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Autor: México Evalúa

Números de Erario: gasto en salud al tercer trimestre de 2020

A pesar de la más exigente demanda de servicios de salud, continúan los recortes en el gasto funcional del sector. De enero a septiembre, el gasto acumulado es de 422 mmdp, 4.8% inferior (-21.2 mmdp) a lo que se tenía planeado ejercer en el periodo. El subejercicio se observa en las principales instituciones del sistema de salud pública: el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud.

El presupuesto destinado a la compra de medicamentos exhibió un subejercicio importante: 11.3%, el equivalente a 6.1 mmdp. Este recorte con respecto a la meta trimestral se observó en el ISSSTE y en la Secretaría de Salud, mientras que este gasto en el IMSS excedió en 6.4% (2.2 mmdp) la meta trimestral.

Con respecto a la inversión física (donde se reporta el gasto realizado en equipo médico, mantenimiento de infraestructura y otros conceptos), también se observa un subejercicio de 29% (-4.7 mmdp). Este subejercicio tiene su origen, principalmente, en los recortes observados en el IMSS. En contraste, el ISSSTE excede en 37.1% el presupuesto anual asignado a este rubro. Tanto el IMSS como el ISSSTE destinan aproximadamente 86% del gasto en inversión física a equipo médico y de laboratorio. En contraste, 76% de la inversión física de la Secretaría de Salud se destina a transferencias a fideicomisos.


¿Cómo avanza el gasto funcional[1] en salud de enero a septiembre?

Se han ejercido 422 mmdp en el gasto funcional en salud en los primeros nueve meses del 2020. Esto representan un avance de 62% con respecto al presupuesto anual[2]. Con respecto al presupuesto aprobado al tercer trimestre, el gasto pagado es 4.8% menor, el equivalente a 21.2 mmdp.

Si se compara el gasto hasta septiembre de este año con el realizado el año previo, se gastó 3.0% (12.2 mmdp) más.

A pesar de la mayor demanda de servicios médicos ocasionada por la pandemia de covid-19, el gasto en salud no ha aumentado significativamente en relación con presupuesto aprobado en el año, ni con el observado anteriormente.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud[3] de enero a septiembre?

El gasto funcional en salud al tercer trimestre es de 422.0 mmdp. Hay un subejercicio de 4.8% (-21.2 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado, a pesar de que el gasto es 3.0% (12.2 mmdp) mayor que el del año anterior. 

En apenas un trimestre se cierra el año, y la Secretaría de Salud sólo ha ejercido 54.2% del presupuesto anual. En contraste, la Secretaría de Marina, el FASSA y las Aportaciones a la Seguridad Social reportan un avance de más de 70% en relación con su presupuesto anual.

Hasta septiembre, el gasto funcional en salud se distribuyó de la siguiente manera:

  • La Secretaría de Marina reportó un gasto de 2.1 mmdp; éste fue mayor a la meta trimestral de 11% (0.2 mmdp).
  • Las entidades federativas también recibieron recursos por arriba de lo aprobado. Las transferencias a través del FASSA acumularon un gasto de 73.4 mmdp, lo que significa 1.8% por arriba de lo previsto (1.3 mmdp).
  • En el trimestre, el ISSSTE es la institución que reportó un mayor subejercicio en el gasto funcional en salud. Gastó sólo 39.1 mmdp, es decir, 10.9 mmdp por debajo de la meta establecida. Su subejercicio acumulado es de 21.8%.
  • El IMSS también gastó menos de lo previsto: 199.5 mmdp de los 209.4 mmdp aprobados para el periodo. El subejercicio fue de 9.9 mmdp, el equivalente a 4.7% del presupuesto.
  • La Secretaría de Salud erogó 89.1 mmdp, los cuales fueron 1.4% menores a los aprobados (-1.2 mmdp).
  • De igual manera, la Secretaría de Defensa Nacional y las Aportaciones a la Seguridad social ejercieron un gasto menor al aprobado: 2.2% (-0.1 mmdp) y 3.4% (-0.5 mmdp), respectivamente.

Analizamos también el presupuesto de los programas presupuestarios, por institución. Los hallazgos más relevantes son los siguientes:

  • El programa de Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud y el de Regulación y Vigilancia de Establecimientos y Servicios de Atención Médica, de la Secretaría de Salud, son los que menos han ejercido presupuesto en lo que va del año, -100% y -98.8%, respectivamente.
  • El programa de Mantenimiento de Infraestructura del IMSS acumula un subejercicio de 72.4% (-0.5 mmdp). Su presupuesto total anual tiene un recorte de 88% (-0.6 mmdp) con respecto a lo aprobado en 2020.
  • El programa de Proyectos de Infraestructura Social del ISSSTE también presenta rezago importante en el trimestre; no ha ejercido 73.5% de su presupuesto (-0.9 mmdp).
  • Llama la atención que el programa de Suministro de Claves de Medicamentos del ISSSTE acumula un subejercicio de 57.5% (5.0 mmdp). Ciertamente este programa no abarca el presupuesto total de medicamentos, pero sí nos indica que hay un subejercicio en este rubro, tal y como se verá más adelante.
  • Por último, llama la atención que el programa de Salud materna, sexual y reproductiva de la Secretaría de Salud tiene un subejercicio de 31.0% (-0.6 mmdp) en el trimestre.

 


¿Cómo avanzó el gasto en medicamentos del sector salud en septiembre?

El presupuesto anual en medicamentos que se registra dentro del gasto funcional es de 86.0 mmdp. En el informe trimestral, se espera que este presupuesto cierre con un incremento de 6% (5.4 mmpd), es decir, que ascienda a 91.4 mmdp en 2020. Sin embargo, hasta el tercer trimestre las diversas instituciones de salud reportan un gasto de 47.6 mmdp en este rubro, lo cual representa un avance de sólo 55.3% con respecto al gasto anual aprobado.

De hecho, si comparamos el gasto ejercido con la meta trimestral, observamos que hay un subejercicio acumulado de 11.3%, el equivalente a 6.1 mmdp. Por institución, los ejercicios se reparten de la siguiente manera:

  • El ISSSTE ejerció tan sólo la mitad del gasto aprobado en medicinas. Se le aprobó un presupuesto de 15.3 mmdp, pero ejerció 7.0 mmdp. Eso es un subejercicio de 53.9% (8.2 mmdp).
  • La Secretaría de Defensa Nacional también exhibe un subejercicio: acumula al trimestre un gasto 23.7% menor a lo aprobado, al gastar sólo 0.33 mmdp de los 0.43 mmdp aprobados.
  • La Secretaría de Salud también exhibe un subejercicio, pero en menor medida. Su gasto acumulado al tercer trimestre es de 3.7 mmdp y es sólo 1.3% (-0.05 mmdp) menor a lo aprobado en el periodo.
  • En contraste, la Secretaría de Marina gastó en medicamentos mucho más de lo aprobado al trimestre. Acumuló un sobrejercicio de 71.2% (0.1 mmdp)…
  • … Y le sigue el IMSS, al acumular un gasto en medicamentos de 36.0 mmdp, el cual es 6.4% (2.2 mmdp) mayor a lo aprobado al tercer trimestre.


¿Cómo avanzó la inversión física de las instituciones públicas de salud?

La inversión física en salud (que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones) aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta septiembre se han gastado 11.5 mmdp. A pesar de que hay un avance de 56.9% con respecto a la meta aprobada, este gasto es 29% (-4.7 mmdp) menor a lo que se planeaba ejercer al tercer trimestre, hilando tres meses consecutivos de recortes.

A pesar de que la Secretaría de Salud y el ISSSTE gastaron más de lo previsto en inversión física, el gasto realizado por el IMSS fue 57% menor a lo aprobado. Y dada la relevancia de este monto en el total, el gasto en inversión física reporta un subejercicio. Para poner en contexto, del total de la inversión aprobada al trimestre, 63% se planeaba realizar a través del IMSS.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE en septiembre superó en 37.1% el presupuesto aprobado anual en este rubro. El gasto acumulado es de 2.4 mmdp, y para todo el año tenía previsto ejercer sólo 1.8 mmdp. El 86% de su inversión física se realizó en equipo médico y de laboratorio, y 12% en edificación no habitacional. 
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado es de 3.7 mmdp, lo representa un avance de 71.8% con respecto al presupuesto anual. Al periodo acumula un sobrejercicio de 12% (0.4 mmdp) por arriba de lo aprobado al tercer trimestre. Sin embargo, hay que notar que las transferencias a fideicomisos que realiza la institución representan 73% del gasto en inversión, mientras que el gasto en servicios profesionales, científicos y técnicos integrales equivalen a 25%. El gasto en equipo médico y de laboratorio sólo representa 0.4% del gasto realizado.
  • De las transferencias que se realizan a las entidades a través del FASSA, el gasto destinado a inversión reporta un avance 86.8% con respecto a la meta anual. A septiembre acumula un gasto de 0.43 mmdp, el cual se encuentra en línea con lo aprobado en el periodo.
  • El IMSS es la única institución que reporta un recorte en este rubro. El gasto en inversión física pagado a septiembre es de 4.8 mmdp, lo que representa un avance de sólo 38.1% con respecto a la meta anual y un subejercicio de 57% (-6.3 mmdp) en relación al presupuesto aprobado hasta septiembre. El  86% del gasto reportado como inversión física se destinó a equipo médico y de laboratorio. Cabe mencionar que a esta partida no se le asignaron recursos en el presupuesto aprobado; todo se asignó a la partida de edificación no habitacional, cuyo gasto al tercer trimestre representa sólo 12% de la inversión física.


Fideicomiso del Fondo de Salud para el Bienestar

Este fideicomiso, que atiende enfermedades que provocan gastos catastróficos en los usuarios, reporta a septiembre de 2020 una disponibilidad de 98.5 mmdp. En lo que va del año se han retirado 26.2 mmdp y han ingresado 13.8 mmdp.

A partir de la lectura del informe trimestral, no conocemos con precisión el uso de los recursos retirados. En el informe se reporta que los egresos se realizan para cumplir el mandato del propio fideicomiso.


Tabla de programas presupuestarios


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

Números de Erario: tercer trimestre de 2020

Hacia el final extenuante del año


Mensaje principal

Las cifras publicadas al tercer trimestre son la antesala del cierre de 2020. A tres meses de que termine el año, la fotografía parece completa: continúa la caída de ingresos petroleros y tributarios, lo que afecta a la Recaudación Federal Participable y a las transferencias de gasto federalizado. En el horizonte, un mayor déficit público.

Resumen ejecutivo

A tres meses de que termine 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-235.8 miles de millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la LIF. Con todo, la diferencia de los ingresos obtenidos vs. los aprobados en el tercer trimestre fue menor a la observada en el segundo trimestre del año (-5.7% vs. -6.1%). En el primer trimestre del año esta diferencia fue positiva (1.8%).

En los primeros nueve meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 3 billones 889.3 mmdp, lo que representa una disminución anual real de 5.4%, la mayor para periodos similares observados después de la caída de 8.3% en enero-septiembre de 2009.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 45.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4% con respecto al mismo periodo de 2019. Éstos últimos fueron impulsados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (76.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.9%.

Sólo para septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales; si los comparamos con los reportados en agosto disminuyeron 25.4% (-129.4 mmdp). Este monto representa el segundo más bajo del año, después del reportado en mayo de 2020 (326.9 mmdp).

El Balance Primario pasó de un superávit de 287.1 mmdp en el periodo de enero a septiembre de 2019 a uno de 156.7 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.4%. El Balance Público mostró un deterioro considerable con respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 86.3% y alcanzar los -308.5 mmdp.

Por su parte, el gasto neto del Sector Público para el periodo es de 4 billones 234 mmdp. Acumula un subejercicio de 311.7 mmdp, equivalente a no ejercer 6.9% del gasto aprobado en el periodo, el cual se observó en 36 de los 48 ramos.

La Secretaría de Economía y Turismo acumularon un gasto mayor a lo previsto al tercer trimestre. Son estas dos secretarías las que apuntalan el alza observada en la inversión física distinta de Pemex, que tan sólo en lo que va del año es 10% mayor a lo observado en el año previo.

El Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física, lidera el gasto de la Secretaría de Economía. El excedente en el gasto de la Secretaría de Turismo también tiene su origen en la inversión física: hasta septiembre gastó 4.1 mmdp: 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento es el resultado de destinar 3.3 mmdp a la construcción del Tren Maya.

Si bien la inversión física creció en relación con el año previo, con respecto a la meta trimestral presenta un subejercicio de 12.2% (-65.5 mmdp). Cabe destacar que 24% de la inversión física se realizó en Campeche; 14% en la CDMX, y 11% en Tabasco.

Por último, continúa la disminución en los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del Gasto Federalizado; por ello, a pesar de tener una autonomía fiscal limitada, los gobiernos subnacionales deben considerar reforzar sus haciendas públicas a través de una mayor recaudación ingresos propios.


Análisis del ingreso

enero – septiembre 2020 y septiembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 889.3 mmdp durante los primeros nueve meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 5.4% real (-2,20.3 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 235.8 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 40.5 mmdp, 1.5% (-46.8 mmdp) por debajo del dato aprobado a inicio de año y 1.2% (-38.0 mmdp) menos que los observadosde enero a septiembre de 2019. Dicha disminución se compensará, en parte, con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

Al tercer trimestre de 2020, los ingresos petroleros (Gobierno Federal y propios de Pemex) se ubicaron en 397.0 mmdp, monto inferior en 43.7% (-308.2 mmdp) con respecto a lo aprobado en la LIF, debido a una menor producción petrolera así como a menores precios observados del petróleo y del gas natural. En comparación con lo observado en el tercer trimestre del año anterior, este monto también es menor: 45.7%, en términos reales. Las medidas de confinamiento e incertidumbre sobre la reincorporación gradual de las actividades económicas, que se han reflejado de manera negativa en el sector petrolero, también han tenido que ver con esta caída. Cabe destacar que es el monto más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros presentaron una caída de 4.6%; sin embargo, en igual periodo de 2018, se observa un crecimiento de los mismos de 15.3%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno Federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 163.7 mmdp, lo que representa una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex ascendieron a 233.3 mmdp: una disminución de 40.3%, debido a menores ventas en el mercado interno.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 505.1 mmdp, 5.7% (-152.4 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicios de 2020. Este monto fue 0.9% menor, en términos reales, con respecto a lo reportado en el tercer trimestre de 2019; no es de extrañar, dado el panorama económico por el que atraviesa el país por efectos de la pandemia, lo que ha repercutido en una menor recaudación tributaria. A su interior, el ISR prácticamente permaneció sin cambio, pues únicamente se incrementó 0.1% anual, resultado de un mayor esfuerzo por parte de las autoridades para incrementar el cumplimiento de las obligaciones fiscales de los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 2.0% y 3.7%, respectivamente. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 1.5% y los distintos de gasolina y diésel 7.5%. Estos últimos incluyen el impuesto a tabacos labrados, bebidas alcohólicas, cervezas y bebidas refrescantes, juegos con apuestas y sorteos, redes públicas de comunicaciones, bebidas energizantes, bebidas saborizadas, alimentos no básicos con alta densidad calórica, plaguicidas, carbono, y aguas, refrescos y sus concentrados. (Esta caída fue pequeña, en apariencia, pero pongámosla en perspectiva: de enero a septiembre de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 2.4% debido al crecimiento de 63.9% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 2.6% y la de ISR 0.6%).

Para el mismo periodo, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 189.2% (243.2 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF, con un monto observado de 371.7 mmdp; y con respecto al dato reportado en los primeros nueve meses de 2019, el incremento es de 76.7%. De este monto, 304.7 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 130.0% anual, resultado de la recuperación de activos financieros: del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; de otros Fideicomisos, 55.3 mmdp —incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México por 21.6 mmdp—; de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda, 28.0 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 59.0% y 4.0%, respectivamente.

Los ingresos de CFE ascendieron a 286.4 mmdp, 10.0% menores respecto a 2019 e inferiores en 19.8 mmdp respecto al dato aprobado a inicio de 2020.

Los ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) ascendieron a 329.1 mmdp, 1.5 mmdp por arriba del dato programado para los primeros nueve meses de 2020, y 2.1% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019. Respecto al IMSS, se reportaron menores ingresos en relación con el monto aprobado (-8.9 mmdp), debido al menor dinamismo de la actividad económica —que reportó una caída de 9.6% en los primeros nueve meses de 2020— y a una disminución en la creación de empleos formales —738 mil trabajadores asegurados menos a septiembre de 2020, respecto a diciembre de 2019[1]—. Los ingresos del ISSSTE fueron 10.5 mmdp superiores a los aprobados, por la venta de inmuebles y la recuperación de cuotas y aportaciones de años anteriores.

Al tercer trimestre de 2020, se obtuvieron ingresos por pago de contribuciones, en especie o servicios, por 0.9 mmdp[2].

Ahora comparemos el promedio del periodo enero-septiembre, en los dos años que van de la administración de AMLO, con lo observado en periodos similares en el sexenio de EPN. Se observa una caída de 36.1% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.2% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan solo 2.9% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en septiembre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 380.9 mmdp de ingresos totales, monto menor en 25.4% (129.4 mmdp) al reportado en agosto. El monto de los ingresos en septiembre fue el segundo menor observado, después de los 326.9 mmdp de mayo. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicha disminución.

Cabe destacar que la caída mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por las disminuciones de los ingresos tributarios, de los ingresos de IMSS, ISSSTE y CFE, y de los ingresos NTNP.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en septiembre respecto a agosto (-2.7 dólares por barril, 6.8%), para ubicarse en 37.6 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el noveno mes de 2020 ascendieron a 48.6 mmdp, 5.4% (2.5 mmdp) por arriba del dato observado en agosto. Respecto a marzo se ubicaron 27.4% (10.5 mmdp) por arriba, pero comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 23.8% (-15.2 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 71.4% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 242.6 mmdp, lo que representa una caída de 6.1% con respecto al dato reportado en agosto. Están muy lejos de alcanzar los niveles de enero (364.6 mmdp) y marzo (376.4 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, disminuyeron 4.0%, debido a reducciones en la recaudación del IVA e ISR.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.9% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-septiembre de 2000, a alcanzar el 64.4% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, en esa misma comparación los ingresos petroleros presentaron este año la proporción más baja como parte de los ingresos totales: 10.2%.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-septiembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 70.4% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingresos establecida en los Criterios Generales de Política Económica 2021 (CGPE), llevan un avance de 72.3%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 40.2% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 49.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 71.5% respecto a la LIF2020, y de 77.5% respecto al cierre.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentan un avance de 224.6% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 74.2% respecto al cierre.

Por otra parte, los ingresos totales del Sector Público acumulados en el tercer trimestre del año no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020: exhibieron un rezago de 5.7% (-235.8 mmdp). En septiembre, quedaron 14.8% por debajo de la meta mensual (-66.1 mmdp). Podemos comprobar que la diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.7% por debajo de lo programado (-152.4 mmdp) en el calendario; lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 6.0% (-45.9 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-65.5 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.4% por debajo de lo aprobado (-44.0 mmdp).

A septiembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 43.7% en comparación con lo que se esperaba para este periodo (-308.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 189.2% su meta a septiembre. Sin embargo, como montos excedentes no alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (243.2 mmdp vs. -460.6 mmdp).

En términos mensuales, en septiembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 14.8% (66.1 mmdp) respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 40.6% (-33.2 mmdp), que aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno Federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 11.3% (-31.0 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario para el mes. Al desagregarse los ingresos por tipo, en septiembre no se observaron ingresos excedentes de IVA; el rezago en ellos es de 11.9% (-9.8 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 14.2% (-19.7 mmdp), y los ingresos NTNP tuvieron excedentes por 6.3 mmdp.


Fideicomisos al tercer trimestre de 2020

Al 30 de septiembre de 2020 se reportan 330 actos jurídicos[3]: 301 fideicomisos[4], 23 mandatos y seis análogos[5], los cuales suman un total de 577.9 mmdp, y muestran una disminución de 34.7% real (-307 mmdp), respecto del monto observado en el mismo periodo de 2019. Respecto a junio de 2020, presentan una caída de 20.7% (-153.5 mmdp). Respecto a diciembre de 2019, son menores en 24.2% (-184.1 mmdp).

La mayor parte de los fideicomisos se encuentra en el grupo temático de ‘subsidios y apoyos’ (117), y ‘en apoyos financieros’ y ‘otros’ (110).

En el primer grupo destacan el Fondo para la Participación de Riesgos y el Fideicomiso de Contragarantía para el Financiamiento Empresarial, ambos de la de la SHCP, además del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Hidrocarburos y del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía-Sustentabilidad Energética; éstos dos últimos figuran en la lista de los 109 fideicomisos a desaparecer.

En el segundo grupo destacan el Fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (que pasará a la Tesofe), el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar de la Defensa Nacional, el Fondo de la Financiera Rural y el Fideicomiso de Capital Emprendedor, éstos dos últimos de la SHCP, los cuales también están en la lista de los que desaparecerán en el siguiente año.

Por monto, 44.6% de las disponibilidades totales que se encuentran contenidas en los 25 actos jurídicos que corresponden a los grupos temáticos de apoyos financieros y de estabilización presupuestaria, mientras que el 16.6% están registradas en infraestructura pública, 14.0% en pensiones, y el 12.9% restante se agrupa prestaciones laborales y subsidios apoyos.

De los dos grupos temáticos que más dinero reciben (suman el 61.2% de los recursos disponibles), destacan los de infraestructura pública, entre los que se cuentan dos a cargo de la SHCP —el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del artículo 16 de la Ley Aduanera y el Fideicomiso 1936 Fondo Nacional de Infraestructura—; uno a cargo de la Secretaría de Economía —Fondo para el Desarrollo De Zonas de Producción Minera— y uno a cargo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales —Fideicomiso Irrevocable de Administración y Fuente de Pago, No. 1928-Para apoyar el proyecto de saneamiento del Valle de México—.

Al tercer trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 10 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción, de éstos últimos:

  • Nueve son de la Hacienda y Crédito Público,
  • Seis de Turismo
  • Seis de la Secretaría de Cultura,
  • Tres de Comunicaciones y Transportes,
  • Tres de Educación Pública,
  • Dos de medio ambiente y recursos naturales,
  • Uno de Economía,
  • Uno de Salud, y
  • Uno del Conacyt.

Al cierre de 2020 se espera la extinción de 109, equivalentes a 68.5 mmdp; sin embargo, todavía no tenemos claridad sobre el adecuado destino de los recursos obtenidos por su extinción. Lo único cierto es que pasarán a la Tesofe y que serán destinados a los fines que determine la SHCP a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.

Por último, es preciso destacar que los fideicomisos de estabilización presupuestaria, entre los que destacan el Fideicomiso Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), el Fondo de Reconstrucción de Entidades Federativas (FOREF) y el Fondo de Apoyo para Infraestructura y Seguridad (FAISEG), se redujeron de manera considerable respecto a junio, al pasar de 262.0 mmdp a 110.0 mmdp. En el siguiente apartado describiremos con detalle los saldos del FEIP y el FEIEF.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante el periodo enero-septiembre de 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 16.2 mmdp, derivadas de la aportación del Fondo Mexicano del Petróleo por 9.1 mmdp, así como de ingresos por productos financieros, por 7.1 mmdp. Las salidas, sin embargo, alcanzaron los 119.1 mmdp, destinados a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal observados al primer semestre del año y al pago de honorarios al fiduciario. Además, se observó una variación cambiaria de 3.5 mmdp.

El saldo del FEIP al tercer trimestre de 2020 se ubicó en 59.0 mmdp. Queda claro que el Gobierno Federal agotará lo recaudado en FEIP este mismo año, ante la crisis económica provocada por la covid-19.

Por su parte, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), al tercer trimestre de 2020, tuvo ingresos por 5.2 mmdp, integrados de la siguiente forma:

  • 2.6 mmdp por la aportación ordinaria del Fondo Mexicano del Petróleo.
  • 0.03 mmdp por los reintegros a entidades federativas, conforme a las compensaciones provisionales que les fueron transferidas en 2019 con cargo al FEIEF.
  • 2.5 mmdp por rendimientos financieros.

Los egresos en el FEIEF fueron de 35.1 mmdp, por concepto de compensaciones provisionales a entidades federativas y municipios, y pago de honorarios fiduciarios.

El saldo del FEIEF se ubicó en 30.5 mdp.

El FEIEF tendrá una reducción importante para el cierre de 2020; debido a la crisis se han transferido recursos a las entidades de manera mensual, para cumplir con las partidas presupuestarias.


Análisis del gasto

Enero – septiembre 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros nueve meses del año?

El gasto neto total del Sector Público acumulado a septiembre fue de 4 billones 234 mmdp. De ellos, 3 billones 085 mmdp son del gasto programable del SP y representaron el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable (1 billón 149 mmdp).

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (487.3 mmdp) del total del gasto observado de enero a septiembre de este año, una participación que se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Sin embargo, hay que abrir el foco: esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde septiembre de 2014, cuando representó sólo 6.3%; es decir, en los últimos ocho años aumentó 83% real. Tal aumento reduce el espacio fiscal: el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 469 mmdp, lo que representó 11% del gasto neto total (una participación que se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 19.4% del total). La inversión distinta de Pemex creció 24.2% real (58.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y representó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.5% (7.4 mmdp), también respecto al año previo.

La Secretaría de Turismo y el ISSSTE se suman a la Secretaría de Economía como los ‘apuntaladores’ del alza en la inversión física distinta de Pemex.

La Secretaría de Economía ejerció el 7.2% (33.6 mmdp) de la inversión física en 2020, lo que contrasta con el 0.7% que representó en el año previo; se trata de un incremento de 1,036% (30.9 mmdp). Es decir, ha gastado 11 veces más. Esto es lo que resulta de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física.

La Secretaría de Turismo ha gastado 12 veces más el presupuesto ejercido en 2019 en inversión física: pasó de representar 0.1% de la inversión ejercida en 2019 a 0.9% en 2020. Hasta septiembre gastó 4.1 mmdp, 1,057% (3.8 mmdp) más con respecto al año anterior. Este incremento, como ya sospechábamos el mes pasdo, es el resultado de destinar 3.3 mmdp en la construcción del Tren Maya. Hasta septiembre se han ejercido 43.6 mdp, destinados a un estudio de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias, y 3.3 mmdp para el proyecto de inversión.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública respecto a 2019 fueron el ISSSTE, con un aumento de 1,234% (2.3 mmdp), y el IMSS, con uno de 335% (3.7 mmdp)

Con respecto a la inversión física aprobada al tercer trimestre, el informe trimestral permite observar un subejercicio de 12.2% (65.5 mmdp). Los Ramos en los que se observa un subejercicio en la inversión física son: Seguridad y Protección Ciudadana (100.0% o -0.1 mmdp), la Fiscalía General de la República (100.0% o -0.3 mmdp), Cultura (99.7% o -1.2 mmdp) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (98.4% o -0.2 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 55% (2,341 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron 21% (880 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (84 mmdp) del presupuesto; su participación en el gasto es poco significativa. Son a estos ramos a los que precisamente se les han aplicado las medidas de austeridad, así que dada su baja participación en el gasto, éstas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a septiembre de 2020?

69.3% es el avance del gasto neto total con respecto a su meta anual aprobada y 70% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 69% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del SP tiene un avance de 70% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 70.3%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 67.6% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada tiene un avance de 74.0%.

La inversión física pública del SP tiene un avance de su meta aprobada de 72%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 67% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a sus metas anuales: el 77%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual, tuvieron un avance de 61%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a septiembre de 6.9% (-311.7 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente:

El sobrejercicio del gasto público en relación con el gasto aprobado, se distribuyó de la siguiente manera (cifra entre paréntesis en mmdp):

  • Economía: 814% (32.06)
  • Turismo: 90% (3)
  • Energía: 5% (2.56)
  • Gobernación: 34% (1.27)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 13% (1.22)
  • Relaciones Exteriores: 13% (0.86)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 20% (0.26)
  • Hacienda y Crédito Público: 0% (0.13)
  • Trabajo y Previsión Social: 0% (0.09)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 43% (0.07)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera (cifra en paréntesis en mmdp):

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-82.11)
  • Petróleos Mexicanos: 11% (-58.84)
  • Deuda Pública: 11% (-38.54)
  • Comisión Federal de Electricidad: 9% (-33.84)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-24.27)
  • Aportaciones a Seguridad Social: 2% (-14.59)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 32% (-12.65)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: 2% (-12.42)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 2% (-12.05)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: 3% (-10.51)

Dentro de los Ramos Administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 814% (32.0 mmdp)
  • Turismo: 90% (3.0 mmdp)

En estos ramos, el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.8% (-92.7 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.5% (-190.7 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 18.4% (-18.9 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobrejercicio de 1.0% (8.6 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.7% (-22.9 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos que lo planeado. El Ramo 25 —Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos— tuvo el mayor subejercicio respecto a su meta a agosto 33.0% (-12.6 mmdp).

En lo que toca al gasto de las Empresas Productivas del Estado, Pemex ejerció 11.6% (-58.8 mmdp) menos de lo previsto en la meta al periodo enero a agosto. La CFE también tuvo un subejercicio: 9.7% (-33.8 mmdp).

Después de acumular varios subejercicios, la CNDH presenta un sobrejercicio de 20.2% (0.2 mmdp) entre enero y septiembre. Mientras que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) acumula ya un subejercicio de 34.8%, el equivalente a 0.7 mmdp menos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en septiembre de 2020?

El subejercicio del gasto en septiembre fue muy similar al observado en el mes previo: el gasto total, de 427.8 mmdp, fue 12.5% menor (-61.4 mmdp) en relación con la meta mensual.

En septiembre el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado en el gasto programable. El gasto programable del SP en el mes de septiembre (319.6 mmdp) se rezagó 11% (-39.3 mmdp).

El costo financiero del Sector Público en septiembre fue de 44.7 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 21.1% (-12 mmdp). El menor costo financiero se explica por un menor pago de participaciones a los estados y municipios (-9.6%), así como un menor pago de ADEFAS y otros.

En el mes de septiembre los Ramos Autónomos gastaron menos que lo aprobado en dicho mes (8% o -0.8 mmdp). No obstante, la CNDH ejerció cinco veces más el presupuesto aprobado en el mes, con un sobrejercicio de 562.3% (0.7 mmdp). El gasto del Poder Judicial también fue mayor: 11.9% (0.01 mmdp). En contraste, el TFJA no ejerció 31.4% -(0.07 mmdp); le siguió la FGR con 25.5% (-0.3 mmdp) y el IFT con 20.8% (-0.03 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: de 11.2% (-11.2 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8% en el mes.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 8% (-0.8 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (282.7%), la CRE (123.3%) y la SHCP (118.5%). En contraste, la Secretaría de Bienestar tuvo un subejercicio de 91.7%; le siguieron las Entidades no Sectorizadas, con un recorte de 57.7% y la Secretaría de Turismo, que no ejerció 42.4% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.6% (-2.6 mmdp). Mientras que las Aportaciones Federales fueron las que ejercieron un menor porcentaje: 0.6% (-0.35 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 1% (-0.7 mmdp).

¿Cómo avanzaron los programas presupuestarios?

Presentamos los cinco principales programas presupuestarios que ejercieron un presupuesto por encima y por debajo de su meta trimestral.

Programas con sobrejercicios

  • Comercialización de energía eléctrica y productos asociados: 405% (147.3 mmdp)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: 847% (54.6 mmdp)
  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares: 31.5 mmdp.
  • Prestación de servicios corporativos: 22% (21.0 mmdp)
  • Servicio de transporte de gas natural: 31% (11.5 mmdp)

Programas con subejercicios:

  • Proyectos de infraestructura económica de hidrocarburos: 29% (64.2 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica: 74% (-55.9 mmdp)
  • Fondo General de Participaciones: 11% (-55.3 mmdp)
  • Operación y mantenimiento de la Red Nacional de Transmisión: 656% (-50.8 mmdp)
  • Valores gubernamentales: 14% (24.4 mmdp)


Recaudación Federal Participable

De enero a septiembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billlones 384 mmdp, lo que representó una disminución de 9.9% (-261.5 mmdp) respecto a igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (4.5%) y petroleros (55.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de 16.1% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019, presentó crecimientos, el más alto en 2016 (5.6%).

La reducción en la RFP al tercer trimestre de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en:

  • Ingresos tributarios (-4.5%):
    • Automóviles nuevos (-22.0%)
    • Comercio exterior (-15.9%)
    • Derechos a la minería (-11.7%)
    • Tenencia (-7.7%)
    • ISR (-5.7%)
    • Producción y servicios (-4.2%)
    • IVA (-3.3%)
  • Ingresos petroleros (-55.7%)
    • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-55.7%)
    • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante septiembre de 2020, la RFP fue de 232.6 mmdp, menor en 6.2% a la reportada en septiembre de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (3.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (37.9%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 351.3 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.7% (-128.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 480.0 mmdp y una caída de 3.8%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 8.2%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-septiembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-64.8%).
  • Subsidios[7] (-7.2%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.
  • Participaciones-Ramo 28[8] (-9.6%), debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.6% real, respecto a septiembre de 2019.

El gasto federalizado presentó niveles parecidos, en periodos similares, en 2014 y 2015, y en 2016 y 2017. El nivel observado en 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años.

En septiembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 135.5 mmdp, registrando una caída anual de 12.3%, debido a reducciones en todos sus rubros: Subsidios (-39.4%), Convenios de Descentralización (-33.5%), Ramo 28 (-8.2%) y Ramo 33 (-2.6%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a septiembre de 2020 las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 646.5 mmdp, lo que significó una caída de 9.6% (-68.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (715.4 mmdp), resultado de una menor recaudación. A pesar de que se han entregado a los estados 32.7 mmdp del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), ello no alcanza a compensar la disminución de las participaciones. Desde la caída de 20.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, la SHCP prevé para el cierre de 2020 una disminución de 114.7 mmdp en el pago de participaciones a los estados y municipios.

Por componentes del Ramo 28, tres de los rubros con mayores recursos presentaron caídas anuales importantes en el periodo enero-septiembre de 2020: el Fondo General (-9.6%), el Fondo de Fomento Municipal (-9.7%) y el Fondo de Fiscalización (-6.7%). Por su parte, el Fondo ISR[9] presentó un crecimiento de 4.3%.

La disminución de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 30 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-17.2%), Hidalgo (-13.7%) y Puebla (-13.2%). Campeche merece mención especial, ya que sus transferencias se han visto afectadas por menores recursos petroleros; sin embargo, HR Ratings espera que, aunque caigan sus Participaciones en este año, el impacto se verá reducido debido al comportamiento esperado en la recaudación, en línea con el programa de reemplacamiento llevado a cabo en 2020[10]. Sólo dos entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (0.6%) y Colima (2.9%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros nueve meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 580.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.6% (3.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.3%), el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (1.1%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.7%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.6 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron Tabasco, Aguascalientes y Tlaxcala. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Hidalgo y Quintana Roo.

Las entidades federativas enfrentan un escenario poco optimista, ya que sus recursos se han visto mermados a lo largo de 2020, resultado del deterioro económico por la pandemia. A pesar de que se han aprobado propuestas para ayudarlas, éstas sólo son soluciones de corto plazo que pueden llegar a comprometer una parte de sus recursos futuros, como es el caso de las recientes reformas aprobadas a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, en las que podrán diferir pagos de la deuda de corto y largo plazo por un periodo hasta de 12 meses para apoyar su liquidez. Además, las transferencias federales etiquetadas de 2019 podrán devengarse y pagarse en diciembre de 2020, y las de 2020 podrán devengarse y pagarse en octubre de 2021[11].

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, y compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público al tercer trimestre del año?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 156.7 mmdp. El programado era un superávit de 87.9 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-septiembre de 2020: fue de -308.5 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -418.0 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -165.6 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -542.1 mmdp a septiembre de 2020, o -2.7% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en septiembre. Al interior de sus componentes, las necesidades de financiamiento del IPAB disminuyeron 76.3% respecto a septiembre de 2019; las de Banca de Desarrollo y Fondos de Fomento se redujeron 20.5% y las de PIDIREGAS 16.5%.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.0 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, al mes de septiembre sumó 12 billones 164 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 10.1% o 1 billón 113 mmdp respecto a septiembre de 2019. El 55.3% de la variación respecto al cierre de 2019 se debió a la depreciación del peso frente al dólar.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 53.0% del PIB a septiembre de 2020, un incremento de 8.5 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual volvió a confirmar en este informe trimestral. Entre las distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales oscilan en un rango entre -9.0% a -9.8% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Al tercer trimestre de 2020, el Inegi estima una caída del PIB de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019; para el periodo de enero a septiembre de 2020, la caída fue de 9.6% anual.

Producción de petróleo

En septiembre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,644 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.0% (-69 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a septiembre (1,674 mbd) fue 14.2% (-277 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra -70 mbd por debajo (4.0%).

Precio del petróleo

En los primeros nueve meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.3 dólares por barril[13]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en septiembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

Al tercer trimestre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 7.7% (33.4 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 9.6% real (26.2 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 63.6% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex se incrementó 4.4% (7.2 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción públicacontinuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[14]) al mes de agosto de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


Recapitulación

¿Qué se espera el cierre de 2020?

Como ya lo había previsto México Evalúa los ingresos del Sector Público serán menores a los programados, debido a las condiciones económicas impuestas por la pandemia. La SHCP anticipa que los ingresos presupuestarios en 2020 sean inferiores en 268.2 mmdp respecto a los previstos en la LIF2020, resultado de menores ingresos petroleros por 312.5 mmdp, menor precio y plataforma de producción petróleo, y menor demanda de combustibles ante la disminución de actividades por la pandemia. Y también debido a menores ingresos tributarios no petroleros (-273.7 mmdp) asociados a la disminuida actividad económica. En cambio, los ingresos no tributarios serán superiores a los previstos en 335.4 mmdp, por los recursos del FEIP y la recuperación de otros activos para mitigar los efectos de la crisis económica.

Derivado de la caída de los ingresos del Gobierno Federal, se prevé una disminución en el pago de participaciones a los estados y municipios de 114.7 mmdp, el cual será compensado en parte con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de la Entidades Federativas, y un mayor gasto programable en 19.9 mmdp. Se estima que el gasto neto presupuestario pagado sea menor en 128.6 mmdp.


[1] Aunque en realidad la pérdida de empleos equivale a más de 12 millones, principalmente en el sector informal, de los cuales sólo se han recuperado 7.5 millones.

[2] Conforme a lo establecido en el artículo 1 de la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2020.

[3] De éstos 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[4] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales, el Gobierno Federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[5] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[10] HR Ratings ratificó la calificación de HR AA – con Perspectiva Estable al Estado de Campeche: https://www.hrratings.com/pdf/Reporte_Campeche_20200924.pdf

[11] Dictamen de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y del Decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental, aprobado por la Cámara de Diputados el 19 de octubre de 2020.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[13] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[14] Últimos Doce Meses

¿Qué entidades ejecutarán el gasto (y cómo)?

La fotografía completa de todo Paquete Económico se obtiene al analizar el presupuesto aprobado y el ejercido por ramo presupuestario, es decir, por las entidades responsables de ejecutar el gasto público federal.

Vamos paso a paso. De acuerdo con la clasificación administrativa, los ejecutores del gasto se dividen en cinco grupos o ramos: administrativos, generales, autónomos, empresas productivas (Pemex y CFE) y entidades de control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE).

Dentro de los ramos administrativos se cuentan las secretarías de Estado. En los ramos autónomos se agrupan aquellos ejecutores de gasto que cuentan con autonomía presupuestaria; por ejemplo, el Inegi, el INE, la CNDH, los poderes Legislativo y Judicial, entre varios otros.  

Por su parte, los ramos generales no representan a una institución u órgano en específico, sino que agrupan obligaciones de pago gubernamentales establecidas en las leyes. Estas erogaciones son asignadas por la Secretaría de Hacienda a algunos ejecutores de gasto, tales como gobiernos locales o entidades de control directo (IMSS e ISSSTE) para que cumplan con las obligaciones del pago en nombre del gobierno Federal.

Análisis del Presupuesto 2021 por ramos presupuestarios

Se planea un gasto neto total de 6 billones 257.1 mil millones de pesos (mmdp) en el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF) de 2021. Este monto representa una reducción de 0.3% (19.67 mmdp) en relación con el presupuesto aprobado para este año.  

En el PPEF 2021 la Secretaría de Hacienda propone un incremento de 4.3% (52 mmdp) en los ramos administrativos. La Secretaría de Turismo tendrá el mayor aumento (641.8% o 186.3 mmdp), resultado del presupuesto destinado a la construcción del Tren Maya. Le sigue la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, al incrementarse 47% (5.3 mmdp), y en tercer lugar está la Secretaría de Defensa Nacional, con 15.8% (15.3 mmdp), al incluir el presupuesto para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.

Los ramos autónomos tendrán un incremento de 3.6% (4.49 mmdp) respecto a lo aprobado en 2020. Gran parte de este aumento se debe al INE, cuyo presupuesto estará 60.7% (10.4 mmdp) por arriba —recordemos que el siguiente año se llevarán a cabo elecciones para renovar la Cámara de Diputados y diversos cargos en todo el país—. En contraste, el Inegi sufrirá un recorte de 54.8% (9.3 mmdp); se entiende: este año su presupuesto fue mayor a causa  del censo económico realizado en el primer semestre. El gasto del Poder Judicial se incrementará 6.5% (0.9 mmdp), y la CNDH tendrá un recorte de 13.3% (0.2 mmdp).

Los ramos generales, que representan el 55% del gasto, tendrán un recorte de 1.5% (50.8 mmdp) en el PPEF 2021. En las Aportaciones y Participaciones Federales la reducción es más evidente: en conjunto tendrán un presupuesto menor en 4.0% (70.1 mmdp). El siguiente es el Ramo 23 o de Provisiones Salariales y Económicas, con una disminución de 6.2% (8.4 mmdp).

Invertir más, sí, pero sobre todo invertir mejor

El próximo año se planea invertir 707.7 mmdp en inversión física. Implica un incremento de 8% real —52.6 mmdp más— en relación con lo aprobado para este año. El monto incluye a Pemex y representará el 2.8% del PIB. Por su parte, el gasto en inversión sin Pemex se incrementará 14% (48.8 mmdp) también con respecto al PEF 2020, pero representará el 1.2% del PIB, una proporción que se coloca aún en los mínimos históricos.

Del total de inversión física, 14% se irá a los proyectos prioritarios del presidente. Tan sólo la inversión en el Tren Maya (36.2 mmdp) representa 98% de la inversión física total de la Secretaría de Turismo. De igual manera, el presupuesto para el Aeropuerto General Felipe Ángeles (21.3 mmdp) equivale a 73% de la inversión de la Secretaría de la Defensa Nacional.

También en el análisis de la distribución de la inversión por ramo presupuestario se identifica ese ‘sesgo’: aquéllos que tienen a su cargo proyectos prioritarios serán los más beneficiados. El presupuesto de la Secretaría de Turismo aumentará 33.6 mmdp (991%) con respecto a lo aprobado en 2020. Le sigue la Secretaría de la Defensa Nacional, con un incremento de 19.7 mmdp (213%) y el Ramo 23[1], con 4.7 mmdp (116%.)

Entre los ramos con disminuciones en el presupuesto, el más afectado será el de Aportaciones Federales, con un recorte de 4% (-8.9 mmdp). En el IMSS se espera un recorte en la inversión física de 34% (-4.4 mmdp). En la CFE el recorte a este gasto será de 3% (-1.4 mmdp).

En menor medida, también se reducirá la inversión física de la Secretaría de Salud: el presupuesto en 2021, de 5.3 mmdp, será 119 mdp menor que lo aprobado este año (un recorte del 2%). De las principales instituciones de salud, sólo el ISSSTE incrementará su inversión física en 7% (123 mdp), al contemplar un presupuesto de 2.0 mmdp. Una de las razones que explicarían este aumento es el objetivo de fortalecer la infraestructura y el equipamiento de los hospitales de esta institución para reducir la dependencia de servicios subrogados del sector privado.

La composición del gasto arroja que la inversión en sectores prioritarios —no confundir con los proyectos prioritarios del Ejecutivo— continúa estancada. Preocupa que aun con las deficiencias estructurales del sistema público de salud que salieron a la luz con la pandemia por covid-19, el 43% de la inversión física se realice en hidrocarburos, a través de Pemex. Tan sólo el 2% de la inversión física se pretende destinar en salud. La inversión física en otros rubros como la educación y seguridad nacional también tiene una baja participación en el gasto total.

Si comparamos el gasto en inversión física en salud para 2021 con la presupuestada este año, observamos que su participación en el gasto total disminuye de 3.2% a 2.3%, ya que se prevé un recorte de 22% (-4.6 mmdp) en esta función. Y lo mismo sucede en el caso de la inversión en educación, al pasar de 2.5% del total a 2.2% en 2021; el presupuesto planeado para esta función disminuirá 5% (-879 mdp) el siguiente año.

Por otra parte, la concentración de la inversión física beneficiará más a cinco entidades federativas: 67% de la inversión física se concentrará en Campeche, Tabasco, CDMX, Estado de México y Veracruz. En todos ellos se construirán al menos uno de los proyectos prioritarios de inversión del presidente.

El 33% restante se propone distribuir entre 27 entidades federativas. En 20 de ellas el monto de inversión se estima que sea menor al aprobado este año. Entre ellas destaca Coahuila, donde la Federación planea invertir 46.8% menos recursos que lo aprobado en 2020. Si el PPEF 2021 se aprueba sin cambios, la inversión en el estado se reduciría por tercer año consecutivo, siendo 2021 el año con un mayor recorte.

Otros estados en los que Federación destinará menos recursos de inversión serán: Puebla (-3.2 mmdp o -14.2%), Tamaulipas (-3.1 mmdp o -22.4%), Campeche (-1.8 mmdp o -1.0%), Jalisco (-1.5 mmdp o -14.5%) y Querétaro (-1.4 mmdp o -32.1%).

Una herramienta poderosa, desaprovechada

Preocupa que, a pesar del incremento en la inversión, ésta no tenga el efecto deseado debido a la composición del gasto. La inversión física que se planea para 2021 tiene el objetivo de reestablecer la economía en el corto plazo. Sin embargo, en el análisis a detalle observamos que se prioriza el sector de hidrocarburos y los proyectos prioritarios del presidente, cuya rentabilidad económica aún está en duda. Se deja a un lado la inversión en sectores históricamente rezagados, y que en el contexto actual son esenciales, como la salud y la educación. Aunado a esto, el sesgo geográfico de la inversión limita su impacto sólo a las regiones que recibirán mayor inversión.

La inversión física como porcentaje del PIB se encuentra en niveles históricamente bajos y prioriza sectores no tan esenciales. El propio Fondo Monetario Internacional, en su Declaración de la Consulta del Artículo IV, señala que los recursos destinados a Pemex desplazan recursos de sectores prioritarios; además, pone sobre la mesa la relevancia de incrementar la productividad a través de la inversión pública para mejorar la inclusión y cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible en Salud.

En otros estudios realizados en el contexto de la pandemia, el Fondo indica que la inversión pública es esencial para la recuperación económica, pues permite la creación de empleos en el corto plazo y sienta las bases de una economía más resiliente, si se invierte en actividades muy productivas. Enfatiza la importancia de invertir en proyectos rentables, de calidad y con impacto económico y social. De lo contrario, los proyectos sólo implican un alto costo para la sociedad.


[1] Ramo de Provisiones Salariales y Económicas, en el resumen de la clasificación económica del Ramo se considera como inversión física el presupuesto del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo de Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN).

Números de Erario: agosto de 2020

Un deterioro notable del Balance Público


Mensaje principal

Las cifras publicadas a agosto de 2020 hacen evidente el deterioro de la economía mexicana y las finanzas públicas: estancamiento en la recaudación tributaria, menores ingresos petroleros, mayor gasto programable, déficit público en aumento y mayor nivel de deuda como porcentaje del PIB, resultado de un mayor tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Resumen ejecutivo

Los ingresos totales del Sector Público van 4.6% cortos (-169.6 mmdp) en relación con los previstos en la LIF a agosto de este año. Esta pérdida se redujo con respecto a los datos reportados en julio.

Durante agosto de 2020, la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Si los comparamos con los reportados en mayo y junio, aumentaron 56.1% y 25.4%, respectivamente; pero con respecto a los publicados en enero y marzo, se redujeron 5.6% y 3.3%, respectivamente. Con relación al mes inmediato anterior, se observó un incremento de 29.1%.

Lo anterior permite observar que hacia el cierre de 2020 se va cerrando la brecha con respecto a los ingresos aprobados. Esta diferencia en los ingresos obtenidos entre enero y agosto fue menor a la observada en el primer semestre del año (-4.6% vs. -6.1%).

Durante los primeros ocho meses de 2020, los ingresos totales del Gobierno Federal se ubicaron en 2 billones 757.5 mmdp: están situados 0.1% por debajo (-3.5 mmdp) del monto aprobado al inicio de año, reportando una disminución anual real de 0.5%. En el mismo periodo de 2018 y 2019 se observaron variaciones de -1.5% y -7.9%, respectivamente. Esto quiere decir que se acumulan tres caídas consecutivas en periodos similares comparables, algo que no se observaba desde el mismo periodo de 2009, en el que se redujeron 12.4%.

Los ingresos petroleros presentaron una disminución de 52.6%; en cambio, los ingresos no petroleros del Gobierno federal se incrementaron 6.0% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (83.5%). Los tributarios disminuyeron 0.5%.

Por su parte, hasta agosto el gasto neto del Sector Público es de 3 billones 806 mmdp. Acumula un subejercicio de 250.4 mmdp, el equivalente a no ejercer 6.2% del gasto aprobado en el periodo. De los 48 ramos en los que se distribuye el gasto, 36 de ellos gastaron menos de lo previsto.

Entre los ramos que sobrejercieron destaca la Secretaría de Economía, que gastó 993.6% más de lo planeado. Como hemos visto en los últimos meses, el aumento inusual en el gasto de esta Secretaría tiene su origen en el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, el cual se registra como inversión física, y hasta agosto ha ocasionado que la inversión física distinta de Pemex aumente 11.6% (27.9 mmdp) con respecto al año anterior —la inversión física total aumentó 9% (34.5 mmdp)—. Reiteramos: es un error considerar como inversión préstamos que no financiarán la creación de activos fijos o bienes duraderos.

Por último, el Balance Primario pasó de un superávit de 283.9 mmdp en el periodo de enero a agosto de 2019, a uno de 155.3 mmdp en periodo similar de 2020; es decir, se redujo 45.3%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 125.5% y alcanzar -275.0 mmdp.


Análisis del ingreso

Ingresos observados versus metas de ingresos 2020
agosto 2020 y enero – agosto 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que el Sector Público ingresó 3 billones 508.4 mmdp durante los primeros ocho meses de 2020, lo que se tradujo en una disminución de 2.3% real (-82.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y en un monto menor en 169.6 mmdp en relación con el monto aprobado al inicio de año.

Para una mejor apreciación de la sostenibilidad de los ingresos públicos, además de cuantificar el monto total, es importante identificar el monto de los ingresos recurrentes. Sin el monto de los ingresos extraordinarios por 348.2 mmdp —de la compensación resultante de la liquidación de fideicomisos[1] por 145.1 mmdp y de transferencias a Pemex por 203.1 mmdp—, los ingresos no compensados o recurrentes en realidad sumaron 3 billones 160.2 mmdp, un monto menor.

En términos mensuales, en agosto de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 510.2 mmdp de ingresos totales. Al cierre de julio los ingresos ascendieron a 395.2 mmdp. De hecho, el monto de los ingresos en agosto fue mayor en comparación con lo observado en los meses de abril, mayo, junio y julio de 2020. Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento…

A pesar del incremento marginal en el precio de la mezcla mexicana de exportación, los ingresos petroleros continuaron disminuyendo en agosto de 2020, pues sumaron 46.2 mmdp, es decir, 11.9% (-6.2 mmdp) por debajo del dato observado en julio y 27.7% (-17.7 mmdp) por debajo de la cifra reportada en junio, mes en que se registró el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp). Sin embargo, comparados con los niveles de abril y mayo pasados, equivalen a 2.0 y 1.6 veces su valor, respectivamente. Si no consideramos las transferencias directas a Pemex, estos ingresos en realidad ascendieron a 44.2 mmdp.

Los ingresos tributarios ascendieron en agosto a 258.3 mmdp; en julio a 255.4 mmdp y en junio a 249.4 mmdp, lo que suma tres meses de crecimiento moderado continuo (3.6% acumulado), lo que contrasta con las caídas mensuales de 27.4% y 18.9% de abril y mayo, respectivamente. No obstante, eso no implica que hayan recuperado los niveles alcanzados en enero (364.6 mmdp). Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.3%.

Cabe destacar, que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el aumento de los ingresos no tributarios no petroleros, debido al incremento registrado en el rubro de aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 119.1 mmdp.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Un hallazgo que vale la pena destacar: desde 2015 se observa una menor dependencia de los ingresos petroleros en las finanzas públicas. Éstos han pasado de representar más del 30.0% del total de los ingresos presupuestarios a rozar el 9.9% en el periodo enero-agosto de 2020. A partir de 2015, han ido ganando terreno los ingresos tributarios (ISR, IVA e IEPS).

Sin embargo, aunque la participación de los ingresos tributarios se incrementó en el mismo periodo, desde abril han ido disminuyendo la proporción ganada en los primeros meses del año, fenómeno sin duda relacionado con la pandemia. Pasaron de promediar una recaudación media mensual de 335 mmdp en el primer trimestre del año, a recaudar 283 mmdp de ingresos tributarios promedio en los primeros ocho meses de 2020.

En los dos años que van de la administración de AMLO, para el promedio del periodo enero-agosto se observa una caída de 42.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.7% en la recaudación tributaria. Eso refleja un incremento de tan sólo 1.5% respecto al promedio de ingresos presupuestarios totales, para periodos similares, en el sexenio de EPN. Sin embargo, sí hay un incremento considerable respecto a los periodos iguales de administraciones panistas, a pesar de la bonanza petrolera que tuvo lugar en el sexenio de FCH.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-agosto de 2020, los ingresos totales del Sector Público tienen un avance de 63.5% respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE2021), llevan un avance de 65.2%. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 35.3% respecto a lo aprobado en la LIF y de 43.5% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios presentan un avance de 64.5% respecto a la Ley de Ingresos 2020 (LIF2020) y de 70.0% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros se incrementaron 83.5% respecto a enero-agosto de 2019, presentando un avance de 211.4% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 69.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados en los primeros ocho meses de 2020, descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 4.6% (-169.6 mmdp). Sin embargo, dado que en agosto se sobrepasó la meta mensual en 15.1% (66.9 mmdp), la diferencia en el rezago acumulado disminuyó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.1% por debajo (-121.5 mmdp) de su meta estimada en el calendario.

El IVA tuvo un rezago de 5.3% (-36.1 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 3.6% (-45.9 mmdp) en el mismo ámbito.

A agosto de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.1% (-275.0 mmdp) en relación con lo que se esperaba para este periodo, que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-334.2 mmdp o 53.6% por debajo).

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 211.6% su meta a agosto. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (237.6 mmdp vs. -396.4 mmdp).

Respecto al mismo periodo de 2019, los ingresos presupuestarios del Sector Público disminuyeron en 2.3% (-82.9 mmdp). Por componentes, los ingresos petroleros fueron menores en 38.0 % (-213.3 mmdp) y los tributarios en 0.5%  (-12.2 mmdp). En cambio, los no tributarios no petroleros fueron mayores en 83.5% (159.2 mmdp).

Como resultado de esta pérdida, no existieron ingresos tributarios excedentes para compensar el desplome de los petroleros. Por eso el Poder Ejecutivo, antes de solicitar mayor endeudamiento, ha preferido extinguir los recursos de fideicomisos.

Dentro de los impuestos, el IVA y el ISR se incrementaron en términos reales 1.4% y 1.1%, respectivamente, en comparación con el periodo de enero a agosto de 2019.

Por su parte, en el periodo los ingresos de organismos y entidades bajo control presupuestario directo disminuyeron 2.9% (-16.6 mmdp).

En términos mensuales, en agosto de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una ganancia de 66.9 mmdp (15.1%), respecto al dato aprobado. Sin embargo, se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.1% (-36.4 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros (-38.4 mmdp o una caída de 46.5%).

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 6.0% de su meta estimada en el calendario (-16.5 mmdp), en el mismo periodo.

  • Al desagregarse los ingresos por tipo, llama la atención que de abril a julio no se observaron ingresos excedentes de IVA. Sin embargo, en agosto se observó una ganancia marginal de 0.6% (0.5 mmdp).
  • El ISR tuvo un rezago de 6.5% (-8.8 mmdp).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) tuvieron excedentes considerables: 122.5 mmdp. Esto debido, principalmente, a mayores aprovechamientos por la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), lo que alcanzó para compensar la caída de los petroleros y los tributarios (-52.9 mmdp). De ahí la ganancia de los ingresos presupuestarios totales.

Respecto al dato observado en agosto de 2019, los ingresos totales del Sector Público fueron mayores en 14.6%; los tributarios en 1.6% y los NTNP en 165.5%. Sin embargo, los ingresos petroleros fueron menores en 28.1%.


Análisis del gasto

Enero – agosto 2020

¿Cuánto se gastó en los primeros ocho meses del año?

Hasta agosto, el gasto neto total del Sector Público fue de 3 billones 806 mmdp. De ellos, 2 billones 765 mmdp, el 73%, son del gasto programable; el porcentaje restante (27%) proviene del gasto no programable: 1 billón 094 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó el 12% (422.5 mmdp) del total del gasto observado de enero a agosto de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado hasta el mes pasado. Esta obligación del Gobierno casi se ha duplicado desde agosto de 2014, cuando representó sólo el 6.7%. En efecto, en los últimos ocho años aumentó 82% real. El aumento de esta obligación reduce el espacio fiscal; es decir, el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

El gasto de inversión, un gasto programable, fue de 420 mmdp, lo que representó sólo 11% del gasto neto total. Su participación en el gasto se ha reducido desde 2014, cuando llegó a representar el 18.7%. La inversión distinta de Pemex creció 11.6% real (27.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, y abarcó el 64% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión en Pemex se incrementó 4.6% (6.6 mmdp), respecto al año previo.

Como hemos mencionado en meses anteriores, la Secretaría de Economía apuntala el alza en la inversión física distinta de Pemex. Observamos que en los primeros ocho meses de 2020 el gasto en inversión física se incrementó 9% (34.5 mmdp) en relación con el mismo periodo del año anterior, pero la inversión física distinta de Pemex creció 11.6%.

La Secretaría de Economía por sí misma ejerció el 7.9% (33.6 mmdp) de la inversión física, lo que representa un incremento de 1,059% (30.7 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, es decir, ha gastado 12 veces más. Como ya hemos documentado, este incremento es el resultado de registrar el presupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares como inversión física. Hay que reiterar que el objetivo de este programa no es la creación de activos fijos o bienes duraderos, sino otorgar créditos a microempresarios para que puedan mantener sus negocios durante la contingencia.

También nos llamó la atención que en lo que va del año la Secretaría de Turismo ha gastado en inversión física 13 veces más el presupuesto ejercido en 2019. Hasta agosto gastó 4.1 mmdp, un aumento de 1,224% (3.7 mmdp) con respecto al año anterior. El repentino incremento podría tener origen en la inversión destinada a la construcción del Tren Maya.

Otros ejecutores que contribuyeron al incremento de la inversión pública con respecto al año previo fueron: ISSSTE, 1,438% (2.3 mmdp); IMSS, 368% (3.2 mmdp) y ADEFAS, 125% (3.3 mmdp).

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

Gran parte del presupuesto suele gastarse en los Ramos Generales: 56% (2,113 mmdp) del gasto total. A través de estos ramos el Gobierno Federal da cumplimiento a obligaciones financieras o mandatos legales. Por ello, son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente y que no se pueden recortar fácilmente; hacerlo puede implicar refinanciamientos o la aprobación de reformas. Entretanto, los Ramos Administrativos o Secretarías ejercieron el 21% (805 mmdp).

Los Ramos Autónomos, por su parte, gastaron sólo 2% (75 mmdp) del presupuesto. Su participación en el gasto es poco significativa; con todo, a estos ramos se les han aplicado mayormente las medidas de austeridad. Así, dada su baja participación en el gasto, las medidas no tendrán un efecto sustantivo en el tamaño o composición del mismo, pero sí pueden afectar su operación y cumplimiento de objetivos.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a junio de 2020?

El gasto neto total tiene un avance de 62.3% respecto a su meta anual aprobada y 63% respecto a la meta estimada por la SHCP en los Criterios Generales de Política Económica 2021. Si no tomamos en cuenta las transferencias a Pemex, tiene un avance menor: de 61% respecto a la meta anual aprobada en el PEF.

El gasto programable del Sector Público tiene un avance de 62.7% respecto a su meta anual de gasto aprobada; respecto a la meta estimada con la actualización de finanzas públicas es de 61.8%.

El gasto no programable del SP tiene un mayor avance: de 56.4% respecto a su meta anual de gasto aprobada, y respecto a la meta estimada tiene un avance de 61.6%.

La inversión física pública del SP tiene un avance, en relación con su meta aprobada, de 64%, mientras que el costo financiero presenta un avance del 61% respecto a su meta aprobada y respecto a la actualizada este mes.

Por ejecutores de gasto, son los Ramos Administrativos los que tuvieron el mayor avance respecto a las metas anuales de gasto aprobadas: 70.1%. Los Ramos Autónomos se encuentran más rezagados con respecto a la meta anual; su avance es de 54%.

El gasto neto del Sector Público mantuvo un subejercicio de enero a agosto, en relación con el gasto aprobado, de 6.2% (-250.4 mmdp).

Al analizar por separado qué ramos subejercieron y cuáles sobrejercieron, obtenemos lo siguiente…

El sobrejercicio del gasto público se distribuyó de la siguiente manera:

  • Economía: 993% (32.3 mmdp)
  • Bienestar: 16% (19.15 mmdp)
  • Turismo: 115% (3.23 mmdp)
  • Energía: 5% (2.58 mmdp)
  • Salud: 2% (1.91 mmdp)
  • Gobernación: 31% (1.03 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 8% (0.48 mmdp)
  • Trabajo y Previsión Social: 1% (0.08 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 1% (0.08 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 28% (0.04 mmdp)

El subejercicio se distribuyó de la siguiente manera:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-72.52 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -10% (-44.01 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -9% (-30.59 mmdp)
  • Deuda Pública: -9% (-29.75 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -20% (-21.52 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -2% (-12.47 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -2% (-11.7 mmdp)
  • Aportaciones a Seguridad Social: -1% (-10.32 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -30% (-10 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -3% (-9.79 mmdp)

Dentro de los Ramos administrativos, ocho ejecutores de gasto sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. Destacaron dos ramos con un gasto mayor al 100% de su meta aprobada en el periodo:

  • Economía: 1,169% (31.4 mmdp)
  • Turismo: 114% (2.7 mmdp)

Como ya hemos descrito, en estos ramos el gasto de inversión física fue mayor a lo previsto en el calendario de gasto.

En relación con el presupuesto aprobado, en los primeros ocho meses observamos los siguientes avances por tipo de ejecutor:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 10.7% (-81.4 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-161.8 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 19.5% (-18.1 mmdp)
  • Ramos Administrativos: sobreejercicio de 3.9% (30.0 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.9% (-81.5 mmdp)

De los Ramos Generales, casi todos los ejecutores gastaron menos de lo planeado. El Ramo 25 (Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos) tuvo el mayor subejercicio con respecto a su meta a agosto: 30.4% (-10.1 mmdp).

Veamos ahora el ejercicio de gasto de las Empresas Productivas del Estado. Pemex ejerció 11.3% menos de lo previsto en su meta en el periodo enero-agosto (-50.8 mmdp). La CFE también tuvo un subejercicio de 9.9% (-30.6 mmdp).

La CNDH continúa acumulando subejercicios. De enero a agosto ejerció 37.8% menos de lo aprobado, le sigue el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), con 35.2%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en agosto 2020?

El subejercicio del gasto en agosto fue mayor al observado en el mes previo: su tamaño se triplicó en relación con los observado en julio. El gasto total en agosto fue de 367.9 mmdp, 15% por debajo de su meta mensual (-64.8 mmdp).

En agosto el subejercicio fue mayor con respecto al mes pasado, tanto en el gasto programable como en el no programable. El gasto programable del SP en el mes de agosto (285.7 mmdp) se rezagó 13.8% (-45.7 mmdp). En este mes la inversión física exhibió el mayor subejercicio en lo que va del año; de los 62.6 mmdp que se tenía planeado gastar sólo se ejercieron 43.3 mmdp, el resultado es un subejercicio de 30.8% (19.3 mmdp). En agosto, la inversión física hila tres meses consecutivos de subejercicios.   

El costo financiero del Sector Público en julio de 2020 fue de 30.3 mmdp. En relación al gasto planeado en el mes, se observó un subejercicio de 7.8% (-1.7 mmdp).

En el mes de agosto, sólo los Ramos Autónomos tuvieron un mayor gasto con respecto a lo aprobado en dicho mes (6% o 0.57 mmdp). El Inegi ejerció 32.9% (0.04 mmdp) más de lo previsto; le siguió el Poder Judicial con 22.9% (1.25 mmdp). No obstante, entre todos estos ramos fue el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) el que presentó el mayor subejercicio: 42.7% (-0.06 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado tuvieron el mayor subejercicio en el mes: 25.1% (-21.3 mmdp). Por separado, Pemex tuvo un subejercicio de 14.4% y CFE de 38.8%.

En los Ramos Administrativos el subejercicio fue de 16% (-11.1 mmdp). Quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (263.6%), la Secretaría de Economía (160.6%) y la Secretaría de Turismo (126.7%). En contraste, las Entidades no Sectorizadas reportaron un subejercicio de 57.0%; le siguió Presidencia con un recorte de 56.8% y la Secretaría de Bienestar, al no ejercer 48.9% de lo previsto.

De los Ramos Generales todos los ejecutores tuvieron un subejercicio en agosto. El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 48.3% (-2.3 mmdp). Por concepto de Aportaciones Federales no se ejerció el 3.7% (-3.7 mmdp).

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 2% (-1.88 mmdp).


Análisis de la Recaudación Federal Participable

De enero a agosto de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 151 mmdp, lo que representó una disminución de -10.3% (-245.7 mmdp) con respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-4.6%) y petroleros (-52.7%). Desde el mismo periodo de 2009, en el que se registró una caída de -20.0% anual, no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.9%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (8.6%).

La reducción en la RFP en los primeros ocho meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en estos renglones:

Ingresos tributarios (-4.6%):

  • Automóviles nuevos (-21.6%)
  • Tenencia (-22.5%)
  • Comercio exterior (-16.6%)
  • Derechos a la minería (-10.7%)
  • ISR (-6.5%)
  • Producción y servicios (-3.6%)
  • IVA (-2.6%)

Ingresos petroleros (-57.2%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-57.2%).

Durante agosto de 2020, la RFP fue de 235.1 mmdp, menor en 16.2% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-10.1%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-65.4%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado sumó 1 billón 215.7 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 8.3% (-109.7 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 325.4 mmdp y una caída de 4.3%. Con ello se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales. Desde 2014 no se observa un incremento considerable en los recursos del gasto federalizado, cuando se reportó un crecimiento de 11.3%.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-agosto de 2020 fue resultado de una disminución en tres de sus componentes: Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-74.5%), Subsidios (-3.9%) caída que se debió a una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, y Participaciones-Ramo 28 (-9.8%), debido a una menor RFP.

Entre periodos similares de 2016 y 2018 hay un estancamiento en el comportamiento de los recursos del gasto federalizado. Para el mismo periodo de 2020 presentan niveles similares a los de 2012 y 2013; es decir, se observa un retroceso de siete años.

Los recursos del gasto federalizado ascendieron a 132.7 mmdp en agosto de 2020, registrando una caída anual de 12.3%, debida a menores recursos en las Participaciones (Ramo 208), en los Subsidios y en Los Convenios de Descentralización y Reasignación. El único de sus componentes que presentó un incremento —real anual— fue el Ramo 33-Aportaciones Federales (3.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a agosto de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 582.5 mmdp, 63.2 mdp por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (645.7 mmdp), lo que se reflejó en una disminución anual de 9.8%, resultado principalmente del deterioro de la economía que se reflejó en una menor RFP. Desde la caída de 21.6% en 2009, no se observaban variaciones tan negativas en periodos similares.

Las cinco entidades federativas más afectadas por la disminución en los recursos que se reciben a través de las Participaciones Federales fueron: Campeche -18.1%, Guanajuato e Hidalgo -14.4% cada uno, y Morelos y Puebla, -13.9% cada uno. El único estado que recibió mayores recursos vía Participaciones fue Colima (5.1%).

El panorama para las entidades federativas y municipios es sombrío, ya que sus recursos no etiquetados para la cobertura de sus necesidades de gasto corriente, pago de deuda y obra pública, entre otros, se han ido disminuyendo a lo largo de 2020.

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros ocho meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 518.4 mmdp, lo que significó un aumento de tan sólo 1.0% (5.3 mmdp) respecto a enero-agosto de 2019. Por componentes, cuatro de sus ocho fondos presentaron crecimientos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.4%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%) y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (1.5%), mientras que el Fondo de Aportaciones Múltiples-FAM observó un incremento marginal de 0.2%.

 Las cinco entidades federativas con los mayores crecimientos en el periodo referido fueron: Ciudad de México (3.7%), Aguascalientes (3.1%), Tabasco (3.0%), Chiapas (2.7%) y Tlaxcala (2.5%). Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur (-2.8%) e Hidalgo (-1.0%).

El desarrollo regional del país en salud, combate a la pobreza, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades federativas y municipios, así como seguridad pública, seguirá rezagado por los menores recursos recibidos a través de estas transferencias etiquetadas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante los primeros ocho meses del año?

El Balance Primario se encontró por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 155.3 mmdp. El programado era un superávit de 74.1 mmdp.

La posición del Balance Público presentó un deterioro en comparación con la observada en meses anteriores, pero se encontró por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-agosto de 2020: fue de -275.0 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -375.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -122.0 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP, fue de -487.9 mmdp a agosto de 2020, o -3.2% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en agosto.

Es importante resaltar que el Gobierno no ha recurrido a endeudamiento adicional al autorizado por el Congreso, y que más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 responde a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.5 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) al mes de agosto sumó 12 billones 037 mmdp de pesos. Es decir, se incrementó en 8.3% o 920 mmdp respecto a agosto de 2019. Esto sucedió, en parte, por la depreciación en 9.1% del tipo de cambio al cierre de agosto 2020, cuando éste se determinó en 21.89 pesos por dólar al cierre de mes —en agosto de 2019 fue 20.07 pesos por dólar[2]—. En efecto, más del 62% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

El SHRFSP representó el 52.1% del PIB a agosto de 2020, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la caída de 18.7% que presentó el PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables. Nos ayuda a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020. Sin embargo, distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— prevén escenarios de una contracción económica de 9.8% a 11.2% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades. Detrás de una mayor caída en la actividad económica está una mayor pérdida de puestos de empleo y empresas sin solvencia o quebradas, que causan un menor pago de impuestos por consumo e ingreso.

Producción de petróleo

La producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,634 miles de barriles diarios (mbd) en agosto de 2020, lo que significó una reducción de 3.3% con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a agosto (1,677 mbd) fue 14.0% (-274 mbd) menor a la aprobada en el Presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), se encuentra 3.8% por debajo (-67 mbd).

Precio del petróleo

En los primeros ocho meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 33.9 dólares por barril[3]. Ésta se ubicó, también en promedio, 2.0% por debajo (0.7 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. El escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en agosto, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la construcción pública

Continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[4]) al mes de julio 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Se consideraron los aprovechamientos provenientes de recuperaciones de capital reportadas en Estadísticas Oportunas de la SHCP.

[2] Cifras obtenidas a partir del tipo de cambio para solventar obligaciones publicado por Banxico en: https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=6&accion=consultarCuadro&idCuadro=CF102&locale=es

[3] Fuente, promedio de las cifras reportadas en https://www.banxico.org.mx/apps/gc/precios-spot-del-petroleo-gra.html

[4] Últimos Doce Meses


Números de Erario: gasto en salud de enero a agosto de 2020

Tras ocho meses de 2020, el cambio de tendencia se ha ‘asentado’, aunque moderadamente. Es decir, si en el primer semestre del año el gasto funcional[1] en salud fue 1.7% menor al mismo periodo del año anterior; y de enero a julio fue 3.4% mayor bajo la misma comparación, ahora observamos que de enero a agosto este gasto acumulado es 3.6% mayor al realizado en 2019. Pero pongamos las cosas en perspectiva: a pesar de la presión excepcional sobre los servicios de salud causada por la pandemia por covid-19, el gasto erogado en este periodo ha sido muy similar e incluso menor al observado entre 2012 y 2019.

De hecho, dos de las principales instituciones de salud, el IMSS y el ISSSTE, han gastado menos de lo calendarizado hasta agosto. Sólo la Secretaría de Salud reportó un gasto 2.4% mayor al aprobado.

A pesar de los recortes en el gasto total, tanto el ISSSTE como la Secretaría de Salud han priorizado el gasto en inversión física —el rubro donde se registra el gasto en infraestructura y equipo médico—. Hasta agosto, este gasto para el ISSSTE fue 160% mayor a lo aprobado, y 6% en el mismo sentido en Salud. Por otro lado, a pesar de que el gasto en inversión física realizado por el IMSS en marzo y abril superó con creces lo aprobado, en el periodo acumula un subejercicio de 82%.

En un mes se publicará el informe trimestral; en él sabremos con certeza qué rubros del gasto para estas instituciones han tenido recortes, al tiempo que el gasto en inversión física se ha impulsado. Además, analizaremos a detalle en qué se ha invertido.

¿Cómo avanza el gasto funcional en salud de enero a agosto?

Hasta agosto de 2020 se han ejercido 363.9 mmdp a través del gasto funcional en salud. Hay un avance de 53.5% con respecto al presupuesto anual[2].

En los primeros ocho meses del año se gastó 3.6% (12.7 mmdp) más que en el mismo periodo del año anterior; aun con la pandemia el gasto observado en este periodo no es mayor al realizado en años anteriores. De hecho, se encuentra por debajo de lo ejercido en 2017 y 2018.

¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud[3] de enero a agosto?

Mes con mes damos seguimiento a los recursos desembolsados por los ejecutores de gasto en salud, ya que no es posible dar seguimiento directo al gasto funcional por ejecutor. Así, en este apartado analizamos el gasto de cada ejecutor sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el IMSS y el ISSSTE[4].

Los ejecutores de salud han ejercido 392.5 mmdp hasta agosto. Hay un subejercicio de 4% (-16.4 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado, a pesar de que el gasto es 3.2% (12.1 mmdp) mayor al del año anterior. 

A pesar de que faltan cuatro meses para cerrar el año, la Secretaría de Salud sólo ha ejercido 49% del presupuesto anual. En contraste, el IMSS, el ISSSTE y el FASSA[5] han ejercido más del 50% de su presupuesto anual.

Durante estos ocho meses, el gasto en salud se distribuyó de la siguiente manera:

  • Este mes, el IMSS presentó el mayor subejercicio. Gastó sólo 181.9 mmdp de los 192.3 mmdp aprobados para el periodo. Es decir, reportó un subejercicio de 10.3 mmdp; el equivalente a 5% del presupuesto.
  • Otra de las instituciones con un gasto menor al calendarizado fue el ISSSTE: ejerció sólo 62.8 mmdp. Eso es 9.1 mmdp por debajo de la meta establecida; el subejercicio acumulado es de 12.8%.
  • La Secretaría de Salud gastó por arriba de la meta establecida en el periodo. Los 82.4 mmdp erogados fueron 2.4% (1.9 mmdp) mayores que el gasto aprobado.
  • Entretanto, las entidades federativas recibieron en el periodo recursos por arriba de lo aprobado. Las transferencias a través del FASSA acumularon un gasto de 65.4 mmdp, o 1.8% (1.1 mmdp) más recursos de lo previsto.

¿Cómo avanzó el gasto del sector salud específicamente en agosto?

Para este mes se calendarizó un gasto de 57.4 mmdp en las instituciones de salud. No obstante, los recursos erogados fueron 9.4% menores a la meta (-5.4 mmdp). Se ejercieron sólo 52.1 mmdp, aunque con respecto al mismo mes del año pasado se observa un incremento de 5% (2.5 mmdp).

Por ejecutor, el gasto de agosto se desagrega de la siguiente manera:

  • La Secretaría de Salud no gastó el 32.7% (-5.4 mmdp) de los 12.8 mmdp aprobados. Desde abril esta secretaría presenta recortes en el gasto; con la excepción de julio, mes en que ejerció 0.1% por arriba de lo aprobado.
  • El IMSS no ejerció 7.1% (-2.1 mmdp) del presupuesto aprobado, que ascendió a 29.3 mmdp.
  • Las transferencias del FASSA este mes se encontraron 1.8% por debajo de lo aprobado (-0.1 mmdp).
  • El ISSSTE fue el único ejecutor con un sobrejercicio: ejerció 12.7% (1 mmdp) más que el gasto mensual aprobado.

¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física?

Gasto acumulado a agosto

La inversión física en salud —que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones— se encuentra por debajo de la meta establecida. Para el periodo enero a agosto, se aprobaron 12.5 mmdp en inversión física; el subejercicio abarcó 2.4 mmdp (-19.6%) e hiló dos meses consecutivos de recortes.

El gasto planeado en inversión física excedía por mucho lo ejercido en el mismo periodo cada año a partir de 2013 —es importante notar que esta ‘alta meta’ de gasto se fijó incluso sin tener en mente la pandemia—. Y, de hecho, el gasto ejercido este año ha sido también mayor al observado desde 2013. Pero, de nuevo, ampliemos el contexto: en los últimos siete años este gasto se ha quedado muy por debajo de lo ejercido en 2011 y 2012.

Con respecto a la meta anual, el gasto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE tuvo un avance de 50.8%. Faltan por ejercer 9.7 mmdp. En relación con la meta anual de inversión física, el IMSS presenta el mayor rezago: ha ejercido sólo 32% en los primeros ocho meses del año. En el extremo se encuentra el ISSSTE, institución que excede el presupuesto anual en 33.6%. La Secretaría de Salud reporta un avance anual de 67%.

El gasto acumulado en inversión física de enero a agosto se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE acumuló un gasto de 2.4 mmdp, el cual es 34% (0.6 mmdp) mayor al aprobado en el año.
  • En el periodo de análisis, la Secretaría de Salud ejerció 3.5 mmdp. Este gasto es 14% (0.44 mmdp) mayor a lo calendarizado hasta agosto.
  • Destaca el hecho de que el gasto acumulado del IMSS se encuentre 51% (-4.2 mmdp) por debajo de lo planeado originalmente en el periodo. De los 8.3 mmdp aprobados, este instituto sólo ejerció 4.1 mmdp.

Gasto en agosto

En agosto se aprobó un gasto de 4.4 mmdp en inversión física, pero se ejercieron sólo 2.0 mmdp, es decir, un gasto 55% menor (-2.45 mmdp). No obstante, y de forma similar a lo que describimos para el acumulado, el gasto ejercido es mayor a lo erogado en los últimos siete años.

En este mes, el ISSSTE y la Secretaría de Salud gastaron en inversión física por encima de lo aprobado: 160% y 6%, respectivamente.

El IMSS no ejerció 82% del presupuesto aprobado; esta institución hiló tres meses consecutivos con recortes, lo cual contrasta con los sobrejercicios de marzo y abril.


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional. Tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[4] Pero en este gasto sí se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.

[5] Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud. Son recursos aportados a las entidades federativas.

Subsidios con Reglas de Operación: buenas noticias (a medias)

Esta historia se remonta al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020. En aquel entonces prendimos las alarmas porque advertimos que la mayor parte del gasto (64%) en subsidios y transferencias —las mayores herramientas de política social del Gobierno— se proponía dirigir a programas sin Reglas de Operación (ROP), es decir, que no están obligados a regular su diseño y que le abren la puerta, por tanto, a la discrecionalidad y al riesgo de corrupción.

Esta circunstancia llamó la atención del Congreso. En el dictamen del Presupuesto 2020 se estableció que 11 programas prioritarios de ‘otros subsidios’ (U) —que no es otra cosa que la forma de clasificar a los subsidios que no están sujetos a ROP— ‘siempre sí’ deberían contar con estas reglas[1].

Así, en el PPEF 2021 estos 11 programas ya integran este cambio de modalidad y contribuyen a que el presupuesto total en programas de subsidios sujetos a ROP (clasificación S) sea mayor al de programas de ‘otros subsidios’.

Programas ganadores, perdedores y… problemáticos

Para 2021 se consideran 46 programas de subsidios sujetos a ROP, con un monto que asciende a 375.2 mmdp, lo que refleja un incremento de 0.4% (3.9 mmdp) con respecto a lo aprobado en 2020. Además, se asigna a 28 programas de ‘otros subsidios’ un presupuesto de 272.3 mmdp, monto que disminuye 5.8% (-16.8 mmdp) con respecto a lo aprobado y 14.7% (46.9 mmdp) con respecto a lo estimado al cierre de 2020[2].

Sin duda es una buena noticia que se asigne un mayor presupuesto a los programas con ROP, ya que éstas permiten juzgar su desempeño, mejorar su diseño y exigir la rendición de cuentas. Vean en la siguiente gráfica cómo comienza a revertirse una preocupante tendencia transexenal.

No obstante, nos preocupa que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)[3] encontrara deficiencias en el diseño, en los manuales de operación y las estructuras operativas de 17 programas prioritarios. En este grupo se incluyen los 11 programas que tuvieron el cambio de modalidad; algunos de ellos aumentarán su presupuesto en 2021.

Uno de estos programas es el de Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos, el cual atiende con un mismo instrumento dos problemas y dos objetivos distintos, que se contraponen. La evaluación identifica que el doble objetivo general ocasiona que los recursos del programa se dispersen, lo que pone en riesgo su cumplimiento. No obstante, en 2021 el presupuesto de este programa será de 10,962 mdp: aumenta 25.8% (2,245 mdp) con respecto al cierre estimado de 2020.

De igual manera, el programa de Pensión para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente presenta deficiencias en su diseño, originadas principalmente, dice el Coneval, en la identificación parcial del problema a atender[4], además de no contar con una línea base[5]. En 2019 este programa sólo cubrió al 14.1% de su población objetivo. A pesar de estas observaciones, en 2021 tendrá un aumento de 5.4% (788 mdp) en su presupuesto, con respecto a lo estimado al cierre de 2020.

Pero ampliemos el cuadro. En la siguiente gráfica se pueden identificar algunos programas prioritarios de subsidios y ‘otros subsidios’ que se incluyen en el Anexo 26 del PPEF 2021 —es el anexo que agrupa a los principales programas de gobierno para 2021—. En conjunto su presupuesto asciende a 530,038 mdp, y representa el 82% del presupuesto total de estos programas. De los 29 programas, sólo cuatro no están sujetos a ROP y representan 34% del total del presupuesto de los programas prioritarios.

He aquí la lista de ganadores, es decir, los programas de subsidios que tienen mayores aumentos respecto al cierre estimado de 2020 son:

  • La Escuela es Nuestra: 63.8% (4,783 mdp)
  • Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior: 13.1% (3,834 mdp)
  • Programa de Mejoramiento Urbano (PMU): 56.8% (3,029 mdp)
  • Programa de Vivienda Social: 171.9% (2,623 mdp)
  • Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos: 25.8% (2,245 mdp)
  • Jóvenes Escribiendo el Futuro: 27.9% (2,218 mdp)
  • Producción para el Bienestar: 19.5% (2,202 mdp)
  • Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores: 1.2% (1,659 mdp)
  • Fortalecimiento de los Servicios Estatales de Salud: 1,614.9% (1,553 mdp).
  • Becas de posgrado y otras modalidades de apoyo a la calidad: 14.9% (1,552 mdp)

Los perdedores —los programas de subsidios que tienen mayores recortes respecto al cierre estimado de 2020— son:

  • Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares[6]: -94.7 (-28,352 mdp)
  • Atención a la Salud y Medicamentos gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: -8.7% (7,128 mdp)
  • Jóvenes Construyendo el Futuro: -20.0% (-5,137 mpd)
  • Subsidios a las Tarifas Eléctricas:  -3.3% (-2,380 mpd)
  • Agua Potable, Drenaje y Tratamiento: -39.4% (-1,347 mdp)
  • Programa Nacional de Reconstrucción: -49.2% (-1,098 mdp)
  • Programa de Microcréditos para el Bienestar: -40.0% (-999 mdp)
  • Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria: -22.6% (-943 mdp)
  • Programa de Apoyo al Empleo (PAE): – 92.3% (-668 mdp)
  • Subsidios por cáncer IMSS y ayudas a guarderías ABC: -93.4% (-482 mdp)

Recortes sensibles, a la vista de la pandemia

Dentro de los programas con recortes que se proponen para el Presupuesto 2021, se encuentran programas que en el contexto de la emergencia sanitaria por covid-19 están destinados a favorecer a la población en condiciones de vulnerabilidad, de acuerdo con el informe Consideraciones para el proceso presupuestario 2021 del Coneval. Destacan los siguientes:

1. El Programa de Apoyo al Empleo (PAE), que es relevante porque atiende a los grupos vulnerables en el contexto de la emergencia sanitaria. Este programa brinda apoyos para la inserción laboral y de capacitación, lo cual permite aumentar los ingresos de los beneficiarios. Además, hay evidencia que sugiere que este programa aumenta la probabilidad de que sus beneficiarios cuenten con un empleo formal con seguridad social. Un recorte en su presupuesto, cuando se pronostica que la crisis aumente la población ocupada en el mercado informal, afectaría más a este sector de la población.

2. Otro programa que presenta recortes es el programa de Agua Potable, Drenaje y Tratamiento. Es importante porque contribuye a reducir la carencia por acceso a servicios básicos en las viviendas, a través de la construcción de infraestructura en los municipios, principalmente de agua potable y alcantarillado. Recordemos que la pandemia hace necesario que se tomen medidas de higiene, tales como el lavado de manos. Sin embargo, en el país se estima que 10.5 millones de familias no cuentan con agua potable diariamente.


[1] Los programas son: Microcréditos para el Bienestar, Pensión Para el Bienestar de las Personas con Discapacidad Permanente, Sembrando Vida, Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos, Crédito Ganadero a la Palabra, Fertilizantes, Producción para el Bienestar, Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, Jóvenes Escribiendo el Futuro, Jóvenes Construyendo el Futuro y el Programa Nacional de Reconstrucción.

[2] Al segundo semestre de 2020, de acuerdo con el Segundo Informe Trimestral de la SHCP al Congreso de la Unión, el presupuesto destinado a programas de “otros subsidios” incrementó 10% (30.1 mmdp) y el presupuesto anual pasó de 289.1 mmdp a 319.2 mmdp.

[3] Evaluaciones de Diseño con Trabajo de Campo a 17 Programas Prioritarios de Desarrollo Social 2019 – 2020

[4] De acuerdo con el Análisis de los programas prioritarios al primer año de la Administración 2018 – 2024

[5] La línea base de un programa permite contar con la información necesaria para evaluar el impacto del programa en el problema público que busca atender.

[6] El Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares es un programa de crédito que buscar apoyar a micronegocios familiares y trabajadores por cuenta propia ante las afectaciones del COVID-19 que se crea en abril de 2020.

Gasto federalizado: la pérdida de recursos

El Paquete Económico 2021 cobra relevancia por la situación económica que embarga al país, resultado, en parte, de la crisis sanitaria derivada del covid-19. Pérdida de empleos, cierre de empresas, deterioro de las finanzas familiares: la calidad de vida de la población está en riesgo. Y lo seguirá estando el próximo año, dadas las perspectivas. Pero afinemos la mirada: ¿en qué condiciones los gobiernos locales —que marcan la primera ‘línea de amortiguamiento’ del golpe— enfrentarán este panorama

El optimismo en torno al escenario macroeconómico por parte del Gobierno federal —que redunda en una sobrestimación de los ingresos presupuestarios para el siguiente año—, no se ve reflejado en el gasto federalizado, es decir, en la bolsa de recursos que el Gobierno envía a estados y municipios a través de transferencias y otros conceptos. Al contrario: en el PPEF 2021 recibe un impacto negativo en sus componentes

El gasto federalizado se compone de los recursos que el Gobierno federal transfiere a las entidades federativas y municipios por medio de participacionesaportaciones federalessubsidios y convenios. Dichos recursos pretenden cubrir carencias en las haciendas locales. Se compone de Participaciones Federales (Ramo 28), Aportaciones Federales (Ramo 33), Previsiones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos (Ramo 25 ), Provisiones Salariales y Económicas (Ramo 23) y Convenios de Descentralización.

(En esta infografía puedes conocer a detalle y de forma sencilla cómo funciona la distribución de dinero a estados y municipios)

Pues bien, los recursos estimados para el gasto federalizado, y que podrían ser ratificados por el Congreso, son 5.5% menores a los aprobados en 2020. Por componentes, las mayores disminuciones se observan en el Ramo 23 (41.8%) y en los Convenios de Descentralización (23.1%).

Por su parte, las Participaciones caen 6.4%, resultado de una Recaudación Federal Participable (RFP) que es menor en 4.5% —la RFP es la ‘bolsa’ de recursos que recauda la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros, y que nutre en gran medida a las Participaciones que reciben los gobiernos locales—. Además, las Aportaciones Federales se redujeron 1.0%, respecto al dato aprobado en 2020.

(Todos estos conceptos, ramos, fondos y aportaciones, los explicamos un poco más adelante, en la sección que los analiza por separado.)

Pongámoslo en pesos. La SHCP espera que los recursos aprobados en 2021 para gasto federalizado asciendan a 1 billón 867.3 mmdp; en 2020 se aprobaron 1 billón 975.3 mmdp. Es decir, la reducción es de 107.9 mmdp, de los cuales 62.4 mmdp se le disminuirán al Ramo 28 (Participaciones), 30.2 mmdp a los Convenios de Descentralización, 7.7 mmdp a las Aportaciones Federales, 6.6 mmdp al Ramo 23 y 1.1 al Ramo 25 (Previsiones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos).

Es un escenario muy comprometido. Es de esperarse que los gobiernos de las entidades federativas y los municipios deban tomar medidas para cubrir esta pérdida de estos recursos, que se suma a las pérdidas económicas por una caída en la recaudación de ingresos propios, propia de esta temporada de emergencia.  

Analicemos los componentes, uno por uno.


Las Participaciones Federales (Ramo 28): el rubro con la mayor reducción en sus transferencias

El Ramo 28 está integrado por recursos que se transfieren a las entidades federativas y a los municipios de manera proporcional a su participación en la actividad económica y en la recaudación[1]. Es decir, a mejor desempeño, más participaciones; por ello, es un instrumento importante para ‘incentivar’ a los gobiernos locales.

Estos recursos tiene otra característica reseñable: son de libre administración, es decir, los estados y municipios son responsables de decidir en qué y cómo se gastan, según sus marcos jurídicos y normativos. Sin embargo, su destino usual es la cobertura de las necesidades de gasto corriente —servicios personales y recursos materiales— de los gobiernos locales y, en menor medida, el pago de deuda y de obra pública.

Pues bien, las Participaciones Federales son el rubro más afectado del gasto federalizado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, por su disminución en términos absolutos respecto al dato aprobado en 2020 (-64.4 mmdp), lo que equivale a una caída de 6.4% en términos reales. ¿La razón? Como ya dijimos, una menor Recaudación Federal Participable (RFP), principalmente.

A partir de la sobrestimación en el crecimiento económico —que se revela al comparar la proyección de SHCP para 2021 (4.6%), con la del Fondo Monetario Internacional (3.3%)—, en México Evalúa estimamos una caída en la RFP y en el Ramo 28 de aproximadamente 40.1 mmdp y 11.2 mmdp, respectivamente. Es decir, los recursos recibidos vía Participaciones en 2021 alcanzarían los 910.2 mmdp: serían 1.3% menores a los estimados en los CGPE 2021 (921.4 mmdp). Por su parte, la RFP ‘quedaría’ en 3 billones 052.3 mmdp.

Para 2020, con una caída del PIB de dos puntos porcentuales mayor a la estimada por la SHCP (-8.0% vs. -10.5%), las participaciones podrían cerrar el año en 788.1 mmdp, en lugar de los 865.2 estimados por la SHCP.

Si se compara el dato aprobado contra el observado, desde 2013 no se presentaban menores transferencias al cierre.

El Ramo 28 se compone de 11 fondos. Veamos qué sucede con los principales. En términos absolutos, la mayor caída en las Participaciones se observa en el Fondo General[2], con 31.0 mmdp menos respecto al dato aprobado en 2020, quedando en 672 mmdp. Le siguen, en orden descendente, las caídas de los Incentivos Económicos[3] por 16.7 mmdp e ISAN y Fondo de Compensación del ISAN[4] por 3.6 mmdp, entre los más significativos. 

En términos de variación porcentual, las mayores caídas se observan en el ISAN y Fondo de Compensación del ISAN (26.0%); Fondo de Extracción de Hidrocarburos[5] (21.5%); Participaciones para municipios exportadores de hidrocarburos[6] (19.6%) e Incentivos Específicos del IEPS[7] (17.9%).

Los recursos del Ramo General 28, como hemos dicho, no están etiquetados, es decir, no tienen un destino específico en el gasto de los gobiernos locales. Su carácter principal es el resarcimiento o la compensación. Entonces, si los recursos asignados para este Ramo son proporcionales a la participación de las entidades en la actividad económica y la recaudación, la afectación para ellas será directa, dada la crisis actual.

La clave para las entidades federativas y municipios, en el tema de las Participaciones, está en la generación de incentivos para incrementar su esfuerzo recaudatorio local. Un punto esencial es el impulso a la recaudación coordinada del impuesto predial, con la finalidad de incrementar la eficacia en su cobro.


Para 2021, las Aportaciones Federales (Ramo 33), presentan una caída de 1.0% respecto a los recursos aprobados en 2020

Las Aportaciones Federales están ligadas a la ejecución de las actividades relacionadas con áreas prioritarias para el desarrollo nacional, como la educación básica y normal, salud, combate a la pobreza, asistencia social, infraestructura educativa, fortalecimiento de las entidades federativas y, para los municipios y demarcaciones territoriales de la Ciudad de México, seguridad pública, educación tecnológica y de adultos. Su objetivo, para simplificar, es fortalecer la capacidad de respuesta de los gobiernos locales y municipales en los rubros mencionados.

En el Presupuesto de Egresos 2021 se propone un monto total de 777.8 mmdp para el Ramo 33, 7.7 mmdp por debajo del monto aprobado en 2020 (785.6 mmdp), lo que se traduce en una caída de 1.0% en términos reales. ¿La explicación? A cada uno de estos fondos se les asignó un 4.5% menos de recursos: Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios (Fortamun)[8], de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS)[9], de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF)[10] y de Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM)[11]. Para el Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP)[12] hay una caída de 0.02%. 

En contraposición, las transferencias al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA)[13] se incrementaron 2.4%; las del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA)[14] lo hicieron en 2.4% y las del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto de Operación (FONE)[15] en 0.3%, todo con respecto al monto aprobado en 2020.

La reducción en el Fortamun, FAIS y FAFEF equivale a 10.2 mmdp, e implica menos recursos para desarrollo regional, esto es: saneamiento, registros públicos y sistemas de recaudación, así como el financiamiento de obras y acciones en materia de infraestructura que ayuden a combatir la pobreza extrema y el rezago social.

En materia de Seguridad Pública prácticamente no hubo cambio en los recursos (-0.02%).

Llama la atención el caso del FASSA, en materia de salud. Este fondo tiene el objetivo de fortalecer medidas que puedan traducirse en bienestar para toda la población sin seguridad social, y que implican el acceso a atención médica de profesionales de la salud y medicamentos gratuitos. Pues bien, con todo y la pandemia que estamos viviendo, un incremento de tan sólo 2.6 mmdp (2.4%), en comparación con el presupuesto aprobado en 2020, luce insuficiente.

Finalmente, las acciones del Ramo 33 en materia de Previsiones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos se complementan con el Ramo 25[16], el cual vio reducidos sus recursos en 1.8% (-1.1 mmdp con respecto al dato aprobado en 2020).


Se propone una disminución de 41.8% real en los Fondos del Ramo 23

El Ramo General 23 es un instrumento de política presupuestaria que permite atender las obligaciones del Gobierno federal, y cuyas asignaciones de recursos no corresponden al gasto directo de las dependencias ni de las entidades. Específicamente este ramo se encarga de las provisiones salariales y económicas para el cumplimiento del balance presupuestario; del control de las ampliaciones y reducciones al presupuesto aprobado, con cargo a modificaciones en ingresos; de la operación de mecanismos de control y cierre presupuestario y de otorgar provisiones económicas a través de fondos específicos a entidades federativas y municipios.

Para 2021 los recursos de este Ramo se destinarán a provisiones salariales y económicas. En 2021 presentan una disminución de 41.8% respecto al monto aprobado en 2020, al pasar de 15.7 mmdp a 9.1 mmdp. Los recursos se destinarán principalmente al Fondo para Entidades Federativas y Municipios Productores de Hidrocarburos (6.9 mmdp), al Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (2.2 mmdp) y a la Provisión para la Armonización Contable (0.05 mmdp).


Menores recursos vía Convenios de Descentralización

¿En qué consisten estos convenios, que no deberían desestimarse? De acuerdo con lo establecido en el Presupuesto, las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal transfieren recursos a las entidades federativas por medio de convenios de coordinación con cargo a sus presupuestos, con el fin de descentralizar funciones o reasignar los recursos correspondientes a programas federales y, en su caso, recursos humanos y materiales.

Pues bien, los recursos para estos Convenios de Descentralización se redujeron en 30.2 mmdp, al pasar de los 130.9 mmdp aprobados en 2020 a 100.7 mmdp en la propuesta de 2021, lo que representa una caída de 23.1% en términos reales.

Para 2021 se eliminaron recursos para los convenios con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Lo mismo sucede con los recursos federalizados asignados a la Protección Social en Salud (Seguro Popular).

También se redujeron recursos a las Secretarías de Educación (-15.5%) y Salud (-48.9%), respecto a los aprobados en 2020.


Nuestras conclusiones

1. El gasto federalizado es una herramienta muy poderosa. Las entidades federativas cuentan con ella para hacer frente a sus carencias. Sin embargo, y a la vista de las cifras que expusimos, éstas necesitan esforzarse más en su recaudación local.

2. La afectación para la recaudación federal participable será mayor en los próximos años, en especial si se considera la sobrestimación en las cifras de la SHCP, por un escenario económico optimista. 

3. En el caso de las Participaciones, al considerarse en la fórmula del Fondo General la recaudación de impuestos y derechos locales contenida en la última cuenta pública oficial, la caída se reflejará en mayor medida en 2022, a pesar de que en los supuestos de finanzas públicas de mediano plazo de los CGPE 2021 se estima que las participaciones aumentan en forma proporcional a la recaudación.

4. La reducción en las aportaciones federales, o Ramo 33, disminuirá la capacidad de los estados y municipios de atender y dar respuesta a las demandas de los habitantes en los rubros de educación, salud, educación, infraestructura básica, fortalecimiento financiero y seguridad pública, programas alimenticios y de asistencia social, e infraestructura educativa.

5. Si en la discusión del Paquete Económico 2021 se realizan ajustes a la baja en los montos de impuestos tributarios y petroleros, se afectaría de manera directa a los recursos del Ramo 28. En el caso del Ramo 33, la afectación caería en los fondos relacionados con el desarrollo regional.

6. Es necesario llamar la atención hacia la caída de recursos para educación y salud, a partir de los Convenios de Descentralización. 


[1] Conforme a lo establecido en la Ley de Coordinación Fiscal, los Convenios de Adhesión al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal y los Convenios de Colaboración Administrativa en Materia Fiscal Federal.

[2] El Fondo General de Participaciones es el componente con más proporción en el Ramo 28, se integra con el 20% de la Recaudación Federal Participable (RFP), y se distribuye a través de criterios de contribución económica y recaudatorios, ponderados por población.

[3] Los incentivos Económicos se componen de dos fondos: a. El Fondo de Compensación del Régimen de Pequeños Contribuyentes y del Régimen de Intermedios: actualización por inflación de la recaudación de 2013 por este rubro; b. El Fondo ISR: las entidades federativas participan al 100% de la recaudación que se obtenga del impuesto sobre la renta, correspondiente al salario del personal que preste o desempeñe un servicio personal subordinado en las dependencias de la entidad federativa, del municipio o demarcación territorial de la Ciudad de México, así como en sus respectivos organismos autónomos y entidades paraestatales y paramunicipales, siempre que el salario sea efectivamente pagado por los entes mencionados con cargo a sus participaciones u otros ingresos locales.

[4] El Fondo de Compensación del Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN) se creó a partir del ejercicio fiscal 2006, con el objetivo de resarcir a las entidades federativas la disminución de ingresos derivada de la ampliación de la exención de dicho impuesto. Las aportaciones para dicho Fondo se determinan y actualizan anualmente en el respectivo Presupuesto de Egresos de la Federación.

[5] El Fondo de Extracción de Hidrocarburos está conformado por los recursos que le transfiera el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo y se distribuye entre las entidades federativas que formen parte de la clasificación de extracción de petróleo y gas, definida en el último censo económico realizado por el Inegi.

[6] Las Participaciones para municipios exportadores de hidrocarburos corresponden a la transferencia del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, destinada a los municipios colindantes con la frontera o litorales por los que se realice materialmente la salida del país de los hidrocarburos.

[7] Incentivos Específicos del IEPS: las entidades federativas participan del 20% de la recaudación que se obtenga por la venta de cerveza, bebidas refrescantes, alcohol, bebidas alcohólicas fermentadas y bebidas alcohólicas, y del 8 % de la recaudación en el caso de tabacos labrados.

[8] Las aportaciones del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (Fortamun) se destinarán al pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua, descargas de aguas residuales, a la modernización de los sistemas de recaudación locales, mantenimiento de infraestructura, y a la atención de las necesidades directamente vinculadas con la seguridad pública de sus habitantes.

[9] El Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS) tiene como principal objetivo contribuir al bienestar social, mediante el financiamiento de obras y acciones en materia de infraestructura que ayuden a combatir la pobreza extrema y el rezago social. Cuenta con recursos equivalentes al 2.5294% RFP, distribuido en dos: el Fondo para la Infraestructura Social de las Entidades (FISE) y el Fondo para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISMDF). La distribución de los Recursos del FAIS se lleva a cabo con base en variables y fuentes de información que se extraen del Presupuesto de Egresos de la Federación 2013, así como de los informes de pobreza multidimensional vigentes a nivel de entidad federativa, publicados por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

[10] Los recursos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) que se transfieran a las entidades federativas se destinan a la inversión en infraestructura física; saneamiento financiero a través de la amortización de la deuda pública, apoyar el saneamiento de pensiones y reservas actuariales; modernización de los registros públicos de la propiedad y del comercio y de los sistemas de recaudación locales y para desarrollar mecanismos impositivos; fortalecimiento de los proyectos de investigación científica y desarrollo tecnológico; sistemas de protección civil en los estados y la Ciudad de México; así como a la educación pública y a fondos constituidos por los estados y la Ciudad de México para apoyar proyectos de infraestructura concesionada o aquéllos donde se combinen recursos públicos y privados.

[11] El Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM) se divide en dos partes: a. Asistencia Social: busca mediante el ejercicio eficiente de los recursos, el mejoramiento de la capacidad y calidad de los servicios de asistencia social en materia de alimentación y salud para favorecer la disminución de las brechas de desigualdad de las personas en condiciones de vulnerabilidad, además del fomento a la salud y bienestar comunitario; b. Infraestructura Educativa: los recursos de este Fondo se destinan a la construcción, equipamiento y rehabilitación de infraestructura física de los niveles de educación básica, media superior y superior según las necesidades de cada nivel.

[12] Los recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública de los Estados y del Distrito Federal (FASP) se destinan a atender las prioridades nacionales determinadas por el Consejo Nacional de Seguridad Pública, las Conferencias Nacionales de Procuración de Justicia, de Secretarios de Seguridad Pública, del Sistema Penitenciario y de Seguridad Pública Municipal.

[13] Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) fortalece las acciones que permiten mejorar la salud de la población sin seguridad social. Es en este sentido que los recursos que reciben los Servicios Estatales de Salud de las 32 entidades federativas a través del FASSA, lo destinan para acciones de prevención, promoción, detección y tratamiento en todos los niveles de atención; atención a la comunidad y a la persona. Para 2021, debido a la emergencia sanitaria por la covid-19 se reforzarán las medidas para el cuidado de la salud de la población.

[14] A través del Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos (FAETA) los estados reciben apoyos económicos complementarios para transferir recursos humanos, materiales y financieros necesarios para la prestación de servicios de educación tecnológica y de adultos.

[15] El Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) apoya a los estados con recursos económicos complementarios para ejercer las atribuciones en materia de educación básica y normal. Los recursos del FONE son destinados para cubrir el pago de los servicios personales correspondientes al personal que ocupa las plazas transferidas a los Estados en el marco del Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, así como los convenios formalizados con los estados y que se encuentran registrados en el Sistema de Información y Gestión Educativa.

[16] La estructura programática del Ramo 25, para el ejercicio fiscal 2021, se encuentra alineada al Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Contribuirá a alcanzar mayores niveles de bienestar social e igualdad en servicios de educación básica y educación normal  en la Ciudad de México.


Las evidencias en torno al Paquete Económico 2021

Por Mariana Campos, Xhail Balam y Lía Álvarez

El Paquete Económico 2021 que la Secretaría de Hacienda presentó a la Cámara de Diputados refleja los estragos de la crisis económica. Al mismo tiempo, presenta estimaciones muy optimistas en torno al crecimiento de la economía, la plataforma de producción de crudo y el precio de la mezcla mexicana de exportación, lo que se traduce en una sobreestimación de ingresos del Sector Público, con una propuesta sobria en el gasto —menor gasto programable y no programable, respecto al cierre estimado de 2020— y mayores niveles de deuda y déficit público.

La siguiente gráfica, que muestra el ‘histórico’ de ingresos y gastos, es la mejor fotografía instantánea del Paquete Económico…

…Sin embargo, a manera de introducción a nuestro análisis segmentado del Paquete Económico 2021, desarrollaremos nuestras principales preocupaciones en 13 incisos: 

1. No hay nuevos impuestos: se ha desechado la política fiscal

No hay rastros de la tan anhelada reforma fiscal. Es decir, el Gobierno no plantea cambios a los impuestos: no propone un mayor esfuerzo para incrementar los ingresos fiscales.

2. Se estira la liga del crecimiento (Hacienda vs. FMI)

Los datos de crecimiento económico de los Criterios Generales de Política Económica (CGPE2021) son muy optimistas, en comparación con el análisis generalizado de los observadores nacionales e internacionales. Para 2021, Hacienda estima un crecimiento de la economía de 4.6%; el consenso entre los analistas del Banco de México —en la encuesta publicada el 1 de septiembre— pronostica un incremento promedio de 3.0%, y el Fondo Monetario Internacional estima un 3.3%. Para 2020, Hacienda estima una caída del PIB de 8.0%; los especialistas de Banxico, de 9.97%, y el FMI de 10.5%. Se tienen tres puntos porcentuales de diferencia entre pronósticos de crecimiento —dos puntos este año y un punto en 2021—.

3. Si se cumple el escenario optimista de crecimiento, tendríamos ingresos para mantener el gasto estable, pero a costa de haber renunciado a la política de gasto contracíclico.

Sin embargo, si sucede el escenario previsto por el FMI, es razonable imaginar un boquete de 100 mmdp en ingresos. De éstos, 68 mmdp se originarían en la subestimación de la caída en 2020. En 2021 serían casi 31 mmdp. Es decir, la mayor parte de la caída se observaría este año.

4. Menor plataforma de producción petrolera respecto a la aprobada en 2020

Son 1,857 miles de barriles diarios (mbd) para 2021 vs. los 1,951 mbd aprobados para este año… Sin embargo, la estimación es mayor a la de 1,744 mbd para el cierre de 2020. Con todo, si la producción petrolera se mantiene en niveles similares al cierre estimado para este año —lo que podría ser más realista—, el Gobierno estaría sobreestimando los ingresos públicos.

5. Menor precio promedio estimado de la mezcla mexicana de exportación

Son 49.0 dólares por barril (dpb) aprobado en 2020 vs. 42.1 dpb en 2021.

6. Menores ingresos del Sector Público Presupuestario

Para 2021 se estiman ingresos por 5 billones 538.9 mmdp. Son inferiores en 174.0 mmdp a los aprobados en 2020 (-3.0% real), y están 27.4 mmdp por debajo de los pronosticados al cierre de este año (-0.5% real). Esta reducción se explica por la caída de ingresos petroleros —debido a la menor producción y precio del petróleo—, y por los menores ingresos no petroleros, asociados a la desaceleración de la actividad económica.

  • Los ingresos petroleros (Pemex y Gobierno Federal) se estiman en 936 mmdp, y presentan una caída de 8.3% con respecto a lo aprobado en 2020. Sin embargo, respecto a los ingresos estimados al cierre aumentarán 13.0%.
  • Se espera una caída de 2.6% en los ingresos tributarios en relación con los aprobados en 2021, para quedar en 3 billones 532.9 mmdp.
  • Los ingresos no tributarios serán de 204.1 mmdp, es decir, 19.3% más que lo aprobado para 2020.

7. Aunque el tamaño del gasto no cambia mucho en pesos constantes, se propone un crecimiento modesto en el gasto en salud y de inversión física

Esto ya lo esperábamos y deseábamos. Ojalá se cumpla, porque los subejercicios en estos gastos son muy frecuentes. Pero analicemos comparativamente el gasto neto para el año que viene: se estima en 6 billones 257.1 mmdp. Con respecto al PEF 2020 disminuye en 0.3% (-21.5 mmdp), y con respecto al gasto estimado al cierre de este año se incrementa en 0.1%. El gasto programable asciende a 4 billones 579.7 mmdp, aumentando 1.3% (59.7 mmdp) con respecto al PEF 2020 y disminuyendo 1% con respecto a lo estimado al cierre. Por su parte, el gasto no programable suma un billón 677.4 mmdp, descendiendo 4.6% (-81.3 mmdp) en comparación con lo aprobado durante 2020 y aumentando 3.20% con respecto al gasto estimado al cierre.

8. Se sigue apostando a los mismos programas sociales, a pesar de que no se diseñaron para la crisis actual

Recientemente el Coneval reportó que 47% de los programas prioritarios del presidente no tienen claridad en el problema público que buscan resolver. Y ocho de los 17 programas evaluados no alcanzaron a cubrir al menos el 50% de su población objetivo o en su defecto no reportaron información de la cobertura. Entre ellos, se encuentra el programa Sembrando Vida, el cual alcanzó una cobertura de 9.6% de la población objetivo en 2019. Sin embargo, en el PPEF 2021 se le asigna un presupuesto de 28.9 mmdp. Otro programa con inconsistencias con respecto a su cobertura es el de Fertilizantes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el cual tendrá un presupuesto de 1.9 mmdp, pero en la evaluación no reportó información de su cobertura en 2019. 

A la vista de estas inconsistencias, y al tratarse de programas ejes de la política de gasto, Hacienda debería explicar cómo se promoverá la buena gobernanza del gasto a través de ellos.

9. Ligera recuperación del gasto en infraestructura como proporción del gasto neto total

Otro de los pilares del PPEF2021 es el impulso al gasto en infraestructura: se planea un gasto en inversión física —incluyendo subsidios a entidades federativas por 14.4 mmdp— de 722.1 mmdp. Con respecto a lo aprobado en 2020, aumenta 8% (52.4 mmdp).

10. Hay un aumento en la inversión física, pero la salud y educación siguen recibiendo poco

¿Cuánto? De cada 100 pesos para este rubro, dos irán a la salud y dos a la educación. Por cada 100 pesos del gasto en inversión física que se planean gastar en 2021, 51 pesos se ejercerán en combustibles y energía, principalmente a través de Pemex y CFE. En salud y educación, sectores esenciales y que presentan retos importantes de carácter histórico y estructural a causa de la pandemia, se ejercerán sólo dos pesos cada uno del total de la inversión física.

11. A pesar de que el gasto en salud se incrementa, habría que esperar a que se cumplan los planes de gasto y no se observen subejercicios en el sector…

Con respecto al gasto funcional en salud, se planea un gasto de 664.6 mmdp, equivalente a 11% del gasto total del Sector Público. El objetivo del gasto es fortalecer los recursos humanos y físicos del sistema de salud para atender la emergencia sanitaria. Por ejecutor, la Secretaría de Salud tendrá un gasto de 145.4 mmdp; aumentará su gasto en 9.1% (12.2%) en relación a lo aprobado en 2020. Con respecto al IMSS y ISSSTE, se espera que en conjunto aumenten su gasto en salud 5.0%, con un gasto de 325.5 mmdp y 64.2 mmdp respectivamente.

12. Mayor déficit presupuestario del Sector Público

En 2021, la SHCP estima un déficit público de 718.2 mmdp; es mayor respecto al déficit aprobado y al estimado para cierre de 2020 en 152.3 mmdp y 28.6 mmp, respectivamente. El déficit público de 2021 equivale a 2.9% del PIB, similar al porcentaje estimado para el cierre de 2020. Es el mayor porcentaje respecto al PIB observado desde 2015, cuando se registró un déficit de 3.4 puntos porcentuales del PIB. 

13. Mayor deuda como proporción del PIB

El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público para 2021 se estima en 53.7% del PIB, y para el cierre de 2020 en 54.7% del PIB. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la caída estimada del PIB de -8.0%, lo que redujo su valor en términos absolutos.

Gasto en salud: el presupuesto real

¿Aumenta o no el gasto en salud en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF)? A la vista de la forma en que la pandemia por covid-19 ha golpeado las condiciones de vida de la población, ésta es una de las preguntas más relevantes que debemos hacernos al analizar el Paquete Económico 2021. En el papel, es así; pero es necesario mirar detalladamente la forma en que se ha ejercido el gasto funcional en este rubro en 2020, para establecer una comparación en verdad objetiva.


Las deficiencias estructurales en el sistema público de salud salieron a relucir dramáticamente con la pandemia por covid-19. Por ello, era prácticamente inconcebible que en el PPEF 2021 no se definiera al gasto en salud como uno de los ejes prioritarios. Y, en efecto, así lo define: para el próximo año, el presupuesto asignado a salud estará enfocado a fortalecer los recursos humanos y físicos. Pero veamos si realmente hay un incremento en este renglón. Y quizás más importante: revisemos cómo se distribuirá el gasto.

El gasto funcional en salud[1] —es decir, aquel que se destina sólo a la prestación de servicios de salud— se estima para 2021 en 670.4 mmdp. El monto se distribuirá entre el IMSS, el ISSSTE, el Fondo de Aportaciones a la Seguridad Social (FASSA), las Aportaciones a la Seguridad Social, la Secretaría de Marina y la Secretaría de la Defensa y, claro, la Secretaría de Salud. En el presupuesto de ésta última se incluyen 33 mmdp que se retirarán del Fondo de Salud para el Bienestar (FSB), un recurso que no se suele contemplar lo suficiente y del que hablaremos líneas adelante.

Si lo que queremos es tener un panorama completo del gasto en salud, hay que agregar al gasto funcional el gasto de los servicios médicos de Pemex, nada despreciable. Al sumarlo, el presupuesto en 2021 alcanza los 687.8 mmdp.

En el papel, estos 687.8 mmdp que se planean ejercer en las instituciones de salud el siguiente año representan un incremento real de 1.9% (13.1 mmdp), con respecto al gasto aprobado para 2020.

Pero, ¿en verdad es así? Recordemos que en 2020, para financiar al recién creado Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), se contempló retirar 40 mmdp del ya mencionado FSB[2], provenientes de la liquidación del fideicomiso del antiguo Seguro Popular. Es decir, son 40 mmdp que se deben sumar, aunque no se contemplaran en la Ley de Ingresos y en el PPEF 2020. Así, el presupuesto total en salud para 2020 es de 716.1 mmdp.

Tomando la cifra que acabamos de obtener, en realidad no se ve un aumento en el gasto en salud para 2021. Al contrario: hay un recorte de 4% (-28.3 mmdp). La siguiente gráfica lo muestra…

Entonces, ¿en 2021 será o no prioritario el gasto en salud para atender la emergencia sanitaria? No al grado que debería, creemos. Y a esta duda habría que sumar la expectativa de que los planes de gasto en verdad se cumplan y no se observen subejercicios en el sector, como los verificados en 2019 y en lo que va de 2020, como mostramos en la siguiente gráfica…

Ahora veamos cómo se proyecta este gasto por institución.

Secretaría de Salud

En 2021 el presupuesto de la Secretaría de Salud será de 140.9 mmdp; incluye, como ya estipulamos, los 33 mmdp que se retirarán del FSB y se destinarán al Insabi. En el PPEF 2021 se propone un aumento de 9% (12.3 mmdp) con respecto a los 128.6 mmdp aprobados en 2020. Pero, de nuevo, aquí entra el dato de la ampliación del presupuesto por 40 mmdp para financiar al Insabi. Esto aumentó el presupuesto de la Secretaría de Salud para 2020 de 128.6 mmdp a 170 mmdp. Entonces, para 2021 no hay un aumento en el presupuesto para esta Secretaría, sino un recorte de 17.1% (-29.1 mmdp).

En todo caso, la sostenibilidad del gasto de esta Secretaría sigue asentándose en recursos extraordinarios. Los aumentos realizados y prometidos hasta ahora del gasto de la institución podrían ser sostenibles sólo hasta 2022, porque provienen de los recursos extraordinarios del FSB.

Veamos. Hasta junio de este año, dicho Fondo contaba con disponibilidades de 100.4 mmdp. Se han retirado ya recursos por 19.7 mmdp —aunque no hay claridad sobre su destino—. Si tomamos en cuenta que este año el Gobierno federal planeó retirar los ya relatados 40 mmdp para el Insabi, entonces en los siguientes tres meses se retirarán 21.5 mmdp —aceptemos, aunque no sabemos con certeza, que se utilizarán para el propósito de la salud—. Además, en la Ley de Ingresos 2021 se planea utilizar 33 mmdp del FSB. Por todo lo anterior, el saldo disponible estimado al cierre de 2021 sería sólo de… 45.8 mmdp —esto sin contar que se retiren más recursos para la compra de la futura vacuna covid-19 y el fondo tenga ingresos en el transcurso del año—.

Los programas presupuestarios

El gasto del que se dispondrá tendrá tres prioridades expresas: 1) La gratuidad de los servicios de salud; 2) La creación de plazas en todos los niveles y 3) El Programa Nacional de Reconstrucción.

Hace falta examinar los programas presupuestarios de la Secretaría de Salud para ver si los programas atienden a estos objetivos. Esto observamos:

1. Nos preocupa que 63% del presupuesto se ejerza a través del Insabi, aun cuando éste no tiene claridad en su forma de operar. Y es que sus reglas de operación aún no se encuentran disponibles, a pesar de que debieron publicarse en junio. Estas reglas son importantes porque obligan al programa a evaluar resultados, además de promover un trato justo a los beneficiarios e impulsar la transparencia y rendición de cuentas de los recursos que se le destinan. Hasta la fecha, sólo se ha publicado la Estructura Orgánica que define las atribuciones y funciones del Instituto, así como sus niveles jerárquicos y grados de autoridad.

2. El presupuesto planeado para el Insabi en 2021 asciende a 89.3 mmdp, y se planea ejercer a través de tres programas presupuestarios:

  • El programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos, con un presupuesto de 74.8 mmdp, equivale a 53% del presupuesto de la Secretaría de Salud. Su presupuesto aumenta 990% (67.9 mmdp) con respecto a lo aprobado en 202,0 pero disminuye 8.7% (-7.1 mmdp) en relación con lo modificado para el mismo año.
  • El Insabi también ejercerá 31% (14.0 mmdp) del presupuesto del programa de Atención a la Salud. Este programa financia la atención especializada en hospitales de segundo y tercer nivel. En 2021 se espera que el Instituto financie las atenciones médicas del listado de intervenciones de Gastos Catastróficos, y que en el largo plazo incluya también las definidas por el Consejo de Salubridad General.
  • Además, recibirá 468 mmdp del programa de Actividades de Apoyo Administrativo.

3. El programa de Atención a la Salud, con un presupuesto de 44.8 mmdp, aumenta 85.9% (20.7 mmdp) en relación a lo aprobado en 2020. Este aumento es el resultado de la adhesión del Insabi al programa. Hasta este año financiaba la atención especializada que brindan Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

4. ¡La salud no se reduce sólo a la atención de la covid-19! Hay otros aspectos que se atienden a través de diversos programas, y que vemos que se están descuidando desde el presupuesto. Por ejemplo, el Programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva tendrá un presupuesto de 2.0 mmdp de 2021, menor en 19.5% (-0.5 mmdp) al aprobado en 2020. Este programa es clave en la atención de la mujer, al incluir servicios de anticoncepción, atención prenatal, del parto, atención a la violencia familiar, entre otros. Hay otros programas con recortes: el de Atención de VIH/SIDA y otras ITS (0.3% o -1.3 mmdp); el de Vacunación (0.3% o -6.8 mmdp) y el de Prevención y atención contra las adicciones (1.4% o -20.3 mmdp), por mencionar algunos.

5. Es una intención expresa en el PPEF la atención de las deficiencias del sector… Sin embargo, el programa de Mantenimiento de Infraestructura tiene un recorte de 34.9% (-0.02 mmdp) con respecto a lo aprobado en 2020.

6. En el PPEF 2021 se eliminan los programas del Seguro Popular, Seguro Médico Siglo XXI y de Proyectos de Infraestructura social de salud.

IMSS

El presupuesto del IMSS en la función salud es de 325.5 mmdp. En el PPEF se alude a un incremento de 5.7%, pero éste corresponde al presupuesto total de la institución: 901.7 mmdp, el cual incluye el gasto en pensiones. El presupuesto sólo de la función salud disminuye 1.4% y 1.5%, con respecto a lo aprobado en el PEF 2020 y lo estimado al cierre, respectivamente. Es decir, hay un menor presupuesto en la atención de personas para los servicios de salud de esta institución.

Al programa de Atención a la Salud se le asignaron 251.7 mmdp; esto representa un aumento de 2.5% (6.1 mmdp) con respecto al gasto aprobado en 2020, pero disminuye 0.8% (-1.5 mmdp) en relación con lo estimado al cierre. Es el único programa con un incremento sustancial, el cual brinda atención médica a los derechohabientes.

Con respecto a los programas que sufrieron recortes, destaca el programa de Actividades de Apoyo Administrativo. Su presupuesto es de 60.2 mmdp, menor en 9.3% (-6.2 mmdp) con respecto a lo aprobado en 2020. El programa de adquisiciones también tendrá un recorte: el presupuesto de 60.2 mmdp es 32.4% menor en relación con aprobado este año. A través de este programa se realiza la compra de equipamiento necesario para la atención en salud de los usuarios.

En el PPEF se establece que los programas K025 Proyectos de inmuebles (oficinas administrativas) y K027 Mantenimiento de Infraestructura no cuentan con presupuesto asignado; su presupuesto quedará a demanda de los ejecutores de gasto en el transcurso del año. Cabe mencionar que en el PEF 2020 tampoco tuvieron recursos asignados, pero al primer semestre del año ya reportaban gasto ejercido.

ISSSTE

El presupuesto total del ISSSTE es de 373.5 mmdp —incluye el gasto en pensiones—. Aumenta 3.3% en relación con lo aprobado en 2020. Pero si analizamos sólo el presupuesto de la función salud, éste es de 64.2 mmdp, y exhibe una disminución de 2% (-1.1 mmdp) en relación con el PEF 2020, pero aumenta 6.7% con respecto a lo estimado al cierre de 2020.

El programa con mayor presupuesto será el de Atención a la Salud; se le asignarán 23.9 mmdp, el cual de todas formas es menor en 15.3% (-4.3 mmdp) a lo aprobado en 2020 y 16.0% (-4.6 mmdp) a lo estimado al cierre. Éste es el programa que tiene el mayor recorte y mediante el cual se atienden los servicios médicos de los derechohabientes.

En 2021, el ISSSTE buscará fortalecer la infraestructura y equipamiento de sus hospitales, con el fin de reducir la dependencia de servicios subrogados. Se espera la reducción de costos de atención. Sin embargo, el programa de Proyectos de Infraestructura Social —muy importante, pues a través de él se construyen y modernizan las unidades médicas— tiene un fuerte recorte. A este programa se le asigna un presupuesto de 0.8 mmdp; disminuye 56.3% (-1.1 mmdp) con respecto al gasto aprobado en 2020 y 36.8% (-0.5 mmdp) en relación con lo estimado al cierre de año.

Pemex, Sedena y Semar

Los servicios médicos de Pemex tienen un gasto asignado de 17.4 mmdp, el cual aumentaría 35.6% (4.6 mmdp) en relación con lo aprobado en 2020 y 3.9% (0.7 mmdp) si se compara con lo estimado al cierre.

El presupuesto de las Secretarías de Defensa Nacional y Marina exhibieron recortes en su presupuesto de gasto en salud. La Sedena, con un presupuesto de 6.5 mmdp, tiene un recorte de 6.4% en relación con lo aprobado y 0.8% con respecto a lo estimado para 2020. Mientras que el presupuesto de la Secretaría de Marina, de 2.5 mmdp, disminuye 8.5% y 13.5% en relación a lo aprobado y estimado al cierre de 2020.


Una última pregunta: ¿en 2021 se comienza a cerrar la brecha del gasto en salud en población con y sin seguridad social?

Veamos. El presupuesto en población sin seguridad social en el PPEF 2021 es de 273.0 mmdp. Con respecto a lo aprobado en 2020, disminuye 9.1% y 8.8% en relación con lo estimado al cierre —recordemos que la ampliación de presupuesto por 40 mmdp del FSB provocó que este año el gasto total en salud aumentara para este sector de la población—. 

Entretanto, el gasto en instituciones de seguridad social como el IMSS, el ISSSTE, Pemex y Aportaciones a la Seguridad Social[3] tendrá un presupuesto de 414.8 mmdp, el cual disminuye 0.3% en relación con PEF 2020 y 0.1% si se compara con lo estimado al cierre.

En 2020 la diferencia entre el gasto para la población con y sin seguridad social se redujo. Sin embargo, a pesar de que en 2021 se planea el retiro de 33 mmdp del FSB, la participación del gasto en población sin seguridad social del total se reducirá dos puntos porcentuales, al pasar de 42% a 40%. Por su parte, el porcentaje del gasto en salud asignado a la población con seguridad social aumentará de 58% en 2020 a 60% en 2021. Es decir, a pesar de que los objetivos del sexenio es brindar atención médica gratuita a la población sin seguridad social, las brechas en el gasto con respecto a la población con seguridad social aún persisten.  


[1] El gasto funcional en salud comprende los programas, actividades y proyectos relacionados con la prestación de servicios colectivos y personales de salud. (Ver el Acuerdo por el que se emite la Clasificación Funcional del Gasto).

[2] En noviembre de 2019 se reformó la Ley General de Salud (LGS) para la creación del Insabi (antes Seguro Popular). Entre los principales cambios se estipuló el retiro de 40 mmdp del Fideicomiso de Salud para el Bienestar (antes Fideicomiso del Sistema de Protección Social en Salud), para gastarse en lo que considerara necesario esta institución. De acuerdo con la comparecencia del titular de la Secretaría de Salud el 30 de septiembre de 2019 en el Senado, los 40 mmdp se consideraron, sin dar más detalle, como una ampliación al presupuesto de esta Secretaría.

[3] En el presupuesto del Ramo de Aportaciones a la Seguridad Social se excluye el presupuesto del IMSS – Bienestar. Éste se considera dentro del gasto en población sin seguridad social.