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Números de Erario: gasto en salud en enero de 2021

A lo largo de 2020 documentamos recortes consecutivos en el gasto en salud y en inversión física del IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y de las transferencias del FASSA, incluso en los momentos más álgidos de la pandemia. Inició el año y con él las expectativas de que esta vez los recursos asignados a la salud se gasten en tiempo y forma, en línea con el presupuesto aprobado.

Sin embargo, el primer mes de 2021 sugiere que es poco probable que tales expectativas se cumplan, ya que el gasto de las instituciones de salud, en conjunto, se colocó un 30% (17 mmdp) por debajo de lo previsto en enero. Tanto en el ISSSTE como en la Secretaría de Salud el subejercicio fue mayor a 50%. Estos recortes contrastan con lo observado en el IMSS, que gastó 31% más de lo aprobado, y con las transferencias a través del FASSA a los estados, que fueron 12% mayores a las calendarizadas. De hecho, siete estados recibieron un monto 15% mayor al calendarizado.

En la inversión física también observamos recortes. El ISSSTE llegó al extremo de no gastar recursos en este rubro, a pesar de tenerlos aprobados. El IMSS gastó 38% menos de lo aprobado, y la Secretaría de Salud 39% menos.


¿Cómo avanza el gasto funcional en salud en el primer mes del año?

El gasto funcional[1] aprobado para 2021 es de 670.3 mil millones de pesos (mmdp). Al primer mes del año ya se ejercieron 38.1 mmdp, el equivalente a 6% del gasto aprobado.

Esos 38.1 mmdp pagados en enero de este año están 26% (7.9 mmdp) por arriba de los gastados en enero de 2020. Desde enero de 2018 el monto gastado a principios de año no alcanzaba los 38 mmdp, que es el promedio del gasto funcional en salud entre 2007 y 2020.



¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud en el primer mes de 2021?

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud[2], en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones de salud, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[3].

En conjunto, el presupuesto de la Secretaría de Salud, el FASSA, el IMSS y el ISSSTE —estos dos últimos sin incluir el pago de jubilaciones y pensiones— suma 703.7 mmdp. En enero se ejercieron 39.3 mmdp, que equivalen a un avance de 6% en el presupuesto total. Los 39.3 mmdp erogados están 30.3% (17.1 mmdp) por debajo del monto que se tenía planeado gastar el primer mes (56.4 mmdp), pero 26% por arriba de lo ejercido el año pasado.

A pesar de que el monto total de estas instituciones refleja un subejercicio, no todas las instituciones de salud gastaron menos de lo previsto, ya que tanto el gasto del IMSS como el monto de las transferencias realizadas a los estados a través del FASSA se encontraron por encima de su meta mensual. El primero reportó un gasto de 23.6 mmdp, el cual está 31% (5.6 mmdp) por arriba del presupuesto aprobado en enero; en el caso del segundo, los recursos sumaron 10.7 mmdp, y se colocaron 12% (1.2 mmdp) por encima del monto calendarizado.

En contraparte, la Secretaría Salud erogó sólo 2.7 mmdp, monto 86% (-16.4 mmdp) menor a lo previsto en el mes (19.1 mmdp). El ISSSTE también tuvo un recorte importante, al ejercer sólo 2.3 mmdp de los 9.7 mmdp aprobados; inició el año gastando 76% (2.3 mmdp) menos de lo planeado.

Durante enero, son las transferencias del FASSA las que tienen un mayor avance con relación al presupuesto anual: 10%. Le sigue el IMSS, al ejercer 7% del presupuesto anual, y en último lugar están la Secretaría de Salud y el ISSSTE, con un avance de 2% para cada institución.



El FASSA a detalle

En el año se planea que las transferencias a los servicios de salud de los estados, a través del FASSA, asciendan a 109.5 mmdp. En enero ya se transfirieron 10.7 mmdp, el equivalente a 10% del presupuesto aprobado. Los recursos transferidos fueron 12% (1.2 mmdp) mayores a lo previsto en el calendario; no obstante, se quedaron 5.7% (0.7 mmdp) por debajo del monto transferido en 2020. Cabe mencionar que el monto transferido este mes es muy similar al de los últimos cinco años.

En enero todas las entidades federativas recibieron mayores recursos a los previstos en el calendario, pero en casi todos los estados el monto transferido fue menor al que recibieron en 2020. En este sentido, destacan Michoacán y el Estado de México, que recibieron aproximadamente 15% menos recursos. Hidalgo y Sonora son la excepción: recibieron 6% y 4% más recursos que en 2020, respectivamente.

Fueron siete estados los que recibieron 15% más recursos que los calendarizados: Puebla (23%), Veracruz (20%), Oaxaca (19%), Zacatecas (19%), Chiapas (17%), Guanajuato (17%) y Tlaxcala (16%).



¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física en enero?

La inversión física en salud aprobada en el año es de 16 mmdp para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud (en ella se incluye la inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones). En enero estas instituciones gastaron 0.09 mmdp; es decir, hubo un avance del gasto en inversión física de 0.6%, con respecto a la meta anual.

Si bien en el primer mes se tenía planeado gastar el equivalente a 0.9% de la meta anual, el gasto observado de 0.6% no está tan alejado del plan original. Sin embargo, preocupa que en el primer mes de 2021 la inversión física ya tenga un subejercicio de 35%, y que sea 20% menor a la que se realizó en 2020.

Y preocupa aún más que todas las instituciones de salud subejercieron o no ejercieron recursos en este rubro. En enero, la inversión física se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE tenía planeado ejercer 9.2 millones de pesos (mdp), pero no ejerció recursos.
  • El IMSS gastó sólo 10.1 mdp de los 16.2 mdp aprobados; esto implica que la institución inició el año con un recorte de 38% (6 mdp) en el gasto de este rubro.
  • La Secretaría de Salud fue la institución que más recursos ejerció en este rubro: 82.6 mdp, pero incluso así se quedó corta con respecto a la meta mensual, de 116.8 mdp. El subejercicio en este mes fue de 29% (34.2 mdp).

Con relación al año previo, sólo el IMSS gastó 141% más recursos en inversión física. Entretanto, el gasto de la Secretaría de Salud fue 24% menor.


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[3] Pero en este gasto si se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.

Números de Erario: enero de 2021

El débil arranque de un año electoral

Las cifras publicadas en el primer mes de 2021 continúan mostrando la debilidad en los ingresos petroleros y tributarios, lo que hace evidente que no se puede seguir postergando la discusión de un nuevo pacto fiscal. Además, no se ha detenido la caída de los recursos transferidos a las entidades federativas y municipios a través del gasto federalizado, y el gasto neto (programable y no programable) es menor en comparación con el aprobado y también con el observado un año antes.

Como ven, hay pocos motivos para el optimismo en los meses por venir.



Ingresos totales

En enero de 2021, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 492.5 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 12.0% real (-66.9 mmdp) respecto al mismo mes de 2020.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron, en términos anuales, 16.0%, y los no petroleros lo hicieron en 11.5%. Al ubicarse en 48.1 mmdp y 444.4 mmdp.

Los ingresos tributarios sumaron 355.6 mmdp, lo que implica una reducción de 5.8% (-21.9 mmdp), respecto a lo reportado en enero de 2020. A su interior disminuyeron el IVA (1.4%), el ISR (2.6%) y los IEPS (21.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 20.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 21.7%).

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 27.0 mmdp, 54.2% por debajo del dato reportado en igual mes de 2020. Los derechos disminuyeron 27.4% y los aprovechamientos lo hicieron en 59.7%.

En lo que toca a la estructura porcentual, los ingresos tributarios han pasado de representar el 59.3% de los ingresos totales del Sector Público en enero de 2000, a abarcar el 72.2% en enero de 2021, el porcentaje más alto en estos 21 años. El ISR es el impuesto de mayor peso (36.6%), seguido del IVA (23.5%).

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000: 9.8% de los ingresos totales.



En relación con su meta inicial establecida en la Ley de Ingresos de la Federación para 2021 (LIF2021), los ingresos totales del Sector Público exhibieron un rezago de 2.9% (-14.9 mmdp).

Los ingresos tributarios se ubicaron 0.5% (1.9 mmdp) por arriba del dato programado en la meta estimada en el calendario[2]; sin embargo, aunque hubo ganancia, los ingresos excedentes fueron marginales. El ISR exhibió un rezago de 6.2% (-11.8 mmdp). El IVA fue superior a la meta estimada en la LIF2021 en 9.2% (9.7 mmdp), y los IEPS observados fueron 12.9% mayores al dato aprobado (5.8 mmdp). El desempeño de éstos últimos puede explicarse tanto por los avances en la recuperación económica, como por los efectos del reforzamiento del marco fiscal y de la eficiencia recaudatoria.

En enero de 2021, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago sustantivo con relación a lo que se esperaba para el periodo: 37.0% (-28.2 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 130.9% (15.3 mmd) su meta de 2021 por mayores derechos (2.5 mmdp) y mayores aprovechamientos (13.2 mmdp), ya que el rubro de otros fue menor en 0.4 mmdp respecto a su monto aprobado .

La caída en los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue de 6.1% (-26.3 mmdp) en relación con su meta, la cual, conforme avance, deberá ser compensada en los próximos meses con los recursos Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP). Por el momento, la SHCP reportó que en enero de 2021 se aportaron 7.5 mmdp al FEIP, a fin de construir nuevos ahorros para enfrentar contingencias.


Gasto neto total

En enero de 2021, el gasto neto total del Sector Público se ubicó en 496.9 mmdp, lo que representa una disminución de 4.9% real (-25.6 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. El gasto primario, es decir, aquél al que se le descuenta el costo financiero, se ubicó en 445.8 mmdp, 2.5% menor (-11.3 mmdp)  al observado en el primer mes del año pasado.

Por componentes, el gasto programable[3] fue de 373.4 mmdp: sin cambio (0.0%) con respecto al nivel observado en enero de 2020. En contraste, el gasto no programable[4] ascendió a 123.5 mmdp, lo que lo ubicó 17.2% (25.7 mmdp) por debajo del monto reportado en igual mes de 2020.



Gasto programable

Al interior del gasto programable y en su clasificación económica, destaca la disminución anual del gasto corriente[5]: 0.4% (-1.1 mmdp), el cual se ubicó en 294.1 mmdp, resultado de la reducción de recursos en los rubros de servicios personales (-1.6% o -1.8 mmdp) y otros gastos de operación (-2.0% o -2.6 mmdp). De éstos últimos, llama la atención la caída de 19.6% (-3.9 mmdp) en el rubro de materiales y suministros. En cambio, los subsidios y transferencias[6] aumentaron 6.5% (3.3 mmdp).

Por su parte, el gasto de capital[7] se ubicó en 79.3 mmdp, lo que implicó un aumento de 1.5% (1.2 mmdp), debido al incremento de 61.5% (14.9 mmdp) de otros gastos de capital[8].


 


La inversión física total se ubicó en 40.1 mmdp y se redujo, en términos anuales, 25.4% (-13.7 mmdp). Si no consideramos a Pemex, la caída fue de 30.9% (-8.5 mmdp). La inversión física de Pemex fue de 21.2 mmdp: disminuyó 19.8% (-5.2 mmdp) en términos anuales, el menor nivel observado en los últimos ocho años.



Las mayores caídas en la inversión física presupuestaria en enero de 2021 se observan en:

  • Abastecimiento, agua potable y alcantarillado (-93.6%)
  • Comunicaciones y transportes (-89.0%)
  • Sector energético (-22.3%): hidrocarburos (-19.8%) y eléctrico (-78.1%)
  • Salud (-18.5%)


Por funciones, la inversión física se comportó de la siguiente forma:

  • La de Gobierno fue de 1.0 mmdp, lo que supone una reducción en términos anuales de 80.2% (-4.1 mmdp). A su interior, destacan las caídas de los rubros de Otros servicios generales (-99.4%), Legislación (-98.3%), Seguridad Nacional (-90.0%) y Relaciones exteriores (-12.7%).
  • La de Desarrollo Económico fue de 21.8 mmdp: una disminución de 28.5% (-8.7 mmdp). Por componentes destaca la reducción en los rubros de Transporte (-89.0%) y Combustibles y energía (-22.3%).
  • La de Desarrollo Social se ubicó en 17.3 mmdp, una reducción anual de 4.8% (-0.9 mmdp). Destaca la disminución anual en Salud (-19.0%), Educación (-5.6%), Vivienda y servicios a la comunidad (-4.6%) y Protección ambiental (-0.9%).

 


En su clasificación administrativa, destaca el gasto programable del Gobierno federal, que fue de 310.3 mmdp, 1.3% superior al del mismo mes de 2020. A su interior:

  • Los entes autónomos presentaron un gasto de 6.9 mmdp, 13% menor al de enero de 2020. Destacan, por un menor gasto en términos de su variación porcentual, el Inegi (-57.2%), la Fiscalía General de la República (-41.3%), el IFT (-22.3%) y el Poder Judicial (-13.0%). En cambio, el INE incrementó su gasto en 51.5% anual.

El gasto de la Administración Pública Centralizada ascendió a 303.4 mmdp, con un aumento real anual de 1.6% para fortalecer las acciones y programas de protección social. Dentro de ella destacan:

  • Los Ramos Administrativos, que sumaron 83.4 mmdp, con una reducción anual de 0.4%. Las mayores reducciones, en términos porcentuales, se observaron en Turismo (-67.2%), Seguridad Pública y Protección Ciudadana (-62.8%), Comunicaciones y Transportes (-60.7%), Defensa Nacional (-38.7%) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (-27.9%). Por su parte, destaca el mayor gasto programable por 1.3 mmdp (928.5%) de la SEDATU, seguido por el aumento  de 269.8% (4.4 mmdp) de la SHCP.
  • Los Ramos Generales, que aumentaron su gasto programable en 2.4% sumando 220.0 mmdp, principalmente por el incremento anual de 8.3% (10.1 mmdp) de las aportaciones a la seguridad social. Por su parte, las Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentaron una caída de 37.4% anual; las Provisiones Salariales y Económicas se redujeron 14.2% y las Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios (Ramo 33) vieron disminuidos sus recursos en 1.1%.

En las entidades bajo control presupuestario directo el gasto fue de 190.6 mmdp, 1.0% mayor al de enero del mismo año. Por componentes, el gasto programable de Pemex fue de 52.8 mmdp, con un incremento anual de 6.3%; el del IMSS fue de 58.4 mmdp, con un crecimiento de 10.3% y el del ISSSTE de 50.7 mmdp, con un aumento de 0.1% anual. En cambio, el de CFE que fue de 28.7 mmdp; tuvo una caída real anual de 18.9%.


 


En términos de la clasificación funcional del gasto programable, la función Gobierno sumó 18.7 mmdp, con una caída anual de 27.7%. Destaca la disminución de gasto en Seguridad Nacional (-35.3%), Justicia (-30.9%) y Relaciones Exteriores (-24.7%). Sólo en la Coordinación de la Política de Gobierno el gasto se incrementó en 29.4%.

El gasto conjunto en las funciones de Desarrollo Social y Desarrollo Económico llegó a 344.9 mmdp, y concentró el 92.4% del total de las erogaciones, brindando protección a la población vulnerable y dando impulso a la actividad económica. En particular, el gasto en la función Salud fue de 38.7 mmdp, lo que se reflejó en un aumento de 26.0% real con respecto a enero de 2020, que el Gobierno atribuye a la priorización del combate a la pandemia de covid-19. Por su parte, los fondos de estabilización —Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios-FEIP y Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas-FEIEF— vieron disminuidos sus recursos en 19.7%.


 


Gasto no programable

Los tres componentes de este gasto presentaron caídas anuales:

  • Las Adefas[9] y otros se ubicaron en 0.1 mmdp, presentando una disminución real anual de 99.2% (-7.7 mmdp);
  • el costo financiero[10] fue de 51.2 mmdp, con una reducción de 21.8% (-14.3 mmdp), y
  • las participaciones[11], con un nivel de 72.3 mmdp y una caída de 5.0% (-3.8 mmdp).

 


Estructura porcentual del gasto neto

El gasto neto en enero de 2021 tiene la misma estructura porcentual que se observó en igual mes de 2014: el gasto programable representó el 75.1% del total, y a su interior el mayor peso lo tiene el gasto corriente. Por su parte, los recursos del gasto no programable equivalen al 24.9% del gasto neto, siendo las participaciones el componente de mayor peso.



¿Cómo se comporta el gasto neto respecto a la meta en el PEF2021?

En relación con su meta inicial establecida en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 (PEF2021), en enero de 2021 el gasto neto total del Sector Público presentó un subejercicio de 20.4% (-127.3 mmdp); la meta estimada era de 624.2 mmdp y el observado fue de 496.9 mmdp. Por componentes:

  • El gasto programable presentó un subejercicio de 19.1% (-88.2 mmdp), respecto a la meta del PEF2021. El dato mensual aprobado fue de 461.6 mmdp y el observado de 373.4 mmdp.
  • El gasto no programable se quedó 24.0% (-39.1 mmdp) por debajo de la meta calendarizada a enero, que era de 162.6 mmdp.
  • El costo financiero aprobado fue de 59.8 mmdp, y el observado alcanzó los 51.2 mmdp, lo que lo colocó 14.5% por debajo (-8.6 mmdp).


Por componentes del gasto programable:

El Gobierno federal presentó un subejercicio de 14.6% (-53.2 mmdp):

  • Ramos autónomos (-48.6% o -6.5 mmdp)
  • Ramos administrativos (-31.3% o -37.9 mmdp)
  • Ramos generales (-3.8% o -8.8 mmdp)

Los organismos de control presupuestario directo exhibieron un subejercicio de 9.6% (-11.5 mmdp):

  • IMSS observó lo mismo que presupuestó.
  • ISSSTE (-18.5% o -11.5 mmdp)

En las Empresas Productivas del Estado, un subejercicio de 27.5% (-30.9 mmdp):

  • Pemex (-28.2% o -20.7%)
  • CFE (-26.3% o -10.2%)

Por componentes del gasto no programable:

  • Las Participaciones presentaron un sobrejercicio de 2.3% (1.6 mmdp).
  • Adefas, un subejercicio de 99.8% (-32.0 mmdp).


Gasto Federalizado

Durante enero de 2021, la Recaudación Federal Participable (RFP) fue de 258.5 mmdp, lo que representó una disminución de 2.3% (-6.1 mmdp) respecto al mismo mes de 2020, resultado de menores ingresos en su componente petrolero (99.2% por debajo) a causa de una disminución en los recursos del Fondo Mexicano del Petróleo Lo anterior, a pesar de que el componente tributario aumentó 9.3%, debido principalmente a los incrementos en el IVA (25.1%) y el ISR (2.1%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios, fue de 147.4 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 5.0% (-7.7 mmdp) respecto al mismo mes de 2020. Esto lo ubica ligeramente por arriba de los niveles observados entre 2008 y 2010. La caída anual en el gasto federalizado fue resultado de la disminución en todos sus componentes: Convenios de Descentralización[12] (-49.2%), por menores recursos a la SEP; Subsidios[13] (-19.7%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas; Participaciones-Ramo 28[14] (-5.0%), debido a una menor RFP, y Aportaciones-Ramo 33 (-2.8%).



En enero de 2021, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 72.3 mmdp, lo que significó una caída de 5.0% (-3.8 mmdp). Esto las coloca por debajo de los recursos recibidos en igual mes de 2020 (76.1 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios debe compensarse en un futuro con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF); sin embargo, este mes la SHCP sólo reportó la aportación de 2.2 mmdp al FEIEF, como ahorro para contingencia.

A excepción de los recursos del Fondo de Fiscalización y los obtenidos por tenencia y comercio exterior —los cuales presentaron un crecimiento anual de 0.4%, 1.2% y 1.7%, respectivamente—, la mayoría de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan el Fondo General (-0.7%), el Fondo de Fomento Municipal (-0.7%), los IEPS de gasolinas (-21.6%), el Fondo de Extracción de Hidrocarburos (-56.1%) y el Derecho Adicional sobre Extracción de Petróleo (-69.5%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 22 entidades federativas; en 12 de ellas cayeron más que el promedio nacional (-5.0%). Las más afectadas fueron: Colima (-25.7%), San Luis Potosí (-15.4%), Ciudad de México (-11.9%) y Campeche (-10.8%). Diez estados recibieron mayores recursos con respecto al año anterior destacan: Durango (5.4%), Nayarit (3.0%), Michoacán (2.4%) y Aguascalientes (2.0%).

Las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 71.6 mmdp, lo que significó una reducción de 2.8% (-2.1 mmdp), la cual se explica por una caída de recursos en seis de sus fondos: el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (-5.7%); el de Aportaciones Múltiples-FAM (-5.2%); el de Aportaciones para la Infraestructura Social-FAIS, el de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios-FAFM y el de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas-FAFEF (-4.2%, en lo individual), y el de Aportaciones de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (-3.0%). Únicamente el Fondo de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA creció 3.9%.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y Fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

21 entidades federativas vieron reducidos sus recursos vía transferencias del Ramo 33. Destacan cuatro caídas superiores al promedio nacional (-2.8%): Ciudad de México (-26.5%), Estado de México (-6.6%), Durango (-3.1%), Puebla (-2.9%). Sólo 11 entidades tuvieron incrementos en sus recursos recibidos a través de Aportaciones. Destacan: Sonora (5.4%), Baja California Sur (2.9%), Quintana Roo (2.6%) y Campeche (2.3%).

Lo anterior sigue evidenciando que las entidades federativas deben considerar mecanismos y propuestas adicionales para incrementar la recaudación de sus recursos propios, ya que con el actual sistema de coordinación fiscal no se cumplen las reglas para resarcir y compensar sus esfuerzos de manera adecuada.



El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 51.0 mmdp. Lo programado era un déficit de 57.0 mmdp.

El Balance Público fue menor a lo calendarizado: -8.0 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -116.8 mmdp. En el mismo periodo de 2020 se registró un superávit de 42.3 mmdp.

El costo financiero fue de 51.2 mmdp, inferior al programado, de 59.8 mmdp. Es decir, 8.6 mmdp menos, lo que permitió al Gobierno liberar recursos para fines socialmente productivos, resultado de una gestión más estratégica de la deuda.

Un ejemplo de lo anterior fue la colocación del primer bono a 50 años realizado el 4 de enero, en donde se alcanzó la tasa cupón más baja en la historia para un instrumento a largo plazo. Dicho bono fue por un monto de 3 mil millones de dólares, lo que ayudó a cubrir el 97% de las amortizaciones denominadas en moneda extranjera programadas para 2021.

Destaca también la operación de refinanciamiento en euros concluida el 15 de enero, en la cual se redujeron en 36.0% los vencimientos de deuda externa de mercado programados para 2023.

En enero de 2021, el balance público del Gobierno federal fue superavitario en 10 mmdp; el del IMSS, ISSSTE y CFE también, por 39.2 mmdp, 6.9 mmdp y 3.5 mmdp, respectivamente; así como el de las entidades bajo control presupuestario indirecto (4.3 mmdp). En cambio, Pemex presentó un déficit por 64 mmdp, debido a un mayor gasto programable y a mayores intereses y gastos de su deuda.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[15], fue de 1.1 mmdp, menor en 96.4% al dato reportado en enero de 2020 de 31.1 mmdp.

En enero de 2021 el Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), o deuda neta total, fue de 12 billones 195.2 mmdp de pesos; se incrementó en 8.8% o 984.8 mmdp respecto a enero de 2020. El 53.1% de la variación en el SHRFSP, respecto al cierre de 2020, obedeció a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.


 


ANEXO DE INDICADORES


[1] Miles de millones de pesos, base enero 2021.

[2] Si excluimos a los IEPS de combustibles, que han sido particularmente afectados por la pandemia, los ingresos tributarios fueron superiores a los programados en 5.9 mmdp.

[3] Erogación plenamente identificable con cada uno de los programas del Presupuesto de Egresos de la Federación. Incluye las erogaciones que realiza la administración pública central en la prestación de servicios y en inversión pública, así como las asignaciones que las entidades paraestatales de control presupuestario directo destinan a la producción de bienes y servicios que aumentan en forma directa la oferta global de los mismos. Excluye el servicio de la deuda que corresponde a transacciones financieras, las participaciones a estados y municipios y los estímulos fiscales, cuyos efectos económicos se materializan vía las erogaciones de los beneficiarios.

[4] Erogaciones que por su naturaleza no es factible identificar con un programa específico, tales como los intereses y gastos de la deuda; participaciones y estímulos fiscales; y las ADEFAS.

[5] Erogación que realiza el sector público y que no tiene como contrapartida la creación de un activo, sino que constituye un acto de consumo; esto es, los gastos que se destinan a la contratación de los recursos humanos y a la compra de los bienes y servicios necesarios para el desarrollo propio de las funciones administrativas.

[6] Asignaciones que el Gobierno Federal destina en forma directa o indirecta, mediante el otorgamiento de subsidios aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación a los sectores social y privado y a las entidades federativas como parte de la política económica de acuerdo a las estrategias y prioridades del desarrollo nacional. Asimismo, agrupa las asignaciones de recursos federales previstos en el Presupuesto de Egresos de las dependencias por concepto de transferencias, que reciben las entidades apoyadas y los órganos administrativos desconcentrados como ingresos destinados a cubrir parcial o totalmente los programas y actividades previstos en sus presupuestos.

[7] Es el total de las asignaciones destinadas a la creación de bienes de capital y conservación de los ya existentes, a la adquisición de bienes inmuebles y valores por parte del Gobierno Federal, así como los recursos transferidos a otros sectores para los mismos fines que contribuyen a acrecentar y preservar los activos físicos patrimoniales o financieros de la nación. Comprende también las erogaciones destinadas a cubrir la amortización de la deuda derivada de la contratación de crédito o financiamientos al Gobierno Federal por instituciones nacionales o extranjeras.

[8] Transferencias a otros componentes institucionales del sistema económico que se efectúan para financiar gastos en remuneraciones y bienes y servicios destinados a construir activos tangibles o intangibles por administración, los que se registran en la cuenta correspondiente.

[9] Conjunto de obligaciones contraídas, devengadas, contabilizadas y autorizadas dentro de las asignaciones presupuestarias que no fueron liquidadas a la terminación o cierre del ejercicio fiscal correspondiente. Compromisos que adquiere el Gobierno Federal en un ejercicio fiscal, que se encuentran devengados al 31 de diciembre del mismo ejercicio, para ser liquidados durante el año inmediato posterior en el periodo comprendido del 2 de enero al 31 de marzo; siempre y cuando se haya informado de su monto y características a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

[10] Está integrado por los gastos derivados de allegarse fondos de financiamiento por lo cual representa las erogaciones destinadas a cubrir en moneda nacional o extranjera, los intereses, comisiones y gastos que deriven de un título de crédito o contrato respectivo, donde se definen las condiciones específicas y los porcentajes pactados; se calculan sobre el monto del capital y deben ser cubiertos durante un cierto periodo de tiempo. Incluye las fluctuaciones cambiarias y el resultado de la posición monetaria.

[11] Asignaciones previstas en el Presupuesto de Egresos de la Federación destinadas a cubrir la parte de los ingresos federales participables que, de acuerdo con disposiciones legales, capten las oficinas recaudadoras y que deban entregarse a los gobiernos de los Estados y sus municipios, así como al Gobierno de la Ciudad de México, derivado de los Convenios de Coordinación Fiscal suscritos con el Gobierno Federal.

[12] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[13] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[14] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[15] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: gasto en salud por entidad federativa

Gasto total

La distribución del gasto en salud a lo largo del país suele estar asociada al número de pacientes que cada entidad atiende. Por lo regular, los estados más poblados son los que reciben gran parte de los recursos. A lo largo de 2020, la CDMX, el Estado de México y Jalisco recibieron 45% del gasto en salud. En efecto, son los más poblados, de acuerdo con el Censo 2020 del Inegi.

Sin distinguir por tamaño poblacional, en 2020 casi todos las entidades federativas recibieron más recursos que los aprobados en el año, y que los erogados en 2019. La CDMX recibió 22% más recursos en 2020 que en el año anterior; le siguen Querétaro y Morelos, con 9% por arriba. Como contraparte, Chiapas recibió 1% menos recursos que en 2019. 

Con relación a los montos aprobados en el PEF 2020, Hidalgo recibió 16% más recursos; 15% más en Baja California Sur y 14% en Guerrero. El único estado que recibió menos que lo presupuestado fue Durango (1%). 




Gasto en medicamentos

En la distribución del gasto en medicamentos se observa nuevamente que la CDMX, Jalisco y Estado de México concentran el 54% del gasto total. 

El gasto en medicamentos en los estados fue mayor que el aprobado en 2019. Destaca Oaxaca, que recibió 92% más recursos; le siguen Tlaxcala con 55% por arriba y Campeche, con 45%. 

Con relación a los recursos aprobados, sólo Jalisco recibió 1% menos recursos de lo previsto. En Baja California Sur se destinaron 50% más recursos, al igual que en Tlaxcala (44%) y Tabasco (43%). 




Gasto en inversión física

La distribución del gasto en inversión física en 2020 se concentró principalmente en la CDMX (60%), a diferencia de 2019, en donde la CDMX, el Estado de México e Hidalgo concentraron 65% de la inversión. 

El gasto en inversión física en gran parte de los estados fue mayor al de 2019. En Chiapas la inversión se cuadruplicó, al aumentar 421%, y en Colima se triplicó (353%). Pero en Hidalgo (-31%), Chihuahua (-21%), Quintana Roo (-13%) y Guanajuato (-4%) la inversión se redujo. 

Con relación a los recursos aprobados, en 28 estados la inversión fue menor a la prevista. Tan sólo en Puebla 86% de los recursos aprobados no se ejercieron; le sigue Chiapas con 81% y Durango con 78%.



FASSA

Los recursos transferidos a los estados para atender servicios de salud a través del FASSA (Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud) sumaron 104 mmdp en noviembre. Casi todas las entidades federativas recibieron más recursos en comparación con lo calendarizado a principios de año. Tlaxcala recibió 1.8% más recursos adicionales a los aprobados, le siguen Veracruz, Oaxaca y Puebla con 1.7%. Mientras que Jalisco recibió 1% menos recursos.

En comparación con 2019, se transfirieron 2.0% más recursos.




Números de Erario: Insabi, ¿más recursos para la salud?

La Secretaría de Salud encabeza la estrategia para enfrentar la pandemia, y lo hace principalmente a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que inició operaciones en enero de 2020 (y lo hizo, detalle nada menor, a pesar de no contar con Reglas de Operación previamente establecidas, pues éstas se publicaron a finales del 2020).

El Insabi opera el 70% del presupuesto de la Secretaría de Salud. Ejerció en 2020 un monto de 104 mil millones de pesos (mmdp), 36% (27 mmdp) más recursos que los ejercidos por el Seguro Popular, su ‘antecesor’, en 2019. Este aumento es mayúsculo, si se toma en cuenta que el presupuesto del Seguro Popular fue disminuyendo año con año a partir de 2017. Este monto, incluso, logró reducir el subejercicio de la Secretaría de Salud a 9%.

Sin embargo, el destino de este gasto revela que no todos los recursos del instituto se realizaron en la prestación de servicios a la salud.

El Insabi transfirió 44% (46.2 mmdp) de su presupuesto al Fondo de Salud para el Bienestar, a través del programa de “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral”. Éstos son recursos que se ejercieron pero no necesariamente en la atención a la salud. Debido a la falta de transparencia que caracteriza a este fondo (ya que no se publican oportunamente sus estados financieros), no es posible conocer en qué y cómo se gastarán esos recursos a lo largo de 2021. Los informes trimestrales simplemente describen que los egresos del fondo son para cumplir con su misión. 

Transferencias de este calibre a fideicomisos son algo extraordinario. No las observamos en los años de operación del Seguro Popular —y más específicamente, desde 2012—. La única transferencia cercana a esa magnitud, realizada por el Seguro Popular, se llevó a cabo en 2017, de 30 mmdp.

Además, sólo 4% de esos recursos se clasificaron como “Subsidios a Entidades Federativas y Municipios”, y 47% a “Subsidios a la Prestación de Servicios Públicos”. Esta distribución no es nueva: el gasto del Seguro Popular también se registraba con estas partidas, que no hacen otra cosa que dificultar el conocimiento del destino específico de esos recursos de manera trimestral.

De igual manera, nos llaman la atención los recortes en programas esenciales, como el de “Seguro Médico Siglo XX”, “Calidad en la Atención Médica” y “Salud materna, sexual y reproductiva”. Éstos sugieren una concentración de los programas que anteriormente atendían diversos padecimientos a uno solo, que es el programa “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral”.

A un año de la operación del Insabi, aún quedan dudas por resolver:

  • ¿Cuál es el destino de los 40 mmdp de pesos que se le asignaron al Instituto para su creación?
  • ¿Por qué se transfirió el 44% de los recursos al Fondo de Salud para el Bienestar, los cuales bien podrían destinarse a la compra de vacunas? En todo caso, no hay claridad en torno a los recursos que se utilizarán en la estrategia de vacunación.


Fondo de Salud para el Bienestar

El Fondo de Salud para el Bienestar reportó un saldo de 101 mmdp al cierre de 2020. Durante 2020 salieron del fondo 56.5 mmdp, e ingresaron 46.3 mmdp (transferidos por el Insabi).

Hasta el momento, el destino de los recursos que salieron del Fondo se desconoce. La SHCP reporta, simplemente, que se erogaron para el “cumplimiento de la misión”. Preocupa la opacidad en el uso de los recursos de este fideicomiso, porque a pesar de que hay un marco normativo que establece que los fideicomisos tienen que reportar trimestralmente sus estados financieros con información oportuna y veraz (en relación con el cumplimiento de sus funciones), éste no se da a conocer como debe.


Números de Erario: panorama general del gasto en salud 2020

Mensaje principal

A pesar de las presiones que experimentó el Sistema de Salud a causa de la pandemia de covid-19, el gasto en salud no tuvo el vigor necesario ni para alcanzar la meta anual. Esto es, el gasto se quedó corto incluso con relación a las expectativas del gobierno antes del covid-19: se ejercieron 4.5% menos recursos de los previstos en el PEF (33 mil millones de pesos [mmdp] no ejercidos).

Por otra parte, ya sea por la caída en los ingresos públicos (4.5%), una baja capacidad de ejecución o por una combinación de ambas causas, el hecho es que el crecimiento anual de este gasto no superó el 8.7%. Una variación anual similar a la ya estimada en el PEF 2020.

En todo caso, ese incremento en el gasto de salud se dio sobre todo en el cierre del año, y en mayor medida es resultado de una transferencia atípica de recursos (46 mmdp) que hizo la Secretaría de Salud al Fideicomiso del Fondo de Salud para el Bienestar. Resultado: el gasto observado en diciembre de 2020 fue 46% mayor al de diciembre de 2019.

Sin embargo, no tenemos certeza de que los recursos transferidos al fideicomiso se hayan efectivamente gastado, debido a la falta transparencia y rendición de cuentas que caracterizan a esta figura. Sólo si se gastan, esa transferencia habrá efectos sobre la población. Eso sí, ese movimiento fue muy útil para disminuir el tamaño del subejercicio que se fue acumulando durante los primeros 11 meses del año en el gasto en salud. Transferir recursos del PEF a fideicomisos se contabiliza como gasto, aunque no se gasten.

Si el punto de comparación es el año anterior, el gasto en salud tampoco superó las expectativas. En 2020 el Gobierno federal tenía previsto un incremento de 9.4% en este gasto, con respecto a 2019. Los 40 mmdp obtenidos a partir de la liquidación de patrimonio del Fondo de Gastos Catastróficos del Seguro Popular impulsarían este incremento. Sin embargo, la caída en la actividad económica y la crisis sanitaria, sumados a la debilidad de los ingresos petroleros y la cerrazón a aumentar el gasto, ocasionaron que el Gobierno respondiera con un gasto débil durante el año.

Pero no todas son malas noticias; entre las buenas se celebran incrementos, con respecto al presupuesto aprobado, en el Programa de Vacunación (85%) y de Protección contra Riesgos Sanitarios (70%). También hay un crecimiento del gasto en inversión física (5%) y en medicamentos (8%).



Presupuesto por institución

Al cierre de 2020, sólo tres instituciones reportaron un incremento en el gasto ejercido con relación al aprobado y a 2019…

  • El ISSSTE gastó 11% (6.9 mmdp) más recursos que los erogados en 2019, y 14% (8.9 mmdp) más de lo aprobado en el año.
  • Le siguió la Secretaría de Marina, el ejercer 14% (0.4 mmdp) y 7% (0.2 mmdp) más recursos que los presupuestados y ejercidos en 2019, respectivamente.
  • Por último, las transferencias realizadas a los estados a través del FASSA fueron 1% (0.9 mmdp) más que las planeadas y 2% (2.3 mmdp) mayores a las realizadas en 2019.

En contraste, cuatro instituciones exhibieron recortes en relación a su meta anual, aunque varias reportaron un mayor gasto al realizado en 2019…

  • La Secretaría de Salud tuvo el mayor recorte en el año, pero también fue la que más ejerció si se compara con 2019. Considerando el presupuesto aprobado en el PEF y los 40 mmdp que se le destinaron para la creación del Insabi, esta Secretaría no gastó 9% (15 mmdp) de su presupuesto. No obstante, ejerció 23% (28 mmdp) más recursos que en 2019.
  • El IMSS acumuló un subejercicio de 5% (16.5 mmdp), pero su gasto fue 5% (15 mmdp) mayor al observado en 2019.
  • El gasto en salud de la Secretaría de Defensa Nacional fue menor en relación al monto aprobado y gastado en 2019. Con respecto al primero reportó un recorte de 2% (0.01 mmdp), y en comparación con el segundo fue 7% (0.5 mmdp) menor.
  • Este año, las Aportaciones a la Seguridad Social reportaron un ligero subejercicio de 1% (0.2 mmdp), pero creció 9% (1.6 mmdp) en relación con 2019.

El análisis del gasto por programa presupuestario arrojó hallazgos interesantes…

  • En la Secretaría de Salud observamos que 70% del presupuesto se concentró en un solo programa: “Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral”, operado por el Insabi. Su presupuesto fue de 103 mmdp, 31% (24.2 mmdp) mayor al ejercido por el programa del Seguro Popular en 2019. 
  • Programas de atención a la salud muy relevantes tuvieron recortes. Por ejemplo, el programa “Seguro Médico Siglo XXI” (que tienen el fin de dar atención a niñas y niños con cáncer y sin seguridad social) tuvo un recorte de 54% en su presupuesto asignado en 2020 (último año de operación del programa).
  • El programa de salud materna, sexual y reproductiva no ejerció el 32% de los recursos aprobados, y ejerció 4% menos recursos que en 2019.
  • El programa de “Calidad de Atención Médica” (que da subsidios a hospitales y médicos que implementen proyectos o programas de investigación para la atención materna y de pacientes con cáncer de mama, de cuello uterino y leucemia) ejerció 81% menos recursos de lo aprobado y 78% menos en relación con 2019.
  • Los programas de “Adquisiciones” y “Mantenimiento de Infraestructura” del IMSS fueron los más afectados. El primero no ejerció 48% y el segundo se quedó 79% (724.9 mmdp) por debajo de lo previsto.
  • En ocho de 11 programas del IMSS se observaron recortes con respecto al monto aprobado, pero la mayoría de ellos tuvo un desempeño que supera los recursos ejercidos en 2019.
  • En el caso del ISSSTE, el programa de “Proyectos de Infraestructura Social” ejerció 133% más recursos que en 2019, pero al compararse con el monto presupuestado se quedó corto en 69%. En contraste, el programa de “Atención a la Salud” ejerció 28% más de lo presupuestado y 5% más que en 2019.
  • La Secretaría de Defensa Nacional sólo contempla el programa de “Sanidad Militar”, el cual sufrió un recorte de 2% en su presupuesto, y con respecto a 2019 disminuyó en 4%.
  • El programa de “Administración y Fomento de los Servicios de Salud”, de la Secretaría de Marina, gastó 14% más de lo previsto y 7% más recursos que en 2019.
  • Los programas que se incluyen en las Aportaciones a la Seguridad Social gastaron en línea con lo aprobado en 2020. No obstante, el Programa del IMSS-Bienestar ejerció 7% más recursos que en 2019.


Presupuesto en medicamentos

Durante 2020 las noticias del desabasto en medicamentos para atender a pacientes con cáncer u otros padecimientos, o incluso para pacientes con covid-19, fueron constantes. Por eso es necesario analizar con lupa el presupuesto en este rubro.

Encontramos que al cierre del año se gastaron 93 mmdp en medicamentos; este monto es 8% (6.9 mmdp) mayor al aprobado en el año (86 mmdp), y 18% (14.2 mmdp) superior con respecto a 2019.

De todas las instituciones que gastaron en medicamentos, sólo el IMSS se quedó corto (5%) con respecto a la meta anual, pero ejerció 8% más que en 2019. En contraste, la Secretaría de Salud superó en 108% el presupuesto aprobado y en 60% el gasto ejercido en 2019. El ISSSTE, otra institución clave en el contexto actual, reportó un sobrejercicio de 17%, y 30% más recursos que los ejecutados en el rubro durante 2019.

Los principales programas a través de los cuales se ejerce este gasto, en cada institución, son los siguientes:

Secretaría de Salud:

  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral: sobrejercicio de 32%
  • Atención a la Salud: 31%
  • Programa de Vacunación: 29%

IMSS:

  • Atención a la Salud: 92%

ISSSTE:

  • Suministro de claves de medicamentos: 99%

Defensa Nacional y Secretaría de Marina:

  • Programa de Sanidad Militar: 100%


Inversión física en salud

En 2020, la inversión física en salud de todas las instituciones (que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones) fue de 21.3 mmdp. Si bien con respecto al monto aprobado fue sólo 5% (1.0 mmdp) superior, con respecto a 2019 casi se duplicó, al incrementarse en 96% (10.4 mmdp)

La Secretaría de Salud y el ISSSTE fueron las instituciones que más gastos realizaron en este rubro. El gasto en inversión física de la primera se duplicó con relación al monto aprobado y ejercido en 2019, al incrementarse en 108% y 110%, respectivamente. Mientras que la inversión física de la segunda fue 54% superior a la prevista en el año y 173% mayor a la realizada en 2019. A pesar del contexto actual, el gasto en inversión física del IMSS se quedó corto, si se compara con la meta anual, ya que 44% de sus recursos aprobados no se ejercieron. No obstante, en relación con 2019 el gasto fue 75% mayor.

Por institución, la inversión física se gastó de la siguiente manera:

  • Si bien la Secretaría de Salud duplicó su gasto en inversión física, un hallazgo relevante es que 84% de esta inversión se destinó a “Aportaciones a Fideicomisos”, específicamente al Fondo de Salud para el Bienestar. Sólo 11% de la inversión se destina a “Proyectos para prestación de servicios” y 3% a “Equipo médico y de laboratorio”.
  • El destino de la inversión física del ISSSTE contrasta con el de la Secretaría de Salud; en esta institución 79% de la inversión se destinó a comprar equipo médico y de laboratorio, 16% al mantenimiento y rehabilitación de edificaciones no habitacionales y 2% a obras de construcción para edificios.
  • A pesar de que el IMSS se quedó corto en su gasto de inversión, 67% de los recursos erogados se destinaron a equipo médico y de laboratorio, 27% a obras de construcción y 5% mobiliario.
  • La totalidad de los recursos de inversión física que gastó la Secretaría de Defensa Nacional se destinaron a equipo médico y de laboratorio.

El año que nos puso al borde del desequilibrio: anual 2020



He aquí nuestro análisis de las cifras publicadas al cierre de 2020. Lo números cuentan una historia de descalabro de los ingresos petroleros; de estancamiento en los tributarios, y de un Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios que parcialmente compensó la caída, pero que está muy cerca de agotarse. El Gobierno, eso sí, gastó más que en 2019, aunque se quedó corto en relación con lo que planeaba ejercer… En todo caso, el detalle más interesante está en el monto que se destinó a fideicomisos, casi ‘sobre la campana’.

Es también el año en que aumentó la deuda y el balance público terminó por descomponerse. Y un dato que no suele llamar tanto la atención: la disminución significativa en los recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado. El gobierno gastó más que el año pasado pero se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año, a diciembre el subejercicio acumulado fue de -1.8% (-108 mmdp).

Esto es, ante todo, las razones por las cuales resulta muy difícil mirar al 2021 con optimismo, desde las finanzas púbicas.


Análisis de ingresos

Durante 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron en 5 billones 339.9 mmdp[1], lo que se tradujo en una disminución de 4.1% real (-228.0 mmdp), respecto al mismo periodo de 2019. Esto se debió, principalmente, a cuatro factores:

  1. El impacto severo de la pandemia en la actividad económica y, por ende, en la recaudación.
  2. La caída de los ingresos petroleros, debida a una menor producción y precio.
  3. El impacto de la suspensión de actividades, producida por las medidas de contingencia sanitaria, sobre las ventas de electricidad de la CFE.
  4. El efecto de la reducción del empleo formal sobre las cuotas que recibe el IMSS.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 38.7%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.4%, respecto a 2019.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 338.9 mmdp, lo que representó un crecimiento de tan sólo 0.8% (27.5 mmdp), en términos reales, respecto a lo reportado en 2019. A su interior, los impuestos se comportaron de manera muy distinta:

  • El ISR se incrementó 0.9% anual; es decir, estuvo estancado.
  • El IVA aumentó 2.3%.
  • Los IEPS disminuyeron 3.2%: los de gasolina y diésel se redujeron 2.6% y los distintos de gasolina y diésel fueron menores en 4.4%.

A pesar de que los ingresos tributarios no tuvieron mal desempeño (si tomamos en cuenta el contexto económico tan adverso), estuvieron lejos de poder compensar la pérdida de los ingresos petroleros. Por ese motivo, el Gobierno tuvo que compensar con ingresos no recurrentes, especialmente del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP).

Así, los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron en 551.3 mmdp, lo que significó un incremento de 43.5% respecto al dato reportado en 2019, resultado del incremento de 63.5% de los aprovechamientos, ya que los derechos disminuyeron 15.4% y los productos 21.1%. Al interior de los aprovechamientos, destaca la recuperación de activos financieros como política de gobierno, con el fin de evitar el endeudamiento adicional y los desequilibrios macroeconómicos: se recuperaron 204 mmdp del FEIP (incluyendo 47.4 mmdp que se recibieron por coberturas petroleras); 55.3 mmdp de otros fideicomisos (incluido el Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, por 21.6 mmdp); 42.8 mmdp de ingresos derivados de financiamiento por operaciones de colocaciones de deuda y 32.3 mmdp de entidades paraestatales.

Por otra parte, la “despetrolización” de las finanzas públicas es una dura realidad para un Gobierno que no ha logrado recaudar lo suficiente en impuestos (lo suficiente como para que la caída de los ingresos petroleros no lo desequilibren del todo, se entiende).

¿A qué nos referimos con despetrolización? A que los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.3% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a abarcar 62.5% en 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR es el impuesto con mayor peso (33.0%), seguido del IVA (18.5%).

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000, respecto al porcentaje que representan de los ingresos totales: 11.3%.

Los ingresos en relación con su meta para el año

Los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron la meta inicial, establecida en la Ley de Ingresos 2020: exhibieron un rezago de 3.3% (-183.3 mmdp).

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 4.8% por debajo de su meta estimada en el calendario (-166.9 mmdp); lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida. El IVA tuvo un rezago de 2.0% (-20.0 mmdp), en relación con la LIF2020. El ISR exhibió un rezago de 5.0% (-92.4 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están por debajo de lo aprobado 10.7% (-55.1 mmdp).

En 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago en relación con lo que se esperaba para este periodo: 38.6% (-381.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno Federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 233.2% su meta de 2020.

Por su parte, la caída natural de los ingresos recurrentes (petroleros y tributarios) fue mayor a la observada. El total de ingresos recurrentes sin compensar asciende a 3 billones 740.7 mmdp, 16.7% menos (-752.4 mmd) respecto al dato aprobado para 2020. Esta caída fue atenuada por el aumento en los ingresos no recurrentes, compensada con los recursos del FEIP por un monto de 204 mmdp, y que la Tesofe traspasó al rubro de “aprovechamientos”. Sin embargo, aun con los montos excedentes en los ingresos no recurrentes (385.8 mmdp), tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (-548.4 mmdp), por lo que el neto fue negativo en 162.6 mmdp. El neto sin compensar asciende a -570.6 mmdp.


Saldo en los fondos de estabilización

Durante 2020 el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) registró entradas por 64.0 mmdp y salidas por 214.4 mmdp, destinadas 1) a compensar la disminución de los ingresos del Gobierno Federal sin destino específico (204.0 mmdp) y 2) a las inversiones financieras, como parte de las medidas realizadas para la administración de riesgos en el ejercicio fiscal de 2021, el pago de honorarios al fiduciario y el pago del dictamen de los estados financieros (10.4 mmdp). Así, el saldo del FEIP a diciembre de 2020 fue de 9.5 mmdp. Respecto al saldo de diciembre de 2019 se redujo 154.4 mmdp.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), a diciembre de 2020, tuvo ingresos por 5.5 mmdp y egresos por 35.4 mmdp; su saldo se ubicó en 30.7 mmdp. En 2020, el FEIEF tuvo una reducción respecto al saldo de 2019 de 31.9 mmdp, recursos transferidos a las entidades de manera mensual para cumplir con las partidas presupuestarias.

El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilidad y el Desarrollo (FMP) tuvo un saldo al 31 de diciembre de 2020 de 23.2 mmdp, 1.8 mmdp superior al reportado al cierre de 2019 (21.5 mmdp).


Fideicomisos al cuarto trimestre de 2020

Al 31 de diciembre de 2020 se reportan 329 actos jurídicos[2]: 300 fideicomisos[3], 23 mandatos y seis análogos[4], los cuales suman un total de 597 mmdp, y muestran una disminución de 22.1% real (-169.1 mmdp) respecto del monto observado en 2019. Respecto al trimestre previo (septiembre), se observa un incremento de 15.9 mmdp (2.7%).

Al cuarto trimestre de 2020, la SHCP reportó dos altas, 11 bajas y 32 fideicomisos en proceso de extinción; éstos últimos equivalen a 966.6 millones de pesos, de los cuales no se presentan usos ni estados financieros.

Recordemos el contexto: en el artículo quinto transitorio del Decreto de Fideicomisos[5] se estableció la obligación, por parte de los ejecutores de gasto, de coordinarse con las instituciones fiduciarias y llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir los actos jurídicos que se reformaron o derogaron, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscriban los convenios de extinción o terminación.


Análisis de gasto

A pesar de la debilidad observada en los ingresos, el gasto neto total se incrementó 0.2% en relación con 2019. Es decir, el Gobierno gastó más que el año pasado, aunque se quedó corto en relación a lo que planeaba ejercer este año: a diciembre el subejercicio acumulado fue de 1.8% (-108 mmdp). 

El análisis del gasto mensual, sin embargo, revela algo muy interesante: durante diciembre se aceleró el gasto programable y no programable del Sector Público. Sólo en ese mes el gasto neto fue 45.9% superior a lo aprobado (276 mmdp), mientras que el gasto programable excedió en 87% (302.9 mmdp) lo programado (en esta parte del gasto se clasifican los recursos destinados a fideicomisos, mandatos y otros análogos). El gasto no programable, en contraste, ejerció 8.6% menos recursos que los aprobados en el mes.

Al hacer un análisis por capítulo de gasto, vemos que “Servicios Generales” y “Transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas” son los que más gastaron en relación con lo presupuestado en términos relativos (ver los gráficos en el Anexo de Gasto). Pero dentro del capítulo de “Transferencias, asignaciones…”, el concepto de “Transferencias a fideicomisos, mandatos y otros análogos” fue el que más recursos sobrejerció, al gastar tres veces más de lo presupuestado (328% o 121 mmdp).

Fueron ocho Ramos a los que, a través de este capítulo, se les transfirieron al menos 50% más de recursos, respecto a lo aprobado; entre ellos se encuentran la Secretaría de la Defensa Nacional, Salud, Energía y SHCP. Entretanto, otros ocho Ramos no tenían previsto transferir recursos a través de este capítulo, pero lo hicieron, y suman un total de 1.3 mmdp (entre ellos, Presidencia, el Poder Judicial, la CNH y la CRE). 

Si no se toman en cuenta los 121 mmdp excedentes en la transferencia a fideicomisos, mandatos y otros análogos, el gasto neto total del Sector Público habría experimentado un recorte de 3.7% (228.7 mmdp) en relación con lo aprobado, y su variación anual con respecto a 2019 sería de -1.8% (-110.4 mmdp).

Por lo demás, el gasto neto del Sector Público en 2020 fue de 6 mil millones de pesos. De ellos, 4 mil 455.2 millones de pesos corresponden al gasto programable, el cual cerró el año con un sobrejercicio de 1.1% (48 mmdp), y con respecto a 2019 aumentó 1.8%. En la composición del gasto, el programable representó 74%. El 26% restante se ejerció a través del gasto no programable (1,545 mmdp); en el cierre de año este gasto exhibió un subejercicio de 9.1% (-156 mmdp). 

El gasto programable fue mayor a lo previsto porque en algunos Ramos de la Administración Pública Centralizada —como Economía, Turismo y la SHCP— se concentraron el desembolso extra de recursos para atender la crisis sanitaria, los apoyos a través de subsidios y transferencias y los recursos para proyectos de inversión física, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. 

Por otro lado, el recorte en el gasto no programable es el resultado de una reducción en las participaciones transferidas a estados y municipios, y a un menor costo financiero y pago de ADEFAS. El costo financiero representó 11% del gasto total en 2020, porcentaje muy similar al observado en los últimos tres años, pero que contrasta con el 7.5% que representó en 2013 y 2014. El incremento en la proporción que el costo financiero representa en el total del gasto reduce el espacio fiscal del gobierno; es decir, se trata de un gasto ineludible que reduce la capacidad financiera del gobierno en el corto plazo para proveer bienes y servicios a la población.

Si bien la proporción del costo financiero en el gasto aumentó desde 2014 hasta 2020, la proporción de la inversión física se redujo siete puntos porcentuales en el mismo periodo. 2020 cierra con un monto de inversión física de 653.3 mmdp, 12% mayor que el de 2019 si consideramos el efecto rebote (recordemos que en 2019 la inversión física se redujo 12%), pero menor al observado en 2018, de 661.9 mmdp. Sin considerar la inversión en Pemex y el monto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familias de la Secretaría de Economía (mejor conocido como Créditos a la Palabra), la inversión física con respecto al año pasado aumentó sólo 6%, y también se ubicó por debajo del gasto realizado en 2018, de 461.2 mmdp. Entretanto, la inversión en Pemex se redujo 3% con respecto a 2019. 

La inversión física fue 0.2% (-1.35 mmdp) menor a la aprobada para 2020, y si no incluimos el monto del programa Créditos a la Palabra en el total de la inversión, el subejercicio hubiera ascendido a 5.4% (-35.5 mmdp). Recordemos que este programa se creó como respuesta a la crisis ocasionada por la covid-19, y su fin es apoyar a las familias y empresas afectadas por la paideia a través de subsidios, pero no el impulso a la creación de capital, principal objetivo de la inversión física. 

Con relación al 2019, fueron los Ramos Autónomos y el IMSS e ISSSTE quienes tuvieron un mayor crecimiento anual. Entre los autónomos, el TFJA ejerció 99% (2.2 mmdp) más que en el año previo, al destinar más recursos en gastos de operación; el Inegi ejerció 41% más (4.4 mmdp) porque durante 2020 se levantó el censo de población y vivienda. Sin embargo, llama la atención que la CNDH ejerció 26% (-0.4 mmdp) menos recursos que en 2019; su gasto se compara al observado durante 2010. El ISSSTE, por su parte, ejerció 3.3% (11.5 mmdp) más recursos, que se destinaron al pago de pensiones y jubilaciones, así como en inversión física y materiales y suministros. Con respecto al IMSS, el gasto 6% mayor al previsto (46.8 mmdp) se reflejó en el pago de pensiones, servicios personales y materiales y suministros; no obstante, esta institución tuvo un menor gasto en inversión física en salud.

A pesar de que el gasto agregado de los Ramos Administrativos no fue considerablemente mayor que el observado en 2019, dentro de ellos la Secretaría de Economía, de Turismo y la SHCP destacan por gastar 50% más que en 2019. La Secretaría de Economía ejerció 277% (30.2 mmdp) más recursos, los cuales en gran parte se ejercieron en el ya mencionado programa de Créditos a la palabra. La Secretaría de Turismo ejerció 406% (11.0 mmdp) más recursos que en 2019, debido a la construcción del Tren Maya. La SHCP gastó 53% (26.3 mmdp) más, al destinar recursos a la aplicación y el diseño de la política económica. 

Con respecto al monto previsto en 2020, encontramos que los Ramos Administrativos gastaron 15.6% más de lo previsto. De ellos, la Secretaría de Economía (557%), la SHCP (221%), la CNH (210%) y la Secretaría de Turismo (172%) fueron los ejecutores que más sobrejercieron en relación con lo planeado.

Veamos con mayor detalle algunos de los Programas Presupuestarios Principales. Se reportaron 188 de ellos en el Anexo V del Anexo de Finanzas Públicas del Informe al Cuarto Trimestre de 2020 de la SHCP. Once ejercieron un gasto mayor a lo previsto en 2020 (e incluso a lo ejercido en 2019); entre ellos se encuentran programas relacionados al Insabi, la Guardia Nacional y el Tren Maya:

  • Seguro de Vida para Jefas de Familia (Bienestar)
  • Programa de Inclusión Financiera (SHCP)
  • Guardia Nacional (Seguridad y Protección Ciudadana)
  • Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación (Educación Pública)
  • Proyectos de Infraestructura Social del Sector Educativo (Educación Pública)
  • Programas del Tren Maya (Secretaría de Turismo)
  • Internet para Todos (SCT)
  • Promoción del comercio exterior y atracción de inversión extranjera directa (Economía)
  • Sistema Satélital (SCT)
  • Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral (Salud)

En contraste, nueve programas exhibieron recortes o no ejercieron recursos durante 2020. En su mayoría, están relacionados con programas de salud, a obligaciones jurídicas y a la construcción del corredor interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

  • Provisiones para el desarrollo regional del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • PROSOFT (Economía)
  • Programa para la Productividad y Competitividad Industrial (Economía)
  • Programa para el fortalecimiento económico de los Pueblos y Comunidades Indígenas (Entidades no Sectorizadas)
  • Programa de aseguramiento agropecuario (SHCP)
  • Obligaciones jurídicas ineludibles (SEDATU)
  • Calidad en la Atención Médica (Salud)
  • Planeación, diseño ejecución y evaluación del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (Entidades no Sectorizadas)
  • Garantías Líquidas (SHCP)


Gasto federalizado

Durante 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 3 billones 95.6 mmdp, lo que representó una disminución de 6.3% (-210 mmdp), respecto a 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-1.0%) y petroleros (-51.0%).

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 829.0 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.7% (-152.3 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019. La caída anual en el gasto federalizado en 2020 se debió a la disminución en cuatro de sus componentes: 1) Convenios de Reasignación[6] para el cumplimiento de programas federales (-61.6%); 2) Convenios de Descentralización[7] (-7.9%); 3) Participaciones-Ramo 28[8] (-7.2, debido a una menor RFP) y 4) Subsidios[9] (-3.1%), por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto a 2019.

En 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 843.8 mmdp, lo que significó una caída de 7.2% (-65.0 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en 2019 (908.9 mmdp), resultado de una menor recaudación. El menor pago de participaciones a los estados y municipios se compensó parcialmente con 60.1 mmdp provenientes del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF): de enero a septiembre se transfirieron 46.8 mmdp del FEIEF; en octubre 7.8 mmdp y en noviembre 5.5 millones de pesos[10].

A excepción del Fondo ISR[11], el cual presentó un crecimiento anual de 0.3%, el resto de los componentes del Ramo 28 tuvieron caídas anuales. Destacan las de los fondos con mayores recursos: el Fondo General (-6.0%), el Fondo de Fomento Municipal (-6.0%) y el Fondo de Fiscalización (-7.0%).

La disminución de los recursos vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 entidades federativas, de las cuales 17 disminuyeron por debajo del promedio nacional. Las más afectadas fueron: Campeche (-14.3%), Nayarit (-14.0), Hidalgo (-10.6%), Tabasco (-10.6%), y Michoacán (-10.4%). Sólo tres recibieron mayores recursos, respecto al año anterior: Baja California (3.5%), Chiapas (3.4%) y Colima (2.8%).

Por su parte, las Aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 809.6 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (2.6 mmdp), que se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%); el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%) y el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (3.4%). Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos vía transferencias del Ramo 33 en 2020 fueron: Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Tlaxcala y Guerrero. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de estas Aportaciones fueron Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato.


El balance del Sector Público y sus Requerimientos Financieros

El Balance Primario se ubicó por debajo de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 31.7 mmdp; el programado era un superávit de 180.7 mmdp.

El Balance Público presentó un deterioro en su posición en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por arriba de lo calendarizado para 2020: fue de -674.2 mmdp, cuando se tenía un déficit estimado de -547.1 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -407.0 mmdp.

El costo financiero fue de 686.1 mmdp, inferior al programado, de 727.4 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[12], fue de -897.1 mmdp, a diciembre de 2020, o -3.9% del PIB, resultado mayor a lo aprobado (-2.6% del PIB), debido principalmente al uso de activos financieros del Gobierno Federal con la finalidad de evitar el endeudamiento.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, a diciembre de 2020 sumó 12 billones 86 mmdp de pesos; se incrementó en 7.5% o 847 mmdp respecto a 2019. El SHRFSP representó el 52.2% del PIB, un incremento de 7.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000 debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.


ANEXO 1: indicadores de ingreso, fideicomisos, gasto federalizado, balance público y variables de contexto


ANEXO 2: Gasto


[1] Miles de millones de pesos.

[2] De éstos, 247 son actos jurídicos federales, 55 estatales y 28 privados.

[3] Los fideicomisos públicos son contratos por medio de los cuales el Gobierno federal, los gobiernos de los estados o los ayuntamientos, con el carácter de fideicomitentes, a través de sus dependencias centrales o paraestatales, transmiten la titularidad de determinados bienes del dominio público, del dominio privado de la Federación, entidad federativa o municipal, o afecta fondos públicos en una institución fiduciaria para realizar un fin lícito determinado, de interés público.

[4] En los mandatos se obliga, mediante un acto jurídico, el destino de recursos públicos en cumplimiento de un objeto que también debe ser lícito. En los mandatos, el mandatario se obliga a ejecutar por cuenta del mandante los actos jurídicos que éste le encarga. Los análogos pueden cumplir la misma función.

[5] Decreto por el que se reforman y derogan diversas disposiciones de la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas; de la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo; de la Ley de Hidrocarburos; de la Ley de la Industria Eléctrica; de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; de la Ley General de Protección Civil; de la Ley Orgánica de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero; de la Ley de Ciencia y Tecnología; de la Ley Aduanera; de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario; de la Ley General de Cultura Física y Deporte; de la Ley Federal de Cinematografía; de la Ley Federal de Derechos; de la Ley del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo; de la Ley de  Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados; de la Ley General de Cambio Climático; de la Ley General de Víctimas, y se abroga la Ley que crea el Fideicomiso que administrará el Fondo de Apoyo Social para Ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, publicado el 6 de noviembre de 2020 en DOF.

[6] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[7] Corresponden a acciones de colaboración y coordinación entre las dependencias federales y los gobiernos de las entidades federativas.

[8] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un

mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[9] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[10] Comunicado 086 SHCP, del 30 de octubre de 2020: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. Recuperable en https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[11] El fondo fue creado en el 2015, cuya función es retener el ISR de la nómina de los empleados, el cual es entregado a la Federación y, posteriormente, la SHCP hace la repartición de los ingresos entre las 32 entidades.

[12] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

Números de Erario: gasto en salud de enero a noviembre de 2020

A un mes de tener la fotografía completa del comportamiento de finanzas públicas durante 2020, algo nos queda claro en lo concerniente al gasto en salud: el Gobierno cree que todavía es septiembre. O eso parece, pues el avance en la meta de gasto anual es apenas de 76%.

Fuera de bromas, el dato es dramático, sobre todo si tomamos en cuenta que estamos a mitad de la ‘segunda ola’ de contagios por covid-19, y los servicios de salud se encuentran al límite. Por lo demás, en el reporte de noviembre confirmamos otro dato preocupante: en el acumulado, la inversión física en salud va 29% por debajo del gasto aprobado.

Por último, este mes pusimos especial atención al Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA), con el fin de descubrir cuántos recursos se han transferido a las entidades para hacer frente a sus particulares crisis sanitarias.  


  

¿Cómo avanzó el gasto funcional[1] en salud de enero a noviembre?

En el periodo los recursos ejercidos a través de la función salud abarcaron el 76% del presupuesto aprobado en el año. Los recursos erogados sumaron 516.3 mil millones de pesos (mmdp). Comparado con los recursos gastados en el mismo periodo del año anterior, el gasto en salud se incrementó 2.0% (10.4 mmdp).

Tan sólo en noviembre se gastaron 52.5 mmdp, 13% (6 mmdp) más que el gasto realizado en 2019. En el mes se vuelve incrementar el gasto funcional en salud mensual, en comparación con el año previo; esto es, después de ejercer un mayor gasto en julio y agosto con relación a 2019, en septiembre y octubre el gasto mensual fue menor al ejercido un año atrás.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud[3] de enero a noviembre?

Como una forma de subsanar la falta de información oportuna y detallada por institución del gasto funcional en salud, en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[4].

El gasto del IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y el FASSA acumula hasta noviembre 551.6 mmdp, lo que representa el 77% del presupuesto aprobado anualmente. No obstante, esos recursos son 5.7% menores a lo que se tenía previsto gastar en el periodo; es decir, 33 mmdp no se ejercieron a través de las distintas instituciones de salud.

Hasta noviembre, es el ISSSTE la institución que más ha gastado en relación con su meta anual: 80%. Le sigue el IMSS, con 79%. En contraste, la Secretaría de Salud ejerció hasta noviembre sólo el 64% de los recursos aprobados: es la institución con menor avance en las metas anuales. Por otra parte, a través del FASSA se ha transferido a los estados el 91% del presupuesto anual.

Las principales instituciones de salud gastaron, hasta noviembre, de la siguiente manera:

  • A pesar de ser la institución con el mayor ejercicio de sus recursos, los 83 mmdp gastados por el ISSSTE estuvieron 13.5% (-13 mmdp) por debajo de la meta establecida en el periodo.
  • El IMSS ejerció en el periodo 266 mmdp; en relación con lo que tenía planeado gastar en el periodo se reportó un subejercicio de 3.5% (-9.6 mmdp).
  • El gasto de la Secretaría de Salud también fue menor a lo planeado: ejerció 109 mmdp de los 121 mmdp aprobados. Esto implica que 10% (-12 mmdp) de los recursos de esta institución no se ejercieron.
  • En contraste, las entidades federativas recibieron a través del FASSA 94 mmdp; este monto es 1% (1.2 mmdp) mayor que lo establecido en el calendario.


El FASSA a detalle

Los recursos transferidos a los estados para atender servicios de salud a través del FASSA (Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud) suman 94 mmdp en noviembre. Todas las entidades federativas recibieron más recursos en comparación con lo calendarizado a principios de año; en promedio, 1.5% más. Veracruz es el estado que más recursos adicionales recibió: 2.4% (147 mdp), mientras que la CDMX recibió únicamente 0.4% (15.9 mdp) más de lo planeado.

En comparación con 2019, se transfirieron 2.0% más recursos en el mismo periodo. De los 32 estados, 30 recibieron en promedio 2.2% más recursos, excepto Colima (disminución de 0.1% o -1.7 mdp) y Tamaulipas (de 0.4% o -12.3 mdp).


¿Cómo avanzó el gasto del sector salud específicamente en noviembre?

En noviembre se acumularon cuatro meses de recortes mensuales consecutivos en el gasto ejercido por las instituciones de salud y el FASSA. En julio de 2020 el gasto ejercido fue 2.6% mayor que el aprobado y, desde entonces, mes con mes las instituciones de salud en conjunto reportaron un menor gasto de lo previsto. Tan sólo en noviembre el subejercicio fue de 11.1% o -6.6 mmdp.

En conjunto, las principales instituciones de salud y el FASSA ejercieron en noviembre 53 mmdp; para el mes se tenía previsto que gastaran 60 mmdp. Así, el subejercicio reportado es de 11%, lo cual implica no ejercer 6.6 mmdp del presupuesto asignado en salud. Con relación a noviembre de 2019, el gasto fue 7% mayor (3.7 mmdp).

El recorte en el mes no se observó parejo en todas las instituciones. De hecho, el IMSS y el ISSSTE gastaron más de lo aprobado, y las transferencias del FASSA se encuentran en línea con el calendario. En noviembre, las instituciones de salud ejercieron el gasto de la siguiente manera:

  • El IMSS gastó 29.6 mmdp. Se tenía previsto que ejerciera 27.7 mmdp, por lo que el sobrejercicio fue de sólo 6.7% (1.9 mmdp). Desde julio la institución presentaba recortes en su gasto.
  • Este mes, la Secretaría de Salud tuvo el mayor subejercicio en lo que va del año. De los 13.9 mmdp aprobados, ejerció sólo 5.4 mmdp. El gasto no ejercido se traduce en un recorte de 61.2% del presupuesto aprobado, el equivalente a 8.5 mmdp.
  • El ISSSTE reportó un ligero sobrejercicio. De los 7.0 mmdp aprobados, gastó 0.1 mmdp más, es decir, los recursos erogados ascendieron a 7.1 mmdp.
  • Las entidades federativas recibieron a través del FASSA casi la totalidad del gasto calendarizado.


¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física de enero a noviembre?

La inversión física en salud (que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones) aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta noviembre se han gastado 13.4 mmdp. Así, hay un avance de apenas 67.5% con respecto a la meta aprobada, y el subejercicio acumulado en el periodo asciende a 29% (-4.3 mmdp) con relación a lo que se planeaba ejercer.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE acumula un sobrejercicio de 58.4%, superando por mucho el presupuesto anual aprobado. Hasta noviembre acumula un gasto de 2.6 mmdp, 0.8 mmdp más de lo aprobado en el año (1.8 mmdp).
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado fue de 4.9 mmdp. Reportó un avance de 93.6% con respecto al presupuesto anual. Acumula un subejercicio de 3.3% (-0.2 mmdp).
  • El IMSS es la institución que acumula el mayor subejercicio en este rubro. El gasto en inversión física pagado a noviembre fue de 5.8 mmdp, y reportó un avance de sólo 45.5% con respecto a la meta anual. El subejercicio acumulado equivale a no ejercer 52% del presupuesto aprobado en el periodo, es decir, a no gastar 6.3 mmdp.


¿Cuál fue el gasto en inversión física en noviembre?

Entre mayo y septiembre, el gasto en inversión física mensual se realizó por debajo de lo previsto para cada mes. En octubre vimos que esta tendencia se revertía. Sin embargo, en noviembre se vuelve a reportar un subejercicio en el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud.

En noviembre, las instituciones de salud en su conjunto gastaron 0.5 mmdp de los 1.6 mmdp aprobados en inversión física. El gasto observado en el mes está en línea con el ejercido en años previos; no obstante, con anterioridad a la pandemia se aprobó un presupuesto aproximadamente cuatro veces mayor al ejercido en 2019; este incremento se aprobó para la Secretaría de Salud.

Por lo anterior llama tanto la atención que este mes la Secretaría de Salud reportara el mayor recorte en su gasto: 87% (-0.7 mmdp). Le siguió el IMSS, al subejercer 52% (-0.2 mmdp) del presupuesto aprobado. Por su parte, el ISSSTE gastó 42% (-0.08 mmdp) menos de lo calendarizado en el mes.


¿Qué observamos en el presupuesto de servicios personales?

En el reporte mensual, la SHCP indica que el gasto en servicios personales asciende a 230.6 mdp, con un aumento de 5.7% con respecto a 2019, debido a la contratación de recursos humanos para hacer frente a la pandemia. Analizamos a detalle el gasto en este rubro y, en efecto, este incremento se sostiene: incluso con relación al presupuesto aprobado el gasto en este rubro es 2.9% mayor.

Sin embargo, cuando analizamos el gasto en servicios personales por institución con relación al presupuesto aprobado, encontramos que el IMSS es la única institución que acumula un mayor gasto al esperado: 4.1% (7.3 mdp). En cambio, el ISSSTE y la Secretaría de Salud acumulan recortes en el rubro; es ésta última la que acumula el mayor recorte: 7.5% (-0.6 mdp).


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[4] Pero en este gasto sí se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.

Números de Erario: noviembre de 2020

Esto, más que austeridad, es una crisis de ingresos


Mensaje principal

En el mundo 2021 está llamado a ser el año del restablecimiento de la actividad económica, tras el desastre que nos ha dejado la pandemia. Sin embargo, en México las palancas para ejecutar la reactivación están muy debilitadas. En las cifras más recientes publicadas por Hacienda, las de noviembre de 2020, identificamos rezagos en ingresos tributarios y petroleros, y también (nada sorprendente) en el gasto neto.

Y es que ése es el principal problema del Gobierno: la disminución de sus ingresos. ¿Cómo va a aumentar el gasto en inversión física, por ejemplo (un muy buen motor para la economía), si sufre de liquidez?

Con todo, creemos que el Gobierno federal está identificando los escollos en los lugares incorrectos. Argumenta que los ramos autónomos son una carga demasiado pesada para el erario y, por tanto, debe procurarse su eliminación, en aras de la austeridad. Pero, como verán líneas abajo, en el acumulado enero-noviembre estos ramos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. Y el amenazado INAI, por cierto, no ejerció ni el 1.5% de este total. No, la solución no va por allí. Ustedes mismos lo podrán comprobar… 

Resumen ejecutivo

Se debilitaron aún más los ingresos públicos. De enero a noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 5.7% (-287.3 mil millones de pesos, o mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue mayor con respecto a los datos reportados en el tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

Así, a noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 734.3 mmdp, reportando una disminución anual real de 5.4%. Sólo se ha observado una caída mayor, para periodos similares, en 2009, cuando alcanzó el 11.3%, debido a una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR, principalmente, resultado de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros fueron los que más cayeron, disminuyeron 42.5%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 2.3% respecto al mismo periodo de 2019, apoyados por el crecimiento de los ingresos no tributarios (38.9%), ya que los tributarios prácticamente permanecieron iguales (0.1%).

La SHCP reportó que se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales sólo en el mes de noviembre. Comparados con los reportados en octubre aumentaron 8.1% (32.9 mmdp). La razón: los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (2.3%) y no tributarios no petroleros (239.8%); en cambio, los ingresos petroleros disminuyeron 7.9% y los de IMSS, ISSSTE y CFE 17.2%.

El Balance Primario pasó de un superávit de 312.4 mmdp en el periodo de enero a noviembre de 2019 a uno de 153.5 mmdp en 2020; es decir, se redujo 50.8%. El Balance Público mostró un deterioro considerable respecto al mismo periodo del año anterior, al aumentar 130.8% a -399.3 mmdp. El costo financiero de la deuda fue de 557.1 mmdp, 7.9% superior al reportado en igual periodo de 2019.

El gasto neto del Sector Público, por su parte, ascendió a 5 billones 150 mmdp en el periodo de enero a noviembre. Eso representa el 84% del presupuesto aprobado anual. A pesar de que el gobierno utilizó ahorros (FEIP y FEIEF) y registró un crecimiento real en los ingresos tributarios, el gasto neto acumula un recorte de 6.5%, y equivale a no ejercer 356.7 mmdp del presupuesto aprobado hasta noviembre.  

El recorte en el gasto no afectó a todos los ramos por igual. En los Ramos Autónomos, Generales, Pemex, CFE, el IMSS y el ISSSTE el recorte acumulado se generalizó en todos los ejecutores. En los Ramos Administrativos sólo 17 de los 26 ejecutores acumularon subejercicios.

La inversión física en el periodo fue de 545.3 mmdp; creció 4.0% con respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 354.2 mmdp, y en comparación con la del año previo creció 7.3% (24.1 mmdp). El gasto en inversión física acumulada por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE es lo que sostiene el alza; sin embargo, vale la pena destacar que tanto la Secretaría de Turismo como la de Economía ejercieron gran parte de estos recursos entre mayo y julio, y que en los últimos meses su dinamismo disminuyó. Además, recordemos que en Economía es un programa de subsidios el que apuntala el gasto en inversión —el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares—, es decir, un destino que no apuntala la creación de capital.

El gasto programable, que concentra el gasto de los programas sociales y la inversión en infraestructura, reporta un subejercicio de 6.4% (259.5 mmdp). En el reporte mensual de la SHCP se indica que los subsidios y transferencias (que se ubican dentro del gasto programable) tuvieron incrementos anuales reales de 18.9% y 25.4% respectivamente, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia. No obstante, hay que señalar que los programas de subsidios se diseñaron con anterioridad al contexto actual, y podrían no tener un impacto directo y significativo en la recuperación económica. Ya en el reporte del cuarto trimestre podremos observar el comportamiento del gasto en estos rubros, en relación con los planes anuales.

Finalmente, no cesa la preocupante caída de recursos transferidos a las Entidades Federativas y Municipios a través del Gasto Federalizado.


Análisis del ingreso

Enero – noviembre 2020 y noviembre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

La SHCP reportó que de enero a noviembre de 2020 el Sector Público ingresó 4 billones 734.3 mmdp, lo que significa una disminución de 5.4% en términos reales (-276.5 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019, y un monto menor en 287.3 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno Federal se ubicaron en 3 billones 675.7 mmdp, 2.2% (-86.7 mmdp) menores que los observados de enero a noviembre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero a noviembre de 2020 se han utilizado 156.7 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a noviembre de 2020 los ingresos petroleros —Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 496.5 mmdp, monto inferior en 44.5% (-397.5 mmdp) respecto a lo aprobado en la LIF. Tal disminución se debió a la caída en la demanda de hidrocarburos y sus derivados, como consecuencia de las medidas globales de confinamiento. Este monto fue menor en 42.5% (-366.9 mmdp), en términos reales, respecto a lo observado en igual periodo de 2019. Este monto, cabe decir, es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. También representa la mayor caída en términos porcentuales, superior a la de 38.6% en enero-noviembre de 2009 (cuando se registró la mayor caída del precio del petróleo no vista en 30 años), y a la de enero-noviembre de 2015, de 36.6%.

En periodo similar de 2019, los ingresos petroleros (Gobierno Federal + Pemex) presentaron una caída de 9.1%; sin embargo, en igual periodo de 2018 se observa un crecimiento de los mismos de 12.6%, debido a los incrementos favorables tanto en los ingresos petroleros del Gobierno federal como de Pemex.

Los ingresos petroleros del Gobierno Federal se ubicaron en 198.0 mmdp; presentaron una caída de 51.9% respecto al mismo periodo de 2019. Los ingresos propios de Pemex, por su parte, ascendieron a 298.5 mmdp y disminuyeron 33.8%.

Los ingresos tributarios sumaron 3 billones 24.2 mmdp, 5.4% (-172.6 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.1% mayor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-noviembre de 2019; es decir, permanecieron prácticamente igual. Por componentes, el IVA se incrementó 0.2% anual, mientras que el ISR creció 0.8%; este último resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IEPS disminuyó 3.6%, debido a la menor actividad económica causada por el confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 2.8%, y los distintos de gasolina y diésel, 5.0%. Los impuestos a la importación cayeron 14.3% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 0.9%, debido al crecimiento de 57.8% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.7% y la de ISR 1.6%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 27.5% anual, debido al crecimiento de los IEPS en 232.1%, de impuestos a la importación en 27.5%, ISR en 23.4% e IVA en 2.9%.

Por otro lado, en los primeros 11 meses de 2020 los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP) se ubicaron 201.0% (302.8 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 453.5 mmdp, lo que significa un incremento de 38.9% respecto al dato reportado en enero-noviembre de 2019. De este monto, 375.9 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 60.6% anual, resultado de la recuperación de activos financieros del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 156.7 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp; de otros fideicomisos por 33.6 mmdp y de entidades paraestatales por 8.8 mmdp. En el mismo periodo 2019, los ingresos NTNP aumentaron 18.6% y en 2018 se redujeron 53.1%.

Los ingresos de CFE ascendieron a 358.8 mmdp, 10.6% menores respecto a 2019, e inferiores en 5.2% (-19.6 mmdp), respecto al dato aprobado a inicio de 2020. La razón: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 401.3 mmdp, 0.1% (-0.4 mmdp) por debajo del dato programado en LIF para los primeros 11 meses de 2020, y 1.7% superiores, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-noviembre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.5% en los ingresos petroleros y un incremento de 17.8% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.6% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, la SHCP reportó que en noviembre se obtuvieron 439.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 8.1% (32.9 mmdp) al reportado en octubre (406.0 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

Cabe destacar que el incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación aumentó en noviembre respecto a octubre (2.3 dólares por barril, 6.2%), para ubicarse en 38.7 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el undécimo mes de 2020 registraron 47.7 mmdp, 7.9% (-4.1 mmdp) por debajo del dato observado en octubre. Comparados contra los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 25.2% (-16.1 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 38.2% en términos reales.

Los ingresos tributarios ascendieron en el mes a 262.6 mmdp, lo que representa un incremento de 2.3% (6.0 mmdp) respecto al dato reportado en octubre. Respecto a noviembre de 2019 aumentaron 7.6%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (14.7%), ISR (5.7%) y IEPS (1.4%). Lo anterior se debe a diversas mejoras legales que aumentaron la eficiencia recaudatoria, sin incrementar ni crear nuevos impuestos.

¿Cuál fue la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar 49.7% de los ingresos totales del Sector Público (periodo enero-noviembre de 2000), a 63.9% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, son los rubros de mayor peso.

En cambio, los ingresos petroleros alcanzaron la proporción más baja desde 2000,: 10.5% de los ingresos totales.

La proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzaron los ingresos públicos?

Para el periodo enero-noviembre de 2020, los ingresos totales del Sector Público mostraron un avance de 85.7% con respecto a su meta anual en la Ley de Ingresos (LIF). En relación con la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE2021, llevan un avance de 88.0%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, presentan 90.1% de avance. Por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 50.3% respecto a lo aprobado en la LIF, y de 62.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE2021.
  • Los ingresos tributarios exhibieron un avance de 86.3% respecto a la LIF2020, y de 93.6% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 274.0% respecto al monto estimado al inicio de 2020, y de 90.5% respecto al cierre ajustado en los CGPE2021.

Al revisar los ingresos acumulados a noviembre de 2020 descubrimos que los ingresos totales del Sector Público no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF2020, debido a que exhibieron un rezago de 5.7% (-287.3 mmdp). En noviembre se quedaron por debajo de la meta mensual en 1.2% (-5.4 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron 5.4% por debajo de lo programado (-172.6 mmdp), en relación con su meta estimada en el calendario, por lo que, lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 4.3% (-39.4 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.9% (-82.0 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados estuvieron 11.0% por debajo de lo aprobado (-51.8 mmdp).

A noviembre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% en relación con lo que se esperaba para este periodo (-397.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 201.0% su meta a noviembre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (302.8 mmdp vs. -570.1 mmdp).

En términos mensuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 1.2% (-5.4 mmdp), con respecto al dato aprobado. Observamos rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y el estimado la siguen mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 44.3% (-38.0 mmdp), que aumenta si no se consideran las mencionadas transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 4.9% (-13.4 mmdp), con respecto a su meta estimada en el calendario en el mismo periodo. Al desagregarse por tipo, observamos para noviembre ingresos excedentes de IVA por 3.9% (3.1 mmdp). El ISR tuvo, en cambio, un rezago de 7.3% (-10.3 mmdp).

Los ingresos NTNP se excedieron en 513.6% (52.9 mmdp).

En términos anuales, en noviembre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una caída de 10.5% (-55.1 mmdp), respecto al dato de noviembre de 2019. Sin embargo, el componente tributario aumentó 7.4% (18.1 mmdp), mientras que el petrolero se redujo en 38.3% (-29.7 mmdp) y el NTNP en 30.7% (-27.9 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – noviembre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 11 meses del año?

A noviembre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 5 billones 150 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 799 millones de pesos, lo que representa el 74% del gasto neto total; el porcentaje restante corresponde al gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 351 mmdp.

El costo financiero, un gasto no programable, representó 11% (557.1 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-noviembre de 2020. Como hemos señalado en los últimos meses, su participación en el total se ha mantenido en línea con lo observado en la trayectoria reciente. Desde 2014, esta obligación del Gobierno ha ido en aumento. El aumento del costo financiero reduce el espacio fiscal, por lo que el Gobierno tiene menos recursos disponibles para proveer bienes y servicios a la población.

A la par del incremento del costo financiero, la inversión física (un gasto programable esencial para detonar la actividad económica en el contexto actual) ha disminuido su participación en el gasto neto total desde 2014. Entre enero y noviembre, este gasto fue de 545.3 mmdp, lo que representa el 11% del gasto neto total; con relación a 2019 creció 4.0%. La inversión distinta de Pemex fue de 354.2 mmdp; creció 7.3% (24.1 mmdp) con respecto al mismo periodo de 2019 y equivale a 65% del gasto en inversión física del Sector Público en el periodo. La inversión en Pemex disminuyó 1.5% (2.9 mmdp), respecto al año previo.

El incremento en la inversión física distinta de Pemex se sostiene por la inversión realizada por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE. Hasta noviembre, estas secretarías han gastado más de lo aprobado para el año y más de lo observado en el año previo, lo que explica que este tipo de inversión creciera hasta 7.3%.

El gasto acumulado del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares (que tuvo un mayor flujo de recursos en mayo y junio) impulsó la inversión física de la Secretaría de Economía. Hasta noviembre esta dependencia acumula 34.4 mmdp, monto que es 12 veces mayor que el realizado en 2019. Recordemos que este programa tiene como objetivo apoyar, a través de préstamos, a familias y empresas afectadas por la pandemia. Dado que no impulsa la creación de capital, no debería registrarse como inversión física.

La inversión física de la Secretaría de Turismo asciende a 4.8 mmdp, monto 10 veces mayor que el observado en 2019. El incremento de 928% con relación al año previo se debe a los recursos destinados en la construcción del Tren Maya, que incluye estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto como tal.

El ISSSTE ha ejercido en el periodo nueve veces más recursos en inversión física que en 2019. Sus 2.6 mmdp gastados sostienen el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como documentamos en los Números de Erario que analizan el gasto en salud, este súbito incremento es el resultado de destinar más recursos a la compra insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros, los cuales se registran como inversión. Hasta noviembre ejerció 58% (1 mmdp) más que lo planeado en el año y 831% (9.3 mmdp) más que lo ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

El 55% (2,842 mmdp) del gasto total se ejerció a través de los Ramos Generales; con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno federal cumple sus obligaciones financieras o mandatos legales. Son ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye Hacienda directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado (para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos). De ahí su relevancia.

El gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (1,079 mmdp) del gasto neto total.

Los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (110 mmdp) del presupuesto. En estos ramos se aplican las medidas de austeridad, a pesar de que su participación tiene poco peso en el gasto total. Aplicar estas medidas sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto significativo en el tamaño o composición del gasto.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a noviembre de 2020?

En el periodo, el avance del gasto neto total ejercido con respecto a la meta anual aprobada es de 84%, y de 87% en relación con la meta estimada por la SHCP en la actualización de las finanzas públicas en el reporte de noviembre. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 83% de la meta anual aprobada en el PEF.

El avance del gasto programable del SP con respecto a la meta anual es de 86%, y de 87% en relación con la última actualización realizada por la SHCP.

En el gasto no programable el avance es menor al observado en las otras clasificaciones de gasto; respecto a la meta aprobada avanzó 79%, y respecto a la meta estimada el avance fue de 87%.

La inversión física pública del SP registró un avance de 83% respecto a la meta aprobada, mientras que el avance del costo financiero fue de 77% respecto a la meta aprobada, y de 80% si se compara con la meta actualizada.

Por ejecutor, los Ramos Administrativos y el IMSS e ISSSTE registraron un avance mayor al 90%. Por su parte, los Ramos Autónomos, Generales y Pemex y CFE reportaron un avance entre 80% y 84%.

El subejercicio acumulado en el periodo por el gasto neto del Sector Público es de 6.5%. Equivale a no ejercer 356.7 mmdp, ya aprobados para el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Hay un gasto mayor al aprobado, es decir, un sobrejercicio, en los siguientes ramos:

  • Economía: 558% (31.5 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Turismo: 52% (2.5 mmdp)
  • Gobernación: 47% (2.2 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 14% (1.4 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 6% (0.5 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 91% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 33% (0.07 mmdp)

Los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado, es decir, que subejercieron, son:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: 11% (-96.7 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: 13% (-76.7 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: 11% (-48.3 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: 21% (-28.7 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: 34% (-18.3 mmdp)
  • ISSSTE: 4% (-14.3 mmdp)
  • Aportaciones a la Seguridad Social: 1% (-12.1 mmdp)
  • Salud: 9% (-11.9 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: 1% (-10.8 mmdp)
  • Deuda Pública: 2% (-10.7 mmdp)

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.2% (-125.1 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 6.0% (-182.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 12.3% (-15.5 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.6% (6.2 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.1% (-22.8 mmdp)

En todos los ejecutores de gasto de los Ramos Autónomos y Generales el subejercicio es generalizado. Entre los Ramos Autónomos, la CNDH es la entidad con el mayor recorte: 33.6%. De los Ramos Generales, el Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35%.

Hasta noviembre, 17 de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos reportaron un subejercicio. Es la Oficina de Presidencia quien exhibe el mayor recorte: 43.6%. En contraste, la Secretaría de Economía reporta un gasto 558.5% mayor a lo previsto.

Las Empresas Productivas del Estado también exhiben un recorte en el gasto: el subejercicio de Pemex fue de 13% y el de la CFE de 11%.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno sólo en noviembre 2020?

En noviembre, el gasto neto total fue de 507 mmdp. Se tenía calendarizado que en el mes se ejercieran 494 mmdp; es decir, se observó un sobrejercicio de 2.7% (13.3 mmdp). Desde abril los recortes en el gasto fueron frecuentes. Éste es el primer sobrejercicio observado en siete meses.

Sin embargo, el gasto programable en noviembre fue de 392.1 mmdp: el monto no ejercido fue 1.7% (-6.7 mmdp) menor que el gasto aprobado (398.8 mmdp). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, también exhibe un recorte en relación con el gasto aprobado: 13.1% (-4.9 mmdp). Se tenía previsto un gasto en inversión física de 37.8 mmdp, pero se ejercieron sólo 32.8 mmdp. Con noviembre se hilan ya seis meses consecutivos de recortes en este rubro.

El gasto no programable, en cambio, creció en comparación con lo presupuestado en el mes: el excedente reportado fue 21% mayor (19.9 mmdp). El incremento es el resultado de un mayor costo financiero del Sector Público: alcanzó los 48.4 mmdp, 133% por arriba (-27.6 mmdp) de lo planeado.

Sólo en noviembre, los Ramos Autónomos ejercieron 52% (6.3 mmdp) más de lo aprobado en el mes (12 mmdp). Por ejecutor, el Poder Judicial gastó 70% más recursos que los presupuestados; el Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor que su meta mensual, 52% cada ramo. Sin embargo, el INAI no ejerció 32.1% de su presupuesto aprobado; le siguió la CDNH (que en el mes anterior reportó un sobrejercicio), con 22.6% y la COFECE con 16%.

Las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron un recorte en el gasto mensual de 6% (-4.8 mmdp). El recorte de Pemex, con respecto al monto aprobado, fue de 10% (-3.4 mmdp), y el de la CFE de 3% (-1.3 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se ubicó 5% (-5.4 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, 11 ramos exhibieron un sobrejercicio; quienes más gastaron en relación con su meta mensual fueron: la CNH (586%), la CRE (273%) y Gobernación (100%). Y en 15 ramos se observó un subejercicio; la SHCP tuvo el mayor recorte, 89%, le siguió la Secretaría de Turismo con 75% y la Secretaría de Salud, al no ejercer 61% del gasto aprobado.

Los Ramos Generales gastaron 7% por arriba en el mes (15 mmdp). El Ramo de la Deuda Pública presentó el mayor excedente en el gasto: 241% (28.6 mmdp); esto es, hay un incremento en el costo financiero para este mes. Mientras que el Ramo 23 exhibió un recorte de 46% (-1.5 mmdp) en relación con su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un sobrejercicio de 2% (2.9 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a noviembre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP)[1] sumó 2 billones 850.0 mmdp, lo que representó una disminución de 7.0% (-213.3 mmdp), respecto a igual periodo de 2019. Esto es resultado de una caída de ingresos en los componentes tributarios (-1.7%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 14.3% anual), no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En 2015, la RFP se redujo 1.4% para un periodo similar; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto fue el de 2016 (6.2%).

La reducción en la RFP, durante los primeros 11 meses de 2020, es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-1.7%):

  • Automóviles nuevos (-19.4%)
  • Comercio exterior (-14.7%)
  • Derechos a la minería (-6.4%)
  • Producción y servicios (-4.7%)
  • Tenencia (-2.8%)
  • IVA (-1.7%)
  • ISR (-0.8%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)

Durante noviembre de 2020, la RFP fue de 241.7 mmdp, menor en 3.9% a la reportada en igual mes de 2019. Esto se explica por los recursos disminuidos del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.8%). Sin embargo, su componente tributario se incrementó 2.0%, debido principalmente al crecimiento en la recaudación de IVA (8.4%) e ISR (1.7%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado (es decir, las transferencias que realiza el Gobierno federal a los estados y municipios) sumó 1 billón 634.8 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.5% (-133.1 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 767.9 mmdp y una caída de 4.6%. Con ello suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-noviembre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes:

  • Convenios de Reasignación[2] para el cumplimiento de programas federales (-60.3%),
  • Subsidios[3] (-9.7%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28[4] (-7.4%) debido a una menor RFP.
  • Convenios de descentralización (-2.0%).

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.3% real, respecto al mismo periodo de 2019.

El nivel observado del gasto en el periodo enero-noviembre de 2020 es similar a los niveles en 2012; es decir, identificamos un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado, debido a la caída en el crecimiento económico que ha impactado en gran medida a la RFP.

Sólo en noviembre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 138.9 mmdp, lo que representa una disminución de 9.7% con respecto a noviembre de 2019, debido a la disminución de todos sus componentes: convenios de reasignación (-80.0%), convenios de descentralización (-32.4%), subsidios (-12.3%), Ramo 28 (-11.0%), Ramo 33 (-1.3%).

Participaciones – Ramo 28

De enero a noviembre de 2020, las Participaciones a entidades federativas se ubicaron en 777.9 mmdp, lo que significó una caída de 7.4% (-62.6 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (840.5 mmdp), resultado de una menor recaudación. Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta noviembre sumaron 60.1 mmdp. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia[5].

Desde la caída de 17.4% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en noviembre de 2020 las participaciones disminuyeron 11.0%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.4 mmdp.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.4%), Nayarit (-12.9%) e Hidalgo (-11.3%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Chiapas (3.8%), Baja California (3.2%) y Colima (3.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 11 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 705.9 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.3% (1.6 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.7%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.0%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.2%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.8 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional —Infraestructura social y fortalecimiento de entidades— siguen sufriendo disminuciones en sus transferencias.

Durante el periodo, las tres entidades federativas con los mayores crecimientos en sus recursos recibidos a través de las Aportaciones Federales fueron Tabasco, Chiapas y Ciudad de México. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Nuestra recomendación)

El Gobierno federal debe incentivar el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente a nivel municipal, lo que impondría una carga fiscal al erario federal.

Para reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal. El objetivo: compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. En este rediseño se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del Balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el Balance Público durante enero-noviembre de 2020?

El Balance Primario[6] se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 153.5 mmdp; el programado era un superávit de 71.2 mmdp.

La posición del Balance Público[7] mejoró en comparación con la observada en meses anteriores. Se encontró por debajo de lo calendarizado. Para el periodo enero-noviembre de 2020 fue de -399.3 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -481.3 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -167.2 mmdp.

Por otra parte, la medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[8], fue de -678.2 mmdp a noviembre de 2020, o -2.9% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en noviembre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -300.0 mmdp (-1.2% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, la cual incluye el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en los RFSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respecto a noviembre de 2019, de IPAB (-90.9%), PIDIREGAS (-12.1%) y Banca de desarrollo y fondos de fomento (-2.8%).

Para el cierre del año Hacienda estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 1.8 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 716 mmdp de pesos al mes de noviembre. Es decir, se incrementó 5.3% o 585 mmdp respecto a noviembre de 2019. Sin embargo, disminuyó por segundo mes consecutivo. Poco más del 28% de la variación respecto al cierre de 2019 se debe a un aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.

Según lo publicado por Hacienda, el SHRFSP representó el 50.7% del PIB a noviembre de 2020, un incremento de 6.7 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

Las autoridades esperan cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables, que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

Hacienda estimó en los CGPE2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Por su parte, distintas instituciones financieras (FMI y analistas financieros) prevén escenarios de una mayor contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista: entre -8.9% y -9.0% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos, en relación con lo esperado por las autoridades para cierre de año.

Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020 el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, resultado del crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En noviembre de 2020 la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,633 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 4.2% (-71 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a noviembre (1,666 mbd) fue 14.6% (-285 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a noviembre se encuentra -78 mbd por debajo (-4.5%).

Precio del petróleo

De enero a noviembre de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió 34.9 dólares por barril[9]. Ésta se ubicó 0.9% por debajo (-0.3 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en noviembre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A noviembre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.0% (20.8 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.2% real (23.9 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 1.6% (-3.1 mmdp) respecto al año previo.

El valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[10]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] La recaudación federal participable (RFP) es el conjunto de recursos que percibe la Federación por concepto de impuestos federales, derechos de minería y una parte de los ingresos petroleros provenientes del Fondo Mexicano del Petróleo.

[2] Son acuerdos que las dependencias del Gobierno Federal firman con las entidades federativas con el propósito de reasignarles recursos de las dependencias y entidades públicas, para el cumplimiento de diversos objetivos de los programas federales.

[3] Incluyen recursos que son entregados a las entidades federativas y municipios a través de diversos ramos de la Administración Pública Centralizada. Estos se destinan para apoyar el desarrollo conforme a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables y se ejercen de acuerdo a lo señalado en el PEF de cada año.

[4] Forman parte del gasto no programable y derivan del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, que es un mecanismo por medio del cual se acuerda el ejercicio de las facultades tributarias entre los distintos niveles de gobierno que componen un Estado. Son un mecanismo de compensación a los gobiernos locales, dependiendo de la Recaudación Federal Participable (RFP).

[5] Comunicado 086 SHCP: “Secretaría de Hacienda y Crédito Público compensa la totalidad de las participaciones federales referenciadas a la Recaudación Federal Participable”. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/589158/Comunicado_participaciones_federales__1_.pdf

[6] Balance Primario: muestra la postura fiscal (ingresos menos gasto) sin incluir el costo financiero de la deuda pública y los pasivos garantizados por el Gobierno Federal.

[7] Balance Público: se obtiene a partir de restar el gasto neto total del sector público presupuestario a los ingresos presupuestarios. Este balance incluye al gobierno federal y el sector paraestatal (Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE).

[8] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[9] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[10] Últimos 12 meses.

Números de Erario: octubre de 2020

La realidad vs. las ‘fantasías oficiales’


Mensaje principal

Estamos prácticamente cerrando el año, y constatamos con más claridad que nunca que el Ejecutivo vive en una realidad paralela: aquélla en la que el país sigue viviendo de los ingresos petroleros. Sin embargo, en el México real-real sucede algo muy distinto: el financiamiento de las políticas públicas depende, más bien, de la actividad económica (sí: de los ingresos tributarios).   

Resumen ejecutivo

En el acumulado de enero a octubre no hay sorpresas ni podía haberlas: las cifras publicadas continúan demostrando menores ingresos petroleros y tributarios, así como un mayor déficit público. Esta debilidad explica gran parte del subejercicio acumulado en el gasto neto.

Un dato llamó nuestra atención. Los ingresos tributarios representan ya el 64.3% de los ingresos totales del Sector Público, el porcentaje más amplio en 20 años. En efecto, el país ha cambiado muchísimo: en el mismo periodo (enero-octubre) de 2000 abarcaban sólo el 49.7%. ¿Y los ingresos petroleros? El extremo opuesto: presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales. A pesar de esta realidad, en el discurso político y en el presupuesto Pemex sigue siendo la prioridad del presidente…

Por lo demás, de enero a octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público se ubicaron 6.2% (-281.9 mil millones de pesos: mmdp) por debajo de los previstos en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF). Esta pérdida fue incluso mayor con respecto a los datos reportados al tercer trimestre de este año (-235.8 mmdp).

En los primeros 10 meses de 2020 los ingresos totales del Sector Público ascendieron a 4 billones 295.3 mmdp, lo que significa una disminución anual real de 4.9%. Así, se suman tres periodos similares con reducciones en los ingresos (2018, con disminución de 3.0%, y 2019, de 0.3%). Hay un antecedente notable: la caída de 11.4% en el periodo enero a octubre de 2009, resultado principalmente de una menor recaudación en los ingresos petroleros, IVA e ISR. En efecto: hablamos de los embates de la crisis financiera global de 2008.

Por componentes, los ingresos petroleros disminuyeron 42.9%, mientras que los ingresos no petroleros se incrementaron 3.1% respecto al mismo periodo de 2019. Estos últimos se impulsaron por el crecimiento de los ingresos no tributarios (65.7%), ya que los tributarios disminuyeron 0.6%.

Sólo en octubre, la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, que comparados con los reportados en septiembre aumentaron 6.6% (25.2 mmdp), debido a los incrementos mensuales en los ingresos tributarios (5.7%), petroleros (6.5%) y en empresas y organismos bajo control presupuestario directo (16.7%), a causa de lo que parece ser un amague de recuperación económica.

Por otra parte, entre enero y octubre el gasto neto del Sector Público ascendió a 4 billones 644 mmdp; este monto representa 76% del presupuesto aprobado anual. El subejercicio acumulado en el gasto neto suma 369 mmdp para el periodo, y equivale a 7.4% del presupuesto aprobado hasta octubre.  

El subejercicio del gasto no afecta a todos los ramos por igual. Los Ramos Autónomos ya acumulan el mayor subejercicio: 17.8% (-20.3 mmdp), mientras que el recorte acumulado de los Ramos Generales fue apenas 0.1% (-0.8 mmdp).

La inversión física en el periodo fue de 512.3 mmdp. Creció 4.6% respecto a 2019. La inversión distinta de Pemex ascendió a 333.1 mmdp, lo que representa un crecimiento de 7.4% (22.9 mmdp) con respecto al año previo, sostenida por la Secretaría de Economía, Turismo y el ISSSTE. ¡Pero no todo lo que brilla es oro! En Economía el Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares sigue siendo el rubro que favorece una mayor inversión física, y con respecto a Turismo la inversión destinada a la construcción del Tren Maya es la encargada de impulsar el gasto.

Un último dato dramático: el ramo de Participaciones a Entidades Federativas y Municipios acumuló en lo que va del año un subejercicio de 11%. Eso equivale a 88.1 mmdp que se dejaron de transferir a gobiernos locales. No extraña entonces el surgimiento de conflictos y desacuerdos entre los estados y la Federación.


Análisis del ingreso

enero – octubre 2020 y octubre 2020

¿A cuánto ascendieron los ingresos del Sector Público?

Durante los primeros 10 meses de 2020, la SHCP reportó que el Sector Público ingresó 4 billones 295.3 mmdp: una disminución de 4.9% en términos reales (-221.9 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019 y un monto menor en 281.9 mmdp en relación con monto aprobado al inicio de año.

Los ingresos del Gobierno federal se ubicaron en 3 billones 333.1 mmdp, 1.7% (-56 mmdp) por debajo de los observados de enero a octubre de 2019. Dicha disminución se compensará con los recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), de acuerdo con la normatividad aplicable, y la recuperación de activos financieros. De enero-octubre de 2020 se han utilizado ya 119.1 mmdp del FEIP.

¿Qué sucedió al interior de los ingresos públicos?

De enero a octubre de 2020, los ingresos petroleros —del Gobierno federal y propios de Pemex— se ubicaron en 448.8 mmdp, monto inferior en 44.5% (-359.5 mmdp) a los aprobados en la LIF. La explicación: una menor producción petrolera unida a menores precios observados del petróleo y del gas natural. Este monto fue menor en 42.9% (-336.7 mmdp), en términos reales, a lo observado en igual periodo de 2019.

Lo que vemos son los efectos de la caída en la demanda de hidrocarburos como consecuencia del confinamiento global. Este monto es el más bajo observado en periodos similares entre 2000 y 2020. Además, representa la mayor caída en términos porcentuales: superior incluso a la de enero-octubre de 2009, de 40.9%, cuando se registró una caída del precio del petróleo no vista en 30 años.

Los ingresos tributarios, por su parte, sumaron 2 billones 761.6 mmdp; 5.4% (-159.2 mmdp) por debajo de los datos aprobados a inicio de 2020. El monto observado fue 0.6% menor, en términos reales, respecto a lo reportado durante enero-octubre de 2019. Se trata de la primera caída para igual periodo después de ocho años (en enero-octubre de 2012 disminuyeron 1.7% anual).

Por sus principales componentes, el ISR prácticamente permaneció sin cambio. Sólo se incrementó 0.4% anual, resultado de una mayor fiscalización de las autoridades hacia los contribuyentes. El IVA y el IEPS disminuyeron 1.1% y 4.1%, respectivamente, debido a la desaceleración de la actividad económica producida todavía por las medidas de confinamiento. Los IEPS de gasolina y diésel se redujeron 3.0%, y los distintos de gasolina y diésel lo hicieron en 5.9%. Los impuestos a la importación cayeron 15.2% en términos anuales.

En igual periodo de 2019 los ingresos tributarios se incrementaron, en términos anuales, 1.6%, debido al crecimiento de 61.6% de los IEPS de gasolinas y diésel, a pesar de que la recaudación del IVA se redujo 3.2% y la de ISR 1.2%. Para períodos similares, el mejor año fue 2015, cuando los ingresos tributarios aumentaron 8.1% anual, como consecuencia del crecimiento en todos sus rubros: IEPS en 241.0%; impuestos a la importación en 27.6%; ISR en 23.8%; IVA en 3.7%, y otros en 0.2%.

Los ingresos no tributarios no petroleros (NTNP), en los primeros 10 meses de 2020, se ubicaron 178.1% (250.0 mmdp) por arriba de los aprobados en la LIF 2020, con un monto observado de 390.3 mmdp, lo que significó un incremento de 65.7% respecto al dato reportado en enero-octubre de 2019. De este monto, 317.6 mmdp corresponden a aprovechamientos, los cuales aumentaron 114.8% anual, resultado de la recuperación de activos financieros. Del FEIP se recuperaron 119.1 mmdp; del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 21.6 mmdp; de otros fideicomisos, 33.6 mmdp, y de entidades paraestatales, 8.8 mmdp. En contraste, en el mismo periodo de 2018 y 2019, los ingresos NTNP presentaron caídas de 56.1% y 3.0%, respectivamente.

Por su parte, los ingresos de CFE ascendieron a 329.1 mmdp, 8.5% menores respecto a 2019 e inferiores en 4.1% (-14.0 mmdp) respecto al dato aprobado a inicios de 2020. La causa: menores ingresos por ventas.

Se registraron ingresos de los organismos de control directo (IMSS e ISSSTE) por 365.5 mmdp, 0.8 mmdp (0.2%) por arriba del dato programado en LIF para los primeros 10 meses del año y 1.8% superior, en términos reales, al dato reportado en igual periodo de 2019.

Para el promedio del periodo enero-octubre, y con respecto a periodos similares en el sexenio de EPN, en los dos años que van de la administración de AMLO se observa una caída de 37.7% en los ingresos petroleros y un incremento de 18.1% en la recaudación tributaria, lo cual se refleja en un incremento de tan sólo 2.4% del promedio de ingresos presupuestarios totales.

En términos mensuales, en octubre de 2020 la SHCP reportó que se obtuvieron 406.0 mmdp de ingresos totales, monto mayor en 6.6% (25.2mmdp) al reportado en septiembre. El monto de los ingresos en octubre es muy similar al observado en abril (406.3 mmdp) y junio (406.9 mmdp). Es importante desagregar sus componentes para identificar qué produjo dicho aumento.

El incremento mensual en los ingresos presupuestarios del Sector Público se explica, principalmente, por el crecimiento de los ingresos tributarios, petroleros y de organismos y entidades bajo control presupuestario directo.

A pesar de que el precio de la mezcla mexicana de exportación disminuyó en octubre respecto a septiembre (-1.1 dólares por barril, -3.0%) para ubicarse en 36.5 dólares por barril, los ingresos petroleros reportados en el décimo mes de 2020 ascendieron a 51.8 mmdp, 6.5% (3.2 mmdp) por arriba del dato observado en septiembre. Comparados con los de junio, mes en el que se ha registrado el nivel más alto en lo que va de 2020 (63.8 mmdp), están 18.8% (-12.0 mmdp) por debajo. Respecto al mismo mes de 2019, presentan una caída de 4.5% en términos reales.

En el mismo mes, los ingresos tributarios ascendieron a 256.6 mmdp, lo que representó un incremento de 5.7% (13.9 mmdp) respecto al dato reportado en septiembre. Respecto al mismo mes de 2019, aumentaron 2.8%, debido a aumentos en la recaudación del IVA (7.6%) e ISR (3.6%). Lo anterior está en concordancia con la recuperación económica y la recaudación.

¿Cuál es la contribución de los distintos ingresos del Sector Público?

Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.7% de los ingresos totales del Sector Público en el periodo enero-octubre de 2000, a abarcar el 64.3% en el mismo lapso de 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR, seguido del IVA, han sido los rubros ganadores.

En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000: 10.4% de los ingresos totales.

Por su parte, la proporción de los ingresos del IMSS, ISSSTE y CFE ha sido constante en la estructura porcentual de los ingresos presupuestarios.

¿Cómo avanzan los ingresos públicos?

Para el periodo enero-octubre de 2020, los ingresos totales del Sector Público tuvieron un avance de 77.8% respecto a su meta anual en la LIF. Respecto a la meta de cierre de ingreso establecida en los CGPE 2021, llevaron un avance de 79.8%. Como porcentaje de la estimación de cierre estimado por la SHCP en el informe trimestral del tercer semestre de 2020, representaron un 81.7% de avance. Veámoslo por componentes:

  • Los ingresos petroleros registraron un avance en sus metas anuales de 45.5% respecto a lo aprobado en la LIF y de 56.0% respecto a lo estimado por SHCP para el cierre del mismo año en los CGPE 2021.
  • Los ingresos tributarios presentaron un avance de 78.8% respecto a la LIF2020 y de 85.4% respecto al cierre estimado en CGPE2021.
  • Los ingresos no tributarios no petroleros presentaron un avance de 235.9% respecto al monto estimado al inicio de 2020 y de 77.9% respecto al cierre ajustado en los CGPE 2021.

Los ingresos totales del Sector Público acumulados a octubre de 2020 no alcanzaron su meta inicial establecida en la LIF 2020: exhibieron un rezago de 6.2% (-281.9 mmdp). En octubre quedaron por debajo de la meta mensual en 10.2% (-46.1 mmdp). La diferencia en el rezago acumulado aumentó.

En el acumulado, los ingresos tributarios se quedaron por debajo de lo programado en 5.4% (-159.2 mmdp), por lo que lejos de registrarse ingresos excedentes de este tipo, se observa una pérdida.

El IVA tuvo un rezago de 5.0% (-42.5 mmdp) en relación con la Ley de Ingresos. El ISR exhibió un rezago de 4.7% (-71.7 mmdp) en el mismo ámbito. Los IEPS observados están 11.0% por debajo de lo aprobado (-47.2 mmdp).

A octubre de 2020, los ingresos petroleros del Sector Público reportaron un rezago de 44.5% con relación a lo que se esperaba para este periodo (-359.5 mmdp), que en realidad es mayor si no consideramos las transferencias del Gobierno federal a Pemex, registradas como ingresos petroleros.

En contraste, los ingresos no tributarios no petroleros superaron en 178.1% su meta a octubre. Sin embargo, como montos excedentes tampoco alcanzaron para compensar la pérdida observada en los petroleros y en la recaudación (250.8 mmdp vs. -532.6 mmdp).

En términos mensuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron una disminución de 10.2% (-46.1 mmdp), respecto al dato aprobado. Se observan rezagos en sus principales componentes: ingresos petroleros y tributarios.

La mayor brecha entre el monto observado y estimado la siguieron mostrando los ingresos petroleros: reportaron un faltante de 49.7% (-51.3 mmdp) que, de nuevo, aumenta si no se consideran las transferencias del Gobierno federal a Pemex.

De igual forma, los ingresos tributarios se rezagaron 2.6% (-6.7 mmdp) respecto a su meta estimada en el calendario.

Al desagregarse los ingresos por tipo, en octubre se observaron ingresos excedentes de IVA en 4.2% (3.4 mmdp). El ISR tuvo un rezago de 4.7% (-6.2 mmdp). Los ingresos NTNP tuvieron excedentes de 57.6% (6.8 mmdp).

En términos anuales, en octubre de 2020 los ingresos totales del Sector Público presentaron un incremento de 0.3% (1.3 mmdp) con respecto al dato de octubre de 2019: el componente petrolero se redujo 3.8% (-2.1 mmdp) y el tributario aumentó 3.4% (8.5 mmdp).


Análisis del gasto

Enero – octubre 2020

 ¿Cuánto se gastó en los últimos 10 meses del año?

Hasta octubre, el gasto neto acumulado del Sector Público fue de 4 billones 644 mmdp. El gasto programable del SP fue de 3 billones 644 millones de pesos, y representó el 73% del gasto neto total; el porcentaje restante proviene del gasto no programable, el cual ascendió a 1 billón 236 mmdp.

El costo financiero —un gasto no programable— representó 11% (508.7 mmdp) del total del gasto observado en el periodo enero-octubre de este año. Su participación en el total se mantuvo en línea con lo observado en los últimos meses. Esta obligación del Gobierno ha ido en aumento en los últimos años; en 2014 representó 6% del gasto neto y desde entonces se incrementa año con año, lo cual reduce el espacio fiscal, ocasionando que el Gobierno tenga menos recursos disponibles para proveer de bienes y servicios a la población.

Un gasto programable esencial para detonar la actividad económica es la inversión física. En el periodo fue de 512.3 mmdp y representó sólo el 11% del gasto neto total. Con todo, creció 4.6% en relación con 2019. La proporción que representa en el gasto ha disminuido desde 2014, cuando equivalía 19.5%. La inversión distinta de Pemex alcanzó los 333.1 mmdp: con respecto al mismo periodo de 2019 creció 7.4% real (22.9 mmdp) y abarcó el 65% del gasto en inversión física del Sector Público de este periodo. Por su parte, la inversión en Pemex disminuyó 0.4% (0.7 mmdp) respecto al año previo.

En este año la inversión física distinta de Pemex se incrementó considerablemente: son las inversiones realizadas por la Secretaría de Economía, la Secretaría de Turismo y el ISSSTE las que sostienen este aumento. Hasta octubre, este tipo de inversión creció 7.4%.

En inversión física la Secretaría de Economía gastó 34.4 mmdp; el monto es 11 veces mayor que el realizado en 2019 —a pesar del incremento observado sólo representa 6.6% del gasto total en inversión física—. Como hemos reportado en números anteriores, el mayor gasto corresponde alpresupuesto del Programa de Apoyo Financiero a Microempresas Familiares, registrado como inversión física. Este programa tiene como objetivo apoyar a través de préstamos a familias y empresas afectadas por la pandemia.

La inversión física de la Secretaría de Turismo, hasta octubre, ascendió a 4.7 mmdp, monto 11 veces mayor al observado en 2019. El incremento de 1,007% en relación al año previo se debe a que esta Secretaría está a cargo de ejercer los recursos para la construcción del Tren Maya, incluyendo los estudios de preinversión para la construcción de las vías ferroviarias y la ejecución del proyecto de inversión.

El ISSSTE es otro de los ejecutores de gasto que sostiene el repunte de la inversión física distinta de Pemex. Como hemos documentado en los Números de Erario: gasto en salud, esta institución ha superado por mucho su presupuesto anual aprobado en la compra de inversión física —que incluye insumos médicos, mantenimiento y construcción de hospitales, entre otros rubros—. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y es 11 veces mayor al ejercido en 2019.

¿Cómo se distribuye el gasto público por tipo de ejecutor?

A través de los Ramos Generales se ejerce el 56% (2,602 mmdp) del gasto total (con el gasto ejercido en estos ramos el Gobierno Federal cumple con sus obligaciones financieras o mandatos legales). Se consideran ‘cajones’ de gasto que ejecuta o distribuye la SHCP directamente, por lo que recortar su presupuesto es complicado; para hacerlo puede ser necesario hacer reformas o refinanciamientos.

Entretanto, el gasto de las secretarías corresponde a los Ramos Administrativos, que ejercieron el 21% (976 mmdp) del gasto neto total.

Por su parte, los Ramos Autónomos gastaron sólo el 2% (93 mmdp) del presupuesto. Como se ve, su participación tiene poco peso en el gasto total, por lo que aplicar medidas de austeridad a estos ramos sólo merma su operación y el cumplimiento de sus objetivos, sin garantizar un efecto cuantioso en el tamaño o composición.

¿Cómo avanzó el gasto del Gobierno de enero a octubre de 2020?

En el periodo, el gasto neto total ejercido muestra un avance de 76% con respecto a la meta anual aprobada y de 78% en relación con la meta estimada por la SHCP en los CGPE 2021. Sin tomar en cuenta las transferencias a Pemex, el avance es menor: de 75% de la meta anual aprobada en el PEF.

Entretanto, el gasto programable del SP registró un avance de 77% respecto a la meta anual de gasto aprobada, y de 78% en relación con meta estimada en los CGPE 2021.

Un menor avance se observó en el gasto no programable: respecto a la meta aprobada avanzó 73%, y respecto a la meta estimada, 78%.

Por su parte, la inversión física pública del SP avanzó 78% con respecto a la meta aprobada.

El avance del costo financiero fue de 70% con respecto a la meta aprobada, y de 73% si se compara con la meta actualizada en los CGPE 2021.

El avance por ejecutor de gasto no es homogéneo: los Ramos Administrativos tuvieron el mayor avance respecto a las metas de gasto aprobadas: del 85%. Los Ramos Autónomos son los más rezagados: tuvieron un avance de 68%.

Entre enero y octubre, el gasto neto del Sector Público acumula un subejercicio de 7.4%, que equivale a no ejercer 369 mmdp ya aprobados en el periodo.

En el análisis por ramo, observamos lo siguiente…

Los siguientes ramos presentaron un gasto mayor a lo aprobado; es decir, tuvieron un sobrejercicio:

  • Economía: sobrejercicio de 671% (32 mmdp)
  • Turismo: 77% (3 mmdp)
  • Energía: 5% (2.55 mmdp)
  • Bienestar: 1% (2.1 mmdp)
  • Gobernación: 39% (1.6 mmdp)
  • Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano: 11% (1.0 mmdp)
  • Comisión Nacional de los Derechos Humanos: 74% (1.0 mmdp)
  • Relaciones Exteriores: 11% (0.8 mmdp)
  • Comisión Nacional de Hidrocarburos: 58% (0.1 mmdp)
  • Comisión Reguladora de Energía: 17% (0.03 mmdp)

…Y estos son los ramos que gastaron por debajo del presupuesto aprobado; es decir, que subejercieron:

  • Participaciones a Entidades Federativas y Municipios: -11% (-88.1 mmdp)
  • Petróleos Mexicanos: -13% (-73.1 mmdp)
  • Comisión Federal de Electricidad: -11% (-47.0 mmdp)
  • Deuda Pública: -10% (-39.4 mmdp)
  • Provisiones Salariales y Económicas: -21% (-26.6 mmdp)
  • Educación Pública: -6% (-18.0 mmdp)
  • Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos: -35% (-15.5 mmdp)
  • Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado: -4% (-14.4 mmdp)
  • Instituto Mexicano del Seguro Social: -1% (-11.5 mmdp)
  • Aportaciones Federales para Entidades Federativas y Municipios: -1% (-11.2 mmdp)

Por otra parte, de los 26 ejecutores de gasto que conforman los Ramos Administrativos, nueve de ellos sobrejercieron, mientras que los demás tuvieron un subejercicio. En lo que va del año, sólo la Secretaría de Economía tuvo un sobrejercicio importante, porque el gasto de inversión física fue mucho mayor a lo calendarizado.

Por tipo de ejecutor, el desempeño del gasto fue el siguiente:

  • EPE (Pemex y CFE): subejercicio de 12.8% (-120.3 mmdp)
  • Ramos Generales: subejercicio de 7.1% (-197.4 mmdp)
  • Ramos Autónomos: subejercicio de 17.8% (-20.3 mmdp)
  • Ramos Administrativos: subejercicio de 0.1% (0.8 mmdp)
  • ECPD (IMSS e ISSSTE): subejercicio de 2.8% (-26 mmdp)

Todos los ejecutores de gasto de los Ramos Generales gastaron menos de lo previsto. El Ramo 25 o Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos, evidenció el mayor subejercicio respecto a la meta del periodo: 35% (-15.5 mmdp).

Las Empresas Productivas del Estado también reportaron un menor gasto de lo planeado: el subejercicio de Pemex fue de 13% (-73 mmdp) y el de la CFE de 12% (47 mmdp).

A lo largo del año, el gasto de la CNDH, un Ramo Autónomo, fue menor de lo aprobado. Sin embargo, desde septiembre su gasto acumulado reportado fue mayor a lo aprobado y hasta octubre reportó un sobrejercicio de 75% (1.0 mmdp). El Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entretanto, acumula ya un subejercicio de 33%, el equivalente a 0.7 mmdp.

¿Cómo avanzó el gasto del gobierno sólo en octubre 2020?

Para el mes se tenía calendarizado un gasto neto de 468 mmdp, pero se ejercieron sólo 410 mmdp; es decir, no se gastaron 57 mmdp, el equivalente a 12% del gasto neto ya aprobado en el mes. Desde agosto observamos que los recortes en el gasto mensual se incrementaron en magnitud: han sido de aproximadamente 60 mmdp cada mes.

En este mes el subejercicio del gasto programable fue de 47 mmdp. Sólo se ejercieron 323 mmdp de los 370 mmdp previstos (el monto no ejercido es del 12% del gasto aprobado). La inversión física, que se incluye en el gasto programable, fue 22% (12 mmdp) menor a lo aprobado.

El gasto no programable también fue menor a lo presupuestado en el mes: el subejercicio reportado fue de 10 mmdp (10%). Un menor gasto programable es resultado, en parte, de un menor costo financiero del Sector Público, en comparación con lo previsto en el calendario. En octubre este costo fue de 21.5 mmdp; en relación con el gasto planeado este monto es 16% menor (-4 mmdp).

 En octubre, los Ramos Autónomos ejercieron menos que lo aprobado en el mes (13% o 1.4 mmdp). Sin embargo, si analizamos cada ejecutor, llama la atención que la CNDH gastó siete veces más recursos que los presupuestados en el mes, con un sobrejercicio de 636.7% (0.8 mmdp). El Inegi y el Poder Legislativo también tuvieron un gasto mayor a su meta mensual: 11% cada ramo. En contraste, el Poder Judicial no ejerció 31.0% (1.9 mmdp); le siguió la FGR con un subejercicio de 19.9% (-0.3 mmdp) y el INAI, con uno de 17% (-0.01 mmdp).

Este mes, las Empresas Productivas del Estado en conjunto tuvieron el mayor recorte en el gasto: 33% (28 mmdp). El recorte de Pemex con respecto al monto aprobado fue de 35% (14.4 mmdp), y el de la CFE de 30% (13 mmdp).

El gasto total de los Ramos Administrativos en el mes se encontró 9% (9 mmdp) por debajo del gasto mensual aprobado. No obstante, siete ramos exhibieron un sobrejercicio. Quienes más gastaron en relación a su meta mensual fueron: la CNH (330%), Bienestar (140%) y la CRE (114%). Y en 17 ramos se observó un subejercicio; fue la a Oficina de Presidencia quien tuvo el mayor subejercicio (57%). Le siguió la Secretaría de Cultura con menor gasto en 40%, y la Secretaría de Educación Pública, al no ejercer 34% del gasto aprobado.

En los Ramos Generales el subejercicio en el mes fue de 3% (-6.8 mmdp). El Ramo de Previsiones y Aportaciones para los Sistemas de Educación Básica, Normal, Tecnológica y de Adultos presentó el mayor recorte en el gasto: 51% (-2.9 mmdp). Entretanto, las Aportaciones Federales gastaron 5% por arriba (4.7 mmdp) de su meta mensual.

En conjunto, el IMSS y el ISSSTE reportaron un subejercicio de 3% (-3.1 mmdp).


Recaudación Federal Participable

De enero a octubre de 2020, la Recaudación Federal Participable (RFP) sumó 2 billones 608.3 mmdp, lo que supone una disminución de 7.2% (-201.1 mmdp) en relación con igual periodo de 2019, resultado de menores ingresos en sus componentes tributarios (-2.0%) y petroleros (-50.9%). Desde el mismo periodo de 2009 (en el que se registró una caída de 15.4% anual) no se observaba una variación negativa tan significativa en la RFP. En periodo similar, en 2015, la RFP se redujo 0.8%; posteriormente, entre 2016 y 2019 presentó crecimientos. El más alto se verificó en 2016 (6.3%).

La reducción en la RFP durante los primeros 10 meses de 2020 es consecuencia de las variaciones anuales negativas en…

Ingresos tributarios (-2.0%):

  • Automóviles nuevos (-20.5%)
  • Comercio exterior (-15.1%)
  • Tenencia (-12.3%)
  • Derechos a la minería (-7.1%)
  • ISR (-5.7%)
  • Producción y servicios (-4.4%)
  • IVA (-2.7%)
  • ISR (-1.0%)

Ingresos petroleros (-50.9%)

  • Transferencias del Fondo Mexicano del Petróleo (-50.9%)
  • Derecho ordinario sobre hidrocarburos (-91.9%)
 

Durante octubre de 2020, la RFP fue de 228.8 mmdp, menor en 8.6% a la reportada en igual mes de 2019, debido a una menor recaudación tributaria (-3.9%) y a menores recursos del Fondo Mexicano del Petróleo (-42.6%).

Gasto Federalizado

El gasto federalizado, es decir, las transferencias que realiza el Gobierno Federal a los estados y municipios, sumó 1 billón 495.9 mmdp, lo que se tradujo en una disminución de 7.3% (-117.0 mmdp) respecto al mismo periodo de 2019, en el que se registraron 1 billón 612.8 mmdp. Con ello, se suman dos periodos comparables, consecutivos, con reducciones anuales.

La caída anual en el gasto federalizado en el periodo enero-octubre de 2020 fue resultado de una disminución en cuatro de sus componentes: 

  • Convenios de Reasignación para el cumplimiento de programas federales (-62.4%), 
  • Subsidios (-9.5%) por una disminución en el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (-23.3%), y
  • Participaciones-Ramo 28 (-7.0%) debido a una menor RFP.

Por su parte, las Aportaciones Federales o Ramo 33 sólo aumentaron 0.5% real, respecto a octubre de 2019.

 

El nivel observado del gasto en el periodo enero-octubre de 2020 es similar a los niveles presentados en 2012; es decir, se observa un retroceso de ocho años. A corto plazo no se vislumbra una recuperación de las transferencias del gasto federalizado debido a la caída en el crecimiento económico, que ha impactado en gran medida a la RFP.

En octubre de 2020, los recursos de gasto federalizado fueron de 144.0 mmdp, registrando un incremento de 8.6% respecto a octubre de 2019, debido principalmente al aumento de 29.7% en las participaciones federales y de 32.6% en los convenios de descentralización. Por su parte, las aportaciones federales se redujeron 1.0% y los subsidios 32.8%.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación.

Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

Participaciones – Ramo 28

De enero a octubre de 2020, las participaciones a entidades federativas se ubicaron en 712.4 mmdp, lo que significó una caída de 7.0% (-53.9 mmdp) por debajo de los recursos recibidos en el mismo periodo de 2019 (766.4 mmdp), resultado de una menor recaudación Esto último se ha compensado con recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), que hasta octubre suman 54.6 mmdp, de un total de 60.1 mmdp que se terminarán de transferir los primeros días de noviembre. Con este mecanismo de compensación la SHCP garantiza que al cierre del ejercicio fiscal las participaciones federales referenciadas sean del orden de 760 mmdp, la misma cantidad que fue programada al inicio del año, a pesar de los efectos económicos de la pandemia.

Desde la caída de 17.7% en igual periodo de 2009, no se observaban variaciones negativas en el Ramo 28.

En términos mensuales, en octubre de 2020 las participaciones aumentaron 29.7%, respecto al mismo mes de 2019, al ubicarse en 65.9 mmdp. En octubre la SHCP distribuyó 7.8 mmdp por concepto del FEIEF.

La disminución en términos anuales de los recursos que reciben las entidades federativas vía Participaciones Federales se reflejó en menores crecimientos en 29 de ellas. Las más afectadas fueron: Campeche (-15.0%), Hidalgo (-11.3%) y Puebla (-11.0%). Sólo tres entidades federativas recibieron mayores recursos, respecto al mismo periodo del año anterior: Baja California (2.8%), Chiapas (3.3%) y Colima (4.0%).

Aportaciones – Ramo 33

Durante los primeros 10 meses de 2020, las aportaciones a entidades federativas y municipios ascendieron a 644.5 mmdp, lo que significó un incremento anual de tan sólo 0.5% (2.9 mmdp), el cual se explica por los crecimientos en tres de sus fondos: el de Aportaciones para la Educación Tecnológica y de Adultos-FAETA (2.3%), el de Aportaciones para los Servicios de Salud-FASSA (2.2%), y el de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo-FONE (0.5%). Llama la atención que el FASSA, dadas las condiciones actuales de mayor demanda en infraestructura y servicios salud, haya incrementado sus recursos en tan sólo 1.7 mmdp.

Los fondos cuyos recursos están destinados al desarrollo regional (Infraestructura social y fortalecimiento de entidades) siguen teniendo disminuciones en sus transferencias.

Las tres entidades federativas con los mayores crecimientos del periodo referido fueron: Tabasco, Tlaxcala y Chiapas. Por su parte, las entidades con las mayores disminuciones en sus recursos recibidos a través de Aportaciones fueron Baja California Sur, Guanajuato e Hidalgo.

(Recomendación)

Se considera estratégico que el Gobierno Federal incentive el esfuerzo recaudatorio en los estados y municipios, ya que la merma de los presupuestos locales elevará el riesgo de quiebra, especialmente el municipal, imponiendo una carga fiscal al erario federal.

Con el fin de reducir la dependencia de las transferencias federales en el mediano plazo, se debe replantear el diseño del Sistema de Coordinación Fiscal, para compensar y resarcir a los gobiernos locales de manera equitativa. Se debe analizar la inclusión de elementos como el crecimiento económico, la equidad, la vinculación al costo de provisión de servicios e incentivos a la recaudación para la construcción de capacidades institucionales locales, transparencia y rendición de cuentas.


Análisis del balance del Sector Público

¿Cómo avanzó el balance público durante enero-octubre de 2020?

El Balance Primario se ubicó por arriba de su meta calendarizada, ya que presentó un superávit de 175.9 mmdp (el programado era un superávit de 100.6 mmdp).

El Balance Público, por su parte, presentó un deterioro en su posición, en comparación con la observada en meses anteriores, pero se colocó por debajo de lo calendarizado para el periodo enero-octubre de 2020: fue de -327.4 mmdp, cuando se tenía calendarizado un déficit de -430.9 mmdp. En el mismo periodo de 2019, se registró un déficit de -154.1 mmdp.

La medida más amplia de endeudamiento público, los Requerimientos Financieros del Sector Público o RFSP[1], fue de -556.1 mmdp a octubre de 2020, o -2.4% del PIB. Esto indica que el Sector Público necesitó endeudarse en octubre. En el mismo mes de 2019 se reportaron RFSP por -203.0 mmdp (-0.8% del PIB). La diferencia de este incremento anual se dio por el lado de las adecuaciones a los registros presupuestarios, las cuales incluyen el componente inflacionario de la deuda interna, la ganancia neta por colocación sobre par de valores gubernamentales y el ajuste por la adquisición neta de pasivos y activos financieros. Un punto a destacar en las RFPSP es la disminución en las necesidades de financiamiento, respeto octubre de 2019, de IPAB (-82.5%), PIDIREGAS (-28.6%) y banca de desarrollo y fondos de fomento (-5.0%).

Para el cierre del año la SHCP estima que los RFSP serán de -4.7% del PIB, lo que significa que hay espacio de 2.3 puntos del PIB para el resto del año.

El Saldo Histórico de Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) o deuda neta total, sumó 11 billones 956 mmdp de pesos al mes de octubre. Es decir, se incrementó 9.3% o 1 billón 16 mmdp respecto a octubre de 2019.

Conforme a lo publicado por la SHCP, el SHRFSP representó el 51.8% del PIB a octubre de 2020, un incremento de 8.2 puntos porcentuales respecto al mismo periodo del año previo. Esta proporción es la más alta para un periodo similar desde el año 2000, debido a la contracción del PIB, lo que redujo su valor en términos absolutos.

La SHCP espera cerrar 2020 con un SHRFSP en 54.7% del PIB (12 billones 632 mmdp). No obstante, los analistas esperan una caída mayor del PIB, lo que podría afectar la recaudación y elevar la necesidad de financiamiento.


Variables de contexto

Aquí presentamos un análisis de la evolución de ciertas variables que ayudan a entender mejor el comportamiento del presupuesto.

Crecimiento económico

La SHCP estimó en los CGPE 2021 una caída de 8.0% del PIB para 2020, la cual confirmó en su informe del tercer trimestre de 2020. Entre las distintas instituciones financieras —FMI y analistas financieros— se prevén escenarios de una contracción económica, los cuales han sido ajustados con una perspectiva ligeramente más optimista, la cual se ubica en un rango entre -9.0% y -9.3% para 2020. Esta situación puede redundar en una mayor caída de ingresos a la esperada por las autoridades para cierre de año. Conforme a cifras publicadas por el Inegi, al tercer trimestre de 2020, el PIB presentó una caída de 8.6% respecto al mismo trimestre de 2019, debido a un crecimiento negativo en sus actividades secundarias y terciarias. Respecto al segundo trimestre de 2020 creció 12.1% real, debido al crecimiento de 8.0% de las actividades primarias, de 21.7% de las actividades secundarias y de 8.8% de las actividades terciarias.

Producción de petróleo

En octubre de 2020, la producción nacional de petróleo crudo se ubicó en 1,627 miles de barriles diarios (mbd), lo que significó una reducción de 2.1% (-34 mbd) con respecto al mismo mes del año anterior. La producción promedio de enero a octubre (1,669 mbd) fue 14.4% (-282 mbd) menor a la aprobada en el presupuesto 2020 (1,951 mbd). Respecto a la meta actualizada en los CGPE 2021 (1,744 mbd), el promedio de enero a octubre se encuentra -75 mbd por debajo (4.3%).

Precio del petróleo

En los primeros 10 meses de 2020 el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación promedió los 34.5 dólares por barril[2]. Ésta se ubicó, en promedio, 0.2% por debajo (-0.1 dólares) del precio de cierre estimado en CGPE 2021 para 2020, que es de 34.6 dólares por barril. Este escenario de menor producción, menor demanda y caída de precios, impone condiciones preocupantes para Pemex en un plazo inmediato.

IEPS a gasolinas y diésel

Los impuestos especiales a las gasolinas y diésel federales se mantuvieron sin reducciones en octubre, y promediando los impuestos por litro más altos en los últimos tres años.

Valor de la inversión física pública

A octubre de 2020 el gasto en inversión física pública tuvo un incremento de 4.6% (22.7 mmdp) en relación con mismo periodo del año anterior.

El gasto en inversión física pública distinta de Pemex creció 7.6% real (23.4 mmdp) respecto al mismo periodo del año anterior; ésta representó el 65.0% del gasto en inversión física del Sector Público. Por su parte, la inversión física pública en Pemex disminuyó 0.4% (-0.7 mmdp) respecto al año previo.

De igual forma, el valor de la construcción pública continuó con una trayectoria decreciente. Dicho valor (UDM[3]) al mes de octubre de 2020 fue de los más bajos desde 2006, incluso menor al observado en la crisis de 2009.


[1] Los RFSP se miden como la diferencia entre los ingresos y los gastos distintos de la adquisición neta de pasivos y activos financieros, incluyendo las actividades del sector privado y social cuando actúan por cuenta del Gobierno Federal o de las entidades públicas, en línea con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y con las guías internacionales, Esta medida incluye además del balance tradicional, las necesidades de financiamiento del IPAB, Fonadin, bancos de desarrollo y fondos de fomento, programas de apoyo a deudores y PIDIREGAS de CFE y un ajuste por los ingresos derivados de la venta neta de activos financieros y por la adquisición neta de pasivos distintos a la deuda pública. En los RFSP y el resultado primario el signo negativo (-) significa déficit o requerimiento de recursos y el signo positivo (+) superávit.

[2] Fuente: promedio de las cifras reportadas en https://hidrocarburos.gob.mx/estadisticas/

[3] Últimos Doce Meses

Números de Erario: gasto en salud de enero a octubre de 2020

Con el gasto funcional en salud se siguen haciendo malabares extremos (y a mitad de la pandemia). En todo caso, los recursos ejercidos en salud en lo que va del año distan mucho de su meta anual. A dos meses de que termine 2020, se ha gastado sólo 68% del presupuesto aprobado. Visto de otra forma: el gasto observado es apenas 0.9% mayor al realizado en 2019, a pesar de la obvia mayor demanda en servicios de salud, verificada en la mayor parte del año. 

Al analizar el gasto de las principales instituciones de salud, observamos que todas reportaron un gasto menor al planeado en el periodo enero a octubre. En conjunto, tenían previsto gastar 525 mil millones de pesos (mmdp), y ejercieron sólo 498 mmdp; es decir, no gastaron 27 millones de pesos (mdp). El ISSSTE es la institución que menos gastó de su presupuesto, con un subejercicio de 15%. 

En un rubro tan esencial como la inversión física, que incluye la compra de insumos médicos y el mantenimiento a hospitales y centros de salud, estas instituciones en conjunto reportaron un gasto de 12.8 mmdp: 25% por debajo (-4.3 mmdp) de lo que se planeaba ejercer en el periodo. Se han encadenado ya cuatro meses consecutivos de recortes acumulados.

No ejercer el gasto presupuestado aprobado en salud, y más en tiempos de pandemia, no implica un ahorro si pacientes y profesionales del sector salud manifiestan la falta de medicamentos e insumos médicos. En el contexto actual, los recursos públicos son escasos pero es necesario hacer de la salud una prioridad.


¿Cómo avanza el gasto funcional[1] en salud de enero a octubre (y en octubre)?

Hasta octubre se ejerció el 68% del presupuesto anual[2] aprobado para el gasto funcional en salud. Equivale a 464 mil millones de pesos.

Por otra parte, el gasto en salud sólo en octubre fue 10% (5.3 mmdp) menor que el observado en el mismo mes de 2019; en septiembre también fue 2.5% menor que el ejercido el año previo. Es decir, después de ejercer un mayor gasto en julio y agosto en comparación con 2019, desde septiembre el gasto mensual volvió a disminuir en la misma comparación.


¿Cómo gastaron las principales instituciones del sector salud de enero a octubre?

En esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones[3], sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[4].

Hasta octubre, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud y el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud (FASSA) gastaron en conjunto 498 mmdp, un monto que representa el 70% del presupuesto aprobado anualmente. No obstante, este monto es 5.1% menor a lo que se tenía previsto gastar en el periodo, el equivalente a 27 mmdp.

La Secretaría de Salud es la institución que ha gastado menos con respecto al presupuesto anual; a octubre ejerció sólo 63%. En contraste, el FASSA ha transferido a los estados 80% del presupuesto anual. El ISSSTE ha gastado 73%.

El gasto de las principales instituciones de salud a octubre se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE gastó 76 mmdp de los 89 mmdp aprobados a octubre; es decir, no ejerció el 14.9% de los recursos previstos, el equivalente a 13 mmdp.
  • Para el IMSS se tenía planeado gastar a octubre 247 mmdp, pero la institución reportó un gasto de sólo 236 mmdp. Es decir, hubo un subejercicio de 11 mmdp, el equivalente a 4.6% del presupuesto.
  • En la Secretaría de Salud el gasto ejercido también fue menor a lo planeado para el periodo: se ejercieron 103 mmdp de los 107 mmdp aprobados. Esto significa que 3.2% (3 mmdp) de los recursos de esta institución no se ejercieron.
  • En contraste, las entidades federativas recibieron a través del FASSA 83 mmdp; este monto es 1.6% (1.2 mmdp) mayor que lo calendarizado.


¿Cómo avanzó el gasto del sector salud específicamente en octubre?

De los 10 meses que han transcurrido en el año, en ocho el gasto ejercido por las instituciones de salud y el FASSA fue menor a lo planeado. Sólo en marzo y julio reportaron un mayor gasto (32.8% y 2.5%, respectivamente). Pero en octubre se observó el segundo mayor subejercicio (11.6%).

Las principales instituciones de salud y el FASSA ejercieron en octubre 50 mmdp; se tenía calendarizado que en este mes ejercieran 57 mmdp. No obstante, reportaron un subejercicio de 11%, lo cual se equipara a no ejercer 7 mmdp en salud. Con respecto a octubre de 2019, el gasto fue 17% menor (-10 mmdp).

Un gasto menor al previsto se realizó en todas las instituciones; sin embargo, el porcentaje del gasto no ejercido fue diferente. En octubre, las instituciones de salud gastaron de la siguiente manera:

  • El IMSS gastó 25 mmdp; se tenía previsto que ejerciera 25.6 mmdp. El subejercicio fue minúsculo: de sólo 2.4% (0.6 mmdp).
  • En el caso de la Secretaría de Salud, el gasto calendarizado era de 13.5 mmdp, pero se ejercieron 11.2 mmdp. El gasto no ejercido representa 16.7% del presupuesto o 2.3 mmdp.
  • De los 8.6 mmdp que el ISSSTE tenía aprobados, gastó sólo 4.9 mmdp. En octubre, ésta fue la institución que menos presupuesto gastó, el subejercicio fue de 43.3% (-3.8 mmdp), casi la mitad del gasto aprobado.
  • Las entidades federativas recibieron a través del FASSA casi la totalidad del gasto calendarizado. El subejercicio en este programa fue sólo de 0.1% (-0.01 mmdp).


¿Cuánto gastaron las instituciones de salud en inversión física de enero a octubre?

La inversión física en salud —que incluye inversión directa, subsidios, transferencias y aportaciones— aprobada en el año es de 20.2 mmdp. Hasta octubre se han gastado 12.8 mmdp. A pesar de que hay un avance de 65% con respecto a la meta aprobada, el gasto en inversión física es 25% (-4.3 mmdp) menor a lo que se planeaba ejercer en el periodo, hilando cuatro meses consecutivos de recortes acumulados.

Por institución, el gasto en inversión física en salud se realizó de la siguiente manera:

  • El ISSSTE superó por mucho el presupuesto anual aprobado. Hasta octubre ya ejerció 39.9% más de lo planeado en el año. El gasto acumulado es de 2.5 mmdp, y para todo el año tenía previsto ejercer sólo 1.8 mmdp. La explicación es tan simple como inusitada: el presupuesto anual en inversión física del instituto no tenía contemplado recursos para la compra de equipo
  • El gasto en inversión física de la Secretaría de Salud acumulado fue de 4.8 mmdp: representa un avance de 91.4% con respecto al presupuesto anual. En este rubro gastó 13.8% (0.4 mmdp) más de lo planeado, el equivalente a ejercer 0.5 mmdp más.
  • El IMSS es la única institución que reporta un recorte acumulado en este rubro. El gasto en inversión física pagado a octubre fue 5.5 mmdp: representa un avance de sólo 43.4% con respecto a la meta anual. El subejercicio acumula ya 6 mmdp en relación con el presupuesto previsto hasta octubre. Eso equivale a no ejercer la mitad del presupuesto aprobado (52%).


¿Cuál fue el gasto en inversión física en octubre?

Entre mayo y septiembre, el gasto en inversión física mensual se realizó por debajo de lo previsto para cada mes. En octubre, vimos que esta tendencia se revirtió: el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud gastaron más de lo planeado en el mes: 25% o 347 millones de pesos más.

En el caso del IMSS, después de hilar cuatro meses con un gasto mensual considerablemente menor que lo planeado, en octubre reportó un gasto de 0.6 mmdp, dos veces (111%) mayor que lo aprobado.

Por su parte, la Secretaría de Salud gastó 1.0 mmdp en octubre; este gasto se colocó 20% (0.3 mmdp) por arriba de lo calendarizado en el mes.

A pesar de que el ISSSTE reporta un gasto acumulado en inversión física por encima de lo previsto, en octubre gastó 51 millones de pesos de los 221 millones de pesos aprobados. Es decir, esta institución en el mes gastó 77% (175 millones de pesos) menos de lo aprobado.


[1] El gasto funcional en salud incluye el presupuesto de las Aportaciones a Seguridad Social, del FASSA, el IMSS, el ISSSTE, la Secretaría de Salud, la Secretaría de Marina y Defensa Nacional que tiene como objetivo la prestación de servicios de salud, productos, útiles y equipo médico, productos farmacéuticos, aparatos y equipos terapéuticos.

[2] El presupuesto aprobado del gasto funcional en salud, incluyendo el retiro extraordinario del Fideicomiso en Salud, fue de 680,109 millones de pesos.

[3] En los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

[4] Pero en este gasto sí se incluye la clasificación funcional en salud y otras clasificaciones.