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Autor: México Evalúa

Números de Erario: octubre 2019

La caída en ingresos se agudizó

Han transcurrido 10 de 12 meses de la ejecución del primer presupuesto del gobierno de AMLO. Ya tenemos información suficiente como para caracterizar su primer ejercicio fiscal. Destaca una disciplina fiscal fuerte, que se ha reflejado en un balance primario positivo, el cual fue añorado durante mucho tiempo y aún no se ha debilitado frente a una crisis de ingresos públicos. En los primeros 10 meses de 2019 los ingresos públicos son menores en 178 mmdp a los previstos para estas alturas del año, y 156 mmdp menores a los obtenidos el año anterior durante el mismo periodo. Además, la caída en los ingresos públicos arreció hacia finales del presente año: 35% de esta caída se acumuló sólo en octubre.

 Nuestra inquietud principal

Ante la debilidad de los ingresos se sigue recortando el gasto en infraestructura; cambios institucionales han provocado que continúe el subejercicio del gasto en salud. Creemos que debe observarse un ejercicio presupuestario menos reactivo a los retos fiscales y a la implementación de nuevos programas públicos.

Análisis dato a dato

INGRESOS

Enero a octubre de 2019 vs. enero a octubre de 2018

  • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayeron 3.6% (-156 mmdp)[2]. (Ver Gráfica 1.2)
  • Los ingresos petroleros tuvieron una disminución de 20%[3] (-165 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior.
  • Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (en 1.2% o -17 mmdp y en 3.3% o -26 mmdp, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1.2).
  • Los ingresos tributarios sí aumentaron (1.6% o 42 mmdp). La recaudación del impuesto a las gasolinas creció 61% (93 mmdp). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de 20% (-164 mmdp[4]) en los ingresos petroleros.

Octubre de 2019 vs. octubre de 2018

  • Los ingresos presupuestarios fueron 11.6% (-54 mmdp) menores respecto a lo observado en octubre de 2018. (Ver gráfica 2)
  • Los ingresos petroleros del Sector Público exhibieron una caída de 40% (-35 mmdp), la caída que más aportó a la disminución de los ingresos presupuestarios.
  • Por su parte, los ingresos tributarios tuvieron un retroceso de 5.5% (-15 mmdp) comparados con octubre de 2018. En este mes, con excepción del IEPS a gasolinas y diésel, disminuyeron los ingresos tributarios comparados con el mismo mes del año previo.
  • La recaudación por IVA disminuyó en 8.6% (-7.6 mmdp); por ISR, en 7.9% (-10.8 mmdp), y por IEPS distinto de gasolina y diésel cayó 9.7% (-1.3 mmdp). Lo anterior contrasta con el incremento de 45% (8.5 mmdp) en la recaudación por IEPS gasolinas y diésel, respecto al mismo mes del año anterior.

Enero a octubre de 2019 aprobado vs. enero a octubre de 2019 observado

  • Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4% por debajo de lo aprobado (-178 mmdp)[5]. (Ver Gráfica 1.3)
  • Los ingresos petroleros son los más rezagados. Se ubican 22%[6] (-192 mmdp) por debajo de los aprobados en LIF 2019. Por su parte, los ingresos petroleros del Gobierno federal fueron 16% (-71 mmdp) menores a lo estimado para el periodo enero a octubre 2019. Por su parte, lo ingresos petroleros de Pemex fueron 29%[7] (-120 mmdp) menores a su calendario aprobado.
  • Los ingresos tributarios van 2.9% (-80 mmdp) por debajo del calendario aprobado. (Ver Gráficas 4 y 5); los ingresos por IVA e ISR van 3.2% (-46 mmdp) y 6% (-51 mmdp) por debajo de su meta, respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS de gasolinas van 14% arriba de los aprobados (31 mmdp). La recaudación de este impuesto ha ayudado a compensar el rezago de los ingresos tributarios, a pesar de no ser suficiente para compensarlos en su totalidad. (Ver gráfica 4)
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 101% (114 mmdp) con respecto a los aprobados para el mes de octubre. Parte de este incremento se debe a la obtención de ingresos provenientes del Fondo de Estabilización (FEIP). Una parte importante de estos ingresos no tributarios no petroleros son los Aprovechamientos. Éstos últimos tuvieron una recaudación mayor en 126% (84.9 mmdp) respecto a lo estimado para este periodo. Por su parte, los ingresos por Derechos fueron 63% (29.3 mmdp) superiores a su calendario aprobado.

Octubre de 2019 aprobado vs. octubre de 2019 observado

  • En el mes de octubre, los ingresos presupuestarios tuvieron un retraso de 5% (-20.9 mmdp) respecto a lo estimado para dicho mes. Los ingresos petroleros fueron los que aportaron en mayor medida a esta caída, ya que tuvieron un rezago de 39% (-32 mmdp) respecto a lo estimado a recibir en el mes de octubre. (Ver gráfica 2)
  • Los ingresos tributarios retrocedieron 5% (-12 mmdp) comparados con lo aprobado para octubre. El ISR y el IVA cayeron 10% (-13 mmdp) y 5% (-3 mmdp), respectivamente. El IEPS tuvo un aumento de 15% (5 mmdp) respecto a lo estimado a recibir en ese mes.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno federal incrementaron 203% (16 mmdp), comparado con lo estimado a recaudar en el mes de octubre 2019.

GASTOS

Enero a octubre de 2019 vs. enero a octubre de 2018

  • Como consecuencia de la menor recaudación, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó en 2.2%[8] (98 mmdp). (Ver Gráfica 5).
  • El gasto programable del SP exhibe una caída de 2.3% (-78 mmdp) con respecto al año anterior, y el no programable una de 1.9% (-24 mmdp). Por su parte, el gasto del GF se comportó de manera similar: el gasto programable cayó 2.3% (-57 mmdp) y el gasto no programable, 1.2% (-13 mmdp).
  • Al analizar por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos (una caída de 17% o -16 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 2.3% (-23 mmdp); en las obligaciones de pago (Ramos generales) el recorte fue menor: 1.3% (-34 mmdp).
  • La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 61% en Comunicaciones y Transportes (-78 mmdp), 49% en Ramo 23 (-65 mmdp), 82% en el gasto de las ADEFAS[9] (-52 mmdp), 5% en Pemex (-22 mmdp), 7% Educación (-17 mmdp) y 33% Semarnat (-11 mmdp).
  • La inversión física total del SP se redujo en 13% (-74 mmdp), mientras que la inversión física, sin tomar en cuenta la inversión de Pemex, cayó aún más: 20% (-78 mmdp). Ver Gráfica 6).
  • El valor de la construcción pública continúa con su trayectoria a la baja, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras[10]. En septiembre[11] presenta una caída de 19% real respecto a año pasado. Su promedio de 12 meses es el punto más bajo desde que se tiene registro (2006). De continuar esta tendencia, se limitan las posibilidades de crecimiento económico y desarrollo del país. (Ver Gráficas 14 y 16).
  • Los ejecutores del gasto que más gastaron con respecto al año anterior son: Energía (2253% ó 122 mmdp), las Aportaciones a Seguridad social (7% o 47 mmdp), IMSS (8% o 43 mmdp), ISSSTE (8% o 43 mmdp), los intereses de la deuda[12] (10% o 27 mmdp) y Bienestar (26% o 24 mmdp).

Octubre 2018 vs. octubre 2019

  • El gasto neto del sector público en el mes de octubre fue 5% menor (-24 mmdp) al realizado en el mismo mes del año anterior. En este mismo mes, el gasto programable retrocedió 4% (-16 mmdp) y el no programable 10% (-7.7 mmdp).
  • Por concepto de gasto, aquéllos que tuvieron un mayor retroceso respecto a lo pagado en octubre 2018 fueron: los servicios personales, con una disminución de 10% (-11 mmdp); Participaciones federales, con una caída de 15% (-9.3 mmdp) y la inversión física pública, con una disminución de 6% (-3.6 mmdp).

Enero a octubre de 2019 aprobado vs. enero a octubre de 2019 observado

  • El gasto del SP estuvo 3.4% o 160 mmdp por debajo de lo aprobado de enero a octubre. El ritmo del subejercicio en el gasto acumulado en octubre se mantiene. Por tipo de ejecutor de gasto, observamos subejercicios en los Ramos autónomos y en los generales, a diferencia de los administrativos, que acumulan un mayor gasto respecto al aprobado. Los poderes y organismos autónomos tienen un subejercicio de 17% o -15 mmdp. Las secretarías de Estado tuvieron un sobrejercicio de 4% (39 mmdp); y en las obligaciones de pago (Ramos generales), el subejercicio es el más grande: 5% (-129 mmdp). (Ver gráfica 5.2)
  • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-octubre) fueron: Pemex (13% o -64 mmdp), Participaciones federales (5% o -37 mmdp), IMSS (3% o -21 mmdp), Educación (9% o -22mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -32 mmdp). (Ver Gráfica 8)
  • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo aprobado en lo que va del año (enero-octubre) son: Energía (462%), Economía (33%), Función Pública (21%), CFE (9.7%) y Bienestar (7.4%). (Ver Gráfica 7)
  • El gasto en salud enlaza diez meses seguidos de subejercicios. A octubre, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 35 mmdp (-6%), en comparación con lo aprobado de enero a octubre.

Octubre de 2019 aprobado vs. octubre de 2019 observado

  • Respecto al calendario aprobado de octubre, el Sector Público presenta un menor gasto a lo calendarizado de 2% (-6.2 mmdp). Esto se debió a que el gasto programable tuvo un mayor gasto a lo estimado en 13 mmdp (4%), mientras que el no programable fue 23% (-19 mmdp) menor a lo estimado. (Ver gráfica 5.1)
  • El rezago del gasto no programable fue principalmente impulsado por un menor gasto de Participaciones federales, en 21% (-13 mmdp), respecto a lo calendarizado para el mes. (Ver gráfica 5)
  • Por tipo de Ramo se observó que los Ramos autónomos presentaron un subejercicio de 13% (-1.2mmdp) y los Ramos Generales de 11% (-26mmdp) respecto al calendario para octubre 2019. En contraste, los Ramos Administrativos tuvieron un gasto superior de 9.5% (7.3 mmdp) a lo aprobado para octubre de 2019.

BALANCE, ENDEUDAMIENTO Y SALDO DE LA DEUDA DEL SECTOR PÚBLICO 

  • El SP tuvo un balance negativo; su déficit fue de 154 mmdp. El superávit del IMSS (110 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (58 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del GF fue de 302 mmdp, situación similar a la observada el año previo. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-32 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 9)
  • El balance público presentó una mejor posición respecto a lo programado para el periodo, que consideraba un déficit por 334.2 mmdp. (Ver gráfica 10)
  • El balance primario[13] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por una fuerte disciplina fiscal en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 6% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 12)
  • Por lo mencionado, el balance primario del SP a octubre fue de 296.5 mmdp, el cual se encuentra en una mejor posición a la programada: 191 mmdp.
  • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) el mes de octubre fue de 10 billones 559.9 mil millones de pesos. El SHRFSP disminuyó 1.2% en comparación con octubre del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP se incremente en 685 mmdp respecto a lo reportado en octubre, para que sea de 11 billones 245 mmdp. Esta cifra estimada para el cierre es menor a la aprobada (Ver Gráfica 13).

[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.

[2] Sin considerar la utilización de una parte del FEIP (89 mmdp) y la transferencia a Pemex por 97 mmdp. Se realizó una transferencia a Pemex por parte del Gobierno federal por 97 mmdp en el tercer trimestre del 2019, dicha cantidad fue registrada como ingresos petroleros de Pemex en dicho mes.

[3] Sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal, reportado como ingreso petrolero.

[4] Sin considerar la transferencia a Pemex de 97 mmdp por parte del Gobierno federal.

[5] Sin considerar lo compensado por los recursos del FEIP[5] y transferencia a Pemex. Si lo consideramos, la caída es de 0.7%.

[6] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.1 mil millones de pesos.

[7] Sin considerar la aportación a Pemex por 97.1 mil millones de pesos.

[8] Se considera el gasto estimado calendarizado del INE, la discrepancia con el reporte de la SHCP se debe a considerar este rubro como gasto aprobado en el calendario.

[9] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores

[10] Encuesta realizada por Inegi.

[11] Último dato disponible.

[12] Ramo 24 “Deuda Pública”

[13] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

Los Números de Erario: agosto 2019

Ingresos continuaron deprimidos en agosto  

Los ingresos públicos siguen mal. En el acumulado de enero a agosto de 2019, fueron 4.6% menores a lo programado (el equivalente a 163 mmdp), y 4.1% menores al año anterior (146 mmdp), sin considerar los recursos que fueron compensados por el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP). En agosto, de hecho, ya se empezaron a utilizar los recursos ahorrados en el FEIP.

Esta caída de ingresos explica una parte del subejercicio en el gasto, que al mes de agosto alcanzó 235 mil millones de pesos (mmdp) o 6% del presupuesto aprobado para el periodo.

Nos preocupa que se siga observando un menor gasto en salud e inversión, sectores esenciales para el bienestar de la población y el crecimiento económico. Especialmente, nos preocupa aquél que tiene incidencia directa en los servicios públicos que se prestan a la población en general, y en especial a los grupos más vulnerables, y en la productividad de la economía. Los recortes a la inversión se reflejan en funciones de desarrollo y protección social, ciencia, tecnología e innovación.

A pesar de que los ingresos públicos son menores y el costo financiero aumentó en relación con el año anterior, la disciplina financiera se ha mantenido firme. El balance primario, de hecho, es positivo.

 Nuestra inquietud principal

Menos ingresos públicos disponibles se han traducido en menor inversión, lo que a su vez impacta en el crecimiento económico y, por ende, en la recaudación. Todavía no observamos una reacción suficientemente proactiva por parte del gobierno como para salir de este ciclo vicioso. Vemos posible que se repita este escenario en 2020.

 Análisis dato a dato

  • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP[1]) cayeron 2.1%, a pesar de la utilización de una parte del FEIP. Como lo habíamos previsto, la recaudación de ISR e IVA continúa cayendo (-0.4% y -2.9%, respectivamente), dado el bajo crecimiento económico que se ha observado a lo largo del año. (Ver Gráfica 1).
  • Los ingresos tributarios sí aumentaron (2.5%), a causa del crecimiento que tuvo la recaudación del impuesto a las gasolinas (65%). Sin embargo, fueron insuficientes para compensar el desplome de los ingresos petroleros (-19.7%) y el de los ingresos no tributarios no petroleros (-8.3%). (Ver Gráfica 2).
  • Los ingresos presupuestarios del Sector Público van 4.6% por debajo de lo aprobado (-163 mmdp[2]), sin considerar lo compensado por los recursos del FEIP[3]. Si lo consideramos, la caída es de 1.9%.
  • Los ingresos por IVA han acumulado una caída de 5.5% (-37 mmdp). También continúan rezagados los de ISR y los petroleros, con disminuciones de 2.4% (-28.8 mmdp) y 21% (-145 mmdp), respectivamente. En contraste, los ingresos por IEPS en gasolinas van 14% por arriba del calendario (24 mmdp). (Ver Gráfica 3)
  • Los ingresos no tributarios no petroleros del Gobierno Federal aumentaron 184% (73 mmdp) con respecto a lo aprobado para el mes de agosto.
  • La SHCP ha modificado de manera semanal y diferenciada el impuesto federal a las gasolinas y diésel (IEPS federal). Este impuesto ha sido superior al observado en 2018 y también su recaudación (78% real). El estímulo fiscal se ha aplicado de manera distinta entre gasolinas y diésel, así como para la zona fronteriza norte y a los sectores agrícolas y pesqueros. Esto, claro, ha generado un efecto en la recaudación federal, pero también, y de forma negativa, sobre consumidores y productores, que no pueden beneficiarse de la caída en precios de energéticos, ajustarse ante los incrementos o sustituir estos combustibles por otras fuentes de energía. (Ver Gráfica 4 y 5)
  • Como consecuencia de todo lo anterior, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP disminuyó en 4%. (Ver Gráfica 6)
  • El gasto programable del SP exhibe una caída de 4.6% con respecto al año anterior (-124 mmdp), y el no programable una de 2.9% (-32 mmdp). Por su parte, en el GF el gasto programable cayó 5.2% (-103 mmdp) y el gasto no programable, 2.1% (-20 mmdp). (Ver Gráfica 7)
  • Si guiamos nuestro análisis por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos[4] (una caída de 19% o -14 mmdp). En las secretarías de Estado la disminución fue de 8.8% (-68 mmdp); en las obligaciones de pago el recorte fue menor: 2% (-41 mmdp).
  • La caída del gasto, respecto al año anterior, se explica por una reducción de 87% en el gasto de las ADEFAS[5] (-56 mmdp), 49% en Ramo 23 (-65 mmdp), 6% en Pemex (-22 mmdp), 33% en la Secretaría de Gobernación[6] (-19 mmdp) y 28% en la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (-17 mmdp).
  • La inversión física total del SP se redujo en 15% (-67 mmdp), mientras que la inversión física, sin tomar en cuenta la inversión de Pemex, cayó aún más: 23% (-70 mmdp). (ver Gráfica 7)
  • El valor de la construcción pública continúa en niveles bajos, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras. En junio presenta una caída de 7.7% real respecto a enero; mayor a la caída observada (6.7%) en el mismo periodo del primer año de la presidencia de EPN. De continuar esta tendencia, se limitan las posibilidades de desarrollo y bienestar del país. (Ver Gráfica 15)
  • Los ejecutores del gasto que más gastaron con respecto al año anterior son las Aportaciones a Seguridad social (7% o 34 mmdp), Energía (489% o 25 mmdp), IMSS (4% o 20mmdp), los intereses de la deuda (7% o 19 mmdp), ISSSTE (7% o 15 mmdp), Bienestar (20% o 15 mmdp) y Participaciones (2.5% ó 15 mmdp).
  • Con respecto a lo aprobado para 2019, el gasto del SP se encuentra 6% o 235 mmdp por debajo de enero a agosto. El subejercicio del gasto creció 36 mmdp respecto a lo observado el mes anterior.
  • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio en lo que va del año (enero-agosto) fueron: Pemex (13% o -52 mmdp), IMSS (6% o -31 mmdp), intereses de la deuda pública (9% o -29 mmdp), Ramo 23 (22% o -19 mmdp), Participaciones (2.8% o -18mmdp), Educación Pública (8% o -16 mmdp). (Ver Gráfica 9)
  • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo calendarizado en lo que va del año (enero-agosto) son: CFE (10%), Energía (142%), Economía (67%), Bienestar (5%), Función Pública (14%) y la CNH (78.7%). (Ver Gráfica 8)
  • El gasto en salud enlaza ocho meses seguidos de subejercicios. A agosto, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE alcanza los 50 mmdp (-6%), en comparación con lo aprobado para el mes de agosto.
  • El SP tuvo un balance negativo. Su déficit fue de 118 mmdp. El superávit del IMSS (93 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (50 mmdp) mitigaron el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del GF fue de 151 mmdp, una mejoría respecto al mes anterior. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-120 mmdp) a causa de los bajos ingresos de Pemex y el mayor gasto de la CFE. (Ver Gráfica 11)
  • El balance primario[7] del SP y del GF fueron positivos, lo que se explica por una fuerte disciplina fiscal en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La situación, sin embargo, es desafiante: hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en incremento (aumentó 5% en relación con el año anterior). (Ver Gráfica 13)
  • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) creció 2% en comparación con agosto del año previo. Hacienda estima que para el cierre de 2019 el monto del SHRFSP sea de 11 billones 245 mmdp, cifra superior en 37 mmdp a lo reportado en septiembre. (Ver Gráfica 14)
[1] El Sector Público considera el gasto de las Secretarías de Estado, Ramos Generales (Transferencias a Estados por parte del Gobierno federal, Pago de intereses de la deuda, Ramo23 entre otros), Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE y Entidades de Control presupuestario indirecto.
[2] Miles de millones de pesos.
[3] Se consideró que a la fecha se han compensado ingresos por 73.8mmdp que son los ingresos excedentes por ingresos por Aprovechamientos al mes de agosto, ya que no se reportó a la cantidad específica de retiro del FEIP.
[4] Los Ramos autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, por ejemplo, el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el INE, entre otros. Los Ramos administrativos, son en su mayoría secretarías de Estado. Y los Ramos generales son aquellos cuyo papel no está definido en una sola regulación, sino en distintas leyes. No dependen de un organismo concreto y son erogaciones que la SHCP asigna para cumplir obligaciones de pago en nombre del GF.
[5] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores
[6] Para efectos de comparación se sumó el gasto de Gobernación y de la Secretaría Pública y Protección Ciudadana.
[7] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

Presupuesto por ramo

Aquí se presentan gráficos con el presupuesto aprobado y ejercido por ramo presupuestario, es decir, por entidad responsable del gasto público federal.

Los ramos administrativos son, en su mayoría, las secretarías de Estado; los autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, como el Inegi, el INE, la CNDH, el Poder Legislativo y el Judicial, entre otros.

Los ramos generales son aquéllos que no representan a una institución u órgano concreto, sino a una obligación de pago del gobierno establecida en leyes. Son erogaciones que la Secretaría de Hacienda asigna a diversos ejecutores de gasto como, por ejemplo, los gobiernos locales, o a entidades de control directo, como el IMSS y el ISSSTE, para cubrir obligaciones de pago en nombre del Gobierno federal.

Análisis general del Presupuesto 2020 por ramos presupuestarios

El gasto neto total propuesto en el proyecto de Presupuesto de egresos (PPEF) para 2020 fue de 6 billones 59 mil millones de pesos. Este monto es 1% real (45 mmdp[1]) mayor al presupuesto aprobado para 2019.

La Secretaría de Hacienda propuso para 2020 en el PPEF un recorte para los ramos administrativos de 3% (38 mmdp), respecto a lo aprobado para 2019. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural sufrió el mayor recorte (21 mmdp), seguida por Trabajo y Previsión Social (15.8 mmdp) y, en tercer lugar, Comunicaciones y Transportes (14 mmdp). El ramo de Gobernación presentó una disminución de 56 mmdp; sin embargo, se debió a que en 2020 se presupuestó en la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) gran parte del presupuesto y funciones que realizaba –recuerden de dónde veníamos: de la megasecretaría de Osorio Chong–. En total, el proyecto de presupuesto de Gobernación y de la SSPC incrementó 4% (2.3 mmdp) para este 2020.

De manera similar, el ramo de la Procuraduría General de la República se modificó para dejar de ser ramo administrativo y convertirse en autónomo (“Fiscalía General de la República”), el cual tuvo un incremento de presupuesto de 2 mmdp (15%), respecto a lo aprobado en 2019.

El presupuesto de la Secretaría de Energía incluye las transferencias que el Gobierno federal realiza a Pemex. Este Ramo administrativo subió 73% (20 mmdp) respecto a lo aprobado en 2019.  En el proyecto de presupuesto no se considera el total de las transferencias anunciadas por 66 mmdp en el Plan de Pemex; se presupuestaron 46 mmdp –el 70% de lo anunciado–.

Los ramos autónomos presentaron un incremento en su presupuesto de 24% (27 mmdp), respecto a lo aprobado en 2019. Sin embargo, gran parte de esto se debe a que la FGR pasó a ser ramo autónomo, con un presupuesto de 18 mmdp y a que el Inegi presentó un incremento respecto al presupuesto del año previo de 4 mmdp (33%) por una razón sencilla: 2020 es año de censo económico. También se observa un aumento en el presupuesto del Poder Judicial de 3 mmdp (5%) respecto a 2019 y del Instituto Nacional Electoral por 1.9 mmdp (12%).

Los ramos generales, que representan el 56% del total del presupuesto federal, registran un incremento en el PPEF de 45 mmdp (1%) respecto a lo aprobado en 2019. El ramo general cuyo presupuesto se incrementó de forma más notoria fue el “Ramo 19 – Aportaciones a seguridad social”, con un aumento de 7% real (53.9 mmdp). Le siguió el Ramo 23, con 14 mmdp (13% real): la totalidad del incremento se relaciona con el programa “Subsidio a tarifas eléctricas”, que tiene un presupuesto de 70 mmdp.

Por último, es importante recalcar que el «Ramo 28 – Participaciones federales a Estados y Municipios» presenta una disminución de 3 mmdp respecto a lo aprobado en 2019, situación no vista desde 2009.

[1] Miles de millones de pesos. Las cifras de comparación en este texto son en pesos constantes de 2020. Lo que quiere decir que consideran el efecto de la inflación.

 

 

 

 

 

De acuerdo con la clasificación administrativa, los ejecutores del gasto se dividen en cinco grupos o ramos: administrativos, generales, autónomos, empresas productivas (Pemex y CFE) y entidades de control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE).

 

Recomendaciones del FMI para no echar en saco roto

La visita oficial del Fondo Monetario Internacional (FMI) 2019 a nuestro país concluyó recientemente. Después de reunirse con diversos actores, que van desde el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, hasta la secretaria de Energía, Rocío Nahle, pasando por el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, publicó una serie de hallazgos y recomendaciones preliminares para nuestro país[1].  En México Evalúa estamos de acuerdo con varios de sus señalamientos. De hecho, hemos insistido en ellos desde hace tiempo. Éstas son las cinco recomendaciones que más llamaron nuestra atención:

1. La necesidad de contar con un Consejo Fiscal

Por quinto año consecutivo, el Fondo recomienda que México cuente con un Consejo Fiscal apartidista, que tenga como mandato la evaluación independiente de la política fiscal. Esperamos que en esta ocasión el llamado sea escuchado. En todo caso, el Consejo requiere de las atribuciones adecuadas para que realmente funcione. Debe contar con su propia ley y con autonomía técnica, de gestión y presupuestaria de verdad, sin simulaciones. Instituciones que no funcionan, de poco nos van a servir[2].  Diversos legisladores han presentado y otros están por presentar una iniciativa para crear un Consejo Fiscal en México. Incluso se presentó una reforma constitucional para darle ese rango al Consejo Fiscal. Todas las iniciativas deben de ser analizadas cuidadosamente y con responsabilidad, con el objetivo de incluir las mejores prácticas institucionales.

2. Hay que diversificar la inversión en infraestructura

El FMI señala la necesidad de aumentar la inversión pública en sectores diferentes al energético. Pero subraya que esto debe hacerse desde una posición fiscal sostenible y basándose en un plan de infraestructura que establezca las prioridades y las opciones de financiamiento.  Ante la presentación del Paquete Económico 2020, en México Evalúa hemos externado nuestra preocupación con la baja inversión en infraestructura[3] que se propone. Para 2020 se plantea que el gasto total del sector público en infraestructura, incluyendo a Pemex, sea de 2.4% del PIB. Si no incluimos a Pemex, este gasto será de 1.3% del PIB. Ambos porcentajes son muy bajos. Al analizar los datos, se puede ver que el gasto en infraestructura para la industria de los hidrocarburos tendrá un aumento del 25%, mientras que el dirigido al resto de los sectores sufrirá un recorte de 11%. Preocupa que para 2020 se proyectan caídas en inversión en infraestructura en sectores prioritarios como agua (-35%), transporte (-35%), seguridad nacional (-16%) y salud (-5%), todas en comparación con 2019.

El Fondo también insta a reiniciar las subastas de energía y los acuerdos de riesgo compartido entre Pemex y las empresas privadas. Hace un llamado a reconsiderar el plan de negocios de la petrolera, que se caracteriza por limitar la cooperación con firmas privadas en los contratos de servicios en exploración y producción de petróleo (upstream business), y por prever inversiones cuantiosas en negocios donde tiene pérdidas (downstream business[4]). El plan, además, tiene una debilidad elemental: no presenta medidas concretas para reducir los costos operativos.

3. Revisión a fondo del sistema tributario

Ante la debilidad de los ingresos públicos, México Evalúa ha venido señalado que la situación fiscal en nuestro país es complicada, con obligaciones de pago crecientes como el gasto en pensiones, que nos deja con menores recursos disponibles para realizar políticas públicas. Y, por otro lado, con los ingresos petroleros que han venido cayendo y los ingresos tributarios (IVA e ISR) afectados por la falta de crecimiento económico.  El Fondo, por su parte, hace un llamado al gobierno para que haga una revisión exhaustiva de nuestro sistema tributario, con miras a presentar planes para racionalizar los gastos fiscales y ampliar la base impositiva. Entre las medidas considera un incremento en la recaudación del IVA, la cual está muy debilitada. No podemos seguir aplazando la revisión a nuestro sistema tributario. Es realmente una urgencia. También señala  que debe tomarse en cuenta la necesidad de aumentar la recaudación de impuestos a nivel local. En específico se refiere a la tenencia y el predial. Estos hallazgos están en línea con análisis de México Evalúa y otros especialistas, que muestran cómo el actual sistema de coordinación fiscal debe revisarse y encaminarse para incluir incentivos que promuevan la generación de ingresos propios a nivel local, así como el logro de resultados. Los estados y municipios están por debajo de su potencial de recaudación de impuesto locales. Por ejemplo, en nuestro país la recaudación del predial es  de 0.2% del PIB mientras que el promedio de los países de América Latina es 0.4%, y para los países de la OCDE es de 1.1%[6] (OCDE 2016).

4. Crisis en los servicios de cuidado infantil

El equipo del Fondo manifestó su preocupación con la cancelación de los subsidios para los servicios de cuidado infantil y el hecho de que éstos se sustituyeron con transferencias directas. Efectivamente, los recortes al programa Apoyos para el Bienestar de Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras, que antes se llamaba Programa de Estancias Infantiles, han sido significativos.  En el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 el total del programa tuvo un recorte en su presupuesto de 54% con respecto al aprobado en 2018. Ahora en el PPEF 2020 se propone otro recorte de 7% al presupuesto total del programa con respecto a 2019[7]. Nos preocupa que se recorten los recursos para un programa que tenía buenas evaluaciones y que apoya a madres que trabajan, buscan empleo o estudian, así como a los padres solos o tutores con niños bajo su cuidado en iguales circunstancias. Además, se ha observado una disminución del 40% en los niños atendidos de este programa en 2019, respecto a 2018. Las evaluaciones del programa documentaban buenos resultados en el acceso de las madres al mercado laboral. Más que poner trabas, hay que eliminar los obstáculos que impiden a las mujeres tener acceso a un empleo, especialmente en México, donde la brecha de género en el mercado laboral es de las más grandes de América Latina[8]. El propio secretario Arturo Herrera señaló recientemente la importancia que tiene para México atender la brecha de participación laboral de las mujeres.

5. Subir estándares en los programas de protección social

El FMI menciona que es necesario mejorar la focalización de los diversos programas de protección social y reducir los errores de inclusión y exclusión, duplicaciones de programas y de beneficiarios.  En México Evalúa hemos subrayado que en el Paquete Económico 2020 se propone gastar 402 mil millones de pesos en programas de subsidios que no están obligados a contar con reglas de operación, lo cual es preocupante, pues sin ROP no es posible garantizar el trato justo y equitativo y no discriminatorio a los beneficiarios; la perspectiva de género y regional, el registro de sus beneficiarios y operación; su auditoría y rendición de cuentas, así como la mejora continua para fortalecer su efectividad y orientación a resultados, entre otros factores. Además, un programa sin reglas de operación es más susceptible de ser usado de forma discrecional o política, por encima del bienestar social.

Las recomendaciones del FMI contienen insumos importantes para mejorar el manejo de nuestras finanzas públicas y con ello, la eficiencia y eficacia del gasto público. Algunas de ellas parecen más viables que otras y han ido caminando, como la creación de un Consejo Fiscal apartidista. Otras se vislumbran más complicadas, como la que apunta a diversificar la inversión pública, un asunto realmente prioritario. Esperamos que estas recomendaciones sean escuchadas, y que no se aplique el “después de ahogado el niño, tapan el pozo”. Ojalá reaccionemos a tiempo, y no demasiado tarde en términos de crecimiento económico, bienestar y provisión de servicios para los ciudadanos.

Publicado en Arena Pública

[1] Posteriormente el FMI preparará un informe sobre México. Conocido como Artículo IV.
[2] http://www.consejofiscal.org/
[3] Lo que se conoce como Inversión Física Pública
[4] El sector downstream se refiere comúnmente a las tareas de refinamiento del petróleo crudo y al procesamiento y purificación del gas natural, ​así como también la comercialización y distribución de productos derivados del petróleo crudo y gas natural.
[5] Debe establecerse un órgano autónomo, técnico y especializado que concentre la información sobre la infraestructura existente y su mantenimiento; realice y publique diagnósticos sobre las diferentes necesidades de infraestructura en cada nivel de gobierno, a corto, mediano y largo plazo; y elabore una cartera de proyectos de inversión, con un orden de prioridad, para responder a estas necesidades. La información generada por este órgano debería ser el único sustento válido para justificar la realización de un proyecto de inversión y el diseño de sus procedimientos de contratación.
[6] Informe de la Cuenta Pública 2017. ASF.
[7] El componente operado por la Secretaría de Salud desaparece por completo en este PPEF 2020. Y la operación queda a cargo de la Secretaría de Bienestar.
[8] David Kaplan y Claudia Piras (2019) indican que la diferencia entre la tasa de participación de los hombres y la tasa de participación de las mujeres es la segunda más grande de la región, solo menor que Guatemala. Mientras que la tasa de participación de las mujeres es la cuarta más baja de la región, se encuentra por encima de Guatemala, el Salvador y Honduras.

Recomendaciones para un Presupuesto realista 2020

10 recomendaciones

Las 10 recomendaciones de México Evalúa para este Paquete económico 2020:

  1. Es fundamental fortalecer la confianza en la economía para promover la inversión, el crecimiento, la recaudación y, por ende, el financiamiento de instrumentos que impulsen el desarrollo de México y cierren la brechas sociales.
  1. Enriquecer el Paquete con información sobre la posición del gobierno ante posibles cambios en sus principales supuestos, como en el caso de 1) Menor crecimiento económico: para entender las acciones que emprendería (si compensaría ingresos o bien recortaría gasto) y 2) Menor producción petrolera: para entender como sería la adaptación de las metas de exportación y refinación de crudo.
  1. Se necesita fortalecer la transparencia sobre el avance en los contratos de producción de crudo de utilidad compartida, para comprender mejor el estado de avance y su contribución a la producción nacional.
  1. La composición del gasto no es adecuada para apuntalar el crecimiento económico, falta inversión y falta asegurar un buen diseño de los programas de subsidios sin ROP que garanticen su orientación a resultados y rendición de cuentas.
  1. Debe evitarse el círculo vicioso de poca inversión en infraestructura — poco crecimiento económico — poca recaudación —poca inversión, etc.
  1. La limitante de recursos para la inversión requiere acciones inmediatas en el corto plazo, pero también para el mediano y largo plazo: 1) Atraer la inversión privada en la inversión pública de Pemex y distinta de Pemex; 2) Desarrollar procesos más efectivos, eficientes y sostenibles de generación y conservación de infraestructura.
  1. Aprovechar el instrumento de coordinación fiscal para apuntalar la inversión física en todo el país. Los estados están desdibujados en el Paquete, pero reciben recursos que pueden utilizarse mejor para apuntalar su impacto en el desarrollo.
  1. Dado el poco espacio fiscal federal para transferir recursos mediante convenios con los gobiernos locales, éstos deben iniciar acciones para hacer un mayor esfuerzo recaudatorio, ejerciendo a cabalidad sus facultades recaudatorias.
  1. Abrir la puerta a una discusión fiscal que busque mejorar el arreglo fiscal actual, considerando tanto el costado de los ingresos como el de gasto, y la participación de todos los niveles de gobierno.
  1. Crear un CONSEJO FISCAL en el Poder Legislativo, técnico y apartidista, para evaluar la política fiscal, promover su mejora contínua y su sostenibilidad.

Inversión pública en un sótano histórico

Inversión física

Una mala noticia del Paquete Económico 2020 es el gasto propuesto para inversión física del sector público[1]. Este gasto –incluyendo a Pemex– será de 2.4% del PIB para 2020. Si no se considera la inversión en la petrolera, este gasto como proporción del PIB será de 1.3% para 2020, un porcentaje históricamente bajo.

Preocupa que el gasto en inversión diferente de Pemex esté tan deprimido. La inversión en infraestructura –en agua, carreteras y caminos, transporte, electricidad, salud, entre otros– es un componente vital para lograr bienestar y desarrollo para los ciudadanos. Además, la inversión en infraestructura contribuye a propiciar y sostener el crecimiento económico en un país.

Lo que dicen los datos

  • Del total de inversión física pública, 49% es para Pemex. Es decir, de cada 100 pesos que el gobierno invierte, 50 son para Pemex, 3 pesos para salud, 2 para a educación y sólo 43 centavos para agua. Los altos recursos canalizados a Pemex implican menores recursos para sectores prioritarios. La muestra: el Paquete Económico 2020 propone una caída en la inversión en agua[2] de 35% en 2020 respecto a 2019; una disminución en inversión en transporte igualmente de 35% respecto a 2019; en seguridad nacional de 16% y en salud de 5%, entre otros.
  • El gasto en inversión física pública para 2020 presenta una caída de 5.4% real respecto a 2019. Entretanto, el gasto en inversión física para Pemex tiene un incremento de 25% real en 2020 respecto a 2019.
  • El Global Infrastructure Outlook estima que México debería invertir en infraestructura casi el doble de lo que actualmente hace[3], considerando sus necesidades en este sector. Mientras el faltante de inversión promedio en la región americana es de 27%, en México el faltante será de 47% en 2020.
  • En el caso de las entidades federativas en México, el gasto en inversión también ha sido bajo: 0.3% del PIB en promedio en 2016[4]. Mientras en otros países, como Colombia, el gasto en inversión en los estados, en el mismo periodo, fue de 8.9% del PIB, Bolivia 7.9%, Argentina 2.1%, Perú 1.9%, Ecuador 1.4%, entre otros.
  • Las entidades en México han privilegiado el gasto corriente en detrimento del gasto en inversión pública. Desde 1990, el gasto en nómina (servicios personales) creció 377% como promedio nacional, mientras la inversión lo hizo en 54%.

Gasto en subsidios y otros rubros

La composición del gasto también arroja datos negativos. En el Paquete Económico 2020 continúa el estancamiento de rubros prioritarios de gasto como salud, educación e inversión física.

Además, preocupa que se propone que 64% del gasto en programas de subsidios sea para aquellos “sin reglas de operación”, lo cual representa una mala práctica que incrementa los riesgos de corrupción y de mal desempeño. (ver más)

Lo que dicen los datos

  • El gasto en Salud propuesto para 2020 es de 2.4% del PIB. La tragedia: en 2012 era 2.8%. El gasto en Educación también ha venido cayendo; mientras en 2012 era 3.5% del PIB, para 2020 será 2.8%. El gasto en inversión física, sin incluir a Pemex, presenta una historia similar, al pasar de 2.3% del PIB en 2012 a 1.3% en 2020.
  • Las obligaciones de pago como pensiones y costo financiero de la deuda han reducido el espacio fiscal disponible para invertir en otros rubros. El gasto en pensiones en 2012 era 2.7% del PIB y para 2020 representará 3.6% del PIB. El costo financiero era 2% del PIB en 2012 y para 2020 será 2.9%.

[1] Total para el sector público, incluye el gasto total del gobierno federal, las empresas productivas del estado (Pemex y CFE) y los entes de control directo (IMSS e ISSSTE).
[2] Incluye abastecimiento, ordenación y alcantarillado.
[3] Datos de Global Infraestructure Outlook. Se refiere a inversión en infraestructura económica que incluye 7 sectores: carreteras, electricidad, telecomunicaciones, agua, infraestructura ferroviaria, puertos y aeropuertos. No considera infraestructura social: educación, vivienda, educación, entre otros.
[4] Datos de CEPAL 2016 para gasto en capital en las entidades federativas.

Panorama fiscal

Escenarios altamente sensibles:

Panorama fiscal

El problema: en el Paquete Económico 2020 se cree que la economía será más grande de lo que los analistas externos al gobierno opinan y la producción petrolera será más alta de lo que el consenso opina. Por tanto, hay un riesgo real de que el próximo año observemos menores ingresos presupuestarios.

Nos llamó la atención que de abril a septiembre las previsiones sobre los ingresos tributarios de la SHCP para 2020 pasaron de una tendencia a la baja (PCGPE) a un escenario que supone su crecimiento en 2020 (CGPE). Esta diferencia no se explica por el crecimiento económico, ya que las previsiones de abril se centraban en un crecimiento de 1.9% y las del Paquete se fundan en uno de 2% –las tasas de crecimiento son muy similares–. Incluso, los ingresos de 2019 no han evolucionado favorablemente: en julio la recaudación de IVA e ISR cayeron -8% y -10% respectivamente, en relación con julio de 2018. Fue el primer mes de 2019 en que la recaudación cayó en relación al año anterior. Por añadidura, se mantiene por debajo de su meta.

La diferencia entre ambas perspectivas se funda en el incremento recaudatorio que el gobierno espera de la implementación de las nuevas medidas para evitar la evasión fiscal. Disminuir la evasión fiscal es desde luego una labor legítima y deseable del gobierno, pero el fundamento del ingreso recaudatorio está en la actividad económica. Dicho con otras palabras: para que se expidan facturas primero debe tener lugar la transacción económica. Además, las propias medidas pueden promover la propia economía informal, especialmente en un contexto de desaceleración económica. No es claro el efecto neto que tendrán dichas medidas.

Erario emprendió un ejercicio para estimar qué tan sensible es su ingreso por recaudación de IVA e ISR ante tasas de crecimiento menores al 2% esperado por el gobierno. Identificó que si el crecimiento económico es 1%, en lugar de 2%, Erario perdería 27,668 millones de pesos. Además, si la producción de crudo esperada por el gobierno no se materializa y se mantiene en el nivel inercial (1,562 mbd) se observarían aproximadamente 177 mil millones de pesos menos en los ingresos del Sector Público. Esto implicaría usar una proporción considerable de los recursos disponibles en los fondos de ahorro: el FEIP (Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios) y el FEIEF (Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas), que ascienden a 244 mmdp.

El espacio fiscal, es decir, el ingreso disponible después de pagar los gastos fijos en el corto plazo (un año), se está reduciendo rápidamente. Éste no es un problema nuevo. No obstante, la caída en los ingresos tributarios observada este año plantea nuevos desafíos. Estimamos que el espacio fiscal en 2020 para financiar políticas públicas e infraestructura sin deuda es 1.3% del PIB y con endeudamiento (2.1%) ascenderá a 3.4%. Hace diez años el espacio fiscal sin deuda fue de 3.2% del PIB y con endeudamiento (2.2%) ascendió a 5.4%. El margen actual es muy estrecho, por lo que en el corto plazo es clave mantener la recaudación y comenzar una discusión fiscal para definir un nuevo arreglo que le de sostenibilidad a las finanzas públicas.

Panorama económico

El no-muy-realista punto de partida:

Panorama económico

El Paquete Económico 2020 se elaboró bajo una expectativa optimista de crecimiento económico de 2% real. Este crecimiento, aunque es bajo, contrasta con lo que esperan diversos especialistas externos al gobierno y los datos económicos observados durante este año, que nos indican que la economía mexicana atraviesa un desaceleración económica. La Encuesta Citibanamex de Expectativas más reciente[1] revisó a la baja las expectativas de crecimiento del PIB para nuestro país para 2020: de 1.4% a 1.3%. En la misma dirección, HR Ratings espera que el crecimiento del PIB sea de 1.4% y Moody´s espera un 1.5%.


Nos preocupa que la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos 2020 suponga un crecimiento económico poco realista, pues se podrían estar sobreestimando los ingresos para el año próximo, especialmente de la recaudación del IVA y del ISR –que representan el ingreso más importante de la Federación y, por ende, el de los gobiernos locales–.

Dicho de forma más descarnada: si en 2020 el crecimiento resulta menor al programado, el gobierno tendrá menos recursos para invertir en programas y políticas públicas para impulsar el bienestar y desarrollo de la población. ¿Y qué provoca un escenario de ingresos faltantes? Se aumenta el endeudamiento, se recorta el gasto o se utilizan los ahorros –pero éstos últimos son limitados–.

El precio del barril impone su ‘ley’

En el Paquete Económico 2020 se ‘reconoce’ la estimación realista del precio de la mezcla mexicana de petróleo, en línea con la caída que ya anticipan los precios de futuros del petróleo. En los Precriterios presentados por Hacienda en abril pasado, estimaban el valor de este indicador, para 2020, en 55 dólares por barril. Pero en el presupuesto efectivamente enviado al Congreso el precio se ajustó a la baja: 49 dólares por barril.

En efecto: la baja de los precios del petróleo en los últimos meses impuso uno de los mayores desafíos al Paquete Económico y representa un riesgo para las finanzas públicas de 2020.

Detectamos un gran acierto del PEF 2020: el aumento en la plataforma de exportación, en relación a lo previsto inicialmente por Hacienda. En abril pasado el Gobierno había establecido en los Precriterios que en 2020 Pemex exportaría únicamente 1,085 mbd (miles de barriles); eso implicaría a una disminución en los ingresos petroleros y, por ende, del gasto público. No obstante, al perecer el asunto se reconsideró y ya en el Paquete enviado la plataforma de exportación aumentó, y esto permite esperar mayores ingresos. Para 2020 se plantea una plataforma de exportación de 1,134 mbd,  2% mayor que la de 2019, que alcanzó 1,115 mbd[2].

Eso sí, la producción esperada de Pemex en 2020 es una historia muy diferente. Creemos que no es probable que se materialice. Año tras año, desde 2004, la producción ha venido cayendo por el agotamiento de los principales yacimientos –Cantarell y Akal[3]–. Ahora, al parecer de manera milagrosa, se plantea revertir la tendencia observada. La expectativa de pasar de 1,707 mdb en 2019 a 1,951 en 2020 es tan asombrosa que resulta poco creíble y, más importente, difícil de cumplir. En el Paquete incluso se aumenta la plataforma de producción de crudo para 2019 respecto a lo que se había establecido originalmente en el Plan de Negocios de Pemex apenas publicado (de 1,707 mdb diarios, a 1,847 en 2019). Y para seguir abonando a nuestro escepticismo: en las dos administraciones anteriores se destinó entre 2009 y 2016 una inversión en Pemex de casi el doble de lo que se invierte actualmente, y no se logró un aumento tan importante de su producción. Lo que sí es verdad es que dicha inversión implicó una fuerte presión para las finanzas públicas, y contribuyó al deterioro observado en el balance primario en esos años. ¿Repetiremos la historia?

Ahora, es importante aclarar que los ingresos petroleros del sector público están directamente relacionados con la plataforma de exportación, que representa la mayor fracción de la producción total. El incremento en la plataforma de exportación mencionado anteriormente sí es viable incluso con el nivel de producción actual.

Entonces ¿por qué sobrestimar la producción de petróleo es un problema?

El resto de la producción que no se exporta se destina a las refinerías. Es un insumo para los procesos de refinación. Una mayor plataforma de exportación, a mitad de una circunstancia en la que no se materializa el aumento prodigioso de la producción, claramente va a implicar menos barriles para las refinerías. Es decir, se tendría que sacrificar la meta establecida en el Plan Pemex, que promete refinar 788 mbd. Esto plantea un desafío a los planes que la administración tiene para fortalecer la industria estatal de refinación. Haría aún más cuestionable el proyecto de la construcción y operación de la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

¿Qué va a hacer el gobierno cuándo la producción sea efectivamente menor a la esperada, ante la disyuntiva de enviar los barriles a la exportación o las refinerías? Por supuesto, debe cumplir con lo prometido en el Paquete Económico 2020, ya que eso le permitiría alcanzar sus metas fiscales y abona en mantener su calificación soberana.

[1] Publicada 5 de septiembre de 2019
[2] Criterios Generales de Política Económica 2020, pag. 184
[3] Plan de Negocios de Pemex 2019-2023, pag. 35

Presentación Erario especial 2020

El 12 de septiembre México Evalúa presentó su análisis del Proyecto del Presupuesto de Egresos 2020.

Aquí podrás revisar los datos y gráficos presentados.

 

Los Números de Erario: julio 2019

En busca del ingreso perdido

Los ingresos públicos cayeron en 2.7% entre enero y julio de 2019 respecto al año anterior, lo que era del todo previsible en un entorno de nulo crecimiento económico. Esto explica, en parte, el fenómeno de los subjercicios en rubros prioritarios y la decisión (tardía, por cierto) de compensar esta caída con recursos de lo ahorrado en el FEIP (Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios).

Nos preocupa la persistencia de mantener un gasto menor que el aprobado en salud e inversión, sectores esenciales para el bienestar de la población y el crecimiento económico. No nos referimos a la inversión que se está haciendo en Pemex, sino a la que tiene incidencia directa en los servicios públicos que se prestan a la población en general, y en especial a los grupos más vulnerables. Los recortes a la inversión se reflejan en funciones de desarrollo y protección social, ciencia, tecnología e innovación.

A pesar de que los ingresos públicos son menores y el costo financiero aumentó en relación con el año anterior, la disciplina financiera se ha mantenido firme. El balance primario, de hecho, es positivo.

 Nuestra inquietud principal

 En medio de una economía desacelerada y la caída persistente de los ingresos públicos, la gran pregunta de cara a la entrega del Paquete Económico 2020 es: ¿debe el gobierno cumplir a rajatabla la promesa de campaña del presidente e insistir en una disminución del endeudamiento, aunque eso podría significar un recorte extra de 200 mmdp[1] y mayor riesgo de afectación al bienestar social?

 Análisis dato a dato

    • Con respecto al año anterior, la suma de los ingresos presupuestarios del Sector Público (SP) cayeron 2.7%. El ingreso del gobierno federal cayó 2.4% real. Aunque los ingresos tributarios sí aumentaron (2.6%), en el acumulado de enero julio.
    • En el mes de julio, los ingresos tributarios tuvieron un desplome de 7.5% real respecto a julio de 2018. Situación muy preocupante de continuar, ya que implica un impacto fuerte en la economía del país en dicho mes.
    • En el periodo (ene-jul), la recaudación de IEPS por gasolinas continúa creciendo (+66%), mientras que la recaudación de ISR (0.0%) e IVA (-1.8%) se estanca, como ya lo habíamos previsto, dado el bajo crecimiento económico que se ha observado este año. (Ver Gráfica 1)
    • Los ingresos presupuestarios del SP y del Gobierno Federal (GF) van 2.8% (-89,413 mmdp) y 0.2% (-3,770 mmdp) por debajo de lo aprobado, respectivamente. Los ingresos por IEPS en gasolinas aumentaron 13% (19mmdp). Sin embargo, los ingresos por IVA han acumulado una caída de 3.7% (-6,819 mmdp). También continúan rezagados los de ISR y los petroleros del GF, con disminuciones de 1.5% (-15.9 mmdp) y 11% (-34.9 mmdp), respectivamente. En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros del GF aumentaron 84% (62mmdp), con respecto a lo aprobado para el mes de julio.
    • Consecuentemente con los menores ingresos, el gasto público también es menor en comparación con el año anterior. El gasto del SP y del GF disminuyó en 6%. (Ver Gráfica 2)
    • El gasto programable del SP exhibe una caída, con respecto al año anterior, de 3.4% (-81.5 mmdp), y el no programable una de 2.1% (-20 mmdp). Por su parte, en el GF el gasto programable cayó 4.5% (-78.7 mmdp) y el gasto no programable 0.9% (-8mmdp).
    • Si guiamos nuestro análisis por el tipo de ejecutor de gasto, también observamos recortes generalizados. No obstante, los más afectados en términos relativos siguen siendo los poderes y organismos autónomos[2] (19.3% o -12mmdp). En las secretarías de estado (7.2% o -49mmdp) y en las obligaciones de pago el recorte fue menor (1.4% o -25mmdp).
    • La caída del gasto se explica por la reducción en el gasto de las ADEFAS[3] (82 % -54 mmdp), Ramo 23 (47.0% o -52mmdp), Pemex (5.8% o -18 mmdp), SCT (36% o -17mmdp) y SADER (28% o -16,452 mmdp).
    • La inversión física total del SP se redujo en 16% (-61 mmdp), mientras que la inversión física sin tomar en cuenta la inversión de Pemex cayó aún más: 23% (-61 mmdp). Las funciones del SP que más recortes sufrieron en inversión física son: Otras industrias y asuntos económicos (82% ó -34 mmdp), Transporte (40% o -16 mmdp), Protección social (99% ó -6 mmdp), Salud (30% ó -2 mmdp), Ciencia, tecnología e innovación (98% ó -2 mmdp) y Protección ambiental (37% ó -2mmdp). De igual menera, la inversión física del GF continúa debilitándose, pues tiene una caída de 24%. (ver Gráfica 3)
    • El valor de la construcción pública continúa en niveles bajos, de acuerdo con la Encuesta de Empresas Constructoras. En junio presenta una caída de 7.7% real, respecto a enero, mayor a la caída observada (6.7%) en el mismo periodo del primer año de la presidencia de EPN. De continuar esta tendencia, se limitan las posibilidades de desarrollo y bienestar del país. (Ver Gráfica 11)
    • Si persiste el desplome en el valor de la construcción pública, la caída anual en 2019 sería aproximadamente de 15.7%, similar a la caída observada durante el primer año del sexenio de EPN. (ver Gráfica 12)
    • Los ejecutores del gasto que más gastaron con respecto al año anterior son: las Aportaciones a Seguridad social (7% o 30,191 mmdp), Bienestar (42% o 26.2 mmdp), Energía (511% o 25 mmdp), Participaciones (4% ó 22 mmdp) y los intereses de la deuda (9% ó 21 mmdp).
    • Con respecto a lo aprobado para 2019, el gasto del SP se encuentra 6% o 199 mil millones por debajo. De igual manera, el subejercicio en el gasto del GF es de 6% o 154 mil millones de pesos. La reducción en el gasto ejercido con respecto al PEF compromete la operación oportuna y eficaz de los servicios públicos.
    • Los ejecutores que impulsaron el subejercicio fueron: Pemex (13% ó -45 mmdp), IMSS (7% ó -30 mmdp), intereses de la deuda pública (9% ó -25 mmdp), Ramo 23 (23% ó -17 mmdp), Aportaciones a la Seguridad Social (3% ó -13 mmdp), Educación Pública (7% ó -12.9 mmdp) y Participaciones (2% ó -12). (ver Gráfica 5)
    • Los ejecutores del gasto que presentaron un gasto por arriba de lo calendarizado son: CFE (12.1%), Energía (312.3%), Economía (93.1%), Bienestar (3.6%) y la CNH (78.7%). (ver Gráfica 4)
    • El gasto en salud enlaza siete meses seguidos de subejercicios. A julio, el subejercicio de la Secretaría de Salud, el IMSS e ISSSTE es de 47.8 mil millones de pesos (-7%) en comparación con lo aprobado para el mes. A junio fue de 40 mil millones de pesos (-7%).
    • El SP y el GF tuvieron un balance negativo. El déficit del SP es de 153 mmdp. El superávit del IMSS (88 mmdp) y el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (52 mmdp) mitigó el efecto del balance negativo. Entretanto, el déficit del GF fue de 183 mmdp, similar al observado en julio de 2013. Pemex y CFE siguen presionando al GF, al tener un balance negativo (-118 mmdp) similar al observado en julio de 2014. (Ver Gráfica 6)
    • El balance primario[4] del SP y del GF fueron positivos. Eso demuestra una fuerte disciplina fiscal en un contexto adverso para las finanzas del gobierno. La compleja situación se resume en que hay menores ingresos públicos y un mayor costo financiero, que sigue en aumento: 5% en relación con el año anterior. (Ver Gráfica 9)
  • El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) creció 1.8%, en comparación con el año previo. (Ver Gráfica 10)

[1] Miles de millones de pesos.
[2] Los ramos autónomos son los que cuentan con autonomía presupuestaria, por ejemplo el Poder Legislativo, el Poder Judicial y el INE, entre otros. Los ramos administrativos, son en su mayoría secretarías de Estado. Y los ramos generales son aquellos cuyo papel no está definido en una sola regulación, sino en distintas leyes. No dependen de un organismo concreto y son erogaciones que la SHCP asigna para cumplir obligaciones de pago en nombre del GF.
[3] Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores
[4] El balance primario muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.