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Etiqueta: Números de Erario

Can los ingresos tributarios tradicionales: abril 2021



A pesar de que en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2021 los ingresos del sector público aumentaron 2.4% real respecto al mismo periodo de 2020, el resultado no obedece precisamente a la apertura gradual de la actividad económica. La explicación proviene mayormente de las transferencias que en el primer trimestre hizo el Gobierno federal a Pemex, y a los recursos provenientes de fideicomisos extintos que la Tesofe transfirió a aprovechamientos. Ambos rubros sumaron 103.7 mil millones de pesos (mmdp), que si no los tomamos en cuenta los ingresos en realidad hubieran caído 2.9%.

La historia, como se ve, no es tan feliz. Los ingresos tributarios se están debilitando: fueron 2.8% menores a los reportados en enero-abril de 2020. Tanto los IEPS como el ISR y el IVA mostraron una menor recaudación. Esta debilidad en los ingresos tributarios tradicionales se está compensando con impuestos a las importaciones, lo cuales aumentaron 7.7%.

Si analizamos los datos en términos mensuales, los ingresos del sector público reportados en abril disminuyeron 31.5% respecto a marzo, resultado de la caída de 32.2% en los ingresos tributarios, de la disminución de 13.2% en los petroleros y de la reducción de los ingresos no tributarios no petroleros por 68.4%.

Por el lado de las transferencias a las entidades federativas a través del gasto federalizado continúa la tendencia a la baja; en el periodo enero-abril disminuyeron 4.5%, y aunque en abril este gasto presentó un incremento de 5.9% con respecto a igual mes de 2020, no fue suficiente para compensar las reducciones que se han ido presentando de manera consecutiva desde el año pasado.

Por otra parte, hubo un aumento en el gasto público con respecto al año pasado, impulsado por las ya mencionadas transferencias a Pemex, el crecimiento del gasto en programas sociales y por algunos proyectos de infraestructura, como el Tren Maya. A pesar de esto, el gasto público se alejó un poco de los planes de gasto: presentó un subejercicio de 1.3% (-27.1 mmdp). Se ejercieron 2.13 billones de pesos de los 2.15 billones aprobados para el periodo. 

Preocupan los recortes constantes en rubros tan esenciales como el de salud. Aun cuando el gasto funcional en salud se incrementó un 7% anual, el gasto por institución revela dramáticas caídas en el gasto del IMSS y el ISSSTE. El rubro de infraestructura el más afectado (para más detalle consultar el Erario en salud de abril). 

Lamentablemente, la inversión física en general no tiene la prioridad que debería en el gasto del gobierno, aunque bien podría contribuir a la recuperación económica. Desde hace varios años se mantiene en niveles bajos, y ya mostró una caída en los primeros cuatro meses de este año, con relación al mismo periodo del año anterior. Además, los bajos niveles de inversión en ciertos sectores, como en la infraestructura educativa y para el agua, son alarmantes.



Ingresos totales del Sector Público enero-abril de 2021

Los ingresos totales se ubicaron en 2 billones de pesos[1] durante el periodo enero-abril de 2021, lo que se tradujo en un incremento de 2.4% real (46.5 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020, el nivel más alto observado en periodos similares desde los 2.2 billones de pesos de 2017. Lo anterior podría interpretarse como resultado de la apertura económica y de mayores ingresos petroleros por una mejoría en el precio del petróleo, pero habría que poner el foco, más bien, en las transferencias por 63.1 mmdp del primer trimestre del año que realizó el Gobierno federal a Pemex, y de la Tesofe a aprovechamientos por recursos provenientes de fideicomisos extintos, por 40.6 mmdp. Así, sin considerar estas transferencias, los ingresos totales del Sector Público hubieran sido de 1.8 billones de pesos, 2.9% (-57.1 mmdp) menores a los reportados en igual periodo del año anterior.

Por componentes, los ingresos petroleros alcanzaron los 271.6 mmdp, lo que supone un aumento de 64.8% (106.8 mmdp) también con respecto al año pasado, debido a la recuperación de los precios del petróleo y al beneficio fiscal otorgado a Pemex. Sin estas transferencias, los ingresos petroleros hubieran sido de 208.5 mmdp, 26.6% (43.8 mmdp) superiores al dato reportado en enero-abril de 2020.

Los ingresos no petroleros reportaron 1.7 billones de pesos. Disminuyeron 3.4% (-60.3 mmdp) en términos anuales. Los del Gobierno federal fueron menores en 2.3%; los de Organismos de control presupuestario directo se redujeron en 1.5% y los de CFE cayeron 17.5%.

Los ingresos tributarios sumaron 1.2 billones de pesos, ubicándose 2.8% (-37.8 mmdp) por debajo de su nivel reportado en enero-abril de 2020. Los IEPS cayeron 13.2% (los de gasolina y diésel se redujeron 18.0% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.6%); otros impuestos (ISAN, exportaciones y accesorios) disminuyeron 9.5%; el ISR fue menor en 1.8% y el IVA se redujo 0.2%. Los impuestos a la importación aumentaron 7.7%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) sumaron 168.6 mmdp, lo que significó un incremento de 2.4% respecto al dato reportado en el acumulado de los primeros cuatro meses de 2020. A su interior, los aprovechamientos se incrementaron 6.0%, mientras que los derechos disminuyeron 0.7% en términos anuales y los productos en 48.4%. Sin considerar las transferencias por fideicomisos recibidas en el primer trimestre de 2021 (40.6 mmdp), los ingresos NTNP hubieran sido de 128.0 mmdp, 22.3% (-36.6 mmdp) menores a los reportados en el periodo enero-abril de 2020.

En términos de estructura porcentual, los ingresos tributarios han pasado de representar el 52.5% de los ingresos totales del Sector Público en 2000 a abarcar el 64.9% en 2021. El ISR es el impuesto de mayor peso (35.7%), seguido del IVA (19.4%). En cambio, los ingresos petroleros han ido perdiendo peso en el total de ingresos del Sector Público: en enero-abril de 2000 abarcaron el 23.9%, y para el mismo periodo de 2021 sólo representaron el 13.6%.

En relación con su meta inicial establecida en la LIF2020,los ingresos totales del Sector Público se colocaron 2.9% (55.6 mmdp) por arriba.

En el acumulado, los ingresos tributarios fueron 0.3% (4.2 mmdp) superiores a su meta estimada a inicio de año: la recaudación de IVA fue mayor en 13.9% (47.4 mmdp). En contraste, el ISR fue menor en 4.5% (-33.3 mmdp) y los IEPS observados se ubicaron 7.9% (-13.0 mmdp) por debajo del dato aprobado en la LIF.

Los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 13.3% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-41.5 mmdp). Si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex del primer trimestre del año, registradas como ingresos petroleros, el rezago es mayor:de 33.4% (-104.5 mmdp).

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 151.9% (101.7 mmdp) la meta aprobada en 2021: los derechos fueron 79.4% (20.6 mmdp) mayores y los aprovechamientos 222.0% (82.3 mmdp).

En resumen, durante los primeros cuatro meses de 2021 los ingresos del Sector Público se beneficiaron marginalmente de 1) la apertura económica; 2) la recuperación de los precios del petróleo; 3) las transferencias que realizó el Gobierno Federal a Pemex en el primer trimestre del año, y 4) las transferencias a ingresos no recurrentes, registradas en el rubro de aprovechamientos, provenientes de la extinción de fideicomisos. Sin estos recursos, los ingresos totales del Sector Público hubieran registrado 1 billón 896.4 mmdp, con un rezago de 2.5% (-48.0 mmdp) respecto a la meta establecida en la LIF 2021.


Ingresos totales del Sector Público en abril de 2021

Sólo en abril de 2021la SHCP reportó que se obtuvieron 436.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 1.1% (4.9 mmdp) al reportado el mismo mes de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento anual:

  • Los ingresos petroleros se ubicaron en 67.1 mmdp, monto 179.8% superior al de abril de 2020, debido principalmente a una mejora en los precios del petróleo.
  • Los ingresos tributarios fueron de 273.5 mmdp. Eso implica una disminución anual de 5.6%, resultado de la caída de 16.1% del ISR, y de las disminuciones de 6.6% de ‘otros impuestos’ (ISAN, exportaciones y accesorios) y de 1.7% de impuestos por la actividad de exploración y explotación de hidrocarburos. En cambio, la recaudación de impuestos a la importación aumentó 11.5%, la de IVA 1.2% y la de los IEPS 1.0% (aunque la de gasolinas y diésel disminuyó 3.6%, la distinta a gasolinas y diésel se incrementó 12.0%).
  • Los ingresos no tributarios no petroleros fueron de 28.1 mmdp; presentaron un caída anual de 31.3% respecto a igual mes de 2020, principalmente por la disminución de 37.4% de los aprovechamientos y de 40.6% en los productos, ya que los derechos se incrementaron 5.6%.


Respecto al mes inmediato anterior (marzo), los ingresos presupuestarios del Sector Público disminuyeron 31.5% (-200.4 mmdp), lo que se explica principalmente, por:

  • La caída mensual en los ingresos tributarios de 32.2%, respecto a marzo de 2021.
  • La disminución de los ingresos petroleros de 13.2% respecto a marzo, ya que el precio de la mezcla mexicana de exportación bajó respecto a marzo 1.2 dólares por barril (-1.9%), para ubicarse en 59.5 dólares por barril.
  • La reducción de los ingresos no tributarios no petroleros por 68.4%.

En términos mensuales, en abril de 2021 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 5.9% (-27.2 mmdp) respecto al dato aprobado.

Los ingresos tributarios fueron 8.1% (-24.0 mmdp) menores respecto a su meta estimada en el calendario para el mes…

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, en abril se observaron ingresos excedentes en el IVA de 19.7% (14.5 mmdp).
  • En cambio, el ISR tuvo una pérdida de 21.3% (-37.2 mmdp).

Hubo un rezago entre el monto observado y aprobado en los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 15.2% (-5.2 mmdp).

Los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 81.6 % (-12.0 mmdp).



Gasto neto total

El gasto neto total del sector público acumuló 2.1 billones de pesos al mes de abril, lo que supone un incremento anual de 4% (86.0 mmdp). Por su parte, el gasto primario, que excluye el costo financiero, sumó 1.9 billones de pesos, y fue 6% (118.6 mmdp) mayor al observado en el mismo periodo de 2020.

En lo que va del año se tiene registro de aportaciones patrimoniales del Gobierno federal a Pemex con el fin de amortizar su deuda. Con los datos disponibles y si se descuentan dichas aportaciones del gasto neto total, éste sería de 2,055 mmdp al mes de abril, y habría aumentado sólo 2.3% (45.9 mmdp) con relación al año previo.

Por componentes del gasto, el gasto programable sumó 1.6 billones de pesos: aumentó 9.7% (142.7 mmdp) con relación al año previo. El gasto no programable fue de 523.2 mmdp, lo que implica una caída anual de 15.6% (-32.5 mmdp), impulsada por un menor costo financiero debido a la gestión de la deuda. 75% del gasto neto total corresponde al gasto programable y 25% al gasto no programable.


Gasto programable

Al interior de la clasificación económica del gasto programable, el gasto corriente se incrementó 7% (78.8 mmdp) con respecto a 2020, al acumular 1.2 billones de pesos. Este incremento podría ser el resultado de aumentos en el rubro de materiales y suministros (52% por arriba, o 44.5 mmdp) y de subsidios y transferencias (11% o 33 mmdp).

El gasto de capital acumuló 330.2 mmdp; con respecto a 2020 aumentó 24% (63.9 mmdp). Son los ‘otros gastos’ de capital los que impulsaron dicho incremento en este componente, el tener un aumento anual de 139%. Por su parte, y de forma contrastante, el gasto en inversión física tuvo una caída anual de 3% (-7.0 mmdp).

Inversión física

La inversión física al mes de abril se ubicó en 208.4 mmdp, con una caída anual de 3% (-7.0 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída sería de 1% (-1.3 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 86.0 mmdp: disminuyó 6.2% (-5.7 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012. Los niveles de inversión observados hasta abril se encuentran en mínimos históricos. Desde 2015, la inversión del sector público se reduce año con año y ni con los proyectos de inversión prioritarios ha podido repuntar.

Hasta abril, las caídas de la inversión física presupuestaria se observan en casi todos los rubros, excepto en educación (29% por arriba) y en el rubro de otros (9.5%). A pesar del aumento en la inversión física en educación, desde abril de 2015 el gasto en este rubro acumula caída tras caída, hasta llegar a mínimos históricos: pasó de tener un monto de 9.8 mmdp en 2015 a 0.3 mmdp en este año.

De los rubros con caídas anuales destacan los siguientes:

  • Eléctrico (-47.4%)
  • Salud (-44.6%)
  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-40.6%)
  • Comunicaciones y transportes (-24.7%)

La inversión física en salud en 2021 alcanza un récord mínimo en los últimos cuatro años, y es el segundo mínimo desde 2011. Los recortes de inversión del IMSS (-82%) y el ISSSTE (-88%) profundizaron la caída. 

El gasto en infraestructura para el agua potable y alcantarillado también se encuentra en récords mínimos. Si bien desde abril de 2017 comenzó a decrecer la inversión en este rubro, el monto que se ejercía era muy superior a los 0.8 mmdp que actualmente se gastaron.

La inversión en comunicaciones y transportes también ha mostrado caídas en los últimos tres años; desde 2013 no se observaba una inversión tan baja en este sector.

La inversión en el sector eléctrico también exhibe recortes y se encuentra en un mínimo histórico: en este periodo tuvo una caída de 47.4% con respecto al año pasado. A abril de este año se gastaron 5.4 mmdp en infraestructura eléctrica, gasto muy por debajo de los 6.2 mmdp observados en 2017, cuando también se observó un gasto mínimo.

Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente manera:

  • La de Gobierno fue de 16.4 mmdp; en términos anuales aumentó 60.2% (6.2 mmdp). A su interior, las subfunciones con mayores aumentos son las de Coordinación de la Política de Gobierno (160%, que incluye funciones relacionadas con procesos electorales), Legislación (76%) y Seguridad Nacional (76%).
  • La de Desarrollo Social fue de 75.8 mmdp; exhibió una disminución de 2.9% (-2.3 mmdp). Por componentes se observaron caídas en el gasto de cuatro de las seis subfunciones: Protección ambiental (-51%), Salud (-44%), Vivienda y servicios a la comunidad (-6%) y Educación (-5%). En contraste, el gasto en Recreación, Cultura y Otras Manifestaciones Sociales fue 396 veces el ejercido el año pasado, y el gasto en Protección social aumentó 627%.
  • La de Desarrollo Económico se ubicó en 116.2 mmdp; con respecto a 2020 se redujo en 8.5% (-10.8 mmdp). Si no consideramos el gasto en el rubro de Combustibles y Energía, este tipo de inversión sería sólo de 23.1 mmdp, y habría caído 1% (-0.2 mmdp). De este tipo de inversión destaca la disminución anual en Asuntos Económicos, Comerciales y Laborales en General (-34%), Agropecuaria, Silvicultura, Pesca y Caza (-21%) y Combustibles y Energía (-10%). Las subfunciones que más aumentos anuales tuvieron fueron: Turismo (86%), Ciencia, Tecnología e Innovación (64%) y Transporte (54%).

Por clasificación administrativa

El gasto programable del Gobierno federal fue de 1.2 billones de pesos; aumentó 9% con relación al monto observado en 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos gastaron 37.6 mmdp; este gasto tuvo una caída anual de 9%. Por un aumento anual de 90% destaca el INE, a causa  del periodo electoral. En contraste, se reportaron caídas anuales en los siguientes ramos: Inegi (-78%), Tribunal Federal de Justicia Administrativa (-14%), FGR (-14%), INAI (-6%), Legislativo (-4%) e IFT (-2%).

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 1.1 billones de pesos, con un aumento real anual de 10%. Esto se puede entender en el marco del fortalecimiento de acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 517.5 mmdp, con un incremento anual de 20%. La Secretaría de Turismo y la de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano continúan con aumentos reales considerables; la primera gastó 16 veces más que el año pasado y la segunda tuvo un incremento anual de 367%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-49%), Economía (-26%) y la Comisión Reguladora de Energía (-22%).
  • Los Ramos Generales aumentaron su gasto programable en 3%. Sumaron 673.2 mmdp, principalmente por el incremento anual de 21% en las Provisiones Salariales y Económicas. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 15% anual, y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 3%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 751.4 mmdp, 11% mayor que el del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 196.4 mmdp, con un incremento anual de 20%; el del IMSS fue de 256.4 mmdp, con un crecimiento de 11%, y el de CFE fue de 170.0 mmdp, con un incremento de 17%. El ISSSTE gastó 128.4 mmdp, monto 5% menor al observado en 2020.


Por clasificación funcional

La función Gobierno sumó 109.7 mmdp, y tuvo una caída anual de 5%. Destaca la disminución de gasto en ‘Otros servicios generales’ (-71%) y Asuntos de Orden Público y de Seguridad Interior (-29%). De las subfunciones que mayor aumento anual tuvieron se encuentra la de Coordinación de la Política de Gobierno (59%) y Seguridad Nacional (22%).

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 1.4 billones de pesos, y aumentó 11.3% anual. De acuerdo con el informe de la SHCP en estas funciones se concentran los apoyos para la atención de los efectos de la covid-19 y el gasto en programas de subsidios. En particular, el gasto en la función de ‘Otros Asuntos Sociales’ fue de 5.1 mmdp, y fue 79 veces mayor al gasto observado hasta abril de 2020. Por su parte, los fondos de estabilización (Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF) vieron disminuidos sus recursos en 20%.


Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas y otros se ubicaron en 2.2 mmdp, lo que significa una disminución real anual de 88% (-16.2 mmdp);
  • El costo financiero fue de 176.3 mmdp, con una reducción de 16% (-32.6 mmdp), y
  • Las participaciones alcanzaron un nivel de 344.7.6 mmdp y una caída de 2% (-7.9 mmdp).

¿Cómo se comportó el gasto neto con respecto a su meta?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, hasta abril de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 1.3% (-27.1 mmdp); no estuvo tan alejado de la meta estimada, que es de 2.15 billones de pesos. El gasto observado fue de 2.13 billones de pesos. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un sobregasto de 0.4% (6.5 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 1.602 billones de pesos, y el observado de 1.608 billones.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 6% (-33.7 mmdp) por debajo de la meta calendarizada hasta abril, que era de 557 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 199 mmdp, y el observado alcanzó los 176.3 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 12.8% (-22.8 mmdp).

Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un ligero sobregasto de 0.5% (6.6 mmdp):

  • Ramos autónomos (-30.5% o -16.5 mmdp)
  • Ramos generales (-5.9% o -70.4 mmdp)
  • Ramos administrativos (32.9% o 128.2 mmdp)

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 5.6% (-11.5 mmdp):

  • ISSSTE (-50% o -126.2 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobregasto de 68% (103.4 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado gastaron 7.2% (29.3 mmdp) más de lo aprobado:

  • Pemex (-2% o -5.4 mmdp)
  • CFE (24% o 34.7 mmdp)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 6% (19.1 mmdp).
  • Adefas y otros, un subejercicio de 93% (-30.1 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante los primeros cuatro meses de 2021 la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 1.2 billones de pesos, lo que representó una disminución de 4.9% (-64.6 mmdp) respecto a enero-abril de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-0.8%) y petroleros (-34.6%). En abril, la RFP fue de 394.7 mmdp, 0.7% mayor al dato reportado en igual mes de 2020.

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 681.3 mmdp, lo que se tradujo en una caída anual de 4.5% (-32.4 mmdp) respecto a igual periodo de 2020, resultado de la disminución en todos sus componentes: Subsidios[2] (-61.1%), Recursos para Protección Social en Salud (-13.5%); Convenios de Descentralización[3] (-12.1%); Aportaciones Federales o Ramo 33 (-3.7%), y Participaciones-Ramo 28[4] (-2.2%).

Sólo en abril, el gasto federalizado fue de 194.0 mmdp, presentando un incremento de 5.9%, respecto a abril de 2020.

Las participaciones a entidades federativas, de enero a abril de 2021, se ubicaron en 344.7 mmdp, lo que significó una caída de 2.2% (-7.9 mmdp) respecto a los recursos recibidos en igual periodo de 2020 (352.6 mmdp), resultado de una menor recaudación. Destacan las disminuciones anuales de los fondos con mayores recursos del Ramo 28: el Fondo General (-2.3%), el Fondo de Fomento Municipal (-2.4%) y el Fondo de Fiscalización (-2.8%). Sólo en abril de 2021 las participaciones fueron de 104.0 mmdp, 0.2% menores a las reportadas en abril de 2020.

En los primeros cuatro meses del año la disminución anual de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; en 17 disminuyeron más que en el promedio nacional. Las más afectadas fueron: San Luis Potosí (-9.0%), Zacatecas (-8.8%), Hidalgo (-8.0%), Guanajuato (-7.9%) y Oaxaca (-7.6%). Por otro lado, seis entidades recibieron mayores recursos respecto al mismo periodo del año anterior: Durango (21.8%), Veracruz (6.6%), Colima (5.6%), Tabasco (4.5%), Michoacán (2.5%) y Tlaxcala (2.2%).

Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 258.0 mmdp, y presentaron una disminución anual de 3.7% (-10.0 mmdp) en el periodo enero-abril de 2021, la cual se explica por la reducción de recursos en siete de sus ocho fondos: el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (-6.0%); el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS (-5.8%); el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal-FAFM y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-5.5%, cada uno); el Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-3.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-1.2%), y el de Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (-0.9%). El único fondo que presentó un incremento en sus recursos fue el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (0.7%).

Como puede observarse, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

En abril de 2021, los recursos del Ramo 33 permanecieron sin cambio en términos anuales, reportando 55.3 mmdp.

Las 32 entidades federativas vieron disminuidos sus recursos en enero-abril de 2021; la más afectada fue la Ciudad de México, con una caída anual de 10.8%. Le siguió Querétaro, con una disminución de 5.9%.


El balance del Sector Público y sus requerimientos financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 52.9 mmdp; el programado para el periodo enero-abril era un déficit de 16.4 mmdp, pero es menor al superávit registrado el mismo periodo del año anterior (119.9 mmdp).

El déficit del Balance Público fue menor al calendarizado en los primeros cuatro meses de 2021: -109.7 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de 215.4 mmdp. En el mismo periodo de 2020, se registró un déficit de 77.3 mmdp.

El Balance Público sin inversión (es decir, excluyendo hasta el 2.2% del PIB de la inversión física del Gobierno federal y las Empresas Productivas del Estado, de acuerdo con el artículo 1 de la LIF 2021) fue superavitario en 98.3 mmdp.

El costo financiero fue de 176.3 mmdp, inferior al programado de 199.0 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[5], fue de -219.4 mmdp en el acumulado enero-abril de 2021, o 0.9% del PIB. El déficit acumulado previsto para cierre de año es de -3.3% del PIB. Sólo en abril de 2021, el saldo de los RFSP fue de -43.6 mmdp.

A abril de 2021 el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, sumó 12.3 billones de pesos; se redujo 2.4% o 298.9 mmdp respecto a igual periodo de 2020, debido a una disminución en el componente externo por la apreciación del tipo de cambio. El SHRFSP representó el 49.5% del PIB en el periodo de referencia. Para cierre de año, la SHCP estima que el SHRFSP se ubique en 51.4% del PIB, en lugar de 53.7% del PIB previsto en un inicio, debido al menor déficit como proporción del PIB, la apreciación del tipo de cambio y el mayor dinamismo de la economía.


[1] Base marzo de 2021.

[2] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[3] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

De la austeridad nos queda el recuerdo: 1T 2021



En marzo de 2021, los ingresos mostraron signos de recuperación: aumentaron 2.8% real (42.8 mil millones de pesos [mmdp]) con respecto al mismo mes de 2020. Y con respecto a febrero de este año los ingresos tributarios subieron un contundente 52.3%, aunque a causa de las pérdidas acumuladas en los primeros dos meses del año el primer trimestre siguió por debajo del año anterior (2.0%), en este sentido.

Los ingresos petroleros sumaron 204.6 mmdp, lo que significa un aumento de 45.6% (64.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Pero este ‘boost’ se debe más al beneficio fiscal otorgado a Pemex (con nuestros impuestos) que a la recuperación de los precios del petróleo. En su informe trimestral Pemex reportó, dentro de sus actividades de financiamiento, un incremento en las aportaciones del Gobierno federal por 63.1 mmdp. Hay que destacar que dicha aportación en 2021 tuvo un incremento real anual de 278%. Sin esas transferencias federales los ingresos petroleros hubieran sido de 141.5 mmdp, apenas 0.7% por arriba (1.0 mmdp) del dato reportado en el primer trimestre del año pasado. El propósito de esta transferencia fue amortizar la deuda de la paraestatal.

Asimismo, el Gobierno sigue liquidando recursos de los fideicomisos; obtuvo recursos del Fondo de Salud para el Bienestar (33 mmdp) y del Fondo de Desastres Naturales–Fonden (7.6 mmdp).

Observamos, por lo demás, el muy probable fin de la era de la austeridad. Se nota la influencia del año electoral en el vigor del gasto, el cual crece mientras los ingresos siguen con pérdida a pesar de su mejoría en marzo. En el primer trimestre de 2021 el gasto neto total del Sector Público acumuló 1.6 billones de pesos. Con respecto al mismo periodo de 2020 hubo un incremento de 8% o 122.2 mmdp. Si descontamos la aportación del Gobierno federal a Pemex del gasto neto total, éste ascendería a 1.5 billones de pesos, y habría aumentado sólo 5.0% (75.88 mmdp) con relación al año previo.

El incremento en el gasto fue impulsado por el gasto en programas con Reglas de Operación (ROP) y “Otros subsidios”, que incluye el gasto de los programas prioritarios del Ejecutivo. Fue 18% mayor (37.8 mdp) al observado en el mismo periodo de 2020. Este gasto atípico lo justificó el Gobierno al afirmar que “se habían adelantado las transferencias a programas sociales” a causa de la “veda electoral”. También destacó el gasto en el Banco del Bienestar, pues fue 2,703% mayor (4.4 mmdp) a lo previsto en el programa: gastó 5.2 mmdp y se tenían aprobados sólo 184.7 mdp al primer trimestre del año. El gasto que esta institución realizó a través del Programa de Inclusión Financiera de la SHCP en lo que va del año es 16 veces el presupuesto aprobado en todo el año.

Aun así, las transferencias a las entidades federativas a través del gasto federalizado, continúan cayendo: en el primer trimestre de 2021 disminuyeron 8.2%.

La deuda pública, como necesidad de financiamiento y saldo acumulado, aumentó. En parte lo hizo por efectos del tipo de cambio, pero también porque el ritmo de gasto ha excedido por mucho al de obtención de ingresos públicos.

Se reportaron 14 bajas y 39 fideicomisos en proceso de extinción –siete más que los reportados al cuarto trimestre de 2020–; éstos últimos equivalen a 965.8 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.


Ingresos totales del Sector Público al primer trimestre de 2021

Los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 1.5 billones de pesos[1] al primer trimestre de 2021, lo que equivale a un incremento de 2.8% real (42.8 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020. Esto es reflejo de la reactivación económica y de mayores ingresos petroleros y no tributarios no petroleros –en específico, de aprovechamientos–. Si no consideramos las transferencias por 63.1[2] mmdp del Gobierno federal a Pemex, los ingresos totales hubieran sido de 1.5 billones de pesos[3], 1.3% menores (-20.3 mmdp) a los reportados en igual trimestre del año pasado.

Al hacer el análisis por componentes, observamos que los ingresos petroleros sumaron 204.6 mmdp, lo que significa un aumento de 45.6% (64.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Esto se debe a la recuperación de los precios del petróleo y al beneficio fiscal otorgado a Pemex que ya describimos. Sin estas transferencias federales los ingresos petroleros hubieran sido de 141.5 mmdp, 0.7% por arriba (1.0 mmdp) del dato reportado en el primer trimestre del año pasado.



Los ingresos no petroleros ascendieron a 1.3 billones de pesos, una disminución de 1.5% (-21.3 mmdp) en términos anuales. Los del Gobierno federal fueron menores en 0.3%; los de los organismos de control presupuestario directo se redujeron en 2.4% y los de CFE cayeron 14.7%.

Los ingresos tributarios sumaron 1.02 billones de pesos, ubicándose 2.0% (-20.7 mmdp) por debajo de su nivel reportado en el primer trimestre de 2020. A su interior, los IEPS cayeron 16.9%: los de gasolina y diésel se redujeron 22.4%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 7.9%; otros impuestos –ISAN, exportaciones y accesorios– disminuyeron 10.5% y el IVA se redujo en 3.2%. En cambio, la recaudación por ISR aumentó 2.4%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) sumaron 140.5 mmdp, lo que equivale a un incremento de 13.6% respecto al dato reportado en el primer trimestre de 2020. A su interior, destaca el incremento de 24.6% en el rubro de aprovechamientos, debido a la recuperación de los siguientes activos financieros:

  • Fondo de Salud para el Bienestar, por 33.0 mmdp (liquidado en su totalidad), previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2021 para financiar gasto en salud.
  • Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales, por 7.6 mmdp, correspondientes a recursos no comprometidos y en línea con el proceso de extinción de los fideicomisos.
  • Ingresos derivados por operaciones de financiamiento por 17 mmdp.

Por su parte, los derechos disminuyeron 1.4% en términos anuales, y los productos en 50.3%. Si no consideramos las transferencias por fideicomisos (40.6 mmdp), los ingresos NTNP suman 99.9 mmdp, 19.3% (-23.8 mmdp) por debajo de los reportados en el primer trimestre de 2020.



Los ingresos tributarios han pasado de representar el 51.4% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a 65.5% en 2020. El ISR es el impuesto de mayor peso (36.9%), seguido del IVA (19.2%).

En cambio, los ingresos petroleros han ido perdiendo peso en el total de ingresos del Sector Público: de abarcar el 23.7% en el primer trimestre de 2000, al primer trimestre de 2021 sólo representan 13.1%.



En relación con su meta inicial establecida en la LIF2020, los ingresos totales del Sector Público se colocaron 5.6% (82.8 mmdp) por arriba.

En el acumulado, los ingresos tributarios fueron 2.8% (28.3 mmdp) superiores a su meta estimada a inicio de año: la recaudación de IVA fue mayor en 12.4% (33.0 mmdp) y la del ISR en 0.7% (3.9 mmdp). En cambio, los IEPS se quedaron 9.0% (-11.3 mmdp) por debajo del dato aprobado en la LIF.

Los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 12.6% (-29.5 mmdp) en relación con lo que se esperaba para este periodo. Si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex (registradas como ingresos petroleros), el rezago es mayor: de 39.5% (-92.6 mmdp).

En contraste, los ingresos NTNP superaron en 173.1% (89.0 mmdp) la meta aprobada en 2021: los derechos fueron 89.9% mayores (19.1% mayores) y los aprovechamientos 261.7% (71.0 mmdp).

En conjunto, en el primer trimestre de 2021 los ingresos petroleros del Sector Público se beneficiaron por las transferencias que realizó el Gobierno Federal a Pemex (63.1 mmdp), y por las transferencias a ingresos no recurrentes, registradas en el rubro de aprovechamientos, provenientes del Fondo de Salud para el Bienestar y del Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (40.6 mmdp). Sin estos recursos, los ingresos totales del Sector Público hubieran sumado 1.4 billones de pesos[4], con un rezago de 1.4% (-20.8 mmdp) respecto a la meta establecida en la LIF 2021.



Ingresos totales del Sector Público en marzo de 2021

En términos mensuales, en marzo de 2021 la SHCP reportó que se obtuvieron 636.4 mmdp de ingresos totales, monto 15.2% mayor (87.6 mmdp) que el reportado en el mismo mes de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento anual:

  • Los ingresos petroleros se ubicaron en 77.3 mmdp, monto 93.4% superior al de marzo de 2020. La causa principal: mayores ingresos de Pemex.
  • Los ingresos tributarios sumaron 403.6 mmdp, lo que representa un crecimiento anual de 2.4%, resultado del incremento de 9.2% del ISR y de 35.4% de los impuestos a la importación. Sin embargo, la recaudación de IVA se redujo 7.8%; la de los IEPS fue menor en 13.8% –27.3% por debajo la de gasolinas y diésel, aunque la distinta a gasolinas y diésel se incrementó 39.3%–.
  • Los ingresos NTNP fueron de 89.1 mmdp; presentaron un crecimiento anual de 94.0% respecto a igual mes de 2020, principalmente por el incremento en 227.0% en los aprovechamientos, ya que los derechos aumentaron 6.3% y los productos cayeron 30.5%.


Respecto al mes inmediato anterior (febrero), los ingresos presupuestarios del Sector Público aumentaron 46.2% (201.2 mmdp), lo que se explica con estos hechos:

  • El crecimiento mensual en los ingresos tributarios, de 52.3%, respecto a febrero de 2021.
  • El incremento de los ingresos NTNP por 265.4%, debido a los mayores aprovechamientos.

En cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 2.4% en términos mensuales, a pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó 2.2% (1.3 dólares por barril) en marzo respecto a febrero, para ubicarse en 59.2 dólares por barril.

En términos mensuales, en marzo de 2021 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 17.4% (94.5 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observaron aumentos en los ingresos tributarios y NTNP.

Los ingresos tributarios fueron 11.9% mayores (43.1 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mismo periodo. Al desagregarse los ingresos por tipo, se observa en marzo:

  • Ingresos excedentes de IVA por 22.5% (17.7 mmdp).
  • El ISR tuvo una ganancia de 10.8% (25.4 mmdp).

Por su parte, los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 55.6 mmdp (166.2%).

En cambio, hubo un rezago entre el monto observado y aprobado en los ingresos petroleros: el faltante fue de 6.3% (-5.2 mmdp).



Saldo en los fondos de estabilización

A lo largo del primer trimestre de 2021, el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 7.6 mmdp y salidas por 1.6 mmdp. Su saldo fue de 15.8 mmdp,91.3% (-166.1 mmdp) menor al reportado en el primer trimestre de 2020.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) a marzo de 2021 tuvo ingresos por 2.5 mmdp y egresos por 4.2 mmdp. Su saldo se ubicó en 28.9 mmdp, lo que representa una disminución anual de 56.0% (-36.9 mmdp).

Por su parte, el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de marzo de 2021 de 23.0 mmdp, 14.4% (-3.9 mmdp) menor al reportado en igual periodo de 2020.



Fideicomisos al primer trimestre de 2021

Para el periodo la SHCP reportó 315 actos jurídicos[5]: 287 fideicomisos[6], 22 mandatos y seis análogos[7], los cuales suman un total de 541.6 mmdp y muestran una disminución de 30.5% real (-237.7 mmdp) respecto al monto observado en igual periodo de 2020. Respecto al trimestre previo (diciembre), se observa una reducción de 12.2% (-75.1 mmdp).

Entre los fideicomisos, mandatos y actos jurídicos análogos sin estructura con los montos más elevados de disponibilidades, destacan al 31 de marzo de 2021:

  • Apoyos financieros y otros. Su saldo representa el 30.5% del total, y a su interior destacan: el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar, con 64.6 mmdp; el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar, con 64.4 mmdp, y el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), con 28.9 mmdp.
  • Estabilización presupuestaria, con el 23.6% del total. Destacan: el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera, con 78.8 mmdp.
  • Infraestructura pública, con el 11.9% del total; del cual destacan: el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera, con 28.2 mmdp, y el Fideicomiso 2065 – Plan de Pensiones de los Jubilados de Banobras, con 22.8 mmdp.
  • Pensiones, con 14.1% del total. Destacan: el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE), con 19.4 mmdp; el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE) con 18.7 mmdp y el Fondo de Retiro de los Trabajadores de la SEP (FORTE) con 18.1 mmdp.


Se reportaron 14 bajas y 39 fideicomisos en proceso de extinción –siete más que los reportados al cuarto trimestre de 2020–; éstos últimos equivalen a 965.8 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.



Derivado del Decreto de Fideicomisos[8], se reportaron 107 actos jurídicos –106 fideicomisos y un análogo– sujetos al proceso de extinción, por un monto de 49.7 mmdp.



Transferencias a fideicomisos

Al primer trimestre, la aportación a fideicomisos públicos fue de 27.2 mmdp. Ésta ha disminuido a partir de 2018, cuando fue de 43.4 mmdp. Si bien este año las aportaciones a fideicomisos representan un monto mínimo con respecto al periodo de 2017-2021, lo que destaca es que dicho monto sea un 115% mayor a los planes de gasto.

Además, tres ramos concentran estas aportaciones:

  • El 42% de estas aportaciones las realizó la Secretaría de Defensa Nacional a sus fideicomisos, y representaron el 34% del presupuesto total de dicha secretaría, con un monto de 11.3 mmdp. Las aportaciones se realizaron a través de los programas de Infraestructura Gubernamental de Seguridad Nacional (11.3 mmdp) y de Fideicomisos de apoyo a deudos de militares  fallecidos o que hayan adquirido una incapacidad (4.5 mdp).
  • El 32% de las transferencias las realizó el Ramo 23 Provisiones Salariales y Económicas, sumaron un monto de 10.3 mmdp. La fuente de estos recursos son los siguientes programas presupuestarios: Fondo de Ahorro Capitalizable (655.8 mdp), el FEIP (7.5 mmdp) y el FEIEF (2,1 mmdp).
  • 19% del total de las aportaciones se realizaron por la Secretaría de Salud;acumularon 5.2 mmdp y representan el 18% del presupuesto ejercido por esta Secretaría. Dichas aportaciones provienen del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral.
  • El 1% restante fueron aportaciones que realizaron la Secretaría de Energía, el INE y Turismo.


El caso de Sedena

La Secretaría de la Defensa Nacional ejerció 33.2 mmdp y 34% de ese gasto fueron aportaciones a fideicomisos públicos. Este gasto se hizo a través de los programas presupuestarios de “Infraestructura gubernamental de seguridad nacional” y de “Fideicomisos de apoyo a deudos de militares fallecidos o que hayan adquirido una incapacidad”. La aportación a fideicomisos realizada en el primer trimestre de este año es al menos 52 veces la aportación realizada en 2018 (de 217.7 mdp), que de acuerdo con los datos disponibles, es la máxima aportación realizada entre 2017 y 2020.

Llama la atención que el presupuesto de esta Secretaría creció vertiginosamente en los últimos tres años, pasó de gastar 19.1 mmdp en el primer trimestre de 2019 a ejercer 33.2 mmdp en el trimestre más reciente. Éste es el resultado de otorgar cada vez más atribuciones a las Fuerzas Armadas, tales como la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, tramos del Tren Maya, sucursales del Banco de Bienestar y distribución de vacunas del covid-19, por mencionar sólo algunas.



Gasto programable al primer trimestre de 2021

El gasto programable fue 13.9% (155.1 mmdp) mayor al ejercido en 2020: cerró el trimestre en 1.2 billones de pesos. Con relación al programa de gasto, se ejercieron 2.6% más recursos (32.5 mmdp). Este incremento en el gasto programable se debe principalmente a tres razones:

  • El gasto en programas con Reglas de Operación (ROP) y “Otros subsidios”, que incluye el gasto de los programas prioritarios del Ejecutivo, fue 18% mayor (37.8 mdp) al observado en el mismo periodo de 2020. Este gasto atípico lo justificó el Gobierno al afirmar que se habían adelantado las transferencias a programas sociales a causa de la “veda electoral”.
  • El presupuesto del Banco del Bienestar fue 2,703% mayor (4.4 mmdp) a lo previsto en el programa: gastó 5.2 mmdp y se tenían aprobados sólo 184.7 mdp al primer trimestre del año. El gasto que esta institución realizó a través del Programa de Inclusión Financiera de la SHCP en lo que va del año es 16 veces el presupuesto aprobado en todo el año. 
  • El rubro de otros gastos de capital creció 185% con relación al año previo, debido a los 63.1 mmdp transferidos a Pemex para su capitalización.

Gasto programable por Ramos Presupuestarios

Por su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 967.7 mmdp, 11% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos tuvieron un gasto de 25.3 mmdp, 14% menor al acumulado en el primer trimestre de 2020. La mayor variación porcentual se observó en el Inegi (-81%) y el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (-14%). En cambio, el INE incrementó su gasto en 86% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 942.4 mmdp, con un aumento real anual de 12% derivado de un adelanto en el pago de programas sociales, la construcción del Banco del Bienestar, las transferencias a Pemex y al fideicomiso de la Sedena.

Como parte de esta clasificación de gasto, los Ramos Administrativos sumaron 428.7 mmdp, con un incremento anual de 32%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-46%), Entidades no Sectorizadas (-32%), Salud (-26%) y la Comisión Reguladora de Energía (-32).

Entre los ramos que tuvieron un mayor gasto programable se encuentran:

  • La Secretaría de Turismo, que gastó 3.7 veces el presupuesto aprobado en el periodo y 20.5 veces el presupuesto observado en 2020. Se le aprobaron 2.9 mmdp de pesos al primer trimestre, pero gastó 10.7 mmdp. El 97% del gasto se realizó en el Tren Maya, a través de dos programas: Estudios de Pre-inversión (30.6 mdp) y Proyectos de Transporte Masivo de Pasajeros (10.4 mmdp).
  • La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que tuvo un incremento de 418% anual.
  • La Secretaría de Economía, que gastó 180% más que en el 2020. El gasto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares fue el que impulsó este aumento; incluso representa 66% del presupuesto ejercido.

Los Ramos Generales, por su parte, disminuyeron su gasto programable en 1%, sumando 513.7 mmdp. La reducción se observó en las Provisiones Salariales y Económicas (-23%) y en las Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, que presentaron una caída de 32% anual. En contraste, sólo las Aportaciones a Seguridad Social tuvieron un incremento de 6% anual.

Por último, en las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 580.9 mmdp, 14% mayor al del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 151.5 mmdp, con un incremento anual de 22%; el del IMSS fue de 183.8 mmdp, con un crecimiento de 7% y el de CFE fue de 144.5 mmdp con un incremento anual de 31%. En cambio, el del ISSSTE sumó 101.0 mmdp, con una disminución de 4% anual.



Gasto en inversión física

La inversión física total se ubicó en 154.3 mmdp, lo cual significa que se redujo, en términos anuales, 3.5% (-5.5 mmdp). Si sólo tomamos en cuenta la inversión distinta a Pemex, entonces fue de 92.8 mmdp, y creció 7% (6 mmdp) con relación a 2020, acumulando dos años al alza (aunque todavía se encuentra en niveles mínimos de inversión, si se compara con la observada en 2018 o en el periodo de 2014 a 2016).

Por otro lado, si a la inversión física sin Pemex le restamos el gasto en el Tren Maya (10.5 mmdp) y en el Aeropuerto de Santa Lucía (0.7 mmdp), ésta exhibiría una caída de 6% con respecto a 2020, ya que sólo sumaría 81.6 mmdp en el trimestre.

Por su parte, la inversión física de Pemex fue de 61.5 mmdp: disminuyó 15.8% (-11.6 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012 y en los últimos cinco años.

Al primer trimestre de 2021, en los principales rubros de la inversión física destaca lo siguiente:

  • Eléctrico (-34.8%)
  • Comunicaciones y transporte (-34.8%)
  • Hidrocarburos (-15.8%)
  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-1%)
  • Salud (41.3%)
  • Educación (5.3%)


En esta edición incluimos una lista de los proyectos de inversión que más variaciones exhibieron con relación al presupuesto aprobado al primer trimestre.

Proyectos que gastaron más que el presupuesto aprobado:

  • Proyecto Baluarte-Presidio, Presa Santa Maria, Estado de Sinaloa, de la Secretaría de Medio Ambiente (1,084,602% por arriba, o 10,847 veces el presupuesto aprobado, que fue de 37,382 pesos)
  • Programa de Mantenimiento de la Infraestructura Hidráulica Federal, que conforma el Sistema Hidrológico de la Cuenca del Valle de México 2016-2020 de la Secretaría de Medio Ambiente Medio Ambiente (1,278%)
  • Mantenimiento 2019-2020 CCC Dos Bocas de la CFE (636%)
  • Mantenimiento 2019-2020 CCC Gral. Manuel Álvarez Moreno de la CFE (569%)
  • Proyecto Tren Maya de la Secretaría de Turismo (325%)

Proyectos de inversión que no ejercieron recursos a pesar de tenerlos aprobados:

  • Ampliación y remodelación del servicio de Urgencias del HGZMF No. 2 en Irapuato, Guanajuato del IMSS
  • Ampliación y Remodelación de la Clínica de Medicina Familiar Autlán de Navarro en el Estado de Jalisco del ISSSTE
  • Ampliación y Remodelación para implementar el Programa de Dignificación de Espacios en Unidades de Primer Nivel en el Estado de San Luis Potosí del ISSSTE
  • Ampliación y Remodelación de la Clínica Hospital San Cristóbal de las casas en el Estado de Chiapas del ISSSTE
  • Equipamiento Médico en Unidades del Segundo nivel de atención a la Salud del ISSSTE, 2021 del ISSSTE

Gasto en Subsidios, transferencias y aportaciones del Sector Público

Al primer trimestre se gastaron 270.6 mmdp en subsidios, transferencias y aportaciones del Sector Público, sin incluir el gasto que se realiza para el pago de servicios personales y a entidades bajo control presupuestario directo. Este monto representa 21% del gasto programable y es 20% mayor que el año anterior.

El gasto en este rubro es fluctuante: desde 2011 se caracteriza por incrementos súbitos mayores a 15% en ciertos años, para después declinar. Tal es el caso de 2012 (16% por arriba), 2015 (37%) y 2021 (20%).

Los 270.6 mmdp gastados en el primer trimestre imponen un nuevo máximo en el periodo de 2011 al presente; además, se acumulan ya dos años con incrementos consecutivos.



Programas Presupuestarios

Los programas presupuestarios que más variaciones tuvieron con respecto a su gasto aprobado son:

  • Fortalecimiento de las capacidades de auxilio a la población civil mediante el PLAN DN-III-E de la Sedena (318,278% por arriba)
  • Servicios Integrales a Pensionados del IMSS (7,045%)
  • Programa de Inclusión Financiera de la SHCP (2,703%), que es operado exclusivamente por el Banco del Bienestar.
  • Estudios de preinversión de la CFE (2,112%)
  • Sistemas Meteorológicos e Hidrológicos de la Secretaría de Medio Ambiente (1,566%)
  • Fortalecimiento de los Servicios Estatales de la SSA (-100%, es decir, que no ejerció recursos a pesar de tenerlos presupuestados)
  • Expansión de la educación inicial de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Programa para la Protección de Ecosistemas y Especies Prioritarios de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Previsión para la Armonización Contable del Ramo 23 (-100%)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la Secretaría de Cultura (-100%)


Los programas presupuestarios que más variaciones tuvieron con respecto a 2020 son:

  • Fortalecimiento de las capacidades de auxilio a la población civil mediante el PLAN DN-III-E de la Sedena (318,278% por arriba)
  • Investigación y desarrollo militar en coordinación con centros públicos de investigación superior de la Sedena (35,172%)
  • Programa de Inclusión Financiera de la SHCP (15,390%)
  • Programa de Mejoramiento Urbano de la Sedatu (13,436%)
  • Normalización y certificación en competencias laborales de la Secretaría de Educación (5,129%)
  • Atención de Planteles Federales de Educación Media Superior para Estudiantes con Discapacidad de la Secretaría de Educación (-100%)
  • Calidad en la Atención Médica de la SSA (-100%)
  • Seguro de Vida para Jefas de Familia de Bienestar (-100%)
  • Fortalecimiento de los Servicios de Educación Especial de la Secretaría de Educación (-100%)


Programas con Reglas de Operación (ROP) y «Otros subsidios«

Al primer trimestre, el gasto en estos programas acumuló 242.7 mmdp; con respecto al gasto de 2020 hay un incremento anual de 18%, y con relación al presupuesto aprobado se gastó 4% más. Al primer trimestre se tiene un avance de 37% con respecto al presupuesto aprobado en el año. Esto contrasta con los avances que se registraban en años anteriores: en los últimos cuatro años el avance con respecto al presupuesto anual no fue mayor a 31%, porcentaje observado en 2018.

Los programas con ROP y Otros subsidios que más variaciones tuvieron con respecto al presupuesto aprobado fueron los siguientes:

  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (1,430% por arriba)
  • Programa de Apoyo al Empleo (PAE) (322 %)
  • La Escuela es Nuestra (320%)
  • Apoyos para el Desarrollo Forestal Sustentable (188 %)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la SEDATU (148 %)
  • Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud (-100 %)
  • Expansión de la Educación Inicial (-100 %)
  • Programa para la Protección y Restauración de Ecosistemas y Especies Prioritarias (-100 %)
  • Provisión para la Armonización Contable (-100 %)
  • Programa Nacional de Reconstrucción de la Secretaría de Cultura (-100 %)

De este análisis llamó nuestra atención el aumento en los recursos que se gastaron sin distribución geográfica: tuvo un incremento de 233% con respecto a 2020. Si bien desde 2017 los recursos estos programas sin distribución geográfica crecieron, el crecimiento anual no sobrepasó el 11% (observado en 2020), y promedió 8% entre 2017 y 2018. También se observó un incremento mayor a 50% en Oaxaca (75%) y Yucatán (59%).



Gasto no programable

El gasto no programable fue de 389.4 mmdp. Con respecto al 2020 fue 7.8% menor (32.9 mmdp) y con relación a lo aprobado en el periodo se ejercieron 8.7% menos recursos (37.3 mmdp). Se observó un menor gasto programable porque las tasas de interés fueron menores, y eso implicó un menor costo financiero (que es el pago de intereses y servicios de la deuda). De igual manera, las Adefas –recursos previstos para cubrir adeudos de servicios devengados, es decir, aquéllos que se recibieron en 2020 pero que quedaron pendientes de pago– fueron menores a lo previsto, debido a que el año pasado se cubrió el mayor monto de recursos devengados.

En la estructura porcentual del gasto neto, el gasto programable representa el 77% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 23% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



¿Cómo se comportó el gasto (programable y no programable) con respecto a la meta prevista en el primer trimestre?

Con relación a la meta establecida para el primer trimestre de 2021, el gasto neto total del Sector Público presentó un ligero subejercicio de 0.3% (-4.8 mmdp); es decir, se encontró muy cerca de la meta estimada de 1.6 billones de pesos. Pero si descontamos los 63.1 mmdp que el Gobierno Federal transfirió a Pemex en el trimestre, el gasto neto total tendría un subejercicio 4.1%, el equivalente a 67.9 mmdp.

Por componentes, el ejercicio del gasto fue el siguiente:

  • El gasto programable presentó un sobrejercicio de 2.6% (32.5 mmdp), respecto a la meta trimestral. Al trimestre se aprobaron 1.24 billones de pesos, pero se ejercieron 1.27 billones.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 8.7% (-37.3 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a febrero, que era de 427 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 163.4 mmdp, y el observado alcanzó los 145.1 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 11.2% (-18.4 mmdp).
  • La inversión física fue de 154.3 mmdp. Se quedó 13% corta con respecto a la meta trimestral, que era de 177.0 mmdp.


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal ejerció 1.4% (13.6 mmdp) más recursos de lo aprobado. El gasto por ramos se ejerció de la siguiente manera:

  • Los Ramos Autónomos se quedaron 39.1% cortos con respecto al presupuesto calendarizado; se tenía previsto un gasto de 42 mmdp, pero ejercieron sólo 25.3 mmdp. Los 10 ramos autónomos tuvieron recortes, pero el Poder Legislativo (-57.8%), el IFT (-38.9%), el TFJA (-38.4) y la FGR (-37.8%) fueron los más afectados.
  • Los Ramos Administrativos gastaron 54.4% más de lo calendarizado; ejercieron 428.7 mmdp a pesar de que se tenía previsto un gasto de 278 mmdp. En 14 de los 26 Ramos Administrativos se registraron recortes presupuestarios. Los tres ramos con mayores recortes fueron: Entidades no Sectorizadas (-54.3%), Seguridad Pública (-35.9%) y CRE (-27.7%). En contraste, la Secretaría de Turismo, que tiene a su cargo la construcción del Tren Maya, ejerció 257.8% más de lo aprobado. Le siguió la Secretaría de Economía (156.9% por arriba), la Secretaría de Energía (115.5%: la transferencia de 63.2 mmdp a Pemex representó 98% del presupuesto ejercido de esta secretaría) y la SHCP, con 87% más, sobrejercicio que estuvo impulsado por el gasto del Banco del Bienestar.
  • Los ramos generales tuvieron un recorte de 7.8% (71.5 mmdp): de 911 mmdp aprobados gastaron 840 mmdp. El gasto fue menor en las  (-88.1%), la Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos (-15.8%) y la Deuda Pública (-14.6%). Sólo las Participaciones reportaron un gasto 4% mayor al calendarizado.

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 8.6% (26.8 mmdp):

  • ISSSTE (46.5% o -87.7 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobrejercicio de 49.6% (60.9 mmdp).

En las Empresas Productivas del Estado, reportaron en conjunto un sobreejercicio de 9.6% (31.4 mmdp):

  • Pemex (-3% o -6.9 mmdp)
  • CFE (34% o 38.3 mmdp)

El gasto no programable fue de 389.4 mmdp, y se ubicó 8.7% por debajo de la meta trimestral. Por sus componentes, se realizó de la siguiente manera:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 8% (13.1 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio del 90% (-28.9 mmdp).


Gasto federalizado

Durante el primer trimestre de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 854.3 mmdp, lo que representó una disminución de 5.5% (-49.3 mmdp) respecto al primer trimestre de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.6%) y petroleros (-43.7%). En marzo, la RFP fue de 246.2 mmdp, 7.0% menor al dato reportado en igual mes de 2020.

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 487.2 mmdp, lo que equivale a una caída anual de 8.2% (-43.4 mmdp) respecto al primer trimestre de 2020, la mayor en 21 años. Esto es resultado de una disminución en todos sus componentes: Subsidios[9] (-69.4%), Recursos para Protección Social en Salud (-46.7%); Convenios de Descentralización[10] (-20.2%); Aportaciones Federales o Ramo 33 (-4.6), y Participaciones-Ramo 28[11] (-3.3%).

Sólo en marzo, el gasto federalizado fue de 164.3 mmdp, presentando una disminución de 13.9% con respecto a marzo de 2020.



En el primer trimestre de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 240.5 mmdp, lo que significó una caída de 3.3% (-8.1 mmdp) en relación con los recursos recibidos en igual periodo de 2020 (248.7 mmdp), resultado de una menor recaudación. Destacan las disminuciones anuales de los fondos con mayores recursos del Ramo 28: el Fondo General (-3.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-3.8%) y el Fondo de Fiscalización (-1.9%). Sólo en marzo de 2021 las participaciones fueron de 67.8 mmdp, 5.1% menores a las reportadas en marzo de 2020.

La disminución anual de los recursos vía Participaciones Federales, en el primer trimestre del año, se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; 19 de ellas disminuyeron más que el promedio nacional. Las más afectadas fueron: Oaxaca (-12.0%), San Luis Potosí (-11.8%), Zacatecas (-8.9%), Hidalgo (-8.8%) y Guanajuato (-8.5%). Por otro lado, siete entidades recibieron mayores recursos con respecto al mismo periodo del año anterior: Durango (32.2%), Veracruz (10.1%), Colima (7.2%), Sinaloa (3.9%), Michoacán (2.8%), Coahuila (0.4%) y Morelos (0.1%).



Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 202.7 mmdp, y presentaron una disminución anual de 4.6% (-9.8 mmdp) en el primer trimestre de 2021, la cual se explica por la reducción de recursos en siete de sus ocho fondos: el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (-5.5%); el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-5.4%); el Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal-FAFM y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-5.0%, cada uno); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-0.8%), y el de Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (-0.4%). El único fondo que presentó un incremento en sus recursos fue el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.5%).

Como puede observarse, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional –Infraestructura social y fortalecimiento de entidades– siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Sólo en marzo de 2021, los recursos del Ramo 33 disminuyeron, en términos anuales, 8.1%: reportaron 67.9 mmdp.

Las 32 entidades federativas vieron disminuidos sus recursos en el primer trimestre del año. La más afectada fue la Ciudad de México, con una caída anual de 16.4%; le siguió Querétaro, con una disminución de 9.2%.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 54.1 mmdp; el programado para el trimestre era un déficit de 23.6 mmdp, pero es menor al superávit registrado el mismo periodo del año anterior (141.4 mmdp).

El déficit del Balance Público fue menor al calendarizado al primer trimestre de 2021: -83.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -186.5 mmdp. En el mismo periodo de 2020, se registró un superávit de 28.0 mmdp.

El Balance Público sin inversión, es decir, excluyendo hasta el 2.2% del PIB de la inversión física del Gobierno federal y las Empresas Productivas del Estado de acuerdo con el artículo 1 de la LIF 2021, fue superavitario en 71.1 mmdp.

El costo financiero fue de 145.1 mmdp, inferior al programado de 163.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -180.8 mmdp al cierre del primer trimestre de 2021, o -0.7% del PIB. El déficit acumulado previsto para cierre de año es de -3.3% del PIB. Sólo en marzo de 2021 el saldo de los RFSP fue de -66.3 mmdp (-0.3% del PIB).

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al primer trimestre de 2021 sumó 12.4 billones de pesos; se incrementó en 0.8% o 93.2 mmdp respecto a igual periodo de 2020. La deuda pública aumentó (tanto la necesidad de financiamiento como el saldo acumulado). Aunque esto en parte se debió a la variación cambiaria (19.9 pesos por dólar promedio IT2020 vs. 20.3 pesos por dólar promedio IT2021), también se explica porque el ritmo de gasto excede por mucho el de obtención de ingresos públicos. El SHRFSP representó el 51.7% del PIB al primer trimestre de 2021.

Para cierre de año, la SHCP estima que el SHRFSP se ubique en 51.4% del PIB, en lugar del 53.7% previsto en un inicio, debido al menor déficit como proporción del PIB, la apreciación del tipo de cambio y el mayor dinamismo de la economía.


[1] 1,564,100 millones de pesos.

[2] Resultados al primer trimestre de 2021, página 37, Pemex: https://www.pemex.com/ri/finanzas/Reporte%20de%20Resultados%20no%20Dictaminados/Reporte%201T21.pdf

[3] 1,501,000 millones de pesos

[4] 1,460,400 millones de pesos

[5] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[6] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[7] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[8] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[11] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: febrero de 2021

El ‘misterioso’ caso de la caída no compensada de ingresos

¡Ouch! Los ingresos públicos cayeron 4.3% durante el primer bimestre del año, y la debilidad económica ya ha alcanzado de lleno a los tributarios. Éstos últimos disminuyeron 4.7% (-30.8 mil millones de pesos [mmdp]) en términos reales, respecto a lo reportado en el mismo bimestre de 2020. A su interior, el ISR se redujo 2.8% anual, el IVA disminuyó sólo 0.8% y los IEPS cayeron 18.0%. Nótese la resiliencia del IVA: a pesar de la crisis es el impuesto que menos se ha descompuesto. Es por eso que en crisis anteriores, como las de 1995 y 2009, el IVA ha encabezado las reformas fiscales.

Los ingresos no tributarios y no petroleros, es decir, los que no provienen de recaudar impuestos ni de la venta de petrolíferos, cayeron en relación con el año anterior 34.0% (-26.5 mmdp). Sin embargo, al ubicarse en 51.4 mmdp, están por arriba del promedio histórico de los últimos 10 años (43.6 mmdp). No hay rendición de cuentas suficiente por parte del Gobierno para conocer cuáles son las fuentes de estos recursos, pues está prácticamente agotado el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Los ingresos petroleros aumentaron en relación con el año anterior, pero siguen en un nivel históricamente bajo, y apenas representan el 13% de la bolsa total.

Subió la deuda 8.5% (970.4 mmdp), según la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, que fue de -100 mmdp, mayor al dato reportado en febrero de 2020, que fue de -17.5 mmdp. ¿Eso quiere decir que se gasta mejor? No necesariamente: se observó un subejercicio inquietante en el gasto de salud (20%) y una caída en el gasto de federalizado de casi 4% en relación con el año anterior.



Ingresos totales

A febrero de 2021, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 927.7 mmdp, lo que supone una disminución de 4.3% real (-41.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2020. Por componentes, los ingresos petroleros aumentaron 26.8%; ascendieron a 127.3 mmdp, 26.9 mmdp más que los registrados en febrero de 2020. Entretanto, los no petroleros disminuyeron 7.9% en la misma comparación.

El crecimiento en los petroleros se explica por los mayores ingresos propios de Pemex, los cuales se incrementaron 114.1% (36.9 mmdp), para ubicarse en 69.2 mmdp. ¿A qué se debió? A que el Gobierno federal realizó una aportación patrimonial a Pemex por 32.6 mmdp, la cual se registró en el rubro de “otros” como ingresos propios (esto no tiene un impacto real en las finanzas del Sector Público, dado que tiene como fin la amortización de deuda de la empresa). En cambio, los ingresos petroleros del Gobierno disminuyeron 14.7% (-10 mmdp), para ubicarse en 58.1 mmdp.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 620.5 mmdp, lo que representó una caída de 4.7% (-30.8 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en el mismo bimestre de 2020. A su interior, el ISR se redujo 2.8% anual, el IVA disminuyó 0.8% y los IEPS cayeron 18.0% (los de gasolina y diésel se redujeron 19.8%, y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 15.8%).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 51.4 mmdp, lo que significó una disminución de 34.0% respecto al dato reportado en igual periodo de 2020, debido a la disminución de los derechos y aprovechamientos, por 16.7% y 36.9%, respectivamente.

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 55.8% de los ingresos totales del Sector Público en el primer bimestre de 2000, a 66.9% en el primer bimestre de 2021. El ISR es el impuesto de mayor peso (34.2%), seguido del IVA (21.9%).

En contraste, el porcentaje que representan los ingresos petroleros respecto a los ingresos totales es de 13.7%.



¿Cómo se comportaron los ingresos con respecto a su meta?

En relación con su meta inicial establecida en la LIF2021,los ingresos totales del Sector Público exhibieron un rezago de 1.2% (-11.7 mmdp). Si no consideramos la aportación patrimonial a Pemex, por 32.6 mmdp, la brecha entre los ingresos totales observados y aprobados sería de 9.1% (-71.7 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 2.3% por debajo (-14.8 mmdp) de su meta estimada en el calendario. Es decir, que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. Únicamente el IVA presentó una ganancia de 8.1% (15.3 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos, lo que refleja la recuperación del consumo de bienes y servicios, asociada a la reapertura ordenada de la economía. En cambio, el ISR exhibió un rezago de 6.3% (-21.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados se ubicaron 7.6% por debajo de lo aprobado (-6.7 mmdp).

A febrero de 2021, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 16.0% (-24.3 mmdp) con relación a lo que se esperaba para este periodo, que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 185.9% su meta del primer bimestre de 2021.

La caída en los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) asciende a 39.1 mmdp (-5.0%), la cual debería ser compensada con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP); sin embargo, los recursos de este fondo están prácticamente agotados. La SHCP reportó que al primer bimestre de 2021 se aportaron 7.5 mmdp al FEIP con el fin de construir nuevos ahorros para enfrentar contingencias; sin embargo, son insuficientes para compensar el rezago de los ingresos recurrentes con el que está arrancando las finanzas públicas en este año.


Gasto neto total

A febrero de 2021, el gasto neto total del Sector Público acumuló 1.3 billones de pesos. Con respecto al mismo periodo de 2020, hay un incremento de 6.0% (59.3 mmdp). El gasto primario (aquél que no incluye el costo financiero) se ubicó en 947.5 mmdp, o sea, 8% mayor (73.8 mmdp) al observado en el primer bimestre del año pasado.

En febrero, la SHCP realizó una aportación patrimonial de 32.0 mmdp a Pemex, con el fin de amortizar su deuda. Si descontamos esta aportación, el gasto neto total al primer bimestre sería de 999.9 mmdp, y habría aumentado sólo 2.8% (27.2 mmdp) con relación al año previo.

Al analizar los componentes del gasto, observamos que el gasto programable[1] fue de 771.7 mmdp, o 13.8% por arriba (93.5 mmdp) con respecto al nivel observado en 2020. En contraste, el gasto no programable[2] acumula 260.2 mmdp, lo que lo ubica 11.6% (34.2 mmdp) por debajo del monto reportado en igual periodo de 2020.

En la estructura porcentual del gasto neto, el programable representa el 75% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 25% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



Gasto programable

Al interior de la clasificación económica del gasto programable, el gasto corriente se incrementó 7% (59 mmdp) con respecto a 2020, al ubicarse en 586 mmdp. Dicha subida es el resultado del incremento de otras erogaciones (91% o 6 mmdp) del rubro de otros gastos de operación, así como de un aumento de 91% (33 mmdp) en los subsidios y transferencias.

El gasto de capital acumuló a febrero 186 mmdp, lo que implicó un aumento de 43% (56 mmdp). Es el rubro de otros gastos de capital la fuente de este incremento: en febrero el gasto ascendió a 106 mmdp. Es un aumento de 217% (72 mmdp) con respecto a 2020.



La inversión física total se ubicó en 79.9 mmdp, lo que supone una reducción, en términos anuales, de 17.1% (-16.5 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída fue de 17% (-8.6 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 37.8 mmdp: disminuyó 17.3% (-7.9 mmdp) en términos anuales. Dicho nivel de inversión es similar al observado entre 2011 y 2012.



Las caídas en la inversión física presupuestaria en el primer bimestre de 2021 se observan en todos los rubros, pero destacan los siguientes:

  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-76.8%)
  • Educación (-54.4%)
  • Comunicaciones y transportes (-47.6%)
  • Hidrocarburos (-17.3%)


Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente forma:

  • La de Gobierno fue de 1.9 mmdp, lo que supone una reducción en términos anuales de 71.9% (-4.8 mmdp). A su interior, las subfunciones con mayores caídas son las de Otros servicios generales (-41%), Seguridad Nacional (-85%) y Relaciones exteriores (-14%).
  • La de Desarrollo Social fue de 34.8 mmdp; exhibió una disminución de 5.3% (-1.9 mmdp). Por componentes destaca la caída en el gasto en Recreación, Cultura y Otras Manifestaciones Sociales (-100%), Protección Ambiental (-69%) y Salud (-13%).
  • La de Desarrollo Económico se ubicó en 43.2 mmdp; con respecto a 2020 se redujo 17% (-8.2 mmdp). Si no consideramos el gasto en el rubro de Combustibles y Energía, este tipo de inversión sería sólo de 3.2 mmdp, y habría caído 18.5% (-9.8 mmdp). De este tipo de inversión destaca la disminución anual en Ciencia, Tecnología e Innovación (-100%), Agropecuaria, Silvicultura, Pesca y Caza (-78%) y Transporte (-32%); pero resaltan también los aumentos en los rubros de Asuntos Económicos, Comerciales y Laborales en General (781%) y Turismo (-100%).


En su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 618 mmdp, 1.3% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos presentaron un gasto de 15.4 mmdp, 12% menor al acumulado a febrero de 2020. Destacan, por un menor gasto en términos de su variación porcentual, el Inegi (-74%), la Fiscalía General de la República (-29%), el IFT (-22.3%) y el Poder Judicial (-5%). En cambio, en el INE se incrementó el gasto en 68% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 602.6 mmdp, con un aumento real anual de 14%, para fortalecer las acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 236.4 mmdp, con un incremento anual de 38%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Presidencia de la República (-47%), Entidades no Sectorizadas (-39%), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-32%) y Salud (-27%). Por otra parte, destaca la subida de 1,373% (1.3 mmdp) en el gasto programable de Sedatu, seguido por el aumento de 236% (4.4 mmdp) de la Sener y de 131% en Bienestar.
  • Los Ramos Generales, que aumentaron su gasto programable en 2%, sumando 366.3 mmdp, principalmente por el incremento anual de 7% de las Aportaciones a la Seguridad Social. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 22% anual; las Provisiones Salariales y Económicas se redujeron 10% y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 2%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 355 mmdp, 10% mayor que el del mismo periodo del año pasado. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 98.9 mmdp, con un incremento anual de 22%; el del IMSS fue de 117.5 mmdp, con un crecimiento de 11.3%, y el del ISSSTE de 76.4 mmdp, con una disminución de 0.6% anual. En cambio, el de CFE fue de 62.8 mmdp: un incremento de 6% anual.



En términos de la clasificación funcional del gasto programable, la función Gobierno sumó 41.75 mmdp, y tuvo una caída anual de 18%. Destaca la disminución de gasto en Otros servicios generales (-69%), Justicia (-23%), Seguridad Nacional (-19%) y Asuntos Financieros y Hacendarios (-17%). Sólo en la Coordinación de la Política de Gobierno el gasto se incrementó en 41%.

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 720.4 mmdp, y concentró el 93% del total de las erogaciones, brindando protección a la población vulnerable y dando impulso a la actividad económica, prioridad en los primeros dos meses del año, de acuerdo con el informe de la SHCP. En particular, el gasto en la función de Otros Asuntos Sociales fue de 5 mmdp, y fue 1,147 veces mayor al gasto observado a febrero de 2020. Por su parte, los fondos de estabilización –Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF– vieron disminuidos sus recursos en 20%.



Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas y otros se ubicaron en 3.2 mmdp, presentando una disminución real anual de 82% (-14.9 mmdp);
  • El costo financiero fue de 84.5 mmdp, con una reducción de 15% (-14.6 mmdp), y
  • Las participaciones, con un nivel de 172.6 mmdp y una caída de 3% (-4.8 mmdp).


¿Cómo se comportó el gasto neto respecto a la meta en el PEF2021?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021), a febrero de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 5% (-127.3 mmdp); no estuvo tan alejado de la meta estimada, que es de 1.08 billones de pesos. El gasto observado fue de 1.03 billones de pesos. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un subejercicio de 3.7% (-29.5 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 801 mmdp, y el observado de 771.7 mmdp.
  • El gasto no programable exhibió un mayor subejercicio: se quedó 8.6% (-24.6 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a febrero, que era de 285 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 93.2 mmdp, y el observado alcanzó los 84.5 mmdp, por lo que exhibió un recorte de 9.4% (-8.8 mmdp).


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un ligero subejercicio de 0.4% (-2.3 mmdp):

  • Ramos autónomos (-41% o -11 mmdp)
  • Ramos generales (-9% o -56.6 mmdp)
  • Excepto en los Ramos administrativos… (37% o 64.1 mmdp)

En conjunto, los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 9% (-11.5 mmdp):

  • ISSSTE (-37% o -44.6 mmdp)
  • Sin embargo, el IMSS tuvo un sobrejercicio de 28% (25.2 mmdp).

En las Empresas Productivas del Estado, un subejercicio de 8% (-19 mmdp):

  • Pemex (-10% o -15.8%)
  • CFE (-4% o -3.3%)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 8% (13.1 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio del 90% (-28.9 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante el primer bimestre de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 608.0 mmdp, lo que representó una disminución de 4.8% (-30.6 mmdp) respecto a igual periodo de 2020, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (0.1% por debajo) y petroleros (51.7%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, fue de 319.7 mmdp, lo que se tradujo en una disminución real de 3.7% (-12.4 mmdp) respecto al mismo periodo de 2020. La caída anual en el gasto federalizado fue resultado de la disminución en cuatro de sus componentes: Convenios de Descentralización[3] (31.8%); Subsidios[4] (18.4%) –por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas–; Aportaciones-Ramo 33[5] y Participaciones-Ramo 28[6] (caída de 2.7%, cada una) –éstas últimas debido a una menor RFP–.



A febrero de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 172.6 mmdp, lo que significó una disminución de 2.7% (-4.8 mmdp) respecto a los recursos recibidos en el mismo periodo de 2020 (177.4 mmdp). Esto se debió a una menor recaudación. Los principales componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales; destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (2.2%), el Fondo de Fomento Municipal (2.2%) y el Fondo de Fiscalización (1.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 25 entidades federativas; en 16 disminuyeron por arriba del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Baja California Sur y Oaxaca (12.8%, cada una), San Luis Potosí (11.3%), Guanajuato (10.2%) e Hidalgo (8.8%). Sólo siete recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Colima (15.5%), Sinaloa (14.6%), Durango (13.7%), Veracruz (10.5%), Michoacán (7.1%), Coahuila (3.0%) y Morelos (0.9%).

Las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 134.8 mmdp, lo que significó una reducción anual de 2.7% (-3.8 mmdp), la cual se explica por las disminuciones en siete de sus ocho fondos:

  • Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM (5.2% por debajo).
  • Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, Fortalecimiento de los Municipios-FAFM, y de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (4.7%, cada uno).
  • Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (3.1%).
  • Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (1.5%).
  • Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP (0.1%).

Por su parte, los recursos del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA aumentó 2.4% en términos anuales. Por su parte, los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

28 entidades federativas presentaron disminuciones en sus recursos recibidos vía transferencias del Ramo 33; destaca Ciudad de México, con una caída de 15.7%. Por su parte, sólo tres entidades presentaron incrementos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones: Sonora, Tabasco y Baja California Sur.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un déficit de 13.6 mmdp; el programado era un déficit de 53.9 mmdp.

El Balance Público se encontró por debajo de lo calendarizado para el primer bimestre de 2021: fue de -99.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -147.1 mmdp. En el mismo periodo de 2020 se registró un superávit de 11.1 mmdp.

El costo financiero fue de 84.5 mmdp, inferior al programado de 936.3 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -100 mmdp, mayor al dato reportado en febrero de 2020, que fue de -17.5 mmdp.

En febrero el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, fue de 12 billones 336.0 mmdp; se incrementó 8.5% o 970.4 mmdp respecto a febrero de 2020. El 53.1% de la variación en el SHRFSP respecto al cierre de 2020 obedeció a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.



ANEXO DE INDICADORES


[1] Erogación plenamente identificable con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios y en inversión pública, así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que aumentan en forma directa la oferta global de los mismos. Excluye el servicio de la deuda que corresponde a transacciones financieras, las participaciones a estados y municipios y los estímulos fiscales, cuyos efectos económicos se materializan vía las erogaciones de los beneficiarios.

[2] Erogaciones que por su naturaleza no es factible identificar con un programa específico, tales como los intereses y gastos de la deuda; participaciones y estímulos fiscales, y las ADEFAS.

[3] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[4] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[5] Las aportaciones federales del Ramo General 33 se establecen como recursos que la Federación transfiere a las haciendas públicas de los Estados, Distrito Federal, y en su caso, de los Municipios, condicionando su gasto a la consecución y cumplimiento de los objetivos que para cada tipo de aportación dispuesta en la Ley de Coordinación Fiscal (LCF).

[6] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

El año que nos puso al borde del desequilibrio: anual 2020



He aquí nuestro análisis de las cifras publicadas al cierre de 2020. Lo números cuentan una historia de descalabro de los ingresos petroleros; de estancamiento en los tributarios, y de un Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios que parcialmente compensó la caída, pero que está muy cerca de agotarse. El Gobierno, eso sí, gastó más que en 2019, aunque se quedó corto en relación con lo que planeaba ejercer… En todo caso, el detalle más interesante está en el monto que se destinó a fideicomisos, casi ‘sobre la campana’.

Es también el año en que aumentó la deuda y el balance público terminó por descomponerse. Y un dato que no suele llamar tanto la atención: la disminución significativa en los recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado. El gobierno gastó más que el año pasado pero se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año, a diciembre el subejercicio acumulado fue de -1.8% (-108 mmdp).

Esto es, ante todo, las razones por las cuales resulta muy difícil mirar al 2021 con optimismo, desde las finanzas púbicas.


Análisis de ingresos

Durante 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 5 billones 339.9 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 4.1% real (-228.0 mmdp), respecto al mismo periodo de 2019. Esto se debió, principalmente, a cuatro factores:

  1. El impacto severo de la pandemia en la actividad económica y, por ende, en la recaudación.
  2. La caída de los ingresos petroleros, debida a una menor producción y precio.
  3. El impacto de la suspensión de actividades, producida por las medidas de contingencia sanitaria, sobre las ventas de electricidad de la CFE.
  4. El efecto de la reducción del empleo formal sobre las cuotas que recibe el IMSS.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 38.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4%, respecto a 2019.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 338.9 mmdp, lo que representó un crecimiento de tan sólo 0.8% (27.5 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en 2019. A su interior, los impuestos se comportaron de manera muy distinta:

  • El ISR se incrementó 0.9% anual; es decir, estuvo estancado.
  • El IVA aumentó 2.3%.
  • Los IEPS disminuyeron 3.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 2.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.4%.

A pesar de que los ingresos tributarios no tuvieron mal desempeño (si tomamos en cuenta el contexto económico tan adverso), estuvieron lejos de poder compensar la pérdida de los ingresos petroleros. Por ese motivo, el Gobierno tuvo que compensar con ingresos no recurrentes, especialmente del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Así, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 551.3 mmdp, lo que significó un incremento de 43.5% respecto al dato reportado en 2019, resultado del incremento de 63.5% de los aprovechamientos, ya que los derechos disminuyeron 15.4% y los productos 21.1%. Al interior de los aprovechamientos, destaca la recuperación de activos financieros como política de gobierno, con el fin de evitar el endeudamiento adicional y los desequilibrios macroeconómicos: se recuperaron 204 mmdp del FEIP (incluyendo 47.4 mmdp que se recibieron por coberturas petroleras); 55.3 mmdp de otros fideicomisos (incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por 21.6 mmdp); 42.8 mmdp de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda y 32.3 mmdp de entidades paraestatales.

Por otra parte, la “despetrolización” de las finanzas públicas es una dura realidad para un Gobierno que no ha logrado recaudar lo suficiente en impuestos (lo suficiente como para que la caída de los ingresos petroleros no lo desequilibren del todo, se entiende).

¿A qué nos referimos con despetrolización? A que los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.3% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a abarcar 62.5% en 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR es el impuesto con mayor peso (33.0%), seguido del IVA (18.5%).

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000, respecto al porcentaje que representan de los ingresos totales: 11.3%.

Los ingresos en relación con su meta para el año

Los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron la meta inicial, establecida en la Ley de Ingresos 2020: exhibieron un rezago de 3.3% (-183.3 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 4.8% por debajo de su meta estimada en el calendario (-166.9 mmdp); lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. El IVA tuvo un rezago de 2.0% (-20.0 mmdp), en relación con la LIF2020. El ISR exhibió un rezago de 5.0% (-92.4 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están por debajo de lo aprobado 10.7% (-55.1 mmdp).

En 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago en relación con lo que se esperaba para este periodo: 38.6% (-381.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 233.2% su meta de 2020.

Por su parte, la caída natural de los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue mayor a la observada. El total de ingresos recurrentes sin compensar asciende a 3 billones 740.7 mmdp, 16.7% menos (-752.4 mmd) respecto al dato aprobado para 2020. Esta caída fue atenuada por el aumento en los ingresos no recurrentes, compensada con los recursos del FEIP por un monto de 204 mmdp, y que la Tesofe traspasó al rubro de “aprovechamientos”. Sin embargo, aun con los montos excedentes en los ingresos no recurrentes (385.8 mmdp), tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (-548.4 mmdp), por lo que el neto fue negativo en 162.6 mmdp. El neto sin compensar asciende a -570.6 mmdp.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 64.0 mmdp y salidas por 214.4 mmdp, destinadas 1) a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal sin destino específico (204.0 mmdp) y 2) a las inversiones financieras, como parte de las medidas realizadas para la administración de riesgos en el ejercicio fiscal de 2021, el pago de honorarios al fiduciario y el pago del dictamen de los estados financieros (10.4 mmdp). Así, el saldo del FEIP a diciembre de 2020 fue de 9.5 mmdp. Respecto al saldo de diciembre de 2019 se redujo 154.4 mmdp.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), a diciembre de 2020, tuvo ingresos por 5.5 mmdp y egresos por 35.4 mmdp; su saldo se ubicó en 30.7 mmdp. En 2020, el FEIEF tuvo una reducción respecto al saldo de 2019 de 31.9 mmdp, recursos transferidos a las entidades de manera mensual para cumplir con las partidas presupuestarias.

El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de diciembre de 2020 de 23.2 mmdp, 1.8 mmdp superior al reportado al cierre de 2019 (21.5 mmdp).


Fideicomisos al cuarto trimestre de 2020

Al 31 de diciembre de 2020 se reportan 329 actos jurídicos[2]: 300 fideicomisos[3], 23 mandatos y seis análogos[4], los cuales suman un total de 597 mmdp, y muestran una disminución de 22.1% real (-169.1 mmdp) respecto del monto observado en 2019. Respecto al trimestre previo (septiembre), se observa un incremento de 15.9 mmdp (2.7%).

Al cuarto trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 11 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción; éstos últimos equivalen a 966.6 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.

Recordemos el contexto: en el artículo quinto transitorio del Decreto de Fideicomisos[5] se estableció la obligación, por parte de los ejecutores de gasto, de coordinarse con las instituciones fiduciarias y llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir los actos jurídicos que se reformaron o derogaron, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscriban los convenios de extinción o terminación.


Análisis de gasto

A pesar de la debilidad observada en los ingresos, el gasto neto total se incrementó 0.2% en relación con 2019. Es decir, el Gobierno gastó más que el año pasado, aunque se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año: a diciembre el subejercicio acumulado fue de 1.8% (-108 mmdp). 

El análisis del gasto mensual, sin embargo, revela algo muy interesante: durante diciembre se aceleró el gasto programable y no programable del Sector Público. Sólo en ese mes el gasto neto fue 45.9% superior a lo aprobado (276 mmdp), mientras que el gasto programable excedió en 87% (302.9 mmdp) lo programado (en esta parte del gasto se clasifican los recursos destinados a fideicomisos, mandatos y otros análogos). El gasto no programable, en contraste, ejerció 8.6% menos recursos que los aprobados en el mes.

Al hacer un análisis por capítulo de gasto, vemos que “Servicios Generales” y “Transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas” son los que más gastaron en relación con lo presupuestado en términos relativos (ver los gráficos en el Anexo de Gasto). Pero dentro del capítulo de “Transferencias, asignaciones…”, el concepto de “Transferencias a fideicomisos, mandatos y otros análogos” fue el que más recursos sobrejerció, al gastar tres veces más de lo presupuestado (328% o 121 mmdp).

Fueron ocho Ramos a los que, a través de este capítulo, se les transfirieron al menos 50% más de recursos, respecto a lo aprobado; entre ellos se encuentran la Secretaría de la Defensa Nacional, Salud, Energía y SHCP. Entretanto, otros ocho Ramos no tenían previsto transferir recursos a través de este capítulo, pero lo hicieron, y suman un total de 1.3 mmdp (entre ellos, Presidencia, el Poder Judicial, la CNH y la CRE). 

Si no se toman en cuenta los 121 mmdp excedentes en la transferencia a fideicomisos, mandatos y otros análogos, el gasto neto total del Sector Público habría experimentado un recorte de 3.7% (228.7 mmdp) en relación con lo aprobado, y su variación anual con respecto a 2019 sería de -1.8% (-110.4 mmdp).

Por lo demás, el gasto neto del Sector Público en 2020 fue de 6 mil millones de pesos. De ellos, 4 mil 455.2 millones de pesos corresponden al gasto programable, el cual cerró el año con un sobrejercicio de 1.1% (48 mmdp), y con respecto a 2019 aumentó 1.8%. En la composición del gasto, el programable representó 74%. El 26% restante se ejerció a través del gasto no programable (1,545 mmdp); en el cierre de año este gasto exhibió un subejercicio de 9.1% (-156 mmdp). 

El gasto programable fue mayor a lo previsto porque en algunos Ramos de la Administración Pública Centralizada —como Economía, Turismo y la SHCP— se concentraron el desembolso extra de recursos para atender la crisis sanitaria, los apoyos a través de subsidios y transferencias y los recursos para proyectos de inversión física, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. 

Por otro lado, el recorte en el gasto no programable es el resultado de una reducción en las participaciones transferidas a estados y municipios, y a un menor costo financiero y pago de ADEFAS. El costo financiero representó 11% del gasto total en 2020, porcentaje muy similar al observado en los últimos tres años, pero que contrasta con el 7.5% que representó en 2013 y 2014. El incremento en la proporción que el costo financiero representa en el total del gasto reduce el espacio fiscal del gobierno; es decir, se trata de un gasto ineludible que reduce la capacidad financiera del gobierno en el corto plazo para proveer bienes y servicios a la población.

Si bien la proporción del costo financiero en el gasto aumentó desde 2014 hasta 2020, la proporción de la inversión física se redujo siete puntos porcentuales en el mismo periodo. 2020 cierra con un monto de inversión física de 653.3 mmdp, 12% mayor que el de 2019 si consideramos el efecto rebote (recordemos que en 2019 la inversión física se redujo 12%), pero menor al observado en 2018, de 661.9 mmdp. Sin considerar la inversión en Pemex y el monto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familias de la Secretaría de Economía (mejor conocido como Créditos a la Palabra), la inversión física con respecto al año pasado aumentó sólo 6%, y también se ubicó por debajo del gasto realizado en 2018, de 461.2 mmdp. Entretanto, la inversión en Pemex se redujo 3% con respecto a 2019. 

La inversión física fue 0.2% (-1.35 mmdp) menor a la aprobada para 2020, y si no incluimos el monto del programa Créditos a la Palabra en el total de la inversión, el subejercicio hubiera ascendido a 5.4% (-35.5 mmdp). Recordemos que este programa se creó como respuesta a la crisis ocasionada por la covid-19, y su fin es apoyar a las familias y empresas afectadas por la paideia a través de subsidios, pero no el impulso a la creación de capital, principal objetivo de la inversión física. 

Con relación al 2019, fueron los Ramos Autónomos y el IMSS e ISSSTE quienes tuvieron un mayor crecimiento anual. Entre los autónomos, el TFJA ejerció 99% (2.2 mmdp) más que en el año previo, al destinar más recursos en gastos de operación; el Inegi ejerció 41% más (4.4 mmdp) porque durante 2020 se levantó el censo de población y vivienda. Sin embargo, llama la atención que la CNDH ejerció 26% (-0.4 mmdp) menos recursos que en 2019; su gasto se compara al observado durante 2010. El ISSSTE, por su parte, ejerció 3.3% (11.5 mmdp) más recursos, que se destinaron al pago de pensiones y jubilaciones, así como en inversión física y materiales y suministros. Con respecto al IMSS, el gasto 6% mayor al previsto (46.8 mmdp) se reflejó en el pago de pensiones, servicios personales y materiales y suministros; no obstante, esta institución tuvo un menor gasto en inversión física en salud.

A pesar de que el gasto agregado de los Ramos Administrativos no fue considerablemente mayor que el observado en 2019, dentro de ellos la Secretaría de Economía, de Turismo y la SHCP destacan por gastar 50% más que en 2019. La Secretaría de Economía ejerció 277% (30.2 mmdp) más recursos, los cuales en gran parte se ejercieron en el ya mencionado programa de Créditos a la palabra. La Secretaría de Turismo ejerció 406% (11.0 mmdp) más recursos que en 2019, debido a la construcción del Tren Maya. La SHCP gastó 53% (26.3 mmdp) más, al destinar recursos a la aplicación y el diseño de la política económica. 

Con respecto al monto previsto en 2020, encontramos que los Ramos Administrativos gastaron 15.6% más de lo previsto. De ellos, la Secretaría de Economía (557%), la SHCP (221%), la CNH (210%) y la Secretaría de Turismo (172%) fueron los ejecutores que más sobrejercieron en relación con lo planeado.

Veamos con mayor detalle algunos de los Programas Presupuestarios Principales. Se reportaron 188 de ellos en el Anexo V del Anexo de Finanzas Públicas del Informe al Cuarto Trimestre de 2020 de la SHCP. Once ejercieron un gasto mayor a lo previsto en 2020 (e incluso a lo ejercido en 2019); entre ellos se encuentran programas relacionados al Insabi, la Guardia Nacional y el Tren Maya:

  • Seguro de Vida para Jefas de Familia (Bienestar)
  • Programa de Inclusión Financiera (SHCP)
  • Guardia Nacional (Seguridad y Protección Ciudadana)
  • Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación (Educación Pública)
  • Proyectos de Infraestructura Social del Sector Educativo (Educación Pública)
  • Programas del Tren Maya (Secretaría de Turismo)
  • Internet para Todos (SCT)
  • Promoción del comercio exterior y atracción de inversión extranjera directa (Economía)
  • Sistema Satélital (SCT)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral (Salud)

En contraste, nueve programas exhibieron recortes o no ejercieron recursos durante 2020. En su mayoría, están relacionados con programas de salud, a obligaciones jurídicas y a la construcción del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

  • Provisiones para el desarrollo regional del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • PROSOFT (Economía)
  • Programa para la Productividad y Competitividad Industrial (Economía)
  • Programa para el fortalecimiento económico de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Entidades no Sectorizadas)
  • Programa de aseguramiento agropecuario (SHCP)
  • Obligaciones jurídicas ineludibles (SEDATU)
  • Calidad en la Atención Médica (Salud)
  • Planeación, diseño ejecución y evaluación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • Garantías Líquidas (SHCP)


Gasto federalizado

Durante 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 3 billones 95.6 mmdp, lo que representó una disminución de 6.3% (-210 mmdp), respecto a 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.0%) y petroleros (-51.0%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 829.0 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.7% (-152.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. La caída anual en el gasto federalizado en 2020 se debió a la disminución en cuatro de sus componentes: 1) Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-61.6%); 2) Convenios de Descentralización[7] (-7.9%); 3) Participaciones-Ramo 28[8] (-7.2, debido a una menor RFP) y 4) Subsidios[9] (-3.1%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto a 2019.

En 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 843.8 mmdp, lo que significó una caída de 7.2% (-65.0 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en 2019 (908.9 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios se compensó parcialmente con 60.1 mmdp provenientes del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF): de enero a septiembre se transfirieron 46.8 mmdp del FEIEF; en octubre 7.8 mmdp y en noviembre 5.5 millones de pesos[10].

A excepción del Fondo ISR[11], el cual presentó un crecimiento anual de 0.3%, el resto de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (-6.0%), el Fondo de Fomento Municipal (-6.0%) y el Fondo de Fiscalización (-7.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 entidades federativas, de las cuales 17 disminuyeron por debajo del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Campeche (-14.3%), Nayarit (-14.0), Hidalgo (-10.6%), Tabasco (-10.6%), y Michoacán (-10.4%). Sólo tres recibieron mayores recursos, respecto al año anterior: Baja California (3.5%), Chiapas (3.4%) y Colima (2.8%).

Por su parte, las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 809.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (2.6 mmdp), que se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%) y el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (3.4%). Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos vía transferencias del Ramo 33 en 2020 fueron: Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Guerrero. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de estas Aportaciones fueron Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato.


El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 31.7 mmdp; el programado era un superávit de 180.7 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por arriba de lo calendarizado para 2020: fue de -674.2 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -547.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -407.0 mmdp.

El costo financiero fue de 686.1 mmdp, inferior al programado, de 727.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -897.1 mmdp, a diciembre de 2020, o -3.9% del PIB, resultado mayor a lo aprobado (-2.6% del PIB), debido principalmente al uso de activos financieros del Gobierno Federal con la finalidad de evitar el endeudamiento.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, a diciembre de 2020 sumó 12 billones 86 mmdp de pesos; se incrementó en 7.5% o 847 mmdp respecto a 2019. El SHRFSP representó el 52.2% del PIB, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000 debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.


ANEXO 1: indicadores de ingreso, fideicomisos, gasto federalizado, balance público y variables de contexto


ANEXO 2: Gasto


[1] Miles de millones de pesos.

[2] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[3] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[4] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[5] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Comunicado 086 SHCP, del 30 de octubre de 2020: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. Recuperable en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[11] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: noviembre de 2020

Esto, más que austeridad, es una crisis de ingresos


Mensaje principal

En el mundo 2021 está llamado a ser el año del restablecimiento de la actividad económica, tras el desastre que nos ha dejado la pandemia. Sin embargo, en México las palancas para ejecutar la reactivación están muy debilitadas. En las cifras más recientes publicadas por Hacienda, las de noviembre de 2020, identificamos rezagos en ingresos tributarios y petroleros, y también (nada sorprendente) en el gasto neto.

Y es que ése es el principal problema del Gobierno: la disminución de sus ingresos. ¿Cómo va a aumentar el gasto en inversión física, por ejemplo (un muy buen motor para la economía), si sufre de liquidez?

Con todo, creemos que el Gobierno federal está identificando los escollos en los lugares incorrectos. Argumenta que los ramos autónomos son una carga demasiado pesada para el erario y, por tanto, debe procurarse su eliminación, en aras de la austeridad. Pero, como verán líneas abajo, en el acumulado enero-noviembre estos ramos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. Y el amenazado INAI, por cierto, no ejerció ni el 1.5% de este total. No, la solución no va por allí. Ustedes mismos lo podrán comprobar… 

Resumen ejecutivo

Se debilitaron aún más los ingresos públicos. De enero a noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-287.3 mil millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue mayor con respecto a los datos reportados en el tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

Así, a noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 734.3 mmdp, reportando una disminución anual real de 5.4%. Sólo se ha observado una caída mayor, para periodos similares, en 2009, cuando alcanzó el 11.3%, debido a una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR, principalmente, resultado de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros fueron los que más cayeron, disminuyeron 42.5%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 2.3% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (38.9%), ya que los tributarios prácticamente permanecieron iguales (0.1%).

La SHCP reportó que se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales sólo en el mes de noviembre. Comparados con los reportados en octubre aumentaron 8.1% (32.9 mmdp). La razón: los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (2.3%) y no tributarios no petroleros (239.8%); en cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 7.9% y los de IMSS, ISSSTE y CFE 17.2%.

El Balance Primario pasó de un superávit de 312.4 mmdp en el periodo de enero a noviembre de 2019 a uno de 153.5 mmdp en 2020; es decir, se redujo 50.8%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 130.8% a -399.3 mmdp. El costo financiero de la deuda fue de 557.1 mmdp, 7.9% superior al reportado en igual periodo de 2019.

El gasto neto del Sector Público, por su parte, ascendió a 5 billones 150 mmdp en el periodo de enero a noviembre. Eso representa el 84% del presupuesto aprobado anual. A pesar de que el gobierno utilizó ahorros (FEIP y FEIEF) y registró un crecimiento real en los ingresos tributarios, el gasto neto acumula un recorte de 6.5%, y equivale a no ejercer 356.7 mmdp del presupuesto aprobado hasta noviembre.  

El recorte en el gasto no afectó a todos los ramos por igual. En los Ramos Autónomos, Generales, Pemex, CFE, el IMSS y el ISSSTE el recorte acumulado se generalizó en todos los ejecutores. En los Ramos Administrativos sólo 17 de los 26 ejecutores acumularon subejercicios.

La inversión física en el periodo fue de 545.3 mmdp; creció 4.0% con respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 354.2 mmdp, y en comparación con la del año previo creció 7.3% (24.1 mmdp). El gasto en inversión física acumulada por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE es lo que sostiene el alza; sin embargo, vale la pena destacar que tanto la Secretaría de Turismo como la de Economía ejercieron gran parte de estos recursos entre mayo y julio, y que en los últimos meses su dinamismo disminuyó. Además, recordemos que en Economía es un programa de subsidios el que apuntala el gasto en inversión —el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares—, es decir, un destino que no apuntala la creación de capital.

El gasto programable, que concentra el gasto de los programas sociales y la inversión en infraestructura, reporta un subejercicio de 6.4% (259.5 mmdp). En el reporte mensual de la SHCP se indica que los subsidios y transferencias (que se ubican dentro del gasto programable) tuvieron incrementos anuales reales de 18.9% y 25.4% respectivamente, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia. No obstante, hay que señalar que los programas de subsidios se diseñaron con anterioridad al contexto actual, y podrían no tener un impacto directo y significativo en la recuperación económica. Ya en el reporte del cuarto trimestre podremos observar el comportamiento del gasto en estos rubros, en relación con los planes anuales.

Finalmente, no cesa la preocupante caída de recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado.


Análisis del ingreso

Enero – noviembre 2020 y noviembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que de enero a noviembre de 2020 el Sector Público ingresó 4 billones 734.3 mmdp, lo que significa una disminución de 5.4% en términos reales (-276.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, y un monto menor en 287.3 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 675.7 mmdp, 2.2% (-86.7 mmdp) menores que los observados de enero a noviembre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero a noviembre de 2020 se han utilizado 156.7 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a noviembre de 2020 los ingresos petroleros —Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 496.5 mmdp, monto inferior en 44.5% (-397.5 mmdp) respecto a lo aprobado en la LIF. Tal disminución se debió a la caída en la demanda de hidrocarburos y sus derivados, como consecuencia de las medidas globales de confinamiento. Este monto fue menor en 42.5% (-366.9 mmdp), en términos reales, respecto a lo observado en igual periodo de 2019. Este monto, cabe decir, es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. También representa la mayor caída en términos porcentuales, superior a la de 38.6% en enero-noviembre de 2009 (cuando se registró la mayor caída del precio del petróleo no vista en 30 años), y a la de enero-noviembre de 2015, de 36.6%.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros (Gobierno Federal + Pemex) presentaron una caída de 9.1%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un crecimiento de los mismos de 12.6%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 198.0 mmdp; presentaron una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex, por su parte, ascendieron a 298.5 mmdp y disminuyeron 33.8%.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 24.2 mmdp, 5.4% (-172.6 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.1% mayor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-noviembre de 2019; es decir, permanecieron prácticamente igual. Por componentes, el IVA se incrementó 0.2% anual, mientras que el ISR creció 0.8%; este último resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IEPS disminuyó 3.6%, debido a la menor actividad económica causada por el confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 2.8%, y los distintos de gasolina y diésel, 5.0%. Los impuestos a la importación cayeron 14.3% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 0.9%, debido al crecimiento de 57.8% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.7% y la de ISR 1.6%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 27.5% anual, debido al crecimiento de los IEPS en 232.1%, de impuestos a la importación en 27.5%, ISR en 23.4% e IVA en 2.9%.

Por otro lado, en los primeros 11 meses de 2020 los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 201.0% (302.8 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 453.5 mmdp, lo que significa un incremento de 38.9% respecto al dato reportado en enero-noviembre de 2019. De este monto, 375.9 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 60.6% anual, resultado de la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 156.7 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp; de otros fideicomisos por 33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mmdp. En el mismo periodo 2019, los ingresos NTNP aumentaron 18.6% y en 2018 se redujeron 53.1%.

Los ingresos de CFE ascendieron a 358.8 mmdp, 10.6% menores respecto a 2019, e inferiores en 5.2% (-19.6 mmdp), respecto al dato aprobado a inicio de 2020. La razón: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 401.3 mmdp, 0.1% (-0.4 mmdp) por debajo del dato programado en LIF para los primeros 11 meses de 2020, y 1.7% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-noviembre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.5% en los ingresos petroleros y un incremento de 17.8% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.6% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, la SHCP reportó que en noviembre se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 8.1% (32.9 mmdp) al reportado en octubre (406.0 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

Cabe destacar que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en noviembre respecto a octubre (2.3 dólares por barril, 6.2%), para ubicarse en 38.7 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el undécimo mes de 2020 registraron 47.7 mmdp, 7.9% (-4.1 mmdp) por debajo del dato observado en octubre. Comparados contra los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 25.2% (-16.1 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 38.2% en términos reales.

Los ingresos tributarios ascendieron en el mes a 262.6 mmdp, lo que representa un incremento de 2.3% (6.0 mmdp) respecto al dato reportado en octubre. Respecto a noviembre de 2019 aumentaron 7.6%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (14.7%), ISR (5.7%) y IEPS (1.4%). Lo anterior se debe a diversas mejoras legales que aumentaron la eficiencia recaudatoria, sin incrementar ni crear nuevos impuestos.

¿Cuál fue la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar 49.7% de los ingresos totales del Sector Público (periodo enero-noviembre de 2000), a 63.9% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, son los rubros de mayor peso.

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000,: 10.5% de los ingresos totales.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzaron los ingresos públicos?

Para el periodo enero-noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público mostraron un avance de 85.7% con respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). En relación con la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE2021, llevan un avance de 88.0%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, presentan 90.1% de avance. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 50.3% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 62.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios exhibieron un avance de 86.3% respecto a la LIF2020, y de 93.6% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 274.0% respecto al monto estimado al inicio de 2020, y de 90.5% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados a noviembre de 2020 descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 5.7% (-287.3 mmdp). En noviembre se quedaron por debajo de la meta mensual en 1.2% (-5.4 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.4% por debajo de lo programado (-172.6 mmdp), en relación con su meta estimada en el calendario, por lo que, lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 4.3% (-39.4 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.9% (-82.0 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados estuvieron 11.0% por debajo de lo aprobado (-51.8 mmdp).

A noviembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% en relación con lo que se esperaba para este periodo (-397.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 201.0% su meta a noviembre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (302.8 mmdp vs. -570.1 mmdp).

En términos mensuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 1.2% (-5.4 mmdp), con respecto al dato aprobado. Observamos rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y el estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.3% (-38.0 mmdp), que aumenta si no se consideran las mencionadas transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 4.9% (-13.4 mmdp), con respecto a su meta estimada en el calendario en el mismo periodo. Al desagregarse por tipo, observamos para noviembre ingresos excedentes de IVA por 3.9% (3.1 mmdp). El ISR tuvo, en cambio, un rezago de 7.3% (-10.3 mmdp).

Los ingresos NTNP se excedieron en 513.6% (52.9 mmdp).

En términos anuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una caída de 10.5% (-55.1 mmdp), respecto al dato de noviembre de 2019. Sin embargo, el componente tributario aumentó 7.4% (18.1 mmdp), mientras que el petrolero se redujo en 38.3% (-29.7 mmdp) y el NTNP en 30.7% (-27.9 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – noviembre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 11 meses del año?

A noviembre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 5 billones 150 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 799 millones de pesos, lo que representa el 74% del gasto neto total; el porcentaje restante corresponde al gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 351 mmdp.

El costo financiero, un gasto no programable, representó 11% (557.1 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-noviembre de 2020. Como hemos señalado en los últimos meses, su participación en el total se ha mantenido en línea con lo observado en la trayectoria reciente. Desde 2014, esta obligación del Gobierno ha ido en aumento. El aumento del costo financiero reduce el espacio fiscal, por lo que el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

A la par del incremento del costo financiero, la inversión física (un gasto programable esencial para detonar la actividad económica en el contexto actual) ha disminuido su participación en el gasto neto total desde 2014. Entre enero y noviembre, este gasto fue de 545.3 mmdp, lo que representa el 11% del gasto neto total; con relación a 2019 creció 4.0%. La inversión distinta de Pemex fue de 354.2 mmdp; creció 7.3% (24.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y equivale a 65% del gasto en inversión física del Sector Público en el periodo. La inversión en Pemex disminuyó 1.5% (2.9 mmdp), respecto al año previo.

El incremento en la inversión física distinta de Pemex se sostiene por la inversión realizada por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE. Hasta noviembre, estas secretarías han gastado más de lo aprobado para el año y más de lo observado en el año previo, lo que explica que este tipo de inversión creciera hasta 7.3%.

El gasto acumulado del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (que tuvo un mayor flujo de recursos en mayo y junio) impulsó la inversión física de la Secretaría de Economía. Hasta noviembre esta dependencia acumula 34.4 mmdp, monto que es 12 veces mayor que el realizado en 2019. Recordemos que este programa tiene como objetivo apoyar, a través de préstamos, a familias y empresas afectadas por la pandemia. Dado que no impulsa la creación de capital, no debería registrarse como inversión física.

La inversión física de la Secretaría de Turismo asciende a 4.8 mmdp, monto 10 veces mayor que el observado en 2019. El incremento de 928% con relación al año previo se debe a los recursos destinados en la construcción del Tren Maya, que incluye estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto como tal.

El ISSSTE ha ejercido en el periodo nueve veces más recursos en inversión física que en 2019. Sus 2.6 mmdp gastados sostienen el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como documentamos en los Números de Erario que analizan el gasto en salud, este súbito incremento es el resultado de destinar más recursos a la compra insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros, los cuales se registran como inversión. Hasta noviembre ejerció 58% (1 mmdp) más que lo planeado en el año y 831% (9.3 mmdp) más que lo ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

El 55% (2,842 mmdp) del gasto total se ejerció a través de los Ramos Generales; con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno federal cumple sus obligaciones financieras o mandatos legales. Son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye Hacienda directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado (para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos). De ahí su relevancia.

El gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (1,079 mmdp) del gasto neto total.

Los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. En estos ramos se aplican las medidas de austeridad, a pesar de que su participación tiene poco peso en el gasto total. Aplicar estas medidas sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto significativo en el tamaño o composición del gasto.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a noviembre de 2020?

En el periodo, el avance del gasto neto total ejercido con respecto a la meta anual aprobada es de 84%, y de 87% en relación con la meta estimada por la SHCP en la actualización de las finanzas públicas en el reporte de noviembre. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 83% de la meta anual aprobada en el PEF.

El avance del gasto programable del SP con respecto a la meta anual es de 86%, y de 87% en relación con la última actualización realizada por la SHCP.

En el gasto no programable el avance es menor al observado en las otras clasificaciones de gasto; respecto a la meta aprobada avanzó 79%, y respecto a la meta estimada el avance fue de 87%.

La inversión física pública del SP registró un avance de 83% respecto a la meta aprobada, mientras que el avance del costo financiero fue de 77% respecto a la meta aprobada, y de 80% si se compara con la meta actualizada.

Por ejecutor, los Ramos Administrativos y el IMSS e ISSSTE registraron un avance mayor al 90%. Por su parte, los Ramos Autónomos, Generales y Pemex y CFE reportaron un avance entre 80% y 84%.

El subejercicio acumulado en el periodo por el gasto neto del Sector Público es de 6.5%. Equivale a no ejercer 356.7 mmdp, ya aprobados para el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Hay un gasto mayor al aprobado, es decir, un sobrejercicio, en los siguientes ramos:

  • Economía: 558% (31.5 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Turismo: 52% (2.5 mmdp)
  • Gobernación: 47% (2.2 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 14% (1.4 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 6% (0.5 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 91% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 33% (0.07 mmdp)

Los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado, es decir, que subejercieron, son:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-96.7 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: 13% (-76.7 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: 11% (-48.3 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-28.7 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 34% (-18.3 mmdp)
  • ISSSTE: 4% (-14.3 mmdp)
  • Aportaciones a la Seguridad Social: 1% (-12.1 mmdp)
  • Salud: 9% (-11.9 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 1% (-10.8 mmdp)
  • Deuda Pública: 2% (-10.7 mmdp)

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.2% (-125.1 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 6.0% (-182.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 12.3% (-15.5 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.6% (6.2 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.1% (-22.8 mmdp)

En todos los ejecutores de gasto de los Ramos Autónomos y Generales el subejercicio es generalizado. Entre los Ramos Autónomos, la CNDH es la entidad con el mayor recorte: 33.6%. De los Ramos Generales, el Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35%.

Hasta noviembre, 17 de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos reportaron un subejercicio. Es la Oficina de Presidencia quien exhibe el mayor recorte: 43.6%. En contraste, la Secretaría de Economía reporta un gasto 558.5% mayor a lo previsto.

Las Empresas Productivas del Estado también exhiben un recorte en el gasto: el subejercicio de Pemex fue de 13% y el de la CFE de 11%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en noviembre 2020?

En noviembre, el gasto neto total fue de 507 mmdp. Se tenía calendarizado que en el mes se ejercieran 494 mmdp; es decir, se observó un sobrejercicio de 2.7% (13.3 mmdp). Desde abril los recortes en el gasto fueron frecuentes. Éste es el primer sobrejercicio observado en siete meses.

Sin embargo, el gasto programable en noviembre fue de 392.1 mmdp: el monto no ejercido fue 1.7% (-6.7 mmdp) menor que el gasto aprobado (398.8 mmdp). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, también exhibe un recorte en relación con el gasto aprobado: 13.1% (-4.9 mmdp). Se tenía previsto un gasto en inversión física de 37.8 mmdp, pero se ejercieron sólo 32.8 mmdp. Con noviembre se hilan ya seis meses consecutivos de recortes en este rubro.

El gasto no programable, en cambio, creció en comparación con lo presupuestado en el mes: el excedente reportado fue 21% mayor (19.9 mmdp). El incremento es el resultado de un mayor costo financiero del Sector Público: alcanzó los 48.4 mmdp, 133% por arriba (-27.6 mmdp) de lo planeado.

Sólo en noviembre, los Ramos Autónomos ejercieron 52% (6.3 mmdp) más de lo aprobado en el mes (12 mmdp). Por ejecutor, el Poder Judicial gastó 70% más recursos que los presupuestados; el Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor que su meta mensual, 52% cada ramo. Sin embargo, el INAI no ejerció 32.1% de su presupuesto aprobado; le siguió la CDNH (que en el mes anterior reportó un sobrejercicio), con 22.6% y la COFECE con 16%.

Las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron un recorte en el gasto mensual de 6% (-4.8 mmdp). El recorte de Pemex, con respecto al monto aprobado, fue de 10% (-3.4 mmdp), y el de la CFE de 3% (-1.3 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se ubicó 5% (-5.4 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, 11 ramos exhibieron un sobrejercicio; quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (586%), la CRE (273%) y Gobernación (100%). Y en 15 ramos se observó un subejercicio; la SHCP tuvo el mayor recorte, 89%, le siguió la Secretaría de Turismo con 75% y la Secretaría de Salud, al no ejercer 61% del gasto aprobado.

Los Ramos Generales gastaron 7% por arriba en el mes (15 mmdp). El Ramo de la Deuda Pública presentó el mayor excedente en el gasto: 241% (28.6 mmdp); esto es, hay un incremento en el costo financiero para este mes. Mientras que el Ramo 23 exhibió un recorte de 46% (-1.5 mmdp) en relación con su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un sobrejercicio de 2% (2.9 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a noviembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP)[1] sumó 2 billones 850.0 mmdp, lo que representó una disminución de 7.0% (-213.3 mmdp), respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de una caída de ingresos en los componentes tributarios (-1.7%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 14.3% anual), no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En 2015, la RFP se redujo 1.4% para un periodo similar; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (6.2%).

La reducción en la RFP, durante los primeros 11 meses de 2020, es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-1.7%):

  • Automóviles nuevos (-19.4%)
  • Comercio exterior (-14.7%)
  • Derechos a la minería (-6.4%)
  • Producción y servicios (-4.7%)
  • Tenencia (-2.8%)
  • IVA (-1.7%)
  • ISR (-0.8%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante noviembre de 2020, la RFP fue de 241.7 mmdp, menor en 3.9% a la reportada en igual mes de 2019. Esto se explica por los recursos disminuidos del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.8%). Sin embargo, su componente tributario se incrementó 2.0%, debido principalmente al crecimiento en la recaudación de IVA (8.4%) e ISR (1.7%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado (es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios) sumó 1 billón 634.8 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.5% (-133.1 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 767.9 mmdp y una caída de 4.6%. Con ello suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-noviembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[2] para el cumplimiento de programas federales (-60.3%),
  • Subsidios[3] (-9.7%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28[4] (-7.4%) debido a una menor RFP.
  • Convenios de descentralización (-2.0%).

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto al mismo periodo de 2019.

El nivel observado del gasto en el periodo enero-noviembre de 2020 es similar a los niveles en 2012; es decir, identificamos un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado, debido a la caída en el crecimiento económico que ha impactado en gran medida a la RFP.

Sólo en noviembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 138.9 mmdp, lo que representa una disminución de 9.7% con respecto a noviembre de 2019, debido a la disminución de todos sus componentes: convenios de reasignación (-80.0%), convenios de descentralización (-32.4%), subsidios (-12.3%), Ramo 28 (-11.0%), Ramo 33 (-1.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a noviembre de 2020, las Participaciones a entidades federativas se ubicaron en 777.9 mmdp, lo que significó una caída de 7.4% (-62.6 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (840.5 mmdp), resultado de una menor recaudación. Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta noviembre sumaron 60.1 mmdp. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia[5].

Desde la caída de 17.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en noviembre de 2020 las participaciones disminuyeron 11.0%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.4 mmdp.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.4%), Nayarit (-12.9%) e Hidalgo (-11.3%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Chiapas (3.8%), Baja California (3.2%) y Colima (3.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 11 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 705.9 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (1.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.7%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.8 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional —Infraestructura social y fortalecimiento de entidades— siguen sufriendo disminuciones en sus transferencias.

Durante el periodo, las tres entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones Federales fueron Tabasco, Chiapas y Ciudad de México. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Nuestra recomendación)

El Gobierno federal debe incentivar el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente a nivel municipal, lo que impondría una carga fiscal al erario federal.

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. El objetivo: compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. En este rediseño se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del Balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el Balance Público durante enero-noviembre de 2020?

El Balance Primario[6] se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 153.5 mmdp; el programado era un superávit de 71.2 mmdp.

La posición del Balance Público[7] mejoró en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por debajo de lo calendarizado. Para el periodo enero-noviembre de 2020 fue de -399.3 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -481.3 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -167.2 mmdp.

Por otra parte, la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[8], fue de -678.2 mmdp a noviembre de 2020, o -2.9% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en noviembre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -300.0 mmdp (-1.2% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, la cual incluye el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en los RFSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respecto a noviembre de 2019, de IPAB (-90.9%), PIDIREGAS (-12.1%) y Banca de desarrollo y fondos de fomento (-2.8%).

Para el cierre del año Hacienda estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.8 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 716 mmdp de pesos al mes de noviembre. Es decir, se incrementó 5.3% o 585 mmdp respecto a noviembre de 2019. Sin embargo, disminuyó por segundo mes consecutivo. Poco más del 28% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Según lo publicado por Hacienda, el SHRFSP representó el 50.7% del PIB a noviembre de 2020, un incremento de 6.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

Las autoridades esperan cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables, que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

Hacienda estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Por su parte, distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) prevén escenarios de una mayor contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista: entre -8.9% y -9.0% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos, en relación con lo esperado por las autoridades para cierre de año.

Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020 el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, resultado del crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En noviembre de 2020 la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,633 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.2% (-71 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a noviembre (1,666 mbd) fue 14.6% (-285 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a noviembre se encuentra -78 mbd por debajo (-4.5%).

Precio del petróleo

De enero a noviembre de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.9 dólares por barril[9]. Ésta se ubicó 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en noviembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A noviembre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.0% (20.8 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.2% real (23.9 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 1.6% (-3.1 mmdp) respecto al año previo.

El valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[10]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] La recaudación federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo.

[2] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[3] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Comunicado 086 SHCP: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[6] Balance Primario: muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

[7] Balance Público: se obtiene a partir de restar el gasto neto total del sector público presupuestario a los ingresos presupuestarios. Este balance incluye al gobierno federal y el sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).

[8] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[9] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[10] Últimos 12 meses.

Números de Erario: octubre de 2020

La realidad vs. las ‘fantasías oficiales’


Mensaje principal

Estamos prácticamente cerrando el año, y constatamos con más claridad que nunca que el Ejecutivo vive en una realidad paralela: aquélla en la que el país sigue viviendo de los ingresos petroleros. Sin embargo, en el México real-real sucede algo muy distinto: el financiamiento de las políticas públicas depende, más bien, de la actividad económica (sí: de los ingresos tributarios).   

Resumen ejecutivo

En el acumulado de enero a octubre no hay sorpresas ni podía haberlas: las cifras publicadas continúan demostrando menores ingresos petroleros y tributarios, así como un mayor déficit público. Esta debilidad explica gran parte del subejercicio acumulado en el gasto neto.

Un dato llamó nuestra atención. Los ingresos tributarios representan ya el 64.3% de los ingresos totales del Sector Público, el porcentaje más amplio en 20 años. En efecto, el país ha cambiado muchísimo: en el mismo periodo (enero-octubre) de 2000 abarcaban sólo el 49.7%. ¿Y los ingresos petroleros? El extremo opuesto: presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales. A pesar de esta realidad, en el discurso político y en el presupuesto Pemex sigue siendo la prioridad del presidente…

Por lo demás, de enero a octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 6.2% (-281.9 mil millones de pesos: mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue incluso mayor con respecto a los datos reportados al tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

En los primeros 10 meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 295.3 mmdp, lo que significa una disminución anual real de 4.9%. Así, se suman tres periodos similares con reducciones en los ingresos (2018, con disminución de 3.0%, y 2019, de 0.3%). Hay un antecedente notable: la caída de 11.4% en el periodo enero a octubre de 2009, resultado principalmente de una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR. En efecto: hablamos de los embates de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 42.9%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.1% respecto al mismo periodo de 2019. Estos últimos se impulsaron por el crecimiento de los ingresos no tributarios (65.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.6%.

Sólo en octubre, la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, que comparados con los reportados en septiembre aumentaron 6.6% (25.2 mmdp), debido a los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (5.7%), petroleros (6.5%) y en empresas y organismos bajo control presupuestario directo (16.7%), a causa de lo que parece ser un amague de recuperación económica.

Por otra parte, entre enero y octubre el gasto neto del Sector Público ascendió a 4 billones 644 mmdp; este monto representa 76% del presupuesto aprobado anual. El subejercicio acumulado en el gasto neto suma 369 mmdp para el periodo, y equivale a 7.4% del presupuesto aprobado hasta octubre.  

El subejercicio del gasto no afecta a todos los ramos por igual. Los Ramos Autónomos ya acumulan el mayor subejercicio: 17.8% (-20.3 mmdp), mientras que el recorte acumulado de los Ramos Generales fue apenas 0.1% (-0.8 mmdp).

La inversión física en el periodo fue de 512.3 mmdp. Creció 4.6% respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 333.1 mmdp, lo que representa un crecimiento de 7.4% (22.9 mmdp) con respecto al año previo, sostenida por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE. ¡Pero no todo lo que brilla es oro! En Economía el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares sigue siendo el rubro que favorece una mayor inversión física, y con respecto a Turismo la inversión destinada a la construcción del Tren Maya es la encargada de impulsar el gasto.

Un último dato dramático: el ramo de Participaciones a Entidades Federativas y Municipios acumuló en lo que va del año un subejercicio de 11%. Eso equivale a 88.1 mmdp que se dejaron de transferir a gobiernos locales. No extraña entonces el surgimiento de conflictos y desacuerdos entre los estados y la Federación.


Análisis del ingreso

enero – octubre 2020 y octubre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

Durante los primeros 10 meses de 2020, la SHCP reportó que el Sector Público ingresó 4 billones 295.3 mmdp: una disminución de 4.9% en términos reales (-221.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 281.9 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno federal se ubicaron en 3 billones 333.1 mmdp, 1.7% (-56 mmdp) por debajo de los observados de enero a octubre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero-octubre de 2020 se han utilizado ya 119.1 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a octubre de 2020, los ingresos petroleros —del Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 448.8 mmdp, monto inferior en 44.5% (-359.5 mmdp) a los aprobados en la LIF. La explicación: una menor producción petrolera unida a menores precios observados del petróleo y del gas natural. Este monto fue menor en 42.9% (-336.7 mmdp), en términos reales, a lo observado en igual periodo de 2019.

Lo que vemos son los efectos de la caída en la demanda de hidrocarburos como consecuencia del confinamiento global. Este monto es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. Además, representa la mayor caída en términos porcentuales: superior incluso a la de enero-octubre de 2009, de 40.9%, cuando se registró una caída del precio del petróleo no vista en 30 años.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 761.6 mmdp; 5.4% (-159.2 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.6% menor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-octubre de 2019. Se trata de la primera caída para igual periodo después de ocho años (en enero-octubre de 2012 disminuyeron 1.7% anual).

Por sus principales componentes, el ISR prácticamente permaneció sin cambio. Sólo se incrementó 0.4% anual, resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 1.1% y 4.1%, respectivamente, debido a la desaceleración de la actividad económica producida todavía por las medidas de confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 3.0%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 5.9%. Los impuestos a la importación cayeron 15.2% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 1.6%, debido al crecimiento de 61.6% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.2% y la de ISR 1.2%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 8.1% anual, como consecuencia del crecimiento en todos sus rubros: IEPS en 241.0%; impuestos a la importación en 27.6%; ISR en 23.8%; IVA en 3.7%, y otros en 0.2%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP), en los primeros 10 meses de 2020, se ubicaron 178.1% (250.0 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 390.3 mmdp, lo que significó un incremento de 65.7% respecto al dato reportado en enero-octubre de 2019. De este monto, 317.6 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 114.8% anual, resultado de la recuperación de activos financieros. Del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 21.6 mmdp; de otros fideicomisos, 33.6 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 56.1% y 3.0%, respectivamente.

Por su parte, los ingresos de CFE ascendieron a 329.1 mmdp, 8.5% menores respecto a 2019 e inferiores en 4.1% (-14.0 mmdp) respecto al dato aprobado a inicios de 2020. La causa: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 365.5 mmdp, 0.8 mmdp (0.2%) por arriba del dato programado en LIF para los primeros 10 meses del año y 1.8% superior, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-octubre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.1% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.4% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en octubre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 6.6% (25.2mmdp) al reportado en septiembre. El monto de los ingresos en octubre es muy similar al observado en abril (406.3 mmdp) y junio (406.9 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

El incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en octubre respecto a septiembre (-1.1 dólares por barril, -3.0%) para ubicarse en 36.5 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el décimo mes de 2020 ascendieron a 51.8 mmdp, 6.5% (3.2 mmdp) por arriba del dato observado en septiembre. Comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 18.8% (-12.0 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 4.5% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 256.6 mmdp, lo que representó un incremento de 5.7% (13.9 mmdp) respecto al dato reportado en septiembre. Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.8%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (7.6%) e ISR (3.6%). Lo anterior está en concordancia con la recuperación económica y la recaudación.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.7% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-octubre de 2000, a abarcar el 64.3% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales.

Por su parte, la proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tuvieron un avance de 77.8% respecto a su meta anual en la LIF. Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE 2021, llevaron un avance de 79.8%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, representaron un 81.7% de avance. Veámoslo por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 45.5% respecto a lo aprobado en la LIF y de 56.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE 2021.
  • Los ingresos tributarios presentaron un avance de 78.8% respecto a la LIF2020 y de 85.4% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 235.9% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 77.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE 2021.

Los ingresos totales del Sector Público acumulados a octubre de 2020 no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF 2020: exhibieron un rezago de 6.2% (-281.9 mmdp). En octubre quedaron por debajo de la meta mensual en 10.2% (-46.1 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron por debajo de lo programado en 5.4% (-159.2 mmdp), por lo que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 5.0% (-42.5 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-71.7 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.0% por debajo de lo aprobado (-47.2 mmdp).

A octubre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-359.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 178.1% su meta a octubre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (250.8 mmdp vs. -532.6 mmdp).

En términos mensuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 10.2% (-46.1 mmdp), respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguieron mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 49.7% (-51.3 mmdp) que, de nuevo, aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 2.6% (-6.7 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario.

Al desagregarse los ingresos por tipo, en octubre se observaron ingresos excedentes de IVA en 4.2% (3.4 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 4.7% (-6.2 mmdp). Los ingresos NTNP tuvieron excedentes de 57.6% (6.8 mmdp).

En términos anuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 0.3% (1.3 mmdp) con respecto al dato de octubre de 2019: el componente petrolero se redujo 3.8% (-2.1 mmdp) y el tributario aumentó 3.4% (8.5 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – octubre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 10 meses del año?

Hasta octubre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 4 billones 644 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 644 millones de pesos, y representó el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante proviene del gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 236 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó 11% (508.7 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-octubre de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Esta obligación del Gobierno ha ido en aumento en los últimos años; en 2014 representó 6% del gasto neto y desde entonces se incrementa año con año, lo cual reduce el espacio fiscal, ocasionando que el Gobierno tenga menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

Un gasto programable esencial para detonar la actividad económica es la inversión física. En el periodo fue de 512.3 mmdp y representó sólo el 11% del gasto neto total. Con todo, creció 4.6% en relación con 2019. La proporción que representa en el gasto ha disminuido desde 2014, cuando equivalía 19.5%. La inversión distinta de Pemex alcanzó los 333.1 mmdp: con respecto al mismo periodo de 2019 creció 7.4% real (22.9 mmdp) y abarcó el 65% del gasto en inversión física del Sector Público de este periodo. Por su parte, la inversión en Pemex disminuyó 0.4% (0.7 mmdp) respecto al año previo.

En este año la inversión física distinta de Pemex se incrementó considerablemente: son las inversiones realizadas por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE las que sostienen este aumento. Hasta octubre, este tipo de inversión creció 7.4%.

En inversión física la Secretaría de Economía gastó 34.4 mmdp; el monto es 11 veces mayor que el realizado en 2019 —a pesar del incremento observado sólo representa 6.6% del gasto total en inversión física—. Como hemos reportado en números anteriores, el mayor gasto corresponde alpresupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física. Este programa tiene como objetivo apoyar a través de préstamos a familias y empresas afectadas por la pandemia.

La inversión física de la Secretaría de Turismo, hasta octubre, ascendió a 4.7 mmdp, monto 11 veces mayor al observado en 2019. El incremento de 1,007% en relación al año previo se debe a que esta Secretaría está a cargo de ejercer los recursos para la construcción del Tren Maya, incluyendo los estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto de inversión.

El ISSSTE es otro de los ejecutores de gasto que sostiene el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como hemos documentado en los Números de Erario: gasto en salud, esta institución ha superado por mucho su presupuesto anual aprobado en la compra de inversión física —que incluye insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros—. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y es 11 veces mayor al ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

A través de los Ramos Generales se ejerce el 56% (2,602 mmdp) del gasto total (con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno Federal cumple con sus obligaciones financieras o mandatos legales). Se consideran ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos.

Entretanto, el gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (976 mmdp) del gasto neto total.

Por su parte, los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (93 mmdp) del presupuesto. Como se ve, su participación tiene poco peso en el gasto total, por lo que aplicar medidas de austeridad a estos ramos sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto cuantioso en el tamaño o composición.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a octubre de 2020?

En el periodo, el gasto neto total ejercido muestra un avance de 76% con respecto a la meta anual aprobada y de 78% en relación con la meta estimada por la SHCP en los CGPE 2021. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 75% de la meta anual aprobada en el PEF.

Entretanto, el gasto programable del SP registró un avance de 77% respecto a la meta anual de gasto aprobada, y de 78% en relación con meta estimada en los CGPE 2021.

Un menor avance se observó en el gasto no programable: respecto a la meta aprobada avanzó 73%, y respecto a la meta estimada, 78%.

Por su parte, la inversión física pública del SP avanzó 78% con respecto a la meta aprobada.

El avance del costo financiero fue de 70% con respecto a la meta aprobada, y de 73% si se compara con la meta actualizada en los CGPE 2021.

El avance por ejecutor de gasto no es homogéneo: los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance respecto a las metas de gasto aprobadas: del 85%. Los Ramos Autónomos son los más rezagados: tuvieron un avance de 68%.

Entre enero y octubre, el gasto neto del Sector Público acumula un subejercicio de 7.4%, que equivale a no ejercer 369 mmdp ya aprobados en el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Los siguientes ramos presentaron un gasto mayor a lo aprobado; es decir, tuvieron un sobrejercicio:

  • Economía: sobrejercicio de 671% (32 mmdp)
  • Turismo: 77% (3 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Bienestar: 1% (2.1 mmdp)
  • Gobernación: 39% (1.6 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 11% (1.0 mmdp)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 74% (1.0 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 11% (0.8 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 58% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 17% (0.03 mmdp)

…Y estos son los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado; es decir, que subejercieron:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-88.1 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -13% (-73.1 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -11% (-47.0 mmdp)
  • Deuda Pública: -10% (-39.4 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -21% (-26.6 mmdp)
  • Educación Pública: -6% (-18.0 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -35% (-15.5 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -4% (-14.4 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -1% (-11.5 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -1% (-11.2 mmdp)

Por otra parte, de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos, nueve de ellos sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. En lo que va del año, sólo la Secretaría de Economía tuvo un sobrejercicio importante, porque el gasto de inversión física fue mucho mayor a lo calendarizado.

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.8% (-120.3 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-197.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 17.8% (-20.3 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.1% (0.8 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.8% (-26 mmdp)

Todos los ejecutores de gasto de los Ramos Generales gastaron menos de lo previsto. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35% (-15.5 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado también reportaron un menor gasto de lo planeado: el subejercicio de Pemex fue de 13% (-73 mmdp) y el de la CFE de 12% (47 mmdp).

A lo largo del año, el gasto de la CNDH, un Ramo Autónomo, fue menor de lo aprobado. Sin embargo, desde septiembre su gasto acumulado reportado fue mayor a lo aprobado y hasta octubre reportó un sobrejercicio de 75% (1.0 mmdp). El Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entretanto, acumula ya un subejercicio de 33%, el equivalente a 0.7 mmdp.

¿Cómo avanzó el gasto del gobierno sólo en octubre 2020?

Para el mes se tenía calendarizado un gasto neto de 468 mmdp, pero se ejercieron sólo 410 mmdp; es decir, no se gastaron 57 mmdp, el equivalente a 12% del gasto neto ya aprobado en el mes. Desde agosto observamos que los recortes en el gasto mensual se incrementaron en magnitud: han sido de aproximadamente 60 mmdp cada mes.

En este mes el subejercicio del gasto programable fue de 47 mmdp. Sólo se ejercieron 323 mmdp de los 370 mmdp previstos (el monto no ejercido es del 12% del gasto aprobado). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, fue 22% (12 mmdp) menor a lo aprobado.

El gasto no programable también fue menor a lo presupuestado en el mes: el subejercicio reportado fue de 10 mmdp (10%). Un menor gasto programable es resultado, en parte, de un menor costo financiero del Sector Público, en comparación con lo previsto en el calendario. En octubre este costo fue de 21.5 mmdp; en relación con el gasto planeado este monto es 16% menor (-4 mmdp).

 En octubre, los Ramos Autónomos ejercieron menos que lo aprobado en el mes (13% o 1.4 mmdp). Sin embargo, si analizamos cada ejecutor, llama la atención que la CNDH gastó siete veces más recursos que los presupuestados en el mes, con un sobrejercicio de 636.7% (0.8 mmdp). El Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor a su meta mensual: 11% cada ramo. En contraste, el Poder Judicial no ejerció 31.0% (1.9 mmdp); le siguió la FGR con un subejercicio de 19.9% (-0.3 mmdp) y el INAI, con uno de 17% (-0.01 mmdp).

Este mes, las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron el mayor recorte en el gasto: 33% (28 mmdp). El recorte de Pemex con respecto al monto aprobado fue de 35% (14.4 mmdp), y el de la CFE de 30% (13 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se encontró 9% (9 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, siete ramos exhibieron un sobrejercicio. Quienes más gastaron en relación a su meta mensual fueron: la CNH (330%), Bienestar (140%) y la CRE (114%). Y en 17 ramos se observó un subejercicio; fue la a Oficina de Presidencia quien tuvo el mayor subejercicio (57%). Le siguió la Secretaría de Cultura con menor gasto en 40%, y la Secretaría de Educación Pública, al no ejercer 34% del gasto aprobado.

En los Ramos Generales el subejercicio en el mes fue de 3% (-6.8 mmdp). El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 51% (-2.9 mmdp). Entretanto, las Aportaciones Federales gastaron 5% por arriba (4.7 mmdp) de su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 3% (-3.1 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a octubre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 608.3 mmdp, lo que supone una disminución de 7.2% (-201.1 mmdp) en relación con igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-2.0%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 15.4% anual) no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto se verificó en 2016 (6.3%).

La reducción en la RFP durante los primeros 10 meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-2.0%):

  • Automóviles nuevos (-20.5%)
  • Comercio exterior (-15.1%)
  • Tenencia (-12.3%)
  • Derechos a la minería (-7.1%)
  • ISR (-5.7%)
  • Producción y servicios (-4.4%)
  • IVA (-2.7%)
  • ISR (-1.0%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)
 

Durante octubre de 2020, la RFP fue de 228.8 mmdp, menor en 8.6% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-3.9%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-42.6%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 495.9 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.3% (-117.0 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 612.8 mmdp. Con ello, se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-octubre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes: 

  • Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-62.4%), 
  • Subsidios (-9.5%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28 (-7.0%) debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.5% real, respecto a octubre de 2019.

 

El nivel observado del gasto en el periodo enero-octubre de 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado debido a la caída en el crecimiento económico, que ha impactado en gran medida a la RFP.

En octubre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 144.0 mmdp, registrando un incremento de 8.6% respecto a octubre de 2019, debido principalmente al aumento de 29.7% en las participaciones federales y de 32.6% en los convenios de descentralización. Por su parte, las aportaciones federales se redujeron 1.0% y los subsidios 32.8%.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación.

Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.0%), Hidalgo (-11.3%) y Puebla (-11.0%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (2.8%), Chiapas (3.3%) y Colima (4.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 10 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 644.5 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.5% (2.9 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.3%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.5%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.7 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron: Tabasco, Tlaxcala y Chiapas. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Recomendación)

Se considera estratégico que el Gobierno Federal incentive el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente el municipal, imponiendo una carga fiscal al erario federal.

Con el fin de reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal, para compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. Se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante enero-octubre de 2020?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 175.9 mmdp (el programado era un superávit de 100.6 mmdp).

El Balance Público, por su parte, presentó un deterioro en su posición, en comparación con la observada en meses anteriores, pero se colocó por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-octubre de 2020: fue de -327.4 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -430.9 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -154.1 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[1], fue de -556.1 mmdp a octubre de 2020, o -2.4% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en octubre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -203.0 mmdp (-0.8% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, las cuales incluyen el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en las RFPSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respeto octubre de 2019, de IPAB (-82.5%), PIDIREGAS (-28.6%) y banca de desarrollo y fondos de fomento (-5.0%).

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.3 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 956 mmdp de pesos al mes de octubre. Es decir, se incrementó 9.3% o 1 billón 16 mmdp respecto a octubre de 2019.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 51.8% del PIB a octubre de 2020, un incremento de 8.2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE 2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Entre las distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista, la cual se ubica en un rango entre -9.0% y -9.3% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades para cierre de año. Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020, el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, debido al crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En octubre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,627 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 2.1% (-34 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a octubre (1,669 mbd) fue 14.4% (-282 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE 2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a octubre se encuentra -75 mbd por debajo (4.3%).

Precio del petróleo

En los primeros 10 meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió los 34.5 dólares por barril[2]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.2% por debajo (-0.1 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE 2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios, impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en octubre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A octubre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.6% (22.7 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.6% real (23.4 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 0.4% (-0.7 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[3]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[2] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[3] Últimos Doce Meses

Números de Erario: tercer trimestre de 2020

Hacia el final extenuante del año


Mensaje principal

Las cifras publicadas al tercer trimestre son la antesala del cierre de 2020. A tres meses de que termine el año, la fotografía parece completa: continúa la caída de ingresos petroleros y tributarios, lo que afecta a la Recaudación Federal Participable y a las transferencias de gasto federalizado. En el horizonte, un mayor déficit público.

Resumen ejecutivo

A tres meses de que termine 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-235.8 miles de millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la LIF. Con todo, la diferencia de los ingresos obtenidos vs. los aprobados en el tercer trimestre fue menor a la observada en el segundo trimestre del año (-5.7% vs. -6.1%). En el primer trimestre del año esta diferencia fue positiva (1.8%).

En los primeros nueve meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 3 billones 889.3 mmdp, lo que representa una disminución anual real de 5.4%, la mayor para periodos similares observados después de la caída de 8.3% en enero-septiembre de 2009.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 45.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4% con respecto al mismo periodo de 2019. Éstos últimos fueron impulsados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (76.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.9%.

Sólo para septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales; si los comparamos con los reportados en agosto disminuyeron 25.4% (-129.4 mmdp). Este monto representa el segundo más bajo del año, después del reportado en mayo de 2020 (326.9 mmdp).

El Balance Primario pasó de un superávit de 287.1 mmdp en el periodo de enero a septiembre de 2019 a uno de 156.7 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.4%. El Balance Público mostró un deterioro considerable con respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 86.3% y alcanzar los -308.5 mmdp.

Por su parte, el gasto neto del Sector Público para el periodo es de 4 billones 234 mmdp. Acumula un subejercicio de 311.7 mmdp, equivalente a no ejercer 6.9% del gasto aprobado en el periodo, el cual se observó en 36 de los 48 ramos.

La Secretaría de Economía y Turismo acumularon un gasto mayor a lo previsto al tercer trimestre. Son estas dos secretarías las que apuntalan el alza observada en la inversión física distinta de Pemex, que tan sólo en lo que va del año es 10% mayor a lo observado en el año previo.

El Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física, lidera el gasto de la Secretaría de Economía. El excedente en el gasto de la Secretaría de Turismo también tiene su origen en la inversión física: hasta septiembre gastó 4.1 mmdp: 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento es el resultado de destinar 3.3 mmdp a la construcción del Tren Maya.

Si bien la inversión física creció en relación con el año previo, con respecto a la meta trimestral presenta un subejercicio de 12.2% (-65.5 mmdp). Cabe destacar que 24% de la inversión física se realizó en Campeche; 14% en la CDMX, y 11% en Tabasco.

Por último, continúa la disminución en los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del Gasto Federalizado; por ello, a pesar de tener una autonomía fiscal limitada, los gobiernos subnacionales deben considerar reforzar sus haciendas públicas a través de una mayor recaudación ingresos propios.


Análisis del ingreso

enero – septiembre 2020 y septiembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 889.3 mmdp durante los primeros nueve meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 5.4% real (-2,20.3 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 235.8 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 40.5 mmdp, 1.5% (-46.8 mmdp) por debajo del dato aprobado a inicio de año y 1.2% (-38.0 mmdp) menos que los observadosde enero a septiembre de 2019. Dicha disminución se compensará, en parte, con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

Al tercer trimestre de 2020, los ingresos petroleros (Gobierno Federal y propios de Pemex) se ubicaron en 397.0 mmdp, monto inferior en 43.7% (-308.2 mmdp) con respecto a lo aprobado en la LIF, debido a una menor producción petrolera así como a menores precios observados del petróleo y del gas natural. En comparación con lo observado en el tercer trimestre del año anterior, este monto también es menor: 45.7%, en términos reales. Las medidas de confinamiento e incertidumbre sobre la reincorporación gradual de las actividades económicas, que se han reflejado de manera negativa en el sector petrolero, también han tenido que ver con esta caída. Cabe destacar que es el monto más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros presentaron una caída de 4.6%; sin embargo, en igual periodo de 2018, se observa un crecimiento de los mismos de 15.3%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno Federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 163.7 mmdp, lo que representa una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex ascendieron a 233.3 mmdp: una disminución de 40.3%, debido a menores ventas en el mercado interno.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 505.1 mmdp, 5.7% (-152.4 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicios de 2020. Este monto fue 0.9% menor, en términos reales, con respecto a lo reportado en el tercer trimestre de 2019; no es de extrañar, dado el panorama económico por el que atraviesa el país por efectos de la pandemia, lo que ha repercutido en una menor recaudación tributaria. A su interior, el ISR prácticamente permaneció sin cambio, pues únicamente se incrementó 0.1% anual, resultado de un mayor esfuerzo por parte de las autoridades para incrementar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 2.0% y 3.7%, respectivamente. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 1.5% y los distintos de gasolina y diésel 7.5%. Estos últimos incluyen el impuesto a tabacos labrados, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, juegos con apuestas y sorteos, redes públicas de comunicaciones, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, alimentos no básicos con alta densidad calórica, plaguicidas, carbono, y aguas, refrescos y sus concentrados. (Esta caída fue pequeña, en apariencia, pero pongámosla en perspectiva: de enero a septiembre de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 2.4% debido al crecimiento de 63.9% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 2.6% y la de ISR 0.6%).

Para el mismo periodo, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 189.2% (243.2 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF, con un monto observado de 371.7 mmdp; y con respecto al dato reportado en los primeros nueve meses de 2019, el incremento es de 76.7%. De este monto, 304.7 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 130.0% anual, resultado de la recuperación de activos financieros: del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; de otros Fideicomisos, 55.3 mmdp —incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México por 21.6 mmdp—; de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda, 28.0 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 59.0% y 4.0%, respectivamente.

Los ingresos de CFE ascendieron a 286.4 mmdp, 10.0% menores respecto a 2019 e inferiores en 19.8 mmdp respecto al dato aprobado a inicio de 2020.

Los ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) ascendieron a 329.1 mmdp, 1.5 mmdp por arriba del dato programado para los primeros nueve meses de 2020, y 2.1% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019. Respecto al IMSS, se reportaron menores ingresos en relación con el monto aprobado (-8.9 mmdp), debido al menor dinamismo de la actividad económica —que reportó una caída de 9.6% en los primeros nueve meses de 2020— y a una disminución en la creación de empleos formales —738 mil trabajadores asegurados menos a septiembre de 2020, respecto a diciembre de 2019[1]—. Los ingresos del ISSSTE fueron 10.5 mmdp superiores a los aprobados, por la venta de inmuebles y la recuperación de cuotas y aportaciones de años anteriores.

Al tercer trimestre de 2020, se obtuvieron ingresos por pago de contribuciones, en especie o servicios, por 0.9 mmdp[2].

Ahora comparemos el promedio del periodo enero-septiembre, en los dos años que van de la administración de AMLO, con lo observado en periodos similares en el sexenio de EPN. Se observa una caída de 36.1% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.2% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan solo 2.9% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales, monto menor en 25.4% (129.4 mmdp) al reportado en agosto. El monto de los ingresos en septiembre fue el segundo menor observado, después de los 326.9 mmdp de mayo. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicha disminución.

Cabe destacar que la caída mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por las disminuciones de los ingresos tributarios, de los ingresos de IMSS, ISSSTE y CFE, y de los ingresos NTNP.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en septiembre respecto a agosto (-2.7 dólares por barril, 6.8%), para ubicarse en 37.6 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el noveno mes de 2020 ascendieron a 48.6 mmdp, 5.4% (2.5 mmdp) por arriba del dato observado en agosto. Respecto a marzo se ubicaron 27.4% (10.5 mmdp) por arriba, pero comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 23.8% (-15.2 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 71.4% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 242.6 mmdp, lo que representa una caída de 6.1% con respecto al dato reportado en agosto. Están muy lejos de alcanzar los niveles de enero (364.6 mmdp) y marzo (376.4 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, disminuyeron 4.0%, debido a reducciones en la recaudación del IVA e ISR.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.9% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-septiembre de 2000, a alcanzar el 64.4% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, en esa misma comparación los ingresos petroleros presentaron este año la proporción más baja como parte de los ingresos totales: 10.2%.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-septiembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 70.4% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingresos establecida en los Criterios Generales de Política Económica 2021 (CGPE), llevan un avance de 72.3%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 40.2% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 49.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 71.5% respecto a la LIF2020, y de 77.5% respecto al cierre.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentan un avance de 224.6% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 74.2% respecto al cierre.

Por otra parte, los ingresos totales del Sector Público acumulados en el tercer trimestre del año no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020: exhibieron un rezago de 5.7% (-235.8 mmdp). En septiembre, quedaron 14.8% por debajo de la meta mensual (-66.1 mmdp). Podemos comprobar que la diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.7% por debajo de lo programado (-152.4 mmdp) en el calendario; lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 6.0% (-45.9 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-65.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.4% por debajo de lo aprobado (-44.0 mmdp).

A septiembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 43.7% en comparación con lo que se esperaba para este periodo (-308.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 189.2% su meta a septiembre. Sin embargo, como montos excedentes no alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (243.2 mmdp vs. -460.6 mmdp).

En términos mensuales, en septiembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 14.8% (66.1 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 40.6% (-33.2 mmdp), que aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno Federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 11.3% (-31.0 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mes. Al desagregarse los ingresos por tipo, en septiembre no se observaron ingresos excedentes de IVA; el rezago en ellos es de 11.9% (-9.8 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 14.2% (-19.7 mmdp), y los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 6.3 mmdp.


Fideicomisos al tercer trimestre de 2020

Al 30 de septiembre de 2020 se reportan 330 actos jurídicos[3]: 301 fideicomisos[4], 23 mandatos y seis análogos[5], los cuales suman un total de 577.9 mmdp, y muestran una disminución de 34.7% real (-307 mmdp), respecto del monto observado en el mismo periodo de 2019. Respecto a junio de 2020, presentan una caída de 20.7% (-153.5 mmdp). Respecto a diciembre de 2019, son menores en 24.2% (-184.1 mmdp).

La mayor parte de los fideicomisos se encuentra en el grupo temático de ‘subsidios y apoyos’ (117), y ‘en apoyos financieros’ y ‘otros’ (110).

En el primer grupo destacan el Fondo para la Participación de Riesgos y el Fideicomiso de Contragarantía para el Financiamiento Empresarial, ambos de la de la SHCP, además del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos y del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Sustentabilidad Energética; éstos dos últimos figuran en la lista de los 109 fideicomisos a desaparecer.

En el segundo grupo destacan el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (que pasará a la Tesofe), el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar de la Defensa Nacional, el Fondo de la Financiera Rural y el Fideicomiso de Capital Emprendedor, éstos dos últimos de la SHCP, los cuales también están en la lista de los que desaparecerán en el siguiente año.

Por monto, 44.6% de las disponibilidades totales que se encuentran contenidas en los 25 actos jurídicos que corresponden a los grupos temáticos de apoyos financieros y de estabilización presupuestaria, mientras que el 16.6% están registradas en infraestructura pública, 14.0% en pensiones, y el 12.9% restante se agrupa prestaciones laborales y subsidios apoyos.

De los dos grupos temáticos que más dinero reciben (suman el 61.2% de los recursos disponibles), destacan los de infraestructura pública, entre los que se cuentan dos a cargo de la SHCP —el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del artículo 16 de la Ley Aduanera y el Fideicomiso 1936 Fondo Nacional de Infraestructura—; uno a cargo de la Secretaría de Economía —Fondo para el Desarrollo De Zonas de Producción Minera— y uno a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales —Fideicomiso Irrevocable de Administración y Fuente de Pago, No. 1928-Para apoyar el proyecto de saneamiento del Valle de México—.

Al tercer trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 10 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción, de éstos últimos:

  • Nueve son de la Hacienda y Crédito Público,
  • Seis de Turismo
  • Seis de la Secretaría de Cultura,
  • Tres de Comunicaciones y Transportes,
  • Tres de Educación Pública,
  • Dos de medio ambiente y recursos naturales,
  • Uno de Economía,
  • Uno de Salud, y
  • Uno del Conacyt.

Al cierre de 2020 se espera la extinción de 109, equivalentes a 68.5 mmdp; sin embargo, todavía no tenemos claridad sobre el adecuado destino de los recursos obtenidos por su extinción. Lo único cierto es que pasarán a la Tesofe y que serán destinados a los fines que determine la SHCP a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Por último, es preciso destacar que los fideicomisos de estabilización presupuestaria, entre los que destacan el Fideicomiso Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas (FOREF) y el Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (FAISEG), se redujeron de manera considerable respecto a junio, al pasar de 262.0 mmdp a 110.0 mmdp. En el siguiente apartado describiremos con detalle los saldos del FEIP y el FEIEF.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante el periodo enero-septiembre de 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 16.2 mmdp, derivadas de la aportación del Fondo Mexicano del Petróleo por 9.1 mmdp, así como de ingresos por productos financieros, por 7.1 mmdp. Las salidas, sin embargo, alcanzaron los 119.1 mmdp, destinados a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal observados al primer semestre del año y al pago de honorarios al fiduciario. Además, se observó una variación cambiaria de 3.5 mmdp.

El saldo del FEIP al tercer trimestre de 2020 se ubicó en 59.0 mmdp. Queda claro que el Gobierno Federal agotará lo recaudado en FEIP este mismo año, ante la crisis económica provocada por la covid-19.

Por su parte, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), al tercer trimestre de 2020, tuvo ingresos por 5.2 mmdp, integrados de la siguiente forma:

  • 2.6 mmdp por la aportación ordinaria del Fondo Mexicano del Petróleo.
  • 0.03 mmdp por los reintegros a entidades federativas, conforme a las compensaciones provisionales que les fueron transferidas en 2019 con cargo al FEIEF.
  • 2.5 mmdp por rendimientos financieros.

Los egresos en el FEIEF fueron de 35.1 mmdp, por concepto de compensaciones provisionales a entidades federativas y municipios, y pago de honorarios fiduciarios.

El saldo del FEIEF se ubicó en 30.5 mdp.

El FEIEF tendrá una reducción importante para el cierre de 2020; debido a la crisis se han transferido recursos a las entidades de manera mensual, para cumplir con las partidas presupuestarias.


Análisis del gasto

Enero – septiembre 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros nueve meses del año?

El gasto neto total del Sector Público acumulado a septiembre fue de 4 billones 234 mmdp. De ellos, 3 billones 085 mmdp son del gasto programable del SP y representaron el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable (1 billón 149 mmdp).

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (487.3 mmdp) del total del gasto observado de enero a septiembre de este año, una participación que se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Sin embargo, hay que abrir el foco: esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde septiembre de 2014, cuando representó sólo 6.3%; es decir, en los últimos ocho años aumentó 83% real. Tal aumento reduce el espacio fiscal: el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 469 mmdp, lo que representó 11% del gasto neto total (una participación que se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 19.4% del total). La inversión distinta de Pemex creció 24.2% real (58.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.5% (7.4 mmdp), también respecto al año previo.

La Secretaría de Turismo y el ISSSTE se suman a la Secretaría de Economía como los ‘apuntaladores’ del alza en la inversión física distinta de Pemex.

La Secretaría de Economía ejerció el 7.2% (33.6 mmdp) de la inversión física en 2020, lo que contrasta con el 0.7% que representó en el año previo; se trata de un incremento de 1,036% (30.9 mmdp). Es decir, ha gastado 11 veces más. Esto es lo que resulta de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física.

La Secretaría de Turismo ha gastado 12 veces más el presupuesto ejercido en 2019 en inversión física: pasó de representar 0.1% de la inversión ejercida en 2019 a 0.9% en 2020. Hasta septiembre gastó 4.1 mmdp, 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento, como ya sospechábamos el mes pasdo, es el resultado de destinar 3.3 mmdp en la construcción del Tren Maya. Hasta septiembre se han ejercido 43.6 mdp, destinados a un estudio de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias, y 3.3 mmdp para el proyecto de inversión.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública respecto a 2019 fueron el ISSSTE, con un aumento de 1,234% (2.3 mmdp), y el IMSS, con uno de 335% (3.7 mmdp)

Con respecto a la inversión física aprobada al tercer trimestre, el informe trimestral permite observar un subejercicio de 12.2% (65.5 mmdp). Los Ramos en los que se observa un subejercicio en la inversión física son: Seguridad y Protección Ciudadana (100.0% o -0.1 mmdp), la Fiscalía General de la República (100.0% o -0.3 mmdp), Cultura (99.7% o -1.2 mmdp) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (98.4% o -0.2 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 55% (2,341 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron 21% (880 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (84 mmdp) del presupuesto; su participación en el gasto es poco significativa. Son a estos ramos a los que precisamente se les han aplicado las medidas de austeridad, así que dada su baja participación en el gasto, éstas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a septiembre de 2020?

69.3% es el avance del gasto neto total con respecto a su meta anual aprobada y 70% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 69% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 70% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 70.3%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 67.6% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada tiene un avance de 74.0%.

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 72%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 67% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a sus metas anuales: el 77%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual, tuvieron un avance de 61%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a septiembre de 6.9% (-311.7 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente:

El sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado, se distribuyó de la siguiente manera (cifra entre paréntesis en mmdp):

  • Economía: 814% (32.06)
  • Turismo: 90% (3)
  • Energía: 5% (2.56)
  • Gobernación: 34% (1.27)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 13% (1.22)
  • Relaciones Exteriores: 13% (0.86)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 20% (0.26)
  • Hacienda y Crédito Público: 0% (0.13)
  • Trabajo y Previsión Social: 0% (0.09)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 43% (0.07)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera (cifra en paréntesis en mmdp):

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-82.11)
  • Petróleos Mexicanos: 11% (-58.84)
  • Deuda Pública: 11% (-38.54)
  • Comisión Federal de Electricidad: 9% (-33.84)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-24.27)
  • Aportaciones a Seguridad Social: 2% (-14.59)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 32% (-12.65)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: 2% (-12.42)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 2% (-12.05)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: 3% (-10.51)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 814% (32.0 mmdp)
  • Turismo: 90% (3.0 mmdp)

En estos ramos, el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.8% (-92.7 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.5% (-190.7 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 18.4% (-18.9 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 1.0% (8.6 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.7% (-22.9 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos que lo planeado. El Ramo 25 —Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos— tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a agosto 33.0% (-12.6 mmdp).

En lo que toca al gasto de las Empresas Productivas del Estado, Pemex ejerció 11.6% (-58.8 mmdp) menos de lo previsto en la meta al periodo enero a agosto. La CFE también tuvo un subejercicio: 9.7% (-33.8 mmdp).

Después de acumular varios subejercicios, la CNDH presenta un sobrejercicio de 20.2% (0.2 mmdp) entre enero y septiembre. Mientras que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) acumula ya un subejercicio de 34.8%, el equivalente a 0.7 mmdp menos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en septiembre de 2020?

El subejercicio del gasto en septiembre fue muy similar al observado en el mes previo: el gasto total, de 427.8 mmdp, fue 12.5% menor (-61.4 mmdp) en relación con la meta mensual.

En septiembre el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado en el gasto programable. El gasto programable del SP en el mes de septiembre (319.6 mmdp) se rezagó 11% (-39.3 mmdp).

El costo financiero del Sector Público en septiembre fue de 44.7 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 21.1% (-12 mmdp). El menor costo financiero se explica por un menor pago de participaciones a los estados y municipios (-9.6%), así como un menor pago de ADEFAS y otros.

En el mes de septiembre los Ramos Autónomos gastaron menos que lo aprobado en dicho mes (8% o -0.8 mmdp). No obstante, la CNDH ejerció cinco veces más el presupuesto aprobado en el mes, con un sobrejercicio de 562.3% (0.7 mmdp). El gasto del Poder Judicial también fue mayor: 11.9% (0.01 mmdp). En contraste, el TFJA no ejerció 31.4% -(0.07 mmdp); le siguió la FGR con 25.5% (-0.3 mmdp) y el IFT con 20.8% (-0.03 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: de 11.2% (-11.2 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8% en el mes.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 8% (-0.8 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (282.7%), la CRE (123.3%) y la SHCP (118.5%). En contraste, la Secretaría de Bienestar tuvo un subejercicio de 91.7%; le siguieron las Entidades no Sectorizadas, con un recorte de 57.7% y la Secretaría de Turismo, que no ejerció 42.4% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.6% (-2.6 mmdp). Mientras que las Aportaciones Federales fueron las que ejercieron un menor porcentaje: 0.6% (-0.35 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 1% (-0.7 mmdp).

¿Cómo avanzaron los programas presupuestarios?

Presentamos los cinco principales programas presupuestarios que ejercieron un presupuesto por encima y por debajo de su meta trimestral.

Programas con sobrejercicios

  • Comercialización de energía eléctrica y productos asociados: 405% (147.3 mmdp)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 847% (54.6 mmdp)
  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares: 31.5 mmdp.
  • Prestación de servicios corporativos: 22% (21.0 mmdp)
  • Servicio de transporte de gas natural: 31% (11.5 mmdp)

Programas con subejercicios:

  • Proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos: 29% (64.2 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica: 74% (-55.9 mmdp)
  • Fondo General de Participaciones: 11% (-55.3 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de la Red Nacional de Transmisión: 656% (-50.8 mmdp)
  • Valores gubernamentales: 14% (24.4 mmdp)


Recaudación Federal Participable

De enero a septiembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billlones 384 mmdp, lo que representó una disminución de 9.9% (-261.5 mmdp) respecto a igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (4.5%) y petroleros (55.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de 16.1% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019, presentó crecimientos, el más alto en 2016 (5.6%).

La reducción en la RFP al tercer trimestre de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en:

  • Ingresos tributarios (-4.5%):
    • Automóviles nuevos (-22.0%)
    • Comercio exterior (-15.9%)
    • Derechos a la minería (-11.7%)
    • Tenencia (-7.7%)
    • ISR (-5.7%)
    • Producción y servicios (-4.2%)
    • IVA (-3.3%)
  • Ingresos petroleros (-55.7%)
    • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-55.7%)
    • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante septiembre de 2020, la RFP fue de 232.6 mmdp, menor en 6.2% a la reportada en septiembre de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (3.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (37.9%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 351.3 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.7% (-128.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 480.0 mmdp y una caída de 3.8%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 8.2%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-septiembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-64.8%).
  • Subsidios[7] (-7.2%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
  • Participaciones-Ramo 28[8] (-9.6%), debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.6% real, respecto a septiembre de 2019.

El gasto federalizado presentó niveles parecidos, en periodos similares, en 2014 y 2015, y en 2016 y 2017. El nivel observado en 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años.

En septiembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 135.5 mmdp, registrando una caída anual de 12.3%, debido a reducciones en todos sus rubros: Subsidios (-39.4%), Convenios de Descentralización (-33.5%), Ramo 28 (-8.2%) y Ramo 33 (-2.6%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a septiembre de 2020 las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 646.5 mmdp, lo que significó una caída de 9.6% (-68.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (715.4 mmdp), resultado de una menor recaudación. A pesar de que se han entregado a los estados 32.7 mmdp del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), ello no alcanza a compensar la disminución de las participaciones. Desde la caída de 20.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, la SHCP prevé para el cierre de 2020 una disminución de 114.7 mmdp en el pago de participaciones a los estados y municipios.

Por componentes del Ramo 28, tres de los rubros con mayores recursos presentaron caídas anuales importantes en el periodo enero-septiembre de 2020: el Fondo General (-9.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-9.7%) y el Fondo de Fiscalización (-6.7%). Por su parte, el Fondo ISR[9] presentó un crecimiento de 4.3%.

La disminución de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 30 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-17.2%), Hidalgo (-13.7%) y Puebla (-13.2%). Campeche merece mención especial, ya que sus transferencias se han visto afectadas por menores recursos petroleros; sin embargo, HR Ratings espera que, aunque caigan sus Participaciones en este año, el impacto se verá reducido debido al comportamiento esperado en la recaudación, en línea con el programa de reemplacamiento llevado a cabo en 2020[10]. Sólo dos entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (0.6%) y Colima (2.9%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros nueve meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 580.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.6% (3.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.3%), el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.1%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.7%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.6 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron Tabasco, Aguascalientes y Tlaxcala. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Hidalgo y Quintana Roo.

Las entidades federativas enfrentan un escenario poco optimista, ya que sus recursos se han visto mermados a lo largo de 2020, resultado del deterioro económico por la pandemia. A pesar de que se han aprobado propuestas para ayudarlas, éstas sólo son soluciones de corto plazo que pueden llegar a comprometer una parte de sus recursos futuros, como es el caso de las recientes reformas aprobadas a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, en las que podrán diferir pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo hasta de 12 meses para apoyar su liquidez. Además, las transferencias federales etiquetadas de 2019 podrán devengarse y pagarse en diciembre de 2020, y las de 2020 podrán devengarse y pagarse en octubre de 2021[11].

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, y compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público al tercer trimestre del año?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 156.7 mmdp. El programado era un superávit de 87.9 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-septiembre de 2020: fue de -308.5 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -418.0 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -165.6 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -542.1 mmdp a septiembre de 2020, o -2.7% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en septiembre. Al interior de sus componentes, las necesidades de financiamiento del IPAB disminuyeron 76.3% respecto a septiembre de 2019; las de Banca de Desarrollo y Fondos de Fomento se redujeron 20.5% y las de PIDIREGAS 16.5%.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.0 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al mes de septiembre sumó 12 billones 164 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.1% o 1 billón 113 mmdp respecto a septiembre de 2019. El 55.3% de la variación respecto al cierre de 2019 se debió a la depreciación del peso frente al dólar.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 53.0% del PIB a septiembre de 2020, un incremento de 8.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual volvió a confirmar en este informe trimestral. Entre las distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales oscilan en un rango entre -9.0% a -9.8% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Al tercer trimestre de 2020, el Inegi estima una caída del PIB de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019; para el periodo de enero a septiembre de 2020, la caída fue de 9.6% anual.

Producción de petróleo

En septiembre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,644 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.0% (-69 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a septiembre (1,674 mbd) fue 14.2% (-277 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra -70 mbd por debajo (4.0%).

Precio del petróleo

En los primeros nueve meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.3 dólares por barril[13]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en septiembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Al tercer trimestre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 7.7% (33.4 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 9.6% real (26.2 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 63.6% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 4.4% (7.2 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[14]) al mes de agosto de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


Recapitulación

¿Qué se espera el cierre de 2020?

Como ya lo había previsto México Evalúa los ingresos del Sector Público serán menores a los programados, debido a las condiciones económicas impuestas por la pandemia. La SHCP anticipa que los ingresos presupuestarios en 2020 sean inferiores en 268.2 mmdp respecto a los previstos en la LIF2020, resultado de menores ingresos petroleros por 312.5 mmdp, menor precio y plataforma de producción petróleo, y menor demanda de combustibles ante la disminución de actividades por la pandemia. Y también debido a menores ingresos tributarios no petroleros (-273.7 mmdp) asociados a la disminuida actividad económica. En cambio, los ingresos no tributarios serán superiores a los previstos en 335.4 mmdp, por los recursos del FEIP y la recuperación de otros activos para mitigar los efectos de la crisis económica.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, se prevé una disminución en el pago de participaciones a los estados y municipios de 114.7 mmdp, el cual será compensado en parte con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Entidades Federativas, y un mayor gasto programable en 19.9 mmdp. Se estima que el gasto neto presupuestario pagado sea menor en 128.6 mmdp.


[1] Aunque en realidad la pérdida de empleos equivale a más de 12 millones, principalmente en el sector informal, de los cuales sólo se han recuperado 7.5 millones.

[2] Conforme a lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020.

[3] De éstos 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[4] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales, el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[5] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[10] HR Ratings ratificó la calificación de HR AA – con Perspectiva Estable al Estado de Campeche: https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_Campeche_20200924.pdf

[11] Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y del Decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental, aprobado por la Cámara de Diputados el 19 de octubre de 2020.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[13] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[14] Últimos Doce Meses

Números de Erario: agosto de 2020

Un deterioro notable del Balance Público


Mensaje principal

Las cifras publicadas a agosto de 2020 hacen evidente el deterioro de la economía mexicana y las finanzas públicas: estancamiento en la recaudación tributaria, menores ingresos petroleros, mayor gasto programable, déficit público en aumento y mayor nivel de deuda como porcentaje del PIB, resultado de un mayor tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Resumen ejecutivo

Los ingresos totales del Sector Público van 4.6% cortos (-169.6 mmdp) en relación con los previstos en la LIF a agosto de este año. Esta pérdida se redujo con respecto a los datos reportados en julio.

Durante agosto de 2020, la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Si los comparamos con los reportados en mayo y junio, aumentaron 56.1% y 25.4%, respectivamente; pero con respecto a los publicados en enero y marzo, se redujeron 5.6% y 3.3%, respectivamente. Con relación al mes inmediato anterior, se observó un incremento de 29.1%.

Lo anterior permite observar que hacia el cierre de 2020 se va cerrando la brecha con respecto a los ingresos aprobados. Esta diferencia en los ingresos obtenidos entre enero y agosto fue menor a la observada en el primer semestre del año (-4.6% vs. -6.1%).

Durante los primeros ocho meses de 2020, los ingresos totales del Gobierno Federal se ubicaron en 2 billones 757.5 mmdp: están situados 0.1% por debajo (-3.5 mmdp) del monto aprobado al inicio de año, reportando una disminución anual real de 0.5%. En el mismo periodo de 2018 y 2019 se observaron variaciones de -1.5% y -7.9%, respectivamente. Esto quiere decir que se acumulan tres caídas consecutivas en periodos similares comparables, algo que no se observaba desde el mismo periodo de 2009, en el que se redujeron 12.4%.

Los ingresos petroleros presentaron una disminución de 52.6%; en cambio, los ingresos no petroleros del Gobierno federal se incrementaron 6.0% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (83.5%). Los tributarios disminuyeron 0.5%.

Por su parte, hasta agosto el gasto neto del Sector Público es de 3 billones 806 mmdp. Acumula un subejercicio de 250.4 mmdp, el equivalente a no ejercer 6.2% del gasto aprobado en el periodo. De los 48 ramos en los que se distribuye el gasto, 36 de ellos gastaron menos de lo previsto.

Entre los ramos que sobrejercieron destaca la Secretaría de Economía, que gastó 993.6% más de lo planeado. Como hemos visto en los últimos meses, el aumento inusual en el gasto de esta Secretaría tiene su origen en el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, el cual se registra como inversión física, y hasta agosto ha ocasionado que la inversión física distinta de Pemex aumente 11.6% (27.9 mmdp) con respecto al año anterior —la inversión física total aumentó 9% (34.5 mmdp)—. Reiteramos: es un error considerar como inversión préstamos que no financiarán la creación de activos fijos o bienes duraderos.

Por último, el Balance Primario pasó de un superávit de 283.9 mmdp en el periodo de enero a agosto de 2019, a uno de 155.3 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.3%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 125.5% y alcanzar -275.0 mmdp.


Análisis del ingreso

Ingresos observados versus metas de ingresos 2020
agosto 2020 y enero – agosto 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 508.4 mmdp durante los primeros ocho meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 2.3% real (-82.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y en un monto menor en 169.6 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Para una mejor apreciación de la sostenibilidad de los ingresos públicos, además de cuantificar el monto total, es importante identificar el monto de los ingresos recurrentes. Sin el monto de los ingresos extraordinarios por 348.2 mmdp —de la compensación resultante de la liquidación de fideicomisos[1] por 145.1 mmdp y de transferencias a Pemex por 203.1 mmdp—, los ingresos no compensados o recurrentes en realidad sumaron 3 billones 160.2 mmdp, un monto menor.

En términos mensuales, en agosto de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Al cierre de julio los ingresos ascendieron a 395.2 mmdp. De hecho, el monto de los ingresos en agosto fue mayor en comparación con lo observado en los meses de abril, mayo, junio y julio de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento…

A pesar del incremento marginal en el precio de la mezcla mexicana de exportación, los ingresos petroleros continuaron disminuyendo en agosto de 2020, pues sumaron 46.2 mmdp, es decir, 11.9% (-6.2 mmdp) por debajo del dato observado en julio y 27.7% (-17.7 mmdp) por debajo de la cifra reportada en junio, mes en que se registró el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp). Sin embargo, comparados con los niveles de abril y mayo pasados, equivalen a 2.0 y 1.6 veces su valor, respectivamente. Si no consideramos las transferencias directas a Pemex, estos ingresos en realidad ascendieron a 44.2 mmdp.

Los ingresos tributarios ascendieron en agosto a 258.3 mmdp; en julio a 255.4 mmdp y en junio a 249.4 mmdp, lo que suma tres meses de crecimiento moderado continuo (3.6% acumulado), lo que contrasta con las caídas mensuales de 27.4% y 18.9% de abril y mayo, respectivamente. No obstante, eso no implica que hayan recuperado los niveles alcanzados en enero (364.6 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.3%.

Cabe destacar, que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el aumento de los ingresos no tributarios no petroleros, debido al incremento registrado en el rubro de aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 119.1 mmdp.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Un hallazgo que vale la pena destacar: desde 2015 se observa una menor dependencia de los ingresos petroleros en las finanzas públicas. Éstos han pasado de representar más del 30.0% del total de los ingresos presupuestarios a rozar el 9.9% en el periodo enero-agosto de 2020. A partir de 2015, han ido ganando terreno los ingresos tributarios (ISR, IVA e IEPS).

Sin embargo, aunque la participación de los ingresos tributarios se incrementó en el mismo periodo, desde abril han ido disminuyendo la proporción ganada en los primeros meses del año, fenómeno sin duda relacionado con la pandemia. Pasaron de promediar una recaudación media mensual de 335 mmdp en el primer trimestre del año, a recaudar 283 mmdp de ingresos tributarios promedio en los primeros ocho meses de 2020.

En los dos años que van de la administración de AMLO, para el promedio del periodo enero-agosto se observa una caída de 42.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.7% en la recaudación tributaria. Eso refleja un incremento de tan sólo 1.5% respecto al promedio de ingresos presupuestarios totales, para periodos similares, en el sexenio de EPN. Sin embargo, sí hay un incremento considerable respecto a los periodos iguales de administraciones panistas, a pesar de la bonanza petrolera que tuvo lugar en el sexenio de FCH.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-agosto de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 63.5% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE2021), llevan un avance de 65.2%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 35.3% respecto a lo aprobado en la LIF y de 43.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 64.5% respecto a la Ley de Ingresos 2020 (LIF2020) y de 70.0% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros se incrementaron 83.5% respecto a enero-agosto de 2019, presentando un avance de 211.4% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 69.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados en los primeros ocho meses de 2020, descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 4.6% (-169.6 mmdp). Sin embargo, dado que en agosto se sobrepasó la meta mensual en 15.1% (66.9 mmdp), la diferencia en el rezago acumulado disminuyó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.1% por debajo (-121.5 mmdp) de su meta estimada en el calendario.

El IVA tuvo un rezago de 5.3% (-36.1 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 3.6% (-45.9 mmdp) en el mismo ámbito.

A agosto de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.1% (-275.0 mmdp) en relación con lo que se esperaba para este periodo, que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-334.2 mmdp o 53.6% por debajo).

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 211.6% su meta a agosto. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (237.6 mmdp vs. -396.4 mmdp).

Respecto al mismo periodo de 2019, los ingresos presupuestarios del Sector Público disminuyeron en 2.3% (-82.9 mmdp). Por componentes, los ingresos petroleros fueron menores en 38.0 % (-213.3 mmdp) y los tributarios en 0.5%  (-12.2 mmdp). En cambio, los no tributarios no petroleros fueron mayores en 83.5% (159.2 mmdp).

Como resultado de esta pérdida, no existieron ingresos tributarios excedentes para compensar el desplome de los petroleros. Por eso el Poder Ejecutivo, antes de solicitar mayor endeudamiento, ha preferido extinguir los recursos de fideicomisos.

Dentro de los impuestos, el IVA y el ISR se incrementaron en términos reales 1.4% y 1.1%, respectivamente, en comparación con el periodo de enero a agosto de 2019.

Por su parte, en el periodo los ingresos de organismos y entidades bajo control presupuestario directo disminuyeron 2.9% (-16.6 mmdp).

En términos mensuales, en agosto de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una ganancia de 66.9 mmdp (15.1%), respecto al dato aprobado. Sin embargo, se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.1% (-36.4 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-38.4 mmdp o una caída de 46.5%).

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 6.0% de su meta estimada en el calendario (-16.5 mmdp), en el mismo periodo.

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, llama la atención que de abril a julio no se observaron ingresos excedentes de IVA. Sin embargo, en agosto se observó una ganancia marginal de 0.6% (0.5 mmdp).
  • El ISR tuvo un rezago de 6.5% (-8.8 mmdp).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) tuvieron excedentes considerables: 122.5 mmdp. Esto debido, principalmente, a mayores aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), lo que alcanzó para compensar la caída de los petroleros y los tributarios (-52.9 mmdp). De ahí la ganancia de los ingresos presupuestarios totales.

Respecto al dato observado en agosto de 2019, los ingresos totales del Sector Público fueron mayores en 14.6%; los tributarios en 1.6% y los NTNP en 165.5%. Sin embargo, los ingresos petroleros fueron menores en 28.1%.


Análisis del gasto

Enero – agosto 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros ocho meses del año?

Hasta agosto, el gasto neto total del Sector Público fue de 3 billones 806 mmdp. De ellos, 2 billones 765 mmdp, el 73%, son del gasto programable; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable: 1 billón 094 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (422.5 mmdp) del total del gasto observado de enero a agosto de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado hasta el mes pasado. Esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde agosto de 2014, cuando representó sólo el 6.7%. En efecto, en los últimos ocho años aumentó 82% real. El aumento de esta obligación reduce el espacio fiscal; es decir, el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 420 mmdp, lo que representó sólo 11% del gasto neto total. Su participación en el gasto se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 18.7%. La inversión distinta de Pemex creció 11.6% real (27.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y abarcó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.6% (6.6 mmdp), respecto al año previo.

Como hemos mencionado en meses anteriores, la Secretaría de Economía apuntala el alza en la inversión física distinta de Pemex. Observamos que en los primeros ocho meses de 2020 el gasto en inversión física se incrementó 9% (34.5 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior, pero la inversión física distinta de Pemex creció 11.6%.

La Secretaría de Economía por sí misma ejerció el 7.9% (33.6 mmdp) de la inversión física, lo que representa un incremento de 1,059% (30.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, es decir, ha gastado 12 veces más. Como ya hemos documentado, este incremento es el resultado de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física. Hay que reiterar que el objetivo de este programa no es la creación de activos fijos o bienes duraderos, sino otorgar créditos a microempresarios para que puedan mantener sus negocios durante la contingencia.

También nos llamó la atención que en lo que va del año la Secretaría de Turismo ha gastado en inversión física 13 veces más el presupuesto ejercido en 2019. Hasta agosto gastó 4.1 mmdp, un aumento de 1,224% (3.7 mmdp) con respecto al año anterior. El repentino incremento podría tener origen en la inversión destinada a la construcción del Tren Maya.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública con respecto al año previo fueron: ISSSTE, 1,438% (2.3 mmdp); IMSS, 368% (3.2 mmdp) y ADEFAS, 125% (3.3 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 56% (2,113 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; hacerlo puede implicar refinanciamientos o la aprobación de reformas. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron el 21% (805 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (75 mmdp) del presupuesto. Su participación en el gasto es poco significativa; con todo, a estos ramos se les han aplicado mayormente las medidas de austeridad. Así, dada su baja participación en el gasto, las medidas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a junio de 2020?

El gasto neto total tiene un avance de 62.3% respecto a su meta anual aprobada y 63% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, tiene un avance menor: de 61% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del Sector Público tiene un avance de 62.7% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 61.8%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 56.4% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada tiene un avance de 61.6%.

La inversión física pública del SP tiene un avance, en relación con su meta aprobada, de 64%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 61% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a las metas anuales de gasto aprobadas: 70.1%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual; su avance es de 54%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a agosto, en relación con el gasto aprobado, de 6.2% (-250.4 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente…

El sobrejercicio del gasto público se distribuyó de la siguiente manera:

  • Economía: 993% (32.3 mmdp)
  • Bienestar: 16% (19.15 mmdp)
  • Turismo: 115% (3.23 mmdp)
  • Energía: 5% (2.58 mmdp)
  • Salud: 2% (1.91 mmdp)
  • Gobernación: 31% (1.03 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 8% (0.48 mmdp)
  • Trabajo y Previsión Social: 1% (0.08 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 1% (0.08 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 28% (0.04 mmdp)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-72.52 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -10% (-44.01 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -9% (-30.59 mmdp)
  • Deuda Pública: -9% (-29.75 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -20% (-21.52 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -2% (-12.47 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -2% (-11.7 mmdp)
  • Aportaciones a Seguridad Social: -1% (-10.32 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -30% (-10 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -3% (-9.79 mmdp)

Dentro de los Ramos administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 1,169% (31.4 mmdp)
  • Turismo: 114% (2.7 mmdp)

Como ya hemos descrito, en estos ramos el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.7% (-81.4 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-161.8 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 19.5% (-18.1 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobreejercicio de 3.9% (30.0 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.9% (-81.5 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos de lo planeado. El Ramo 25 (Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos) tuvo el mayor subejercicio con respecto a su meta a agosto: 30.4% (-10.1 mmdp).

Veamos ahora el ejercicio de gasto de las Empresas Productivas del Estado. Pemex ejerció 11.3% menos de lo previsto en su meta en el periodo enero-agosto (-50.8 mmdp). La CFE también tuvo un subejercicio de 9.9% (-30.6 mmdp).

La CNDH continúa acumulando subejercicios. De enero a agosto ejerció 37.8% menos de lo aprobado, le sigue el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), con 35.2%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en agosto 2020?

El subejercicio del gasto en agosto fue mayor al observado en el mes previo: su tamaño se triplicó en relación con los observado en julio. El gasto total en agosto fue de 367.9 mmdp, 15% por debajo de su meta mensual (-64.8 mmdp).

En agosto el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado, tanto en el gasto programable como en el no programable. El gasto programable del SP en el mes de agosto (285.7 mmdp) se rezagó 13.8% (-45.7 mmdp). En este mes la inversión física exhibió el mayor subejercicio en lo que va del año; de los 62.6 mmdp que se tenía planeado gastar sólo se ejercieron 43.3 mmdp, el resultado es un subejercicio de 30.8% (19.3 mmdp). En agosto, la inversión física hila tres meses consecutivos de subejercicios.   

El costo financiero del Sector Público en julio de 2020 fue de 30.3 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 7.8% (-1.7 mmdp).

En el mes de agosto, sólo los Ramos Autónomos tuvieron un mayor gasto con respecto a lo aprobado en dicho mes (6% o 0.57 mmdp). El Inegi ejerció 32.9% (0.04 mmdp) más de lo previsto; le siguió el Poder Judicial con 22.9% (1.25 mmdp). No obstante, entre todos estos ramos fue el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el que presentó el mayor subejercicio: 42.7% (-0.06 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: 25.1% (-21.3 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8%.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 16% (-11.1 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (263.6%), la Secretaría de Economía (160.6%) y la Secretaría de Turismo (126.7%). En contraste, las Entidades no Sectorizadas reportaron un subejercicio de 57.0%; le siguió Presidencia con un recorte de 56.8% y la Secretaría de Bienestar, al no ejercer 48.9% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.3% (-2.3 mmdp). Por concepto de Aportaciones Federales no se ejerció el 3.7% (-3.7 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 2% (-1.88 mmdp).


Análisis de la Recaudación Federal Participable

De enero a agosto de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 151 mmdp, lo que representó una disminución de -10.3% (-245.7 mmdp) con respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-4.6%) y petroleros (-52.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de -20.0% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.9%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (8.6%).

La reducción en la RFP en los primeros ocho meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en estos renglones:

Ingresos tributarios (-4.6%):

  • Automóviles nuevos (-21.6%)
  • Tenencia (-22.5%)
  • Comercio exterior (-16.6%)
  • Derechos a la minería (-10.7%)
  • ISR (-6.5%)
  • Producción y servicios (-3.6%)
  • IVA (-2.6%)

Ingresos petroleros (-57.2%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-57.2%).

Durante agosto de 2020, la RFP fue de 235.1 mmdp, menor en 16.2% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-10.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-65.4%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado sumó 1 billón 215.7 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.3% (-109.7 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 325.4 mmdp y una caída de 4.3%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 11.3%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-agosto de 2020 fue resultado de una disminución en tres de sus componentes: Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-74.5%), Subsidios (-3.9%) caída que se debió a una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, y Participaciones-Ramo 28 (-9.8%), debido a una menor RFP.

Entre periodos similares de 2016 y 2018 hay un estancamiento en el comportamiento de los recursos del gasto federalizado. Para el mismo periodo de 2020 presentan niveles similares a los de 2012 y 2013; es decir, se observa un retroceso de siete años.

Los recursos del gasto federalizado ascendieron a 132.7 mmdp en agosto de 2020, registrando una caída anual de 12.3%, debida a menores recursos en las Participaciones (Ramo 208), en los Subsidios y en Los Convenios de Descentralización y Reasignación. El único de sus componentes que presentó un incremento —real anual— fue el Ramo 33-Aportaciones Federales (3.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a agosto de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 582.5 mmdp, 63.2 mdp por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (645.7 mmdp), lo que se reflejó en una disminución anual de 9.8%, resultado principalmente del deterioro de la economía que se reflejó en una menor RFP. Desde la caída de 21.6% en 2009, no se observaban variaciones tan negativas en periodos similares.

Las cinco entidades federativas más afectadas por la disminución en los recursos que se reciben a través de las Participaciones Federales fueron: Campeche -18.1%, Guanajuato e Hidalgo -14.4% cada uno, y Morelos y Puebla, -13.9% cada uno. El único estado que recibió mayores recursos vía Participaciones fue Colima (5.1%).

El panorama para las entidades federativas y municipios es sombrío, ya que sus recursos no etiquetados para la cobertura de sus necesidades de gasto corriente, pago de deuda y obra pública, entre otros, se han ido disminuyendo a lo largo de 2020.

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros ocho meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 518.4 mmdp, lo que significó un aumento de tan sólo 1.0% (5.3 mmdp) respecto a enero-agosto de 2019. Por componentes, cuatro de sus ocho fondos presentaron crecimientos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.4%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (1.5%), mientras que el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM observó un incremento marginal de 0.2%.

 Las cinco entidades federativas con los mayores crecimientos en el periodo referido fueron: Ciudad de México (3.7%), Aguascalientes (3.1%), Tabasco (3.0%), Chiapas (2.7%) y Tlaxcala (2.5%). Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur (-2.8%) e Hidalgo (-1.0%).

El desarrollo regional del país en salud, combate a la pobreza, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades federativas y municipios, así como seguridad pública, seguirá rezagado por los menores recursos recibidos a través de estas transferencias etiquetadas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante los primeros ocho meses del año?

El Balance Primario se encontró por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 155.3 mmdp. El programado era un superávit de 74.1 mmdp.

La posición del Balance Público presentó un deterioro en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-agosto de 2020: fue de -275.0 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -375.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -122.0 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -487.9 mmdp a agosto de 2020, o -3.2% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en agosto.

Es importante resaltar que el Gobierno no ha recurrido a endeudamiento adicional al autorizado por el Congreso, y que más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 responde a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.5 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al mes de agosto sumó 12 billones 037 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 8.3% o 920 mmdp respecto a agosto de 2019. Esto sucedió, en parte, por la depreciación en 9.1% del tipo de cambio al cierre de agosto 2020, cuando éste se determinó en 21.89 pesos por dólar al cierre de mes —en agosto de 2019 fue 20.07 pesos por dólar[2]—. En efecto, más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

El SHRFSP representó el 52.1% del PIB a agosto de 2020, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la caída de 18.7% que presentó el PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables. Nos ayuda a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020. Sin embargo, distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— prevén escenarios de una contracción económica de 9.8% a 11.2% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Detrás de una mayor caída en la actividad económica está una mayor pérdida de puestos de empleo y empresas sin solvencia o quebradas, que causan un menor pago de impuestos por consumo e ingreso.

Producción de petróleo

La producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,634 miles de barriles diarios (mbd) en agosto de 2020, lo que significó una reducción de 3.3% con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a agosto (1,677 mbd) fue 14.0% (-274 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra 3.8% por debajo (-67 mbd).

Precio del petróleo

En los primeros ocho meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 33.9 dólares por barril[3]. Ésta se ubicó, también en promedio, 2.0% por debajo (0.7 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. El escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en agosto, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la construcción pública

Continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[4]) al mes de julio 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Se consideraron los aprovechamientos provenientes de recuperaciones de capital reportadas en Estadísticas Oportunas de la SHCP.

[2] Cifras obtenidas a partir del tipo de cambio para solventar obligaciones publicado por Banxico en: https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF102&locale=es

[3] Fuente, promedio de las cifras reportadas en https://www.banxico.org.mx/apps/gc/precios-spot-del-petroleo-gra.html

[4] Últimos Doce Meses


Números de Erario: julio de 2020

La antesala tormentosa del Paquete Económico

El reporte de Hacienda inmediatamente anterior a la entrega del Paquete Económico 2021 pide a gritos medidas drásticas, creativas y atrevidas para contrarrestar el impacto de la caída de la economía, que no tiene precedentes. No se ha logrado revertir la caída acumulada de los ingresos del Sector Público y del Gobierno Federal en los primeros siete meses del año.  Por descontado, hay un incremento en los requerimientos financieros del Sector Público.

Veámoslo a detalle. Los ingresos totales del Sector Público van 7.3% (-237 mmdp) cortos en relación con los previstos en la Ley de Ingresos a julio de este año.

Durante julio de 2020, la SHCP reportó que se obtuvieron 395.2 mmdp de ingresos totales; si los comparamos con los reportados en mayo, aumentaron 20.9%; pero con respecto a los publicados en enero y marzo se redujeron 26.9% y 25.1%, respectivamente. Respecto al mes inmediato anterior, se observó una reducción más pequeña: 2.9%. Lo anterior evidencia que sigue aumentando el rezago respecto a los ingresos aprobados. La diferencia de los ingresos obtenidos entre enero y julio fue marginalmente mayor a la observada en el primer semestre del año (-7.3% vs. -6.1%).

Durante los primeros siete meses de 2020, los ingresos totales del Gobierno federal se ubicaron en 2 billones 348.5 mmdp, lo que los ubica 91.5 mmdp por debajo del monto aprobado al inicio de año, con una disminución anual de 3.7%. En el mismo periodo de 2018 y 2019, se observaron variaciones negativas de 9.0% y 2.3%, respectivamente. En efecto, se acumulan tres caídas consecutivas en periodos similares comparables.

Por componentes, los ingresos petroleros presentaron una caída de 54.0%. En cambio, los ingresos no petroleros se incrementaron 2.8% respecto al periodo enero-julio de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (53.8%), ya que los tributarios disminuyeron 0.8%. En este contexto, el Gobierno federal ha tenido que compensar sus ingresos ordinarios con ingresos extraordinarios.

Ahora demos un vistazo al gasto. El gasto neto del Sector Público en el periodo fue de 3 billones 439 mmdp. Acumula un subejercicio de 185 mmdp (5.1%), el cual se observó en 37 de los 48 Ramos en los que se distribuye el gasto. No obstante, la Secretaría de Economía tuvo un sobrejercico de 1,169%.

Con respecto a la inversión física, en julio se gastaron 376 mmdp, lo cual representó sólo el 11% del gasto neto total. Contrasta con el 18% que llegó a representar en 2014. En relación con mismo periodo del año pasado, la inversión creció 13.2%. Es la Secretaría de Economía quien continúa marcando el alza en la inversión física pública con respecto al año pasado. Como ya mencionamos en el análisis a junio, el incremento corresponde al presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, que se reporta como inversión física, a pesar de que la finalidad del programa no es la creación de activos fijos o bienes duraderos.

Por último, el Balance Primario y el Balance Público mostraron un deterioro considerable con respecto al mismo periodo del año anterior. El Primario pasó de un superávit de 222.6 mmdp de 2020 a un déficit de 9.8 mmdp, mientras que el Déficit Público aumentó 163%, a -414.6 mmdp.

Con respecto a los fideicomisos, a julio se reportó la recuperación de activos financieros del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, por 21.6 mmdp; también de otros fideicomisos por 33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mil millones de pesos.


Análisis del ingreso

Ingresos observados versus metas de ingresos 2020
julio 2020 y enero – julio 2020

¿Cuántos ingresos obtuvo el Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 2 billones 998.2 mmdp durante los primeros siete meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 4.9% real respecto al mismo periodo de 2019, y en un monto menor en 236.6 mmdp al aprobado al inicio de año.

Para una mejor apreciación de la sostenibilidad de los ingresos públicos, además de cuantificar el monto total, es importante identificar el monto de los ingresos recurrentes. Sin el monto de los ingresos extraordinarios por 106 mmdp —provenientes de la compensación resultante de la liquidación de fideicomisos[1] por 64.0 mmdp y transferencias a Pemex por 57.3 mmdp—, los ingresos no compensados o recurrentes en realidad sumaron 2 billones 877 mmdp, un monto menor.

Un hallazgo que vale la pena destacar: durante el periodo de enero a julio de 2020, los ingresos presupuestarios del Sector Público presentaron niveles similares a los de 2015: 2 billones 998 mmdp vs. 2 billones 932 mmdp. Es decir, sufrieron un retroceso de cinco años.

Además, los ingresos petroleros volvieron a disminuir. En julio sumaron 52.4 mmdp, un monto menor en 18.0% al observado en junio, mes en el que se ha reportado el nivel más alto en lo que va de 2020.

En este contexto, es evidente que los recortes al gasto son consecuencia principalmente de la disminución de los ingresos públicos.

La SHCP reportó que se obtuvieron 395.2 mmdp de ingresos totales sólo en julio de 2020; al cierre de junio los ingresos ascendieron a 406.9 mmdp. Esto significa que el monto de los ingresos en julio disminuyó en relación con el mes anterior (pero aumentó con respecto al monto observado en mayo). Es importante desagregarlos para identificar qué produjo dicha reducción.

Los ingresos tributarios ascendieron en julio a 255.4 mmdp; en junio sumaron 249.4 mmdp y en mayo registraron 221.6 mmdp, pero en abril alcanzaron los 273.1 mmdp, por lo que en tres meses (mayo-julio) cayeron 3.9%.

Por su parte, los ingresos petroleros disminuyeron —a pesar del incremento marginal en el precio de la MMC—, debido a una menor demanda de hidrocarburos y combustibles a nivel nacional e internacional, un ‘subproducto’ del confinamiento por la crisis sanitaria covid-19. En julio el ingreso sumó 52.4 mmdp, menor en 18.0% al observado en junio, mes en el que se ha reportado el nivel más alto en lo que va de 2020. Si no consideramos las transferencias directas a Pemex, estos ingresos en realidad ascendieron a 51.4 mmdp.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Continúa a la baja la contribución de los ingresos petroleros a la bolsa total de los ingresos públicos. Mientras que en el periodo enero-julio de 2018 representaron el 18.8%, y en el mismo periodo de 2019 el 15.8%, en 2020 alcanzaron sólo el 10.1%. Su participación se redujo casi 50% en dos años.

Aunque la participación de los ingresos tributarios se incrementó en el mismo periodo, la pandemia los debilitó. Desde abril han ido perdiendo parte del terreno ganado en los primeros meses del año. Pasaron de promediar una recaudación de 335 mmdp en los primeros tres meses a recaudar 286 mmdp en los primeros siete meses del año.

En los dos años que van de la administración de AMLO, se observa el mayor monto promedio en ingresos totales del Sector Público (3 billones 72 mmdp) para un periodo enero-julio, respecto a los tres sexenios anteriores, debido a mayores ingresos tributarios, de IMSS e ISSSTE y de CFE. Lo mismo se observa al promediar los meses de julio de los mismos sexenio. A pesar de que el monto, en efecto, es el mayor, eso no oculta el hecho de que hasta el momento es el sexenio en el que se han verificado menores tasas de crecimiento en la recaudación promedio, comparado con los tres últimos.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 54.3% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los Precriterios Generales de Política Económica (PCGPE2021) llevan un avance de 57.4%.

Debido a su disminución en julio, los ingresos petroleros fueron los que exhibieron un menor avance en sus metas anuales: 30.6% respecto a lo aprobado en la LIF y 52.8% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los PCGPE2021, ya que la estimación es casi el 50% del monto aprobado. Los ingresos no tributarios no petroleros se incrementaron 53.8% respecto a enero-julio de 2019, y presentaron un avance de 130.6% respecto al monto estimado al inicio de 2020.

 

Los ingresos totales del Sector Público, acumulados en los primeros siete meses del presente año, no alcanzaron su meta inicial. Se observó un rezago de 7.3% (-236.6 mmdp) en relación con los aprobados en la Ley de Ingresos. En julio este rezago fue de 14.6% (-67.6 mmdp), por lo que sigue aumentando.

El mayor rezago lo siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.1% (-238.6 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-295.9 mmdp o 54.7%).

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 5.0% de su meta estimada en el calendario (-102.9 mmdp), en el mismo periodo. Al haber pérdida, no existieron ingresos tributarios excedentes para compensar el desplome de los petroleros. Por eso, el Poder Ejecutivo, dada su negativa a solicitar mayor endeudamiento, ha extinguido recursos de fideicomisos.

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, llama la atención que a partir de abril dejó de observarse el ingreso excedente de IVA. Las medidas para evitar la evasión y elusión fiscal del IVA que avivaron la recaudación al inicio del año ya fueron superadas por los efectos de la pandemia. Al mes de julio se observó un rezago de 6.1% (-22.1 mmdp).
  • El ISR tuvo un rezago de 3.3% (-37.1 mmdp).
  • A pesar de que los ingresos no tributarios no petroleros también tuvieron excedentes considerables, no alcanzaron para compensar la caída de los petroleros. Los ingresos excedentes por ingresos NTNP sumaron 121.3 mmdp; no logran compensar la pérdida observada en los demás ingresos 341.5 mmdp.
 

Al analizar los ingresos acumulados a julio y su tendencia en el año, se destaca que los ingresos tributarios se quedaron por 5.0% por debajo de lo programado (-105.0 mmdp) en su meta estimada en el calendario, por lo que en julio no se registraron ingresos excedentes de este tipo, sino una pérdida considerable. 

El IVA tuvo un rezago de 6.1% (-36.6 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 3.3% (-37.1 mmdp) en el mismo ámbito.

A julio de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago en relación con lo que se esperaba para ese mes: 44.1% (-238.6 mmdp) respecto a los ingresos aprobados

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 113.9% su meta del mes de julio. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (115.1 mmdp vs. -343.5 mmdp).

 

¿Cómo crecieron los ingresos públicos?

Durante los primeros siete meses de 2020, los ingresos petroleros disminuyeron 39.2% anual, resultado de una caída de 54.0% de los ingresos petroleros del Gobierno federal y de 20.4% de los ingresos propios de Pemex. Lo anterior se explica por una menor demanda de hidrocarburos y combustibles tanto a nivel nacional como internacional, resultado del confinamiento por la crisis sanitaria de la covid-19. En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros presentaron una caída de 18.4%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un crecimiento de 9.1% en los mismos, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.

En el mismo periodo de 2020, la recaudación de ingresos tributarios se redujo 0.8%, resultado de caídas en la recaudación del IVA (3.7%), de los IEPS distintos de gasolina y diésel (6.4%) y de los IEPS de gasolina y diésel (1.9%); éstos últimos dos sumaron una disminución de IEPS de 3.5%. Por su parte, el ISR presentó un incremento marginal de 1.2%, en parte por los cobros extraordinarios a diferentes corporativos. En contraste, de enero a julio de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 2.6%, debido al crecimiento de 66.5% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 1.7% y el ISR no presentó cambio alguno (0%). Para 2018, los ingresos tributarios crecieron 1.5%, resultado de la mayor recaudación de IVA e IEPS distinto de gasolina y diésel por 9.5% y 5.2%, respectivamente; sin embargo, en este periodo de 2018, los IEPS de gasolinas presentaron una caída de 28.8%.

Los ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE), en el periodo enero-julio de los últimos tres años han aumentado en 5.1%, 2.1% y 2.3%, respectivamente. En 2018, los ingresos de CFE disminuyeron 3.1%, y en 2020 lo hicieron en 7.6%, mientras que en 2019 crecieron 9.1% anual.

Los ingresos no tributarios no petroleros aumentaron 53.8% en los primeros siete meses de 2020, a golpe de transferencias de recursos de fondos y fideicomisos, con el fin de compensar la caída de los ingresos, sin recurrir a endeudamiento. En contraste, en el mismo periodo de 2019 y 2020 presentaron caídas de 61.3% y 27.6%, respectivamente.

 

 


Análisis del gasto

Enero – julio 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros siete meses del año?

El gasto neto total del Sector Público en los primeros siete meses de 2020 fue de 3 billones 439 mmdp. Al interior, el gasto programable del SP fue de 2 billones 479 mmdp, y representó el 72% del gasto neto total; el porcentaje restante (28%) lo ocupa el gasto no programable (960 mmdp).

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12.3% (422.2 mmdp) del total del gasto observado de enero a julio de este año. Su participación en el total se incrementó. Si en julio de 2014 fue de 7.2%, en los últimos ocho años aumentó 53.8% real. Es una de las obligaciones crecientes que prolonga la reducción del espacio fiscal.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 376 mmdp, lo que representó sólo 11% del total, contrastando con el 18% del total que llegó a representar en 2014. La inversión distinta de Pemex creció 15.8% real (32.7 mmdp), respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 9% (11.1 mmdp), respecto al año previo.

La Secretaría de Economía continúa marcando el alza en la inversión física pública. Observamos que en los primeros siete meses de 2020 este tipo de gasto tuvo un incremento de 13% (43.8 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior.

La Secretaría de Economía ejerció 8.4% (32.4 mmdp) de la inversión física, lo que representa un incremento de 1,257% (30 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. Como apuntamos en nuestro análisis a junio, el incremento corresponde al presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, el cual se reporta como inversión física a pesar de que la finalidad del programa no es la creación de activos fijos o bienes duraderos.

La inversión distinta de Pemex creció 15.8% real (32.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 9% (11.1 mmdp) respecto al año previo.

Otros ejecutores que contribuyeron en el incremento de la inversión pública respecto al año previo fueron: Adefas, 119% (3.6 mmdp); Turismo, 1,697% (3.7 mmdp); IMSS, 446% (2.9 mmdp) y el ISSSTE, 1,181% (1.8 mmdp). 

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Por tipo de ejecutor, gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 55% (1,906 mmdp) del gasto total. A través de estos Ramos el Gobierno federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o secretarías ejercieron 22% (745 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (64 mmdp) del presupuesto; su participación en el gasto es poco significativa. Por esta razón las medidas de austeridad aplicadas a sus presupuestos no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a junio de 2020?

El gasto neto total tiene un avance de 56.3% respecto a su meta anual aprobada y 56.5% respecto a la meta estimada por la SHCP para el cierre de año, con la nueva actualización de finanzas públicas. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, tiene un avance menor: de 55.5% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 56.2% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 54.7%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 56.4% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada tiene un avance de 61.6%.

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 57%, mientras que el costo financiero presenta un avance de 58% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Si analizamos los tipos de ejecutores de gasto, observamos que los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance respecto a las metas anuales de gasto aprobadas: el 64.8%. Por el contrario, los Ramos Autónomos tuvieron el menor avance respecto a la meta anual aprobada: 46.1%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a junio de 5.1% (-185 mmdp).

Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado:

  • Economía: 1168% (31.39 mmdp)
  • Bienestar: 20% (21.93 mmdp)
  • Salud: 9% (6.1 mmdp)
  • Turismo: 113% (2.7 mmdp)
  • Energía: 5% (2.58 mmdp)
  • Gobernación: 26% (0.78 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 7% (0.39 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 13% (0.02 mmdp)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 9% (-56.3 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: 10% (-44.01 mmdp)
  • Deuda Pública: 9% (-27.11 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 20% (-18.8 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: 5% (-16.1 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: 5% (-11.2 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: 2% (-9.81 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 2% (-9.53 mmdp)
  • Poder Judicial: 23% (-8.86 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 27% (-7.7 mmdp)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos Ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo.

  • Economía: 1,169% (31.4 mmdp)
  • Turismo: 114% (2.7 mmdp)

En relación con su propio presupuesto, en el primer cuatrimestre se observaron los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 8.9% (-60.1 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 6.4% (-130.2 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 22.6% (-18.6 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 5.9% (41.2 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 8.9% (-60.1 mmdp)

Dentro de los Ramos Generales, el Ramo 34 ó Erogaciones para los Programas de Apoyo a Ahorradores y Deudores de la Banca gastó exactamente el monto del presupuesto aprobado para el periodo, mientras que los otros siete ejecutores de gasto tuvieron subejercicios. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a junio: 27.4% (-7.71 mmdp).

Pemex tuvo un subejercicio de 11% (-44.1 mmdp) respecto a su meta al mes de junio. La CFE tuvo un subejercicio de 6% (-16.1 mmdp).

La CNDH acumuló un subejercicio de enero a julio de 38.6%, seguido por el TFJA con 35%, respecto a su presupuesto aprobado.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en julio 2020?

El subejercicio del gasto en julio fue menor al observado en los dos meses previos: su tamaño se redujo en relación al observado. El gasto total en julio fue de 516.4 mmdp, 4% por debajo de su meta mensual (-21 mmdp).

Durante el mes de julio el subejercicio fue menor tanto en el gasto programable como en el no programable, la reducción fue mayor en el gasto no programable. El gasto programable del SP en el mes de julio (405.2 mmdp) se rezagó 4.1% (-17.5 mmdp), en parte por un menor gasto en inversión física en comparación a lo observado en los meses previos: en julio se gastaron 50 mmdp, es el menor gasto observado desde febrero de 47.3 mmdp. 

Cabe señalar que el costo financiero del Sector Público en julio de 2020 fue de 47.4 mmdp. Dicho costo financiero del SP tuvo un sobrejercicio de 38.9% (13.3 mmdp) respecto a su meta de julio.

En el mes de julio, los Ramos Administrativos tuvieron un mayor gasto con respecto a lo aprobado en dicho mes (12% o 14.7 mmdp). El sobrejercicio se observó en 10 de los 26 Ramos Administrativos, pero sólo cuatro de ellos presentaron un gasto mayor al 100%: la Secretaría de Economía, CNH, SEDATU y la CRE. La Secretaría de Economía fue el Ramo que más sobrejerció (753.5% o 3.87 mdp)

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el menor subejercicio de -0.3%. Por separado, Pemex tuvo un sobrejercicio de 6% y CFE un subejercicio de 8.3% en gasto el mes de julio.

En los Ramos Autónomos el subejercicio es de 12% (-1.18 mmdp). El Inegi y el Poder Legislativo presentaron un sobreejercicio en julio, 35.9% y 8.4%, respectivamente. En contraste, la CNDH y la FGR subejercieron 46.4 y 30.9% de su presupuesto, respectivamente.

Entre los Ramos Generales, seis ejecutores tuvieron un subejercicio en julio. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos tuvo un subejercicio de 44% (-3.16 mmdp). Por su parte, el Ramo 23 (Provisiones salariales y económicas) tuvo uno de 20% (-16.4 mmdp).


Análisis de la Recaudación Federal Participable

De enero a julio de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 1 billlón 916 mmdp, lo que representó una disminución de 9.5%, respecto a igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-3.9%) y petroleros (-56.1%) en el periodo. Desde el mismo periodo de julio no se observaba una variación negativa en la RFP (-1.9%).

En términos absolutos, el monto de la RFP es muy similar al reportado en igual periodo de 2016: de 1 billón 905 mmdp, pero con un incremento anual para el mismo periodo de 7.6%.

Por componentes, la reducción en la RFP de los primeros siete meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas, en los siguientes rubros:

Ingresos tributarios (-3.9%):

  • Producción y servicios (-3.9%): cerveza y bebidas refrescantes (-20.6%), gasolina estatal (-20.0%), alimentos no básicos con alta densidad calórica (-10.8%), carbono (-4.0%) y gasolina federal (-2.0%)
  • ISR (-6.7%)
  • Comercio exterior (-17.0%)
  • Derechos de minería (-18.6%)
  • ISAN (-21.6%)
  • Tenencia (-37.1%)

Ingresos petroleros (-56.1%)

  • Fondo Mexicano del Petróleo (-56.1%).
  • ISR de contratos y asignaciones (-7.6%).
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, en los primeros siete meses de 2020, sumó 1 billón 83 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.8% respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 174 mmdp y una caída de 3.5%; con ello suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento reseñable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 11.1% y un monto absoluto de 1 billón 167 mmdp.

La caída de 7.8% anual en el gasto federalizado de enero a julio de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes: Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-70.9%), Convenios de Descentralización Semarnat-CNA (-39.2%), Participaciones-Ramo 28 (-9.0%) y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF (-23.1%).

De enero a junio de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 519 mmdp, el monto más bajo reportado desde el mismo periodo de 2016, ubicándose 51 mdp por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (571 mmdp). Esto se reflejó en una disminución anual de 9.0%, la cual fue compensada con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF). Desde la caída de 2009 de 23.8% no se observaban variaciones negativas en periodos similares.

Las cinco entidades federativas más afectadas por la disminución en los recursos que reciben a través de las Participaciones Federales fueron: Campeche, -18.5%; Hidalgo, -14.0%; Guanajuato y Morelos, -13.7%, cada uno, y Puebla, -13.4%.

Para ayudar a enfrentar la caída de ingresos derivada de la crisis sanitaria por la covid-19, el 31 de julio se modificó el Reglamento de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria para que las transferencias del FEIEF a los estados sean mensuales, en lugar de trimestrales.

Durante los primeros siete meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 459 mmdp, lo que significó un aumento de tan sólo 0.8% (3.4 mmdp) respecto a enero-julio de 2019. Por sus componentes, dos de sus fondos presentaron los mayores crecimientos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.5%) y el Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos FAETA (2.2%); el resto observó incrementos marginales, mientras que el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública-FASP se redujo en 0.1%.

Las cinco entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo fueron Ciudad de México (3.2%), Tlaxcala (3.1%), Tabasco (2.8%), Aguascalientes (2.7%) y Chiapas (2.5%). Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos por aportaciones fueron Baja California Sur (-2.8%), Guanajuato (-1.5%), Baja California (-1.4%), Oaxaca (-1.1%) y Michoacán (-0.9%).


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante los primeros siete meses del año?

El Balance Primario se encontró por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un déficit de -9.8 mmdp; el programado era un superávit de 39.7 mmdp.

El Balance Público también exhibió un deterioro en su posición, en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por arriba de lo calendarizado para julio: fue de -414.6 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -387.3 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de 153.1 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -495.8 mmdp a julio de 2020, o -3.3% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en julio.

Es importante resaltar que el Gobierno no ha recurrido a endeudamiento adicional al autorizado por el Congreso, y que más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 responde a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -5.4% del PIB, lo que significa que hay espacio de 3.9 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al mes de julio sumó 12 billones 026 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.6% o 1 billón 153 mmdp respecto a julio de 2019. Esto sucedió, en parte, por la depreciación en 15% del tipo de cambio al cierre de julio 2020, cuando éste se determinó en 21.99 pesos por dólar al cierre de mes. En julio de 2019 fue 19.09 pesos por dólar[2].

El SHRFSP representó el 60.3% del PIB a julio de 2020, un incremento de 17.0 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la caída de 18.7% que presentó el PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 52.1% del PIB (12 billones 838 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que te ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en la actualización de finanzas públicas una caída de -7.4% del PIB para 2020. Sin embargo, entre distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) prevén escenarios de una contracción económica de -10.0% a -11.2% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Detrás de una mayor caída en la actividad económica está una mayor pérdida de puestos de empleo y empresas sin solvencia o quebradas, que causan un menor pago de impuestos por consumo e ingreso.

Producción de petróleo

La producción nacional promedio de petróleo en junio aumentó 4.7% con respecto al mismo mes del año anterior. No obstante, la producción promedio nacional de crudo fue 13.1% menor que la establecida en el presupuesto —alcanzó 1,696 miles de barriles diarios (mbd), es decir, 154 mbd inferior a la meta actualizada para 2020 en los PCGPE 2021, que es de 1,850 mbd—.

Precio del petróleo

En los primeros siete meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación fue de 32.8 dólares por barril[3]. Ésta se ubicó, en promedio, 37% por arriba (8.80 dólares) por arriba del precio estimado en PCGPE 2021 para 2020, que fue de 24 dólares por barril. La Secretaría de Energía estableció que disminuirá la producción de crudo a 1,681 mbd. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en julio, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Observamos que en los primeros siete meses de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 13.2% (43.8 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 15.8% real (32.7 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 8.8% (11.1 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[4]) al mes de junio 2020 fue de los más bajos desde 2007, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Se consideraron los aprovechamientos provenientes de recuperaciones de capital reportadas en Estadísticas Oportunas de la SHCP.

[2] Cifras obtenidas a partir del tipo de cambio para solventar obligaciones publicado por Banxico en: https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF102&locale=es

[3] Fuente, promedio de las cifras reportadas en https://www.banxico.org.mx/apps/gc/precios-spot-del-petroleo-gra.html

[4] Últimos Doce Meses

Números de Erario: junio de 2020

El curioso caso de los apoyos financieros registrados como inversión física

Los ingresos totales del sector público van 6.1% por debajo—o cortos en 169 mmdp—  en relación con los previstos en la Ley de Ingresos (LIF) a junio de este año.

La pérdida no ha dejado de aumentar conforme avanza el año: la SHCP reportó que se obtuvieron 406 mmdp de ingresos totales durante junio de 2020; al cierre de marzo éstos ascendieron a 527 mmdp. Esto significa que los ingresos cayeron 23% en tres meses. Sin embargo, con relación a mayo se observó una mejora. Aunque sigue aumentando el rezago de los ingresos aprobados, la pérdida marginal observada en junio fue menor —un 11% de rezago versus 24%, en mayo—

En el renglón del gasto, en los primeros seis meses del año hubo un subejercicio acumulado, y éste se pronunció en el mes de junio. El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a junio de 5.3% (-163.6 mmdp), pero sólo en junio el subejercicio sumó 12% de su meta para el mes o -75 mmdp. Pemex sigue siendo el ente público con mayor subejercicio, aunqueel más preocupante, dada la pandemia por covid-19, se encontró en el gasto en salud.

El gasto acumulado a junio de los principales ejecutores del gasto en salud presentó un subejercicio de 4% (-11.45 mmdp) —pueden ver el análisis completo y detallado del gasto en salud, aquí—. A pesar del subejercicio, observamos que la inversión física es prioritaria en los planes de gasto en salud de los últimos meses; reporta un avance de 35.2 mayor (1.63 mmdp) a lo que se tenía planeado ejercer (4.64 mmdp). Es en este rubro donde se encuentra el presupuesto para la compra de insumos médicos y de laboratorio.

En general, llama fuertemente la atención que el gasto total de inversión física se fortaleció. Tuvo un incremento de 17% (48.9 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, este incremento se debe —y como ya tuvimos indicios en los Números de Erario con corte a mayo— a que la Secretaría de Economía registra como inversión física el gasto de 27 mmdp del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, el cual no debería entrar en esta clasificación, pues su fin es financiar el gasto corriente —principalmente pago de nómina y servicios— y no de capital de las empresas con el fin de disminuir el impacto de las afectaciones económicas derivadas por la covid-19. Si no se considera este programa dentro de la inversión física, el aumento con respecto al mismo periodo del año anterior sería sólo de 7% (20.3 mmdp).

Durante junio, el gasto en inversión física del Sector Público fue de 54.2 mmdp, y representó el 10% del gasto total para ese mes. Se incrementó en dos puntos su participación en el gasto total respecto al mismo mes de 2019. Con respecto al monto aprobado, la inversión física tuvo un subejercicio de 11% (-6.9 mmdp)

El Balance Primario y el Balance Público mostraron un leve deterioro con respecto al mismo periodo del año anterior. El Balance Primario sumó 0.3% del PIB, y el Público tuvo un déficit de 293 mmdp.

Con respecto a los recursos provenientes de fideicomisos, a junio se reportaron disponibilidades por 728.4 mmdp y egresos por 275 mmdp. Hasta el primer semestre se han extinguido ocho fideicomisos y 32 se encuentran en proceso de extinción.


Análisis del ingreso

Ingresos observados versus metas de ingresos 2020
junio 2020 y enero – junio 2020

¿Cuántos ingresos obtuvo el Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 2 billones 603 mmdp durante los primeros seis meses de 2020.

Además de cuantificar los ingresos públicos totales, es importante identificar el monto de los recurrentes. Así se puede elaborar una mejor apreciación de la sostenibilidad de los ingresos públicos. Sin el monto de los ingresos extraordinarios por 106 mmdp —provenientes de la liquidación de fideicomisos[1] por 59.9 mmdp y de las transferencias a Pemex por 46 mmdp—, los ingresos no compensados o recurrentes sumaron 2 billones 497 mmdp.

Sólo en junio se obtuvieron 406.9 mmdp de ingresos totales. Aumentaron en relación con mayo, cuando ascendieron a 326.8 mmdp, e igualaron el monto observado en abril. Sin embargo, es importante desagregarlos para identificar qué impulsó la leve mejora.

Los ingresos tributarios ascendieron en junio a 249 mmdp; en mayo sumaron 221 mmdp, pero en marzo, justo al inicio de las medidas de contención de la pandemia, ascendieron a 376 mmdp, por lo que en tres meses (abril-junio) cayeron 34%.

Por su parte, los ingresos petroleros aumentaron en mayor proporción, debido al incremento en el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME). En junio ingresaron 63.8 mmdp, es el mayor ingreso mensual observado en lo que va del año. La recuperación es buena, si consideramos que en mayo se obtuvo un ingreso de 28.3 mmdp. Si no consideramos las transferencias directas a Pemex, estos ingresos en realidad ascendieron a 53.4 mmdp.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Se mantiene baja la contribución de los ingresos petroleros a la bolsa total de los ingresos públicos. Mientras que en el periodo enero-junio de 2018 representaron el 19%, en el mismo periodo de 2020 alcanzaron sólo el 9.6%. Su participación se redujo prácticamente a la mitad.

La participación de los ingresos tributarios se incrementó en el mismo periodo, pero no todo es buena noticia. Lamentablemente la pandemia los debilitó. Al revisar los montos identificamos que entre abril y junio han ido perdiendo parte del terreno ganado en los primeros meses del año. Pasaron de promediar una recaudación de 319 mmdp en los primeros cuatro meses a recaudar 291 mmdp en los primeros seis meses del año.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 47.1% respecto a su meta anual en la LIF. Respecto a la meta de ingreso actualizada por la SHCP en junio de este año, llevan un avance de 49.7%.

A pesar del repunte que exhibieron en junio, los ingresos petroleros fueron los que registraron un menor avance en sus metas anuales: 25.3% respecto a lo aprobado en la LIF y 30.9% respecto a lo estimado por SHCP en junio para el cierre del mismo año.

Al revisar los ingresos acumulados en los primeros seis meses del presente año en relación con su meta semestral, descubrimos que los ingresos totales del Sector Público se quedaron cortos.  Observamos un rezago de 6.1% (-169 mmdp) en relación con los aprobados en la Ley de Ingresos. En mayo fue de 5.2%, es decir, el rezago sigue aumentando.

El mayor rezago lo siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 45.5% (-208 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-254.9 mmdp o 55.6%).

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 3.7% de su meta estimada en el calendario (-67.4 mmdp) en el mismo periodo. Al haber pérdida, no existieron ingresos tributarios excedentes para compensar el desplome de los petroleros. Por eso el Poder Ejecutivo, dada su negativa a solicitar mayor endeudamiento, ha extinguido recursos de fideicomisos.

Al desagregar los ingresos por tipo, hallamos esto:

  • No observamos más el ingreso excedente de IVA acumulado en los primeros meses del año, el cual se verificó hasta mayo. Las medidas para evitar la evasión y elusión fiscal del IVA que avivaron la recaudación al inicio del año ya fueron superadas por los efectos de la pandemia. Ahora lo que se identifica es un rezago de 3% (-15.1 mmdp).
  • El ISR tuvo un rezago de 2.6% (-25.8 mmdp).
  • A pesar de que los ingresos no petroleros y no tributarios (NTNP) también tuvieron excedentes considerables, no alcanzaron para compensar la caída de los petroleros. Los ingresos excedentes por ingresos NTNP sumaron 114 mmdp; no logran compensar la pérdida observada en los demás ingresos, que es de 283.3 mmdp.

Al analizar los ingresos a junio y su tendencia en el año, se destaca que los ingresos tributarios se quedaron 14% por debajo de su meta estimada en el calendario (-41.5 mmdp), por lo que en junio no se registraron ingresos excedentes de este tipo, sino una pérdida considerable. 

El IVA tuvo un rezago de 28.6% (-24.2 mmdp) en relación con la LIF. El ISR exhibió un rezago de 2.8% (-4.2 mmdp) en el mismo ámbito.

A pesar de que en términos absolutos los ingresos petroleros del Sector Público en junio alcanzaron el mayor monto visto en el año, aún reportaron un rezago con relación a lo que se esperaba para ese mes: 16% (-11.8 mmdp), con respecto a los ingresos aprobados. Los ingresos petroleros, sin compensar, exhibieron una pérdida aún más dramática: 29% (-22.3 mmdp) por debajo de la meta calendarizada en junio.

En contraste, los ingresos NTNP superaron en 52% su meta del mes de junio. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (7.3 mmdp vs. -53.3 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – junio 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros seis meses del año?

El gasto neto total del Sector Público en los primeros seis meses de 2020 fue de 2 billones 922 mmdp. Al interior, el gasto programable del SP fue de 2 billones 73 mmdp y representó el 71% del gasto neto total; el porcentaje restante (29%) lo ocupa el gasto no programable:848 mmdp. El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 326 mmdp, y representó sólo el 11% del total, lo que contrasta con el 18% del total que llegó a representar en 2014.

El costo financiero, un gasto no programable, representó el 13% (374.7 mmdp) del total del gasto observado de enero a junio de este año. Su participación en el total se incrementó. Si en mayo de 2012 fue de 8.3%, en los últimos ocho años aumentó 53.8% real. Es una de las obligaciones crecientes que han reducido el espacio fiscal en los últimos años.

La inversión física pública merece una mirada a detalle. Observamos que en los primeros seis meses de 2020 este tipo de gasto tuvo un incremento de 17% (48.9 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior.

La inversión distinta de Pemex creció 19% real (33 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 63% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 13% (14 mmdp), respecto al año previo.

La Secretaría de Economía ejerció 8.4% (28.2 mmdp) de la inversión física, lo que representa un incremento de 2,219% (27 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. Este extraordinario incremento corresponde a los 27 mmdp del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, que se reportan como inversión física. Este programa no debería clasificarse dentro del gasto de inversión física, pues su fin es financiar el gasto corriente —principalmente pago de nómina y servicios— y no el de capital de las empresas, con el fin de disminuir el impacto de las afectaciones económicas derivadas por la covid-19. Si no se considera el gasto de este programa, la inversión física de esta secretaría tendría una caída de 34% (-0.4 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019.

Los otros ejecutores que influyeron en el incremento de este tipo de gasto respecto al año previo fueron: Adefas, 103% (3 mmdp); Turismo, 1,754% (3.5 mmdp); IMSS, 424% (2 mmdp), y Comunicaciones y Transportes, 1% (1.3 mmdp). 

Sin tener en consideración el ya mencionado Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, la inversión física pública total tendría un crecimiento de 7% (20.3 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019. Y con respecto a los 327.8 mmdp aprobados para el periodo enero-junio de este año, habría un recorte de 6% (-20.1 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Si hacemos un análisis por tipo de ejecutor, observamos que a través de los Ramos Generales se gastó —y suele gastarse— la mayor parte del presupuesto: 58% (1,680 mmdp) del gasto total. A través de los Ramos Generales el Gobierno federal da cumplimiento a sus obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o secretarías ejercieron 21% (607 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (55 mmdp) del presupuesto: es evidente que su participación en el gasto es poco significativa. Por esta razón las medidas de austeridad aplicadas a sus presupuestos no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a junio de 2020?

El gasto neto total tiene un avance de 47.8% con respecto a su meta anual aprobada y 48% con respecto a la meta estimada por la SHCP para el cierre de año con la nueva actualización de finanzas públicas. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, tiene un avance menor: de 38.7% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 47% con respecto a su meta anual de gasto aprobada y con respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 46%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 50% con respecto a su meta anual de gasto aprobada y 54% con respecto a la meta estimada .

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 49%; mientras que el costo financiero presenta un avance del 29% con respecto a su meta aprobada y  a la actualizada este mes.

Si analizamos los tipos de ejecutores de gasto, observamos que los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance con respecto a las metas anuales de gasto aprobadas: el 52.9%. Por el contrario, los Ramos Autónomos tuvieron el menor avance en relación con la meta anual aprobada: 39.6%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a junio de 5.3% (-163 mmdp).

En relación con su propio presupuesto aprobado al primer semestre del año, observamos los siguientes ejercicios por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.6% (-59.8 mmdp)
  • Ramos Generales subejercicio de 5.7% (-101.9 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 24.1% (-17.4 mmdp)
  • ECPD (ISSSTE e IMSS): subejercicio de 2.3% (-12.8 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 4.6% (26.4 mmdp)

Por otra parte, si analizamos por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente…

Así se repartió el subejercicio del gasto público observado en relación con presupuesto aprobado:

  • Petróleos Mexicanos o Ramo 52: 14% (-47.6 mmdp)
  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios o Ramo 28: 8% (-39.8 mmdp)
  • Deuda pública o Ramo 24: 8% (-22.8 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas o Ramo 23: 20% (-16.64 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado o Ramo 51: 5% (-12.2 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad o Ramo 53: 5% (-12.18 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios o Ramo 33: 2% (-8.8 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 22% (-4.55 mmdp)
  • Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores o Ramo 30: 13% (-2.8 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social o Ramo 50: 1% (-2.6 mmdp)
  • Cultura: 18% (-1.14 mmdp)
  • CNDH: 37% (-0.31 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 36% (-0.16 mmdp)

Así se repartió el sobrejercicio del gasto público en relación con el presupuesto aprobado:

  • Economía o Ramo 10: 1,267% (27.5 mmdp)
  • Energía o Ramo 18: 21% (8.7 mmdp)
  • Salud o Ramo 12: 12% (6.1 mmdp)
  • Turismo o Ramo 21: 132% (2.6 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 17% (0.76 mmdp)
  • Gobernación: 29% (0.69 mmdp)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Como se ve, destacaron dos Ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo: Economía: 1,267% y Turismo: 132% (2.6 mmdp)

Dentro de los Ramos Generales, no hubo ninguno que exhibiera un gasto mayor al aprobado, mientras que siete de ocho ejecutores de gasto de este tipo tuvieron subejercicio. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a junio: 22% (-4.55 mmdp).

Pemex tuvo un subejercicio de 14% (-47.6 mmdp) respecto a su meta al mes de junio. La CFE tuvo un subejercicio de 5% (-12.1 mmdp).

El Tribunal Federal de Justicia Administrativa fue el Ramo que mostró el mayor subejercicio de enero a junio: 37%, seguido por la CNDH con 37%, respecto a su presupuesto aprobado.

¿Cómo avanzó el gasto del gobierno sólo en junio 2020?

El subejercicio del gasto se profundizó en junio: aumentó su tamaño en relación con el observado en los primeros meses del año. El gasto total en junio fue de 549.8 mmdp, 12% por debajo de su meta para el mes (-75 mmdp).

Durante el mes de junio el subejercicio pegó tanto en el gasto programable como en el no programable, a diferencia de mayo, se observó que la afectación es mayor en el gasto no programable. El gasto programable del SP en el mes de junio (334.9 mmdp) se rezagó 8.6% (31.5 mmdp). En parte por un rezago en el gasto en inversión física, en junio se gastaron 54.2 mmdp, similar al gasto observado en abril, de 52.1 mmdp. 

Cabe señalar que el costo financiero del Sector Público en junio de 2020 fue de 161 mmdp. Dicho costo financiero del SP tuvo un subejercicio de 7.7% (-13.5 mmdp) respecto a su meta de junio.

¿Cómo avanzaron los programas presupuestarios?

Se identificaron cinco programas presupuestarios que tuvieron un gasto mayor al aprobado en más de 5 mmdp. Éstos sumaron 174.9 mmdp de gasto adicional. Los programas pertenecen a cuatro ejecutores de gasto, y son:

  • De CFE – Comercialización de energía eléctrica y productos asociados: 339% (85.5 mmdp).
  • De la Secretaría de Salud – Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 1,024% (33.6 mmdp).
  • De la Secretaría de Economía – Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, de reciente creación, ejerció 27.5 mmdp.
  • De CFE – Operaciones Ajenas: 1,668% (17.2 mmdp).
  • Del IMSS – Régimen de Pensiones y Jubilaciones IMSS: 26% (11.1 mmdp).

En contraste, los cinco programas presupuestarios con mayor subejercicio sumaron un monto de -192.6 mmdp:

  • De Deuda Pública – Valores Gubernamentales: 10% (-23.6 mmdp)
  • De Participaciones Federales y Estatales – Fondo General de Participaciones: 7% (-26.6 mmdp)
  • De Pemex – Proyectos de Infraestructura económica de hidrocarburos: 21% (-31 mmdp).
  • De CFE: Operación y mantenimiento de la Red Nacional de Transmisión: 616% (-31.5 mmdp); Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica: 69% (-32.8 mmdp); Operación y mantenimiento de la infraestructura del proceso de distribución de energía eléctrica: 306% (-47 mmdp).

Fideicomisos

De los 332 fideicomisos a junio de 2020, 305 se encontraban en operación y 32 en proceso de extinción. De enero a junio de 2020 se dieron de alta dos fideicomisos y ocho se extinguieron.

Las disponibilidades de los 332 fideicomisos sumaron 728.4 mmdp al 30 de junio de 2020. Esto representa una disminución de 19.3% con respecto a las disponibilidades reportadas en el mismo periodo del año anterior.  Hasta este periodo se registran egresos por 276 mmdp e ingresos por 241 mmdp.

El 59% de los egresos reportados corresponden a 5 fideicomisos:

  • Fondo de Capital de Trabajo del CENACE
  • Fondo de la Financiera Rural
  • Fondo Laboral Pemex
  • Fideicomiso para el Desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México
  • Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar

Cuatro fideicomisos reportaron disponibilidades sustanciales, que suman el 57% (411.9 mmdp):

  • El Fideicomisos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) reportó 176.9 mmdp.
  • El Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar reportó 101.1 mmdp.
  • El Fideicomisos para administrar la Contraprestación del Artículo 16 de la Ley Aduanera reportó 70.3 mmdp.
  • Y el Fideicomiso del Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas reportó 63.6 mmdp.

De los 32 fideicomisos que se encuentran en proceso de extinción, ninguno presenta un avance de 100%. No obstante, la SHCP reporta que 11 de ellos tienen un avance en el proceso de extinción mayor a 80%. En lo que va del año, los fideicomisos en proceso de extinción registran disponibilidades por 1 mmdp, egresos por 0.85 mmdp e ingresos por 0.02 mmdp. Estos fideicomisos reportaban un saldo final del ejercicio anterior por 1.78 mmdp.

Se identifica que 14 de estos fideicomisos reportan 0.0 pesos de disponibilidades.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante los primeros cinco meses del año?

El Balance Primario se encontró por debajo de su meta calendarizada, ya que sumó 0.3% del PIB (61.2 mmdp), pero el programado era de 0.5% del PIB (81.8 mmdp).Este leve deterioro se debió a que el recorte del gasto fue menor a la caída de ingresos.

El Balance Público también exhibió un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por arriba de lo calendarizado para junio: fue de -293 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -311 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -338.7 mmdp a junio de 2020, o -1.5% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en junio.

Para el cierre del año, la SHCP estima que los RFSP serán de -5.4% del PIB, lo que significa que hay un espacio de 3.9 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al mes de junio sumó 12 billones 073 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.9% o 1 billón 188 mmdp respecto a junio de 2019. Esto sucedió, en parte, por la depreciación en 20% del tipo de cambio al cierre de junio 2020, cuando éste se determinó en 23.08 pesos por dólar al cierre de mes. En junio de 2019 fue 19.20 pesos por dólar[2].

El SHRFSP representó el 52.1% del PIB a junio de 2020, un incremento de 8.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 52.1% del PIB (12 billones 838 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que te ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en la actualización de finanzas públicas una caída de -7.4% del PIB para 2020. Sin embargo, entre distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— prevén escenarios de una contracción económica de -9.7% a -10.5% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades.etrás de una mayor caída en la actividad económica está una mayor pérdida de puestos de empleo y empresas sin solvencia o quebradas, que causan un menor pago de impuestos por consumo e ingreso.

Producción de petróleo

La producción nacional promedio de petróleo en junio disminuyó 2.9% con respecto al mismo mes del año anterior. No obstante, la producción promedio nacional de crudo fue 5.6% menor que la establecida en el presupuesto —alcanzó 1,712 miles de barriles diarios (mbd), es decir, 138 mbd inferior a la meta actualizada para 2020 en los PCGPE 2021, que es de 1,850 mbd—.

Precio del petróleo

En los primeros seis meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación fue de 31.76 dólares por barril[3]. Ésta se ubicó, en promedio, 32% por arriba (7.76 dólares) del precio estimado en PCGPE 2021 para 2020, que fue de 24 dólares por barril. La Secretaría de Energía determinó que disminuirá la producción de crudo a 1,681 mbd. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en junio, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Observamos que en los primeros seis meses de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 17% (48.9 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 19% real (34 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 13% (14 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[4]) al mes de mayo 2020 fue el más bajo desde 2007, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


Anexo

Programas presupuestarios


[1] Se consideraron los aprovechamientos provenientes de recuperaciones de capital reportadas en Estadísticas Oportunas de la SHCP.

[2] Cifras obtenidas a partir del tipo de cambio para solventar obligaciones publicado por Banxico en: https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF102&locale=es

[3] Fuente, promedio de las cifras reportadas en https://www.banxico.org.mx/apps/gc/precios-spot-del-petroleo-gra.html

[4] Últimos Doce Meses