (24.1 mmdp). El gasto en inversión física acumulada por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE es lo que sostiene el alza; sin embargo, vale la pena destacar que tanto la Secretaría de Turismo como la de Economía ejercieron gran parte de estos recursos entre mayo y julio, y que en los últimos meses su dinamismo disminuyó. Además, recordemos que en Economía es un programa de subsidios el que apuntala el gasto en inversión —el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares—, es decir, un destino que no apuntala la creación de capital.

El gasto programable, que concentra el gasto de los programas sociales y la inversión en infraestructura, reporta un subejercicio de 6.4% (259.5 mmdp). En el reporte mensual de la SHCP se indica que los subsidios y transferencias (que se ubican dentro del gasto programable) tuvieron incrementos anuales reales de 18.9% y 25.4% respectivamente, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia. No obstante, hay que señalar que los programas de subsidios se diseñaron con anterioridad al contexto actual, y podrían no tener un impacto directo y significativo en la recuperación económica. Ya en el reporte del cuarto trimestre podremos observar el comportamiento del gasto en estos rubros, en relación con los planes anuales.

Finalmente, no cesa la preocupante caída de recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado.


Análisis del ingreso

Enero – noviembre 2020 y noviembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que de enero a noviembre de 2020 el Sector Público ingresó 4 billones 734.3 mmdp, lo que significa una disminución de 5.4% en términos reales (-276.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, y un monto menor en 287.3 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 675.7 mmdp, 2.2% (-86.7 mmdp) menores que los observados de enero a noviembre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero a noviembre de 2020 se han utilizado 156.7 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a noviembre de 2020 los ingresos petroleros —Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 496.5 mmdp, monto inferior en 44.5% (-397.5 mmdp) respecto a lo aprobado en la LIF. Tal disminución se debió a la caída en la demanda de hidrocarburos y sus derivados, como consecuencia de las medidas globales de confinamiento. Este monto fue menor en 42.5% (-366.9 mmdp), en términos reales, respecto a lo observado en igual periodo de 2019. Este monto, cabe decir, es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. También representa la mayor caída en términos porcentuales, superior a la de 38.6% en enero-noviembre de 2009 (cuando se registró la mayor caída del precio del petróleo no vista en 30 años), y a la de enero-noviembre de 2015, de 36.6%.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros (Gobierno Federal + Pemex) presentaron una caída de 9.1%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un crecimiento de los mismos de 12.6%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 198.0 mmdp; presentaron una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex, por su parte, ascendieron a 298.5 mmdp y disminuyeron 33.8%.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 24.2 mmdp, 5.4% (-172.6 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.1% mayor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-noviembre de 2019; es decir, permanecieron prácticamente igual. Por componentes, el IVA se incrementó 0.2% anual, mientras que el ISR creció 0.8%; este último resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IEPS disminuyó 3.6%, debido a la menor actividad económica causada por el confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 2.8%, y los distintos de gasolina y diésel, 5.0%. Los impuestos a la importación cayeron 14.3% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 0.9%, debido al crecimiento de 57.8% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.7% y la de ISR 1.6%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 27.5% anual, debido al crecimiento de los IEPS en 232.1%, de impuestos a la importación en 27.5%, ISR en 23.4% e IVA en 2.9%.

Por otro lado, en los primeros 11 meses de 2020 los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 201.0% (302.8 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 453.5 mmdp, lo que significa un incremento de 38.9% respecto al dato reportado en enero-noviembre de 2019. De este monto, 375.9 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 60.6% anual, resultado de la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 156.7 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp; de otros fideicomisos por 33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mmdp. En el mismo periodo 2019, los ingresos NTNP aumentaron 18.6% y en 2018 se redujeron 53.1%.

Los ingresos de CFE ascendieron a 358.8 mmdp, 10.6% menores respecto a 2019, e inferiores en 5.2% (-19.6 mmdp), respecto al dato aprobado a inicio de 2020. La razón: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 401.3 mmdp, 0.1% (-0.4 mmdp) por debajo del dato programado en LIF para los primeros 11 meses de 2020, y 1.7% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-noviembre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.5% en los ingresos petroleros y un incremento de 17.8% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.6% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, la SHCP reportó que en noviembre se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 8.1% (32.9 mmdp) al reportado en octubre (406.0 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

Cabe destacar que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en noviembre respecto a octubre (2.3 dólares por barril, 6.2%), para ubicarse en 38.7 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el undécimo mes de 2020 registraron 47.7 mmdp, 7.9% (-4.1 mmdp) por debajo del dato observado en octubre. Comparados contra los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 25.2% (-16.1 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 38.2% en términos reales.

Los ingresos tributarios ascendieron en el mes a 262.6 mmdp, lo que representa un incremento de 2.3% (6.0 mmdp) respecto al dato reportado en octubre. Respecto a noviembre de 2019 aumentaron 7.6%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (14.7%), ISR (5.7%) y IEPS (1.4%). Lo anterior se debe a diversas mejoras legales que aumentaron la eficiencia recaudatoria, sin incrementar ni crear nuevos impuestos.

¿Cuál fue la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar 49.7% de los ingresos totales del Sector Público (periodo enero-noviembre de 2000), a 63.9% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, son los rubros de mayor peso.

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000,: 10.5% de los ingresos totales.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzaron los ingresos públicos?

Para el periodo enero-noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público mostraron un avance de 85.7% con respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). En relación con la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE2021, llevan un avance de 88.0%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, presentan 90.1% de avance. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 50.3% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 62.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios exhibieron un avance de 86.3% respecto a la LIF2020, y de 93.6% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 274.0% respecto al monto estimado al inicio de 2020, y de 90.5% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados a noviembre de 2020 descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 5.7% (-287.3 mmdp). En noviembre se quedaron por debajo de la meta mensual en 1.2% (-5.4 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.4% por debajo de lo programado (-172.6 mmdp), en relación con su meta estimada en el calendario, por lo que, lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 4.3% (-39.4 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.9% (-82.0 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados estuvieron 11.0% por debajo de lo aprobado (-51.8 mmdp).

A noviembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% en relación con lo que se esperaba para este periodo (-397.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 201.0% su meta a noviembre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (302.8 mmdp vs. -570.1 mmdp).

En términos mensuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 1.2% (-5.4 mmdp), con respecto al dato aprobado. Observamos rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y el estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.3% (-38.0 mmdp), que aumenta si no se consideran las mencionadas transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 4.9% (-13.4 mmdp), con respecto a su meta estimada en el calendario en el mismo periodo. Al desagregarse por tipo, observamos para noviembre ingresos excedentes de IVA por 3.9% (3.1 mmdp). El ISR tuvo, en cambio, un rezago de 7.3% (-10.3 mmdp).

Los ingresos NTNP se excedieron en 513.6% (52.9 mmdp).

En términos anuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una caída de 10.5% (-55.1 mmdp), respecto al dato de noviembre de 2019. Sin embargo, el componente tributario aumentó 7.4% (18.1 mmdp), mientras que el petrolero se redujo en 38.3% (-29.7 mmdp) y el NTNP en 30.7% (-27.9 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – noviembre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 11 meses del año?

A noviembre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 5 billones 150 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 799 millones de pesos, lo que representa el 74% del gasto neto total; el porcentaje restante corresponde al gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 351 mmdp.

El costo financiero, un gasto no programable, representó 11% (557.1 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-noviembre de 2020. Como hemos señalado en los últimos meses, su participación en el total se ha mantenido en línea con lo observado en la trayectoria reciente. Desde 2014, esta obligación del Gobierno ha ido en aumento. El aumento del costo financiero reduce el espacio fiscal, por lo que el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

A la par del incremento del costo financiero, la inversión física (un gasto programable esencial para detonar la actividad económica en el contexto actual) ha disminuido su participación en el gasto neto total desde 2014. Entre enero y noviembre, este gasto fue de 545.3 mmdp, lo que representa el 11% del gasto neto total; con relación a 2019 creció 4.0%. La inversión distinta de Pemex fue de 354.2 mmdp; creció 7.3% (24.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y equivale a 65% del gasto en inversión física del Sector Público en el periodo. La inversión en Pemex disminuyó 1.5% (2.9 mmdp), respecto al año previo.

El incremento en la inversión física distinta de Pemex se sostiene por la inversión realizada por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE. Hasta noviembre, estas secretarías han gastado más de lo aprobado para el año y más de lo observado en el año previo, lo que explica que este tipo de inversión creciera hasta 7.3%.

El gasto acumulado del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (que tuvo un mayor flujo de recursos en mayo y junio) impulsó la inversión física de la Secretaría de Economía. Hasta noviembre esta dependencia acumula 34.4 mmdp, monto que es 12 veces mayor que el realizado en 2019. Recordemos que este programa tiene como objetivo apoyar, a través de préstamos, a familias y empresas afectadas por la pandemia. Dado que no impulsa la creación de capital, no debería registrarse como inversión física.

La inversión física de la Secretaría de Turismo asciende a 4.8 mmdp, monto 10 veces mayor que el observado en 2019. El incremento de 928% con relación al año previo se debe a los recursos destinados en la construcción del Tren Maya, que incluye estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto como tal.

El ISSSTE ha ejercido en el periodo nueve veces más recursos en inversión física que en 2019. Sus 2.6 mmdp gastados sostienen el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como documentamos en los Números de Erario que analizan el gasto en salud, este súbito incremento es el resultado de destinar más recursos a la compra insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros, los cuales se registran como inversión. Hasta noviembre ejerció 58% (1 mmdp) más que lo planeado en el año y 831% (9.3 mmdp) más que lo ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

El 55% (2,842 mmdp) del gasto total se ejerció a través de los Ramos Generales; con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno federal cumple sus obligaciones financieras o mandatos legales. Son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye Hacienda directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado (para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos). De ahí su relevancia.

El gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (1,079 mmdp) del gasto neto total.

Los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. En estos ramos se aplican las medidas de austeridad, a pesar de que su participación tiene poco peso en el gasto total. Aplicar estas medidas sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto significativo en el tamaño o composición del gasto.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a noviembre de 2020?

En el periodo, el avance del gasto neto total ejercido con respecto a la meta anual aprobada es de 84%, y de 87% en relación con la meta estimada por la SHCP en la actualización de las finanzas públicas en el reporte de noviembre. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 83% de la meta anual aprobada en el PEF.

El avance del gasto programable del SP con respecto a la meta anual es de 86%, y de 87% en relación con la última actualización realizada por la SHCP.

En el gasto no programable el avance es menor al observado en las otras clasificaciones de gasto; respecto a la meta aprobada avanzó 79%, y respecto a la meta estimada el avance fue de 87%.

La inversión física pública del SP registró un avance de 83% respecto a la meta aprobada, mientras que el avance del costo financiero fue de 77% respecto a la meta aprobada, y de 80% si se compara con la meta actualizada.

Por ejecutor, los Ramos Administrativos y el IMSS e ISSSTE registraron un avance mayor al 90%. Por su parte, los Ramos Autónomos, Generales y Pemex y CFE reportaron un avance entre 80% y 84%.

El subejercicio acumulado en el periodo por el gasto neto del Sector Público es de 6.5%. Equivale a no ejercer 356.7 mmdp, ya aprobados para el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Hay un gasto mayor al aprobado, es decir, un sobrejercicio, en los siguientes ramos:

  • Economía: 558% (31.5 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Turismo: 52% (2.5 mmdp)
  • Gobernación: 47% (2.2 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 14% (1.4 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 6% (0.5 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 91% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 33% (0.07 mmdp)

Los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado, es decir, que subejercieron, son:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-96.7 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: 13% (-76.7 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: 11% (-48.3 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-28.7 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 34% (-18.3 mmdp)
  • ISSSTE: 4% (-14.3 mmdp)
  • Aportaciones a la Seguridad Social: 1% (-12.1 mmdp)
  • Salud: 9% (-11.9 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 1% (-10.8 mmdp)
  • Deuda Pública: 2% (-10.7 mmdp)

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.2% (-125.1 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 6.0% (-182.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 12.3% (-15.5 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.6% (6.2 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.1% (-22.8 mmdp)

En todos los ejecutores de gasto de los Ramos Autónomos y Generales el subejercicio es generalizado. Entre los Ramos Autónomos, la CNDH es la entidad con el mayor recorte: 33.6%. De los Ramos Generales, el Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35%.

Hasta noviembre, 17 de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos reportaron un subejercicio. Es la Oficina de Presidencia quien exhibe el mayor recorte: 43.6%. En contraste, la Secretaría de Economía reporta un gasto 558.5% mayor a lo previsto.

Las Empresas Productivas del Estado también exhiben un recorte en el gasto: el subejercicio de Pemex fue de 13% y el de la CFE de 11%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en noviembre 2020?

En noviembre, el gasto neto total fue de 507 mmdp. Se tenía calendarizado que en el mes se ejercieran 494 mmdp; es decir, se observó un sobrejercicio de 2.7% (13.3 mmdp). Desde abril los recortes en el gasto fueron frecuentes. Éste es el primer sobrejercicio observado en siete meses.

Sin embargo, el gasto programable en noviembre fue de 392.1 mmdp: el monto no ejercido fue 1.7% (-6.7 mmdp) menor que el gasto aprobado (398.8 mmdp). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, también exhibe un recorte en relación con el gasto aprobado: 13.1% (-4.9 mmdp). Se tenía previsto un gasto en inversión física de 37.8 mmdp, pero se ejercieron sólo 32.8 mmdp. Con noviembre se hilan ya seis meses consecutivos de recortes en este rubro.

El gasto no programable, en cambio, creció en comparación con lo presupuestado en el mes: el excedente reportado fue 21% mayor (19.9 mmdp). El incremento es el resultado de un mayor costo financiero del Sector Público: alcanzó los 48.4 mmdp, 133% por arriba (-27.6 mmdp) de lo planeado.

Sólo en noviembre, los Ramos Autónomos ejercieron 52% (6.3 mmdp) más de lo aprobado en el mes (12 mmdp). Por ejecutor, el Poder Judicial gastó 70% más recursos que los presupuestados; el Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor que su meta mensual, 52% cada ramo. Sin embargo, el INAI no ejerció 32.1% de su presupuesto aprobado; le siguió la CDNH (que en el mes anterior reportó un sobrejercicio), con 22.6% y la COFECE con 16%.

Las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron un recorte en el gasto mensual de 6% (-4.8 mmdp). El recorte de Pemex, con respecto al monto aprobado, fue de 10% (-3.4 mmdp), y el de la CFE de 3% (-1.3 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se ubicó 5% (-5.4 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, 11 ramos exhibieron un sobrejercicio; quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (586%), la CRE (273%) y Gobernación (100%). Y en 15 ramos se observó un subejercicio; la SHCP tuvo el mayor recorte, 89%, le siguió la Secretaría de Turismo con 75% y la Secretaría de Salud, al no ejercer 61% del gasto aprobado.

Los Ramos Generales gastaron 7% por arriba en el mes (15 mmdp). El Ramo de la Deuda Pública presentó el mayor excedente en el gasto: 241% (28.6 mmdp); esto es, hay un incremento en el costo financiero para este mes. Mientras que el Ramo 23 exhibió un recorte de 46% (-1.5 mmdp) en relación con su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un sobrejercicio de 2% (2.9 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a noviembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP)[1] sumó 2 billones 850.0 mmdp, lo que representó una disminución de 7.0% (-213.3 mmdp), respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de una caída de ingresos en los componentes tributarios (-1.7%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 14.3% anual), no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En 2015, la RFP se redujo 1.4% para un periodo similar; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (6.2%).

La reducción en la RFP, durante los primeros 11 meses de 2020, es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-1.7%):

  • Automóviles nuevos (-19.4%)
  • Comercio exterior (-14.7%)
  • Derechos a la minería (-6.4%)
  • Producción y servicios (-4.7%)
  • Tenencia (-2.8%)
  • IVA (-1.7%)
  • ISR (-0.8%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante noviembre de 2020, la RFP fue de 241.7 mmdp, menor en 3.9% a la reportada en igual mes de 2019. Esto se explica por los recursos disminuidos del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.8%). Sin embargo, su componente tributario se incrementó 2.0%, debido principalmente al crecimiento en la recaudación de IVA (8.4%) e ISR (1.7%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado (es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios) sumó 1 billón 634.8 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.5% (-133.1 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 767.9 mmdp y una caída de 4.6%. Con ello suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-noviembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[2] para el cumplimiento de programas federales (-60.3%),
  • Subsidios[3] (-9.7%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28[4] (-7.4%) debido a una menor RFP.
  • Convenios de descentralización (-2.0%).

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto al mismo periodo de 2019.

El nivel observado del gasto en el periodo enero-noviembre de 2020 es similar a los niveles en 2012; es decir, identificamos un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado, debido a la caída en el crecimiento económico que ha impactado en gran medida a la RFP.

Sólo en noviembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 138.9 mmdp, lo que representa una disminución de 9.7% con respecto a noviembre de 2019, debido a la disminución de todos sus componentes: convenios de reasignación (-80.0%), convenios de descentralización (-32.4%), subsidios (-12.3%), Ramo 28 (-11.0%), Ramo 33 (-1.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a noviembre de 2020, las Participaciones a entidades federativas se ubicaron en 777.9 mmdp, lo que significó una caída de 7.4% (-62.6 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (840.5 mmdp), resultado de una menor recaudación. Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta noviembre sumaron 60.1 mmdp. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia[5].

Desde la caída de 17.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en noviembre de 2020 las participaciones disminuyeron 11.0%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.4 mmdp.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.4%), Nayarit (-12.9%) e Hidalgo (-11.3%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Chiapas (3.8%), Baja California (3.2%) y Colima (3.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 11 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 705.9 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (1.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.7%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.8 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional —Infraestructura social y fortalecimiento de entidades— siguen sufriendo disminuciones en sus transferencias.

Durante el periodo, las tres entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones Federales fueron Tabasco, Chiapas y Ciudad de México. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Nuestra recomendación)

El Gobierno federal debe incentivar el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente a nivel municipal, lo que impondría una carga fiscal al erario federal.

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. El objetivo: compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. En este rediseño se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del Balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el Balance Público durante enero-noviembre de 2020?

El Balance Primario[6] se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 153.5 mmdp; el programado era un superávit de 71.2 mmdp.

La posición del Balance Público[7] mejoró en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por debajo de lo calendarizado. Para el periodo enero-noviembre de 2020 fue de -399.3 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -481.3 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -167.2 mmdp.

Por otra parte, la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[8], fue de -678.2 mmdp a noviembre de 2020, o -2.9% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en noviembre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -300.0 mmdp (-1.2% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, la cual incluye el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en los RFSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respecto a noviembre de 2019, de IPAB (-90.9%), PIDIREGAS (-12.1%) y Banca de desarrollo y fondos de fomento (-2.8%).

Para el cierre del año Hacienda estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.8 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 716 mmdp de pesos al mes de noviembre. Es decir, se incrementó 5.3% o 585 mmdp respecto a noviembre de 2019. Sin embargo, disminuyó por segundo mes consecutivo. Poco más del 28% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Según lo publicado por Hacienda, el SHRFSP representó el 50.7% del PIB a noviembre de 2020, un incremento de 6.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

Las autoridades esperan cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables, que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

Hacienda estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Por su parte, distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) prevén escenarios de una mayor contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista: entre -8.9% y -9.0% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos, en relación con lo esperado por las autoridades para cierre de año.

Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020 el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, resultado del crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En noviembre de 2020 la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,633 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.2% (-71 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a noviembre (1,666 mbd) fue 14.6% (-285 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a noviembre se encuentra -78 mbd por debajo (-4.5%).

Precio del petróleo

De enero a noviembre de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.9 dólares por barril[9]. Ésta se ubicó 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en noviembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A noviembre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.0% (20.8 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.2% real (23.9 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 1.6% (-3.1 mmdp) respecto al año previo.

El valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[10]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] La recaudación federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo.

[2] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[3] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Comunicado 086 SHCP: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[6] Balance Primario: muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

[7] Balance Público: se obtiene a partir de restar el gasto neto total del sector público presupuestario a los ingresos presupuestarios. Este balance incluye al gobierno federal y el sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).

[8] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[9] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[10] Últimos 12 meses.

Números de Erario: octubre de 2020

La realidad vs. las ‘fantasías oficiales’


Mensaje principal

Estamos prácticamente cerrando el año, y constatamos con más claridad que nunca que el Ejecutivo vive en una realidad paralela: aquélla en la que el país sigue viviendo de los ingresos petroleros. Sin embargo, en el México real-real sucede algo muy distinto: el financiamiento de las políticas públicas depende, más bien, de la actividad económica (sí: de los ingresos tributarios).   

Resumen ejecutivo

En el acumulado de enero a octubre no hay sorpresas ni podía haberlas: las cifras publicadas continúan demostrando menores ingresos petroleros y tributarios, así como un mayor déficit público. Esta debilidad explica gran parte del subejercicio acumulado en el gasto neto.

Un dato llamó nuestra atención. Los ingresos tributarios representan ya el 64.3% de los ingresos totales del Sector Público, el porcentaje más amplio en 20 años. En efecto, el país ha cambiado muchísimo: en el mismo periodo (enero-octubre) de 2000 abarcaban sólo el 49.7%. ¿Y los ingresos petroleros? El extremo opuesto: presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales. A pesar de esta realidad, en el discurso político y en el presupuesto Pemex sigue siendo la prioridad del presidente…

Por lo demás, de enero a octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 6.2% (-281.9 mil millones de pesos: mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue incluso mayor con respecto a los datos reportados al tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

En los primeros 10 meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 295.3 mmdp, lo que significa una disminución anual real de 4.9%. Así, se suman tres periodos similares con reducciones en los ingresos (2018, con disminución de 3.0%, y 2019, de 0.3%). Hay un antecedente notable: la caída de 11.4% en el periodo enero a octubre de 2009, resultado principalmente de una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR. En efecto: hablamos de los embates de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 42.9%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.1% respecto al mismo periodo de 2019. Estos últimos se impulsaron por el crecimiento de los ingresos no tributarios (65.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.6%.

Sólo en octubre, la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, que comparados con los reportados en septiembre aumentaron 6.6% (25.2 mmdp), debido a los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (5.7%), petroleros (6.5%) y en empresas y organismos bajo control presupuestario directo (16.7%), a causa de lo que parece ser un amague de recuperación económica.

Por otra parte, entre enero y octubre el gasto neto del Sector Público ascendió a 4 billones 644 mmdp; este monto representa 76% del presupuesto aprobado anual. El subejercicio acumulado en el gasto neto suma 369 mmdp para el periodo, y equivale a 7.4% del presupuesto aprobado hasta octubre.  

El subejercicio del gasto no afecta a todos los ramos por igual. Los Ramos Autónomos ya acumulan el mayor subejercicio: 17.8% (-20.3 mmdp), mientras que el recorte acumulado de los Ramos Generales fue apenas 0.1% (-0.8 mmdp).

La inversión física en el periodo fue de 512.3 mmdp. Creció 4.6% respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 333.1 mmdp, lo que representa un crecimiento de 7.4% (22.9 mmdp) con respecto al año previo, sostenida por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE. ¡Pero no todo lo que brilla es oro! En Economía el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares sigue siendo el rubro que favorece una mayor inversión física, y con respecto a Turismo la inversión destinada a la construcción del Tren Maya es la encargada de impulsar el gasto.

Un último dato dramático: el ramo de Participaciones a Entidades Federativas y Municipios acumuló en lo que va del año un subejercicio de 11%. Eso equivale a 88.1 mmdp que se dejaron de transferir a gobiernos locales. No extraña entonces el surgimiento de conflictos y desacuerdos entre los estados y la Federación.


Análisis del ingreso

enero – octubre 2020 y octubre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

Durante los primeros 10 meses de 2020, la SHCP reportó que el Sector Público ingresó 4 billones 295.3 mmdp: una disminución de 4.9% en términos reales (-221.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 281.9 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno federal se ubicaron en 3 billones 333.1 mmdp, 1.7% (-56 mmdp) por debajo de los observados de enero a octubre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero-octubre de 2020 se han utilizado ya 119.1 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a octubre de 2020, los ingresos petroleros —del Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 448.8 mmdp, monto inferior en 44.5% (-359.5 mmdp) a los aprobados en la LIF. La explicación: una menor producción petrolera unida a menores precios observados del petróleo y del gas natural. Este monto fue menor en 42.9% (-336.7 mmdp), en términos reales, a lo observado en igual periodo de 2019.

Lo que vemos son los efectos de la caída en la demanda de hidrocarburos como consecuencia del confinamiento global. Este monto es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. Además, representa la mayor caída en términos porcentuales: superior incluso a la de enero-octubre de 2009, de 40.9%, cuando se registró una caída del precio del petróleo no vista en 30 años.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 761.6 mmdp; 5.4% (-159.2 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.6% menor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-octubre de 2019. Se trata de la primera caída para igual periodo después de ocho años (en enero-octubre de 2012 disminuyeron 1.7% anual).

Por sus principales componentes, el ISR prácticamente permaneció sin cambio. Sólo se incrementó 0.4% anual, resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 1.1% y 4.1%, respectivamente, debido a la desaceleración de la actividad económica producida todavía por las medidas de confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 3.0%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 5.9%. Los impuestos a la importación cayeron 15.2% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 1.6%, debido al crecimiento de 61.6% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.2% y la de ISR 1.2%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 8.1% anual, como consecuencia del crecimiento en todos sus rubros: IEPS en 241.0%; impuestos a la importación en 27.6%; ISR en 23.8%; IVA en 3.7%, y otros en 0.2%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP), en los primeros 10 meses de 2020, se ubicaron 178.1% (250.0 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 390.3 mmdp, lo que significó un incremento de 65.7% respecto al dato reportado en enero-octubre de 2019. De este monto, 317.6 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 114.8% anual, resultado de la recuperación de activos financieros. Del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 21.6 mmdp; de otros fideicomisos, 33.6 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 56.1% y 3.0%, respectivamente.

Por su parte, los ingresos de CFE ascendieron a 329.1 mmdp, 8.5% menores respecto a 2019 e inferiores en 4.1% (-14.0 mmdp) respecto al dato aprobado a inicios de 2020. La causa: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 365.5 mmdp, 0.8 mmdp (0.2%) por arriba del dato programado en LIF para los primeros 10 meses del año y 1.8% superior, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-octubre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.1% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.4% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en octubre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 6.6% (25.2mmdp) al reportado en septiembre. El monto de los ingresos en octubre es muy similar al observado en abril (406.3 mmdp) y junio (406.9 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

El incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en octubre respecto a septiembre (-1.1 dólares por barril, -3.0%) para ubicarse en 36.5 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el décimo mes de 2020 ascendieron a 51.8 mmdp, 6.5% (3.2 mmdp) por arriba del dato observado en septiembre. Comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 18.8% (-12.0 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 4.5% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 256.6 mmdp, lo que representó un incremento de 5.7% (13.9 mmdp) respecto al dato reportado en septiembre. Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.8%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (7.6%) e ISR (3.6%). Lo anterior está en concordancia con la recuperación económica y la recaudación.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.7% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-octubre de 2000, a abarcar el 64.3% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales.

Por su parte, la proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tuvieron un avance de 77.8% respecto a su meta anual en la LIF. Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE 2021, llevaron un avance de 79.8%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, representaron un 81.7% de avance. Veámoslo por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 45.5% respecto a lo aprobado en la LIF y de 56.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE 2021.
  • Los ingresos tributarios presentaron un avance de 78.8% respecto a la LIF2020 y de 85.4% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 235.9% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 77.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE 2021.

Los ingresos totales del Sector Público acumulados a octubre de 2020 no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF 2020: exhibieron un rezago de 6.2% (-281.9 mmdp). En octubre quedaron por debajo de la meta mensual en 10.2% (-46.1 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron por debajo de lo programado en 5.4% (-159.2 mmdp), por lo que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 5.0% (-42.5 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-71.7 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.0% por debajo de lo aprobado (-47.2 mmdp).

A octubre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-359.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 178.1% su meta a octubre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (250.8 mmdp vs. -532.6 mmdp).

En términos mensuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 10.2% (-46.1 mmdp), respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguieron mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 49.7% (-51.3 mmdp) que, de nuevo, aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 2.6% (-6.7 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario.

Al desagregarse los ingresos por tipo, en octubre se observaron ingresos excedentes de IVA en 4.2% (3.4 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 4.7% (-6.2 mmdp). Los ingresos NTNP tuvieron excedentes de 57.6% (6.8 mmdp).

En términos anuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 0.3% (1.3 mmdp) con respecto al dato de octubre de 2019: el componente petrolero se redujo 3.8% (-2.1 mmdp) y el tributario aumentó 3.4% (8.5 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – octubre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 10 meses del año?

Hasta octubre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 4 billones 644 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 644 millones de pesos, y representó el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante proviene del gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 236 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó 11% (508.7 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-octubre de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Esta obligación del Gobierno ha ido en aumento en los últimos años; en 2014 representó 6% del gasto neto y desde entonces se incrementa año con año, lo cual reduce el espacio fiscal, ocasionando que el Gobierno tenga menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

Un gasto programable esencial para detonar la actividad económica es la inversión física. En el periodo fue de 512.3 mmdp y representó sólo el 11% del gasto neto total. Con todo, creció 4.6% en relación con 2019. La proporción que representa en el gasto ha disminuido desde 2014, cuando equivalía 19.5%. La inversión distinta de Pemex alcanzó los 333.1 mmdp: con respecto al mismo periodo de 2019 creció 7.4% real (22.9 mmdp) y abarcó el 65% del gasto en inversión física del Sector Público de este periodo. Por su parte, la inversión en Pemex disminuyó 0.4% (0.7 mmdp) respecto al año previo.

En este año la inversión física distinta de Pemex se incrementó considerablemente: son las inversiones realizadas por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE las que sostienen este aumento. Hasta octubre, este tipo de inversión creció 7.4%.

En inversión física la Secretaría de Economía gastó 34.4 mmdp; el monto es 11 veces mayor que el realizado en 2019 —a pesar del incremento observado sólo representa 6.6% del gasto total en inversión física—. Como hemos reportado en números anteriores, el mayor gasto corresponde alpresupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física. Este programa tiene como objetivo apoyar a través de préstamos a familias y empresas afectadas por la pandemia.

La inversión física de la Secretaría de Turismo, hasta octubre, ascendió a 4.7 mmdp, monto 11 veces mayor al observado en 2019. El incremento de 1,007% en relación al año previo se debe a que esta Secretaría está a cargo de ejercer los recursos para la construcción del Tren Maya, incluyendo los estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto de inversión.

El ISSSTE es otro de los ejecutores de gasto que sostiene el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como hemos documentado en los Números de Erario: gasto en salud, esta institución ha superado por mucho su presupuesto anual aprobado en la compra de inversión física —que incluye insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros—. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y es 11 veces mayor al ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

A través de los Ramos Generales se ejerce el 56% (2,602 mmdp) del gasto total (con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno Federal cumple con sus obligaciones financieras o mandatos legales). Se consideran ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos.

Entretanto, el gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (976 mmdp) del gasto neto total.

Por su parte, los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (93 mmdp) del presupuesto. Como se ve, su participación tiene poco peso en el gasto total, por lo que aplicar medidas de austeridad a estos ramos sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto cuantioso en el tamaño o composición.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a octubre de 2020?

En el periodo, el gasto neto total ejercido muestra un avance de 76% con respecto a la meta anual aprobada y de 78% en relación con la meta estimada por la SHCP en los CGPE 2021. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 75% de la meta anual aprobada en el PEF.

Entretanto, el gasto programable del SP registró un avance de 77% respecto a la meta anual de gasto aprobada, y de 78% en relación con meta estimada en los CGPE 2021.

Un menor avance se observó en el gasto no programable: respecto a la meta aprobada avanzó 73%, y respecto a la meta estimada, 78%.

Por su parte, la inversión física pública del SP avanzó 78% con respecto a la meta aprobada.

El avance del costo financiero fue de 70% con respecto a la meta aprobada, y de 73% si se compara con la meta actualizada en los CGPE 2021.

El avance por ejecutor de gasto no es homogéneo: los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance respecto a las metas de gasto aprobadas: del 85%. Los Ramos Autónomos son los más rezagados: tuvieron un avance de 68%.

Entre enero y octubre, el gasto neto del Sector Público acumula un subejercicio de 7.4%, que equivale a no ejercer 369 mmdp ya aprobados en el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Los siguientes ramos presentaron un gasto mayor a lo aprobado; es decir, tuvieron un sobrejercicio:

  • Economía: sobrejercicio de 671% (32 mmdp)
  • Turismo: 77% (3 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Bienestar: 1% (2.1 mmdp)
  • Gobernación: 39% (1.6 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 11% (1.0 mmdp)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 74% (1.0 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 11% (0.8 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 58% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 17% (0.03 mmdp)

…Y estos son los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado; es decir, que subejercieron:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-88.1 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -13% (-73.1 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -11% (-47.0 mmdp)
  • Deuda Pública: -10% (-39.4 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -21% (-26.6 mmdp)
  • Educación Pública: -6% (-18.0 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -35% (-15.5 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -4% (-14.4 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -1% (-11.5 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -1% (-11.2 mmdp)

Por otra parte, de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos, nueve de ellos sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. En lo que va del año, sólo la Secretaría de Economía tuvo un sobrejercicio importante, porque el gasto de inversión física fue mucho mayor a lo calendarizado.

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.8% (-120.3 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-197.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 17.8% (-20.3 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.1% (0.8 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.8% (-26 mmdp)

Todos los ejecutores de gasto de los Ramos Generales gastaron menos de lo previsto. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35% (-15.5 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado también reportaron un menor gasto de lo planeado: el subejercicio de Pemex fue de 13% (-73 mmdp) y el de la CFE de 12% (47 mmdp).

A lo largo del año, el gasto de la CNDH, un Ramo Autónomo, fue menor de lo aprobado. Sin embargo, desde septiembre su gasto acumulado reportado fue mayor a lo aprobado y hasta octubre reportó un sobrejercicio de 75% (1.0 mmdp). El Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entretanto, acumula ya un subejercicio de 33%, el equivalente a 0.7 mmdp.

¿Cómo avanzó el gasto del gobierno sólo en octubre 2020?

Para el mes se tenía calendarizado un gasto neto de 468 mmdp, pero se ejercieron sólo 410 mmdp; es decir, no se gastaron 57 mmdp, el equivalente a 12% del gasto neto ya aprobado en el mes. Desde agosto observamos que los recortes en el gasto mensual se incrementaron en magnitud: han sido de aproximadamente 60 mmdp cada mes.

En este mes el subejercicio del gasto programable fue de 47 mmdp. Sólo se ejercieron 323 mmdp de los 370 mmdp previstos (el monto no ejercido es del 12% del gasto aprobado). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, fue 22% (12 mmdp) menor a lo aprobado.

El gasto no programable también fue menor a lo presupuestado en el mes: el subejercicio reportado fue de 10 mmdp (10%). Un menor gasto programable es resultado, en parte, de un menor costo financiero del Sector Público, en comparación con lo previsto en el calendario. En octubre este costo fue de 21.5 mmdp; en relación con el gasto planeado este monto es 16% menor (-4 mmdp).

 En octubre, los Ramos Autónomos ejercieron menos que lo aprobado en el mes (13% o 1.4 mmdp). Sin embargo, si analizamos cada ejecutor, llama la atención que la CNDH gastó siete veces más recursos que los presupuestados en el mes, con un sobrejercicio de 636.7% (0.8 mmdp). El Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor a su meta mensual: 11% cada ramo. En contraste, el Poder Judicial no ejerció 31.0% (1.9 mmdp); le siguió la FGR con un subejercicio de 19.9% (-0.3 mmdp) y el INAI, con uno de 17% (-0.01 mmdp).

Este mes, las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron el mayor recorte en el gasto: 33% (28 mmdp). El recorte de Pemex con respecto al monto aprobado fue de 35% (14.4 mmdp), y el de la CFE de 30% (13 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se encontró 9% (9 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, siete ramos exhibieron un sobrejercicio. Quienes más gastaron en relación a su meta mensual fueron: la CNH (330%), Bienestar (140%) y la CRE (114%). Y en 17 ramos se observó un subejercicio; fue la a Oficina de Presidencia quien tuvo el mayor subejercicio (57%). Le siguió la Secretaría de Cultura con menor gasto en 40%, y la Secretaría de Educación Pública, al no ejercer 34% del gasto aprobado.

En los Ramos Generales el subejercicio en el mes fue de 3% (-6.8 mmdp). El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 51% (-2.9 mmdp). Entretanto, las Aportaciones Federales gastaron 5% por arriba (4.7 mmdp) de su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 3% (-3.1 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a octubre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 608.3 mmdp, lo que supone una disminución de 7.2% (-201.1 mmdp) en relación con igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-2.0%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 15.4% anual) no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto se verificó en 2016 (6.3%).

La reducción en la RFP durante los primeros 10 meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-2.0%):

  • Automóviles nuevos (-20.5%)
  • Comercio exterior (-15.1%)
  • Tenencia (-12.3%)
  • Derechos a la minería (-7.1%)
  • ISR (-5.7%)
  • Producción y servicios (-4.4%)
  • IVA (-2.7%)
  • ISR (-1.0%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)
 

Durante octubre de 2020, la RFP fue de 228.8 mmdp, menor en 8.6% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-3.9%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-42.6%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 495.9 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.3% (-117.0 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 612.8 mmdp. Con ello, se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-octubre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes: 

  • Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-62.4%), 
  • Subsidios (-9.5%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28 (-7.0%) debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.5% real, respecto a octubre de 2019.

 

El nivel observado del gasto en el periodo enero-octubre de 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado debido a la caída en el crecimiento económico, que ha impactado en gran medida a la RFP.

En octubre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 144.0 mmdp, registrando un incremento de 8.6% respecto a octubre de 2019, debido principalmente al aumento de 29.7% en las participaciones federales y de 32.6% en los convenios de descentralización. Por su parte, las aportaciones federales se redujeron 1.0% y los subsidios 32.8%.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación.

Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.0%), Hidalgo (-11.3%) y Puebla (-11.0%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (2.8%), Chiapas (3.3%) y Colima (4.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 10 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 644.5 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.5% (2.9 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.3%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.5%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.7 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron: Tabasco, Tlaxcala y Chiapas. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Recomendación)

Se considera estratégico que el Gobierno Federal incentive el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente el municipal, imponiendo una carga fiscal al erario federal.

Con el fin de reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal, para compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. Se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante enero-octubre de 2020?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 175.9 mmdp (el programado era un superávit de 100.6 mmdp).

El Balance Público, por su parte, presentó un deterioro en su posición, en comparación con la observada en meses anteriores, pero se colocó por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-octubre de 2020: fue de -327.4 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -430.9 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -154.1 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[1], fue de -556.1 mmdp a octubre de 2020, o -2.4% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en octubre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -203.0 mmdp (-0.8% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, las cuales incluyen el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en las RFPSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respeto octubre de 2019, de IPAB (-82.5%), PIDIREGAS (-28.6%) y banca de desarrollo y fondos de fomento (-5.0%).

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.3 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 956 mmdp de pesos al mes de octubre. Es decir, se incrementó 9.3% o 1 billón 16 mmdp respecto a octubre de 2019.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 51.8% del PIB a octubre de 2020, un incremento de 8.2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE 2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Entre las distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista, la cual se ubica en un rango entre -9.0% y -9.3% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades para cierre de año. Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020, el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, debido al crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En octubre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,627 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 2.1% (-34 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a octubre (1,669 mbd) fue 14.4% (-282 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE 2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a octubre se encuentra -75 mbd por debajo (4.3%).

Precio del petróleo

En los primeros 10 meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió los 34.5 dólares por barril[2]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.2% por debajo (-0.1 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE 2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios, impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en octubre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A octubre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.6% (22.7 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.6% real (23.4 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 0.4% (-0.7 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[3]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[2] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[3] Últimos Doce Meses

Números de Erario: tercer trimestre de 2020

Hacia el final extenuante del año


Mensaje principal

Las cifras publicadas al tercer trimestre son la antesala del cierre de 2020. A tres meses de que termine el año, la fotografía parece completa: continúa la caída de ingresos petroleros y tributarios, lo que afecta a la Recaudación Federal Participable y a las transferencias de gasto federalizado. En el horizonte, un mayor déficit público.

Resumen ejecutivo

A tres meses de que termine 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-235.8 miles de millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la LIF. Con todo, la diferencia de los ingresos obtenidos vs. los aprobados en el tercer trimestre fue menor a la observada en el segundo trimestre del año (-5.7% vs. -6.1%). En el primer trimestre del año esta diferencia fue positiva (1.8%).

En los primeros nueve meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 3 billones 889.3 mmdp, lo que representa una disminución anual real de 5.4%, la mayor para periodos similares observados después de la caída de 8.3% en enero-septiembre de 2009.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 45.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4% con respecto al mismo periodo de 2019. Éstos últimos fueron impulsados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (76.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.9%.

Sólo para septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales; si los comparamos con los reportados en agosto disminuyeron 25.4% (-129.4 mmdp). Este monto representa el segundo más bajo del año, después del reportado en mayo de 2020 (326.9 mmdp).

El Balance Primario pasó de un superávit de 287.1 mmdp en el periodo de enero a septiembre de 2019 a uno de 156.7 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.4%. El Balance Público mostró un deterioro considerable con respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 86.3% y alcanzar los -308.5 mmdp.

Por su parte, el gasto neto del Sector Público para el periodo es de 4 billones 234 mmdp. Acumula un subejercicio de 311.7 mmdp, equivalente a no ejercer 6.9% del gasto aprobado en el periodo, el cual se observó en 36 de los 48 ramos.

La Secretaría de Economía y Turismo acumularon un gasto mayor a lo previsto al tercer trimestre. Son estas dos secretarías las que apuntalan el alza observada en la inversión física distinta de Pemex, que tan sólo en lo que va del año es 10% mayor a lo observado en el año previo.

El Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física, lidera el gasto de la Secretaría de Economía. El excedente en el gasto de la Secretaría de Turismo también tiene su origen en la inversión física: hasta septiembre gastó 4.1 mmdp: 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento es el resultado de destinar 3.3 mmdp a la construcción del Tren Maya.

Si bien la inversión física creció en relación con el año previo, con respecto a la meta trimestral presenta un subejercicio de 12.2% (-65.5 mmdp). Cabe destacar que 24% de la inversión física se realizó en Campeche; 14% en la CDMX, y 11% en Tabasco.

Por último, continúa la disminución en los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del Gasto Federalizado; por ello, a pesar de tener una autonomía fiscal limitada, los gobiernos subnacionales deben considerar reforzar sus haciendas públicas a través de una mayor recaudación ingresos propios.


Análisis del ingreso

enero – septiembre 2020 y septiembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 889.3 mmdp durante los primeros nueve meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 5.4% real (-2,20.3 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 235.8 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 40.5 mmdp, 1.5% (-46.8 mmdp) por debajo del dato aprobado a inicio de año y 1.2% (-38.0 mmdp) menos que los observadosde enero a septiembre de 2019. Dicha disminución se compensará, en parte, con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

Al tercer trimestre de 2020, los ingresos petroleros (Gobierno Federal y propios de Pemex) se ubicaron en 397.0 mmdp, monto inferior en 43.7% (-308.2 mmdp) con respecto a lo aprobado en la LIF, debido a una menor producción petrolera así como a menores precios observados del petróleo y del gas natural. En comparación con lo observado en el tercer trimestre del año anterior, este monto también es menor: 45.7%, en términos reales. Las medidas de confinamiento e incertidumbre sobre la reincorporación gradual de las actividades económicas, que se han reflejado de manera negativa en el sector petrolero, también han tenido que ver con esta caída. Cabe destacar que es el monto más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros presentaron una caída de 4.6%; sin embargo, en igual periodo de 2018, se observa un crecimiento de los mismos de 15.3%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno Federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 163.7 mmdp, lo que representa una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex ascendieron a 233.3 mmdp: una disminución de 40.3%, debido a menores ventas en el mercado interno.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 505.1 mmdp, 5.7% (-152.4 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicios de 2020. Este monto fue 0.9% menor, en términos reales, con respecto a lo reportado en el tercer trimestre de 2019; no es de extrañar, dado el panorama económico por el que atraviesa el país por efectos de la pandemia, lo que ha repercutido en una menor recaudación tributaria. A su interior, el ISR prácticamente permaneció sin cambio, pues únicamente se incrementó 0.1% anual, resultado de un mayor esfuerzo por parte de las autoridades para incrementar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 2.0% y 3.7%, respectivamente. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 1.5% y los distintos de gasolina y diésel 7.5%. Estos últimos incluyen el impuesto a tabacos labrados, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, juegos con apuestas y sorteos, redes públicas de comunicaciones, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, alimentos no básicos con alta densidad calórica, plaguicidas, carbono, y aguas, refrescos y sus concentrados. (Esta caída fue pequeña, en apariencia, pero pongámosla en perspectiva: de enero a septiembre de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 2.4% debido al crecimiento de 63.9% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 2.6% y la de ISR 0.6%).

Para el mismo periodo, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 189.2% (243.2 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF, con un monto observado de 371.7 mmdp; y con respecto al dato reportado en los primeros nueve meses de 2019, el incremento es de 76.7%. De este monto, 304.7 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 130.0% anual, resultado de la recuperación de activos financieros: del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; de otros Fideicomisos, 55.3 mmdp —incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México por 21.6 mmdp—; de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda, 28.0 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 59.0% y 4.0%, respectivamente.

Los ingresos de CFE ascendieron a 286.4 mmdp, 10.0% menores respecto a 2019 e inferiores en 19.8 mmdp respecto al dato aprobado a inicio de 2020.

Los ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) ascendieron a 329.1 mmdp, 1.5 mmdp por arriba del dato programado para los primeros nueve meses de 2020, y 2.1% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019. Respecto al IMSS, se reportaron menores ingresos en relación con el monto aprobado (-8.9 mmdp), debido al menor dinamismo de la actividad económica —que reportó una caída de 9.6% en los primeros nueve meses de 2020— y a una disminución en la creación de empleos formales —738 mil trabajadores asegurados menos a septiembre de 2020, respecto a diciembre de 2019[1]—. Los ingresos del ISSSTE fueron 10.5 mmdp superiores a los aprobados, por la venta de inmuebles y la recuperación de cuotas y aportaciones de años anteriores.

Al tercer trimestre de 2020, se obtuvieron ingresos por pago de contribuciones, en especie o servicios, por 0.9 mmdp[2].

Ahora comparemos el promedio del periodo enero-septiembre, en los dos años que van de la administración de AMLO, con lo observado en periodos similares en el sexenio de EPN. Se observa una caída de 36.1% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.2% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan solo 2.9% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales, monto menor en 25.4% (129.4 mmdp) al reportado en agosto. El monto de los ingresos en septiembre fue el segundo menor observado, después de los 326.9 mmdp de mayo. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicha disminución.

Cabe destacar que la caída mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por las disminuciones de los ingresos tributarios, de los ingresos de IMSS, ISSSTE y CFE, y de los ingresos NTNP.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en septiembre respecto a agosto (-2.7 dólares por barril, 6.8%), para ubicarse en 37.6 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el noveno mes de 2020 ascendieron a 48.6 mmdp, 5.4% (2.5 mmdp) por arriba del dato observado en agosto. Respecto a marzo se ubicaron 27.4% (10.5 mmdp) por arriba, pero comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 23.8% (-15.2 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 71.4% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 242.6 mmdp, lo que representa una caída de 6.1% con respecto al dato reportado en agosto. Están muy lejos de alcanzar los niveles de enero (364.6 mmdp) y marzo (376.4 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, disminuyeron 4.0%, debido a reducciones en la recaudación del IVA e ISR.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.9% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-septiembre de 2000, a alcanzar el 64.4% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, en esa misma comparación los ingresos petroleros presentaron este año la proporción más baja como parte de los ingresos totales: 10.2%.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-septiembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 70.4% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingresos establecida en los Criterios Generales de Política Económica 2021 (CGPE), llevan un avance de 72.3%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 40.2% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 49.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 71.5% respecto a la LIF2020, y de 77.5% respecto al cierre.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentan un avance de 224.6% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 74.2% respecto al cierre.

Por otra parte, los ingresos totales del Sector Público acumulados en el tercer trimestre del año no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020: exhibieron un rezago de 5.7% (-235.8 mmdp). En septiembre, quedaron 14.8% por debajo de la meta mensual (-66.1 mmdp). Podemos comprobar que la diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.7% por debajo de lo programado (-152.4 mmdp) en el calendario; lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 6.0% (-45.9 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-65.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.4% por debajo de lo aprobado (-44.0 mmdp).

A septiembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 43.7% en comparación con lo que se esperaba para este periodo (-308.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 189.2% su meta a septiembre. Sin embargo, como montos excedentes no alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (243.2 mmdp vs. -460.6 mmdp).

En términos mensuales, en septiembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 14.8% (66.1 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 40.6% (-33.2 mmdp), que aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno Federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 11.3% (-31.0 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mes. Al desagregarse los ingresos por tipo, en septiembre no se observaron ingresos excedentes de IVA; el rezago en ellos es de 11.9% (-9.8 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 14.2% (-19.7 mmdp), y los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 6.3 mmdp.


Fideicomisos al tercer trimestre de 2020

Al 30 de septiembre de 2020 se reportan 330 actos jurídicos[3]: 301 fideicomisos[4], 23 mandatos y seis análogos[5], los cuales suman un total de 577.9 mmdp, y muestran una disminución de 34.7% real (-307 mmdp), respecto del monto observado en el mismo periodo de 2019. Respecto a junio de 2020, presentan una caída de 20.7% (-153.5 mmdp). Respecto a diciembre de 2019, son menores en 24.2% (-184.1 mmdp).

La mayor parte de los fideicomisos se encuentra en el grupo temático de ‘subsidios y apoyos’ (117), y ‘en apoyos financieros’ y ‘otros’ (110).

En el primer grupo destacan el Fondo para la Participación de Riesgos y el Fideicomiso de Contragarantía para el Financiamiento Empresarial, ambos de la de la SHCP, además del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos y del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Sustentabilidad Energética; éstos dos últimos figuran en la lista de los 109 fideicomisos a desaparecer.

En el segundo grupo destacan el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (que pasará a la Tesofe), el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar de la Defensa Nacional, el Fondo de la Financiera Rural y el Fideicomiso de Capital Emprendedor, éstos dos últimos de la SHCP, los cuales también están en la lista de los que desaparecerán en el siguiente año.

Por monto, 44.6% de las disponibilidades totales que se encuentran contenidas en los 25 actos jurídicos que corresponden a los grupos temáticos de apoyos financieros y de estabilización presupuestaria, mientras que el 16.6% están registradas en infraestructura pública, 14.0% en pensiones, y el 12.9% restante se agrupa prestaciones laborales y subsidios apoyos.

De los dos grupos temáticos que más dinero reciben (suman el 61.2% de los recursos disponibles), destacan los de infraestructura pública, entre los que se cuentan dos a cargo de la SHCP —el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del artículo 16 de la Ley Aduanera y el Fideicomiso 1936 Fondo Nacional de Infraestructura—; uno a cargo de la Secretaría de Economía —Fondo para el Desarrollo De Zonas de Producción Minera— y uno a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales —Fideicomiso Irrevocable de Administración y Fuente de Pago, No. 1928-Para apoyar el proyecto de saneamiento del Valle de México—.

Al tercer trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 10 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción, de éstos últimos:

  • Nueve son de la Hacienda y Crédito Público,
  • Seis de Turismo
  • Seis de la Secretaría de Cultura,
  • Tres de Comunicaciones y Transportes,
  • Tres de Educación Pública,
  • Dos de medio ambiente y recursos naturales,
  • Uno de Economía,
  • Uno de Salud, y
  • Uno del Conacyt.

Al cierre de 2020 se espera la extinción de 109, equivalentes a 68.5 mmdp; sin embargo, todavía no tenemos claridad sobre el adecuado destino de los recursos obtenidos por su extinción. Lo único cierto es que pasarán a la Tesofe y que serán destinados a los fines que determine la SHCP a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Por último, es preciso destacar que los fideicomisos de estabilización presupuestaria, entre los que destacan el Fideicomiso Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas (FOREF) y el Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (FAISEG), se redujeron de manera considerable respecto a junio, al pasar de 262.0 mmdp a 110.0 mmdp. En el siguiente apartado describiremos con detalle los saldos del FEIP y el FEIEF.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante el periodo enero-septiembre de 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 16.2 mmdp, derivadas de la aportación del Fondo Mexicano del Petróleo por 9.1 mmdp, así como de ingresos por productos financieros, por 7.1 mmdp. Las salidas, sin embargo, alcanzaron los 119.1 mmdp, destinados a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal observados al primer semestre del año y al pago de honorarios al fiduciario. Además, se observó una variación cambiaria de 3.5 mmdp.

El saldo del FEIP al tercer trimestre de 2020 se ubicó en 59.0 mmdp. Queda claro que el Gobierno Federal agotará lo recaudado en FEIP este mismo año, ante la crisis económica provocada por la covid-19.

Por su parte, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), al tercer trimestre de 2020, tuvo ingresos por 5.2 mmdp, integrados de la siguiente forma:

  • 2.6 mmdp por la aportación ordinaria del Fondo Mexicano del Petróleo.
  • 0.03 mmdp por los reintegros a entidades federativas, conforme a las compensaciones provisionales que les fueron transferidas en 2019 con cargo al FEIEF.
  • 2.5 mmdp por rendimientos financieros.

Los egresos en el FEIEF fueron de 35.1 mmdp, por concepto de compensaciones provisionales a entidades federativas y municipios, y pago de honorarios fiduciarios.

El saldo del FEIEF se ubicó en 30.5 mdp.

El FEIEF tendrá una reducción importante para el cierre de 2020; debido a la crisis se han transferido recursos a las entidades de manera mensual, para cumplir con las partidas presupuestarias.


Análisis del gasto

Enero – septiembre 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros nueve meses del año?

El gasto neto total del Sector Público acumulado a septiembre fue de 4 billones 234 mmdp. De ellos, 3 billones 085 mmdp son del gasto programable del SP y representaron el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable (1 billón 149 mmdp).

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (487.3 mmdp) del total del gasto observado de enero a septiembre de este año, una participación que se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Sin embargo, hay que abrir el foco: esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde septiembre de 2014, cuando representó sólo 6.3%; es decir, en los últimos ocho años aumentó 83% real. Tal aumento reduce el espacio fiscal: el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 469 mmdp, lo que representó 11% del gasto neto total (una participación que se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 19.4% del total). La inversión distinta de Pemex creció 24.2% real (58.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.5% (7.4 mmdp), también respecto al año previo.

La Secretaría de Turismo y el ISSSTE se suman a la Secretaría de Economía como los ‘apuntaladores’ del alza en la inversión física distinta de Pemex.

La Secretaría de Economía ejerció el 7.2% (33.6 mmdp) de la inversión física en 2020, lo que contrasta con el 0.7% que representó en el año previo; se trata de un incremento de 1,036% (30.9 mmdp). Es decir, ha gastado 11 veces más. Esto es lo que resulta de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física.

La Secretaría de Turismo ha gastado 12 veces más el presupuesto ejercido en 2019 en inversión física: pasó de representar 0.1% de la inversión ejercida en 2019 a 0.9% en 2020. Hasta septiembre gastó 4.1 mmdp, 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento, como ya sospechábamos el mes pasdo, es el resultado de destinar 3.3 mmdp en la construcción del Tren Maya. Hasta septiembre se han ejercido 43.6 mdp, destinados a un estudio de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias, y 3.3 mmdp para el proyecto de inversión.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública respecto a 2019 fueron el ISSSTE, con un aumento de 1,234% (2.3 mmdp), y el IMSS, con uno de 335% (3.7 mmdp)

Con respecto a la inversión física aprobada al tercer trimestre, el informe trimestral permite observar un subejercicio de 12.2% (65.5 mmdp). Los Ramos en los que se observa un subejercicio en la inversión física son: Seguridad y Protección Ciudadana (100.0% o -0.1 mmdp), la Fiscalía General de la República (100.0% o -0.3 mmdp), Cultura (99.7% o -1.2 mmdp) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (98.4% o -0.2 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 55% (2,341 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron 21% (880 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (84 mmdp) del presupuesto; su participación en el gasto es poco significativa. Son a estos ramos a los que precisamente se les han aplicado las medidas de austeridad, así que dada su baja participación en el gasto, éstas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a septiembre de 2020?

69.3% es el avance del gasto neto total con respecto a su meta anual aprobada y 70% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 69% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 70% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 70.3%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 67.6% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada tiene un avance de 74.0%.

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 72%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 67% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a sus metas anuales: el 77%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual, tuvieron un avance de 61%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a septiembre de 6.9% (-311.7 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente:

El sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado, se distribuyó de la siguiente manera (cifra entre paréntesis en mmdp):

  • Economía: 814% (32.06)
  • Turismo: 90% (3)
  • Energía: 5% (2.56)
  • Gobernación: 34% (1.27)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 13% (1.22)
  • Relaciones Exteriores: 13% (0.86)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 20% (0.26)
  • Hacienda y Crédito Público: 0% (0.13)
  • Trabajo y Previsión Social: 0% (0.09)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 43% (0.07)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera (cifra en paréntesis en mmdp):

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-82.11)
  • Petróleos Mexicanos: 11% (-58.84)
  • Deuda Pública: 11% (-38.54)
  • Comisión Federal de Electricidad: 9% (-33.84)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-24.27)
  • Aportaciones a Seguridad Social: 2% (-14.59)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 32% (-12.65)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: 2% (-12.42)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 2% (-12.05)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: 3% (-10.51)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 814% (32.0 mmdp)
  • Turismo: 90% (3.0 mmdp)

En estos ramos, el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.8% (-92.7 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.5% (-190.7 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 18.4% (-18.9 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 1.0% (8.6 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.7% (-22.9 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos que lo planeado. El Ramo 25 —Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos— tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a agosto 33.0% (-12.6 mmdp).

En lo que toca al gasto de las Empresas Productivas del Estado, Pemex ejerció 11.6% (-58.8 mmdp) menos de lo previsto en la meta al periodo enero a agosto. La CFE también tuvo un subejercicio: 9.7% (-33.8 mmdp).

Después de acumular varios subejercicios, la CNDH presenta un sobrejercicio de 20.2% (0.2 mmdp) entre enero y septiembre. Mientras que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) acumula ya un subejercicio de 34.8%, el equivalente a 0.7 mmdp menos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en septiembre de 2020?

El subejercicio del gasto en septiembre fue muy similar al observado en el mes previo: el gasto total, de 427.8 mmdp, fue 12.5% menor (-61.4 mmdp) en relación con la meta mensual.

En septiembre el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado en el gasto programable. El gasto programable del SP en el mes de septiembre (319.6 mmdp) se rezagó 11% (-39.3 mmdp).

El costo financiero del Sector Público en septiembre fue de 44.7 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 21.1% (-12 mmdp). El menor costo financiero se explica por un menor pago de participaciones a los estados y municipios (-9.6%), así como un menor pago de ADEFAS y otros.

En el mes de septiembre los Ramos Autónomos gastaron menos que lo aprobado en dicho mes (8% o -0.8 mmdp). No obstante, la CNDH ejerció cinco veces más el presupuesto aprobado en el mes, con un sobrejercicio de 562.3% (0.7 mmdp). El gasto del Poder Judicial también fue mayor: 11.9% (0.01 mmdp). En contraste, el TFJA no ejerció 31.4% -(0.07 mmdp); le siguió la FGR con 25.5% (-0.3 mmdp) y el IFT con 20.8% (-0.03 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: de 11.2% (-11.2 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8% en el mes.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 8% (-0.8 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (282.7%), la CRE (123.3%) y la SHCP (118.5%). En contraste, la Secretaría de Bienestar tuvo un subejercicio de 91.7%; le siguieron las Entidades no Sectorizadas, con un recorte de 57.7% y la Secretaría de Turismo, que no ejerció 42.4% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.6% (-2.6 mmdp). Mientras que las Aportaciones Federales fueron las que ejercieron un menor porcentaje: 0.6% (-0.35 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 1% (-0.7 mmdp).

¿Cómo avanzaron los programas presupuestarios?

Presentamos los cinco principales programas presupuestarios que ejercieron un presupuesto por encima y por debajo de su meta trimestral.

Programas con sobrejercicios

  • Comercialización de energía eléctrica y productos asociados: 405% (147.3 mmdp)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 847% (54.6 mmdp)
  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares: 31.5 mmdp.
  • Prestación de servicios corporativos: 22% (21.0 mmdp)
  • Servicio de transporte de gas natural: 31% (11.5 mmdp)

Programas con subejercicios:

  • Proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos: 29% (64.2 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica: 74% (-55.9 mmdp)
  • Fondo General de Participaciones: 11% (-55.3 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de la Red Nacional de Transmisión: 656% (-50.8 mmdp)
  • Valores gubernamentales: 14% (24.4 mmdp)


Recaudación Federal Participable

De enero a septiembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billlones 384 mmdp, lo que representó una disminución de 9.9% (-261.5 mmdp) respecto a igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (4.5%) y petroleros (55.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de 16.1% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019, presentó crecimientos, el más alto en 2016 (5.6%).

La reducción en la RFP al tercer trimestre de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en:

  • Ingresos tributarios (-4.5%):
    • Automóviles nuevos (-22.0%)
    • Comercio exterior (-15.9%)
    • Derechos a la minería (-11.7%)
    • Tenencia (-7.7%)
    • ISR (-5.7%)
    • Producción y servicios (-4.2%)
    • IVA (-3.3%)
  • Ingresos petroleros (-55.7%)
    • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-55.7%)
    • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante septiembre de 2020, la RFP fue de 232.6 mmdp, menor en 6.2% a la reportada en septiembre de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (3.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (37.9%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 351.3 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.7% (-128.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 480.0 mmdp y una caída de 3.8%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 8.2%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-septiembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-64.8%).
  • Subsidios[7] (-7.2%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
  • Participaciones-Ramo 28[8] (-9.6%), debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.6% real, respecto a septiembre de 2019.

El gasto federalizado presentó niveles parecidos, en periodos similares, en 2014 y 2015, y en 2016 y 2017. El nivel observado en 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años.

En septiembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 135.5 mmdp, registrando una caída anual de 12.3%, debido a reducciones en todos sus rubros: Subsidios (-39.4%), Convenios de Descentralización (-33.5%), Ramo 28 (-8.2%) y Ramo 33 (-2.6%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a septiembre de 2020 las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 646.5 mmdp, lo que significó una caída de 9.6% (-68.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (715.4 mmdp), resultado de una menor recaudación. A pesar de que se han entregado a los estados 32.7 mmdp del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), ello no alcanza a compensar la disminución de las participaciones. Desde la caída de 20.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, la SHCP prevé para el cierre de 2020 una disminución de 114.7 mmdp en el pago de participaciones a los estados y municipios.

Por componentes del Ramo 28, tres de los rubros con mayores recursos presentaron caídas anuales importantes en el periodo enero-septiembre de 2020: el Fondo General (-9.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-9.7%) y el Fondo de Fiscalización (-6.7%). Por su parte, el Fondo ISR[9] presentó un crecimiento de 4.3%.

La disminución de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 30 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-17.2%), Hidalgo (-13.7%) y Puebla (-13.2%). Campeche merece mención especial, ya que sus transferencias se han visto afectadas por menores recursos petroleros; sin embargo, HR Ratings espera que, aunque caigan sus Participaciones en este año, el impacto se verá reducido debido al comportamiento esperado en la recaudación, en línea con el programa de reemplacamiento llevado a cabo en 2020[10]. Sólo dos entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (0.6%) y Colima (2.9%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros nueve meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 580.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.6% (3.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.3%), el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.1%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.7%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.6 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron Tabasco, Aguascalientes y Tlaxcala. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Hidalgo y Quintana Roo.

Las entidades federativas enfrentan un escenario poco optimista, ya que sus recursos se han visto mermados a lo largo de 2020, resultado del deterioro económico por la pandemia. A pesar de que se han aprobado propuestas para ayudarlas, éstas sólo son soluciones de corto plazo que pueden llegar a comprometer una parte de sus recursos futuros, como es el caso de las recientes reformas aprobadas a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, en las que podrán diferir pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo hasta de 12 meses para apoyar su liquidez. Además, las transferencias federales etiquetadas de 2019 podrán devengarse y pagarse en diciembre de 2020, y las de 2020 podrán devengarse y pagarse en octubre de 2021[11].

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, y compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público al tercer trimestre del año?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 156.7 mmdp. El programado era un superávit de 87.9 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-septiembre de 2020: fue de -308.5 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -418.0 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -165.6 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -542.1 mmdp a septiembre de 2020, o -2.7% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en septiembre. Al interior de sus componentes, las necesidades de financiamiento del IPAB disminuyeron 76.3% respecto a septiembre de 2019; las de Banca de Desarrollo y Fondos de Fomento se redujeron 20.5% y las de PIDIREGAS 16.5%.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.0 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al mes de septiembre sumó 12 billones 164 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.1% o 1 billón 113 mmdp respecto a septiembre de 2019. El 55.3% de la variación respecto al cierre de 2019 se debió a la depreciación del peso frente al dólar.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 53.0% del PIB a septiembre de 2020, un incremento de 8.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual volvió a confirmar en este informe trimestral. Entre las distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales oscilan en un rango entre -9.0% a -9.8% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Al tercer trimestre de 2020, el Inegi estima una caída del PIB de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019; para el periodo de enero a septiembre de 2020, la caída fue de 9.6% anual.

Producción de petróleo

En septiembre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,644 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.0% (-69 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a septiembre (1,674 mbd) fue 14.2% (-277 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra -70 mbd por debajo (4.0%).

Precio del petróleo

En los primeros nueve meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.3 dólares por barril[13]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en septiembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Al tercer trimestre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 7.7% (33.4 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 9.6% real (26.2 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 63.6% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 4.4% (7.2 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[14]) al mes de agosto de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


Recapitulación

¿Qué se espera el cierre de 2020?

Como ya lo había previsto México Evalúa los ingresos del Sector Público serán menores a los programados, debido a las condiciones económicas impuestas por la pandemia. La SHCP anticipa que los ingresos presupuestarios en 2020 sean inferiores en 268.2 mmdp respecto a los previstos en la LIF2020, resultado de menores ingresos petroleros por 312.5 mmdp, menor precio y plataforma de producción petróleo, y menor demanda de combustibles ante la disminución de actividades por la pandemia. Y también debido a menores ingresos tributarios no petroleros (-273.7 mmdp) asociados a la disminuida actividad económica. En cambio, los ingresos no tributarios serán superiores a los previstos en 335.4 mmdp, por los recursos del FEIP y la recuperación de otros activos para mitigar los efectos de la crisis económica.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, se prevé una disminución en el pago de participaciones a los estados y municipios de 114.7 mmdp, el cual será compensado en parte con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Entidades Federativas, y un mayor gasto programable en 19.9 mmdp. Se estima que el gasto neto presupuestario pagado sea menor en 128.6 mmdp.


[1] Aunque en realidad la pérdida de empleos equivale a más de 12 millones, principalmente en el sector informal, de los cuales sólo se han recuperado 7.5 millones.

[2] Conforme a lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020.

[3] De éstos 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[4] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales, el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[5] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[10] HR Ratings ratificó la calificación de HR AA – con Perspectiva Estable al Estado de Campeche: https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_Campeche_20200924.pdf

[11] Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y del Decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental, aprobado por la Cámara de Diputados el 19 de octubre de 2020.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[13] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[14] Últimos Doce Meses