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Números de Erario: gasto en salud a octubre 2021

Resumen

Hasta octubre se ejerció 75% del gasto funcional en salud aprobado, pero a estas alturas se debería haber gastado el equivalente al 83% del presupuesto anual. El gasto acumulado fue de 501.5 mil millones de pesos (mmdp), monto 2.8% mayor (13.5 mmdp) al observado el año pasado.

Del análisis de las instituciones de salud con respecto al gasto aprobado de enero a octubre de 2021 se desprende lo siguiente:

  • Continúan los recortes en el ISSSTE y la Secretaría de Salud. El primero acumuló un recorte de 17% (-19.7 mmdp), mientras que la segunda reportó uno de 15% (-15.8 mmdp).
  • La inversión física en salud sigue a la baja. Hasta octubre, el gasto se quedó 46% corto (6.5 mdp) con respecto a su meta, y tuvo una caída anual de 43% (-5.8 mmdp), a pesar de acumular 7.7 mmdp. Este gasto fue tan bajo como el observado en el mismo periodo de 2007, 2008 y 2019.
  • La reducción en el gasto en inversión física la encabezan el IMSS (-78%) y el ISSSTE (-73%). Por su parte, la Secretaría de Salud reportó un sobregasto de 26% en la inversión física.
  • El gasto del Insabi fue de 65.7 mmdp, el cual fue 11.9% menor (8.8 mmdp) al del año pasado y 20% menor (-16.6 mmdp) que el gasto aprobado en el periodo. A dos meses de que finalice el año, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social sigue en mínimos históricos, si se considera el periodo 2017-2021.
  • Hasta octubre el Insabi otorgó 3.6 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018, y el número de egresos es 3.1 veces menor que el registrado en 2018.

Gasto funcional en salud

A dos meses de que termine el año, el gasto funcional en salud acumuló 501.5 mmdp. Con respecto al gasto ejercido en el mismo periodo de 2020, hay un aumento de 2.8% (13.5 mmdp). Si este gasto se compara con el observado en periodos iguales de otros años, comprobamos que el gasto a octubre no es extraordinario: en 2017 se erogó un monto similar (499.5 mmdp). En lo que va del año se ha gastado el 75% del monto anual aprobado.

En el gasto mes a mes, en octubre el gasto fue 45.6 mmdp y cayó 13% con respecto al mismo mes del año pasado.



Presupuesto por institución

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud[1], en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones, en el caso IMSS y el ISSSTE.

En el presupuesto por institución continúan los recortes en el ISSSTE y la Secretaría de Salud. El ISSSTE acumuló un recorte de 17% (-19.7 mmdp), mientras que la Secretaría de Salud reportó uno de 15% (-15.8 mmdp).

Entretanto, el gasto del IMSS aumentó: reportó un sobrejercicio de 4% (10.5 mmdp), y creció 8.7% (21.5 mmdp) con respecto al año pasado. Por último, las transferencias del FASSA se colocaron 1% (1.2 mmdp) por arriba de lo aprobado, pero se redujeron un 1.5% (-1.3 mmdp) anual.



Gasto en salud mensual

Sólo en octubre el gasto aprobado para el IMSS, el ISSSTE, el FASSA y la Secretaría de salud fue de 71.2 mmdp, de los cuales se ejercieron 50.0 mmdp. Es decir, no se ejerció 29.8% (-21.2 mmpd) del gasto aprobado.

En el mes, el gasto de la Secretaría de Salud tuvo el mayor recorte: 68.9% (-17.6 mmdp), y con respecto al mismo mes de 2020 se redujo 13%. Le siguió el IMSS, con un recorte de 16% (-4.4 mmdp), acumulando así recortes consecutivos en los últimos tres meses.

Y a pesar de que el ISSSTE exhibe el mayor subejercicio acumulado hasta octubre (-17%), en el mes reportó un sobregasto de 8.6% (0.8 mmdp). Con respecto al FASSA, las transferencias a los estados fueron de 9.4 mmdp; se encontraron en línea con lo aprobado, y fueron 3% menores que las realizadas el año pasado.



FASSA a detalle

Hasta octubre se transfirieron 85.7 mmdp a las entidades federativas a través del FASSA, lo que equivale a 78% del presupuesto aprobado en el año. Este monto es 1.5% menor al transferido el año pasado y 1% mayor que el calendarizado en el PEF 2021.

A nivel nacional, el gasto per cápita del FASSA fue de 674.0 pesos. El análisis por estado revela que Colima (1,653.9 pesos), Campeche (1,493.5) y Zacatecas (1,257.6) son los estados que más recursos reciben por habitante, y en el otro extremo se encuentran Guanajuato (469.1), la CDMX (427.5) y Nuevo León (412.5).

Con respecto al año pasado, el gasto per cápita fue mayor en 13 estados. El mayor incremento se observó en Nayarit (4.5%), Baja California Sur (4.1%) y Sonora (3.6%). El resto de los estados tuvieron caídas en los recursos recibidos por habitante, las cuales fueron mayores a 5% en CDMX (-6.0%), Yucatán (-6.3 %), Quintana Roo (-7.3%), Aguascalientes (-7.7%), Nuevo León (-10.6%) y Querétaro (-12.5%).



Inversión física en salud

Continúan los recortes en el gasto en inversión física en salud. A pesar de acumular 7.7 mmdp hasta octubre, el gasto se quedó 46% corto (6.5 mdp) con respecto a su meta y tuvo una caída anual de 43% (-5.8 mmdp). Del gasto en inversión ejercido en lo que va del año, resalta lo siguiente: 1. el gasto aprobado para el periodo fue considerablemente mayor al que se observó en el mismo periodo de otros años e incluso muy similar el pagado el año pasado, y 2. el gasto ejercido fue tan bajo como el gasto observado en el mismo periodo de 2007, 2008 y 2019.

La reducción en el gasto en inversión física la encabezan el IMSS (-78%) y el ISSSTE (-73%), mientras que la Secretaría de Salud reportó un sobregasto de 26% en la inversión física.



Inversión física mensual

En octubre se tenía previsto un gasto en inversión física de 2.5 mdp. De éstos, se ejercieron 0.5 mdp, 78% menos gasto que el programado. El presupuesto original considera recursos para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud. Ésta última gastó 88% menos de lo aprobado y el IMSS 78%; en contraste, el ISSSTE reportó un sobregasto de 224%.

A pesar de estos recortes en la inversión física en octubre, el gasto del mes no dista mucho de la tendencia histórica que se observó entre 2015 y 2019; no obstante, sí es menor que el promedio observado entre 2007 y 2020. Más bien, en este mes el gasto previsto sobrepasaba al gasto observado, al ser muy similar a lo registrado en 2020, un año con requerimientos especiales de inversión,dada la pandemia por covid-19.



Insabi

Hasta octubre el Insabi acumuló un gasto de 65.7 mmdp, el cual fue 11.9% menor (8.8 mmdp) al del año pasado y 20% menor (-16.6 mmdp) que el gasto aprobado en el periodo. A dos meses de que finalice el año, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social sigue en mínimos históricos, si se considera el periodo 2017-2021.

Si bien el gasto del Insabi rompe un récord mínimo, llama la atención la diversificación en varios conceptos de gasto. Previo a 2021, aproximadamente la totalidad del gasto se ejercía a través de subsidios, transferencias y aportaciones; en contraste, a partir de este año sólo el 53.6% del gasto se ejerce a través de este rubro. El 34.9% restante se realiza en ayudas y otros gastos, 6.4% en inversión física y 4.4% en servicios personales.

Del gasto total de esta Secretaría, el 88% (58.0 mmdp) se ejerce a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social. Dicho programa presenta su nivel más bajo desde 2017, y con respecto al año pasado cayó 13%.

Hasta octubre el Insabi otorgó 3.6 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018, y el número de egresos es 3.1 veces menor que en 2018. A casi dos años de iniciada la pandemia, se esperaría un repunte en los servicios médicos de este instituto. Sin embargo, los indicadores de atención sugieren lo contrario.

A pesar de estos datos generales, observamos que hay una recuperación en las consultas de planificación familiar con respecto al año pasado (13.2% por arriba), de salud mental (40.0%) y crónico degenerativas (1.3%). Entretanto, las consultas de enfermedades transmisibles y de salud bucal acumulan ya dos años con caídas consecutivas que superan el 10%.



[1] Y es que en los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

Los impuestos caen a su peor nivel: octubre 2021



Octubre negro fiscal: el declive en la recuperación económica en el tercer trimestre de 2021 impactó en los ingresos tributarios, los cuales registraron en octubre su peor nivel mensual de 2021.

En el décimo mes del año los ingresos tributarios acumularon 253 mil millones de pesos, 16% menos (47 mmdp) que el promedio de enero a septiembre, y 2% menos (6 mmdp) que en septiembre, el segundo peor mes registrado en el año. En el comparativo anual, desde 2017 no se presentaba una recaudación tan baja para un mes de octubre.

Con este resultado, los ingresos tributarios acumularon en lo que va del año 2.9 billones de pesos, apenas 1.6% (46 mmdp) más que en el mismo periodo de 2020. El rebote económico no se ha sentido en los ingresos.

En efecto, la recuperación económica se ha venido deteriorando en los últimos meses. En agosto el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE)[1] cayó en 1.2% frente a julio y en septiembre hubo una contracción de 0.4% frente a agosto.

Lo anterior ha impactado a las expectativas económicas del sector privado[2]. En septiembre el consenso era que la economía mexicana tendría un rebote de 6.2% en 2021, pero en octubre esta proyección cayó a 6% y en noviembre se coloca en 5.7%.



Análisis por tipo de ingreso tributario

El derrumbe de los ingresos tributarios se explica por la caída de los tres principales impuestos: ISR, IVA e IEPS, que tocaron de igual forma su peor nivel en octubre.

El gran perdedor fue el ISR, el cual ascendió a 131 mmdp en octubre, 17% menos (26 mmdp) que el promedio de enero a septiembre y 7.2% inferior (20 mmdp) al mismo mes de 2020. De hecho, se trata de un nivel similar al observado en octubre de 2017.

En cuanto al IVA, se recaudaron 82 mmdp, 13% menos (13 mmdp) que el promedio de los primeros nueve meses del año y 6% menos (5 mmdp) que en octubre de 2020.

Finalmente, en octubre el IEPS acumuló tan sólo 26.3 mmdp, 25% menos (9 mmdp) que el promedio anual y 34% (14 mmdp) menos que en 2020.

Estos resultados reflejan que la pérdida de empresas y empleo sigue lastrando la recaudación del principal impuesto: el ISR. No obstante, el mercado interno –el motor usual del IVA– presenta un mejor desempeño posiblemente impulsado por las remesas, programas sociales o deuda de las personas.



Frente al calendario, los ingresos tributarios se han quedado cortos con respecto al programa en cinco meses de 10, por lo que los 2.9 billones recaudados están 2 mmdp o 0.1% en déficit. Al interior de este monto identificamos que el ISR se encuentra 3% por debajo (48 mmdp) de lo estimado a octubre, y el IEPS lo está en 25% (83 mmdp). Esto ha sido compensado por un IVA 15% (120 mmdp) más de lo anticipado y por otros impuestos, que están 9% por encima (10 mmdp) del programa.

Esta situación sirve para refrendar nuestra postura de que la expectativa de crecimiento de 4.7% en el ISR para 2022 en el Paquete Económico está muy lejos de la realidad, y de que el IVA –incluso con un buen desempeño– difícilmente logrará una expansión de 19%.



Se resiente la inversión

La caída en la recaudación tributaria en octubre se reflejó en una contracción de la inversión pública. En el décimo mes la inversión física ascendió a 50 mmdp, 8% menos (5mmdp) que el promedio de enero a septiembre, y cayó a su peor nivel desde mayo. Una demostración más de que cuando los ingresos se contraen, lo más fácil de recortar es la inversión.

En cuanto a la inversión sin Pemex, el monto registrado fue de 33 mmdp, 4% más (1 mmdp) que el promedio de enero a septiembre, y el peor registro desde agosto.



Con este resultado, la inversión total en 2021 acumula tan sólo 1% (1 mmdp) frente a lo observado en el mismo periodo de 2020. Sin embargo, la inversión sin Pemex se colocó en 314 mmdp, 11% menos (37 mmdp) que en 2020, y registró su peor nivel desde 2011, año a partir del cual hay datos disponibles.

Si se considera que la viabilidad e impacto social de los proyectos de Pemex son cuestionables –como la refinería de Dos Bocas, que costará alrededor de 180 mmdp según la Secretaría de Energía–  el bajo nivel del resto de la inversión pública es sumamente preocupante, ya que limitará las capacidades de crecimiento y desarrollo del país en el futuro.



[1] IGAE. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/temas/igae/

[2] Encuesta de Expectativas del Sector Privado. Banco de México. Recuperado de https://www.banxico.org.mx/SieInternet/consultarDirectorioInternetAction.do?sector=24&accion=consultarDirectorioCuadros&locale=es

Números de Erario: gasto en salud al tercer trimestre de 2021

Resumen

Hasta septiembre se ejerció 68% del gasto funcional en salud aprobado, pero a estas alturas se debería haber gastado el 75% del presupuesto anual. El gasto acumulado fue de 455.9 mil millones de pesos (mmdp), monto 4.8% mayor (21 mmdp) al observado el año pasado, pero que se quedó corto en 0.5% (-2.2 mmdp) con respecto al monto aprobado.

Del análisis del gasto aprobado en el periodo para las instituciones de salud se desprende lo siguiente:

  • Continúa deprimido el gasto del ISSSTE y la Secretaría de Salud; acumularon recortes de 34.7% (-17.9 mmdp) y 3.7 % (-3.6 mmdp), respectivamente.
  • La inversión física en salud sigue a la baja. A pesar de acumular 7.4 mmdp en el tercer trimestre, el gasto se quedó 38% corto (4.5 mmdp) con respecto a su meta y tuvo una caída anual de 39% (-4.7 mmdp). El gasto ejercido fue similar al erogado en 2019, un año que se caracterizó por un recorte brutal en la inversión física en salud (por lo demás, fue el año con el mayor recorte (-3%) en el gasto en salud total).
  • El gasto del Insabi fue de 62.1 mmdp, 3% menor (2.2 mmdp) al del año pasado. Con este monto, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social se encuentra en un mínimo histórico en el periodo que abarca el 2016-2021.
  • El gasto en medicamentos del Insabi exhibió importantes recortes. Se ejercieron 268.4 mdp, que fueron 71.4% (669.2 mdp) menores que lo aprobado y 26.5% (96.8 mdp) menores al gasto ejercido el año pasado.
  • En análisis previos señalamos que la transición del Seguro Popular al Insabi podría afectar la atención brindada a los derechohabientes, y los últimos datos de la Secretaría de Salud lo confirman. Junto con la disminución del gasto ejercido por el Insabi, hay también una reducción en las consultas y egresos de los derechohabientes de este instituto. Hasta octubre, el Insabi otorgó 3.6 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018, y el número de egresos es 3.1 veces menor si lo comparamos con 2018. A más de un año de iniciada la pandemia se esperarían indicios del muy necesario repunte en los servicios médicos de este instituto; sin embargo, los indicadores de atención sugieren lo contrario.

Gasto funcional en salud

En el tercer trimestre el gasto funcional en salud acumuló 455.9 mmdp. Con respecto al gasto ejercido en el mismo periodo de 2020, hay un aumento de 4.8% (21 mmdp). Sin embargo, si lo comparamos con el gasto previsto en el trimestre, lo que vemos es un recorte de 0.5% (-2.2 mmdp). En lo que va del año se ha gastado el 68% del monto anual aprobado.

En el gasto mes a mes, observamos que en septiembre el gasto fue 60.4 mmdp, y tuvo un incremento de 15% con respecto al mismo mes del año pasado.



Presupuesto por institución

Se observaron recortes en el presupuesto de tres instituciones. El ISSSTE acumuló un recorte de 34.7% (-17.9 mmdp), mientras que la Secretaría de Salud reportó uno de 3.7 % (-3.6 mmdp). En menor medida, las Aportaciones a la Seguridad Social exhibieron un subejercicio de 0.4% (-0.1 mmdp).

Entretanto, el gasto de la Secretaría de Marina mantiene su vigor y reportó un sobregasto de 33% (0.6 mmdp), e incluso ejerció 18.6% (0.4 mmdp) más recursos que en el mismo periodo del año pasado. De igual manera el gasto del IMSS se mantuvo al alza: reportó un sobrejercicio de 7.9% (17.3 mmdp) y creció 13.9% (26.8 mmdp) con respecto al año pasado.

Por último, las transferencias del FASSA estuvieron 1.5% (1.2 mmdp) por arriba de lo aprobado, pero se redujeron 1.2% (-0.9 mmdp) con respecto al año pasado.

Al analizar el gasto por programa presupuestario de cada institución, encontramos que dentro de los cinco programas con mayor sobregasto se encuentra cuatro de la Secretaría de Salud: Mantenimiento de Infraestructura (179.6%), Rectoría en Salud (66.6%), Fortalecimiento a la Atención Médica (52.6%) y Atención a la Salud (48.1%). Dentro de los programas con más recortes, nos llamó la atención el recorte de la mitad del presupuesto (-50.8%) en un programa tan relevante como lo es el de Prevención y Atención de VIH/SIDA y otras ITS, de la Secretaría de Salud.



Presupuesto en medicamentos

El gasto en medicamentos acumuló 63.3 mmdp al tercer trimestre del año, lo que representa el 13.9% del gasto funcional en salud. En el primer trimestre reportamos que este gasto tuvo un recorte de 44%, y que fue 20% menor que el del año pasado. Sin embargo, tal tendencia cambió: en el tercer trimestre del año se acumula un sobregasto de 5% (3.0 mmdp), lo que significa un incremento anual de 26% (13.2 mmdp).

Este sobregasto se observó en casi todas las instituciones de salud, excepto en la Secretaría de Salud, la cual acumuló un recorte de 25% (1.1 mmdp), e incluso reportó una caída anual de 11% (0.4 mmdp).



Inversión física en salud

Continúan los recortes en el gasto en inversión física en salud. A pesar de acumular 7.4 mmdp en el tercer trimestre, el gasto se quedó 38% corto (4.5 mmdp) con respecto a su meta y tuvo una caída anual de 39% (-4.7 mmdp).

Esto nos llama la atención en torno al gasto en inversión ejercido en lo que va del año: 1. el gasto aprobado para el periodo fue considerablemente mayor al que se observó en trimestres de otros años, e incluso muy similar al pagado el año pasado, y 2. el gasto ejercido, además de ser menor que el aprobado, fue similar al erogado en 2019, un año que se caracteriza por un recorte brutal en la inversión física en salud, además de ser el año con el mayor recorte (-3%) en el gasto en salud total.

La reducción en el gasto en inversión física la encabezan el ISSSTE (-87%) y el FASSA (-78%), mientras que el IMSS sí ejerció el gasto planeado en este rubro. Y a pesar de que la Secretaría de Salud reportó un sobregasto de 58% en inversión física, su gasto no fue suficiente para compensar la caída total.



Insabi

Al tercer trimestre el Insabi acumuló un gasto de 62.1 mmdp, el cual fue 3% menor (2.2 mmdp) al del año pasado y 1% menor (-0.7 mmdp) que el gasto aprobado en el trimestre. Con este monto, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social se encuentra en un mínimo histórico para el periodo 2016-2021.

El gasto en medicamentos del Instituto acumuló 268.4 mdp, y tuvo un recorte de 71.4% (669.2 mdp), además de ser 26.5% menor (96.8 mdp) al ejercido el año pasado.

Por su parte, la inversión física fue de 4.2 mmdp, con un sobregasto de 85.1% (1.9 mdp). Una gran proporción del gasto en inversión en éste y otros años se destina a aportaciones al Fondo de Salud para el Bienestar; no obstante, del gasto de este trimestre llaman la atención dos puntos: 1. se ejercieron 0.4 mdp en Vehículos y Equipo Terrestres, destinados a servicios públicos y la operación de programas públicos, y 2. las aportaciones a fideicomisos reportaron un sobregasto de 67% (1.5 mdp).

Al tercer trimestre de 2021, el 92% del presupuesto de esta institución lo aporta el programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social (57.1 mmdp); el resto del presupuesto se nutre de recursos de los programas de Atención a la Salud (3.9 mmdp), Fortalecimiento a la Atención Médica (1.0 mmdp) y Actividades Administrativas (0.1 mmdp).

En análisis previos señalamos que la transición del Seguro Popular al Insabi podría afectar la atención brindada a los derechohabientes, y los últimos datos de la Secretaría de Salud confirman nuestros temores. Junto con la disminución del gasto ejercido por el Insabi, hay también una reducción en las consultas y egresos de los derechohabientes de este instituto. Hasta octubre el Insabi otorgó 3.6 veces menos consultas que las otorgadas por el Seguro Popular en 2018, y el número de egresos es 3.1 veces menor que en 2018. A un año y medio de iniciada la pandemia y con lo más álgido de ésta superado, se esperaría un repunte en los servicios médicos de este instituto; sin embargo, los indicadores de atención sugieren lo contrario.

A pesar de estos datos generales, observamos que hay una recuperación en las consultas de planificación familiar (13.2% por arriba), de salud mental (40.0%) y enfermedades crónico-degenerativas (1.3%). Sin embargo, las consultas de enfermedades transmisibles y de salud bucal acumulan ya dos años con caídas consecutivas, que superan el 10%.


Rechinan las finanzas de CFE: 3T 2021



Al tercer trimestre del año, la disparidad entre costos e ingresos provocaron que el balance financiero de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), si no tomamos en cuenta las transferencias que recibió del Gobierno federal, cayera a -86 mmdp, un crecimiento de 179% en el déficit (-55 mmdp), situación sólo superada por el déficit registrado en 2018. Si consideramos las transferencias (subsidios, en realidad), el balance fue de -16 mmdp, lo que de cualquier forma significó un retorno al espectro negativo, luego de que en 2020 registrara un saldo positivo de 35 mmdp en el mismo periodo.

Si sólo tomamos los gastos operativos e ingresos por venta de bienes y servicios, también se registró un déficit financiero de 66 mmdp, 420% (53 mmdp) superior al observado en 2020 al mes de septiembre. Esto se debe a ventas netas de bienes y servicios por 276 mmdp, 3% (8.2 mmdp) menores a las de 2020, y a gastos de operación de 343 mmdp, 15% (45 mmdp) mayores. De hecho, desde 2016 este balance se ha mantenido negativo.



Jalonados por un aumento de los precios de los combustibles, los gastos totales de la CFE mostraron al tercer trimestre un aumento de 11% (37.5 mmdp), su tercer mayor nivel luego de 2018 y 2019 para este periodo. No obstante, a pesar del mayor dinamismo del mercado energético en 2021, los ingresos propios registran una caída de 6% (17.9 mmdp) hasta llegar a 283 mmdp, su peor nivel desde 2016.



Al tercer trimestre de 2021, el aumento de los precios de los combustibles ha impactado en la estructura financiera de la CFE; tanto, que dio pie al mayor sobregasto de energéticos para la producción de electricidad desde 2016. En consecuencia, los subsidios a las tarifas eléctricas exhibieron su mayor nivel visto para los primeros nueve meses del año desde 2016, año en que se inició este registro.

De los 322 mmdp presupuestados para la CFE al mes de septiembre, el 44% (142 mmdp) residen en el capítulo de Materiales y Suministros, donde se registran conceptos como combustibles, alimentos, refacciones, vestuarios entre otros. Le sigue el capítulo de Servicios Generales, con 52.2 mmdp, (16.5% del total), donde se tienen los conceptos de arrendamientos, comisiones, mantenimiento y servicios telefónicos, entre otros. Es en estos dos capítulos donde se registran sobrejercicios. En el resto de capítulos –cuyo gasto conjunto no supera el 15% del total– hay ligeros subejercicios.

Sí, este problema debe importarnos a todos porque afecta nuestro bolsillo. Considerando los mencionados capítulos con sobrejercicios, el gasto de la CFE en el tercer trimestre del año acumula 369 mmdp, 15% (47.5 mmdp) por arriba de lo aprobado al periodo. La mayor parte de este ‘exceso de gasto’ proviene del capítulo de Materiales y Suministros, en la partida de combustibles lubricantes y aditivos por 165 mmdp, 57% (59.9 mmdp) superior a lo aprobado al periodo. Éste es el mayor sobregasto registrado para esta partida desde 2018, que se tiene desglose trimestral.

Dicho sobrejercicio ha sido compensado en parte con un menor gasto en obras de abastecimiento de agua, gas y electricidad, por 3.8 mmdp, y por 3.4 mmdp menos en coberturas cambiarias. El esfuerzo no es menor, pues ha implicado efectuar recortes en el presupuesto de ámbitos relevantes de la empresa para la operación de los servicios y la administración de riesgos financieros.



Como se ve, la adquisición de insumos para la producción de electricidad estresa las finanzas de CFE. Al interior de tal sobrejercicio, identificamos que la partida Pidiregas Gastos Variables gastó 72.8 mmdp, 122% (39.9 mmdp) más de lo aprobado al periodo. En esta partida se registran los gastos por asignaciones destinadas a cubrir las erogaciones que realizan las entidades públicas (CFE) en proyectos de inversión financiada condicionada, por compras de energía, nitrógeno y otros productos o servicios que intervienen en el proceso productivo. Con estos cargos, el contratista o productor (privado) recupera los diversos gastos que están asociados al volumen de producción de las entidades, e incluyen insumos y otros gastos de operación y mantenimiento[1].

Asimismo, se destacó un gasto de 55 mmdp para combustibles de importación para plantas productivas, 44% (19.9 mmdp) superior a lo aprobado, y de 36 mmdp de combustibles nacionales para plantas productivas, 9% (3 mmdp) superior a lo aprobado.

Desde 2018, que se tiene el desglose de esta partida, los gastos por combustibles, lubricantes y aditivos ha promediado 130 mmdp aprobados de enero a septiembre, pero 158 mmdp ejercidos, lo que ha supuesto sobrejercicios en tres de cuatro años, con un promedio de 44 mmdp de sobregasto.

La gran diferencia entre el presupuesto aprobado y el gastado de 2021 se debe a que la CFE y Hacienda previeron gastos por energéticos en un contexto recesivo. En 2020, durante la pandemia por covid-19 y un menor consumo energético, el gasto en combustibles, lubricantes y aditivos al tercer trimestre fue de 120 mmdp, 30% (51 mmdp) menos que en 2019, y quedó 13% (18 mmdp) por debajo del presupuesto al periodo. Esta reducción en los gastos operativos/presupuestarios de la CFE en 2020 se reflejó en una presupuestación 24% (33 mmdp) inferior para 2021.

No obstante, desde febrero de 2021 los costos de producción de electricidad han sido presionados por los precios extraordinarios del gas natural, provocados por las heladas en el sur de Estados Unidos y Norte de México, según el Reporte al Consejo de Administración de la CFE, publicado en julio de este año. Desde entonces, los costos de los energéticos han seguido aumentando.

Para 2022, la partida de combustibles, lubricantes y aditivos tiene presupuestados sólo 149.7 mmdp, 9% (15 mmdp) menos de los erogados al tercer trimestre del año, 7% (10.5 mmdp) por debajo del promedio aprobado de 2016 a 2021 y 25% (48.9 mmdp) menos del promedio gastado de 2016 a 2020. Todo esto vaticina más sobregastos de la CFE por este concepto en el siguiente año. Lo que las autoridades no han aclarado es cómo se va a financiar: ¿habrá nuevos recortes en otras áreas del presupuesto?



Situación financiera y subsidios

Para mantener los precios de la electricidad estables, de enero a septiembre se han gastado 70.3 mmdp en subsidios a las tarifas eléctricas, monto 6% (4 mmdp) superior a lo erogado en el mismo periodo del año anterior y el monto más alto registrado desde 2016, año a partir del cual se tienen datos disponibles. Asimismo, ya se han superado los 70 mmdp anuales aprobados para estos subsidios, en 0.4% (279 mdp).

Esta consideración es importante, ya que para 2022 se tienen presupuestados 73 mmdp en subsidios a las tarifas eléctricas, que podrían no ser suficientes en el contexto financiero actual de la CFE y menos aún si se aprueba la reforma energética, la cual incrementará los costos de producción de esta empresa, según diversos analistas.




[1] Clasificador del Objeto de Gasto para la Administración Pública Federal (2007) recuperado de: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/89647/Clasificador_por_Objeto_del_Gasto__11.enero.2007_.pdf

Números de Erario: gasto en salud a agosto de 2021

Resumen

Hasta agosto se ejerció 59% del gasto funcional en salud aprobado, pero a estas alturas se debería haber gastado el equivalente al 66.7% del presupuesto anual. El gasto acumulado fue de 395.6 mmdp, monto 3.5% (13.3 mmdp) mayor al observado el año pasado.

Del análisis de las instituciones de salud con respecto al gasto aprobado en el periodo se desprende lo siguiente:

  • El gasto de la Secretaría de Salud y el ISSSTE continúan acumulando subejercicios. Salud reportó un recorte de 11% en su gasto, mientras que el ISSSTE acumuló un recorte aún mayor: 21%. 
  • El gasto en inversión física sigue en mínimos, si se compara con los últimos años. En el periodo alcanzó los 4.2 mmdp, 50.1% por debajo del gasto programado hasta agosto, y con una caída anual de 60%.
  • Al mes de agosto el Insabi acumuló un gasto de 48.8 mmdp, monto que se encuentra 15% por debajo de lo programado y 20% por debajo de lo ejercido en 2020.
  • Hasta septiembre el Insabi dio 3.6 veces menos consultas que las brindadas por el Seguro Popular en el mismo periodo de 2018, en parte por la reducción del gasto, el proceso de transición institucional y la pandemia de covid-19. Y no se vislumbra una recuperación en el horizonte próximo: por ejemplo, hasta septiembre de 2020 las consultas de enfermedades transmisibles cayeron 63.9%, y en el mismo periodo de 2021 se han reducido aún más: 21.1%. Lo mismo sucede con las consultas de salud bucal, que exhiben caídas de 79% y 16.1% en 2020 y 2021.
  • Se transfirieron 44.0 mmdp a las entidades federativas a través del programa de Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social, monto 23.8% menor al transferido el año pasado. No extraña la caída: en lo que va del año dichas transferencias no se realizaron en enero, mayo y julio. Además, en 31 entidades hay reducciones en las transferencias con respecto al año previo, y en 19 la caída es mayor a 40%. Sólo se incrementaron en la CDMX: 3% con respecto a 2020.

Avances del gasto funcional hasta agosto de 2021

Hasta agosto el gasto en salud acumuló 395.6 mmdp. Con respecto al gasto ejercido en el mismo periodo de 2020, hay un aumento de 3.5% (13.3 mmdp). Con relación al gasto aprobado para todo el año, se ha ejercido el equivalente a 59% del presupuesto.

Este gasto había sido, mes a mes de este año, mayor a todos los de 2020. Sin embargo, desde junio disminuye a los niveles observados en 2019 y 2020. Se erogó un monto de 51.2 mmdp, el cual fue apenas 2% mayor al realizado en 2020.



Gasto de las principales instituciones del sector salud hasta agosto de 2021

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud, en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso IMSS y el ISSSTE[1].

En conjunto, las instituciones reportaron un avance de 61% con respecto al presupuesto anual aprobado. Por institución, el IMSS y el FASSA reportaron un mayor avance con relación a sus metas anuales: 64% y 62%, respectivamente. Debido al recorte acumulado, el ISSSTE y la Secretaría de Salud reportan un gasto rezagado con respecto a las metas anuales. El ISSSTE ha gastado el equivalente a 55% del presupuesto anual, mientras que la Secretaría de Salud reportó un avance de 58%.

Estas instituciones acumularon hasta agosto 429.4 mmdp, monto que se quedó corto en 2.1% (-9.2 mmdp) con respecto al gasto aprobado, de 438.6 mmdp. A pesar de esto, fue 4.0% (16.4 mmdp) mayor al que se observó en el mismo periodo de 2020.

Sólo el IMSS y el FASSA gastaron más de lo calendarizado: 8% (16.3 mmdp) y 2% (1.2 mmdp), respectivamente. En contraste, el ISSSTE continúa acumulando el mayor recorte en lo que va del año: 21% (-16.4 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado hasta agosto. Este mes la Secretaría de Salud también reportó un subejercicio de 11% (-10.3 mmdp).

Al comparar el gasto de las instituciones con el que realizaron el año pasado, observamos que sólo el IMSS reportó un incremento anual: 14.2% (27.1 mmdp). En contraste, el gasto del ISSSTE y la Secretaría de Salud son los que presentan mayores caídas anuales: 8.0% (-5.3 mmdp) y 5.2% (-5.4 mmdp), respectivamente. Las transferencias a los estados a través del FASSA tuvieron una reducción anual de 1.2% (-0.8 mmdp).



Clasificación económica del gasto en salud

Si bien el gasto en conjunto del IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud aumentó 4.0% anual, este incremento no se reflejó en la suma de los componentes de la clasificación económica. Del total de estas instituciones, se destaca una fuerte caída en la inversión pública, ya que disminuyó 60% en relación con el mismo periodo del año anterior. El concepto de ayudas y otros gastos también disminuyó de manera considerable (-111%). Los incrementos del gasto se observaron solamente en dos rubros: el gasto en servicios personales (5%) y en otros gastos de operación (8%).

En el gasto ejercido por la Secretaría de Salud para el periodo, predominó el gasto en “Subsidios, transferencias y aportaciones”, al representar 89% del total; no obstante, en lo que va del año acumulan una caída anual de 3%. Esta Secretaría destinó el 6% del gasto al pago de nómina, rubro que acumuló una caída anual de 6%. En inversión física se destinó sólo 3% del presupuesto y tuvo una reducción anual de 23%; el 1% restante se ejerció en ayudas y otros gastos, rubro que incrementó 13% anual.

De acuerdo con el avance del gasto, hasta agosto el IMSS ejerció 68% de su presupuesto en el pago de nómina. Los 149.3 mmdp destinados a este rubro tuvieron un incremento anual de 7%. En otros gastos de operación, el instituto destinó 35% de su presupuesto y reportó un incremento anual de 32%. Sólo 0.5% del presupuesto del IMSS se ejerció en inversión física, la cual tuvo una caída anual de 75%.

Por su parte, el ISSSTE ejerció 29.2 mmdp en el pago de nómina, 50% de su presupuesto. Este año, el pago de nómina es muy similar al que se erogó hace un año. En “otros gastos de operación”, el instituto ejerció 24.6 mmdp, equivale a 40% de su presupuesto. Este rubro tuvo una caída anual de 29%, y la inversión física se desplomó en 89%.



El FASSA a detalle

Hasta agosto se transfirieron 68.0 mmdp a las entidades federativas a través del FASSA, lo que equivale a 62% del presupuesto aprobado en el año. Este monto es 1.2% menor al transferido el año pasado y 2% por arriba del monto calendarizado en el PEF 2021.

A nivel nacional, el gasto per cápita del FASSA asciende a 534.6 pesos. El análisis por estado revela que Colima (1,309.1), Campeche (1,173.7) y Zacatecas (995.9) son los estados que más recursos reciben por habitante, y en el otro extremo se encuentran Guanajuato (374.3), la CDMX (342.6) y Nuevo León (335.0).

Con respecto al año pasado, el gasto per cápita fue mayor en 14 estados. El mayor incremento se observó en Sonora (5.0%), Nayarit (4.8%) y Baja California (3.8%). El resto de los estados tuvieron caídas en los recursos recibidos por habitante, y en los siguientes éstas fueron mayores a 5%: Jalisco (-5.2%), Yucatán (-6.1 %), Q. Roo (-6.8%), Aguascalientes (-8.6%), Nuevo Léon (-10.0%) y Querétaro (-14.8%).



Gasto de las instituciones de salud en agosto

Sólo en agosto el gasto aprobado para el IMSS, el ISSSTE, el FASSA y la Secretaría de salud fue de 53.6 mmdp, de los cuales se ejercieron 56.0 mmdp. Es decir, hubo un sobregasto de 4.4% (2.4 mmpd).

El gasto de la Secretaría de Salud aumentó 21% con respecto al mismo mes de 2020, y fue 16.4% mayor que el gasto aprobado. El origen del incremento en el gasto se identificó en los rubros de “otros gastos de operación” y de “subsidios, transferencias y aportaciones”, que aumentaron 155% y 34% anual, respectivamente. En este último rubro se registran las transferencias del Insabi a las entidades federativas a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral. En agosto estas transferencias fueron 1.9% menor a las realizadas el año pasado.

El gasto del ISSSTE fue de 9.5 mmdp, y tuvo una caída anual de 2%. Después de dos recortes consecutivos, en agosto el gasto de este instituto reportó un sobregasto de 16.2%

EI IMSS ejerció 28.1 mmdp, monto 2% menor que el observado el año pasado y 1.8% menor que los recursos previstos en el calendario. Con respecto al FASSA, las transferencias a los estados fueron de 7.4 mmdp; se encontraron en línea con lo aprobado y fueron 2% menores que las realizadas el año pasado.



Inversión acumulada entre enero y agosto

La inversión física ejercida en el periodo fue de 4.2 mmdp, 50.1% menor a la programada hasta agosto y con una caída anual aún mayor: de 60%. Con respecto a su meta anual, exhibió un avance de 27%.

Este año, la inversión física de la Secretaría de Salud es la única que no acumula recortes. Se ejerció el 53.8% del presupuesto aprobado en el año y se reportó un sobregasto de 15%, al ejercer 2.8 mmdp en lugar de los 2.4 mmdp aprobados. A pesar de este sobregasto, la inversión física fue 23% menor que la observada en 2020.

El IMSS y el ISSSTE acumularon rezagos en el gasto en este rubro. El IMSS tuvo un avance de 13% con respecto a su meta anual; en el periodo ha gastado sólo 1.1 mmdp de los 4.7 mmdp aprobados, acumulando un recorte de 77% y una caída anual similar en magnitud, de 75%. Por su parte, el ISSSTE ejerció 14% del presupuesto anual; esto equivale a 0.3 mmdp. La inversión física de este instituto se encuentra 77% por debajo del gasto programado en el periodo y es 89% menor a la observada en 2020.

Ante estos recortes tan dramáticos, no sorprende que el 67% de la inversión física realizada en el periodo sea de la Secretaría de Salud, 26% del IMSS y 7% del ISSSTE.  



Inversión física en agosto

En el mes de agosto se tenía previsto un gasto en inversión física de 2.6 mdp; de éstos se ejercieron 0.5 mdp, 82% menos gasto que el programado en el mes. El presupuesto original considera recursos para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud. Ésta última gastó 89% menos de lo aprobado, el IMSS 66% y el ISSSTE 94%.

A pesar de estos recortes en la inversión física del mes de agosto, el gasto del mes no dista mucho de la tendencia histórica que se observó entre 2015 y 2019. Más bien, en este mes el gasto previsto sobrepasaba al gasto observado, al ser muy similar a lo registrado en 2020.



Insabi

Al mes de agosto el Insabi acumula un gasto de 48.8 mmdp, monto que se encuentra 15% por debajo del gasto programado y 20% por debajo del ejercido en 2020. Desde 2017 no se reportaba un gasto tan bajo en los servicios de salud para la población sin seguridad social.

Los rubros de subsidios, transferencias y aportaciones y ayudas y otros gastos representan 91% del presupuesto de este instituto. El primer rubro exhibió un recorte de 38% con respecto al presupuesto aprobado en el periodo. En contraste, el monto destinado al segundo rubro tuvo un sobregasto de 197%.

De los 48.8 mmdp gastados por esta Secretaría, 44.0 mmdp se transfirieron a las entidades federativas a través del programa de Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social, monto 23.8% menor al transferido el año pasado. Además, en lo que va del año dichas transferencias no se realizaron a los estados en tres meses: enero, mayo y julio. Cuando desagregamos las transferencias a los estados, observamos que en 31 entidades hay reducciones con respecto al año previo, pero en 19 la caída es mayor a 40%. Sólo en la CDMX las transferencias se incrementaron 3% con respecto al 2020.

Con la disminución del gasto ejercido por el Insabi, también observamos una caída en las consultas otorgadas. Hasta septiembre de este año el Insabi otorgó 3.6 veces menos consultas que las brindadas por el Seguro Popular en el mismo periodo de 2018. Si bien parte de esta caída se puede explicar por la transición del Seguro Popular al Insabi y la llegada de la pandemia por covid-19 en 2020, no se descarta que simplemente se haya verificado un recorte al gasto

La caída de más del 50% en las consultas entre enero y septiembre de 2020 y 2021 fue en consultas de primera vez y subsecuentes, así como en todos los programas. Por ejemplo, para este periodo en 2020 las consultas de enfermedades transmisibles cayeron 63.9%. Lo preocupante es que en lo que va del año se han reducido aún más: 21.1%. Lo mismo sucede con las consultas de salud bucal, que exhiben caídas de 79% y 16.1% en 2020 y 2021, respectivamente. Por el contrario, las consultas de enfermedades crónico-degenerativas, que se redujeron en 58.7% en 2020, se han mantenido de forma muy similar en 2021, mientras que en este año hay una recuperación de 13.7% y 38.9% en las consultas de planificación familiar y salud mental.



[1] Y es que en los reportes mensuales de la SHCP el gasto funcional en salud no se puede desagregar por ejecutor. Por lo tanto, a partir de esta sección y en adelante se realiza el seguimiento del gasto neto total de la Secretaría de Salud, el IMSS y el ISSSTE sin incluir el gasto en pensiones y jubilaciones como un aproximado del gasto funcional en salud. Dentro del gasto analizado en esta sección y en las siguientes, se incluye parte del presupuesto de estas secretarías destinado a funciones de salud, ciencia, tecnología e innovación, coordinación de la política de gobierno y protección social.

Números de Erario: agosto de 2021


Un símil de lo que podría pasar en 2022


Al mes de agosto de este año los ingresos totales tuvieron un crecimiento anual de 5.5%. El erario se ha mantenido a flote principalmente por un incremento de los ingresos petroleros y del Impuesto al Valor Agregado (IVA). No obstante, otros componentes de los ingresos, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) o los ingresos de la CFE se mantienen estancados o presentan caídas, a pesar de la recuperación económica. Además, este año se han resentido los ingresos no tributarios no petroleros, ya que no han ingresado recursos de los fondos de emergencia.

En el contexto de la discusión de los estimados de finanzas públicas que la Secretaría de Hacienda presentó para el Presupuesto 2022, los datos al mes de agosto de este año nos recuerdan qué tan difícil es lograr las metas de ingresos.



Petróleo, al rescate

De enero a agosto los ingresos totales del sector público acumulan 3.89 billones de pesos, un aumento de 5.5%, es decir, 203 mil millones de pesos (mmdp), frente al mismo periodo de 2020. No obstante, frente a 2019 (previo a la pandemia) tal crecimiento es sólo de 3% (116 mmdp).

La recuperación de los ingresos se debe, principalmente, a los mejores ingresos petroleros. Al mes de agosto dichos ingresos acumulan 609 mmdp, un crecimiento anual de 66.4% (243 mmdp). Parte de esta fortaleza es algo artificial, ya que las aportaciones (capitalizaciones) que el Gobierno federal le transfiere a Pemex se contabilizan como ingresos petroleros. Sin esas capitalizaciones, en realidad los ingresos petroleros hubieran crecido sólo 35.3% en el periodo de enero a agosto.

El impulso de estos ingresos también viene del precio del barril, aunque no de la producción. La plataforma petrolera se mantiene en 1,680 miles de barriles diarios (mbd), 101 mdb por debajo del programa. En efecto, el aumento en el precio del crudo ha compensado la estancada producción de Pemex. Mientras que en el Paquete Económico 2021 se estimó un precio de 41.6 dólares por barril (dpb), el observado ha sido de 59.4 (dpb), 17 dólares por arriba.

Cabe recordar que para 2022 se estima una plataforma de 1,826 miles de barriles diarios (mbd), y la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) se estima en 55.1 dólares por barril (dpb). Al mes de agosto la plataforma está lejos de esa meta, y con un precio mucho más alto esperado para 2022, difícilmente el próximo año se compensará la baja producción de la misma forma en que se ha hecho este año.

El otro salvavidas de las finanzas públicas ha sido el IVA, que acumula 777 mmdp al mes de agosto, un aumento de 14% (96 mmdp). Este impuesto incluso supera los niveles prepandemia, pues frente a 2019 es 12% (83 mmdp) superior.

En otras palabras, el IVA está teniendo su gran rebote este año. El punto es que para 2022 se espera otro gran crecimiento, pero de 19% (198 mmdp), algo que no se ha visto nunca. Esto se ve complicado, como ya lo hemos explicado en otros estudios.

Rezago del resto de ingresos

Fuera de los ingresos petroleros y el IVA, las demás fuentes de ingreso están muy apagadas. El ISR, el principal tributo del Gobierno, acumula 1.28 billones, una contracción de 0.2% (2.6 mmdp) frente al mismo periodo de 2020 y frente a 2019 el aumento es apenas de 0.9% (11.3 mmdp).

A pesar de la recuperación del PIB esperada de 6.2% (Banco de México), el ISR simplemente no despegó en el octavo mes del año. En 2022 se espera un crecimiento de 4.8% (94 mmdp) frente a los ingresos presupuestados para 2021, algo que por la tendencia actual se ve igualmente difícil.

Asimismo, el IEPS ha generado al mes de agosto 286 mmdp, una caída de 10.3% (32 mmdp), y se coloca en su peor nivel desde 2018. Para el siguiente año se espera una contracción de 4.6% (24 mmdp) frente a lo presupuestado para 2021; aunque se espera una pérdida, no queda claro cómo se va a revertir la tendencia, cuando no se espera que el rebote económico tenga la misma fuerza el próximo año. La expectativa parece optimista por lo observado hasta la fecha.

Finalmente, los ingresos no tributarios no petroleros acumulan 287 mmdp, una caída de 21.9% (80 mmdp) frente al mismo periodo de 2020. Hay que recordar que al mes de agosto del año pasado dentro de los ingresos no tributarios se contabilizaron transferencias del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 119 mmdp, del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por 21.6 mmdp y de otros fideicomisos por 33.6 mmdp.

Si bien este año continúa la estrategia de extinción de fideicomisos, los ingresos obtenidos por los mismos –incluyendo los 25.4 mmdp del Fonden– no han llegado a compensar el agotamiento del FEIP.

Ingresos frente al calendario

Ahora, frente al calendario, los 3.89 billones de ingresos totales están 4.4% (164 mmdp) por arriba. Sin embargo, al desagregar por impuesto la historia es diferente con respecto al crecimiento frente al año pasado. Frente al calendario, los ingresos petroleros van 1.2% (7.6 mmdp) por debajo y los tributarios sólo 1% (24 mmdp) por arriba de lo previsto.

El ISR va 3% (-39 mmdp) por debajo del calendario, otra muestra de que Hacienda ha sido muy optimista al estimar el desempeño de este tributo este año, un símil de lo que podría pasar en 2022. En contraparte, el IVA está 17% (112 mmdp) por encima de lo calendarizado, situación que ha provocado que la SHCP apueste casi todo el crecimiento tributario a partir de este impuesto en 2022.



Avance frente a las expectativas: petróleo sobrestimado

Los ingresos al mes de agosto van en línea frente a los estimados al cierre, proyectados en los Criterios Generales de Política Económica (CGPE). No obstante, esto se ha debido a un avance al mes de agosto superior al 80% de los ingresos no tributarios y de un 68% de avance de los ingresos tributarios. A pesar del mejor desempeño de los petroleros frente a 2020, si mantienen el ritmo visto hasta ahora, quedarán muy por debajo de lo estimado al cierre.

Al octavo mes los 3.89 billones de pesos de ingresos totales representan el 66% de los 5.8 billones de pesos esperados al cierre de 2021. De mantenerse el rimo de crecimiento promedio mensual, los ingresos totales quedarían -0.6% (36.6 mmdp) por debajo de lo estimado.

Esto se debe principalmente a que los 610 mmdp de ingresos petroleros representan sólo el 56% de los 1.07 billones estimados al cierre de 2021. Si esta tendencia continúa, los ingresos petroleros quedarán 15% (161 mmdp) por debajo de lo estimado al cierre. En otras palabras, los ingresos petroleros han sido mucho mayores frente a 2020, pero las expectativas de la Secretaría de Hacienda para el cierre del año eran todavía mayores, situación que se repite en el PPEF 2022.

El menor desempeño del ingreso del petróleo frente al estimado al cierre ha sido compensado principalmente por los ingresos tributarios y no tributarios. Al mes de agosto los 287 mmdp de ingresos no tributarios representan el 81% de los 354 mmdp estimados al cierre. Por su parte, los 2.4 billones de ingresos tributarios representan un 68% de avance frente a los 3.5 billones estimados.

Si la tendencia continúa, los no tributarios quedarán 21% (76 mmdp) por arriba de lo estimado y los tributarios se colocarán 2.5% (90 mmdp) por encima de lo esperado al cierre. No obstante, los ingresos no tributarios, al no ser recurrentes, en cualquier momento podrían dejar de crecer frente a su ritmo previsto, lo que podría implicar que los ingresos al cierre de año caigan a terrenos negativos frente a lo estimado.



Gasto público: los favoritos de siempre

Al igual que los ingresos, el gasto público al mes de agosto ha crecido de forma limitada (4.5%).

Sin embargo, al interior se observa que los consentidos de siempre: Pemex, CFE o la Secretaría de Energía, registraron grandes aumentos en su gasto, mientras que otros, como Seguridad y Protección Ciudadana o la Fiscalía General de la República, presentan retrasos importantes frente a su calendario.



Al octavo mes del año, el gasto programable del Sector Público acumula 3.12 billones de pesos, un aumento de 7.3% (213 mmdp) frente al mismo periodo de 2020. Ese aumento en algunos ejecutores es mucho más grande. Por ejemplo, la Secretaría de Energía acumula 164 mmdp, un aumento de 209% (111 mmdp). Pemex que ha gastado 375 mmdp, un aumento de 209% (61 mmdp) más que en el mismo periodo de 2020.

En la contraparte se encuentra la Secretaría de Economía, con 3.3 mmdp, 91% (34 mmdp) menos que en 2020, luego de la reducción del programa de Créditos del Bienestar. Asimismo, las Aportaciones para las Entidades llevan 503 mmdp, una caída real de 3% (17 mmdp), cuando por Ley deberían de ser siempre superiores a las del año anterior.



Gasto frente al calendario

Frente al calendario el panorama es más preocupante. Si bien el gasto total está en 4.18 billones, 0.3% (12.5 mmdp) por arriba del programa, la situación por ejecutor es sumamente variable. En monto, la Sener, con sus 164 mmdp gastados a agosto, se encuentra 253% (117 mmdp) por arriba de su calendario anual, y la CFE, con 315 mmdp, está 19%  (50 mmdp) por arriba de lo programado. Le siguen el IMSS con 570 mmdp, 8.3% (16 mmdp) por arriba del programa, y la Secretaría del Bienestar, con 135 mmdp, 8.3% (10 mmdp) por arriba del programa.

Sin embargo, las Aportaciones a la Seguridad Social, con 638 mmdp, están 3.6% (24 mmdp) por debajo de su calendario. El gasto del ISSSTE, con 248 mmdp, se ubica 8.1% (21 mmdp) retrasado, y las Aportaciones Federales, con sus 503 mmdp, van 2.4 (12 mmdp) por debajo del programa.

En porcentaje también sorprenden sobregastos o subejercicios de algunos ejecutores. Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda ha ejercido 20 mmdp, 51% (6.7 mmdp) más de lo que debía, al igual que la Secretaría de Gobernación, que con 4.9 mmdp acumula 58% (1.8 mmdp) en exceso a su programa.

Por el contrario, la Seguridad Pública y Protección Ciudadana ha gastado 24.9 mmdp, un retraso de 32% (12 mmdp); el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, con 1.2 mmdp, va 28% (521 mdp) retrasado, y la Fiscalía General de la República ha gastado 7.5 mmdp, un subejercicio de 32% (3.6 mmdp).



Gasto en salud a julio de 2021

Hasta julio se ejerció 51% del gasto funcional en salud aprobado para todo 2021. El gasto acumulado fue de 344.4 mmdp, monto 3.7% mayor (12.4 mmdp) al observado el año pasado.

Del análisis del gasto pagado de las instituciones de salud con respecto al gasto aprobado en el periodo y también a su variación anual descubrimos lo siguiente:

  • El gasto de la Secretaría de Salud tuvo una caída de 77.3% con respecto al mismo mes de 2020 y un recorte de 83.6% con respecto al gasto aprobado. El origen de la caída tan fuerte en el gasto se ubicó en los rubros de “otros gastos de operación” y de “subsidios, transferencias y aportaciones”, en los que se observó una caída anual de 88% y 82%, respectivamente. En este último rubro se registran las transferencias del Insabi a las entidades federativas a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, las cuales no se realizaron en julio. Esto no sucedía desde 2012.
  • El gasto en inversión física continúa estancado. En el periodo fue de 3.8 mmdp, 36% menor al programado hasta julio y con una caída anual de 55%. Con respecto a su meta anual, reportó un avance de apenas 24%.
  • Desde 2017 no se reportaba un gasto tan bajo en los servicios de salud para la población sin seguridad social. Al mes de julio el Insabi acumula un gasto de 43.8 mmdp, monto que se encuentra 17% por debajo del gasto programado y 21% por debajo del ejercido en 2020.
  • 37.5 mmdp se transfirieron a las entidades federativas a través del programa de Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social, monto 28% menor al transferido el año pasado. En lo que va del año dichas transferencias no se realizaron a los estados en tres meses: enero, mayo y julio. Cuando desagregamos las transferencias a los estados, observamos que en 31 entidades federativas hay una caída anual mayor a 40%. Sólo en la CDMX las transferencias se incrementaron; lo hicieron 26% con respecto al 2020.
  • El ISSSTE continúa acumulando el mayor recorte en lo que va del año: de 26% (-18.0 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado hasta julio. Este mes la Secretaría de Salud también reportó un subejercicio de 14% (11.8 mmdp).

Avances del gasto funcional hasta julio de 2021

En el séptimo mes del año el gasto en salud acumuló 344.4 mmdp; con respecto al gasto ejercido en el mismo periodo de 2020 hay un aumento de 3.7% (12.4 mmdp). Con relación al gasto aprobado para todo el año, se ha ejercido el equivalente al 51% del presupuesto.

En el gasto mes a mes, el gasto en salud de meses anteriores había sido mayor al gasto ejercido en los mismos meses de 2020; sin embargo, en julio desaceleró y se erogó un monto 19% menor al realizado en 2020. El gasto realizado en julio fue de 56.8 mmdp.



Gasto de las principales instituciones del sector salud hasta julio de 2021

A falta de información oportuna por institución del gasto funcional en salud, en esta sección le damos seguimiento al gasto realizado por las principales instituciones de salud, sin incluir el pago de pensiones y jubilaciones en el caso del IMSS y el ISSSTE.

En conjunto, las instituciones reportaron un avance de 51% con respecto al presupuesto anual aprobado. Por institución, el IMSS y el FASSA reportaron un mayor avance con relación a sus metas anuales: 55%. Debido a los continuos recortes observados en el gasto, el ISSSTE ha gastado el equivalente a 46% del presupuesto anual. Entretanto, la Secretaría de Salud reportó un avance del 50%.

La Secretaría de Salud, las transferencias a estados a través del FASSA, el gasto del IMSS y el ISSSTE acumularon hasta julio 373.1 mmdp. Este gasto fue muy similar al aprobado y exhibió un ligero sobregasto de 1.2% (4.6 mmdp); también fue 3.7% mayor (12.4 mmdp) al que se observó en el mismo periodo de 2020.

Sólo el FASSA y el IMSS gastaron más de lo calendarizado: 10% (16.8 mmdp) y 41% (17.6 mmdp) respectivamente. En contraste, el ISSSTE continúa acumulando el mayor recorte en lo que va del año: 26% (-18.0 mmdp) con respecto al presupuesto aprobado hasta julio. Este mes la Secretaría de Salud también reportó un subejercicio de 14% (11.8 mmdp).

Al comparar el gasto de las instituciones con el que realizaron el año pasado, observamos que sólo el IMSS reportó un incremento anual: 17.1% (27.8 mmdp). En contraste, el gasto del ISSSTE y la Secretaría de Salud son los que presentan mayores caídas anuales: 9.5% (-5.4 mmdp) y 8.3% (-6.4 mmdp), respectivamente. Las transferencias a los estados a través del FASSA tuvieron una reducción anual de 1.1% (-0.7 mmdp).



Clasificación económica del gasto en salud por institución

Aunque el gasto total de las instituciones de salud aumentó anualmente 3.7%, este incremento no se reflejó en todos los componentes de la clasificación económica. Los incrementos del gasto sucedieron en dos rubros: en servicios personales (5%) y en otros gastos de operación (11%). Los demás conceptos acumulan caídas anuales importantes, como es el caso de la inversión física (-55%) y el concepto de ayudas y otros gastos (-112)%.

Entre enero y julio, el 89% del gasto de la Secretaría de Salud se ejerció a través de “Subsidios, transferencias y aportaciones”, pero en lo que va del año acumulan una caída anual de 7% y con respecto al presupuesto programado el recorte también es de la misma magnitud: 7%. Esta Secretaría destinó el 6% del gasto al pago de nómina, rubro que acumuló una caída anual de 7%. En inversión física se destinó sólo 4% del presupuesto y tuvo una reducción anual de 6%. A pesar de que el 1% restante se ejerció en ayudas y otros gastos, este concepto tuvo un recorte anual de 67%.

De acuerdo con el avance del gasto, hasta julio el IMSS ejerció 69% de su presupuesto en el pago de nómina. Los 130.8 mmdp destinados a este rubro tuvieron un incremento anual de 7%. En otros gastos de operación, el instituto destinó 35% de su presupuesto y reportó un incremento anual de 43%. Sólo 0.5% del presupuesto del IMSS se ejerció en inversión física, la cual tuvo una caída anual de 75%.

Por su parte, el ISSSTE ejerció 25.7 mmdp en el pago de nómina, 50% de su presupuesto. Este año, el pago de nómina se redujo -0.3% anual. En otros gastos de operación el instituto ejerció 18.2 mmdp, equivale a 36% de su presupuesto. El gasto en operación tuvo una caída anual de 37% y la inversión física se desplomó en 87%.



El FASSA a detalle

Hasta julio se transfirieron 60.5 mmdp a las entidades federativas a través del FASSA, lo que equivale a 55% del presupuesto aprobado en el año. Este monto es 1.0% menor al transferido el año pasado y 2% por arriba del monto calendarizado en el PEF 2021.

A nivel nacional, el gasto per cápita del FASSA asciende a 476.3 pesos. El análisis por estado revela que Colima (1,161.1 pesos), Campeche (1,046.5) y Zacatecas (882.1) son los estados que más recursos reciben por habitante y en el otro extremo se encuentran Guanajuato (332.7 pesos), Nuevo León (308.1) y CDMX (302.8).

Con respecto al año pasado, el gasto per cápita fue mayor en 15 estados. El mayor incremento se observó en Sonora (5.3%), Nayarit (5.0%) y Campeche (4.0%). El resto de los estados tuvieron caídas en los recursos recibidos por habitante, y en los siguientes éstas fueron mayores a 5%: Jalisco (-5.8%), Yucatán (-6.0 %), Quintana Roo (-6.6%), Aguascalientes (-9.3%), Nuevo Léon (-9.9%) y Querétaro (-14.7%).



Gasto de las instituciones de salud en julio

En julio, el gasto aprobado para el IMSS, el ISSSTE, el FASSA y la Secretaría de Salud fue de 76.5 mmdp, de los cuales se ejercieron 59.2 mmdp. Es decir, hubo un recorte de 22.7% (13.9 mmdp) en el gasto. Este monto no dista mucho de los niveles de gasto observados en los últimos años, a pesar de que en 2017 y 2020 el gasto ejercido sobrepasó los 70 mmdp en el mes.

De todas las instituciones de salud, este mes sólo el gasto del IMSS y del FASSA fue similar o incluso mayor al observado en el periodo de 2007 a 2021. Por su parte, la Secretaría de Salud tuvo su peor nivel desde 2007. Y el gasto ejercicio por el ISSSTE fue mucho menor al observado en los últimos cinco años.

El gasto de la Secretaría de Salud tuvo una caída de 77.3% con respecto al mismo mes de 2020 y un recorte de 83.6% con respecto al gasto aprobado, subejercicio similar en porcentaje al que se observó en el mes de enero. El origen del desplome en el gasto se identificó en los rubros de “otros gastos de operación” y de “subsidios, transferencias y aportaciones”, en los que se observó una caída anual de 88% y 82%, respectivamente. En este último rubro se registran las transferencias del Insabi a las entidades federativas a través del programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral. En julio no se realizaron transferencias a través de este programa, lo cual no sucedía desde 2012.

El gasto del ISSSTE fue de 6.5 mmdp y tuvo una caída anual de 23%: desde 2015 no se observaba una caída anual de esta magnitud. Además, es el segundo mes consecutivo en el cual exhibe un recorte mayor al 10%; este mes el subejercicio reportado fue de 25.4%.

EI IMSS ejerció 40.1 mmdp, monto 29% mayor que el observado el año pasado y 16.3% mayor que los recursos previstos en el calendario. Con respecto al FASSA, las transferencias a los estados fueron de 8.4 mmdp en el mes: se encontraron en línea con lo aprobado y fueron 1% mayores que las realizadas el año pasado.



Inversión acumulada entre enero y julio

La inversión física ejercida en el periodo fue de 3.8 mmdp, 36% menor a la programada hasta julio y con una caída anual de 55%. Con respecto a su meta anual, reportó un avance de 24%.

Este año, el gasto de la Secretaría de Salud apuntala la inversión física. Hasta julio, ejerció 48% del presupuesto aprobado en el año y reportó un sobregasto de 60%, al ejercer 2.6 mmdp en lugar de los 1.6 mmdp aprobados. A pesar de este sobregasto la inversión física fue 6% menor que la ejercida en 2020.

El IMSS y el ISSSTE acumularon rezagos en el gasto en este rubro. El IMSS tuvo un avance de 11% con respecto a su meta anual. En el periodo ha gastado sólo 0.9 mmdp de los 3.25 mmdp aprobados, acumulando un recorte de 71% y una caída anual similar en magnitud, de 76%. Por su parte, el ISSSTE ha ejercido sólo 14% del presupuesto anual; esto equivale a 0.3 mmdp. La inversión física de este instituto se encuentra 74% por debajo el gasto programado en el periodo y es 87% menor a la observada en el 2020.

Ante estos recortes tan dramáticos, no sorprende que el 55% de la inversión física realizada en el periodo sea de la Secretaría de Salud, 34% del IMSS y 11% del ISSSTE.  



Inversión física en julio

En el mes de julio se tenía previsto un gasto en inversión física de 2.3 mdp. De éstos se ejercieron 0.79 mdp, 65% menos gasto que el programado en el mes. El presupuesto original considera recursos para el IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud. La Secretaría de Salud gastó 50% menos de lo aprobado, el IMSS 82% y el ISSSTE 44%.

A pesar de estos recortes en la inversión física del mes de julio, el gasto del mes no dista mucho de la tendencia histórica. Más bien, en este mes el gasto previsto sobrepasaba el gasto observado en los últimos años.



Insabi

Al mes de julio el Insabi acumula un gasto de 43.8 mmdp, monto que se encuentra 17% por debajo del gasto programado y 21% por debajo del ejercido en 2020. Cabe mencionar que desde 2017 no se reportaba un gasto tan bajo en los servicios de salud para la población sin seguridad social.

Los rubros de subsidios, transferencias y aportaciones y ayudas y otros gastos representan 91% del presupuesto de este instituto. El primer rubro exhibió un recorte de 45% con respecto al presupuesto aprobado en el periodo. En contraste, el monto destinado al segundo rubro tuvo un sobregasto de 441%.

De los 43.8 mmdp gastados por esta Secretaría, 37.5 mmdp se transfirieron a las entidades federativas a través del programa de Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social, monto 28% menor al transferido el año pasado. Además, en lo que va del año dichas transferencias no se realizaron a los estados en tres meses: enero, mayo y julio. Cuando desagregamos las transferencias a los estados, observamos que en 31 entidades federativas hay una caída anual mayor a 40%. Sólo en CDMX las transferencias se incrementaron 26% con respecto a 2020.


Sablazo al gasto, luego de elecciones: julio 2021


El Gobierno frenó el ritmo de gasto al iniciar el segundo semestre del presente año, justo después de las elecciones. El gasto programable del Sector Público cayó 11% durante el mes de julio. Una de las entidades más afectadas fue la Secretaría de Salud, encargada de atender a las personas más vulnerables del país. Con la evidencia disponible, todo indica que los programas o proyectos prioritarios para el presidente no sufrieron. La cuestión es que antes y después que nada el presupuesto debe responder al cumplimiento de los derechos de los ciudadanos; la salud es un derecho humano.



En los primeros seis meses del año el gasto programable acumuló un crecimiento de 7.7% frente al mismo periodo de 2020, pero el Gobierno activó el freno mano en julio, por lo que el crecimiento acumulado se redujo: quedó en 4.6%.

El sector donde se concentró el recorte de gasto en julio fue en las secretarías del Gobierno Federal, donde la ejecución de recursos se desplomó en 43.5% frente julio del año pasado, a 82 mil millones de pesos (63 mil 232 millones menos), con lo que retrocedió a niveles de 2005. Hasta el mes de junio el gasto programable de las de las secretarías federales acumuló un crecimiento de 14.5% frente al mismo periodo de 2020. Con la caída de julio de este año, el crecimiento acumulado cayó a 3.5%.



Por el tamaño del monto de afectación, las secretarías más afectadas fueron: Bienestar, Salud y Educación. Sin embargo, la Secretaría de Salud es la que va más rezagada en su presupuesto acumulado de enero a julio. Sufrió un recorte de 77.3% en julio, al gastar 4.06 mil millones de pesos (13 mil 807 millones de pesos menos que en julio de 2020), su peor nivel desde 2007 para este mes. Además, se quedó corto frente al calendario en 83.6%.



Con el recorte en julio, la Secretaría del Bienestar ‘equilibró’ sus cuentas y se colocó en un subejercicio acumulado de 0.6% frente al calendario al séptimo mes. Hay que recordar que al mes de junio iba adelantada en 26% o 24 mil millones frente a su programa. En el caso de Educación, aún va 1.1% por arriba de lo programado en su gasto a julio, debido a que acumulaba un sobrejercicio al primer semestre de 2.4%.



Ahora, todo indica que los programas prioritarios del Gobierno no fueron castigados. Aunque en los informes mensuales de las finanzas públicas no se publica información desagregada a nivel programa, el gasto de las secretarías a cargo de programas o proyectos emblemáticos no se vio afectado. El gasto para la Secretaría de Energía, desde donde se destinan recursos para la refinería de Dos Bocas o se hacen transferencias a Pemex, creció en 2,148% a 7.9 mil millones de pesos o 4,620% más al programado para ese mes. Esto es casi el doble que los 4.6 mil millones gastados en la Secretaría de Salud en julio.

Por su parte, la Secretaría de Turismo, de donde se financia el Tren Maya, aumentó su gasto en julio 13 veces más que en 2020 y quedó por encima de lo presupuestado en 113%. Otras dependencias también sufrieron grandes recortes en su gasto del mes de julio: Economía en 91.7%; Desarrollo Agrario Territorial y Urbano en 68%, y Comunicaciones y Transportes en 27.8%.

Con estos movimientos, el gasto total del Sector Público en julio se contrajo en 9% frente al mismo mes de 2020, al acumular 496 mil millones de pesos, un retraso de 11% respecto del calendario.

Aun así, el gasto total acumulado alcanzó un monto de 3.6 billones de pesos en los primeros siete meses del año (enero-julio). Creció 2.1% frente al mismo periodo de 2020, dado el gasto acelerado en los primeros meses del año. No obstante, registró un déficit de 1.1% respecto a lo programado, el cual comenzó en enero de este año con retraso de 19%, que a la fecha no se ha podido recuperar completamente.

El gasto va rezagado, y si continúa la tendencia observada en el mes de julio hacia el cierre del año, y los ‘perdedores’ siguen siendo los mismos (Secretaría de Salud, Educación Pública y Bienestar, entre ellos), se alcanza a ver un fin de año con focos críticos.

Números de Erario: gasto en salud en el segundo trimestre de 2021

En el primer semestre del año se ejercieron 287.6 mil millones de pesos (mmdp) en salud, un monto que representa el 43% del gasto aprobado en el año, y que es 10.1% mayor (26.4 mmdp) que el ejercido en el mismo periodo del año previo. Y aunque observamos un subejercicio de 0.9% –el equivalente a 2.7 mmdp– para el periodo completo, el gasto mes a mes fue mayor que el observado de enero a junio de 2020 y 2019.

Si nos enfocamos en el gasto por institución, descubrimos que cuatro de ellas reportaron incrementos con relación al mismo periodo de 2020: el IMSS (25.5% por arriba), la Secretaría de Marina (14.1%), la Secretaría de Salud (11.4%) y Sedena (6.3%). Y como hemos reportado en entregas previas, el gasto del ISSSTE continúa acumulando una caída anual y un recorte considerable: de 33.6% y 51.8%, respectivamente.

Del ejercicio del gasto en lo que va del año, nos llama la atención lo siguiente:

  • Varios programas de la Secretaría de Salud que en el primer trimestre tuvieron recortes de gran magnitud, este trimestre reportaron los mayores incrementos anuales. Son programas de prevención, y que atienden enfermedades específicas: Prevención y Atención de VIH/SIDA y otras ETS (82% por arriba), Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes (84%) y el Programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva (52%).
  • El gasto en inversión física en salud acumuló 3.2 mmdp, representó apenas el 1% del gasto total en el sector y tuvo una caída anual de 51% (-3.3 mmdp). Este gasto marca un mínimo histórico en inversión física en salud, no observado desde el segundo trimestre de 2016.
  • Sin embargo, la Secretaría de Salud, específicamente, acumula 2.1 mmdp en inversión física, el cual es 208% mayor que el observado el año pasado, cuando la pandemia por covid-19 apenas empezaba en el país. El 64% (1.3 mmdp) de la inversión se destinó a Aportaciones a Fideicomisos públicos. Que se destine gran parte de los recursos a esta partida hace evidente la necesidad de implementar medidas adicionales de transparencia y rendición de cuentas, ya que ante la falta de reportes trimestrales con información desagregada es difícil saber en qué y dónde se invierten los recursos públicos en un rubro esencial como la salud. Cabe destacar que, si se descuentan las Aportaciones a Fideicomisos públicos, el gasto en inversión física de esta institución sería de 756.8 mdp, y tendría una caída anual de 63%.
  • El gasto en medicamentos acumuló 38.0 mmdp en el primer semestre del año, y tuvo un incremento anual de 33% (9.5 mmdp). Sin embargo, no todas las instituciones gastaron con el mismo ritmo, ya que la Secretaría de Salud y el ISSSTE registraron caídas anuales de 11% y 77%, respectivamente.
  • A pesar de que el gasto del Insabi fue de 41.9 mmdp, 8% mayor (3.1 mmdp) que el del año pasado, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social se encuentra en un mínimo histórico, para el periodo que abarca el 2016 – 2021.

Gasto funcional en salud

Hasta junio el gasto funcional en salud acumuló 287.6 mmdp. Con respecto al gasto ejercido en el mismo periodo de 2020, hay un aumento de 10.1% (26.4 mmdp). Sin embargo, al comparar el gasto con el presupuesto aprobado en el periodo, observamos un subejercicio de 0.9%, el equivalente a 2.7 mmdp. Se ha gastado el 43% de lo aprobado para todo el año.

En el gasto mes a mes, en junio el gasto fue de 46.8 mmdp, y aumentó 16% (6.6 mmdp) anual. El gasto en ese mes fue mayor al observado en el mismo mes de 2020, y muy similar al erogado en 2019.



Presupuesto por institución

Cuatro instituciones de salud reportaron al primer semestre de 2021 incrementos en el gasto con relación al presupuesto aprobado y al mismo periodo de 2020:

  • El IMSS gastó 143.6 mmdp, monto 25.5% mayor (29.2 mmdp) que el ejercido el año pasado en el mismo periodo. Con respecto al presupuesto aprobado, se observó un sobregasto de 9.9% (12.9 mmdp).
  • Le siguió la Secretaría de Marina, con un gasto de 1.6 mmdp, 14.1% por arriba (0.2 mmdp) del ejercido el año pasado y 32% mayor (0.4 mmdp) que el gasto presupuestado al semestre.
  • Con un gasto de 64.3 mmdp, la Secretaría de Salud también reportó un incremento anual y un sobregasto, de 11.4% (6.6 mmdp) y 14.3% (8.1 mmdp), respectivamente.
  • Por último, la Secretaría de Defensa ejerció 3.4 mmdp, 6.3% por arriba (0.2 mmdp) de lo observado el año pasado y 5.7% más (0.2 mmdp) que el gasto aprobado en lo que va del año.

En contraste, se observaron reducciones en el gasto con respecto al presupuesto ejercido el año pasado y al aprobado en las siguientes instituciones:

  • Las Aportaciones a la Seguridad Social fueron de 10.1 mmdp en el primer semestre; a pesar de que se incrementaron 0.4% con respecto al año pasado, se quedaron cortas en 0.8% (-0.1 mmdp) con relación al presupuesto aprobado.
  • Las transferencias a través del FASSA a entidades y municipios acumularon 52.1 mmdp. Con respecto al mismo periodo del año previo mostraron una reducción anual de 1.3% (-0.7 mmdp); no obstante, estuvieron 2.2% por arriba (1.1 mmdp) de lo calendarizado.
  • Como hemos reportado en entregas previas, el gasto del ISSSTE continúa acumulando un subejercicio considerable. Al semestre sumó un gasto de 18.2 mmdp, el cual es 33.6% menor (-9.2 mmdp) al que se erogó el año pasado, y con relación al gasto que se tenía previsto ejercer se quedó corto en 51.8% (-19.7 mmdp). Es decir, ha ejercido la mitad de lo que se tenía previsto a junio.

El análisis del gasto por programa presupuesto e institución nos dice lo siguiente:

  • Varios programas de la Secretaría de Salud que en el primer trimestre tuvieron recortes de gran magnitud este trimestre reportaron los mayores sobrejercicios e incrementos anuales:
    • Prevención y Atención de VIH/SIDA y otras ETS gastó 118.1% más de lo aprobado, e incrementó su gasto con respecto al año pasado en 82.1%.
    • Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes ejerció 75.5% más recursos de los previsto, y con respecto al año pasado tuvo un incremento de 84.6%.
    • Salud Materna, Sexual y Reproductiva gastó 51.5% más de lo presupuestado, y 52.2% por arriba del mismo periodo del año pasado.
  • El programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral, que opera el Insabi, ejerció 37.5 mmdp, 29.3% más que el gasto aprobado, pero 3.2% menos que el gasto del año pasado.
  • Entre los programas que exhibieron recortes se encuentra el programa de Vacunación de la SSA (-87.4%), el programa de Adquisiciones del IMSS (-75.7%) y el de Suministro de Claves de Medicamentos, de la misma institución (-89.7%).
  • Del ISSSTE todos los programas, excepto el de Mantenimiento de Infraestructura, exhibieron recortes y reducciones anuales.


Presupuesto en medicamentos

El gasto en medicamentos acumuló 38.0 mmdp en el primer semestre del año, y representó 13% del gasto funcional en salud. En el primer trimestre reportamos que este gasto tuvo un recorte de 44%, y que fue 20% menor que el del año pasado; sin embargo, en el segundo trimestre del año el gasto de este rubro creció, y se tiene acumulado un sobregasto de 4% (1.4 mmdp) en el primer semestre, y un incremento anual de 33% (9.5 mmdp).

A pesar de que el monto total del gasto en medicamentos sugiere un mayor gasto en este rubro, no todas las instituciones han gastado al mismo ritmo: dos de ellas exhiben recortes considerables: la Secretaría de Salud y, de nuevo, el ISSSTE.

En el primer semestre la Secretaría de Salud ejerció 1.8 mmdp en medicamentos, monto que fue 21% menor al aprobado y 11% menor que el del año pasado. El 91% de este gasto se realizó a través de dos programas: el programa de Atención a la Salud (65%) y el programa de Producción de Reactivos, Vacunas y Otros Dispositivos Médicos Estratégicos –operado por Birmex, empresa del Estado– (26%). A pesar de que el primero acapara la mayor parte del gasto, exhibió un recorte de 36% y una caída anual de 13%, mientras que el segundo no figuraba en el presupuesto aprobado. Vale la pena mencionar que de los 10 programas presupuestarios que sí tenían presupuesto asignado para medicinas en el trimestre, siete de ellos exhibieron recortes o no lo ejercieron: Programa de Vacunación (-100%), Asistencia Social y Protección del Paciente (-99.2%) y Salud Materna, Sexual y Reproductiva (-66.2%), por mencionar algunos.

Por su parte, el ISSSTE ejerció 1.3 mmdp de los 12.1 mmdp aprobados. Es decir, en el gasto en medicamentos reportó un subejercicio de 89% (-10.7 mmdp), acumulando una caída anual de 77% (-4.6 mmdp).

En contraste, con un gasto acumulado de 34.2 mmdp, el IMSS exhibió un sobregasto de 58% (12.5 mmdp) y un incremento anual de 73% (14.4 mmdp) en este rubro. La Secretaría de Defensa Nacional, con un gasto de 363.2 mdp, acumuló un sobreejercicio de 23% (68.8 mdp), y con respecto al año pasado su gasto se incrementó 28% (79.8 mdp). Entretanto, la Secretaría de Marina, con un gasto acumulado de 173 mdp, erogó 180% más de lo previsto.



Inversión física en salud

El gasto en inversión física en salud acumuló 3.2 mmdp, y representó el 1% del gasto total en salud. En el semestre este rubro se quedó 16% corto (608.2 mdp) con respecto a su meta y tuvo una caída anual de 51% (-3.3 mmdp). Del gasto en inversión ejercido en lo que va del año, resalta lo siguiente: 1) el gasto aprobado para el periodo es considerablemente menor al que se observó en trimestres de otros años, y 2) el gasto ejercido, además de ser menor que el aprobado, marca un mínimo histórico en inversión física en salud, no observado desde el segundo trimestre de 2016.

La reducción en el gasto en inversión física no se aprecia en todas las instituciones, ya que la Secretaría de Salud y el FASSA reportaron aumentos anuales y con respecto al presupuesto aprobado. Sin embargo, el incremento de este gasto debe de tomarse con cautela, en el caso de la Secretaría de Salud.

La Secretaría de Salud reportó un gasto acumulado de 2.1 mmdp, 208% mayor que el observado el año pasado, cuando la pandemia por covid-19 apenas empezaba en el país, y 5% mayor que el gasto presupuestado. Del gasto erogado en el trimestre, llama la atención que el 64% (1.3 mmdp) se destinara a Aportaciones a Fideicomisos Públicos –principalmente a través del Insabi–, y que el monto de este rubro tuviera un incremento anual de 2.9% (39 mdp). En menor medida, 29% del gasto en inversión física de la institución se destino a la partida de Proyectos para la Prestación de Servicios, el cual es 9% menor al gasto destinado el año pasado. La inversión física en Equipo Médico y de Laboratorio, a pesar de que tuvo un incremento anual de 179.5%, representó sólo 2% del gasto total.

Si se descuentan las Aportaciones a Fideicomisos Públicos del gasto de inversión de la Secretaría de Salud, dicho gasto sería de 756.8 mdp, y habría exhibido un sobregasto de 10%, pero tendría una caída anual de 63%.

Por su parte, el gasto en inversión física del IMSS acumuló 739 mdp, y exhibió un subejercicio de 64% y una caída anual de 75%. El 38% de la inversión física se realizó en equipo médico y de laboratorio; el gasto de este rubro tuvo un recorte de 60.8% y una reducción anual de 87.8%. En Obras de Construcción para Edificios No Habitacionales se ejerció 36% de la inversión física, 14% en Mantenimiento y Rehabilitación de Edificaciones No Habitacionales y 11% en Mobiliario.

La inversión física del ISSSTE fue de 63 mdp, y acumuló un recorte de 92% y una caída anual de 95%. El 68% de la inversión física se realizó en Mantenimiento y Rehabilitación de Edificios, 34% en Servicios de Supervisión de Obras y 35% en Obras de Construcción para Edificios No Habitacionales.



Insabi

Al mes de junio el Insabi acumuló un gasto de 41.9 mmdp, el cual fue 8% superior (3.1 mmdp) al del año pasado y 26% mayor (8.7 mmdp) que el gasto aprobado en el trimestre. A pesar de estos incrementos y de la ligera recuperación que tuvo el gasto de este instituto, el gasto destinado a la atención a la salud para la población sin seguridad social se encuentra en un mínimo histórico, en el periodo que abarca el 2016-2021.

Las partidas específicas de Subsidios a la Prestación de Servicios Públicos y de Aportaciones a Fideicomisos Públicos acumulan el 94% del gasto de este instituto. Llama la atención el incremento en la participación del gasto de la segunda partida, la cual pasó de representar 17% en el segundo trimestre de 2020 a 37% en este año, el equivalente a 15.3 mmdp.

Al segundo trimestre de 2021, el 89% del presupuesto de esta institución lo aporta el programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social (37.5 mmdp); el resto del presupuesto se nutre de recursos de los programas de Atención a la Salud (3.7 mmdp) y Fortalecimiento a la Atención Médica (572 mdp).


Fideicomisos públicos y la huella del daño: junio 2021



El Gobierno federal, integrado por la administración de López Obrador y un Congreso dominado por Morena, pusieron en marcha una política fiscal durante los primeros dos años y medio de sexenio que ha debilitado a varias políticas públicas indispensables para el desarrollo de México, entre ellas a las propias finanzas públicas, lo que aumenta el riesgo de inestabilidad macroeconómica en el país. El riesgo país de México, medido a través del Índice de Bonos de Mercados Emergentes Global (EMBIG) de J.P. Morgan[1], se ubicó el 2 de julio de 2021 en 347 puntos base (pb), equivalente a 3.47 puntos porcentuales; en términos acumulados, ha disminuido 14 pb en lo que va de 2021. Al cierre de 2018, el EMBIG para México fue de 241 pb. Es decir, en la presente administración el riesgo país se ha incrementado 44% (106 pb).

A mitad de este preocupante panorama se verifica un fenómeno que es al mismo tiempo síntoma y causa, y que no se trata en la conversación pública con el cuidado y la precisión que debería. Y es que en lo que va de la presente administración, ya se utilizó prácticamente la mitad (48%) del patrimonio del Gobierno federal que se encontraba administrado en diversos fideicomisos. Debió perseguir una reforma fiscal que buscará aumentar la rentabilidad económica y social del gasto público y fortalecer los ingresos recurrentes que permiten financiarlo de manera sostenible; en su lugar, el Gobierno ha estado liquidando patrimonio (activos) para compensar la debilidad de los ingresos federales ante los aumentos en el gasto de programas sociales, transferencias a Pemex y proyectos de infraestructura que exceden su presupuesto (y que además son cuestionables por su falta de rentabilidad).

En el camino quedaron sin certeza de financiamiento varios fideicomisos y, con ellos, numerosos proyectos, programas públicos y objetivos de política pública, como la inversión en ciencia e innovación a través del Conacyt, la reparación del daño ocasionado a víctimas del Estado y la estabilización presupuestaria que se opera y financia a través del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) desde el principio del milenio. Ésta tiene como objetivo suavizar los recortes en el gasto durante un año fiscal, cuando los ingresos programados son menores a los observados. Pero veamos cómo luce esto en números, comenzando con el FEIP.

‘Consumo’ a conciencia del patrimonio

Al inicio del presente sexenio el FEIP contaba con casi 300 mil millones de pesos (mmdp), pero al 30 de junio de 2021 sólo tiene 15.5 mmdp. Claramente esta administración hizo un uso exhaustivo del FEIP, pues lo usó de manera intensiva durante más de un año fiscal. Ahora está prácticamente extinto, por lo que hoy la estabilización presupuestaria es una política pública en agonía. El Gobierno federal ya no cuenta con los recursos de este fondo para atender la persistente debilidad de los ingresos, y cada vez quedan menos recursos “que se puedan utilizar” de los fideicomisos para financiar el presupuesto. El país está más expuesto que antes a una crisis de las finanzas federales que pueda afectar el equilibrio macroeconómico.

Al 30 de junio de 2021, SHCP reportó que cuenta con 301 fideicomisos, mandatos y actos jurídicos análogos sin estructura orgánica, los cuales suman un saldo de 508.4 mmdp. Esto significa que se han consumido 471.1 mmdp del patrimonio de fideicomisos desde inicio de la administración (2.5 años): 183.0 mmdp durante 2019, 176.0 mmdp durante 2020 y 112.2 mmdp durante el primer semestre de 2021.



De los 301 actos jurídicos –279 fideicomisos, 17 mandatos y cinco análogos–, registrados al segundo trimestre de 2021, 159 son federales y no están sujetos al decreto de extinción, mientras que 106 sí lo están –70 federales sujetos y 36 fondos mixtos Conacyt para estados–. También hay 36 estatales y privados, no sujetos al mencionado decreto.



Por otra parte, al analizar su tenencia por ramo administrativo, se aprecia que la SHCP, la Sedena y la Secretaría de Salud concentraron los fideicomisos que disponían del 90.5% del saldo total que aún quedaba en estas figuras al cierre de junio pasado. Tan sólo 10 fideicomisos concentraban el 75% de la disponibilidad total a esa fecha.

Visto por número de fideicomisos en operación, la mayor concentración estaba todavía en Conacyt (97 en total), a pesar de que varios fueron incluidos en el  decreto de extinción. Le siguen la SHCP (74) y la SEP (19), que en conjunto concentraron el 63% del número total.




¿Qué ha sucedido con la extinción de fideicomisos públicos?

El decreto de extinción impactó con fuerza en la opinión pública, sobre todo porque con esta iniciativa se retiró el financiamiento a ciertas causas urgentes o en beneficio directo de la sociedad, sin certeza de cuándo se restablecería o de si lo haría algún día. Destaca la cobertura de siniestros naturales, entre otros ya mencionados.

El 8 de octubre de 2020, la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y particular el dictamen para la extinción de 109 fideicomisos, con un saldo equivalente a 68.5 mmdp, aprobado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado el 19 de octubre de 2020.

Al momento del decreto de extinción, el saldo de los 109 fideicomisos era de 68.5 mmdp. Al 30 de junio de 2021, el saldo se redujo a 0.9 mmdp; es decir, a la fecha ya se transfirió a la Tesorería de la Federación casi la totalidad (67.6 mmdp) de los recursos autorizados en el Decreto[2]. Al 31 de diciembre de 2020 se registró una disponibilidad de 65.8 mmdp, lo que significa que en 2021 se han extinguido 64.9 mmdp, la mayor parte del total. Tomaremos este último dato para hacer el análisis, ya que no hay información sobre las extinciones que sucedieron en noviembre y diciembre de 2020. Es importante aclarar que aún hay un pequeño remanente pendiente por transferir de los recursos de los fideicomisos de Conacyt, SHCP, Cultura y Gobernación.



El proceso[3], en todo caso, ha sido más complejo que lo descrito por las autoridades, y posiblemente no libre de irregularidades. Aquí te explicamos las razones…

Primero, la mayor parte de los recursos (471.1 mmdp) que el Gobierno ha obtenido de esta ‘fuente’ provinieron de fideicomisos que no están extintos. De hecho, la mayor salida de recursos se observó en el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios FEIP, que no está incluido en el decreto de extinción:  representó el 63% (296.3 mmdp) del monto consumido. Éste nos parece excesivo, pues de acuerdo con las reglas del fondo y los parámetros establecidos en la Ley de Responsabilidad Hacendaria, se debieron extraer menos recursos y dejar una mayor reserva[4].

A través del decreto de extinción se obtuvo tan sólo 14% (64.9 mmdp); del Fondo de Salud para el Bienestar, 7% (33.0 mmdp); del Fideicomiso del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 5% (21.6 mmdp); del Fonden 5% (25.4 mmdp), de los fondos Conacyt 3% (15.9 mmdp), y de otros fideicomisos cuyos recursos se traspasaron a otros programas o secretarías, 3% (14.0 mmdp). En ese último rubro se incluyó, por ejemplo, al Fondo de Apoyo Social para ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, que asumió la Secretaría de Gobernación; al Fondo Metropolitano y Fondo Regional, que pasó al Programa de Mejoramiento Urbano a cargo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, y al Fondo de Financiera Rural, que ahora forma parte del patrimonio de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA).



Segundo, el Gobierno obtuvo los recursos del decreto de extinción antes de concretar el proceso. De los 109 fideicomisos del decreto sólo se habían extinguido completamente tres, al 30 de junio de 2021. Pero ya se habían obtenido 67 mmdp de ellos. De los 106 actos jurídicos sujetos a la extinción derivada del decreto, se reporta una disponibilidad (remanente) de 905.6 millones de pesos. La extinción de los actos antes mencionados deberá concluir durante del ejercicio fiscal 2021, pero de los 301 actos jurídicos registrados al segundo trimestre de 2021, 233 se encuentran en operación y sólo 68 están en proceso de extinción o terminación. De éstos últimos, 30 están en la lista del decreto de extinción: uno corresponde a Comunicaciones y Transportes y 29 a Conacyt. Sin duda, deben acelerar el paso para cumplir con los términos del decreto de extinción.

Tercero, el Gobierno extinguió (dio de baja) otros fideicomisos que no estaban en el decreto de extinción. Al cuarto trimestre de 2020 se tenían 329 actos jurídicos registrados, y a junio de 2021 se reportan 301 actos jurídicos, lo que significa que de enero a junio de 2021 se dieron de baja 28 actos jurídicos, de los cuales sólo tres corresponden al universo de los 109 vinculados al decreto: 1) Mandato para la Administración de los Recursos del Programa de Cooperación Energética para Países de Centroamérica y el Caribe; 2) Fondo Institucional del Conacyt (FOINS), y 3) Fondo de la Financiera Rural. Los 25 restantes se extinguieron pero no estaban en el decreto.

Cuarto, el Gobierno extinguió fideicomisos antes del decreto. A marzo de 2020, los actos de extinción sumaban 30, con un monto de 1.9 mmdp.



Uno de los fideicomisos extinguidos más sensibles es sin duda el Fondo de Desastres Naturales (Fonden). De acuerdo con los artículos transitorios de la reforma a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) del 6 de noviembre, los remanentes de recursos del Fonden se deben concentrar en la Tesorería de la Federación a más tardar el 30 de junio de 2021. Se definió que se seguirían empleando para la atención de desastres naturales, y que serían manejados directamente por la SHCP para tal objetivo, así como para cubrir las obligaciones pendientes y que no se pagarán con cargo al patrimonio del fideicomiso.

El pasado 27 de julio de 2021 la SHCP publicó en el DOF el “Acuerdo por el que se abroga el diverso por el que se emiten las Reglas Generales del Fondo de Desastres Naturales, publicado el 3 de diciembre de 2010”, con lo que oficializó la desaparición del Fonden. El acuerdo para su extinción estuvo a cargo de la SHCP y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC). Además, se reformó el artículo 37 de la LFPRH, el cual explica que el presupuesto para desastres naturales quedará bajo la disposición de la SHCP[5].

Ya quedó prácticamente vacío el Fonden: tenía 55.1 millones de pesos al 30 de junio de 2021, después de que al cierre de 2020 registrara 28.7 mmdp. La Unidad de Política y Control Presupuestario de la SHCP será la que emita y modifique las disposiciones que establezcan los mecanismos presupuestarios que permitan ejercer recursos para programas y proyectos que atiendan daños ocasionados por fenómenos naturales. Los convenios suscritos por la SHCP y la SSPC con las entidades federativas en relación con el Fonden continuarán vigentes hasta que se suscriban los instrumentos jurídicos que los sustituyan.

Es lamentable que el uso de los recursos de los fideicomisos se haya  consentido sin haber evaluado el impacto que tendría esta extinción en el desarrollo nacional. Queda pendiente calcular el costo de oportunidad de “matar” el financiamiento para ciertas políticas o bien, en el mejor de los casos, de mermar la certeza de estas políticas en torno a su financiamiento.

Se sabe de sobra que la SHCP tiene amplias facultades para reasignar las asignaciones autorizadas por los diputados, las que se establecen cada año en el decreto del PEF. Lo hemos visto en la práctica. ¿La SHCP cuidará el presupuesto asignado a la protección ante desastres naturales o lo reasignará  a las prioridades del presidente para complacerlo? 


Anexo. Fideicomisos con mayor disponibilidad de recursos



[1] Es la diferencia (spread o swap) entre la tasa de interés que paga los bonos emitidos por los países emergentes y la de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos que se consideran «libres» de riesgo. Se expresa en puntos base (100 pb=1 punto porcentual). Los bonos más riesgosos pagan un interés más alto, por lo tanto el spread de estos bonos respecto a los bonos del Tesoro de Estados Unidos es mayor.

[2] “Decreto por el que se ordena la extinción o terminación de los fideicomisos públicos, mandatos públicos y análogos” fue publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 2 de abril de 2020.

[3] En el artículo Quinto Transitorio del “Decreto de Fideicomisos”#, publicado el 6 de noviembre de 2020 en el DOF, se estableció la obligación para los ejecutores de gasto, por conducto de sus unidades responsables, de coordinarse con las instituciones fiduciarias para llevar a cabo los actos y procesos necesarios para extinguir 109 actos jurídicos vinculados con las disposiciones que se reformaron o derogaron por virtud de dicho instrumento, con la finalidad de que durante el primer semestre del ejercicio 2021 se suscribieran los convenios de extinción o terminación respectivamente.

[4] Mariana Campos (2021), “Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (279.7 mmdp)”, Nexos, 1 de julio de 2021, https://www.nexos.com.mx/?p=57798

[5] Como parte de la reforma del 6 de noviembre de 2020 y la emisión del Decreto para ese fin se establecieron artículos transitorios, primero al vigésimo, en la la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), destacan los siguientes puntos: 1) Las dependencias y entidades, serían las encargadas de coordinar las acciones para concentrar, en la TESOFE la totalidad de los recursos públicos federales que formen parte de los fideicomisos, mandatos y análogos públicos previstos en las disposiciones que se abrogan, reforman o derogan en el Decreto, 2) que los recursos de Fondos Conacyt se concentran a más tardar el 30 de junio de 2021 en la TESOFE, 3) La Ley General de Cultura Física y Deporte establecerá los criterios y bases para el otorgamiento pensión vitalicia a deportistas olímpicos y paraolímpicos, 4) La Segob asumirá Fondo de Apoyo Social para ex Trabajadores Migratorios Mexicanos, 5) los recursos del Fondo Metropolitano y Fondo Regional pasan al Programa de Mejoramiento Urbano a cargo de la Secretaría de Desarrollo Territorial, 6) La extinción total del Fideicomiso para promover el acceso al financiamiento de MIPYMES y Emprendedores, 7) El Fondo de Financiera Rural formará parte de del patrimonio de FIRA..